Se estableció el orden y se acabó con las luchas tribales, a demás de con la esclavitud.

Se montaron arias redes hospitalarias que impusieron una medicina preventiva, por lo tanto menos contagios, epidemias, etc. Y acabó con la alta mortalidad.

Se construyeron más escuelas, aunque solo de enseñanza primaria les favorecía para su cultura general.

Se construyeron las bases de un futuro desarrollo económico: ferrocarriles, carreteras, telégrafos, etc. Y cambiaron su economía de trueque por la europea.

Se les enseñan nuevas técnicas agrarias, y les quitan costumbres como los sacrificios o el canibalismo, y les enseñaron una nueva lengua.

Debido a la alta natalidad, y a que los indígenas no sabían trabajar, alguno de ellos tuvo que emigrar a la ciudad, en la que tampoco había trabajo. Todo esto provocó un malestar social.

Se obligó a los indígenas a consumir productos manufacturados de la metrópoli.

Se obligó a los indígenas a trabajar en las plantaciones, minas y en las mejoras de la infraestructura, y todo ello por un mísero sueldo o por algún préstamo que no podían pagar.

Desapareció el espíritu de la comunidad para implantar el individual del hombre blanco, lo que destruyó su forma de vida hasta ahora.

Se acabó con la cultura indígena, imponiendo nuevas religiones, comidas, vestidos, etc.