Historia
Arqueología
TEMA 1: CONCEPTO DE ARQUEOLOGÍA
1.- Definición y evolución del concepto de arquelogía. La Arqueología como Ciencia
- La arqueología: el atractivo y los problemas de una ciencia
Primeramente hay que tener en cuenta que la Arqueología no es aventura y por tanto que el arqueólogo no es un explorador aventurero que descubre tesoros
Etimológicamente, Arqueología es el estudio de lo antiguo. Se estudia una parte de los restos que dejaron las poblaciones del pasado, es decir, el estudio de la Historia a partir de los aspectos no hablados ni escritos de la cultura material. Generalmente se piensa que en sentido restringido la Historia se ocupa de los documentos escritos y la Arqueología de los restos materiales. Esto tiene problemas:
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Reduce la cultura material a los elementos que se pueden tocar.
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Un objeto puede tener una inscripción y no por eso va a dejar de ser un vestigio cultural.
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Aspecto científico.
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Definición: estudio de la Historia a partir de los aspectos no hablados ni escritos de la cultura material.
Se pone énfasis en la cultura material porque no hay una cultura espiritual. Además, en la prehistoria los restos materiales son la única parte de la cultura que sobrevivió cuando fallecieron los hombres que los fabricaron y usaron. Una de las tareas más arduas para el arqueólogo actual es saber cómo interpretar la cultura material en términos humanos, es decir, cómo se utilizaron los recipientes o porqué unas viviendas son circulares y otras cuadradas. Como destacan muchos autores, este ámbito de la arqueología tiene una serie de ventajas, cualquier cosa puede ser estudiada desde el punto de vista arqueológico, y aquí entramos dentro del campo de las definiciones negativas; la arqueología no es sólo sacar cosas de la tierra, en sentido estricto hay un conocimiento estratigráfico en cosas que no están enterradas bajo tierra, como los muros; así, la estratigrafía es el estudio de todo aquello que podemos ver, esté enterrado o no, como por ejemplo la historia de la construcción, las murallas, etc.. Por tanto, la arqueología no es sólo excavación.
Por otro lado, la arqueología se ocupa también del análisis formal de los objetos v de su clasificación. De hecho, para algunos autores las bases de la arqueología las puso la numismática.
El tercer aspecto es el estudio tecnológico. Es difícil separar los estudios tecnológicos de los tipológicos. La separación de los metales en hierro, cobre y bronce es tecnológica, pero esta separación vino de la necesidad de separar tipológicamente los artefactos. Normalmente el término arqueometría, en arqueología, viene limitado a estos aspectos.
La arqueología, por tanto, está muy lejos de lo que ofrecen los relatos de los primeros arqueólogos, es decir, de la aventura y lejos de cualquier veleidad convertida en moda.
- Evolución del concepto
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Arqueología como anticuario
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Arqueología como Historia del Arte
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Arqueología paleontológica y paleolítica
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Arqueología antropológica
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Arqueología social
Como resultado del desarrollo de la disciplina se ha ido produciendo un cambio de énfasis en el desarrollo arqueológico o, lo que es lo mismo, en la evolución del concepto. Gracias a los anticuarios. La tipología fue lo primero que se desarrolló al coleccionar objetos griegos y romanos. El interés por los restos materiales de la antigüedad clásica marcó los verdaderos inicios de la arqueología en la cultura occidental. Con el desarrollo de la arqueología se ha ido produciendo un alejamiento del anticuarismo; a medida que se desarrollo el sentimiento nacional y se buscaron las raíces de las naciones en el pasado, cualquier objeto del pasado que tuviera que ver con esa nación era objeto de coleccionismo. Pero también actuaba en la formación de las colecciones el beneficio económico que se pudiera obtener con su venta. Esta postura se agudiza con el desarrollo de los métodos y técnicas arqueológicas al dar una mayor importancia al contexto arqueológico. En este sentido, la simple búsqueda del objeto debe de estar criminalizada pues lo que se destruye seguramente es tan importante o más que lo que se recoge.
El desarrollo de la arqueología en sus primeros años también estuvo muy vinculado a la Historia del Arte, más concretamente al arte grecorromano, y al desarrollo tipológico. El problema viene del poco desarrollo del estudio arqueométrico, es decir, de las medidas de las figuras.
Dado que el propósito de la arqueología es la comprensión del género humano, constituye una disciplina humanística, una ciencia humana. Quizás lo que más vamos a desarrollar nosotros en la arqueología como ciencia va a ser su unión con la paleontología, la geología y otras ciencias naturales. Esto tuvo su origen en el desarrollo de los estudios paleolíticos. Para situar los objetos ya no sólo valía el estudio tipológico, ni siquiera el tecnológico, era necesario prestar más atención al contexto, y es aquí cuando la estratigrafía adquiere toda su importancia.
La investigación de períodos cada vez más alejados en el tiempo facilita cada vez más la aproximación a la antropología, con la que la arqueología ha estado muy ligada desde sus inicios. No tanto la antropología biológica, que estudia el origen y evolución del hombre como ser vivo, como a la social y cultural (etnología), que se ocupa de la tecnología, pautas de comportamiento, organización social y creencias de los grupos humanos. Pero la unión entre arqueología y antropología también tiene sus problemas; pensar que los prehistóricos vivieron como muchas sociedades no evolucionadas de la actualidad supone pensar que estas últimas son sociedades que no han evolucionado en nada a lo largo del tiempo. En este sentido, el estudio antropológico ha llevado al estudio de los aspectos sociales.
- Expansion del ámbito de la Arqueología
a) En el tiempo y en el espacio
1.- Grecorromana. Renacimiento y Neoclasicismo. Grandes monarquías e Iglesia.
A lo largo del tiempo ha habido una ampliación del campo temporal de la arqueología. En un principio ésta estuvo muy vinculada al mundo grecorromano, de tal forma que muchos autores sitúan en el Renacimiento el nacimiento de la arqueología. A la formación de colecciones acudirán tanto la Iglesia como las grandes monarquías y la nobleza en general, en primer lugar como una forma de justificar su poder, que serán el germen de los museos que se crearon en momentos posteriores.
Durante gran parte de los ss. XVII y XVIII prácticamente no habrá preocupación por otros períodos fuera de la época clásica, en parte determinado por la concepción bíblica de la historia. Sólo será con el desarrollo de las ideas de la Ilustración y su compenetración con la revolución francesa y las ideas napoleónicas que se buscarán las raíces nacionales y las primeras identidades de las naciones.
2.- Grandes civilizaciones:
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inicios del s. XIX. Colonialismo
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Precedentes europeos: inicios del s. XIX. Nacionalismo.
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Pueblos extra-europeos: siglo XIX. Nacionalismo e imperialismo.
Sin embargo, se produce un proceso que es contradictorio, pues al mismo tiempo que fructifica este sentimiento nacionalista se descubren otras civilizaciones fuera del mundo grecorromano que están enclavadas en zonas que suponían una apetencia colonial, que va a ser en parte alimentada por la concepción de ciertos arqueólogos. Por otra parte, la colonización de estas nuevas zonas tiene también importancia por el mismo afán de coleccionismo; el mundo grecorromano se había quedado pequeño y la colonización de nuevos territorios supone el fomento de nuevas colecciones. Todo este proceso se inicia en el s. XIX y continúa hasta la II Guerra Mundial.
3.- Desarrollo de la arqueología urbana.
A partir del fin de la II Guerra Mundial, surge el interés por la Arqueología Urbana: es el estudio de la evolución arqueológica de las ciudades. Se desarrolla debido a la destrucción provocada por la guerra que obliga a replantear nuevos planes urbanísticos, lo que implica conservar los restos antiguos de las ciudades. Además, esto se ve influido por la presión mediática. Hasta tal punto se desarrolló la arqueología en estos años que la profesión de arqueólogo cambió, ahora vinculados a ayuntamientos,… Como en este proceso de reconstrucción de las ciudades no sólo aparecen los burgos medievales sino que también aparecen toda una serie de contextos antiguos de los que se sabía muy poco y que muchos arqueólogos dejaban de lado (por la existencia de fuentes escritas para esas épocas) algunos investigadores tuvieron que llamar la atención sobre la importancia de estos restos.
4.- Arqueología Medieval/industrial/histórica: localismo/nacionalismo
En la misma línea, sobretodo a partir de los años 70 empezó a adquirir un gran desarrollo lo que se ha denominado arqueología industrial, la cual comenzó a estudiar el nacimiento, desarrollo y caída de la industria capitalista. Se planteó entonces cómo este patrimonio industrial podía ser factor de desarrollo, con la recuperación de poblados mineros abandonados, poblados industriales…
b) Del objeto al contexto.
Por último, para terminar esta introducción, destacar el hecho de que se ha pasado de dar importancia al objeto antiguo para sustituirlo debido a que se da mayor importancia al contexto en que aparece. A partir de este enfoque el territorio adquiere una importancia capital.
- Finalidad de la Arqueología
Ss. XVI-XVII y XVIII.
La finalidad de la arqueología era el enriquecimiento cultural y con ello aumentar el nacionalismo. Es el anticuarismo. Con la Ilustración y con la Revolución Francesa verá la luz una noción evolcuionista de la Historia.
S. XIX.
En el primer tercio de este siglo la burguesía ha tomado el poder y por ello pretende buscar formas ideológicas de cohesión de su grupo social. Así, el nacionalismo, que en un principio servía como un instrumento libertador, se convierte en una herramienta de opresión. Para afirmar esta cohesión había que marcar las semejanzas y ocultar las diferencias, por ello se buscan los momentos en que las fronteras coinciden con las fronteras que se quieren reivindicar: Francia con el inicio de la monarquía franca; España con los íberos y celtíberos o con los visigodos o el Imperio Transatlántico. De este modo, en el primer tercio del s. XIX se da el Evolucionismo con el objetivo de la afirmación del progreso.
Pero cuando se trata de aumentar las fronteras y de restaurar la grandeza de una época se da la Escuela Histórico-Cultural, con la afirmación del origen de los pueblos y con el nacionalismo aumentado con el Imperialismo. En países como Italia, la búsqueda de la identidad nacional condujo al énfasis en períodos más difíciles de justificar, es decir, el Imperio Romano, lo que implicaba el aumento del territorio. De este modo, realizada la unificación, y acabados los procesos revolucionarios del 30, 48 y 68 aparece el Imperialismo, con el que Italia pretenderá Túnez y Libia, consiguiendo sólo el segundo territorio y Etiopía (no por que perteneciera al Imperio Romano, ya que no perteneció, sino por ser su población de religión cristiana).
Esto adquiere su auge ya en el s. XX con el fascismo, que consideró bárbaros a los pueblos prerromanos en Italia debido a que los consideraban pueblos con una economía comunitaria, ya que en ese momento el comunismo estaba en auge.
Existe una doble simplificación porque:
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La escuela Histórico-Cultural no desapareció nunca ni sus planteamientos.
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La simplificación que atribuye el fin de la II Guerra Mundial el fin de la Escuela Histórico-Cultural con el nazismo. Los instrumentos y métodos desarrollados por la Arqueología en el s. XIX sufren un desarrollo tal que se había llegado a un estado de parón. Así, la escuela Histórico-Cultural, una vez que trazó el desarrollo de los pueblos, los argumentos no dan más de sí, por lo que surge otro método de estudio.
La Nueva Arqueología (o arqueología procesual) retoma en parte los argumentos del Evolucionismo en el sentido de cómo se desarrollan las sociedades. Hay que explicar por qué una de terminada sociedad no pasó de un determinado grado de desarrollo. El problema de la Nueva Arqueología es que las explicaciones se reducen a dos ámbitos: los cambios climáticos y el aumento de la población. Parte de que las sociedades están adaptadas, pero si están adaptadas lo lógico es que se hubiesen quedado en la Prehistoria, pero es sabido que otras sociedades han alcanzado el Capitalismo. El asunto es que cada sociedad se desarrolla para satisfacer sus necesidades. Además, estos dos factores se pueden combinar. En la sociedad actual hay sociedades que viven en la Prehistoria, y por otro lado el progreso capitalista justifica el desarrollo de las sociedades avanzadas.
La arqueología marxista reaccionó profundamente ante estas tergiversaciones, quizá más profundamente con la Nueva Arqueología, ya que con la primera la lucha continuó en el aspecto político. Como los cambios no se pueden explicar con el cambio climático ni con la presión demográfica, la Nueva Arqueología cayó en picado. También la Arqueología Marxista quedó marginal, quedando sólo en el bloque soviético. Sin embargo, lo que acabó con la Nueva Arqueología verdaderamente fue la Arqueología Posprocesual, que incluye sectores marxistas, arqueología feminista… pero todas comparten lo pero de la Escuela Histórico-Cultural, o sea el salto desde datos de calidad insuficiente para justificar sus planteamientos centrados en los aspectos psicológicos y religiosos. En este sentido Ian Hodder en el yacimiento de Çatal Hüyük realizó un análisis contextual en los edificios religiosos que tenían restos de bóvidos, llegando a la conclusión de que había una oposición entre lo masculino y lo femenino. Pero esto es discutible porque qué es símbolo de lo masculino y qué es símbolo de lo femenino en esa época y en ese yacimiento.
El éxito de la Arqueología Posprocesual se debe a la solución de problemas de la Arqueología Procesual por:
1.- Pone el acento en el conflicto. Mientras los marxistas consideran que hay un conflicto al que hay que poner fin, los postprocesuales establecen que no hay que poner fin a las culturas porque todas tienen derecho a subsistir por muy crueles que sean.
2.- La Arqueología Procesual usa lo que es verdad. La Arqueología Postprocesual dice que no importa que las cosas sean verdad, sino que tengan coherencia dentro de su discurso.
Otra explicación puede ser la misma por la que triunfó la Nueva Arqueología: tenía nuevos axiomas. Se puede interpretar como alternancia entre Materialismo e Historicismo Cultural.
- Usos de la Arqueología
Tiene un doble uso: la justificación del presente y criticar: Carr decía que había que conocer el pasado, comprender el presente y plantear el futuro.
- Arqueología como ciencia
Como disciplina científica se ha desarrollado desde los últimos cien años. Como toda disciplina científica la arqueología necesita definir un objeto de conocimiento para parcelar la realidad. Este objeto de estudio se concreta en el análisis de determinados objetos del pasado. En un primer momento esos objetos eran los que eran fruto de la actividad antrópica relativa al trabajo. Pero este objeto de estudio se amplió, ya no era sólo los restos de actividad antrópica, sino que ya interesaban aspectos como los restos de polen. También antes se estudiaban aspectos como la forma y el tipo.
El objetivo de todo esto ha sido la explicación histórica, que también ha variado en la Historia de la disciplina, y que en un principio era de carácter político (fechas y acontecimientos) y positivista. Luego empieza a aparecer el interés por la investigación social (a partir de la II G. M.) y de aspectos más desconocidos e interesantes.
La arqueología, con respecto a la metodología, usa como fuentes los restos materiales, y para estudiarlos usa una serie de técnicas y procedimientos. El análisis de los restos materiales permite un conocimiento más “objetivo” de la Historia. Los procedimientos o técnicas de investigación arqueológica pueden derivar de otras disciplinas: estratigrafía, análisis químicos, análisis zoológicos…
Más recientemente, los arqueólogos se han interesado a finales de los 90 (s. XX) por los aspectos cognitivos, de tal manera que a partir de ese momento se desarrolla una paleopsicología basada en el estudio de la cultura material.
Tanto el objeto como el objetivo de estudio pueden ser compartidos por otras disciplinas distintas de la arqueología, pero la teoría y el método de investigación dependen de la orientación del investigador.
2.- Historia de las investigaciones arqueológicas
DESDE LOS INICIOS HASTA V. GORDON CHILDE
- Los precursores
La primera pregunta que conviene plantearse es cuándo se puede hablar de arqueología, y esto dependerá de qué es lo que se entiende por arqueología. Para que los primeros estudios arqueológicos vean la luz habrá que esperar hasta mediados del siglo XIX, época en que la disciplina arqueológica llega a constituirse realmente como tal.
Las primeras referencias a excavaciones, es decir, a la remoción de tierras para buscar restos del pasado se remontan a la antigua Mesopotamia; Nabónido, último rey nativo de Babilonia, que reinó entre el 555-539 a.C., tuvo un gran interés por las antigüedades; excavó en un importante templo y descubrió la primera piedra de éste, que había sido depositada unos 2.200 años antes; almacenó muchos de sus hallazgos en una especie de museo en Babilonia.
Durante la Edad Media el interés por los restos del pasado fue mucho más restringido que en época clásica y se limitaba a la colección y conservación de las reliquias sagradas. Esta época parece caracterizada por un olvido, cuando no un rechazo y destrucción de los restos de las civilizaciones clásicas. No obstante, la visión cristiana que se tenía del pasado, centrada en la idea de que las únicas noticias válidas estaban contenidas en la Biblia, constituyó un punto de partida conceptual a partir del cual se desarrollaría en Europa el estudio de la Arqueología. Todos estos objetivos tienen como fin la justificación del presente.
El momento clave para el inicio de la excavación arqueológica lo constituye el Renacimiento. Es en estos momentos cuando se desarrolla un hecho que tendrá gran repercusión, como es el coleccionismo de obras antiguas, generalmente por parte de la nobleza y de la Iglesia, que será el germen de los Museos que se crearán posteriormente. Aparecieron entonces las primeras colecciones amplias de objetos artísticos de épocas anteriores, entre las que destaca la del Vaticano, todavía hoy una de las mayores del mundo. Los materiales que comienzan a almacenarse no son siempre objeto de hallazgos fortuitos sino que se observa una cierta actividad encaminada hacia su recuperación mediante la realización de excavaciones que únicamente tienen como objetivo la "caza" de objetos de arte.
Sin embargo, hay que decir que el amor por los vestigios del pasado que entonces se daba tuvo también su lado negativo para la arqueología. Fueron frecuentes los saqueos y demoliciones de ruinas para reutilizar los viejos elementos en construcciones nuevas.
Así pues, la mayor parte de los autores consideran que es sólo en el Renacimiento cuando se puede hablar del origen de la arqueología porque es el momento en que se desarrolla una nueva concepción de la historia que enfatiza la vitalidad; los nuevos estados que están surgiendo tienden a justificarse a través de la historia; esto es una actitud que incluso lleva a cabo la Iglesia; la famosa. "donación de Constantino" no es sino una falsificación de la Iglesia para justificar la existencia. de los estados pontificios.
El Renacimiento supuso la aparición de una nueva concepción del pasado:
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Preocupación por la Historia para justificar los “nuevos” sistemas políticos.
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Coleccionismo, especialmente de lo considerado bello, es decir, de lo clásico, lo cual supone la imitación/reproducción de esa belleza, y por supuesto su estudio. En 1471 se funda el primer museo de antigüedades en el Campidoglio, Alejando VI llevó además una gran labor de recuperación de antigüedades clásicas.
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Interés por la periodización también basada en los objetos y monumentos. Es una periodización que no considera a la Historia como cíclica y en la que no hay decadencia. Es una historia lineal, en la que la evolución siempre es positiva, por ello no hay decadencia.
Más que en el desarrollo de la historia en sí, el desarrollo de la arqueología tal y como la concebimos tiene más que ver con la historia del arte en general y con el coleccionismo en particular. En este sentido, el único problema es que la organización y clasificación de los materiales tenía menos que ver con objetivos tipológicos y tecnológicos que con objetivos estéticos. Pese a estas limitaciones, en el Renacimiento hubo un factor que ilustró y facilitó la integración de muchos objetos, ya no sólo grecorromanos, en un contexto extra-cultural y extraeuropeo tras el descubrimiento de nuevas civilizaciones. Pero también, aparte de esto, durante mucho tiempo se consideró que lo que ligó al Renacimiento con el desarrollo de la arqueología fue el nacimiento de las grandes excavaciones, que tendrían un desarrollo posterior; en este sentido hay que considerar la acción llevada a cabo en el reino de Nápoles por el futuro Carlos III de España y las excavaciones de Pompeya. Con la Contrarreforma las excavaciones arqueológicas tuvieron un gran desarrollo pues con objeto de luchar contra la herejía protestante se buscaron las antiguas iglesias y las catacumbas.
Estos tres factores (coleccionismo, descubrimiento de nuevas civilizaciones y grandes excavaciones) continuarán a lo largo del siglo XVII. En primer lugar, las excavaciones tendrían una mayor tradición en los países católicos como justificación de la tradición católico-cristiana; al buscar los restos de los antiguos mártires y las antiguas iglesias. En el caso de España, sin embargo. la cuestión fue más contradictoria y es que en muchos casos lo que se documentó fueron verdaderas tumbas prehistóricas encontradas bajo los niveles de construcción de las iglesias católicas. En el resto de Europa lo que adquiere mayor desarrollo es la derivación del coleccionismo, buscar elementos que produzcan un goce estético, pero limitado al mundo grecorromano, aunque buscando también la tradición no católica, no mediterránea, de unos países que por entonces se separaban del catolicismo. Por otra parte, esta vinculación más directa al origen de un pueblo tiene vinculaciones con el acceso de la burguesía, que se consolidará tras la revolución francesa. Por lo que respecta a la disciplina, el hecho de que el anticuario tenga que trabajar con objetos desconocidos hace que tenga que hacer unas descripciones más precisas, los objetos se adscriben a otras tradiciones y se indaga sobre las condiciones de conservación del objeto y en el estado en que éstos han llegado a nosotros.
Durante la Reforma y Contrarreforma hay que hablar de:
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Arqueología sacralizada
Muchos autores consideran que la Iglesia recurrió a excavaciones para justificar su poder político. Por otro lado, se realizan excavaciones en ermitas rurales para la búsqueda de los restos de mártires. Otro ejemplo es el demostrar una alternativa a la Falsa Donación de Constantino. También se descubren inscripciones junto a los restos de los supuestos santos, que suelen ser falsas.
En el caso de la provincia de Jaén, En Arjona y Baeza se desenterraron restos prehistóricos que fueron reconocidos como restos de mártires.
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Anticuarismo y Nacionalismo
El auge de buscar las raíces del estado es mayor en los países escandinavos y en los países germánicos. En determinadas zonas el Nacionalismo será apropiado por la burguesía con la Ilustración. La arqueología anticuarista tiene limitaciones muy fuertes:
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Se limita a la descripción de las formas, y en casos de moneda, se limita a la cronología.
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Condiciones de conservación: los objetos más monumentales son los dignos de conservar.
Con la Ilustración los factores que durante el Renacimiento y la Contrarreforma habían dirigido el desarrollo de la historia en general y de la arqueología en particular convergen. Es en el siglo XVIII cuando se inicia la excavación de algunos de los yacimientos más destacados. La tradición burguesa de la ilustración de los pueblos y de las naciones con un pasado común es heredera del siglo XVII, acentuándose en el XVIII la idea de que el progreso es ilimitado; entonces., evidentemente, hay que rastrear en el pasado los estadios de desarrollo. Dentro de ese contexto de búsqueda del progreso se consolidan los desarrollos, por una parte de las excavaciones y por otra del análisis de los objetos. Se empieza a hablar ya de seriación, de como los objetos pueden ser volcados en grupos que indican un orden cronológico. La Ilustración será la que cree la base de la Arqueología tal y como la conocemos hoy día, porque es el primer intento general de concebir la historia como proceso lineal, que no esté marcada por concepciones cíclicas (sistema de las edades). Esta concepción lineal también afecta a la tierra. Se produjeron grandes avances en Geología y Biología, aunque los avances están lastrados por un problema, y es que si bien la ideología religiosa puede abrir sus puertas a una evolución de la historia del hombre desde época en que la Biblia da datos, no está dispuesta a considerar elementos que pongan en tela de juicio la veracidad bíblica. La Geología no asigna a los cambios temporales y geológicos datos correctos. Los 6000 años que permitía la ideología imperante era bastante para seriar los materiales. Esta seriación empezó a desarrollarse a partir de Agrícola y de Mercati, aunque su apogeo se producirá en el s. XIX. Pero la mayor actuación es la seriación a partir de la forma, del estilo, destacando la labor de catalogación de Winckelmann.
Thomas Jefferson excavó túmulos indios con criterios estratigráficos: los objetos que están en las capas inferiores son más antiguos que los de las capas superiores.
Sin embargo, estas actuaciones tenían un problema, ¿a qué pertenecían los retos humanos y materiales que aparecían más antiguos que los retos grecorromanos?, es el caso de los restos prehistóricos.
En definitiva, la Ilustración puso las bases de la Arqueología como ciencia. Sin embargo, en la mayoría de los manuales se establece que la Arqueología como ciencia surge en el s. XIX, y es que los nuevos investigadores establecieron sus concepciones de forma que permanecieran constantes.
- El nacimiento de la Arqueología Prehistórica como disciplina científica y la profundidad histórica
Los arqueólogos del s. XIX realizaron experimentos con los útiles hallados. También recurrieron a la observación etnográfica para conocer y realizar hipótesis acerca de los procesos de elaboración de esos útiles. Así pues, se puede decir que en la Ilustración se habían puesto las bases para el desarrollo de la arqueología científica del siglo XIX, en un momento en que otras ciencias estaban poniendo en cuestión la trascendencia del mundo, especialmente la biología y la geología, ambas ciencias por otra parte muy vinculadas entre sí. El geólogo escocés James Hutton, en su Teoría de la Tierra (1785), había estudiado la estratificación de las rocas (su disposición en niveles superpuestos o estratos), estableciendo los principios que sentarían las bases de la excavación arqueológica, demostrando que la estratificación de las rocas era debida a procesos que todavía seguían en mares, ríos y lagos. Esto constituyó el principio del "Uniformismo", defendido de nuevo por Charles Lyell en su obra Principios de Geología (1833), donde rompía con la teoría catastrofista al afirmar que los fenómenos geológicos antiguos, en esencia, eran similares o "uniformes" respecto a los actuales. Lyell no sólo desarrollará el método estratigráfico, sino que avanzará en la explicación de la formación estratigráfica. Eran unos procesos de formación muy lentos: erosión, transporte y sedimentación. La Geología tuvo enfrentamientos con la ideología bíblica.
Estas ideas armonizaban con los hallazgos de Charles Darwin, cuya obra El origen de las especies, publicada en 1859, estableció el concepto de evolución como la mejor explicación del origen y desarrollo de todas las plantas y animales. Según esta teoría los animales evolucionan unos a partir de otros mediante alteraciones genéticas que se transmiten a los descendientes, mutaciones reguladas por la selección natural o supervivencia de los más aptos, de modo que los cambios más ventajosos se transmiten a la descendencia y de forma gradual las características de una especie cambiarían hasta surgir otra nueva. Pero la idea de evolución no era nueva; los precedentes ya estaban en Lamarck, quien había sugerido que los seres vivos habían cambiado o evolucionado a lo largo del tiempo Tuvo mayores enfrentamientos que la Geología con la ideología bíblica. Lamarck elaboró una clasificación exhaustiva de las especies animales que vivían en la tierra. Señaló que las especies no eran inmutables, creando una fisura con el creacionismo. Puso de manifiesto cómo las especies interactuaban con su medio.. Lo que Darwin demostró fue cómo se producía ese cambio, en virtud de "la selección natural o supervivencia de los más aptos". En 1871 Darwin publicaría su otra gran obra, El origen del hombre, en el que expone que la especie humana había surgido de la misma forma.
Teorías evolucionistas en Antropología
Las teorías de Darwin tuvieron una gran influencia en la arqueología, no sólo de forma directa al poder probar que las especies, incluso el hombre, habían ido cambiando, sino que también podía explicar porqué cambiaban las sociedades. En este sentido la obra que más influyó fue la de Herbert Spencer, para quien todas las sociedades humanas evolucionan de un estado de menor complejidad a otro de mayor complejidad, asociando esta idea a las nociones de moralidad y progreso humano; para Spencer, la sociedad "civilizada" es moralmente mejor que la sociedad "salvaje". En este sentido establecía una superioridad innata en los seres vivos, por lo que esto le permitía hacer apología del colonialismo: justifica la superioridad de Europa, pero el paralelo biológico de su obra no ha caído: los estados nacen, crecen y mueren.
El antropólogo británico Edward Tylor, por su parte, fuertemente influenciado por las ideas de Darwin, planteó la teoría de que todas las sociedades pasan por unos determinados estadios de desarrollo: salvajismo, barbarie y civilización; Tylor sostenía que las sociedades humanas habían evolucionado desde un estadio de salvajismo (caza primitiva), a través de la barbarie (agricultura simple), hasta la civilización (la forma superior de sociedad). Las teorías de Tylor tuvieron amplio desarrollo a través de la obra de Lewis Henry Morgan, quien añadió, dentro de cada una de estas fases, estadios tecnológicos basados en su profundo conocimiento de los indios norteamericanos vivos; sus ideas -en especial la de que el hombre había vivido una vez en un estado de comunismo primitivo, compartiendo los recursos equitativamente- influyeron poderosamente en Marx y Engels y, a través de la obra de este último, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, en toda la tradición marxista posterior.
Desarrollos propiamente arqueológicos
Estas ideas ayudaron a sentar las bases de lo que fue uno de los acontecimientos indispensables para la disciplina arqueológica: el reconocimiento de la antigüedad del hombre. Fue un inspector de aduanas francés, Jacques Boucher de Perthes, trabajando en las canteras de grava del río Somme, quien publicó en 1841 pruebas convincentes de la asociación en aquel lugar de artefactos humanos de piedra tallada y huesos de animales extinguidos, sosteniendo que esto indicaba la existencia humana mucho antes del diluvio bíblico; de esta forma la noción bíblica de que el mundo y todo lo que contiene había sido creada hacía sólo unos pocos milenios ya no pudo ser aceptada (el tiempo transcurrido desde la creación había sido calculado por el arzobispo de Armagh, James Ussher (1581-1656), colocando la formación del mundo en el año 4004 a.C.), fecha que fue comúnmente aceptada en los medios académicos). Así nació la noción de una Prehistoria de la humanidad, concepto que fue de uso generalizado tras la publicación del libro de J. Lubbock, Prehistoric Times, en 1865.
Una vez que el darvinismo había facilitado la integración del hombre en un sistema evolutivo, los hallazgos de sus ancestros pudieron producir clasificaciones. El ejemplo más claro de como pueden modificarse estas concepciones es el caso del hombre de Neandertal, descubierto en 1856, durante mucho tiempo se pensó que era un soldado francés de las guerras napoleónicas deformado por el frío tras la retirada de Rusia. Aparte de situar los hallazgos humanos, la teoría de Darwin también permitió situar los hallazgos producidos por el hombre; es cuando toma importancia Saint-Achel y otros yacimientos, donde aparecen hachas, bifaces N, otros artefactos. La excavación de las cuevas de la Dordoña se realizó con tanto entusiasmo que ya hacia 1881 Gabriel de Mortillet pudo presentar en su obra La Musée Préhistorique un prototipo de la clásica secuencia francesa de la prehistoria, secuencia que el abad Breuil pudo completar en 1912.
Con el descubrimiento del origen y la evolución del hombre se sentaron las bases de la arqueología prehistórica moderna. El instrumento fundamental para su desarrollo fue la llamada teoría de las Tres Edades, de Charles J. Thomsen, una teoría que tenía precedentes. Ya el escritor griego Hesíodo, que vivió en el siglo VIII a.C., en su poema épico Los trabajos y los días concibió el pasado humano, en una visión pesimista de la historia, como un descenso en cinco etapas: la Edad de Oro y los Inmortales; la Edad de Plata, cuando los humanos eran menos nobles; la Edad de Bronce; la Edad de los Héroes Épicos; y, finalmente, su propio tiempo, la Edad del Hierro y la Terrible Aflicción. Pero sería el danés Thomsen quien en 1836, al clasificar los objetos arqueológicos del Museo de Copenhague, proponía que las colecciones se dividieran según su materia prima (piedra, bronce e hierro), estableciendo la Edad de Piedra, la Edad del Bronce y la Edad del Hierro, clasificación que fue considerada de utilidad por los eruditos de toda Europa.
Este sistema se fue perfeccionando de la mano de otros autores al incluir otras subdivisiones. Primeramente se estableció una subdivisión de la Edad de Piedra en Paleolítico o Antigua Edad de Piedra y Neolítico o Nueva Edad de Piedra. Por otra parte, el sueco Oscar Montelius aplicó en sus excavaciones el método de ordenar los objetos cronológicamente en función de su tipología (seriación). Sven Nilsson (1787-1883) publicó en 1868 junto con Lubbock la obra Los primitivos habitantes de Escandinavia, en la que exponía que cada nación ha tenido que pasar por cuatro etapas:
1.- Salvaje. El hombre es un cazador-recolector que lucha por sobrevivir al día y vive en cuevas.
2.- Pastor o nómada. Llega a esta fase cuando se preocupa por reservar comida de un día para otro y entonces decide reunir un rebaño. Vive principalmente de la ganadería, y secundariamente de la caza y recolección. Puede ser totalmente nómada o que realice la trashumancia. Vive en chozas o tiendas de pieles.
3.- Agricultura. Cuando cansado de su vida errante decide guardar su ganado en un corral y alimentarlo. A continuación realiza una roza y comienza a sembrar. La vivienda se convierte en fija. En un principio comercia a través del trueque pero este acaba resultando incómodo y cualquier objeto con una demanda general y que posee gran valor dentro de un ámbito reducido se convierte en el medio de intercambiar todo tipo de productos, es decir, se convierte en dinero.
4.- Sociedad con división del trabajo. En esta sociedad surgen las distintas profesiones. “Así, la nación, mediante la organización de la sociedad es capaz de cumplir de manera más perfecta la misión que le ha sido designada: adquirir el grado más alto de cultura y el estado más alto de civilización”.
Otro desarrollo que tiene lugar en el siglo XIX es la proliferación de grandes expediciones arqueológicas, sobre todo al Próximo Oriente. El esplendor de la antigua civilización egipcia ya había atraído la atención de un público ávido, tras la expedición militar de Napoleón a aquél país en 1798-1800. El descubrimiento de la Piedra de Rosetta por uno de sus soldados proporcionó la clave para que en 1822 Champollion, tras 14 años de trabajo, descifrase la escritura jeroglífica egipcia. Un ejemplo similar de brillante erudición ayudó a desvelar los secretos de la escritura cuneiforme, utilizada por muchas lenguas en la antigua Mesopotamia. Pero si la Biblia constituyó una de las principales fuentes de inspiración en la búsqueda de civilizaciones perdidas en Egipto y el Próximo Oriente, fue el poema homérico de La Ilíada el que alimentó la imaginación del banquero alemán Heinrich Schliemann y lo lanzó a la búsqueda de la ciudad de Troya, la que identificó tras una serie de campañas llevadas a cabo durante las décadas de 1870 y 1880.
A medida que se iba ampliando el ámbito arqueológico se necesitaba también un marco cronológico al haberse quedado pequeño el sistema de las Tres Edades, de forma que se realizó un gran esfuerzo en el establecimiento de sistemas cronológicos regionales y en la descripción del desarrollo de la cultura en cada zona. En las regiones donde habían florecido las primeras civilizaciones, nuevas investigaciones y descubrimientos completaron las secuencias cronológicas. Así, el espectacular hallazgo de la tumba de Tutankamon en 1922 por Howard Comer fue acompañado por el descubrimiento en Creta de la civilización minoica por parte de Arthur Evans y por la excavación de la ciudad bíblica de Ur por Leonard Wooley.
- La transición a la Arqueología profesional (1850-1920)
La transición a la arqueología profesional va a tener lugar, pues, durante un largo período que va de 1850 a 1920. En la segunda mitad del siglo XIX todos esos desarrollos de periodización, búsqueda de estratigrafía, grandes civilizaciones, etc. continúan.
La caída del evolucionismo
Los riesgos del evolucionismo provocaron las críticas del marxismo. Había otro problema con el evolucionismo y es que si los estadios se sucedían unos a otros, cómo es posible que todavía queden sociedades sin evolucionar. La explicación del Darwinismo será determinista, quedaron marginados. Por su parte, el racismo dirá que unas razas evolucionarán más y otras menos.
Esta crisis del evolucionismo se inscribe también en la crisis del pensamiento burgués, en el sentido de su filosofía. Esto provoca el desarrollo del Positivismo, que aún enfatizaba el dato sobre la teoría, es decir, la inducción sobre la deducción.
La crisis del darwinismo y el auge del Difusionismo provocaron el declive de la idea de unidad psíquica, ahora todos eran iguales en derechos y libertad. Pero los hombres son diferentes físicamente e internamente, existe una diferencia estructural de pensamiento. Esto se inscribe en el auge de los nacionalismos y en el de los imperialismos.
El prestigio del darwinismo había servido indirectamente para justificar las viejas ideas racistas y donde más crudamente se manifestó un etnocentrismo exagerado fue en la arqueología colonial, en la que nunca se admitía que los antepasados de los actuales nativos fuesen los autores de los restos importantes que se descubrían. Así, los colonos europeos creían que los grandes túmulos del complejo cultural de los Bosques Orientales en Norteamérica eran obra de antiguos viajeros europeos o asiáticos, o bien de una "raza de constructores de túmulos" que había sido exterminada por los indios actuales, precisamente aquellos a los que ellos mismos estaban casi exterminando en ese mismo momento, lo cual aparecía como un castigo justificado por aquella falta.
- La escuela Histórico-Cultural y el Particularismo
En antropología se produjo al mismo tiempo una reacción contra la rigidez del modelo evolucionista unilineal, y toda una nueva generación de antropólogos como Ratzel, Graebner, Schmidt y sobre todo Franz Boas, que luego difundió la teoría en los Estados Unidos creando la poderosa escuela histórico-cultural norteamericana, empezaron a considerar cada cultura humana como una entidad única que debía ser entendida en sus propios términos, que siempre son resultado de una secuencia histórica y particular de acontecimientos (particularismo histórico). En consonancia con un cierto pesimismo del ambiente social y como antítesis del evolucionismo, que creía más en la capacidad inventiva humana, la explicación del cambio cultural ahora preferida era la difusión (difusionismo): los inventos y avances técnicos se produjeron en muy pocos sitios y de ahí se propagaban a todos los demás, bien por contacto (aculturación), bien por migración o invasión militar de las gentes que los portaban (migracionismo, invasionismo). La justificación del presente nacional ha estado siempre presente. Es ahora cuando estos intentos se van a hacer más evidentes gracias sobretodo a la obra de Ratzel, que desarrolló el primer ejemplo claro de análisis espacial en Arqueología. A éste le interesa buscar el presente de origen de los objetos que han salido en un yacimiento. Se buscaba rastrear el origen de los pueblos que dieron lugar a la formación de las naciones occidentales, sobretodo Alemania.
El historicismo cultural es desarrollado por alemanes y austriacos, pero sobretodo por los arqueólogos anglosajones. Los alemanes buscan los orígenes del pueblo alemán intentando demostrar que la civilización de los pueblos prehistóricos de la región no tenían nada que envidiar a los romanos. Los británicos querían relacionar el desarrollo de Occidente con el desarrollo de sus colonias en Oriente Próximo; buscaban paralelos entre los rasgos de los pueblos prehistóricos ingleses y los pueblos antiguos de Oriente Próximo que dominaban. Esto es el Hiperdifusionismo inglés (Escuela de Mancheser) y servía para justificar el colonialismo. Justificaban la relación de Gran Bretaña con Oriente Próximo a través de la metalurgia: los fenicios llegaron a sus islas (Casitérides) en busca de estaño. El hiperdifusionismo inglés tiene ventajas: dentro de la justificación colonialista conceden a los pueblos indígenas dominados por el Imperio la capacidad de aprender. En este sentido se enmarcan los trabajos de Petrie. Los hiper-difusionistas ingleses pensaban que los avances técnicos habían tenido lugar en un sólo sitio, el Egipto faraónico, justificando de esta forma su colonialismo sobre esta zona. El problema de la escuela histórico-cultural viene por el adelanto de sus métodos, ya que no había desarrollo tecnológico para llevarlo a cabo, y sobretodo por sus planteamientos racistas.
El historicismo venía muy bien para hacer frente a la cada vez mayor variedad del registro arqueológico, resultado de las muchas excavaciones que se hicieron entonces en toda Europa. Hacia mediados de siglo los etnólogos alemanes habían empezado a usar la palabra "cultura" para referirse a sociedades campesinas que evolucionaban más lentamente que las "civilizaciones" y poco después todos los antropólogos hablaban de "culturas primitivas" para referirse al conjunto de conocimientos, creencias, costumbres, arte, etc. que adquirían los seres humanos por ser miembros de una sociedad. Antes del cambio de siglo la palabra ya había sido pasado al campo arqueológico, denominando el conjunto de los componentes "materiales" de la cultura completa, aunque sólo aquellos más resistentes que se habían conservado desde el pasado para poder ser recuperados en las excavaciones.
Aunque el objetivo era identificar a los autores históricos de esas culturas arqueológicas - y en esto los más anhelados eran los celtas, que entonces se "descubrieron" casi por todas partes a medida que se iba hacia atrás en el tiempo los grupos humanos eran cada vez más anónimos.
En general, las nuevas “culturas” se fueron llamando por el nombre del yacimiento donde primero fueron descubiertos todos o algunos de sus componentes; así, la cultura de Unetice, que se desarrolló durante la Edad del Bronce en la República Checa, se llama así por el descubrimiento de la necrópolis del mismo nombre, al norte de Praga, en 1879.
La victoria del Difusionismo
Como modelo de explicación del cambio cultural, el difusionismo se define como la irradiación de avances técnicos y culturales desde las áreas de creación o elaboración de los mismos a otras zonas, mediante contactos, migraciones o invasiones. Los difusionistas tendían a describir conjuntos de objetos elaborados (cultura material) e identificarlos con un pueblo, otorgando a la cultura arqueológica una concepción étnica.
Para el difusionismo o historicismo cultural, existen unas "áreas de invención" donde aparecen las ideas que dan lugar a los cambios sociales que se expresarán en la cultura arqueológica. El mecanismo de difusión será la transmisión de las ideas (fenómenos de aculturación) o bien el desplazamiento de poblaciones portadoras de tales novedades (migraciones o invasiones). Así, el megalitismo fue explicado por Childe como la llegada al occidente de Europa de una nueva religión (fenómeno de aculturación) que incluía la construcción de grandes monumentos en piedra para realizar enterramientos colectivos. La extensión del vaso campaniforme por Europa se interpretó como migraciones desde la Península Ibérica y una vuelta a la misma (centro de invención), en corrientes de flujo y reflujo, que explicaban las dos grandes fases del mismo que se constataban en los diferentes estilos cerámicos. Si el concepto de difusión implica la existencia de uno o varios centros como origen de la cultura y desde donde se difunde, está claro que la escala de tiempo es fundamental porque eso es lo que nos va a permitir determinar cuál es el centro de la cultura. Por ello, se crea una escala temporal en la que se distribuyen las innovaciones culturales en distintas áreas para establecer la dirección de los diferentes inventos. Esta escala temporal la construyen usando dos cuestiones: la estratigrafía comparada y la tipología, especialmente la del Fósil Director. Usando estos dos elementos se pueden crear cuadros regionales de aparición, difusión, recepción de innovaciones culturales en las distintas regiones. Pero hay un problema: cuando estamos hablando de áreas próximas la estratigrafía comparada tiene su sentido, pero es más complicado para comparar áreas lejanas debido a las formaciones litológicas que son diferentes, y por otros impedimentos más.
El origen de un determinado rasgo material (útil lítico, cerámica, objeto metálico, tipo de enterramiento,- etc.) que caracteriza a una "cultura", debe buscarse donde aparece en un momento cronológico más antiguo, constituyendo por tanto el centro de invención. Desde este punto de vista, han existido planteamientos más toscos o hiperdifusionistas, que pretendieron un único lugar de origen para la práctica totalidad de los avances culturales, como el de G.E. Smith en Egipto, lord Reaglen en Sumeria o G. Kossinna en Centroeuropa, éste último ligado a los planteamientos nacionalistas de una raza aria, superior y motor de todo progreso. Bosh Gimpera fue el representante español más cualificado en esta tendencia, aunque su difusionismo esté frecuentemente entreverado de ideas evolucionistas.
Varios arqueólogos marcaron esta época, todos ellos de países nórdicos europeos: Montelius, Kossinna y Gordon Childe. Al sueco Oscar Montelius (1843-1921) se debe la primera síntesis de la prehistoria final europea, organizada mediante la ordenación cronológica (seriación) de un gran número de hallazgos compuestos por muchos elementos del Neolítico, Edad del Bronce y del Hierro. Otra de sus ideas básicas fue la llegada por difusión desde el área nuclear del Próximo Oriente de todos los avances técnicos (agricultura, metalurgia, megalitismo, etc.) que se registraron en Europa durante los períodos anteriores (ex oriente lux), lo cual no sólo seguía la moda difusionista sino que era consecuencia del único método que entonces existía para fechar los restos europeos, por la presencia de objetos sur-orientales en los yacimientos siguiendo una cadena que enlazaba unos sitios con otros, comenzando por Egipto y pasando por las islas y el continente griegos y los Balcanes hasta Europa central y occidental. Ciudadano de una nación emergente pero pequeña y muy influido por otros vecinos poderosos, Montelius no tenía inconveniente en admitir la superioridad cultural del Levante y el Mediterráneo durante la prehistoria final, y por otro lado la idea fue acogida con entusiasmo por arqueólogos franceses y sobre todo ingleses, tal vez porque así su condición de descendientes culturales de los antiguos egipcios v mesopotámicos les justificaba de alguna manera su activa intervención colonial en la zona.
Quienes no lo aceptaron tan fácilmente fueron los alemanes, que además de tener menos intereses coloniales en la zona no estaban dispuestos a admitir la influencia semita en su región. Ese sentimiento de superioridad racial enturbia por desgracia la contribución al desarrollo de la arqueología de Gustaf Kossinna (1858-1931), quien estableció el canon del enfoque histórico-cultural con su descripción completa de la prehistoria europea dividida en un rico mosaico de culturas, correspondientes a tribus (sajones, borgoñones, etc.) y grupos culturales, huella de los grandes pueblos (alemanes, celtas, etc.), abandonando definitivamente todo concepto evolucionista, además de fijarse, por vez primera de una forma amplia, en los modos de vida prehistóricos (viviendas, economía, tumbas, rituales, etc.) y no únicamente en la tipología de los artefactos. Con todo, los aspectos racistas de Kossinna eran claros, en su búsqueda obsesiva del origen de los arios indoeuropeos, que curiosamente encontraba en las regiones del extremo norte de Alemania que acababan de incorporarse al imperio alemán tras un largo contencioso con Dinamarca, y de los datos que probasen la mayor antigüedad de las ocupaciones germanas en todo el centro de Europa, justificando así su derecho actual a esas tierras. Por otro lado, consideraba que los avances producidos en las regiones meridionales eran fruto de la mezcla con arios llegados desde el norte y que ese mismo mestizaje antiguo, que los germanos habían evitado, era la causa de su atraso presente. Fácilmente se aprecia hoy que este racismo "historicista" de Kossinna no difería mucho del "evolucionista" de Lubbock, con la diferencia de que esta versión más restringida resultaba difícilmente digerible para quien no tuviese la fortuna de ser alemán.
En los EE.UU. el Difusionismo tiene las siguientes características:
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Preocupación por la clasificación cultural aún cuando no se use el término.
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Vinculación a los pueblos:
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Gladwin. De lo general a lo particular: raíces, corrientes-regiones, ramas-fases.
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Mckern. De lo particular a lo general: artefactos, componentes, focos, aspectos, fases y modelos.
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Después valoración de la difusión y esquemas regionales.
La preocupación por la clasificación es el especial particularismo del Difusionismo en EE.UU.
Vere Gordon Childe. La herencia histórico-cultural
Childe en El alba de la civilización europea establece el Concepto de Cultura: conjunto de artefactos, y deben ser definidos empíricamente por su diversa duración cronológica y extensión espacial. Señala que la necesidad de difusión no es un condicionante para los humanos, no implica superioridad, lo que sucede es que la evolución humana es mucho más rápida que la de los animales porque el hombre es capaz de caminar, y por tanto de difundir ideas y cosas. Sin embargo, pensaba que el surgimiento de la agricultura se dio por el clima, y su desarrollo se debió a la necesidad, por lo que los grupos que no la desarrollaron era porque no la necesitaban. No obstante presenta racismo: se basa en la superioridad del lenguaje indoeuropeo. Pero Childe se despegó de estos planteamientos.
La primera época intelectual del influyente arqueólogo australiano, instalado en Gran Bretaña, Vere Gordon Childe, se produjo en la órbita de Kossinna, al que siguió en las síntesis que publicó en los años veinte sobre la prehistoria europea, aunque Childe mantuvo la marca británica del difusionismo oriental como explicación última. Según él, la mayoría de las culturas se definían por un número reducido de "fósiles directores", tipos de artefactos característicos de cada una de ellas, a los que aplicó un por entonces novedoso enfoque funcionalista: los objetos de algunos ámbitos (doméstico, ritual, las decoraciones) eran conservadores y cambiaban lentamente, mientras que otros de mayor valor utilitario, como las herramientas y armas del ámbito tecnológico, se copiaban o comerciaban más rápidamente, por lo que eran los mejores para establecer cronologías y observar el cambio cultural. Influido por las ideas de Marx y por la relativamente reciente revolución marxista en Rusia, en 1936 propuso que en el Próximo Oriente se había producido una Revolución Neolítica que dio lugar al desarrollo de la agricultura, y más tarde, una Revolución Urbana que desembocó en los primeros pueblos y ciudades.
Crisis del modelo difusionista
La construcción de la escala temporal a través del sistema de estratos y tipología que se llama seriación es el único sistema de datación arqueológico útil a nivel regional pequeño que existe, por ello surgieron se produjeron críticas al uso del fósil-guía y de los estadios tecnológicos y no económicos.
Un avance decisivo en la ciencia arqueológica se produjo en el campo de la datación. En 1949, el químico norteamericano Willard Libby anunció el descubrimiento de la datación radio-carbónica (C-14). El verdadero impacto de su decisivo logro técnico no se sintió hasta más de una década después pero sus implicaciones eran claras: por fin los arqueólogos tendrían un medio para determinar de forma directa, los yacimientos y hallazgos de cualquier parte del mundo sin necesidad de recurrir a complicadas cronologías comparadas de culturas con áreas ya datadas por métodos históricos.
El C-14 permitió establecer la antigüedad de determinados materiales orgánicos, con lo que muchos teóricos centros de invención se revelaron posteriores cronológicamente a las áreas colonizadas. Por ejemplo, el megalitismo del occidente de Europa era muy anterior a los tholoi (sepulcros de falsa cúpula) del Mediterráneo oriental. Pero además, las dataciones absolutas permitieron un nuevo modelo interpretativo poligenista que contradecía la premisa básica de la argumentación difusionista: las sociedades satisfacen idénticas necesidades mediante soluciones similares. Así, se demostraron varios focos de invención de la metalurgia de forma autónoma.
Entre los pioneros del desarrollo de grandes proyectos estaba:
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Robert J. Braidwood de la universidad de Chicago, cuyo equipo multidisciplinar, durante las décadas de los años 40 y 50, buscó sistemáticamente en el Kurdistán iraquí yacimientos que proporcionasen evidencias sobre los orígenes de la agricultura en el Próximo Oriente. Otro proyecto americano, de Richard McNeish, hizo lo mismo en el Nuevo Mundo: su investigación en el Valle de Tehuacán durante los años 60 llevó a comprender el enorme avance que había supuesto el larguísimo desarrollo del cultivo del maíz.
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Si los orígenes de la agricultura han sido tema de numerosas excavaciones durante las últimas décadas, el nacimiento de las sociedades complejas, incluyendo las civilizaciones, ha sido otro. Dos proyectos de campo americanos tuvieron éxito extraordinario: uno en Mesopotamia, dirigido por Robert Adams (con empleo de fotografía aérea, así como de prospecciones del terreno) y otro en el Valle de Oaxaca, México, bajo la dirección deKent Flannery-
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Pero el mérito a la búsqueda más enérgica en un proyecto con un objetivo arqueológico claro, en toda la historia de la arqueología recaería en Louis Leakey y su esposa Marv Leakey, quienes retrasaron las fechas conocidas para nuestros antepasados inmediatos en varios millones de años. Ya en 1931 comenzaron su búsqueda de huesos humanos fósiles en la Garganta de Olduvai, África Oriental, pero su extraordinaria perseverancia no fue recompensada hasta 1959, cuando Mary Leakey hizo el primero de los numerosos hallazgos de fósiles de homínidos en la Garganta.
Por otro lado, se fueron desarrollando nuevas corrientes teóricas que pusieron el énfasis en lo particular (comarcal) o en lo más general (leyes universales de adaptación).
Finalmente hay que destacar la importancia cada vez mayor de los enfoques multidisciplinares (paleoeconómicos y paleoecológicos), ya que con el disfusionismo todos los arqueólogos creían que era muy difícil llegar a saber nada sobre sistemas económicos, organización social o creencias religiosas si no existían otros datos aparte de los arqueológicos (fundamentalmente históricos o etno-históricos).
Pervivencia. Razones ideológicas
Las razones de este tipo de pervivencia se devió por su vinculación al nacionalismo y al imperialismo. Respecto al nacionalismo, se empezó a desarrollar en China, Japón (revolución Meijí), India, Próximo Oriente (en este caso se los gobiernos árabes y sus protectores occidentales buscan la vinculación a las culturas preislámicas en vías de extinción), Israel (los judíos esgrimían para la fundación del nuevo estado de Israel a costa de los palestinos que era su tierra, y que se mencionaba en la Biblia, por lo que para justificarse recurren a las excavaciones arqueológicas: Masada, símbolo de la resistencia judía a los romanos), Europa (búsqueda de glorias pasadas).
Finalmente, en cuanto al Imperialismo, las grandes potencias coloniales (Inglaterra, Francia y Alemania, aunque también Italia) van a llevar a cabo excavaciones arqueológicas en sus dominios coloniales con la intención de buscar el origen de las grandes civilizaciones: Lejano Oriente, América Central y del Sur, África (Gran Zimbawe y Nigeria)…
Pervivencia. Razones metodológicas
Se mantuvo en la descripción de la variabilidad en el tiempo y en el espacio. En este sentido destacan las estratigrafías y la documentación de plantas de estructuras:
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Entre los arqueólogos prominentes de la segunda mitad del siglo XX destaca el general Augustus Lane-Fox Pitt-Rivers (1827-1900). Soldado profesional durante gran parte de su vida, Pitt-Rivers aplicó su larga experiencia militar en métodos, exploración y precisión a realizar excavaciones impecablemente organizadas en sus posesiones de Inglaterra. Se hicieron planos, secciones e incluso maquetas, y se registró la posición de cada objeto. No le interesaba recuperar tesoros sino recobrar todas las cosas, por triviales fue fuesen Fue un pionero en su afán por el registro total, y los cuatro volúmenes, impresos a sus expensas, que describen sus excavaciones en Cranborne Chase de 1887 a 1889, representan los mejores ejemplos de publicación arqueológica.
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En 1870 Schliemann comenzó a excavar en la colina de Hissarlik, en Turquía, lugar en que creía que hallaría los restos de la antigua ciudad de Troya. Descubrió diversos niveles arqueológicos, lo que indicaba una sucesión de ciudades, y proclamó que el penúltimo nivel era el de la Troya homérica. Sin embargo, se descubrió con posterioridad que este nivel correspondía a un asentamiento más antiguo todavía y que la ciudad homérica se encontraba en un nivel superior. Desde 1876 hasta 1878 Schliemann excavó las tumbas de los reyes micénicos en Micenas (Grecia). También en Grecia, realizó excavaciones en la isla de Ítaca en 1878 y en Orcómeno en 1881-1882. En 1884-1885 desenterró los restos de un gran palacio en Tirinto, Grecia.
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Durante la primera mitad del siglo XX destaca la figura de Sir Mortimer Wheeler (1890-1976), quien luchó con el ejército británico en las dos guerras mundiales y, como Pitt-Rivers, aplicó la precisión militar a sus excavaciones, sobre todo mediante técnicas como el método de cuadrículas. Es popular, sobre todo, por su trabajo en los poblados fortificados de Gran Bretaña, especialmente Maiden Castle. Sin embargo, es igualmente importante su nombramiento como Director General de Arqueología, desde 1944 a 1948 en la India donde dio cursos de preparación sobre métodos modernos de campo y excavó los importantes yacimientos de Harappa, Taxila y Arikamedu.
Dentro de la descripción también destacan los estudios de la variedad espacial y sobretodo el desarrollo de la seriación. En este último caso hay que hablar de Petrie. Sir William Flinders Petrie (1853-1942) destacó, al igual que Pitt-Rivers, por sus excavaciones meticulosas y su afán por recoger y describir cada hallazgo, no sólo los objetos delicados, así como por su publicación completa. Empleó estos métodos en sus ejemplares excavaciones en Egipto y más tarde Palestina, desde los años 80 del s. XIX hasta su muerte. Petrie ideó también su propia técnica de seriación o "datación de secuencias" que empleó para ordenar cronológicamente las 2.200 tumbas de fosa de la necrópolis de Nagada, en el Alto Egipto
Otra razón metodológica por la que pervive el difusionismo es por su preocupación por los sistemas de vida de los ancestros y por el éxito de las primeras síntesis, destacando las de Montelius, Childe, Siret, Bosh-Gimpera y también de Kidder. Alfred Kidder (1885-1963) fue el Americanista más destacado de su época. Además de figura importante en la arqueología maya, fue responsable, en gran medida, de dar a conocer arqueológicamente el Suroeste, con sus excavaciones, desde 1915 a1922, en las Ruinas de Pecos, del norte de Nuevo México, Kidder fue uno de los primeros arqueólogos en emplear un equipo de especialistas que le ayudasen a analizar los artefactos y restos humanos. Además, es importante por su "anteproyecto" de una estrategia regional: 1) reconocimiento; 2) selección de criterios para clasificar cronológicamente los vestigios de yacimientos; 3) seriación dentro de una secuencia probable; 4) excavación estratigráfica para esclarecer problemas específicos; 5) análisis regional y datación detallada.
- El primer, funcionalismo. Premisas
El funcionalismo surge en los años 20 como reacción ante el evolucionismo. Al contrario de aquél, el funcionalismo pretende estudios actualistas, en una visión sincrónica de las sociedades y la cultura. Ahora se van a producir avances técnico-metodológicos como la introducción de la fotografía aérea, la importancia del medioambiente y mejores técnicas de excavación.
El principal representante del funcionalismo fue el antropólogo B. Malinowsky, polaco de origen, aunque de formación británica. Malinowsky estaba muy influido por el pensamiento de E. Durkhein, quien en su obra fundamental sobre Las formas elementales de la vida religiosa (1912) analizaba el hecho religioso en términos de "función" en cuanto a la cohesión social. Malinowsky interpreta la cultura como un conjunto funcional e integrado de ideas, valores, costumbres, objetos materiales, etc. semejante a un organismo vivo, en el que ninguna parte se puede entender si no es con relación al conjunto. Todo cumple una función y forma parte del funcionamiento del conjunto. Además, Malinowsky relaciona la cultura con la subsistencia humana, es decir, sirve para solventar las necesidades de todo tipo del individuo y de la sociedad. Esa función que cumple cada elemento de la cultura es lo que explica su presencia en ella. En resumen, la cultura es un instrumento que nuestra especie ha creado para satisfacer sus necesidades.
El continuador de Malinowsky fue Radcliffe-Brown, si bien en los años cuarenta se separa de la interpretación funcionalista de la cultura para desarrollar un modelo que otorga mayor peso al estudio de la sociedad y sus estructuras antes que al de la cultura. La sociedad, para Radcliffe-Brown, está constituida por partes interfuncionales e interdependientes, como un sistema integrado. Estas partes, como en un organismo vivo, tienen la función de contribuir a la conservación y persistencia del organismo social.
El desarrollo del funcionalismo en Arqueología
En los momentos previos a la II Guerra Mundial el funcionalismo no era una teoría muy extendida en arqueología. Esta teoría es importante porque dos de los principales arqueólogos del siglo XX se insertan en ella: G. Clarke y V.G. Childe. Pero hay además otras corrientes que permiten incluirse dentro del funcionalismo, en primer lugar en América. Este desarrollo culmina en la obra de Taylor que, aunque con influencias funcionalistas, siguió manteniendo una concepción de cultura dominada por la presunción de que ésta se compartía desde el nacimiento.
Todas las limitaciones ya comentadas acerca del difusionismo hacen que sobretodo en ambientes anglosajones, especialmente en EE.UU. a partir de los años 90 empiece a ser criticada esta arqueología normalista por las distintas escuelas antropológicas, que entienden que las culturas no son sólo normas, que estas normas no se fosilizan y que hay diversos rasgos para transmitir las innovaciones. Toda esta relación se articula entorno al MATERIALISMO CULTURAL, y cuyo mecanismo de explicación es el Funcionalismo:
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Frente al particularismo del Historicismo Cultural, el Materialismo Cultural es NOMOTÉTICO: plantea que existen leyes generales que explican la evolución de las culturas, pero no normas que expliquen a los miembros de las culturas cómo han de actuar, sino que hay leyes supraculturales que rigen cómo se producen las innovaciones culturales y se crean los campos culturales. Por tanto, no se trata de descubrir las normas concretas que definan a una cultura, sino descubrir las leyes generales que rigen la cultura material.
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Es evolucionista, y establece por tanto que los cambios que se producen en una cultura son consecuencia de las respuestas de dicha cultura a desafíos externos al sistema social. En este sentido el Historicismo Cultural también era evolucionista pero la diferencia erradica en que el primero es unilineal (Hist. Cult.), mientras que el Materialismo Cultural es multilineal, es decir, que sigue varias líneas. Sin embargo, Marvin Harvis (Malt. Cult.) establece que la multilinealidad en el proceso evolutivo puede ser convergente o paralela. Ambas no son excluyentes, ya que pueden darse de forma sucesiva o como fenómenos diferentes.
Definición de Cultura según el Materialismo Cultural: Relacionado con el carácter nomotético el Materialismo Cultural afirma que existen leyes en la evolución material, son leyes culturales, y la manera en la que dichas leyes funcionan es según el modelo Spenceriano de la Evolución. La característica más relevante de esta posición evolutiva es que la evolución está dirigida: se conocen los aspectos culturales y se toman los elementos pertinentes para conseguir ese desarrollo. Esto tiene sus consecuencias: los sujetos del cambio son concientes de ese cambio, nadie sabe hacia dónde se dirigirá esa evolución porque las mutaciones son aleatorias; pero se sabe que seguirá evolucionando.
La evolución es el cambio cultural, si no hay evolución no hay cambio cultural. Como sólo hay una solución a cada problema, si se adopta esa solución hay evolución y cambia el sistema social.
En este marco teórico la cultura se convierte primeramente en un mecanismo para almacenar energía y hacerla trabajar al servicio de la necesidad de los seres humanos, es lo que los materialistas culturales llaman el NIVEL TECNOECONÓMICO DE LA CULTURA. Secundariamente es un mecanismo para analizar y regular la conducta de los seres humanos que no está relacionada directamente con la subsistencia, con la agresión ni con la defensa, es lo que el Materialismo Cultural denomina NIVEL SOCIAL E IDEOLÓTICO DE LA CULTURA. Aquí hay que destacar la importancia fundamental del Nivel Tecnoeconómico, de tal manera que podría decirse que la economía está determinada por el nivel tecnoeconómico, ya que éste es el que garantiza la subsistencia de las sociedades humanas. Por tanto, para la definición de cultura, en el Materialismo Cultural es necesario definir previamente el nivel de desarrollo técnico alcanzado por la sociedad y la manera en que la producción subsistencial está organizada, y después describir cuando sea posible la forma de organización social existente.
Con esta definición de Cultura podemos llegar a una serie de conocimientos sobre el papel que desempeñan los instrumentos de piedra tallada en las sociedades prehistóricas, si bien de manera limitada, puesto que el nivel tecnológico alcanzado por la sociedad es determinante. Un tema clave en los estudios funcionalistas es la descripción de los útiles utilizados en el proceso de trabajo y la manera en que estos se usan, es decir un tema de especial interés es la descripción de la tecnología empleada por esa sociedad y la manera en que la producción fundamental está organizada.
Sin embargo, como la cultura es entendida como mecanismo de adaptación, como desafío que la sociedad impone al medio ambiente, la necesidad de establecer procedencias de materias primas y la presencia o ausencia de los mismo en el entorno habitado por una determinada sociedad, hace que el intercambio sea otro de los temas recurrentes en la explicación materialista cultural funcionalista de los útiles de piedra tallada.
Más cercano al funcionalismo, pero sólo en sus aspectos empíricos de trabajo pero no en su reflexión teórica, está J. Steward. A la visión de cultura como instrumento de adaptación, añade Steward una mayor influencia del medio ambiente, del ecosistema (cantidad y distribución de los recursos existentes). Así, los estudios arqueológicos se deben centrar tanto en el análisis de los factores ecológicos como en los económicos, indisolublemente unidos, analizando modelos en la explotación de un área, captación de recursos y entorno físico, etc. Esta influencia del medio ambiente en el desarrollo y cambio cultural es especialmente significativa en las sociedades con un desarrollo tecnológico primitivo, pues han de adaptarse permanentemente a un medio físico tiránicamente cambiante (ecuación: cambio medioambiental --> cambio cultural = evolución).
La visión de la cultura y de sus cambios como indisolublemente unidos al medio físico proporcionó la aparición de una tendencia en la arqueología prehistórica, a mediados de siglo, que valoró extraordinariamente las informaciones sobre el ecosistema y su influencia en la adquisición de recursos por los grupos humanos. Esta tendencia se conoce como ecologismo cultural y tiene como ejemplo pionero las excavaciones arqueológicas realizadas por G. Clark en el yacimiento británico de Star Carr a principio de los años cincuenta. En este yacimiento se estudió el ecosistema en general (entorno físico, clima, flora, fauna, etc.) y los restos de la ocupación del poblado construido a las orillas de un lago durante el mesolítico se pusieron en relación con el medio físico y con los modelos de explotación del entorno y de ocupación del yacimiento (estacional, anual, etc.).
- V.G. Childe. La importancia de los cambios socioeconómicos
Sin embargo, la obra más importante de todo el período central del siglo XX es la de V.G. Childe, no sólo por su influencia sobre otros arqueólogos sino por la influencia de sus hipótesis teóricas en arqueología, a pesar de que esta obra, en sentido teórico, no es que fuera muy amplia. Por otra parte, la obra de Childe es más conocida por el resto de prehistoriadores que por los arqueólogos.
Quizás sea uno de los primeros arqueólogos en declararse totalmente optimista sobre el conocimiento histórico a través de la arqueología; intentó en sus escritos teóricos demostrar cómo a partir de cada elemento se podía conocer una parte del desarrollo social. Recogió la importancia del artefacto desde el punto de vista tecnológico y funcional. Por último, y esto lo diferenciará de los trabajos funcionalistas y de la Nueva Arqueología, fue el considerar que todo lo que estaba haciendo cualquier arqueólogo era aproximarse a la realidad; él consideraba que los trabajos arqueológicos eran una aproximación a la realidad.
Como marxista, Childe planteaba que la historia no sólo debía servir para conocer el pasado sino para plantear una nueva sociedad. Como por otra parte, como todo arqueólogo de los años 30, había nacido imbuido por el nacionalismo, desarrolló algunos aspectos, el principal el de cultura arqueológica. Él la define como conjunto de artefactos que aparecen en un mismo espacio, y rechaza que sea fácil el equipararla con un pueblo; a estos argumentos añade elementos tomados del funcionalismo. La cultura surge como respuesta al medio, y por ello refleja el comportamiento porque es un producto humano y son los medios de los que nos podemos servir para argumentaciones sociales. Una cultura arqueológica concreta está compuesta por una serie de objetos materiales distintivos (diferentes de los de otras culturas aunque alugnos puedan ser comunes) y repetidos (aparecen en todos los yacimientos pertenecientes a la cultura), que se fabricaron en una zona geográfica determinada durante un período de tiempo concreto.
Recoge también del funcionalismo el hecho de que la cultura es un conjunto de partes funcionalmente interrelacionadas. En este sentido, le fue más grato a Childe aceptar el funcionalismo porque dentro de todas las corrientes marxistas fue la más dominante en los años centrales del siglo XX. Respecto a su concepción de la realidad, hay que señalar tres aspectos:
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consideración de la superestructura como elemento de justificación y freno del cambio.
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Concepción marxista del Estado.
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Contradicción entre fuerzas productivas y relaciones sociales de producción, cierto determinismo técnico.
También muestra su idea de fe en el progreso y en un proceso histórico ordenado y condicionado (no determinado). Síntesis:
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Intento de armonizar la teoría de las tres edades con el esquema evolucionista de Marx y Engels tomado de Morgan.
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La evolucioón multilineal y la difusión como elemento dinamizador y específico de las sociedades humanas, frente a los animales.
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No hay leyes fundamentales pero sí causas determinables del proceso histórico.
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Valoración del medioambiente sin determinismo ecológico.
B) EL NACIMIENTO DE LA ARQUEOLOGiA MODERNA,
- La Arqueología a comienzos de los años sesenta
La arqueología que surge hacia mediados del siglo XX se inscribió lógicamente en la tendencia positivista e inductivista, que era la base del progreso de las ciencias occidentales desde el Renacimiento. La base de los razonamientos era la inducción: de la observación de varios fenómenos particulares se induce un principio general. Por ejemplo, de varios experimentos calentando metales se puede inducir que éstos aumentan de volumen con el calor; a partir de esta ley se deducen consecuencias prácticas, como dejar un espacio libre entre los raíles de una vía férrea.
El llamado "método hipotético-deductivo" de la escuela de Viena o positivismo lógico tuvo una gran influencia en el surgimiento de la Nueva. Arqueología en los años sesenta. El proceso comienza con la formulación de una determinada hipótesis, compuesta por afirmaciones de teoría general (axiomas) de los que se deducen ciertas consecuencias (teoremas) que describen fenómenos observables. Si en la experimentación posterior esos fenómenos se muestran como ciertos, la hipótesis queda confirmada, y lo contrario ocurre si son falsos. Otro aspecto básico del positivismo lógico es que todas las ciencias comparten los mismos objetivos y métodos (la "unidad de la ciencia"), aunque las naturales dominan mejor el campo experimental y por eso las sociales deben imitar sus procedimientos, en especial los matemáticos, y olvidar aquellos aspectos que, como la subjetividad o la intencionalidad, no son directamente observables.
- La Arqueología antropológica. El funcionalismo y los orígenes de la Nueva Arqueología
En un contexto político en que, pese a la Guerra Fría, la vida siempre iba a mejorar y el mundo no iba a vivir otro proceso como el de la II Guerra Mundial, surge en EE.UU. una nueva. Corriente conocida como Nueva Arqueología, aunque sus autores prefieren utilizar otros términos, de entre los que el más grato es el de Arqueología Procesual, aunque como todas las corrientes dentro de ella hay mucha variedad.
*Se considera que el manifiesto de la Nueva Arqueología es el artículo que Lewis Binford publicó en 1962 titulado Archaeology as Anthropology, cuyo título da idea ya de lo que desde un
principio persigue: en primer lugar, desmarcarse de la historia, a la que considera una relación de batallas; no obstante, es más lógico pensar que esta concepción responde al ámbito espacial en el que nace la corriente, los Estados Unidos de América, donde la arqueología está mucho menos vinculada con la historia que en Europa. En una serie de artículos, editados más tarde en un volumen titulado New Perspectives in Archaeology (1968), Binford y sus colegas atacaron la actitud que pretendía utilizar los datos arqueológicos para escribir una especie de "historia falsificada”
*La arqueología planteada por Binford se considera materialista porque critica el idealismo de los nuevos anticuarios. En este sentido hay una vinculación con las Ciencias Naturales. Sin embargo, este materialismo es vulgar, es un materialismo positivista y cargado de funcionalismo.
Es una corriente escéptica porque deja de lado una serie de elementos. Es una corriente neoevolucionista porque es opuesta al Difusionismo. Presta mucha atención al enfoque comarcal.
*Arqueología como ciencia social con tendencia nomotética porque busca leyes explicativas.
*Recurre al método hipotético-deductivo. Pero aquí hay un problema y es que confundió ley con hipótesis, porque Binford buscaba leyes explicativas del desarrollo humano. Pensaba que el desarrollo humano se explicaba en enunciados.
*Ataque al marxismo. Concepción de la ciencia como neutral pero se habla de utilidad práctica y necesidad de hacer explícitos los planteamientos. Ven los cambios en las sociedades prehistóricas de la actualidad para establecer estadios de desarrollo y aplicarlos a las sociedades anteriores.
*Arqueología como antropología:
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Critica al modelo normativo de cultura de Boas o de cultura compartida porque es particularista y no enfatiza el cambio. Ahora parte de una redefinición de Cultura: la cultura es ahora un medio extrasomático de adaptación.
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Modelo funcionalista de cultura.
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Esquemas unilineales de progreso.
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Enfoque sistémico
*La concepción del registro arqueológico, el cual según Binford es estructurado y cognoscible. Binford llega a dudar de la posibilidad de conocer el pasado, por que lo que conocemos es el registro arqueológico, que es el presente. En muchos casos lo que sucede es que hay una confusión entre evidencia (hecho histórico) y registro (dato histórico). Lo que hay que hacer es evaluar qué es lo que nos ha quedado con respecto a la totalidad de lo que existió y con respecto a cómo funcionaba esa sociedad. Los Nuevos Arqueólogos desarrollaron las Teorías de Alcance:
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Alcance Medio. Identificación del carácter de los contextos recuperados (Etnoarqueología, Arqueología Experimental, Simulación…).
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Bajo Alcance. Formación, transformación, recuperación y creación del registro. Aquí destacan los trabajos de Schiffer con la Arqueología Conductual, y de D. Clarck con la Arqueología Analítica.
Aquí emplea técnicas matemáticas y metodologías sofisticadas sobre la distribución y asociación no aleatoria de materiales.
La teoría de los "nuevos arqueólogos" norteamericanos, al igual que sus colegas ingleses (D. Clarke y C. Renfrew fundamentalmente) estaba basada, en gran parte, en la, teoría de sistemas. La teoría de sistemas es un método de análisis formal en el que se considera que el objeto de estudio se compone de unidades analíticas menores; de este modo, en arqueología consiste en una forma de explicación que contempla la sociedad o cultura como un resultado de la interacción o interdependencia de sus componentes: se hace referencia a éstos denominándolos parámetros del sistema y pueden incluir aspectos tales como el tamaño de la población, el modelo de asentamiento, la producción agrícola, la tecnología, etc. De esta forma, Binford entendía la cultura como un sistema de adaptación al medio integrado por varios subsistemas (tecnológico, social, ideológico, etc.) entre los cuales el de la cultura material es sólo no de ellos pero no el más importante. Los seres humanos se adaptarían al medio ambiente través de la cultura. Ésta se concibe por consiguiente como un sistema en el que los diferentes componentes se relacionan unos con otros como corresponde a un sistema de funcionamiento.
Los sistemas y subsistemas pueden ser definidos en la medida en que podemos determinar r sus productos. No podremos observar directamente las normas de un artesano de instrumentos líticos, pero podremos analizar directamente las piezas creadas por él e inferir procesos tecnológicos (subsistema tecnológico) o de intercambio con otros grupos (subsistema comercial o de intercambio). De manera parecida no podemos desenterrar un subsistema de subsistencia pero sí extrapolar y observar la cantidad de carne y por tanto las kilocalorías resultantes a partir del análisis de los restos de fauna dejados en el yacimiento.
Los subsistemas son interdependientes y se relacionan unos con otros, por lo que un cambio en una parte del sistema origina una serie de cambios en el conjunto del mismo, dando lugar a una respuesta negativa o positiva, a una transformación.
Uno de los rasgos que comparte con el centralismo y con el materialismo histórico es el enfoque materialista, (vulgar). Es funcionalista: piensa que dentro de la sociedad cada elemento tiene su función, hay una serie de sistemas que son interdependientes, con lo que se vuelve al esquema evolucionista del siglo XIX. La antropología se tomó como una ciencia social_ no como una ciencia histórica, con tendencia nomotética que explique el desarrollo.
Más importante es la descripción de cual debe ser el método del investigador, que dices debe ser el, inductivo-deductivo; es decir, la formulación de hipótesis, al que Binford llama "hempeliano". Todo esto es un afán de cientifismo, el parecerse a las ciencias naturales, con una conciencia de la ciencia como neutral.
La influencia de la antropología tendrá una importancia fundamental en lo que es trabajo normal a partir de la formulación del conato de cultura; en este sentido critica la concepción normativa de F. Boas o cultura compartida; en este sentido, en antropología el funcionalismo ya había empezado a criticar el modelo. Dentro de los modelos funcionalistas, ponen el énfasis en el determinismo (J. Steward).
Para llevar a cabo sus propósitos, los "nuevos arqueólogos" se desviaron en gran medida de los planteamientos de la historia hacia los de las ciencias. En Gran Bretaña se habían puesto en marcha procesos similares, ejemplificados por el trabajo de, David L. Clarke (1937-1976), concretamente en su libro, Arqueología Analítica (1968), que reflejaba el gran interés de los nuevos arqueólogos por emplear técnicas cuantitativas más sofisticadas en las que fuera posible la, ayuda de ordenadores y aprovechar ideas procedentes de otras disciplinas sobre todo de la geografía.
Tras el debate que siguió al desarrollo de la Nueva Arqueología y el procesualismo, y como reacción a alguno de sus excesos, sobre todo a su desmesurado cientifismo, impropio de las ciencias humanas, surgen en el seno de los propios grupos procesualistas apunas corrientes .criticas. De entre ellas merece destacarse la llamada Teoría de alcance medio, planteada por el propio Binford en los años 70 y con un gran desarrollo en la década siguiente.
Según Binford, el carácter científico de la arqueología depende del uso que hagamos de las analogías, es decir, de la relación que establezcamos entre pasado y presente, El arqueólogo necesariamente interpreta el pasado desde el presente, desde los datos del registro arqueológico.
Pero esos datos son estáticos y están en el presente, y nosotros queremos conocer los comportamientos o sistemas culturales prehistóricos, que son dinámicos y pertenecen al pasado. Todos los arqueólogos cuando interpretan el registro arqueológico, hacen presunciones (analogías) de alcance medio, es decir, del espacio que media entre el pasado y el presente, entre lo estático y lo dinámico.
-Las primeras crisis y los cambios
En principio hay que señalar que la Nueva Arqueología, no constituye un conjunto homogéneo de investigadores dentro de ella hay diferentes corrientes. En síntesis, se distinguen dos corrientes: la corriente Nomológica, cuyo principal representante es L. Binford; y la denominada Teoria General de Sistemas., La diferencia entre ambas está en que la primera pone más el acento en el "todo" mientras que para la TGS no hay sino sólo ver como funciona el sistema.
Ambas corrientes han sufrido críticas. La corriente Nomológica recibió críticas desde la arqueología tradicional, el anti-cientifismo. También recibió críticas desde los propios filósofos de la ciencia (Morgan y Pierre Salmon); en este sentido, las críticas tomaron dos vertientes: en primer lugar, decían que el sistema de Hempel, en el que se basaba Binford, no servía para nada, pero además decían que Binford usaba mal el modelo. Esta suma de críticas hace que hoy día muy pocos se acerquen a esta teoría.
Teoría General de Sistemas:
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Precisa principios consistentes v coherentes (y no verdaderos). Idealismo
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La TGS sólo es un método matemático.
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Consideración de diferentes subsistemas:
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Problemas de definición
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Problemas de jerarquización
Diferentes factores. Problemas:
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Correlación contra causalidad
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inestabilidad o estabilidad Factores de cambio externos
Críticas generales
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Posición probabilística. No se pueden probar totalmente las teorías. Falsificacionismo dogmático (válidas hasta la refutación). Noción de verdad como coherencia y utilidad y no como correspondencia con la realidad
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Leyes ahistóricas. Los elementos de diferenciación son considerados accidentales
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Determinismo ecológico
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Reducción de la economía a lo que resulta directamente visible como tal
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El cambio se reduce a accidentes y presiones externas (fundamentalmente el cambio climático y la presión demográfica)
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Uso de la metodología por la metodología. Presunta neutralidad del dato
Las reacciones desde el funcionalismo. La
Arqueología del Cataclismo v la Teoría del Caos
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Crisis económica y ecológica y fin del optimismo. Acentuamiento de las interpretaciones catastrofistas ecológico-climático-demográficas (C. Renfrew)
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Arqueología cognitiva (C. Renfrew)
- Método hipotético-deductivo
- Realidad externa
- Necesidad de diacronía
- Cierta carga de subjetividad en las interpretaciones
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Introducción del conflicto en los sistemas
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Ecología Cultural (K. Flannery)
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Darvinismo Social (R. Dunnell)
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Materialismo cultural o vulgar, determinación infraestructural
- La arqueología postprocesual. Del nuevo particularismo al triunfo del idealismo
Se produce una pérdida de fe en el progreso y la fragmentación política en la reorganización capitalista a partir de la crisis del petróleo de los 70.
Destaca el nuevo interés por la divesidad y crítica a los esquemas generales de desarrollo. Importancia de los contactos:
- World System Theory
- Papel del Individuo.
- Cuestionamiento del papel determinante de los factores ecológico-económicos y valoración de los aspectos superestructurales.
También se critica a las generalidades en los procesos de formación del registro.
Hay una creciente preocupación por el significado social de las investigaciones y escepticismo sobre el conocimiento.
Necesidad de integrar los pueblos sometidos en la investigación de su propia Historia (y de la nuestra).
- El Estructuralismo en Antropología
La escuela de pensamiento denominada estructuralismo nace de la obra Curso de Lingüística General (1916) y del pensamiento del lingüista Ferdinand Saussure, creando especialmente una viva conciencia crítica. Para los estructuralistas la cultura es como el lenguaje. Este, según Saussure, es un sistema de relaciones en el que el valor de cada elemento depende de todos los demás. Cada una de sus unidades tiene una estructura fonética, los significantes, que se corresponde arbitrariamente con un significado mental. La relación entre significante y significado es la significación.
Claude Lévi-Strauss, siguiendo estos parámetros, intentó demostrar a través del estudio de los mitos de las poblaciones primitivas la existencia de leyes universales del pensamiento simbólico del ser humano. La cultura por tanto se concibe como un sistema de signos organizados por las estructuras profundas de la mente, que son inconscientes y comunes a toda la especie humana. Estas estructuras, sin embargo, afloran o se manifiestan en sus actividades conscientes y quedan reflejadas en sus creencias, costumbres y expresiones materiales del grupo, constituyendo sus significantes. Lévi-Strauss influye con sus teorías a otro etnólogo, A. LeroiGourhan, discípulo suyo, quien las aplicará a la arqueología prehistórica.
Por su parte, para Radcliff-Brown, el objeto de estudio de la Arqueología Estructural son las estructuras sociales compuestas de dos individuos. Este estudio tiene dos objetivos: conocer los tipos de estructuras sociales y establecer comparaciones entre ellas.
Estructuralismo en Arqueología
André Leroi-Gourhan (1911-1986) es, sin duda, uno de los grandes prehistoriadores del siglo XX v a quien se deben resultados sin par de sus reflexiones y de su trabajo. En un breve resumen de sus logros podemos enumerar a manera de catálogo los ejes mayores de su obra:
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Elaboración y perfeccionamiento del método y especialmente de la problemática de la excavación. Su mensaje más importante en este sentido es que la cuestión decisiva para una buena recuperación de los datos es la adaptación del método de excavación depurada a la estructura del yacimiento y no sólo a los objetivos propuestos. Su última gran excavación, Pincevent, popularizó el estadio final de su método: aquel de los grandes levantamientos de capas dejando en superficie todos los elementos antes de su extracción.
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Análisis morfo-tipológico y tecnológico de las industrias. Constituye una de las mayores preocupaciones del círculo de París detectar y analizar los procesos tecnológicos de los instrumentos.
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Empresa especial es aquella que concierne a las estructuras de habitación y la utilización del espacio y, de hecho, el desarrollo de trabajos paleoetnológicos.
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Por último, una visión nueva del arte paleolítico, de su naturaleza, de su estructura y de su motivación. Su aproximación al arte paleolítico es expuesta a partir de 1958 y, tanto por sus normas como por su método, es realmente científica: sin duda es la primera vez que el arte paleolítico es examinado fuera de todo dogmatismo y con el rigor que tiende a caracterizar las ciencias humanas
Chang establece lo siguiente:
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Objetivo de la Arqueología es captar la esencia del hombre, lo que es y lo que ha sido.
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Toma una posición inductiva, en la que se desarrollan sólo tareas de clasificación y seriación.
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Las interpretaciones se hacen desde la Etnología.
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Influencia de la lingüística.
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Consideración del asentamiento como una “proposición” situada en el contexto.
Postprocesualismo y Simbolismo
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Estructura no como totalidad, ni autorregulación ni transformación, sino como códigos y reglas de acuerdo con los cuales se producen los sistemas de interrelaciones observadas.
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No hay una separación entre la teoría y el dato.
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Hay que destacar el papel del individuo.
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Cultura cargada de múltiples significados.
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Énfasis en la superestructura, es decir, en la ideología.
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Particularismo y empirismo.
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Eclecticismo.
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Perspectivismo y presentismo.
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Anarquismo metodológico.
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Noción de verdad como utilitarismo y éxito pragmático.
LA ARQUEOLOGÍA Y EL MATERIALISMO HISTÓRICO
El relativo éxito del materialismo histórico tiene que ver con la capacidad que tiene el marxismo para explicar determinados aspectos sociales. En este sentido, una de las herramientas conceptuales que más capacidad tiene dentro del marxismo es la de función (funcionalidad de los artefactos): el problema es que cuando el materialismo histórico se formula es a mediados del siglo XIX, y además éste estaba basado en El Capital: otro hecho es que el capitalismo del que hablaba Marx no existía en la prehistoria. De ahí que muchos autores no quisieran aplicar el concepto a las sociedades antiguas del Próximo Oriente. Esta falta de referente ha hecho que dentro del marxismo, referido a la prehistoria, se usen poco conceptos como modo de producción; sí ha tenido un mayor desarrollo en cuanto al funcionalismo.
- La multiplicidad de escuelas y corrientes marxistas
A nivel evolutivo de desarrollo del marxismo es muy poco lo que podemos tratar. Sí es importante en cuanto a una primera teorización. Así, en China existen teorías marxistas referidas a la prehistoria que son muy anteriores al triunfo de la revolución comunista de Mao; antes de que tuviera lugar la revolución de Mao, en China los desarrollos marxistas no estaban constreñidos por el corsé que después impondría la revolución.
El caso de Japón es más ilustrativo de que es lo que ocurre al principio entre marxismo y arqueología; allí las teorías desarrolladas eran bastante acertadas para la época.
Pero es en Iberoamérica el único lugar del mundo donde aparentemente el marxismo domina en arqueología, especialmente en México.
El que ahora todos reclaman como padre de la arqueología social iberoamericana es Lumbreras.. un peruano, aunque el más famoso en Occidente es el antropólogo mexicano R. Bartra, que es el que mejor se adapta al estructuralismo marxista y a la escuela de Althusser.
Otro autor marxista, también mexicano, a tener en cuenta es Bartres. Como todo arqueólogo marxista, Bartres comparte con el procesualismo determinados aspectos. En lo que respecta al plano arqueológico, en cuanto a la metodología, se preocupa por la distinción entre registro y evidencia.
Uno de los caballos de batalla de la escuela marxista iberoamericana ha sido la redefinición del término Cultura. En este sentido, los arqueólogos mexicanos se han dedicado a identificar en qué términos de la ideología entra el término Cultura. Ellos plantean que el término Cultura equivaldría al de formación social, pero no en el sentido que para nosotros tiene formación social, sino como modo de producción; pero un modo de producción que estaría inserto dentro de un grupo integrado en un espacio, lo que entonces sería una subdivisión; de ahí que el término "cultura" correspondería entonces a lo que nosotros entendemos por "región" o por "provincia". Lo normal, pues, es utilizar subdivisiones. En España, por "Cultura" se utiliza más el término "grupo arqueológico". En Europa, sobre todo en Italia, se suele utilizar por "cultura" la expresión. "facies cultural''.
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Formación social
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"Región autónoma"
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"Provincia”
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Clase social
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Grupo familiar
Por último, existe una preocupación importante en relación a términos que tienen que ver con la sociedad. Respecto a la ideología, superando a Althusser, la sociedad no es monolítica, hay una ideología de una sociedad que es dominada, mientras que hay otra ideología de los que dominan. No hay, pues, una ideología dominante. En cuanto a la identidad, tiene que ver con la cultura; también tiene que ver con la ideología, en cuanta que se ponen límites; así, cuando por ejemplo en Italia durante el fascismo se admite que a partir de la base común todos tienen que adoptar la misma ideología, se está actuando sobre la identidad.
Respecto a la arqueología soviética y el marxismo oriental, hay un alejamiento del Historicismo Cultural. No hay clasificaciones.
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excavaciones horizontales para ver cómo se articulan las diversas partes del yacimento.
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Excavaciones horizontales para ver cómo se articulan las diversas partes del yacimiento.
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Estudios traceológicos desarrollados por Semenov. Aplicado a la piedra tallada y pulimentada y hueso. Consideraba que había que integrar la función del objeto en el circuito de producción. La cronología es importante pero tiene un carácter secundario.
Tras la muerte de Stalin la Arqueología Soviética se enriqueció más. Había que colaborar con biólogos, zoólogos.
Polonia va a ser una de las principales escuelas soviéticas de arqueología:
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preocupación por la cultura arqueológica.
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Análisis formal de los datos arqueológicos y seriación. Preocupación por las tipologías.
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Desarrollo de las teorías de alcance medio. Son las que nos permiten inferir cómo funciona una sociedad a partir de los restos que nos han llegado. Etnoarqueología, que estará muy vinculada al estudio de las comunidades rurales contemporáneas de la Europa Oriental.
Los desarrollos más actuales de la arqueología marxista no arrancan de la obra de Gordon Childe, ni mucho menos del bloque soviético. En Europa Occidental la arqueología ha recurrido de nuevo a las corrientes dominantes en antropología, en concreto a la antropología marxista.
El más famoso antropólogo marxista es Marcel Godelier, alumno de Levi-Strauss, y como tal intentó conjugar el estructuralismo derivado de la lingüística con el marxismo. Por otra parte, siguió algunas de las hipótesis de su maestro en cuanto a la importancia del parentesco en la organización social. En este sentido, las estructuras que forman una sociedad, que no son visibles, plantean un problema, y es confundir la estructura con su existencia real, esto es, él piensa que aunque las estructuras no se vean, éstas existen, por lo que puede hablar de la estructura parental que -según él- puede actuar como infraestructura; lo que dice entonces es que las estructuras lo que hacen es que cambian de posición.
El resto de los antropólogos marxistas franceses también se adscriben al estructuralismo, pero a otro estructuralismo como es el de Althusser y E. Balibar.
Todos estos antropólogos marxistas han incidido en mayor o menor medida en el desarrollo de la arqueología a partir de los años 80, aunque filtrada por arqueólogos de habla inglesa. Estos autores de habla inglesa se han ocupado, gracias a la obra de sus predecesores franceses, de marcar la importancia de estudiar las diferencias sociales desde la prehistoria, viéndose como ya existían sociedades clasistas. Esto da una mayor profundidad a la posibilidad de discutir sobre el problema de la lucha de clases, y el campo de discusión pasa a ser la discusión de estos conceptos.
Trigger, biógrafo de Childe, es el que más fielmente se mantiene a sus planteamientos: avances técnicos, importancia de los contactos, concepto de clase y lucha de clases, etc., aunque introduce una mayor importancia a los contactos sociales que, según él, producen cambios radicales.
La influencia mayor de la antropología francesa se ha dado en lo que se denomina Neomarxismo, que intenta, primero, marcar diferencias con el marxismo lineal de la Unión Soviética; segundo, por el hecho de que se está aplicando a sociedades en las que nunca se aplicó; y tercero, porque los neomarxistas consideran que en la obra última de Marx éste habla de súper-estructura, a la que ellos dan gran importancia.
En cualquier caso, hay dos tendencias en la súper-estructura: aquéllos que consideran la súper-estructura y la ideología en lo más alto, que son los que más cercanos se hallan al postprocesualismo. Otro aspecto que suelen enfatizar es el de las relaciones centro-periferia, donde enfatizan conceptos como los de desarrollo, intercambios... También ponen énfasis en el conflicto social que hay en las sociedades preclásicas y el desarrollo de las primeras sociedades de clase.
- Las escuelas marxistas en España
Con el triunfo del post-procesualismo, hoy día nadie se define como perteneciente a una escuela determinada, pero sí hay muchos que se declaran abiertamente marxistas, aunque en muchos casos esto es sólo una fachada, limitándose a utilizar los términos y poco más.
Quizás la escuela con predominio marxista que más renombre tenga en España sea la universidad de Barcelona. El grupo original llegó a crear una escuela homogénea dado que en un principio muchos de sus componentes incluso compartían alojamiento. La universidad de Barcelona ha intentado buscar alternativas a los términos arqueológicos tradicionales, que se inscriben en los estudios sobre el registro arqueológico y la clasificación de sus elementos; ellos utilizan otros términos diferentes a los tradicionales de artefacto, ecofacto, etc., v utilizan términos como conjunto arqueológico, fase estratigráfica.. etc.
Más directamente en el plano sustantivo de la teoría marxista, su actuación ha estado centrada en el análisis de la producción, hasta el punto de que han llegado a elaborar un modelo para llegar a estudiar el funcionamiento de una sociedad. En este sentido, los arqueólogos de la universidad de Barcelona han valorado el trabajo y la función de la mujer, que en otras escuelas no ha llegado a ser valorada a nivel arqueológico. No obstante, suelen poner demasiado énfasis en la explicación del trabajo para justificar el desarrollo social.
Por mucho tiempo se ha considerado a la universidad de Jaén como uno de los focos más importantes de marxismo en España, aunque aquí no hay un grupo homogéneo como en Barcelona sino que es el resultado del trabajo inicial de un solo investigador.
El trabajo de la universidad de Jaén ha tenido una dimensión mucho más empírica al establecer la relación entre los conceptos teóricos y aquellos otros relacionados con el materialismo histórico. En este sentido, quisieron hacer lo mismo que el grupo de la universidad de Barcelona, el uso de conceptos diferentes, pero lo que hicieron fue dar un salto en el vacío.
Por último, la preocupación principal de la universidad de Jaén ha sido la protección dei patrimonio arqueológico. En este sentido, ha habido variaciones a lo largo del tiempo, desde fomentar una mayor concienciación de la gente de los pueblos, a exigir una mayor responsabilidad de los organismos oficiales.
El mérito de la universidad de Jaén, en nuestra opinión, es haber generado en su seno el mejor teórico marxista que hay hoy día en España, Francisco Nocete, actualmente en la universidad de Huelva. Nocete siempre se ha caracterizado por el aspecto de interpretación histórica, v uno de los aspectos en los que ha puesto el énfasis para explicar el desarrollo histórico ha sido el análisis del control de la fuerza de trabajo. Otro de los aspectos en los que ha resultado innovador ha sido en la difusión histórica del origen del estado, que él ha situado entre el II y III milenio a.C. en el valle del Guadalquivir, siendo uno de los arqueólogos que más tempranamente ha situado el nacimiento del estado. Por otro lado, intenta mostrar como los sistemas de dependencia y evolución social son muy variados.
En la universidad de Granada no se puede hablar de escuela marxista. Aquí lo que ha ocurrido es que al ser una universidad grande siempre existe la posibilidad de que haya algún arqueólogo adscrito al marxismo, desde aquellos que siguen la escuela marxista iberoamericana, el estructuralismo marxista o el neomarxismo, también ha habido quien ha seguido la escuela soviética, con influencia de arqueólogos soviéticos. Esto ha llevado a que en Granada los diferentes autores se hayan preocupado por estudiar la importancia de los procesos de trabajo, el análisis del papel de la ideología o explicaciones globales sobre el cambio social.
En el resto de arqueólogos lo que ahora está de moda es la influencia de la arqueología social iberoamericana, con muchas referencias al carácter revolucionario que debe tener la arqueología; de ahí que nos encontremos con frecuencia con cuestiones cauro modo de producción y su reducción a la infraestructura, o la afirmación del carácter científico de la arqueología.
ARQUEOLOGÍA E HISTORIA
La historia al abarcar un campo tan amplio exige subdivisiones, que también afectan a la enseñanza. Las subdivisiones se deben a los períodos de estudio, otras veces se pueden hacer por el ámbito de estudio (de la guerra, de la paz). A nosostros nos interesa por el tipo de evidencia. La arqueología se ocupa de los aspectos no escritos ni hablados. Sin embargo, la arqueología tiene el problema de que la evidencia que encontramos no es igual a la evidencia inicial, ya que el contexto arqueológico sufre una serie de transformaciones o esas evidencias no pasan al contexto arqueológico. Es posible que a veces exista una intención de ocultar los restos, pero en la mayor parte es accidental.
Para minimizar el efecto de estos filtros en la creación del contexto arqueológico se han desarrollado una serie de procesos. El arqueólogo que más se ha ocupado de ellos ha sido Schiffer:
en primer lugar define la dinámica de la cultura material: todos los objetos pasan por una serie de procesos desde su obtención hasta su abandono. Pero también estudia los procesos de formación del contexto.
también distingue una teoría metodológica, ya que los datos que vamos a obtener dependen de nuestra metodología, que puede incluir:
la recuperación de los objetos.
La analítica, el estudio que se hace sobre los objetos.
Teoría inferencial, de deducción por ejemplo de la función de los objetos y en la que se incluye la teoría de alcance medio.
finalmente establece una teoría social que influye siempre en los datos que vamos a formar.
En esta metodología, los planteamientos no son lineales, sino que se trabaja en un círculo que va siempre de clasificación/descripción a la interpretación. En general la clasificación implica sobretodo una aproximación a los aspectos formales de la sociedad, a la cultura. La interpretación busca desentrañar qué hay detrás de esa cultura, cuáles son las estructuras que han generado esos elementos culturales. La clasificación puede afectar a dos niveles:
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los objetos en sí, son los ASPECTOS FORMALES.
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Los ASPECTOS TÉCNICOS, por ejemplo la cerámica a torno o a mano.
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Los ASPECTOS FUNCIONALES.
O podemos referirnos a las asociaciones, a los contextos que pueden ser temporales, espaciales, culturales o ambientales.
En el caso de la interpretación se puede realizar interpretaciones a varios niveles:
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estrategias económicas.
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Mecanismos de justificación social.
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Proceso de producción global.
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Formaciones sociales y grupos internos.
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Desarrollo histórico concreto.
TEMA 2 EL REGISTRO ARQUEOLÓGICO
1.- NATURALEZA Y COMPONENTES DEL CONTEXTO ARQUEOLÓGICO.
Evidencia y registro
Los restos en sí son la evidencia. Por su parte, los datos ya los ha creado el arqueólogo, y son el registro arqueológico. El registro arqueológico es el conjunto de datos que el arqueólogo regisra a partir del análisis de la evidencia empírica que está más allá del arqueólogo. Incluye:
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la superficie previa a la deposición.
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Depósitos.
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Materiales.
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Muestras.
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Documentación.
A partir del registro arqueológico podemos interpretar lo siguiente:
-
la cultura como expresión de grupos sociales. (Historicismo Cultural)
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los restos del comportamiento humano en respuesta al medio. (Arqueología Procesual)
-
símbolos de la actividad humana. (Arqueología Posprocesual)
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Resultados de la actividad productiva. (Arqueología marxista)
-Contexto sistémico y contexto arqueológico.
Schiffer ha sido el autor que mejor ha desarrollado este tema. Establece que las relaciones entre una sociedad y los materiales arqueológicos son definidas y establecidas a partir de dos conceptos básicos: contexto sistémico y contexto arqueológico:
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Contexto arqueológico. Se forma cuando los diferentes elementos que forman un contexto sistémico son abandonados, es decir, quedan desligados de la actividad humana de la que han formado parte. Es el presente y por lo tanto es observable.
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Contexto sistémico. Es el conjunto de artefactos, ecofactos y condiciones materiales que participan en una determinada actividad humana. Forma parte de lo que Schiffer llama Sistema Contractual. El contexto sistémico es el pasado y no es observable, sino deductible por lo que debemos recurrir a:
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Teorías de formación, es decir, cómo se ha formado el contexto arqueológico.
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Teorías de alcance medio, sirve para averiguar cómo se habría usado el objeto en su contexto original. Es utilizado en la Arqueología Experimental, en la Etnoarqueología y a través de la simulación.
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Teorías sociales
En la formación del contexto arqueológico hay cuatro procesos:
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los procesos SS, o modelos de flujo.
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Los procesos SA, que incluyen procesos de deposición y de abandono
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Los procesos AS, cuando los artefactos pasan del contexto arqueológico al sistémico. Se llaman procesos de Distorsión.
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Los procesos AA, cuando los artefactos pasan de un contexto arqueológico natural a otro contexto arqueológico pero cultural. Se llaman procesos de distorsión.
- Procesos de formación del contexto arqueológico
Hay una serie de procesos deposicionales que han afectado tanto al modo en que fueron sepultados los hallazgos como a lo que sucedió después de enterrarlos. El arqueólogo americano Schhiffer ha hecho la distinción entre:
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Procesos deposicionales culturales. Engloban las actividades deliberadas o accidentales de los seres humanos, en la medida en que fabrican o usan artefactos, construyen o abandonan edificaciones, aran sus campos…
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Procesos deposicionales naturales. Están constituidos por los acontecimientos naturales que determinan tanto el enterramiento como la supervivencia del registro arqueológico. Por ejemplo, la caída repentina de ceniza volcánica que cubrió Pompeya es una transformación natural excepcional; otra más común sería el enterramiento gradual de artefactos o estructuras por arena o tierra arrastradas por el viento; también el transporte de útiles líticos por la acción de los ríos…
a) Procesos de formación cultural
Se pueden dividir en tres tipos: deposición, reclamación y distorsión, y ya han sido explicados. Por otro lado, hay que tener en cuenta el principio de disociación, según el cual:
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Los elementos encontrados asociados en el registro arqueológico no fueron necesariamente usados en la misma actividad.
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Los elementos que fueron usados juntos no se encuentran necesariamente en el mismo contexto arqueológico.
Cualquier elemento tiene una vida, de forma que se puede distinguir entre elementos duraderos y elementos perecederos o consumibles. Ambos tienen procesos comunes y otros que les son propios, pero hay casos en que un proceso que es propio de un elemento puede cambias la función de éste, así por ejemplo una hoz desgastada puede ser usada para otra función distinta de la suya original; incluso elementos defectuosos, como una cerámica defectuosa, puede ser empleada para otra función diferente de la suya propia. Después de su uso, los artefactos pasan al contexto arqueológico, pero antes de pasar a ese contexto, durante su uso el artefacto necesita sufrir actividades de mantenimiento para continuar con su uso; además una vez desechado puede ser reutilizado. Por otro lado, en el almacenamiento y transporte de los artefactos intervienen otros procesos que hacen que el abandono de un objeto se produzca lejos del lugar en que fue utilizado.
El paso al contexto arqueológico se produce cuando se desecha o destruye. A partir de ahora ya no estamos en el contexto sistémico, sino en el arqueológico.
Respecto a los procesos deposicionales, estos se han clasificado en cuatro grandes bloques:
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Pérdida accidental o destrucción. Aunque pueden ser considerados como impredecibles, se han desarrollado una serie de estudios que marcan una serie de regularidades en los procesos de pérdida y recuperación de los elementos que se han perdido:
El tamaño.
El lugar de pérdida.
La superficie sobre la que se pierde.
Valor.
Movilidad.
Ocultación. Indica que determinados elementos que son valiosos son escondidos y por las distintas razones no han sido encontrados.
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Desecho intencional:
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Desecho de basura. Se producen a posta.
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Enterramientos. La variabilidad en la disposición de los muertos posee importantes consecuencias sobre cómo se forman los contextos arqueológicos y qué caracteres poseen. Esta variabilidad depende del tipo de ritual de enterramiento, de la sepultura, de su localización. La localización no sólo varía entre sociedades sino dentro de la misma sociedad. Las causas de esta variabilidad son fundamentalmente de carácter social. Sería que las diferencias de carácter social se reflejan en la muerte (sexo, prestigio, linaje). En definitiva, estos factores determinan el lugar y el tipo de enterramiento y la calidad y cantidad de los ajuares. Esto ha sido muy discutido en el sentido de si ha sido una ley general del comportamiento humano.
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Escondrijo. Algunos autores piensan que esto debería formar parte del desecho intencional. Sin embargo, a esta posición se contesta diciendo que el que lo escondió tenía la intención de recogerlo, pero al final no pudo.
Abandono. Este proceso ocurre cuando los yacimientos son abandonados. Tiene lugar el denominado como Desecho de Facto: consiste en las herramientas, estructuras y otros materiales culturales que aunque todavía utilizables no son utilizados. La variabilidad en el tipo de abandono puede llegar a ser muy marcada, es decir, según la forma de abandonar los sitios, el desecho de facto tendrá unas características u otras. Un abandono desordenado y rápido permite un conocimiento mayor del yacimiento que un abandono organizado y planificado. Por otro lado, el enterramiento puede ser secundario porque se puede enterrar lejos de donde vivió el difunto, aunque también puede ser primario porque se entierra en la misma casa en que vivió.
Por otro lado, Schiffer distingue dentro de los procesos de deposición entre desecho/rechazo primario y desecho/rechazo secundario:
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Desecho primario. Se localiza en el mismo lugar en el que fue generado.
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Desecho secundario. Cuando las basuras son depositadas lejos de su lugar de uso. Estos hechos son más comunes debido al desarrollo de prácticas de mantenimiento, que implica el movimiento de esos elementos desde su lugar de fabricación y uso al lugar al que son abandonados. Este tipo se suele producir cuando se desarrollan durante un período muy corto de tiempo. Este tipo de actitud ha llevado a Schiffer a plantear un principio general sobre el comportamiento humano según el cual a mayor intensidad y duración de la ocupación de un sitio mayor será el desecho secundario frente al primario.
Ambos rechazos pueden estar influidos por la permanencia en la ocupación y el tamaño del yacimiento, el cual influye en un doble sentido:
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Las ciudades tienen lugares establecidos para la basura.
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Al ser más grande un asentamiento el paseo que hay que realizar para arrojar la basura es más grande, por ello surgen basureros descontrolados.
De esta forma en los asentamientos grandes se encuentra un basurero fuera y otro dentro descontrolado. En los asentamientos más pequeños la basura está dentro de las casas y en los alrededores de la misma.
Además, el desecho de facto tiene una serie de variables que lo condicionan:
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Tipo de abandono: rápido frente a planificado.
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Disponibilidad de medios de transporte.
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Las facilidades que el medio ofrece al tránsito.
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Distancia al nuevo asentamiento.
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Si el retorno es previsible o no.
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Las actividades que se van a desarrollar en la nueva localización.
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La portabilidad de los elementos arqueológicos.
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El tamaño de la población.
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Propiedades de los artefactos (tamaño, peso, coste, función, vida útil…)
Procesos de reclamo: los materiales depositados en los contextos arqueológicos son una fuente rica para ciertas sociedades. Los A-S Procesos son conocidos también como Procesos de Reclamo. Las causas de reclamación son muy variadas. De nuevo es Schiffer el autor básico y establece diferentes procesos de reclamación, entre los que destacan los siguientes:
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Reocupación del asentamiento, bien por poblaciones que lo abandonaron o por otras poblaciones.
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Reutilización de los materiales del yacimiento. Se utilizan los yacimientos como fuentes de aprovisionamiento de materiales. Ha afectado sobretodo a yacimientos de época protohistórica y de la Edad Media.
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Reutilización de construcciones. Construcciones que se han desligado del contexto sistémico y han pasado al contexto arqueológico vuelven a ser recuperadas. Por ejemplo el teatro romano de Mérida.
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Procesos de rebusca. Pueden estar desarrollados por los propios habitantes de los asentamientos, siendo habituales. Están relacionados con la búsqueda de materiales que fueron desechados (basuras). Este tipo de proceso se puede realizar como una actividad sistemática (búsqueda entre la basura) o bien desarrollar como parte de una actividad no programada (una búsqueda como consecuencia de un terremoto).
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Actividades de clandestinos, que supone la recuperación de materiales por personas clandestinas para recuperar elementos de un gran valor. Esto se da desde época romana.
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Excavaciones arqueológicas. Consisten en recuperar los materiales o elementos del contexto arqueológico.
Algunos procesos culturales o antropogénicos post-deposicionales pueden ser considerados como procesos de reclamo, pero para muchos autores son procesos posdeposicionales porque alteran el contexto arqueológico ya que los elementos del contexto arqueológico pasan al contexto sistémico o desparecen de ambos. Esto se produce por varios procesos:
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Expolios, saqueos.
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Laboreo agrícola.
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Reutilización de materiales.
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Desarrollo de infraestructuras.
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Guerras.
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Por la misma excavación llevada a cabo por los arqueólogos, que, una vez efectuada, hace irreversible la vuelta de los objetos a su posición primitiva.
b) Procesos de formación natural
Pueden ser tanto deposicionales como postdeposicionales, aunque generalmente se ha prestado mayor atención a los procesos que se han originado después de abandonado el yacimiento. No obstante, los procesos post-deposicionales suelen ser también procesos de formación del depósito, no de transformación como normalmente se suele creer.
La entidad del depósito depende de su naturaleza, donde intervienen agentes físicos (son la erosión, traslado y deposición de sedimentos debido a la acción del agua, viento, radiaciones, erupciones), agentes biológicos (corresponde a la actividad de plantas, hongos y animales) y agentes químicos. Suelen ser los agentes físicos los que causan un mayor impacto, mientras que el impacto causado por los agentes biológicos y químicos suele ser menor. De entre los agentes biológicos, el que mayor impacto suele producir para un arqueólogo es el producido por los animales, especialmente en el caso de madrigueras. Los agentes químicos afectan, desde luego, a la estratigrafía, pero afectan mucho más a los materiales, especialmente a su conservación. Dentro de estos tres tipos de procesos hay que distinguir:
1.- Procesos Geomorfológicos.
Consisten en los cambios de la superficie terrestre, los cuales son de tres tipos:
Físico-mecánicos. Se derivan del tipo constante de interacción entre el agua con los sedimentos de la superficie terrestre. Estos procesos son:
Las fases de hielo-deshielo. Producen un aumento y descenso en el volumen de los sedimentos que pueden alterar considerablemente los elementos que componen los registros arqueológicos.
Expansión-contracción de las arcillas. Variaciones en el volumen de los suelos a raíz de este proceso. Se producen deslazamientos verticales y laterales de los elementos de los registros arqueológicos.
Erosión y deposición de sedimentos como consecuencia de escorrenteras. El agua genera toda una serie de procesos de erosión y deposición de materiales que tienen gran incidencia en los depósitos arqueológicos, en sus características y en sus propiedades. Los factores que determinan el alcance de estas incidencias dependen de la topografía, climatología, hidrología, cobertura vegetal y antropización del paisaje. Las transformaciones pueden llegar a tal punto que el yacimiento puede llegar a ser casi incomprensible.
La Geoarqueología de la línea de costa. La geoarqueología ha estudiado los procesos de sedimentación y erosión en el paisaje con el objeto de reconstruir el entorno físico en el que se desarrollaron las comunidades del pasado. Unos de estos procesos son los aluviales fluviales y marítimos porque tienen una incidencia fundamental tanto en los propios yacimientos como en su entorno. La sedimentación tanto aluvial como marítima transforma la naturaleza de los suelos a lo largo de los cursos de los ríos y de las líneas de costa. Estos procesos de transformación han experimentado una aceleración a partir de la deforestación por parte humana, sobretodo desde la Edad Media. El análisis de esta deposición es especialmente llamativo cuando nos centramos en el estudio de los asentamientos costeros y de su entorno. Por todo el Mediterráneo existen multitud de yacimientos que eran puertos y que en la actualidad están a varios kilómetros tierra adentro. Es el caso de muchos yacimientos de costa fenicios que estaban en islotes, cerca de la línea de costa, cerca de la desembocadura de ríos y que ahora están a varios kilómetros de la línea de costa. En este sentido, en los 80 se desarrollaron unos estudios de la línea de costa para conocer el grado de transformación aluvial y así ver la situación original de los asentamientos. En el río Almanzora se han estudiado los procesos aluviales, y se ha comprobado la evolución de la costa.
Edafo-químicos. Son el resultado de la interacción continuada del agua con las soluciones minerales. La conservación o degradación de los diferentes elementos arqueológicos estaría en relación con esto.
Las tasas de preservación de los materiales arqueológicos en condiciones edafo-químicas normales serían las siguientes: la piedra se conservaría al 100%; los metales, cristal y cerámica en torno al 75-80%; materiales orgánicos (hueso, madera, concha) 5-25 % en aridez y 35-75 en saturación acuosa. Un factor importante en la degradación de los restos orgánicos es la aridez, ya que aquellos suelen descomponerse rápidamente. Es preciso tener en cuenta que en ambientes extremos se generan determinadas condiciones climáticas y edafoquímicas que favorecen la preservación de diversos materiales orgánicos. Estos ambientes especiales son:
Aridez. La escasez de agua impide el desarrollo de la vida de microorganismos que habitualmente destruyen los restos orgánicos. En Egipto, SO de EEUU y regiones andinas, la aparición de momificaciones espontáneas es consecuencia de estos ambientes de extrema aridez. En la Península Ibérica destaca la llamada Momia de Galera.
Extrema frialdad. La refrigeración natural por congelación suspende el proceso de descomposición de los organismos vivos. Este es el caso de asentamientos paleontológicos en los que han aparecido mamuts. El caso más conocido es el de Otzi, aparecido en los Alpes italianos, que murió en esta cordillera y que debido al frío se han conservado los artefactos que portaba, sus ropajes e incluso la piel.
Saturación hídrica. Estas condiciones hacen que no se desarrollen los organismos que genera la desaparición de los restos orgánicos. En este caso destacan los conocidos como Hombres de los Pantanos que pertenecen a la Edad del Hierro de Centro y Norteuropa.
Sucesos catastróficos. Son más excepcionales que los procesos anteriores. Tienen una fuerte capacidad destructiva. Son erupciones volcánicas, terremotos, procesos gravitacionales…
2.- Procesos Biogénicos
Incluyen la acción combinada de animales, plantas que alteran el registro arqueológico. Uno de los más importantes son las galerías de los animales que desarrollan una parte de su vida bajo el suelo (conejos, topos, serpientes). También hay que incluir la transformación ocasionada por los depósitos en cuevas, en donde los excrementos de aves y murciélagos que forman gruesas capas y toda una serie de procesos químicos afectan a la conservación de los materiales arqueológicos. Finalmente hay que hablar de la bioturbación, es decir la acción de las raíces de plantas pero sobretodo de los árboles que modifican el registro arqueológico.
Otro aspecto a tener en cuenta es el de la duración de los procesos y la intensidad; la acción de los hongos, por ejemplo, durante un día, prácticamente no produce efectos, pero su deposición durante un período dilatado de tiempo puede producir efectos permanentes en el yacimiento. Los efectos pueden ser de tres tipos:
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Aditivos: se añaden materiales a los que ya existen, por ejemplo un hormiguero puede añadir bellotas a los materiales existentes.
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Sustractivos: se eliminan restos de los materiales, es un proceso destructivo.
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Sustitutivos. Nácete ha demostrado cómo el colágeno de los huesos es sustituido por completo.
Todos los procesos pueden afectar a diferentes escalas espaciales: regional (vulcanismo, aguas…), escala de yacimiento (floraturbación, bioturbación, crioturbación…) a escala de elemento. En definitiva, la alteración de los elementos depende de los procesos que actúan sobre ellos, el tiempo de actuación y la composición de dichos elementos. Esta composición de los elementos puede ser inorgánica (líticos, cerámicos, metálicos) y orgánica (óseos, leñosos, otros). Prácticamente cualquier material arqueológico puede sobrevivir en circunstancias excepcionales, pero por lo general las sustancias inorgánicas son mucho más resistentes que las orgánicas. Los materiales inorgánicos más comunes que sobreviven arqueológicamente son la piedra, la arcilla y los metales; de ellos son los elementos líticos, generalmente los que mejor se conservan. Los elementos orgánicos más habituales son óseos y leñosos.
Los procesos más habituales que tienen lugar sobre ellos son la fracturación (todos los elementes se suelen romper); la corrosión (que afecta a la superficie de los objetos, especialmente a los metales); la oxidación (al igual que la corrosión, afecta especialmente a los metales); la putrefacción (afecta sobretodo a los elementos orgánicos); el caso de la combustión -que igualmente afecta sobre todo a los elementos orgánicos porque los inorgánicos no arden- es singular, pues muy a menudo lo que hace es conservarlos mejor, especialmente las semillas. La cerámica generalmente es lo que mejor se conserva en el registro arqueológico, pero en circunstancias anómalas lo que hace es desgranarse. Los elementos metálicos facilitan que, adheridos a ellos, se conserve materia orgánica. Una cosa a tener en cuenta es que el polen es indestructible.
Aparte de estas condiciones generales hay condiciones excepcionales que hacen que los materiales se conserven en un buen estado:
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Los ambientes cerrados como por ejemplo las cuevas, que son “invernaderos” naturales, debido a que su interior está protegido de los efectos climáticos exteriores (en Granada destaca la cueva de los Murciélagos de Albuñol, cuya entrada fue sellada por el guano).
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Los ambientes secos evitan la descomposición gracias a la escasez de agua lo que impide el desarrollo de microorganismos destructivos. Así, destaca Egipto o Galera.
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Los ambientes fríos pueden detener los procesos de descomposición durante miles de años. Como ejemplo destaca Ötzi, el hombre de Similaun.
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Ambientes húmedos, que conservan muy bien la materia orgánica, especialmente las turberas, que sin embargo, pueden destruir el hueso, el hierro y la cerámica. Destacan los poblados de la ribera del Danubio, de Escandinavia y de Alemania.
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Catástrofes naturales, como los volcanes, que son los que mejor conservan los elementos al cubrirlos por una capa de lava, dejándolos casi intactos: Pompeya, Herculano, Akrotiri y Laetoli.
2.- Unidades de estudio en Arqueología: yacimiento y territorio
- Yacimientos
a) Problemática de su definición
El yacimiento es la unidad de estudio básica en Arqueología. Un yacimiento arqueológico es aquel lugar donde quedan restos materiales de algún tipo de actividad humana. Hasta principios del s. XX la expresión más correcta y usada era la de ESTACIÓN ARQUEOLÓGICA, que todavía se usa en algunos lugares de América. Otra palabra que se está utilizando mucho en la actualidad es la de SITIO, que deriva del inglés Site, así, siguiendo esta terminología Plog propone otros términos distintos del de yacimiento como non-site (lugares que no llegan a ser yacimientos, y off-site (evidencias esporádicas). Sin embargo, los historiadores y arqueólogos españoles no gustan de usarla por considerarla un anglicismo, aunque en castellano es una palabra con etimología, porque el yacimiento es un sitio.
Por otro lado, los restos pueden ser de cualquier clase, desde una lasca a una ciudad entera. Un concepto amplio de yacimiento englobaría ambos tipos extremos, aunque con lógicas matizaciones. Una lasca o punta de flecha aislada en medio del terreno puede significar que un cazador del Paleolítico fabricó o perfeccionó allí su herramienta, o la perdió según caminaba hacia su objetivo. También puede ser, más probablemente, que el pequeño resto haya acabado ahí tras ser arrastrado por la erosión, con lo cual su posición no será la original o primaria, sino secundaria. En todo caso, estos restos aislados difícilmente serán llamados yacimiento por nosotros, a no ser que, siguiendo la terminología anglosajona, los incorporemos al análisis con el nombre de “yacimientos de actividad limitada”. Con respecto al otro extremo, podemos hablar como yacimiento de una ciudad como Numancia, por ejemplo, pero tal vez los amplios restos antiguos del subsuelo de Roma, al estar separados y destruidos en parte por construcciones modernas, sean tratados más correctamente como una serie de elementos distintos: el foro imperial, lo templos del Lago Argentina…
Según Renfrew, yacimiento es el lugar en el que hay restos de actividad humana, pero también es problemático porque hay yacimientos en donde no hay lugar de habitación.
El término de yacimiento se emplea habitualmente para denominar los sitios y parajes abandonados por el hombre, normalmente derruidos y casi siempre cubiertos totalmente o en parte por la tierra.
Hasta tal punto es problemático el tema que hay arqueólogos que han decidido suprimir el término yacimiento y hablan sólo de artefactos. Pero esto es sólo retrasar el problema. De ahí que los autores se hayan decidido por definir el yacimiento en función de la densidad de éste; en este sentido, se ha definido el yacimiento como aquél lugar en el que los artefactos, estructuras, complejos estructurales y ecofactos aparecen juntos, aunque a veces no se presente todos ellos. Otro problema es el de definir los límites del yacimiento. Por otra parte, el término yacimiento no necesariamente indica asentamiento, yacimiento es donde se encuentra algo, y esto pude suceder en un campo de cultivo o una vía…
b) Clasificación de los yacimientos
A pesar de su gran variedad, es posible clasificar los yacimientos arqueológicos en distintos grupos, aunque esta división depende mucho de los criterios empleados, existiendo lógicamente una jerarquización de estos últimos.
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Por su posición geográfica o localización: de montaña, valle fluvial o costero, en cueva o al aire libre…
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Por funcionalidad: asentamientos, talleres, santuarios, cazaderos, necrópolis…
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Por cronología: atendiendo a la época en que se realizó la actividad: Paleolítico Inferior, Neolítico Reciente, Edad del Bronce Medio…
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Por tiempo de duración: monofásicos, multifásicos.
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Por entidad de ocupación: permanentes, estacionales, intermitentes.
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También es interesante clasificar un yacimiento por la naturaleza y profundidad de los depósitos. En este sentido los yacimientos pueden ser: superficiales, enterrados o subacuáticos.
- El territorio
Los yacimientos se distribuyen en el espacio. Los atributos contextuales y espaciales dan también importancia al objeto. El territorio es el lugar donde la gente ha realizado sus actividades, hoy y en el pasado. El término territorio también puede usarse para referirse a una porción de espacio, pero además incluye varios yacimientos. Por otra parte se suele estudiar a través de la técnica de prospección superficial porque implica unos costes menores que la excavación. La aproximación al estudio de la organización espacial de la sociedad del pasado tiene lugar a partir de una perspectiva más general que la de un único yacimiento, pero también aquí hay aproximaciones diferentes.
Dejando de lado el estudio micro-espacial, los otros dos niveles que distinguió David Clark, el semimicro y el macro espacio implican la aproximación mayor a un yacimiento, el entorno más inmediato. Aquí encuentran su hueco métodos de análisis como las Áreas de Captación. En general, los estudios de análisis territorial son estudios macroespaciales.
Evidentemente, una vez que hemos localizado los yacimientos que hay en una zona de este tipo y lo hemos clasificado en función de las variables del yacimiento (localización, función, cronología) nos queda pasar a la interpretación, en donde sí entra el análisis territorial a través de las técnicas del vecino más próximo y otras.
A nivel de conceptos, las aproximaciones pueden ser muy diferentes dependiendo de la orientación ideológica del investigador. En general se han acuñado tres términos para este tipo de investigación:
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Espacial. Es un término inapropiado porque el espacio es lo que está en la escala interpretativa. Este término enfatiza la explotación de los recursos, y no cómo esta explotación infería en la sociedad, quién dirigía la explotación. Pocas veces se preocupaban por la relación entre yacimientos.
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Teritorial. Pone énfasis en la relación entre yacimientos. También estudia las áreas de explotación extensivas e intensivas. En la universidad de Jaén se habla de territorio político, sin embargo, según el Cámara suele coincidir con el territorio de explotación.
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Arqueología del Paisaje. Pone énfasis en el entorno en el se ha creado la sociedad. Cómo ha interpretado la sociedad el entorno que la rodea. El paisaje, según el diccionario, es la porción de espacio percibido, en este sentido, lo que no hay que hacer es hablar de paisaje cuando se está hablando de explotación del territorio. El paisaje es la representación idealizada que los originarios o habitantes tenían en su época. El problema está en la tendencia que tenemos a confundir paisaje y ambiente.
Estos son los objetivos del Análisis Territorial:
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Reconstruir los microambientes que rodean al yacimiento.
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Definir el área utilizada habitualmente por los moradores de un yacimiento para su subsistencia diaria.
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Reconstruir los recursos alimenticios potencialmente disponibles.
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Rastrear los puntos de procedencia, en el entorno circundante, para aquellos recursos y materiales cuyos restos arqueológicos aparecen en el interior del yacimiento.
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Reconstruir la función de los yacimientos.
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No sólo se estudian las relaciones dentro del yacimiento, sino entre yacimientos, porque es una forma fácil de acceder al tipo de organización social en combinación con los datos de otros yacimientos.
3.- Sistemas de información arqueológica
Para poder llevar a cabo todo el proceso de investigación arqueológica es necesario contar con un sistema que nos permita ordenar de la mejor forma posible la información que estamos generando. Estos sistemas son necesarios en la fase de documentación de lo que estamos encontrando. Se han propuesto varios sistemas: un sistema francés, y el SIA.
El Sistema de Información Arqueológica de Andalucía (SIA) funciona como una base de datos central que pone en comunicación distintas bases de datos locales. El sistema no se pudo llevar a la práctica hasta hace poco tiempo debido a que no había un ordenador con potencia suficiente para llevar todas las bases de datos arqueológicas integradas. Sus ventajas respecto al sistema manual son una mayor capacidad de gestión de datos y una mayor rapidez. El sistema de localización de yacimientos arqueológicos en este sistema de información está basado en la rejilla UTM.
El primer elemento que se encuentra en cualquier clasificación de tipo arqueológico son:
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Denominación del yacimiento. En general todos los sistemas pretenden que la identificación del término municipal sea fácil, por lo que se basan en el código postal. El problema por el que este sistema no se lleva a la práctica es porque las grandes ciudades tienen varios códigos postales. De todos modos así se denomina al yacimiento:
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Dos números para la provincia.
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Dos números para el municipio.
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Tres números para el yacimiento.
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Identificación del elemento. A los elementos sólo les adscribe un número de orden dependiendo del orden de los cortes. Lo normal es que previniendo ciertos problemas se utilice esta identificación del elemento:
El yacimiento puede dividirse en las siguientes entidades espaciales físicas:
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Zona. Responde a la primera división del yacimiento en grandes unidades espaciales, en función de criterios topográficos, funcioanles, cronoculturales, urbanísticos…
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Subzona. Una siguiente división podrá parcelar el yacimiento en entidades inferiores de acuerdo con criterios similares a los establecidos para la categoría anterior.
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Sector o unidad de excavación. Superficie excavada delimitada según los criterios establecidos por el arqueólogo. Sustituye al término de “corte” utilizado tradicionalmente en las intervenciones arqueológicas.
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Subsectores. La división de la superficie excavada en subsectores responde a criterios espaciales, funcionales o de cualquier otra índole, determinados por la dinámica de la propia excavación.
En cuanto a la organización estructural jerárquica:
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Unidades Estratigráficas (Construidas y No construidas). Constituyen las unidades mínimas de la estratificación arqueológica que pueden distinguirse y caracterizarse en un yacimiento. Son en consecuencia el elemento básico de análisis, sobre el que se organiza todo el sistema de registro: fosa de cimentación, cimentación de muro, zócalo de muro…
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Estructuras. Formada por varios elementos o unidades estratigráficas. Debe caracterizarse tanto por su morfología como por las unidades estratigráficas no construidas o depósitos sedimentarios que contiene o que están asociados funcionalmente a la misma. Ejemplos: fosa, hogar, horno, pavimento…
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Complejo estructural. Todo espacio arqueológico organizado y delimitado, en el que se integran estructuras y depósitos relacionados con un patrón específico de actividades.
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Grupo estructural. Conjunto de complejos estructurales conectados entre sí por sus similares relaciones espaciales o funcionales. Ejemplo: una vivienda compuesta por varias habitaciones.
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Zona estructural. Hace referencia a la unión de distintos grupos estructurales, asociados por razones espaciales o funcionales: una necrópolis, un fortín.
Respecto a la organización secuencial, hay que ver la evolución del yacimiento en el tiempo, para ello hay que ver:
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Unidades estratigráficas construidas y no construidas.
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Fases estratigráficas.
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Períodos estratigráficos.
También se puede incluir la información geográfica, pero usando el SIG (Sistema de Información Geográfica).
Las unidades estratigráficas construidas son fáciles de identificar. Más difíciles de identificar son las unidades estratigráficas no construidas. Una vez identificadas se utilizan una serie de fichas, con un determinado número de campos para introducir los datos: identificación, localización, estructura a la que pertenece la unidad estratigráfica, relaciones estratigráficas (geográfica, física)... Igualmente existen fichas para identificar las estructuras, en las que se anota el tipo de estructura, localización, documentación, control, datación… Otra de las fichas fundamentales en una excavación es la de inventario de materiales, con campos para yacimiento, informador, zona, área, control, localización, posición, material. Junto a ésta, la de clasificación de materiales, con campos para clase, localización, clasificación tecnológica,…
Una vez obtenida toda la información contextual pasamos a la ficha de diagrama de área, que nos da la información de cómo va evolucionando la excavación del yacimiento. Otra ficha es la de fotografía aérea.
Por último este sistema funciona en gran parte como un sistema de información de capas, que permite su gestión por parte del sistema de información geográfica, para la gestión del patrimonio arqueológico.
TEMA 3. ARQUEOLOGÍA DE CAMPO
1.- El reconocimiento y la prospección arqueológica
Estos dos aspectos son difíciles de separar, de hecho hay autores que no lo hacen. Cuando uno se decide a hacer un estudio territorial siempre tiene en mente que al final tiene que ir al campo a buscar nuevos yacimientos, a controlar los ya conocidos y a ubicarlos exactamente. Sin embargo, es evidente, que cuanto más se sepa sobre el terreno que queremos estudiar antes de hacer ningún recorrido sobre él mejor será porque así podremos conocer la potencialidad del terreno. Esto es lo que se conoce como RECONOCIMIENTO. En la mayor parte de los casos el reconocimiento es un proceso privio, anterior al de la prospección. Los principales errores de la gente son:
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Confundir las prospecciones con sondeo con la prospección superficial. Las prospecciones por sondeo no son un reconocimiento, sino evaluación de los yacimientos.
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Muchos métodos de muestreo se pueden utilizar en una u otra prospección.
- Localización y evaluación
* Es difícil separar los dos procesos, siempre que encontramos nuevos yacimientos lo primero que hacemos es proyectar nuestras concepciones a lo que hemos encontrado, tendemos siempre a clasificar los yacimientos.
* Dado que en muchos casos los sistemas son muy caros, recurrimos siempre a estrategias de muestreo, incluso cuando excavamos. En la excavación el muestreo es siempre dirigido. Los tipos de muestreo suelen ser más variados.
*Presentan ventajas importantes: reducción de costes y adecuación de los objetivos.
- Yacimientos
(INCLUIR EL APARTADO “YACIMIENTOS” DEL TEMA ANTERIOR”.
- La preparación
Antes de irnos al campo a buscar los elementos que nos van ayudar a interpretar la acción humana sobre un territorio, tenemos que ve la zona que vamos a muestrear. Evidentemente tenemos que saber cómo es la zona.
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Primeramente hay que preparar soportes cartográficos y planimétricos adecuados, es decir, necesitamos mapas, bien para ubicar el yacimiento o bien para explicar porqué los yacimientos están donde están y no en otro sitio. Para eso habrá que buscar los mapas topográficos, que se pueden encontrar incluso a escala 1:2000, siendo frecuentes los de escala 1:25000 y 1:10000 (son los publicados por la Junta de Andalucía), son muy útiles porque aparecen los accidentes geográficos y las construcciones humanas más importantes. Los mapas catastrales suelen ser menos útiles para orientarse, pero al tener muchos más datos, combinados con los topográficos, son indispensables. También son útiles los temáticos (geológicos, pedológicos, metalotécnicos, cultivos y aprovechamientos…). Los mapas antiguos son interesantes por cuanto contienen información que ha desaparecido con el tiempo y que puede ser relevante desde el punto de vista arqueológico: antiguos caminos, otro tipo de uso agrícola o vegetación, edificios ya destruidos. Sin embargo, la cartografía tiene un problema: no se actualiza con periodicidad.
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Habrá que pensar en qué técnicas se van a utilizar y preparar los medios adecuados: GPS…
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Finalmente hay que utilizar fichas par compilar la información.
- La recogida previa de información
En la recogida previa de información habrá que consultar la fotografía aérea antigua que exista de la zona a prospectar, cuanto más antigua mejor; bibliografía antigua en las hemerotecas; información oral que nos pueden transmitir los habitantes de la zona; los topónimos del lugar o la numismática. Una información muy conveniente antes del trabajo de campo es el estudio de la toponimia, los nombres propios de los lugares, que en algunos casos se vienen empleando desde muchos siglos atrás y pueden tener alguna relación con la existencia de yacimientos arqueológicos en sus proximidades. Por ejemplo, la referencia a los moros (Cueva, Puente, Tumba, Fuente, Cruz… del Moro) suele estar asociada a algún yacimiento debido a que la mentalidad popular fija todo lo antiguo en la época de dominación islámica. Nombres que hacen referencia a construcciones (El Castillo, Castellar, Castillejo, Torre, Torrecilla…) también `pueden indicar algún yacimiento cercano, al igual que los que se denominan tesoros, monedas (fuente de la Plata, Vega del Tesoro…) o hallazgos arqueológicos (Cerro de la Cerámica, Piedra Escrita, Cerro del Calderico).
- El Reconocimiento
Una vez recogida toda la información habrá que hacerse una idea precisa del área, para lo cual recurrimos al reconocimiento.
1.- La fotografía aérea se puede utilizar para dos cosas: para la localización de yacimientos y para la realización de mapas. A nosotros nos interesa para localizar yacimientos. Existen dos tipos de fotografía aérea: la oblicua y la vertical. Cada una de ellas tiene sus ventajas y sus inconvenientes. En el primer caso, las panorámicas oblicuas revelan contornos y proporcionan una mayor perspectiva, por lo que son más idóneas para el descubrimiento de yacimientos; la panorámica oblicua, especialmente con luz rasante (al amanecer o al anochecer) es muy útil para ver el relieve del terreno circundante y del asentamiento, así como el alzado de estructuras. La posición vertical es más idónea para trazar planos y mapas. Los yacimientos se localizan por los cambios que se observan en el terreno, bien por los cambios de vegetación o por los cambios de color. Así mismo, la fotografía aérea es muy útil para la planificación del recorrido terrestre.
En Apulia, al sur de Italia, en una zona dedicada al cultivo del trigo se pudieron obtener unos resultados muy importantes de un pueblo militar. En las fotografías que se hicieron se vieron los límites entre yacimientos que eran fosos. Se ven porque la vegetación crece diferencialmente dependiendo de lo que hay debajo: cuanta más tierra haya más puede creer la vegetación, cuando hay estructuras enterradas y por tanto menos tierra la vegetación crece menos. Esto provoca diferencias de crecimiento y color.
A parte del crecimiento diferencial de la vegetación también es importante los cambios en la coloración de la tierra: las tierras rojizas nos indican fundición de hierro, las grises nos indican plomo. Esto se debe a lugares que presentan estructuras o que estas estructuras están muy destruidas y ha provocado alteraciones en el terreno.
En cualquier caso la tecnología ha favorecido el trabajo, sobretodo el tipo de película. Para la fotografía oblicua la foto en banco y negro es mejor para ver los contornos. La fotografía infrarrojos sirve para registrar características efímearas en la superficie de un yacimiento que de otra forma serían invisibles tanto para la fotografía convencional como para el ojo humano: sirve para localizar por ejemplo la existencia de pintura. La fotografía de color falso sirve para ver los contrastes, sobretodo en la fotografía aérea para ver el crecimiento diferencial de la vegetación.
2.- La teledetección por satélite o la teledetección cercana. La fotografía por satélite no tiene una resolución útil para la localización de yacimientos, pero sí que la tiene en su uso militar. Sin embargo es útil para los estudios del paisaje y sus transformaciones y para descubrir grandes estructuras como parcelaciones o sistemas de riego. La teledetección cercana ha experimentado nuevos avances en sensores, también es útil para la localización de yacimientos.
3.- La Termografía se basa en las variaciones de temperatura del suelo que se producen sobre las estructuras enterradas cuyas propiedades térmicas difieran de las de su entorno. Estos cambios son medidos por un escáner.
4.- Sondeos mecánicos. Se utilizan en zonas de enorme sedimentación anterior y tiene gran importancia en el estudio paleoambiental. Sus inconvenientes son que es necesario hacer un muestreo previo y se debe combinar con otras técnicas. Existen dudas sobre su fiabilidad por su baja cobertura.
5.- Técnicas geoquímicas. El análisis geoquímica consiste en la toma de muestras de tierra a intervalos regulares de la superficie de un yacimiento para medir su contenido en fosfatos. Estos contenidos de fósforo de la tierra pueden ser indicativos de distintas actividades humanas. El análisis de fosfatos se basa en el hecho de que el fosfato contenido de forma natural en el suelo es asimilado por los animales, de forma que el enterramiento de huesos, excrementos o restos de comida puede crear focos particulares. El fósforo en el suelo se convierte normalmente en una forma insoluble o se fija en componentes inorgánicos, de forma que esas concentraciones pueden registrarse mucho tiempo después de la fecha original de deposición. Sin embargo, hay un problema: existen muchos otros fenómenos naturales, aparte de los culturales, que pueden producir los mismo cambios físicos y químicos en el suelo, lo cual puede inducir a confusión en no pocas ocasiones.
- La prospección del subsuelo.
Para la prospección se buscan estructuras dentro de los yacimientos, y en algunos casos cambios de sedimentación. Algunas veces las técnicas pueden ser tan sofisticadas que nos pueden hacer planos del yacimiento sin necesidad de excavar. Evidentemente esto nos puede ayudar a la planificación de la excavación, pero también a tener una idea del urbanismo de un determinado período sin tener que excavar y reduciendo los costes. Otra ventaja es que podemos decidir previamente cuáles son las zonas de un yacimiento donde es más rentable o urgente excavar. Sin embargo, los métodos de prospección del subsuelo tienen dos problemas:
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Ofrecen peores datos en los yacimientos multifásicos. Este problema se suele solucionar recurriendo a la reiteración en la profundidad a la que están los restos. Los yacimientos monofásicos ofrecen mejores datos porque ofrecen una planta.
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El problema de los métodos en sí. Y es que aunque sean más baratos que una excavación, sólo es resultado de lo que se recoge en un muestreo. Para solucionar estos problemas se combinan las diferentes técnicas.
Las técnicas más usadas son prospección geofísica (magnética, eléctrica y electromagnética), prospección sísmica, radiestesia:
Prospección magnética. Requiere unos aparatos de medición que son del orden de cuatro veces más caros que los de la prospección eléctrica, pero el tiempo necesario para llevarla a cabo se puede reducir también a la cuarta parte. Es preciso marcar previamente una cuadrícula en el yacimiento, evitando todo tipo de objetos de metal que puedan influir en el resultado. Si la medición se hace en líneas paralelas siguiendo dos direcciones perpendiculares, es posible dibujar luego un plano de tres dimensiones, de mayor claridad que el bidimensional. Pero este método tiene problemas que se deben a las variaciones diurnas del campo terrestre, que deben ser tenidas en cuenta (algunos equipos ya las corrigen automáticamente); a que la posición de la anomalía magnética no coincide espacialmente con la posición de la estructura enterrada (en Europa, el máximo magnético estará al sur de la estructura, a una distancia de un tercio de la profundidad de ésta); y a que los fenómenos arqueológicos no son la única fuente de alteraciones magnéticas: los objetos metálicos enterrados afectan mucho a la medición y en los lugares donde existe chatarra bajo tierra, o alambres de alguna cerca, por ejemplo, el método no es aplicable. Lo mismo ocurre cuando el suelo está compuesto por rocas ígneas, de alto campo magnético, o si cruza muy cerca del sitio alguna línea de alta tensión…
prospección eléctrica. En ella se mide la mayor o menor facilidad con la que atraviesa la tierra una corriente eléctrica (conductividad), basándose en el hecho de que ciertos materiales tienen menos resistencia que otros. Los suelos y las rocas son malos conductores, pero si los primeros están húmedos su resistividad disminuye. En el caso de existir pozos o trincheras enterrados, cuyo relleno admite mejor la humedad por ser más suelto, por ellos pasará mejor la corriente que en las zonas donde existan muros de piedra, por ejemplo. Los aparatos necesarios no son demasiado caros, pero el método es lento, puesto que se han de ir cambiando de sitio los polos que se introducen en la tierra (evitando las bolsas de aire, que aumentan la resistencia) a lo largo de una red de cuadrículas que ocupa todo el yacimiento. Usualmente se clavan a la vez cuatro polos, dos por los que pasa la corriente y otros dos en la que se mide tras pasar bajo tierra. Los polos deben estar separados aproximadamente a la misma distancia a la que están enterrados los restos, la cual a menudo se desconoce; por ello conviene realizar pruebas a diferentes distancias. Los mayores problemas del método surgen a causa del drenaje diferencial de unos terrenos y otros: si ha llovido poco tiempo antes de hacer la prospección y el drenaje es deficiente, el exceso de humedad puede enmascarar las diferencias buscadas. Si el agua queda atrapada en agujeros de la roca natural, se pueden producir también resultados engañosos, al mezclarse su efecto con el de las estructuras arqueológicas.
prospección electromagnética. Combina los dos tipos anteriores, es barata y rápida, pero tiene el inconveniente de que sólo detecta estructuras a una profundidad de medio metro. El equipo medidor cuenta con un emisor de señal hacia el suelo y un receptor de la señal que los objetos enterrados devuelven. Los detectores de metales, por desgracia asociados casi siempre a los que practican la ilegal y destructiva “búsqueda de tesoros”, son los aparatos más conocidos que usan esta técnica, la cual puede ser útil con finalidad científica en ciertos casos, como por ejemplo cuando se desea recuperar mayor cantidad de metal y se realiza la excavación en los lugares donde se detecta ese hecho, o cuando e lleva a cabo una intervención de urgencia e interesa recoger las piezas metálicas antes del comienzo de la obra civil…
prospección sísmica. Mide la onda expansiva a partir de un foco de explosión y la resistencia que ofrecen los obstáculos o estructuras a esa onda. Un muro ofrecerá mayor resistencia.
radiestesia. No está claro cómo funciona exactamente la radiestesia (de hecho algunos mantendrían que no se ha demostrado que funcione científicamente). Sin embargo, los datos discutidos por Bailey le ha llevado a sugerir que la radiestesia es capaz de recuperar detalles de fases de construcción de estructuras enterradas. Los cambios en la señal reflejada están en función de la conductividad eléctrica y del contenido de agua del subsuelo. El radar puede revolucionar eventualmente el proceso de teledetección, en particular para observar la condición de las estructuras alzadas. Una ventaja que tiene es que no hay que seguir itinerarios prefijados.
- Prospección de superficie.
Es la que garantiza conseguir los mejores resultados con la menor inversión de dinero. Definición: conjunto de operaciones que sirven para obtener información sobre la ocupación de un área amplia en el pasado a partir de la documentación de la dispersión de los restos de actividad humana. Esto implica el uso de metodología extensiva con técnicas intensivas.
Existen dos objetivos compatibles y articulados, pro que en la práctica no es así:
-. Patrimoniales. Defender los yacimientos.
-. Científicos. Estudiar los cambios del territorio.
A pesar de todo, hay que contar con la aproximación que vamos a usar:
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Si cada objeto es un yacimiento.
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Si los yacimientos son agrupaciones de material de tanta cantidad.
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Si consideramos un yacimiento un hábitat y los retos aparecen dispersos.
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Qué materiales vamos a recoger.
Una vez hecho esto, dependiendo del nivel al que vamos a trabajar (yacimiento o artefacto), las unidades mínimas tienen que quedar exactamente posicionadas en el mapa, lo mejor es usar el GPS. Las ventajas que ofrece la prospección es que muestra una visión territorial y que los costes son mucho menores, ya que no hay que remover tierra y por tanto no hay que contratar peones ni personal especializado.
a) Criterios de elección de los límites del área de prospección y del tamaño de ésta
La prospección consiste en buscar, encontrar y registrar los yacimientos de una zona concreta. Por lo que hay que delimitar la zona a prospectar y establecer sus dimensiones, por ello, el primer criterio sería la definición del tamaño del área a prospectar, en la que hay que tener en cuenta cómo es el terreno, si es escarpado o no. En este sentido se ha introducido un concepto como es el de Accesibilidad, la cual se mide por el esfuerzo y tiempo que un prospector necesita para alcanzar un punto concreto del área, y está determinada por la topografía, el clima, la vegetación y las vías de comunicación que existen. Pero además de accesibilidad, hay que tener en cuenta el número de personas y de dinero para mantener la prospección.
Una vez decididos los recursos y el terreno, tamaño y dimensiones, hay que decidir cómo se refleja ese tamaño en el mapa, es decir, hay que poner unos límites al área de prospección, que pueden ser de tres tipos:
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Arbitrarios. En este caso el límite no guarda relación con el interés territorial de los pueblos pasados. Por ejemplo una línea.
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Culturales. Hay una cierta unanimidad entre los autores en que el mejor límite que se puede poner es el cultural, aunque éste tiene sus problemas, como son la imposibilidad de definición a priori y los cambios experimentados a lo largo del tiempo.
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Naturales. En definitiva, los arqueólogos se decantan por los límites naturales (un río, un monte) que suelen coincidir con los límites que los pueblos establecen entre ellos. Por otra parte estos límites naturales también están conectados con la utilización del espacio.
b) Problemas generales en torno a la localización de yacimientos
Independientemente de los recursos disponibles (humanos y económicos) y de la dimensión de la zona que hayamos decidido prospectar, hay una serie de condicionantes externos y meramente arqueológicos que limitan la localización de los yacimientos:
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Accesibilidad del terreno. Se mide por el esfuerzo y tiempo que un prospector necesita para alcanzar un punto concreto del área y está determinada por la topografía, la vegetación y las vías de comunicación que existan. Habrá casos en que los problemas de accesibilidad sean naturales, mientras que en otros casos son generados por los propios hombres.
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Visibilidad. Puede ocurrir que la accesibilidad sea fácil pero que una vez en el yacimiento no veamos nada, bien porque haya muchos sedimentos encima o porque nos lo impida la vegetación. Esta variable depende también de las estaciones: así, en zonas agrícolas no será aconsejable prospectar al final de la primavera, cuando los cultivos están crecidos, sino en el otoño, cuando los campos están limpios de vegetación y las precipitaciones han limpiado los materiales, quedando estos a la vista.
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Perceptibilidad. No atañe a la zona completa de prospección, sino a cada yacimiento en sí mismo: un castro construido sobre un cerro es un ejemplo de sitio muy perceptible, mientras que los yacimientos enterrados completamente, sin ningún indicio superficial, tendrán una perceptibilidad igual a cero. En este caso interviene un componente subjetivo: depende de la persona, de sus aptitudes naturales o de la técnica elegida.
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En cualquier caso, el problema que más discuten los teóricos es el de la intensidad. En este caso, el quid de la cuestión es saber qué entendemos por intensidad, si el número de horas/hombre por unidad de superficie o el reducir las distancias, es decir, la separación del equipo de prospección.
c) Tipos de prospección
Un tipo de prospección habitual, típica de la primera mitad de nuestro siglo en España, era el llamado “viaje exploratorio”, o mejor dicho Prospección Asistemática. Normalmente se hacía en un fin de semana, y se visitaban los yacimientos que eran ya conocidos por los lugareños, peor todavía no por los arqueólogos; en cada uno se recogían algunos materiales de superficie, con el fin de clasificar cada sitio en su fase cronológica concreta y poder hacer una historia arqueológica de la zona.
A partir de la década de los sesenta comienzan las prospecciones más sistemáticas, que no pretenden registrar todos los yacimientos de una zona, sino sólo encontrar los más importantes. Usualmente la zona se elige por criterios administrativos. Se recorre el territorio de forma más o menos organizada, examinando preferentemente los emplazamientos más “probables” como cuevas, cimas de cerros… Estas prospecciones se han publicado siempre con el nombre de “Carta Arqueológica” y se les llama Prospecciones Extensivas.
La prospección intensiva es le método más adecuado para alcanzar una imagen completa de la historia cultural de una zona concreta. Consiste en la inspección directa y exhaustiva de la superficie del terreno sobre áreas relativamente pequeñas, realizada por observadores separados a intervalos regulares y utilizando cuadrículas artificiales hasta llegar a controlar parte o la totalidad del territorio de interés. Mediante la prospección intensiva podemos estar seguros de descubrir todos los yacimientos de una zona. Por un lado podremos elaborar teorías explicativas del poblamiento prehistórico del área, qué tipos de asentamientos contemporáneos existieron, cómo cambiaron con el paso del tiempo… y por otro tendremos un inventario razonablemente completo de todos los restos que se deben proteger para el futuro. Sin embargo, presenta un inconveniente, es tan lento y detallado que sólo es realizable en pequeñas áreas, pues llevaría mucho tiempo aplicarlo a las grandes.
Por otro lado, la prospección sistemática se divide en dos grandes grupos dependiendo de la cobertura, es decir, de la cantidad de superficie prospectada en relación con el total de superficie del área elegida a prospectar:
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Cobertura total. Toda el área elegida ha sido prospectada.
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Muestreo. Es una forma de obtener conclusiones generales, extensibles a zonas mucho mayores, a partir de los datos recogidos en la prospección intensiva de áreas pequeñas.
La cobertura total es absolutamente necesaria cuando se quieren obtener determinados objetivos, o en las áreas de máximo riesgo, pro ejemplo, si se está proyectado construir un carretera; en este sentido, los italianos recomiendan que en el entorno de las ciudades la cobertura tiene que ser total.
d) El muestreo
Es la elección de una parte del espacio o yacimiento que pretendemos estudiar para extrapolar los resultados con un índice de fiabilidad a la totalidad. Existen dos tipos de muestreo: arbitrario y probabilístico. El arbitrario es aquél que hacemos a nuestro gusto, mientras que el probabilística tiene unas bases matemáticas.
El muestreo probabilístico puede ser:
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Aleatorio Simple. Es la forma más adecuada ya que lo mejor es dejar actuar al azar, es decir, no dejarse llevar por ideas preconcebidas y escoger aleatoriamente las cuadrículas que se van a prospectar. A pesar de todo tiene inconvenientes, pero para superarlos podemos tener en cuenta los datos previos del terreno (tipos de suelo, vegetación, proximidad a fuentes de agua,…) y seleccionar un mayor número de cuadrículas allí donde son de esperar más yacimientos o el mayor número de yacimientos importantes (muestreo estratificado). Por ejemplo, se puede dividir la zona en tres estratos: bueno, regular y malo para los yacimientos (p. e. fondo de valle, piedemonte y montaña) y prospectar el triple número de cuadrículas en el primero que en el tercero, el doble en el segundo…
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Sistemático. Consiste en elegir las cuadrículas separadas a intervalos fijos, de forma que todas las partes estén bien representadas. Si no se quiere que el sistema parezca un ajedrez, y se desea favorecer algo más el azar, se pueden espaciar por igual las cuadrículas en una dirección, peor que en la otra la separación sea aleatoria (sistemático no alineado).
Problemas de elección de las unidades de muestreo
Según la FORMA, Tanto en uno como en otro (aleatorio o sistemático) las unidades de muestreo pueden ser cuadradas (quadrats) o rectangulares (transects). Entre unas y otras hay diferencias: las unidades cuadradas, con la misma superficie total, proporcionan un efecto beneficioso, y es que tienen menos efecto “límite”; no obstante, los transectos tienen muchas más ventajas (aunque tengan el inconveniente anterior) como es la de incluir diferentes nichos ecológicos o el poder rotar en un sentido u otro, de tal forma que un transecto se puede adaptar mejor a la naturaleza del terreno que un cuadrado. Además, tienen más probabilidades de descubrir yacimientos.
Otro problema sobre la elección de las unidades de muestreo es el TAMAÑO de estas unidades. En este sentido, la problemática es similar a la de la forma. Las unidades pequeñas cubren más territorio, pero tienen el problema de que se pueden perder muchos yacimientos o bien, si son muy pequeñas, pueden dejar fuera de la muestra parte de un yacimiento. Las unidades de muestreo grandes, por el contrario reducen los costes, aumentan las probabilidades de descubrir los elementos agrupados de un yacimiento y reducen los riegos del denominado efecto “límite”. Los grandes revelan también patrones de asociaciones y relaciones entre asentamientos.
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Problemas del muestreo
No se conoce la población total. Lo que se hace es que el porcentaje que supone la muestra no se mida en relación con la población, sino con la extensión territorial que vamos a muestrear. Para que el muestreo sea rentable, el la fracción de la muestra debe ser entre el 5 y el 30%, ya que si es menor es inadecuado, y si supera el 30% los costes aumentarán. Por ello para optar entre el porcentaje hay que tener en cuenta el tiempo, los recursos, el tamaño del área y los objetivos.
El tamaño de la muestra tampoco se puede medir en una prospección, aunque hay quien lo hace: el tamaño de la muestra es el número de yacimientos localizados, pero esto no se pude asignar a la población real. Por ello muchos historiadores relacionan la muestra con la geografía, es decir, el número de unidades de muestra.
En definitiva, todas estas cosas hacen que los muestreos en las elecciones políticas sean muy fiables, y en la arqueología muchos autores no se fían mucho de los resultados. Entonces lo que deben hacer es reconocer el contexto general y combinar diferentes técnicas como la estrategia de optimización. En el caso de la optimización existen dos modelos:
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Modelos externos. Se recurre a la extrapolación
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Modelos predictivos. Búsqueda de lugares donde se sabe que predominan los yacimientos a partir de estudios previos.
e) Documentación de yacimientos
Una vez localizados los yacimientos hay que documentarlos. Primeramente hay que clasificarlos por extensión, funcionalidad, cronología y conservación. Sin embargo, hay otros criterios de evaluación pero son difícilmente evaluables en la prospección. Es normal que lso yacimientos multifásicos hayan sufrido una mayor erosión por lo que el material aparece disperso.
Otro aspecto es que si se recoge material o no. Si se hace hay que clasificarlo. Además de clasificarse se puede optar por el tratamiento de conservación (p. e. objetos de metal). También hay que atender a la distribución de los objetos porque la distribución de los mismos en superficie nos puede indicar zonas de habitación o estructuras, sin embargo, esto hay que ponerlo en tela de juicio sobretodo debido a la erosión. La cantidad en las diversas áreas nos puede obligar a la excavación o no. También hay que decidir si se le hace alguna analítica al material. Un criterio que nos puede decir si excavar o no es el peso de la cantidad de objetos recogidos en un área.
Evidentemente, además de estos tratamientos de los materiales puede existir un tratamiento más genérico que afecta a todos los objetos y que se puede dar incluso sin necesidad de recoger el material. Se suele recurrir al dibujo, el cual suele ser más esquemático que en la excavación debido por ejemplo a cuestiones de pesadez (llevar todo el instrumental de dibujo durante varios kms es muy pesado).
La cultura material mueble puede ser recogida o no. Se suelen coger los elementos que nos pueden ayudar a clasificar el yacimiento. Esta recogida selectiva se hace en vez de recogidas no controladas en yacimientos enormes que es algo absurdo. Se recomienda dividir el yacimiento en unidades de cuadrícula y el material se recoge por cuadrículas, también de forma selectiva. Hoy día se recomienda sólo la recogida selectiva de todo el yacimiento, controlando dónde se localiza cada fragmento mediante el GPS.
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Estudio de la articulación entre los yacimientos
En general existe una aproximación diferencial al estudio de la distribución de los yacimientos dependiendo del enfoque teórico que se tenga y por tanto los objetivos que dirigen la investigación. La Arqueología Procesual intenta desentrañar la adaptación del hombre al medio y se preocupa por los objetos que éste puede mostrar al hombre.
Así, se desarrolla la Arqueología Espacial, que es un término poco apropiado porque no es una concepción humana. En los últimos años, estudios de este tipo y sobretodo estudios que enfatizan la actividad simbólica de las sociedades humanas se englobó bajo el Término de Arqueología del Paisaje. Para ellos el paisaje es el espacio construido por la sociedad humana. Es mejor utilizar el término de Arqueología del Territorio: se refiere al espacio social y a cómo se desarrollan las actividades humanas (incluidas las ideológicas) en un espacio.
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Objetivos del Análisis Territorial
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Reconstruir los microambientes que rodean el yacimiento.
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Definir el área utilizada habitualmente por los moradores de una yacimiento para su subsistencia diaria.
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Reconstruir los recursos alimenticios potencialmente disponibles.
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Rastrear los puntos de procedencia, en el entorno circundante, para aquellos recursos y materiales cuyos restos arqueológicos aparecen en el interior del yacimiento.
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Reconstruir las relaciones socioeconómicas entre yacimientos.
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El paisaje
Es la representación idealizada del territorio social o una porción de éste. Se puede estudiar a partir de manifestaciones rituales de delimitación: tumbas, templos,… y su distribución.
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El territorio
Es la zona susceptible de haber sido explotada, en menor o mayor grado por una comunidad humana, de esta forma el territorio se divide en dos partes:
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Territorio de explotación ampliado, y de explotación y restringido.
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Territorio político.
Hay diferentes formas de delimitación y apropiación, que pueden ser estudiadas a través de todas las manifestaciones (tipos y distribución de yacimientos, incluyendo los rituales).
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Las diferencias entre los asentamientos y su alcance
Cada yacimiento tiene una serie de características en el territorio en que se encuentra. Además, cada yacimiento explota un territorio determinado, un territorio restringido y otro ampliado. También se sitúa en relación con los sistemas de comunicación. Su posición en el sistema jerárquico entre yacimientos viene determinada por su situación estratégica, por el control que ejerce sobre los recursos y rutas de alrededor, por su justificación ideológica (si es un lugar religioso o funerario, o militar), por si tenía un carácter administrativo…
4.- Desarrollos especiales de la metodología de campo: Arqueología subacuática, arqueología urbana.
- Arqueología subacuática
Su objeto de estudio son los barcos hundidos, auqneu esto no es del todo cierto, peus tamibén estudia los puertos e instalaciones anejas que ha nquedado sumergidos o bien por la subida del nivel de agua o por el hundimiento. Los cambios en el nivel acuático (marino, fluvial o lacustre) también afecta a las áreas de asentamiento o enterramiento sumergidas. También hay que destacar los asentamientos palafíticos. En el caso de los lagos es más imprevisible. Los trabajos arqueológicos llevados a cabo en Fiarè (Italia) han demostrado que los palafitos estaban dentro del lago, es decir, no tienen porque haber estado a la orilla del mismo.
En la arqueología subacuática también se puede distinguir entre reconocimiento y prospección:
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Se puede recurrir a la información preexistente.
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Fotografías aéreas en el caso de que los restos no estén demasiado sumergidos y de que el agua esté suficientemente clara.
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Imágenes de satélite.
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Ecógrafo de escáner vertical o lateral.
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Magnetómetro.
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Recorridos establecidos.
Respecto a sus características, usa unas técnicas de estudio e instrumentos particulares, ya que deben estar adaptados al medio en que se van a utilizar, es decir, el mar o el agua dulce, la presión… Sin embargo, la arqueología subacuática tiene limitaciones, ya que a una gran profundidad es difícil trabajar debido a la falta de iluminación y a la gran presión existente. También hay una serie de problemas: el alto riesgo de expolio, el vacío legal y el tema de la propiedad de los restos. En este sentido hay incluso empresas privadas que se dedican a expoliar los fondos marinos para particulares, incluso estas empresas llegan a ser contratadas por los gobiernos de los países.
Una excavación subacuática en general necesita el mismo control que cualquier excavación terrestre, ya que los objetos no tienen ningún sentido fuera del contexto en que se encontraban. De hecho, una de las cosas que se suelen olvidar es que no nos paramos a pensar en que también ah estratigrafía. En puertos o asentamientos sumergidos el sedimento se formó antes del derrumbe. Incluso, en los pecios debemos contar con una preocupación estratigráfica:
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Sobretodo cuando hay varios barcos superpuestos para así no mezclar los materiales de uno u otro barco.
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Incluso cuando se trata de un solo barco hay que prestar atención a los materiales, atendiendo a su posición espacial.
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Además, la estratigrafía es esencial para conocer las técnicas constructivas del barco.
El problema de la excavación subacuática es su alto coste y los instrumentos que se necesitan:
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elementos de inversión: equipo de buceo.
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Transporte: son indispensables los barcos.
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Elementos para cuadricular el área de excavación, que son más complejos.
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Succionadora. Se aplica en cada una de las cuadrículas para la extracción de tierra y después dibujar con detalle la posición de los materiales.
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Desecación de áreas. Se suele hacer en las zonas cercanas a la costa, sin embargo queda un fango que es muy difícil de excavar. A partir de ahí se realiza la excavación como en la superficie, pero distinguir los estratos es complicado porque todos están humedecidos y convertidos en fango.
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Problema de la conservación de los restos después de su extracción. En un ambiente seco se pueden fractura, por ello se pasan a ambientes húmedos, cada vez menos salinos para que pierdan la sal. A los elementos metálicos se les aplica la Electrolisis.
TEMA 4: EL ANÁLISIS DE LABORATORIO 1
1.- Concepto de Arqueometría. Técnicas de laboratorio para el estudio de los ecofactos
1.1.- Concepto de Arqueometría
Es un conjunto de métodos y técnicas que nos permiten caracterizar y cuantificar el registro arqueológico de manera que nos permita convertir la evidencia arqueológica en datos y proceder a la conversión de estos datos para elaborar interpretaciones arqueológicas. Para ello se recurre a ciencias que no tienen nada que ver con la Arqueología: ciencias de la tierra, ciencias exactas… El objeto de estudio de la Arqueometría son los componentes del registro arqueológico: artefactos y ecofactos.
Existen otras definiciones de Arqueometría:
Leute. Es una definición muy restrictiva. Indica que los “objetos antiguos” y los fenómenos relacionados con ellos han de ser medidos y cualificados. Este tratamiento es necesario porque es necesario contestar a una serie de preguntas ¿cómo es de antiguo?, ¿cómo se ha fabricado?, ¿dónde se han fabricado? Para contestar a estas preguntas los elementos han de ser analizados mediante procedimientos físico-químicos. Leute también propone que la Arqueometría es la ciencia en la Arqueología.
Goffer. Plantea una definición más amplia. Es la aplicación del estudio de las ciencias naturales a la Arqueología. El primer objetivo de la arqueometría es la localización y prospección de yacimientos, a continuación el análisis de la antigüedad de los objetos, tercer o la caracterización de materiales y tecnologías usados en la Antigüedad. Es muy importante buscar la procedencia de los materiales y los factores que ha n influido en su traslado.
Alcina Franch. Técnicas físico-químicas que se emplean en el análisis e interpretación de restos arqueológicos. Pero aquí lo aplica al estudio del artefacto. La arqueometría nos permite caracterizar el artefacto y buscar su procedencia, también nos permite analizar la distribución de oligoelementos en los materiales.
Butzer. Considera también la Arqueometría como la aplicación de los métodos de análisis físicoquímicos. Diferencia entre técnicas arqueométricas y técnicas geoarqueológicas y bioarqueológicas, es decir, análisis de artefacto y ecofacto. Las técnicas arqueométricas requieren la utilización de equipamientos muy caros y que requieren mucho tiempo y manipulaciones repetitivas fácilmente reproductibles. Las geoarqueológicas y bioarqueológicas requieren equipamientos más accesibles porque no son tan costosos, pero para realizar estas analíticas es necesario tiempos de aprendizaje muy largos. Hay que tener en cuenta las adaptaciones adecuadas a proyectos concretos.
Por otro lado, el objeto de la arqueometría se basa en tres grandes campos:
1.- Localización y caracterización de componentes básicos del registro arqueológico, para lo que se emplean diversas técnicas: teledetección, fotografía aérea, métodos geofísicos, macrosondeos.
2.- Datación y sus métodos, relativos o absolutos.
3.- Caracterización del registro arqueológico, que se puede dividir en:
-. Estudio de los ecofactos (cualquier elemento del contexto arqueológico no transformado por el hombre). Se recurre a la sedimentología, paleobotánica, arqueozoología, paleoantropología física.
-. Artefactos (cualquier item del contexto arqueológico que ha sido realizado por el hombre). Se recurre a la ceramología, arqueometalurgia, petrología.
2.- La reconstrucción del tiempo: métodos de datación cronológica
2.1.- Dataciones absolutas
A pesar de la gran utilidad de los métodos de datación relativa, los arqueólogos quieren saber fundamentalmente cuántos años calendáricos tienen las secuencias, yacimientos y artefactos. Para ello usan los métodos descritos a continuación:
Dendroconología
Consiste en la datación por los anillos de crecimiento de los árboles. Esta técnica fue creada por A. E. Douglass, que trabajó en le Suroeste americano y pudo asignar fechas absolutas a muchos de los principales yacimientos de la zona, como Mesa Verde y Pueblo Bonito. Esta técnica tiene dos usos arqueológicos distintos:
-. Calibrar y corregir fechas carbónicas.
-. Método independiente de datación absoluta.
Bases del método: la mayoría de los árboles producen un nuevo anillo de madera cada año y esos círculos de crecimiento pueden verse con facilidad en un corte transversal del tronco de un árbol talado. Los anillos no tienen el mismo grosor por dos razones: porque se hacen más estrechos a medida que aumenta la edad del árbol y el crecimiento total del mismo sufre cada año las fluctuaciones del clima.
En las regiones áridas, unas precipitaciones por encima de la media durante un año pueden producir un anillo anual particularmente grueso. En zonas templadas, la luz del sol y la lluvia pueden ser más decisivas que la lluvia a la hora de afectar al crecimiento de los árboles. Aquí, un enfriamiento repentino puede dar lugar a un anillo estrecho.
Los expertos miden y combinan esos anillos y crean un diagrama que indica el grosor de los anillos sucesivos de un árbol en concreto. Pueden producir una secuencia continua y prolongada que se remonte desde la actualidad a cientos e incluso miles de años atrás, mediante la comparación de las secuencias de anillos de árboles vivos de distinta edad, así como de troncos más viejos.
Aplicaciones. Su mayor contribución ha sido el establecimiento de secuencias prolongadas de anillos de crecimiento, con las que ha sido posible contrastar y calibrar las fechas radiocarbónicas. Además, donde las gentes del pasado utilizaron troncos de una especie que forma parte de alguna de las serie dendrocronológicas actuales, se puede obtener una fecha absoluta útil para la arqueología comparando la madera conservada con la secuencia directora.
Limitaciones. No se trata de un método de datación universal debido a dos factores:
-. Sólo es aplicable a árboles de regiones exteriores a los trópicos, donde los marcados contrastes estacionales producen anillos anuales bien definidos.
-. Para una datación directa se limita a la madera de especias que hayan proporcionado una serie directora y que la gente haya usado realmente en el pasado.
Termoluminiscencia
Tiene dos ventajas sobre la datación radiocarbónica, y es que puede fechar materiales inorgánicos y cerámica de hasta 50.000-80.000 años de antigüedad, el límite del radiocarbono. Sin embargo, es menos precisa que éste en la exactitud de las fechas.
Bases del método. Los materiales con una estructura cristalina, como la cerámica, contienen pequeñas cantidades de elementos radiactivos (uranio, potasio, torio) que se desintegran a un ritmo constante y conocido. Emiten radiaciones alfa, beta y gamma que bombardean la estructura cristalina y desplazan los electrones que quedan atrapados y a medida que pasa el tiempo quedan más aprisionados. Sólo cuando el material es calentado a más de 500º C los electrones pueden escapar poniéndose el reloj a cero. Así, se puede calcular su edad desde su primera cocción. Hay que medir el contenido reactivo y establecer la capacidad de atrapar electrones de la misma.
Se usa para datar terracotas, útiles de sílex, cerámica… Además, puede distinguir entre objetos falsos de cerámica y terracota. Sin embargo, tiene limitaciones, pues sus fechas tienen un índice de error de 10%.
Resonancia electrónica del SPIN
Esta técnica permite contabilizar los electrones atrapados en un hueso o en una concha sin el calentamiento que precisa la termoluminiscencia. Necesita muestras muy pequeñas para realizar las dataciones. La energía absorbida por el objeto a medida qu evaría la fuerza del campo magnético proporciona un espectro a partir del cual se puede contar la cantidad de electrones atrapados. Tiene una fiabilidad desde los 100.000 hasta los cinco millones de años.
Potasio-Argón
Se usa para fechar rocas de cientos e incluso miles de millones de años de antigüedad. Es una de las teorías más usadas para los yacimientos del hombre primitivo de África, que pueden llegar a los cinco millones de años. Se limita a las rocas volcánicas con una antigüedad no menor de 100.000 años. Se basa en el principio de la desintegración radiactiva del Potasio 40 al Argón 40.
Series de Uranio
Se basa en la desintegración radiactiva de los isótopos de Uranio. Puede datar desde 500.000 años hasta 10.000 años. Se pueden fechar rocas con gran contenido en carbonato cálcico. Se deben muestrear varios niveles de depósitos en una cueva y examinar meticulosamente su origen cronológico.
Huellas de fisión
Se basa en la fisión espontánea del isótopo de uranio 238 existente en gran cantidad de rocas y minerales, en la obsidiana y otros cristales volcánicos, etc. Las huellas de fisión producidas en el proceso se analizan en el microscopio y se obtiene el ritmo de fusión del Uranio 238. El reloj radiactivo se pone a 0 cuando se forma el mineral o cristal.
Todos estos métodos son fechas absolutas, pero hay otros que necesitan calibraciones, fechas que dependen de las características de los yacimientos:
Hidratación de la obsidiana: mide la absorción de agua por parte de la obsidiana cuando se fractura. El ritmo de crecimiento depende por ejemplo de la temperatura del yacimiento, el tiempo que ha estado enterrada, exposición al sol… Las fechas que da tienen que ser calibradas con el C14. Se emplea sobretodo para los últimos 10.000 años pero puede datar hasta los 120.000 años.
Racemización de aminoácidos: se usa para fechar huesos de seres humanos y animales de hasta 100.000 años de antigüedad. Consiste en que los aminoácidos existentes en las proteínas se transforman tras la muerte. Los L-enantiómeros se transforman en D-enantiómeros. La tasa de racemización depende de la temperatura y varía de un yacimiento a otro. Se calibra con C14.
Tasa de cationes: se utiliza para la datación directa de las tallas y grabados en roca. Mide la tasa de cationes (potasio y calcio) comparándolos con el de uranio. Se reducen con el tiempo y por eso se fechan. Se usa para la Prehistoria Reciente.
Cambios en el campo magnético terrestre: es el estudio de las variaciones que ha experimentado el campo magnético terrestre en el pasado, a partir del análisis de arcilla cocida y hornos cerámicos. Da fechas muy recientes, sobretodo a partir del Neolítico. Se puede datar la cerámica si se encuentra donde se fabricó. Cuando la arcilla se calienta a más de 700º las partículas de hierro se liberan y adoptan la posición del campo magnético terrestre y así se fechan. Necesita calibración con C14.
2.2.- Datación relativa
El primer paso de una investigación arqueológica implica ordenar las cosas en secuencias. Los objetos a disponer secuencialmente pueden ser los depósitos arqueológicos de una excavación estratigráfica, o pueden ser artefactos, como en una secuencia tipológica. Los cambios climáticos de la tierra también pueden dar lugar a secuencias medioambientales locales, regionales y globales. Todas pueden ser usadas en la datación relativa.
Estratigrafía
La estratigrafía es el estudio de la deposición de estratos o niveles superpuestos. El principal supuesto es que el nivel inferior se depositó primero y, por tanto, antes que el superior. De esta forma, la sucesión de estos proporcionaría una secuencia cronológica relativa, desde los más antiguos (abajo) a los más modernos (arriba).
Una excavación estratigráfica de un yacimiento arqueológico está proyectada para obtener una secuencia de este tipo. Parte de este trabajo consiste en detectar si ha habido alguna alteración natural o humana de los niveles desde su primera deposición. Cuando el arqueólogo posee una información estratigráfica cuidadosamente recogida, el arqueólogo puede aspirar a construir una secuencia relativa fiable de la deposición de los distintos estratos.
En realidad lo que queremos fechar son los materiales creados por el hombre que están en los estratos o niveles diferentes y que a la larga nos revelarán las actividades humanas del pasado en el yacimiento.
Cuando decimos que los objetos fueron hallados asociados dentro del mismo depósito queremos decir que quedaron sepultados a la vez. Siempre que éste se encuentre sellado y sin intrusiones estratigráficas, puede considerarse que los objetos asociados no son posteriores al depósito.
Más tarde, si puede darse una fecha absoluta a alguno de estos objetos, será posible asignar esa fecha al objeto y también a los objetos asociados a él y al depósito, así, se obtendrá una cronología completa para toda la secuencia. De todas formas, se debe tener en cuenta los procesos postdeposicionales de tipo cultural.
Datación de huesos
Para saber si varios huesos asociados tienen la misma fecha se usa un tipo de análisis químico mediante el estudio de sus contenidos de nitrógeno, flúor y uranio.
Cuando el hueso se encuentra en su depósito, disminuye su contenido de proteínas de forma gradual. El índice al que desciende la cantidad de nitrógeno depende de la temperatura y del contenido bacteriológico, químico y de humedad del medio en el que está enterrado el hueso. Al mismo tiempo, el agua filtrada del suelo tiene determinados efectos sobre el hueso pues éste absorbe el flúor y el uranio de ella. De esta forma, este elemento aumenta paulatinamente y puede ser medido en el laboratorio. Su incremento depende de los factores locales.
La datación química distingue así huesos de diferentes edades hallados en una aparente asociación estratigráfica dentro de un mismo yacimiento (falsificación de Piltdown: fragmentos de un cráneo humano y mandíbula de un orangután).
Secuencias tipológicas
Las secuencias tipológicas tienen mucho tiempo y requieren mucho esfuerzo. Existen dos conceptos nuevos que sirven de base a la idea de elaborar una datación relativa mediante la tipología:
-. Productos de un período y lugar determinados tienen un estilo similar.
-. El cambio estilístico de los artefactos suele ser gradual y evolutivo.
El gran maestro de este método es el estudioso sueco del s. XIX Oscar Montelius, que formuló secuencias para muchas zonas de Europa en la Edad del Cobre para útiles y armas de bronce.
Seriación
Permite ordenar conjuntos artefactuales en una sucesión y ordenación seriada que luego se aplica para determinar su ordenación temporal. Hay que distinguir entre seriación contextual y seriación de frecuencia:
-. Seriación contextual. Lo que determina la seriación es la duración de los distintos estilos artefactuales. Un pionero de la seriación contextual fue Petrie en las tumbas predinásticas del Alto Egipto.
-. Seriación de frecuencia. Medición de los cambios, en la abundancia o frecuencia, proporcional de un estilo cerámico.
Secuencias medioambientales
La idea de la existencia de una Gran Era Glaciar que se produjo en el pasado lejano nos ha acompañado desde el s. XX. Se observó que lo que se conoce como las cuatro glaciaciones principales o períodos del avance del hielo (denominadas Günz, Mindel, Riss y Würm en Europa). Interrumpiendo estos períodos fríos hubo intervalos conocidos como interglaciares. A las fluctuaciones más pequeñas dentro de estas fases principales se les llamó estúdiales o interestadiales.
Sin embargo, en las últimas décadas, los científicos han llegado a reconocer que las fluctuaciones climáticas de la Era Glaciar fueron más complejas de lo que se creyó en un principio. Se produjeron quizá dos períodos fríos separados por intermedios más cálidos.
- Columnas de sedimentos marinos y columnas de hielo
Las columnas de sedimentos marinos proporcionan en la actualidad el registro más coherente de los cambios climáticos a escala mundial. Estas columnas contienen conchas de microorganismos marinos conocidos como foraminíferos, depositadas en el fondo oceánico debido al avance lento y progresivo de la sedimentación.
Los episodios fríos de las columnas de sedimentos marinos se vinculan a los períodos de avance del hielo, y los cálidos las fases interglaciares o interestadiales de retirada del mismo.
Respecto a las columnas de hielo, las muestras extraídas del hilo polar Ártico y Antártico han sido utilizadas para generar secuencias impresionantes que revelan las oscilaciones climáticas. Resultan útiles para reconstruir el entorno de la antigüedad.
La columna de Vostok en la Antártica alcanzó una profundidad de 2200m y abarca un lapso de tiempo estimado en 160.000 años. Se han hecho buenas correlaciones a partir de las oscilaciones climáticas deducidas del análisis de las columnas de sedimentos marinos.
- Datación polínica
La conservación del polen de las flores en turberas y sedimentos lacustres ha permitido que los palinólogos elaboren secuencias detalladas de la vegetación y el clima del pasado.
El estudio de las muestras de polen procedentes de un yacimiento concreto puede, a menudo, incluirlo en una secuencia de zonas polínicas más amplia y asignarle así una fecha relativa. También pueden datarse con precisión los artefactos aislados y los hallazgos descubiertos en contextos en que el polen se ha conservado. Además, pueden vincularse a la secuencia de zonas polínicas los yacimientos y hallazgos de las proximidades.
Gracias a su resistencia frente al paso del tiempo, los granos de polen pueden proporcionar datos ambientales de una antigüedad de incluso 3 millones de años en los yacimientos del África Oriental.
- Datación faunística
Es un método de datación relativa aplicable al Pleistoceno. Se trata de la antigua técnica de datación faunística, basada en el hecho de que muchas especies de mamíferos han evolucionado considerablemente en los últimos millones de años, surgiendo formas nuevas y extinguiéndose las antiguas. Se han llevado a cabo una serie de esquemas de dichas especies para elaborar una secuencia aproximada, por ejemplo de elefantes.
En la práctica el método es muy impreciso por varias razones, entre las que está la posibilidad de que las especies extinguidas en un área pueden haber seguido existiendo durante mucho tiempo en otra.
Ha sido de gran importancia en la correlación de los yacimientos del hombre primitivo descubiertos en el este y sur de África.
3.- La reconstrucción del paleoambiente y la subsistencia
Los arqueólogos han prestado siempre poca atención a la evidencia no artefactual hasta hace pocas décadas. Ahora se considera importante observar los yacimientos dentro de su marco y tener en cuenta los procesos geomorfológicos y biológicos que se produjeron en y entorno a ellos.
La reconstrucción del medioambiente requiere, en primer lugar, dar una respuesta a las difíciles cuestiones sobre la cronología y el clima. A continuación hay que estudiar la fauna y en primer lugar la microfauna, que incluye los insectos, caracoles y roedores, que son un indicador eficaz del cambio climático.
Debido a la mala conservación de muchos tipos de indicios y a la alteración de las muestras que recuperamos, nunca podremos conocer la realidad del entorno en el pasado. Sólo se aspira a lograr la mayor aproximación posible. Ningún método concreto nos proporcionará una perspectiva adecuada (todos están distorsionados en una u otra forma) y es necesario aplicar todos los métodos, tiempo y dinero disponibles para perfilar una imagen completa.
La Paleoclimatología
Los mejores indicadores para reconstruir el clima del pasado los encontramos en el lecho marino. Por ello hay que tener en cuenta la evidencia de los océanos y las antiguas líneas de costa.
- La evidencia de los océanos
Los sedimentos del fondo oceánico se acumulan muy lentamente y en algunas zonas se componen de un cieno constituido por microfósiles como las conchas de los foraminíferos del plancton. Gracias a ellos se puede recrear el cambio de las condiciones ambientales en el tiempo estudiando las columnas sedimentarias extraídas del lecho marino y las fluctuaciones de las especies representadas, así como también la morfología de especies concretas.
Estas pruebas constituyen un complemento de valor incalculable para los datos obtenidos en tierra firme. Por ejemplo, en el Mediterráneo Oriental el análisis realizado por Robert Thunell de los foraminíferos de las muestras de sedimentos le ha permitido calcular la temperatura y salinidad de la superficie del mar en distintas épocas. Al final de la Era Glaciar la temperatura invernal era 6º C más baja que la actual y la del veron 4º C inferior.
También proporcionan información climática los análisis de las moléculas orgánicas de los sedimentos. Los lípidos grasos pueden permanecer casi intactos debido a que las células modifican la composición grasa de su lípidos según los cambios de temperatura. Usando una técnica similar, también se pueden obtener columnas de las capas estratificadas de hielo, y se pueden comparar lo isótopos de oxígeno para orientarnos sobre las oscilaciones térmicas. Los resultados obtenidos de las columnas de Groenlandia y el Antártico coinciden con los de las columnas de sedimentos marinos.
Los isótopos también proporcionan datos acerca de las precipitaciones. Debido a que son las diferencias de temperatura entre las regiones ecuatoriales y polares las que determinan en gran medida el régimen de borrascas en nuestro clima, los análisis isotópicos también nos pueden informar sobre los vientos de épocas diferentes.
- Las antiguas líneas de costa
El efecto climático más importante se refleja en la cantidad neta de tierra disponibles en cada época, que se puede calcular estudiando las antiguas líneas de costa, pues éstas han cambiado constantemente. Esto se ha debido a la expansión y contracción de los glaciares continentales. Esto tuvo una gran repercusión en la glaciación humana del planeta y en la flora y fauna existentes.
Esta técnica requiere el estudio de las superficies terrestres sumergidas bajo la costa, así como las playas levantadas o colgadas existentes en zonas terrestres. Para ello se necesita la ayuda de un especialista, pues es muy importante el poder diferenciar entre las playas que se han levantado a causa del levantamiento isostático o los movimientos tectónicos o en relación con el antiguo nivel del mar. Además, las erupciones volcánicas también pueden afectar a ellas (playas de Herculano y Pompeya. Cuyas costas están a 1'5 km del litoral y cuyo litoral se encuentra sepultado por la lava). Fuentes o indicadores para el estudio de las antiguas líneas de costa:
-. Localización de las superficies terrestres sumergidas. La topografía de las llanuras costeras sumergidas se puede realizar mar adentro mediante el sondeo acústico o el analizador de ondas sísmicas, una técnica muy afín a la primera que a 100 m puede alcanzar una penetración de más de 10 m en el lecho marino.
-. Playas levantadas y concheros. Consisten en zonas de arena, guijarros o dunas que contienen conchas marinas o basureros compuestos por conchas o huesos de animales marinos utilizados por el hombre. La localización de estos basureros puede ser un indicio preciso de las antiguas líneas de costa. Algunas de estas playas pueden tener una estratigrafía horizontal.
-. Arrecifes de coral. Proporcionan datos similares a los de las playas levantadas, pero en zonas tropicales. Debido a que el coral crece en la parte superior del agua y se extiende más o menos al nivel del mar, señala la posición de las líneas de costa anteriores y su os organismos dan información sobre el entorno marino local.
-. Arte rupestre y líneas de costa. Da una información también muy útil sobre el cambio en los entornos costeros. A medida que el mar asciende, da lugar a cambios en las plantas y animales locales y se producían modificaciones en la tecnología y se refleja en el arte de la zona.
No obstante, la mayor parte de la información que nos proporcionan estas fuentes sólo es aplicable a regiones concretas.
La geomorfología o estudio del paisaje
El análisis geormorfológico (análisis de los sedimentos y suelos) nos proporciona información acerca de las condiciones geológicas. Los sedimentos más gruesos se depositan primero, los más finos después. La geomorfología estudia las formas de desarrollo del paisaje, para ello hay que conocer la composición química de los suelos y ver la matriz de los sedimentos.
El análisis de los sedimentos y suelos nos permite interpretaciones de tipo económico debido al uso potencial que se puede hacer de determinados suelos. Hay una serie de procesos erosivos como por ejemplo las formaciones loéssicas, que suponen grandes acumulaciones debidas a la acción del viento.
Las técnicas que se usan para los análisis geomorfológicos van desde la utilización de tamices para ver los diámetros de los elementos que componen esos sedimentos, hasta la flotación.
- Paisajes Glaciares
El estudio de los movimientos y extensión de los antiguos glaciares se basa en las huellas que han dejado tras de sí. En estas zonas pueden observarse valles en forma de U, rocas desgastadas y estriadas y en los límites de la expansión glaciar, los depósitos morrénicos que suelen contener rocas ajenas a la zona pero arrastrados hasta allí por el hielo. Esto se puede ver muy bien en Alaska o Suiza.
La distribución de los fenómenos periglaciares como las cuñas de hielo fósil pueden ofrecer una guía de las condiciones climáticas en el pasado.
- Varvas
Los profundos lagos que rodeaban a los glaciares recibían depósitos anuales de sedimentos tras el deshielo de primavera. Los estratos gruesos representan años cálidos, con una fusión del glaciar, y las capas finas indican condiciones frías. Suelen contener granos de polen que complementan la información climática. Son de uso restringido fuera de Escandinavia.
- Ríos
La reconstrucción de los paisajes antiguos en torno a ríos importantes es muy valiosa pues con frecuencia fueron focos de doblamiento humano y algunos resultaron ser fundamentales para el nacimiento de la agricultura de regadío y la civilización humana, como son los casos del Nilo, Tigres y Éufrates.
Muchos llegaron a cambiar su curso en épocas distintas debido a procesos de erosión, sedimentación y alteración de las pendientes, es el caso del Indo.
- Yacimientos en cueva
Otro tipo de cauces abandonados lo constituyen las cuevas calizas, una categoría de yacimientos que ha tenido una gran importancia para la arqueología debido a que conservan una gran variedad de datos relativos a la actividad humana, clima y entorno local.
- Sedimentos y suelos
El análisis de los suelos y sedimentos es algo complicado y para ello se usan una serie de técnicas. Para llevar a cabo una descripción exacta y uniforme del color del suelo se usan las cartas Munsell de Colores. También se utilizan para describir los niveles arqueológicos. Para analizar la textura del suelo poco firme se usan las cribas o tamices de 6 a 0'06 mm. Donde el sedimento se encuentra algo compacto se usa el sistema de obtener láminas delgadas para su análisis microscópico.
Para analizar minuciosamente los sedimentos se aplica una película de goma o “laca” a la estratigrafía. Al secarse, el látex conserva una imagen de ella más fácil para analizar en detalle que el original. Estos pueden proporcionar datos sobre los procesos de deposición y erosión en el pasado. Se ha estudiado en profundidad el modo en que se han erosionado los sedimentos de las laderas hasta acumularse en el fondo de los valles en los países mediterráneos, donde el proceso dio lugar a desplazamientos del asentamiento.
Sedimentos loésicos. Un experto en suelos puede examinar un perfil sedimentario y decir, a partir de su composición y del cambio de textura y color si fue depositado por el agua, el viento o la acción humana, y puede hacerse una idea de las condiciones meteorológicas en las que se originó, y por tanto, del clima local que existió a lo largo de su existencia.
El loes funciona como un indicador climático, pues sólo se depositó en períodos de clima seco y relativamente frío.
Suelos enterrados y paleosuelos. Algunas veces se pueden mantener intactas antiguas superficies de terreno debajo de ciertos tipos de sedimentos. Las apariciones más espectaculares son las producidas por erupciones volcánicas (Pompeya, Herculano, Akrotiri), que llegan incluso a ser más reveladores.
PALEOBOTÁNICA
Restos microbotánicos
- Análisis polínicos
La palinología fue creada por el sueco Van Post y se puede aplicar a multitud de yacimientos y proporciona información cronológica y medioambiental. Nos ofrece datos sobre las fluctuaciones de la vegetación a lo largo del tiempo, cualesquiera que fuesen sus causas, que se puede comparar con los resultados de otros métodos. Las aplicaciones más conocidas del análisis polínico son del Holoceno, y han delimitado una serie de zonas polínicas a lo largo del tiempo. Cada una de ellas está caracterizada por distintas comunidades vegetales. Pueden proporcionar información muy necesaria sobre entornos tan antiguos como los de los sedimentos de Hadar y en el Valle del río Omo en Etiopía.
- Cutículas fósiles
La reconstrucción de la vegetación antigua en entornos cubiertos de hierba ha sido entorpecida por el hecho de que los granos de polen de especies herbáceas son casi indistinguibles entre sí, incluso utilizando un microscopio electrónico de barrido. Podemos compensar esta dificultad recurriendo al auxilio que prestan las cutículas fósiles. La cutícula es la membrana protectora externa de la piel de hojas y briznas de hierba, formada por cutina, un material muy resistente que conserva el patrón de las células que subyacen a la epidermis y que poseen formas características. Se componen de células de silicio de distintas formas y diseños, así como de hebras y otros rasgos distintivos.
Es útil para identificar material herbáceo, completo o fragmentario. La cutícula también se puede extraer del estómago o de las heces.
- Fitolitos
Son diminutas partículas de sílice procedentes de las células de las plantas y capaces de permanecer después de que el resto del organismo se haya descompuesto o quemado. Son corrientes en los hogares y niveles de ceniza, pero también aparecen en la cerámica, el yeso e incluso en los útiles líticos y en los dientes de los animales herbívoros.
La utilidad de estos cristales reside en que se producen en grandes cantidades, sobreviven bien en sedimentos antiguos y hay miríadas de formas y tamaños distintos que varían según el tipo, aunque suele ser difícil de identificar su género o especie. Nos indican el uso que hizo el hombre de determinadas plantas, aunque su mera presencia completa la imagen del entorno creada por otros medios.
- Análisis de diatomeas
Son algas unicelulares que poseen una envoltura de sílice en lugar de celulosa que permanece tras la muerte del alga. Se acumulan en cantidades ingentes en el fondo de cualquier masa de agua en la que vivan algas. Hay algunas en la turba, pero la mayoría procede de sedimentos lacustres y costeros.
Sus formas y diseños bien definidos permiten identificarlos con gran precisión y sus conjuntos reflejan directamente la composición de la flora y la productividad de las comunidades diatomeas acuáticas e, indirectamente, la salinidad, alcalinidad y nivel nutriente del agua. Según las exigencias medioambientales de las distintas especies se puede determinar cuál era su entorno inmediato en épocas diferentes.
También pueden indicar si el agua era dulce o salada o salobre, y por ello han sido utilizadas para saber cuando se aislaron los lagos del mar en zonas de alzamiento tectónico, para localizar la situación de las antiguas líneas de costa, determinar las transgresiones marinas y conocer la polución del agua.
Restos macrobotánicos
Existen varios tipos de restos macrobotánicos que son potencialmente recuperables y que nos proporcionan información sobre qué plantas crecieron alrededor de los yacimientos y sobre las condiciones del entorno local.
La recuperación de estos restos se ha simplificado gracias al desarrollo de técnicas de criba y flotación capaces de separar las partículas minerales de la materia orgánica según su tamaño y densidad, respectivamente. Además de los sedimentos también han aparecido restos en los estómagos de mamuts congelados, cuerpos conservados en la turba, coprolitos de hombres, hienas, perezosos gigantes… en dientes de mamuts, útiles líticos y residuos dentro de vasijas.
Tipos de restos:
-. Semillas y frutos. Al estudiar antiguas semillas y frutos se puede identificar su especie. En algunos casos se han desintegrado pero han dejado improntas tras de sí: las impresiones de granos que son muy comunes en la cerámica: marcas de hojas e improntas en materiales como el yeso, la toba al cuero y el bronce corroído. Su identificación depende del tipo y calidad de las huellas. A pesar de ello, no quiere decir que una determinada planta fuese de crecimiento local, pueden ser importadas, y lo mismo ocurre con la cerámica.
-. Residuos vegetales. Análisis químico de los residuos de paltnas en vasijas. Sus resultados nos pueden dar información sobre el tipo de especies que ha´bia. Las vasijas puedne contener fibras vegetales como material desgrasante que puede identificar el microscopio.
-. Restos de madera. Suele se hallado y extraído por el arqueólogo. Una vez que los restos han sido tamizados, clasificados y secados, el especialista lo puede examinar con un microscopio e identificar su género y especie.
Algunos proceden de construcciones, muebles e instrumentos, por lo que tienden a reflejar la selección humana de la madera, más que la variedad total de las especies que crecían en torno a un yacimiento. La cuantificación es complicada, pues los fragmentos de carbón no tienen el mismo tamaño.
ARQUEOZOOLOGÍA
La arqueozoología estudia los restos de fauna. En primer lugar hay que considerar una serie de preguntas: ¿qué causas han provocado la presencia de restos de animales en los yacimientos? ¿qué cambios han sufrido los restos animales? Nosotros nos vamos a centrar sólo en la presencia de huesos de animales por humanos.
Una cuestión muy importante es la explotación de estos recursos por causas alimentarias y por otras actividades subsidiarias: vestimenta, industria. La evidencia directa más importante es la presencia de huesos en los yacimientos. Sin embargo, hay evidencias indirectas como por ejemplo restos de estiércol en un yacimiento que nos puede indicar estabulación y por tanto ganadería, pero también se puede usar como combustible. De todos modos hay que analizar el contexto en que aparecen. La presencia de larvas de insectos puede indicar también la práctica de ganadería. También hay una serie de animales que se pueden relacionar con la producción de alimentos: la existencia de roedores nos informa de la existencia de recursos vegetales; hay moluscos que en determinados contextos nos indican el cultivo; el gorrión es indicador de habitación prolongada en determinados asentamientos.
Microfauna
- Moluscos
+ Moluscos terrestres. Las conchas de carbonato cálcico se conservan en muchos tipos de sedimentos, pero en especial, en contextos alcalinos. Reflejan las condiciones locales y pueden ser sensibles a los cambios microclimáticos. Se debe tener en cuenta que, en ocasiones, muchas especies pueden tener gran tolerancia y reaccionan con relativa lentitud al cambio, de forma que “resisten” en regiones adversas y se trasladan lentamente a zonas adecuadas.
Es necesario saber si las conchas estaban depositadas in situ o fueron arrastradas por el agua o el viento desde otro lugar. Deben estar bien conservados para identificar la especie. Una vez que se ha definido el conjunto, se deben reconstruir los cambios a lo largo del tiempo y el modo en que se alteró la población de moluscos en respuesta a las oscilaciones medioambientales.
+ Moluscos marinos. Los concheros de moluscos marinos pueden ayudar en ocasiones a definir las antiguas líneas de costa. El cambio en el porcentaje de sus especies a lo largo del tiempo puede decirnos algo sobre la naturaleza del microentorno costero mediante el estudio de las preferencias actuales de las especies representadas. El cambio climático sugerido por las alteraciones en la presencia o abundancia de las distintas especies se puede compara con los resultados del análisis isotópico del oxígeno de las conchas.
- Insectos, roedores y murciélagos
Son las especies que aparecen más habitualmente. Un especialista puede obtener una gran cantidad de información medioambiental de las asociaciones y fluctuaciones de estas criaturas aparentemente significativas ya que la mayoría de ellas están presentes en los yacimientos arqueológicos más por causas naturales que por la explotación humana.
Es necesario asegurase que los huesos son contemporáneos del nivel y que no ha habido una madriguera. También se debe tener en cuenta que, incluso aunque los restos no sean intrusitos, no siempre indicarán el entorno inmediato.
- Aves y peces
Los huesos de aves y peces son especialmente frágiles, pero su estudio merece la pena. Pueden usarse para determinar las estaciones en que fueron ocupados ciertos yacimientos. Las aves son sensibles al cambio climático y la alternancia de especies “cálidas” y “frías” en la última era glaciar ha sido de gran ayuda para reconstruir el medioambiente aunque a veces resulta difícil decidir si un ave está presente de forma natural o si ha sido introducido por un predador animal o humano.
Macrofauna
Son menos fiables pues son menos sensibles a los cambios climáticos o medioambientales y porque aparecen en el contexto arqueológico llevados por sus depredadores. Además, han sido seleccionados y no muestran toda la gama faunística con precisión. Por lo tanto, lo ideal es encontrar acumulaciones de restos naturales a causa de accidentes o catástrofes naturales. Sin embargo, son excepcionales.
Sobreviven cuando son sepultados con rapidez o en yacimientos anegados o ácidos. En los sedimentos se impregnan de minerales, aumentan su peso y dureza, y por tanto, su durabilidad.
Cuando se recogen, lo primero que se hace es identificarlos, comparándolos con un grupo de referencia. La anatomía y dientes nos informan sobre su dieta. La información sobre su hábitat procede de las poblaciones actuales. Soportan muy bien las temperaturas, por lo que la evidencia de un determinado animal en un lugar no implica unas condiciones climáticas determinadas.
Los estudios de fauna
- Identificación y cuantificación
Al analizar el conjunto de huesos el primer paso a seguir será su identificación, y después su cuantificación, tanto en relación al número de huesos como también kilos de carne. El estudio de estos se hará usando determinadas partes del animal, como la mandíbula, la pelvis, diente, fémur… El número de restos son plasmados en una gráfica. El cálculo del peso de la carne nos servirá para saber qué cantidad se consumía y el aporte calórico según el animal. La cantidad de carne dependerá del sexo y de la edad del animal, la estación en que murió y las variaciones geográficos en cuanto al tamaño del cuerpo y a la nutrición.
El primer paso es la identificación de las especies y debe hacerse sobre colecciones de referencia. Se debe identificar qué hueso es y a qué animal pertenece. Después viene la cuantificación, que sirve para valorar la cantidad de huesos que hemos identificado. En la cuantificación hay que tener en cuenta una serie de factores:
-. Estado de conservación. Los huesos de los mamíferos grandes sobreviven mejor que los de criaturas más pequeñas.
-. Las posibilidades de conservación de las distintas especies. Algunos animales tienen más huesos o dientes que otros.
-. El estado de fragmentación y procesos postdeposicionales. Las diferencias en las técnicas de extracción de la médula pueden producir cantidades diferentes de fragmentos en huesos similares. Este problema se soluciona calculando el peso de los huesos de la muestra.
Es improbable que baste simplemente con contar el número de restos identificados (NRI), ya que puede dar lugar a una valoración errónea de la abundancia relativa de las distintas especies. También se requiere el cálculo del número mínimo de individuos (NMI). El NRI y el NMI deberían ser utilizados conjuntamente, también teniendo en cuenta, algunas veces, el peso total de los huesos de cada especie.
A continuación es necesario deducir cuánta carne representan los huesos, es decir, calcular el peso real de la carne representado por los huesos de la muestra. El cálculo del peso de la carne nos servirá para saber qué cantidad se consumía y el aporte calórico según el animal. La cantidad de carne dependerá del sexo y de la edad del animal, la estación en que murió y las variaciones geográficas en cuanto al tamaño del cuerpo y a la nutrición.
- Determinación del sexo y de la edad
Usamos partes específicas del esqueleto, como los cuernos, los colmillos, los huesos de la pelvis….
Para la diferenciación sexual, un elemento a tener en cuenta es el del tamaño de los huesos. En animales que tengan astas es fácil determinar la diferencia, pues cambian según el sexo. Pueden obtenerse cálculos precisos a partir del análisis de la erupción y desgaste de los dientes y con el estudio de sus anillos anuales de cemento. Otros indicadores de sexo son:
-. Caninos grandes.
-. La hembra tiene una estructura pélvica diferente.
Para la edad usamos los dientes y el desgaste de los molares. También se puede usar el grado de cierre de las suturas craneales o el grado de fusión de la diáfisis de ls extremidades y sus epífisis. La edad se estima comparando la información sobre estos rasgos en poblaciones actuales, aunque las diferencias geográficas son difíciles de evaluar exactamente.
La determinación de la edad proporciona una perspectiva de las preferencias dietéticas y las técnicas de explotación, pero la estación de la muerte también es de gran importancia. Hay muchas formas de identificar la estación, conociendo en qué momento del año nacen las crías, los restos de fetos o los huesos de los recién nacidos pueden indicar con precisión de la estación de ocupación.
A veces, toda esta información nos puede proporcionar información sobre cómo y cuando explotaba el hombre sus recursos.
Los animales que mueren por enfermedad son descartados pues sólo se buscan los que han sido sacrificados para hacer estimaciones de tipo económico.
- La domesticación
La domesticación es un período largo y que no ha acabado. Se inicia a finales del Pleistoceno, aunque algunas especies desaparecen y vuelven a ser domesticadas. La domesticación podría definirse como la intervención humana en los hábitos naturales de reproducción de ciertas especies que ha conducido a transformaciones en las características físicas de las especies en estado salvaje.
En el estudio de la domesticación hay una serie de problemas:
-. Las partes más blandas y el pelaje se pierden en el registro arqueológico, por lo que sólo hay que atenerse a la morfología del esqueleto.
-. A veces los cambios morfológicos no son tan evidentes.
-. El cambio morfológico no es igual de rápido en todas las especies animales.
Existen dos tipos de domesticación:
-. Conservación de animales con fines económicos. Es una domesticación no selectiva. Se ve a los animales como colectividad, como un conjunto.
-. Domesticación selectiva. Los animales son considerados como seres individuales con la finalidad de aumentar la producción con destino al consumo.
El primer foco de domesticación se encuentra en Oriente Próximo:
-. Oveja. Es el primer animal domesticado o manipulado para la obtención de alimentos. El ejemplar más antiguo domesticado apareció en Zawi Chemi Shanidar con una cronología de 11.000 a. C. La oveja frecuenta zonas de relieve ondulado o de pasto abierto. En un principio no tenía lana, pero le apareció después.
-. Cabra. Los restos más antiguos se encuentran en los yacimientos de Asiab o de Ali Kosh. Poco después de iniciarse la domesticación empezó a sufrir cambios en los cuernos, ya que empezarán a retorcerse.
-. Los bóvidos. El antepasado de la vaca fue el uro salvaje. Preferían las zonas de vegetación abierta. Se extendía por Europa, Asia y Norte de África. Los bóvidos se impusieron rápidamente como principal fuente de carne, leche, piel y como bestias de carga.
-. Los cerdos. El ancestro es el jabalí. Aunque las especies adultas son muy feroces, las jóvenes no, por lo que serían domesticados a partir de esa edad. Producían una gran cantidad de carne y se alimentaban de desperdicios.
-. El perro. Se encuentra entre los animales más antiguos. Se encontraba repartido por todo el hemisferio norte, por lo que habría varios focos en los que se domesticaría de forma independiente.
Para saber qué animal ha sido domesticado se emplean varios criterios. Estos pueden ser directos (modificaciones morfológicas, disminución del tamaño) o indirectos (patrones de matanza, porcentajes de edad y de sexo).
Hay que tener en cuenta la ley de Bergman: los individuos salvajes de una misma especie son más pequeños en latitudes inferiores que en las mayores. Se miden entonces los dientes molares.
Los huesos y los dientes son los restos que aparecen con más frecuencia en los yacimientos, y los arqueólogos, inicialmente, intentaron determinar la domesticación a partir de cambios morfológicos como la reducción del tamaño de la mandíbula y el creciente agrupamiento de los dientes. Estos criterios han resultado ser poco fiables pues ignoramos cuánto tiempo tardaron en producirse estos efectos desde que los humanos hincaron el proceso de domesticación. Algunas especies han diminuido su tamaño en el proceso pero muchas especies salvajes también lo han experimentado a causa de los factores medioambientales, como en la última Era Glaciar.
Existe otra técnica para estudiar los huesos y que fue utilizada por la zooarqueóloga Isabella Drew cree que el fenómeno es una respuesta a carencias, por falta de ejercicio, mala nutrición, deterioro genético… por lo que los animales domésticos no desarrollan huesos tan fuertes. También se producen modificaciones en la lana o la piel como ocurre con la oveja.
Otro enfoque ha sido estudiar los cambios en poblaciones de animales en lugar de individuos. La introducción de animales domésticos en zonas donde sus antepasados salvajes no eran autóctonos es uno de los criterios de la intervención humana que se suele utilizar, aunque se complican con la frecuente aparición de poblaciones ferales (animales domesticados que se han vuelto salvajes). Sería más significativo un cambio radical de un patrón de mortandad a otro en un breve espacio de tiempo, lo cual sería un argumento convincente para la domesticación.
La estructura de sexo y edad es muy reveladora, por ejemplo, en un rebaño, respecto a si se criaban los animales para carne o para obtener leche. Un rebaño para carne contendrá un número elevado de animales adolescentes y de adultos jóvenes, mientras que uno para leche tendrá hembras adultas.
Ciertas herramientas pueden indicar la presencia de animales domésticos, como arados, yugos, arreos de caballo. Un contexto inusual también pude proporcionar información.
La evidencia artística, en algunos casos, hace pensar en un posible intento aún más temprano de controlar a los animales. Paul Bahn demostró que algunas imágenes de finales de la Era Glaciar hacen alusión al control de animales individuales. En épocas posteriores, el arte es especialmente revelador respecto a la domesticación, desde las representaciones de animales de griegos, romanos y mesopotámicos, hasta los murales egipcios en los que figuran no sólo animales de granja sino algún tipo de domesticación de especies más exóticas.
Las deformidades y las enfermedades pueden proporcionar datos convincentes sobre la domesticación. Cuando son usados para la tracción, los caballos, ganado vacuno y camellos sufrían a veces de osteoartritis o deformaciones debidas al esfuerzo en sus extremidades inferiores. En los caballos el fenómeno conocido como esparaván tiene la misma causa y consiste en una proliferación de huesos nuevos en torno a los tarsos y al metatarso, que da lugar a una fusión. Algunas enfermedades pueden ser un indicio de mala administración de los rebaños: el raquitismo, por ejemplo, revela una dieta insuficiente o un mal pasto, mientras que el ganado estabulado y la superpoblación predisponen a los animales a la gastroenteritis parasitaria.
4.- La identificación de las poblaciones humanas: el análisis paleoantropológico
La paleoantropología es el estudio de los restos humanos desde unos enfoques muy diversos. Su principal objetivo es la determinación de las características físicas de los individuos (edad, sexo, patologías…). Este tipo de análisis se centra en el estudio de los restos óseos que obtenemos de la actividad arqueológica. Los métodos usados provienen de otras ciencias.
Hay que tener en cuenta la necesidad y posibilidad de determinar una serie de datos que nos van a ser muy útiles a la hora de interpretar los restos: hay que ver si los restos provienen de enterramientos, de huesos sueltos. En ocasiones se pueden encontrar los cuerpos más o menos enteros (como por ejemplo las momias egipcias), pero dependiendo de una serie de factores:
-. Ambientes secos y que permanecen durante mucho tiempo en las mismas condiciones.
-. Frío extremo.
Los cuerpos momificados nos dan una gran información porque conservan gran parte de sus características físicas anatómicas. También nos podemos encontrar con que los restos humanos han desaparecido y sólo queda la impronta. Esto es muy típico de los suelos loésicos.
Determinación del sexo
En los cuerpos intactos o en las representaciones artísticas la determinación del sexo suele ser fácil, pues se hace a partir de los genitales. Si éstos no están presentes, suelen ser muy indicativos otros caracteres secundarios como pechos, barbas o bigotes. Sin estos rasgos, la tarea se convierte en todo un reto.
En relación a los esqueletos humanos y restos de huesos sin tejidos blandos, el mejor indicativo sería la forma de la pelvis, dado que el hombre y la mujer tienen necesidades biológicas distintas. También se pueden usar otras partes del esqueleto, pues en general, los huesos de los hombres son más grandes, largos y robustos, y tienen unas señales de musculatura más desarrolladas que la de la mujer, más ligeros y esbeltos. Los extremos proximales del brazo y el fémur del hombre poseen superficies articuladas más grandes, la mujer tiene un hueso pectoral más corto; y los hombres poseen cráneos más grandes, con arcos supraciliares y procesos mastoideos (las protuberancias bajo las orejas) más prominentes, una frente inclinada, una mandíbula y unos dientes más grandes y, en ciertas poblaciones, una capacidad craneal mayor.
Si los fragmentos son muy pequeños o están muy desgastados para este tipo de análisis, se puede llevar a cabo un análisis químico. Entre la pubertad y la menopausia, los huesos femeninos tienen un nivel de citrato más alto que los masculinos a causa del ciclo hormonal de la mujer, y el cálculo de su nivel puede presentar una exactitud de en torno al 90%. El estudio de las tibias nos demuestra el sexo en un 80%.
Si se trata de niños, no se pueden usar los mismos métodos. Se puede saber combinando los tipos de enterramiento para niños y niñas en determinados yacimientos, o comprobando las erupciones dentales ya que en las niñas se produce antes que en los niños.
Determinación de la edad
Determinar la edad de muerte nos permite conocer las expectativas de edad. Generalmente, es posible establecer con certeza la edad biológica en el momento de la muerte, más que hacer un cálculo exacto en años y meses. Para ello, el mejor indicador serían los dientes. Se estudia la erupción y sustitución de los dientes de leche, la secuencia de aparición de la dentición permanente, y por último, el grado de desgaste de estos. Este método es muy fiable para los restos de épocas recientes.
A pesar de ello, para épocas mucho más antiguas, se cree que deben repasarse de nuevo los viejos supuestos. El esmalte dental crece aun ritmo constante y se puede medir. Sus líneas de desarrollo forman estrías que pueden ser contadas mediante un microscopio electrónico de barrido. En las bobalicones actuales surge una nueva estría cada semana y hay que suponer que con los homínidos ocurría lo mismo, aunque aún no se ha demostrado.
Otros aspectos de la dentadura también nos pueden proporcionar indicios respecto a la edad. Después de que la carena dental ha salido por completo, su raíz todavía es inmadura y tarda varios años en crecer totalmente. Este grado de desarrollo se puede determinar por rayos X y obtenerse resultados de una cierta precisión hasta la edad de 20 años.
Además, las raíces totalmente formadas de los dientes de un adulto joven tienen extremos agudos, pero desde los 25 años se vuelven redondeados debido al cemento que se deposita en torno a ellos. A veces, los ancianos tienen dentina en las cavidades de la pulpa y sus raíces se vuelven traslúcidas gradualmente de la punta hacia arriba.
Otro método para establecer la edad sería el estudio de los huesos, como la secuencia fija en la que los extremos articulares (epífisis) aparecen y se fusionan con el hueso, proporciona una escala temporal aplicable a los restos de individuos jóvenes (muñeca, extremo interno de la clavícula…).
Respecto a los huesos también se usaba el factor de la fusión de las suturas entre los huesos de la bóveda craneana, pero recientes investigaciones llevan a pensar que es demasiado impreciso. El grosor del cráneo, por otra parte, sí que tiene que ver con la edad, pues cuanto más grueso sea el cráneo, más viejo será el espécimen. En la vejez todos los huesos se hacen más ligeros y delgados, pero los del cráneo se vuelven un 10% más gruesos.
Si los restos de huesos son fragmentarios, la solución sería observarlos con el microscopio pues, a medida que envejecemos, la estructura cambia en gran medida. Un hueso joven (veinte años) tiene anillos en torno a su circunferencia y una cantidad relativamente pequeña de estructuras circulares llamadas sistemas de Havers. Con la edad, estos anillos desaparecen y surgen sistemas de Havers más numerosos y pequeños.
Características físicas
- Altura
Es fácil de calcular si se conserva el cuerpo entero, aunque también se puede calcular con base en el tamaño de ciertos huesos largos, en especial, los de las piernas (momia de Tutankamón) esta fórmula se denomina ecuación de regresión (relación métrica de la longitud del hueso respecto a la longitud total del cuerpo). Hay que decir que esta estimación se debe hacer con distintas ecuaciones, según las diferentes proporciones corporales, aunque por norma general, la huella de un adulto equivale al 15,5% de la altura total del individuo. Cuando se desconoce la población original del material esquelético, se usa una estatura femoral media, teniendo un margen de error de 5 cm.
También se puede calcular mediante los huesos de los brazos (hombre de Lindow) y en ocasiones se ha recurrido a los estarcidos de manos. Asimismo se han calculado alturas mediante las huellas de distintos individuos.
- Peso
El peso es fácil de calcular a partir de cuerpos intactos, dado que se sabe que el peso en seco equivale al 25-30% del peso en vida. La altura también nos puede guiar, pues conocemos el margen normal de peso de un individuo de cualquier sexo y de una estatura dada, que no sea ni obeso ni excesivamente delgado. Si conocemos el sexo, la edad de fallecimiento y la estatura, podemos aproximarnos a la cifra del peso. Además, el hueso de la pierna también nos puede indicar la complexión de su propietario.
- Paleopatologías
Cuando tenemos cuerpos intactos, a veces se puede deducir la causa exacta del fallecimiento. Sin embargo, por lo que respecta a la mayoría de los restos de esqueletos que llegan a nosotros, sólo se pueden determinar con certeza la causa de la muerte en escasas ocasiones, dado que gran parte de los males que llevan la muerte no dejan huella en los huesos. Aparte del análisis visual, se puede recurrir al análisis de Rayos X.
Por otro lado, el estudio de las enfermedades se puede realizar a partir del análisis de otros elementos humanos: tejidos blandos, dientes, coprolitos, evidencias quirúrgicas. Sólo se puede realizar un análisis exhaustivo de las enfermedades antiguas en aquellos cuerpos que conserven tejidos blandos. A veces el tejido superficial puede revelar evidencias de enfermedades, como eczemas o afecciones similares. En ocasiones, se pueden estudiar tejidos blandos que ya no existen: las huellas de pies y manos y los estarcidos de manos.
Cuando sobreviven tejidos blandos, por lo general se pueden encontrar parásitos de algún tipo. El primer sitio que se examina en un cuerpo es el intestino para determinar la presencia de diversos inquilinos intestinales como huevos de tricocéfalo y de lombriz intestinal: el hombre de Grauballe en Dinamarca contenía millones de huevos de tricocéfalo en su intestino. Otra fuente importante de información sobre los parásitos son los coprolitos.
La sarna y los virus también pueden sobrevivir de forma reconocible en los tejidos blandos e incluso pueden causar problemas al arqueólogo incauto.
Por otro lado, a partir del estudio de los huesos se pueden ver deformidades y enfermedades. Una cuidadosa observación por parte de un experto puede revelar muchas veces cómo se produjo el daño y el nivel de gravedad de las consecuencias para la víctima. Algunas comunidades humanas incluso han deformado los cráneos deliberadamente. He aquí algunas enfermedades encontradas a partir del análisis óseo:
-. Periodontales. Se ve mejor en los colmillos de los niños cuando dejan de mamar porque son más propensos a sufrir una serie de infecciones que pueden superar o no.
-. Hiperostosis porótica. Se debe a problemas de anemia derivada de enfermedades intestinales.
-. Periostitis infecciosa. Se puede deber a pequeños traumatismos. Se encuentra en la tibia y nos indica también la existencia de varices.
-. Artrosis. Se presentan en la columna de forma importante, también en las articulaciones. Se debe al tipo de actividad desarrollada por las poblaciones. En Fuente Álamo la artrosis se produce por subir al poblado que está situado en un cerro muy elevado y difícil de subir. En Abu Hureyra en las mujeres se encontraron restos de artrosis en el codo, lumbares, rodilla y pies debido a la práctica de la molienda.
El estudio de los dientes puede proporcionar mucha y variada información. El análisis de los dientes muestra que el desgaste excesivo y la frecuente falta de piezas, no sólo se debían a la arena que se introducía en los alimentos, sino también a la consistencia de la comida y a la presencia de materiales duros en las plantas. Los análisis por Rayos X pueden revelar además caries y lesiones dentales. Cuando se analiza la dentadura, es necesario recordar que a veces se extraían dientes sanos por razones estéticas o ceremoniales. También dentro de lo que son intervenciones quirúrgicas humanas hay que señalar la práctica de trepanaciones con fines terapéuticos.
Otros estudios
- Relaciones de parentesco
En algunos casos, según hemos visto, es posible determinar el grado de parentesco entre individuos comparando la forma del cráneo o analizando el cabello. Hay otros métodos para ello, como averiguar el grupo sanguíneo a partir de huesos u otros tejidos utilizando la técnica de Imre Lengyel en Hungría. También se pude averiguar a partir de tejidos blandos, hueso o incluso una dentina de más de 30.000 años. El análisis de las proteínas por la prueba radioinmunológica puede identificar las moléculas proteínicas conservadas en fósiles de miles e incluso millones de años de antigüedad y descifrar las relaciones taxonómicas entre organismos fósiles, extintos y vivos.
Dado que el grupo sanguíneo se hereda simplemente de los padres, a veces distintos sistemas pueden ayudar a aclarar las relaciones físicas entre cuerpos diferentes (caso de Tutankamon y la Tumba 55 de Tebas, un posible pariente). Posiblemente, muy pronto se puedan averiguar las relaciones familiares mediante el análisis de ADN.
- Análisis de las huellas de pisada
Para estudiar uno de los rasgos exclusivamente humanos más elementales existen varios métodos. Se analizan ciertas partes del esqueleto y de las proporciones del cuerpo, aunque a veces sólo sobreviven los cráneos. En el cráneo se puede encontrar un tipo diferente de evidencia relativa al caminar erguido. El orificio occipital, donde se introduce la espina dorsal, proporciona información respecto a la postura del cuerpo durante la locomoción.
También se puede obtener información de señales reales de locomoción humana, de las huellas de pies de homínidos primitivos. Además de las que se encontraron en Laeotoli, aparecieron en Francia, donde fueron estudiadas mediante moldes de resina de silicona. En muchos aspectos, los indicios del caminar erguido aportados por las huellas son más claros que los obtenidos a través del análisis de los huesos.
- Pautas de conducta
a) ¿Qué mano usaban?
Podemos saber si eran diestros o zurdos según la mano que usaban en el arte. También podemos saberlo según la iluminación de los grabados. Cuando se han representado figuras humanas cogiendo algo, la mano que lo sostiene siempre es la derecha. También lo podemos saber porque los que son diestros tienen los huesos más largos, fuertes y musculosos en el codo derecho. Las fracturas y cortes son otras evidencias: los soldados diestros tienden a ser heridos en el lado izquierdo. Las propias herramientas también pueden ser reveladoras porque se conoce su uso a través de las marcas de roce. Actualmente, el 90% de los hombres son diestros.
b) Aparición del habla
El habla es gobernada en la parte izquierda del cerebro. Algunos investigadores creen que podemos obtener información sobre la primitiva capacidad lingüística a partir de los moldes endocraneales. Estos se elaboran vertiendo goma de látex dentro de un cráneo, y cuando se endurece forma una imagen de la superficie interna del cráneo en la que el contorno exterior del cerebro deja improntas tenues. Así, se estima la capacidad craneal. La protuberancia del hemisferio izquierdo indicaría la existencia del habla.
c) Uso de los dientes
Las marcas pueden dejar ver un uso de la boca y de los dientes como una tercera mano para asir y cortar cosas, lo cual era muy propio de los neandertales, ya que presentan un enorme desgaste en los dientes. Podrían haber usado palillos para la higiene bucal.
d) Uso de manos y dedos
Se puede estudiar la destreza de manos y dedos.
e) Canibalismo
La existencia de un canibalismo está documentada en el Paleolítico y en el Neolítico por causas rituales o por una cuestión de alimentación. Los huesos que han sido consumidos presentan ciertos rasgos que los delatan, como determinadas huellas, si están asociados a los de los animales o si se encuentran en un basurero.
Los cráneos suelen tener muestras de haberle arrancado el pelo con la intención de consumir el cerebro. Son su apreciación por medio del microscopio podemos saber incluso con qué útil se realizaron tales marcas.
- Análisis de coprolitos
Los coprolitos sólo se conservan en raras ocasiones y en yacimientos muy secos. Donde sobreviven han demostrado ser una fuente de información muy importante respecto a lo que comían los individuos en el pasado. El análisis de los coprolitos proporciona datos sobre la vegetación circundante y sobre la estación en la que se produjo el coprolito.
Recuperación y conservación de los restos
Inicialmente, se debe determinar si hay restos humanos y en qué cantidad. Esto es relativamente fácil cuando se trata de cuerpos intactos, esqueletos o cráneos completos. Los huesos sueltos y los fragmentos grandes serán reconocibles para el arqueólogo cualificado. Incluso los fragmentos pequeños pueden incluir partes características por las que se puede reconocer al ser humano. Cuando se trata de enterramientos o hallazgos múltiples, se puede identificar el número de individuos a partir de las partes del cuerpo más abundantes.
Podemos hablar de enterramientos primarios cuando encontramos el cuerpo en el mismo lugar en el que se depositó, o secundarios cuando los huesos han sido descarnados o transportados desde otro lugar.
Las momificaciones intencionadas no han sido el único método mediante el cual se han conservado los cuerpos casi intactos, pues pueden haberse congelado o conservado en la turba de forma natural, semimomificaciones por agentes naturales,… En estos ejemplos podemos obtener datos como el tipo y color del pelo, color y marcas de la piel (arrugas o cicatrices), tatuajes…
Otras veces el cuerpo no ha podido ser recuperado, pero se han dejado evidencias de él: los huecos de los habitantes de Pompeya dejados en la lava una vez desaparecido el cuerpo; huellas de pisadas o de cuerpo desaparecidos por el alto aporte ácido del suelo. A pesar de ello, la mayoría de las evidencias son restos de huesos o fragmentos, que proporcionan una gran información.
TEMA 5: EL ANÁLISIS DE LABORATORIO 2
1.- Técnicas de laboratorio para el estudio de los artefactos
1.1.- EL ESTUDIO DE LOS ARTEFACTOS
Introducción
Cuando se estudia tecnologías antiguas siempre se tiene que tener en cuenta que la muestra conservada puede estar incompleta. Se debe tener en cuenta la capacidad de conservación de cada material y, por ello, los útiles líticos son los que predominan en el registro arqueológico. Algunos que se han descompuesto pueden ser detectados ocasionalmente por los huecos, cambios en el suelo o marcas que hayan dejado. También se pueden conocer herramientas por las represtaciones artísticas o por sus “efectos” (por ejemplo, el corte de una espada en un cráneo o la marca de un pico en un muro de cantería.
Debemos tener en cuenta al estudiar un objeto si fue hecho o utilizado por el hombre en el pasado, pues a veces ha ocurrido que se han confundido con materiales o útiles formados por procesos naturales. El poder diferenciarlos se hace más difícil para los útiles muy primitivos. La cuestión es menos fácil de resolver, ya que puede resultar imposible distinguir entre el trabajo humano más tosco de las modificaciones causadas por agentes de la naturaleza. En este caso puede ser de ayuda el examen del contexto de un hallazgo.
Interpretación de la evidencia
El estudio de los artefactos se puede enfocar desde distintos tipos de vista. La evidencia etnográfica y etnoarqueológica puede arrojar luz sobre cuestiones generales y específicas relativas a la tecnología. La etnografía y el sentido común hacen pensar que el hombre tendía a utilizar cualquier material del que dispusiese fácilmente y en abundancia para las tareas más cotidianas, pero que invertía tiempo y esfuerzo en la fabricación de herramientas que utilizaría repetidamente y llevaría consigo.
Por tanto, la abundancia de un tipo de útil en el registro arqueológico no es necesariamente una señal de su importancia intrínseca en la cultura, la herramienta encontrada con más frecuencia pudo haber sido elaborada con rapidez y desechada inmediatamente después de su utilización, mientras que el utensilio más raro sería guardado y reutilizado en varias ocasiones, antes de que fuese abandonado en un momento dado. La etnografía nos puede ayudar en la identificación de un artefacto particular.
La identificación de las formas de las herramientas mediante la analogía etnográfica deberá limitarse a casos donde exista una probable continuidad entre la cultura arqueológica y la sociedad actual o al menos a aquellas culturas con un nivel de subsistencia y entorno ecológico similares.
En los últimos años, los aspectos arqueológicos y etnográficos del estudio tecnológico han sido complementados por el interés, cada vez mayor, por reunir el pasado mediante la experimentación.
2.- Tecnología y tipología del utillaje
Materiales
Entre los materiales debe hacerse una distinción, pues los hay naturales, como la piedra, el hueso, el asta, las conchas, madera, fibras vegetales y de origen animal, etc.… y los artificiales, como el metal, el vidrio, la cerámica…
PIEDRA
- Extracción
Buena parte de la piedra de los útiles primitivos fue recogida en lechos de corrientes de agua o en otros puntos del paisaje, pero los lugares de origen más visibles arqueológicamente son las minas y las canteras.
Las minas más famosas son las de sílex del Neolítico y épocas posteriores en el norte de Europa, como Spiennes o Grimes Graves. Su excavación ha revelado una mezcla de minería a cielo abierto y en pozos, según el terreno y la situación del filón apetecido, y un grado de conocimiento técnico en la emisión de vetas mediocres y la concentración en los mejores materiales.
En Rijckholt, Holanda, los arqueólogos excavaron un túnel de explotación de 150 m siguiendo un nivel de creta rica en nódulos de sílex descubierta por los hombres del Neolítico en el IV milenio a. C. Se encontraron no menos de 66 pozos mineros de 10-16 m de profundidad. Las impresiones en las paredes de un pozo excavado indicaron que se evitaban los derrumbes con un muro de contención de ramas trenzadas. Los profundos surcos en la creta en aquellos puntos donde termina el pozo y comienzan las galerías implican que se utilizaban cuerdas para izar los nódulos a la superficie. Se encontraron más de 15.000 hachas embotadas o rotas. Cada pozo contenía unas 350 hachas y se ha calculado que habrían quedado inservibles cinco de ellas retirando un solo metro cúbico de creta. Se afilaban allí mismo, cosa que demuestran los duros percutores encontrados junto a ellas y las numerosas lascas de sílex.
En esta mina se hallaron piquetas de asta. En otras minas se han hallado restos de fuego que indican que algunas veces se fracturaban al principio las superficies rocosas calentándolas con una pequeña hoguera y enfriándolas luego con agua.
Han sobrevivido también algunos utensilio de madera en las minas de cobre de la región de Mittelberg, en los Alpes Austríacos, como martillos, cuñas, palas y una antorcha, un trineo de madera para transportar cargas e incluso una escalera hecha con un tronco de árbol tallado.
Asimismo, hay minas de obsidiana en Próximo Oriente, en Anatolia, el Río Jordán, lo que también nos indica contactos comerciales entre pueblos. También se explotó en islas del Mediterráneo Oriental y Central (Lípari) y la zona central del Taurus. En los Cárpatos hay un gran desarrollo con base en la explotación de la obsidiana, incluso se hacían “expediciones de pesca” para explotarla.
Respecto a las canteras, se han hallado objetos inacabados o piedras abandonadas que ayudan al arqueólogo a hacer reconstrucciones tecnológicas. Los mejores ejemplos son la cantera de las laderas del volcán Rano Raraku (isla de Pascua), la cantera de obeliscos de Assuan (Egipto) y el yacimiento de Rumiqolqa (Perú). La primera contiene decenas de estatuas inacabadas en distintas fases de elaboración, desde una silueta trazada en la superficie de una roca hasta una figura trazada en la superficie de una roca hasta una figura completa unida a ésta sólo por la base. En toda el área se han encontrado percutores.
Para los obeliscos de Assuan se utilizaban pesadas bolas de dolerita. Las señales de percusión aún visibles en Assuán son muy similares a las de Rumiqolqa. Ésta cuenta con 250 bloques modelados que yacente abandonados en un enorme foso de 100 m de longitud. Habían sido tallados con percutores.
- Materiales de construcción
Los bloques de piedra más granes eran usados en la construcción, pero, ¿cómo se transportaban desde las canteras? Para ello, se estudiaron los patrones de desgaste. En una cantera inca, Protzen los estudió en algunos bloques y vio que se arrastraban por su cara más amplia hacia abajo, pues las marcas aparecen en ésta. Quizás el mayor problema haya sido cómo organizaron las cuerdas y los hombres.
En Egipto tenemos alguna información de una antigua representación que muestra el traslado de una estatua de alabastro atada a un trineo de madera y del que tiran 90 hombres, lo que ha de atribuirse a una licencia artística.
Una vez que se habían transportado, ¿cómo se construía? Aquí de nuevo contamos con los estudios de Protzen sobre los incas. Ha dado a conocer muchas técnicas implicadas, que aunque triviales, no restan mérito al talento de los incas. Sus experimentos están respaldados pro textos del s. XVI.
- Piedra tallada
Los útiles líticos se elaboraban retirando material de una canto o “núcleo” hasta que se hubiese conseguido la forma deseada. Las primeras lascas extraídas contienen restos de la superficie exterior (corteza). Luego se extraen lascas de retalla hasta lograr la forma definitiva y también se pueden “retocar” ciertos bordes desgajando diminutas lascas secundarias.
La historia de la tecnología lítica muestra esporádicos aumentos en el grado de complejidad. Las primeras herramientas reconocibles son simples choppers y lascas elaboradas mediante percusión de los cantos para obtener filos cortantes, como los útiles olduvaienses. El hombre avanzó hasta tallar las dos caras del útil (bifaz achólense). Hace unos 100.000 años se empleó la técnica levallois en la que le núcleo era trabajado de tal forma que se podían extraer grandes lascas de formas y tamaños decididos de antemano. En el Paleolítico Superior triunfó la tecnología de base laminar. Así se elaboraban una mayor variedad de útiles y se desperdiciaba menos materia prima, obteniendo una mayor superficie de filo cortante.
La tecnología lítica tiene su punto máximo en el Mesolítico con el predominio de los microlitos, diminutos utensilios líticos, muchos de los cuales fueron usados probablemente como barbas en armas compuestas. Es tarea del arqueólogo el reconstruir la secuencia de las fases de manufactura. Para ello, resulta de gran ayuda el descubrimiento de una serie de talleres líticos como por ejemplo el de Taku en Japón.
Se pueden reproducir algunas técnicas de elaboración a partir de las huellas en los útiles y todavía se pueden observar muchas de ellas entre los escaso pueblos actuales, como los mayas de las tierras altas o los aborígenes. Se han llevado a cabo trabajos etnoarqueológicos en Australia y Mesoamérica. También pueden ser de gran ayuda las representaciones artísticas.
Mediante arqueología experimental se pueden elaborar copias exactas de distintos tipos de útiles líticos, usando sólo la tecnología existente entonces, con el fin de determinar el proceso implicado y la cantidad de tiempo y esfuerzo requeridos.
Los arqueólogos también pueden utilizar las réplicas y la experimentación para descubrir si se habían calentado deliberadamente ciertos útiles de sílex durante su manufactura y, si así fue, el porqué. Se estudiaron las diferencias entre el chert no calentado y el calentado, y éste último tenía un aspecto más terso, aumentaba su fuerza compresiva pero descendía la fuerza necesaria para romperlo. Posteriores experimentos demostraron que se podían obtener lascas mayores mediante talla por presión tras un calentamiento.
Por otro lado, el remontado de útiles líticos consiste en tratar de volver a unir los útiles y lascas, como en un puzzle tridimensional. El trabajo es tedioso y exige mucho tiempo, aunque se pueden obtener resultados espectaculares. Nos permite seguir los pasos de la actividad del tallador e incluso sus movimientos por el yacimiento.
También se puede identificar la función del útil mediante el estudio del microdesgaste, sobre todo a partir de los estudios en 1957 de Semenov. Utilizando un microscopio binocular descubrió que los útiles conservan huellas de uso, varios tipos de pulidos y estrías. Los trabajos posteriores demostraron que las estrías no eran tan universales como él había afirmado y se centró la atención en el microlascado. Luego los trabajos entraron en una nueva fase con la aparición del microscopio electrónico de barrido.
Era necesario relacionar un tipo de desgaste con una actividad concreta y la arqueología experimental fue la solución. Se copiaron útiles y cada uno se usó en una tarea distinta. Las huellas de cada uno de ellos permitió a Keeley establecer una colección de referencia con la que se podrían comparar los desgastes de las herramientas prehispánicas.
- Piedra pulimentada
Se usó en artefactos pequeños, como elementos que significasen prestigio, y actividades relacionadas con la carpintería. Se fabricaban hachas, soportes para hachas, objetos de adorno…
HUESO, ASTA, CONCHA Y PIEL
La atención del arqueólogo se centra en el método de la manufactura y la función. No siempre es fácil diferenciar los artefactos hechos deliberadamente de la materia orgánica procedente de accidentes naturales. No se sabe con seguridad pero puede ser que en el Paleolítico Superior se hubieran usado huesos sin trabajar como herramientas al mismo tiempo que la piedra.
De modo similar, algunos objetos frágiles como las conchas pueden tener perforaciones que no sean necesariamente artificiales. Tras algunos estudios se demostró que si una concha se rayaba, serraba o raspaba presentaba señales reconocibles, mientras que si se golpeaba se dejaban agujeros irregulares que eran difíciles de identificar como accidentales. Por lo tanto, habría que basarse en el contexto del hallazgo y en el lugar de la perforación.
En el yacimiento surafricano de Kasteelberg se descubrió un área de trabajo en la que se puede apreciar cada uno de los pasos del proceso de elaboración de útiles de hueso. Los ocupantes de este yacimiento trabajaban en un lugar abrigado y utilizaban sobretodo los huesos del pie y el alcélafo (un tipo de antílope). Se retiraban los extremos de los huesos con un percutor lítico y un punzón. Luego se efectuaba una incisión a lo largo de la diáfisis y después se raí y se pulía hasta que ésta quedaba dividida. A las astillas resultantes se les daba forma con piedras y, finalmente, se afilaban y pulían hasta convertirlas en puntas.
Para analizar las huellas de uso se vierte sobre el útil un compuesto de nitrocelulosa que luego se retira y se coloca en marcos de diapositivas. Para deducir la función se han usado tanto la arqueología experimental como las huellas de uso.
MADERA
Es uno de los materiales orgánicos más importantes y debió ser usado para fabricar útiles. Además, conocemos útiles cuya función era trabajar la madera. Si ésta sobrevive en buenas condiciones, puede conservar huellas de utensilios que muestran cómo fue trabajada. Es muy importante poder distinguir estas marcas de las hechas por otros agentes (por ejemplo, los dientes de un castor).
Hay circunstancias especiales en las que se pueden conservar utensilios de madera, como en Egipto, desde donde nos han llegado herramientas agrícolas (rastrillos, palas, azadas…), muebles, armas, juguetes y útiles de carpintería. Las pinturas egipcias también muestran carpinteros usando taladros y sierras. También se han encontrado objetos de madera de mayor tamaño como ataúdes, cámaras mortuorias, puentes, troncos de muelles, restos de viviendas y gran diversidad de vehículos con ruedas (carros, carretas, carruajes y carros de guerra). El transporte rodado tuvo un gran impacto social y económico, y se evolucionó desde las ruedas de una sola pieza hasta las ruedas con radios. A pesar de ello, la navegación tuvo mayor expansión geográfica.
Para la navegación se recurre a la arqueología subacuática, que nos ha aportado algunos ejemplos, como los restos de un barco griego y otro hallado en Turquía. Para estudiar mejor este tipo de hallazgos se requieren unos conocimientos previos de ensamblaje de madera. Además, es muy útil intentar hacer una reconstrucción del barco a una escala menor, como se hizo con el barco encontrado en Gizeh del faraón Keops con 4500 años de antigüedad. Las reproducciones se pueden hacer a partir de representaciones y así se hizo con un barco de guerra griego.
Además, la arqueología puede probar la existencia de barcos por el mero hecho de que la gente se encuentre en un determinado lugar, como la existencia del hombre en Australia. También se ha documentado la existencia de obsidiana de las islas del Egeo en la Grecia continental.
FIBRAS VEGETALES Y ANIMALES
La fabricación de recipientes, tejidos y cuerdas de piel, corteza y fibras textiles se remonta a los momentos más antiguos, pero raras veces se conservan. Cuando se conservan es por que las condiciones son de gran aridez o humedad. En regiones secas, como Egipto y el Nuevo Mundo, se han conservado algunos artículos que nos han permitido estudiar la cestería y el cordaje, con diseños y técnicas complejas y sofisticadas que demuestran un gran dominio.
Las condiciones de encharcamiento nos permiten también la conservación de restos, como los talleres del York vikingo del s. X d. C. Se encontró una curtiduría con una enorme cantidad de pelo de animal en el suelo procedente de pieles y cueros, y una esquina llena de gusanos debido a que allí se habían depositado las raspaduras de pieles. Se efectuó la flotación y se encontraron fermentos de saúco para curar las pieles, ceniza de madera para tratar la piel antes de tensarla, entre los tintes había brezo, raíz de rubia y cierta cantidad de hierbas de tintoreo.
Para saber cómo se fabricaban los tejidos y con qué, se dispone de cierta cantidad de información sobre los métodos de tejeduría precolombinos con base en la observación etnográfica, así como en relatos e ilustraciones de época colonial, representaciones en la cerámica mochica y hallazgos de telares y objetos antiguos (husos y lanzaderas de hueso, caña o madera). Parece ser que había tres tipos de telares, dos eran fijos (uno horizontal y otro vertical) que se usaban para piezas grandes de lienzo y otro portátil para artículos como prendas o bolsas.
Sin embargo, la evidencia más valiosa procede de los tejidos peruanos que se han conservado. Dominaban casi todos los métodos de fabricación o decoración de textiles y sus productos son de los mejores jamás hechos. Hacia el 3000 a. C. habían creado tejidos de algodón. También usaron fibras animales y poseían una gran diversidad de tintes.
En Egipto también tenemos algunos ejemplos importantes, como una maqueta que apareció en una tumba y que representaba un taller de tejidos con un telar horizontal o de suelo. Petrie, cuando se encontraba en la excavación de Kahun halló restos de tejidos en los suelos de las casas. eran de lana de oveja y de colores rojo y azul. La mortaja de una momia resultó ser de lino. En una tumba celta se hallaron fibras de varios animales y plantas.
El corte de las fibras es fácil de identificar y las marcas de cuchillo se distinguen con facilidad de las producidas por esquiladoras y tijeras.
LA CERÁMICA
APARTADO DE LA CERÁMICA DADO EN CLASE
- Reconstrucción del proceso cultural a través de los estudios cerámicos
Hay diversos enfoques en el estudio de las cerámicas: antropológico, etnológico y tipológico. Para los estudios arqueológicos es de vital importancia la fabricación y distribución de la cerámica. El estudio cerámico es importante para estudiar el contexto económico. Para hacer un estudio adecuado hay que partir del estudio de los aspectos tecnológicos, y del análisis de materias primas.
En relación con la tecnología habría que tener en cuenta una serie de aspectos relacionados con la producción:
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Aprovisionamiento de materias primas. El análisis de materias primas nos caracteriza los minerales que aparecen en las pastas. Esto nos indica el lugar de aprovisionamiento de la cerámica, y por tanto el transporte.
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Preparación. Uso de desgrasantes…
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Modelado a mano y torno. Se pueden utilizar artefactos para el modelado como por ejemplo instrumentos de madera que sirven para facilitar el modelado. El torno lento permite girar la pieza y ganar en simetría.
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Tratamiento de las superficies. Decoración, en la que hay que distinguir una serie de apartados:
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Decoración durante la cocción: incisión, impresiones (cardial, peine, cuerda), excisiones, relieves.
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Decoración después de la cocción. Grabada o esgrafiada.
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Por aplicación. Engobe, aguada, almagra, barniz, grafitada, pintada, aplicaciones incrustadas (piedra, ámbar, metal).
-
También son necesarios los elementos de aprehensión: perforaciones, mamelones/orejetas, mangos, asas, perforaciones para colgarlo o para facilitar su manejo. Pueden también tener la intención de decoración. Pueden ser característicos de algunas comunidades.
Secado. Para eliminar porcentaje de agua que haría que se desquebrajase la pieza. Hay que tener en cuenta el clima (húmedo o seco), la época del año para poner a secar (en las zonas tropicales no se fabrica cerámica en la época de lluvia).
Cocción. El proceso de decoración depende de la estructura en que se va a cocer, de la atmósfera, del tipo de combustible, del aislamiento. Hay varios tipos en los que se hace la cocción: fosos/hoyos, hogares y hornos. Los hornos controlan mejor la atmósfera y tienen una serie de partes como la parrilla, la cubierta abovedada y la cámara de combustión. La atmósfera depende del control que tengan los alfareros de la cantidad de oxígeno que entra en el horno durante el tipo de cocción. Así, hay dos tipos de atmósferas:
Oxidante. Existe una gran aportación de oxígeno.
Reductora. Predomina el monóxido de carbono
Neutra. Predomina el dióxido de carbono.
Dentro de la producción cerámica hay dos grupos de temas de estudio u operaciones:
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Operaciones esenciales. Aprovisionamiento, transporte, preparación de la arcilla (depuración, decantación, añadido de desgrasantes, relacionado con la funcionalidad de la cerámica). Modelado, tratamiento de superficies, secado, cocción.
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Operaciones secundarias. Decoración, determinados tratamientos de superficie (asas o barnices).
- Clasificación cerámica
Se puede hacer atendiendo a varios aspectos como la funcionalidad o las materias primas. En cualquier caso, habría que partir de la variabilidad de la forma, teniendo así dos tipos de clasificación:
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Intuitiva. Nos permite analizar la cerámica a partir de categorías geométricas: formas abiertas, cerradas, ovoide, globular… Hay que hacerla antes de los análisis estadísticos.
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Morfométrica. Se basa en tipos estadísticos. Parten de la obtención de medidas de los vasos, dando lugar a graduaciones de distintos tipos.
- Métodos analíticos
a) Análisis de las materias cerámicas
Están relacionados con las técnicas petrológicas. Esas técnicas analíticas nos hablan de las características de las producciones cerámicas, lo cual nos permitiría conocer la procedencia de la cerámica y por tanto establecer redes de intercambios.
b) Análisis petrográfico de lámina delgada
Una lámina delgada es una finísima hoja delgada de material cerámico montada con un adhesivo o resina especiales en un cristal de microscopio. Se disminuye el grosor de la hoja de cerámica hasta unos 0,03 mm y se pega encima un barniz vidriado. Al montar la lámina en un microscopio con fuente de luz polarizada y portaobjetos giratorio, los distintos minerales que hay en la cerámica reaccionarán ante la luz de manera diferente, y estas diferencias contribuirán a su identificación. La identificación de los minerales presentes en la muestra nos ayudará a descubrir el origen de la arcilla o del relleno.
c) Estudios de Etnoarqueología cerámica
Estos estudios nos permiten:
-. La documentación de manufactura cerámica.
-. Técnicas de cocción.
-. Sistemas de distribución de los productos cerámicos.
-. Uso, rotura, reutilización y rechazo.
-. Condiciones sociales de producción y distribución.
Si analizamos la fabricación cerámica y su uso en una sociedad actual durante períodos de tiempo dilatado, nos va a permitir realizar una serie de comparaciones de fabricación, de uso… Permite interpretaciones de los conjuntos que hemos recuperado. El estudio de cambios en la alfarería contemporánea nos puede ayudar a conocer los cambios en la prehistoria y sus causas: fabricación de recipientes alternativos, las condiciones del mercado, la demanda social.
La etnoarqueología posee una herramienta muy útil para producir modelos explicativos que se puedan proyectar a sociedades antiguas.
Los análisis para determinar la función de la cerámica son muy variados:
1.- El análisis de las materias primas es fundamental, sobretodo en el desgrasante utilizado.
2.- Análisis de la forma de los vasos.
3.- Respuesta a tensiones ejercidas sobre los vasos.
4.- Huellas de uso.
5.- Análisis de residuos: grasa, resinas… procesos deposicionales. En la arqueología americana se han utilizado censos de cerámica del s. XVII.
d) Estudios de organización social y política
- La tecnología y el volumen de la producción ayudan a poner modelos sociales y políticos.
- Los análisis de patrones decorativos y estilos nos informan de las condiciones individuales del alfarero, del momento de desarrollo de la técnica decorativa, de la individualidad del carácter artístico.
- Relación entre el sexo del alfarero y la organización de la producción cerámica (determinación por el volumen de la producción). Podemos diferenciar dos tipos de producción:
-. Doméstica. Aquellos vasos de cerámica realizados para su uso familiar. Es un volumen de producción bajo. Debió haber sido hecho por las mujeres.
-. Especializada. Hay que distinguir distintos niveles de producción:
+ Nivel doméstico. Las producciones cerámicas se hacen para distribuirlas a nivel familiar dentro del poblado en el que se realizan las producciones. Es una producción realizada también por las mujeres. Estas producciones especializadas domésticas tienen una serie de connotaciones: la capacidad individual de la mujer.
+ Nivel artesanal a tiempo completo. Distribución intraasentamiento e interasentamientos. En este contexto se sitúa el taller de alfarero a escala familiar, en el que trabajan tanto el hombre como la mujer.
+ Nivel industrial. Uso del torno, que en algunas comunidades es sólo usado por los hombres.
APARTADO DE LA CERÁMICA QUE VIENE EN EL RENFREW
LA CERÁMICA
La no existencia de restos de cerámica antes del Neolítico no quiere decir que no se supiera fabricar, pues en cualquier fuego podría haberse hecho. Sin embargo, una de las causas puede ser el modo de vida itinerante de los cazadores-recolectores del Paleolítico, para los que hubiera sido de poca utilidad una pesada vasija de arcilla cocida.
La aparición de la cerámica coincide, generalmente con la adopción de un modo de vida más sedentario en el que este tipo de recipientes era más necesario. Se han hallado yacimientos en los que se han encontrado una gran cantidad de restos cerámicos. Durante mucho tiempo, y antes de la aparición de los métodos de datación absoluta, los arqueólogos usaban la cerámica como indicador cronológico y para elaborar tipologías basadas en el cambio de forma y decoración de las vasijas. Sin embargo, ahora se presta más atención a la identificación de la procedencia de la materia prima, a los residuos de las ollas como fuente de información sobre su dieta, a los métodos de fabricación y al uso que se dio a la cerámica.
- Desgrasantes cerámicos
A veces basta con observar para identificar las inclusiones de la arcilla conocidas como desgrasantes, es decir, el relleno incorporado para dar a la cerámica una mayor consistencia y manejabilidad y para neutralizar cualquier rotura o compresión durante la cocción.
Los materiales más comunes que se utilizaban como desgrasante son conchas trituradas, cerámica rota, arena, hierba, paja o fragmentos de esponja. Los experimentos realizados han determinado las propiedades de los distintos desgrasantes y se ha descubierto que las conchas trituradas y quemadas hacen que la arcilla sea más resistente al choque y al impacto calorífico que la arena gruesa o las conchas sin quemar. El mejor desgrasante después del anterior es la arena fina. Cuanto más menudo sea el desgrasante más resistente será la vasija; y el registro arqueológico de ciertas zonas del Nuevo Mundo muestra, en efecto, una tendencia continua hacia el empleo de desgrasantes más minúsculos.
- La fabricación cerámica
La elaboración de cacharros en un torno o plato giratorio sólo apareció en Mesopotamia después del 3400 a. C. como muy pronto. El método anterior consistía en construir la vasija a mano con una serie de rollos o trozos de arcilla. Generalmente, el método de manufactura se puede adivinar mediante un examen de la superficie interna y externa de un cacharro. Las vasijas a torno suelen tener una espiral de pliegues y estrías muy típica de los productos fabricados a torno y que sirve para diferenciarlos de los que han sido fabricados a mano. Estas marcas son realizadas por los dedos a medida que el alfarero da forma a la vasija en el torno. A veces, también pueden quedar impresiones en la cara exterior de las ollas, dejadas por las espátulas, cubiertas a veces de tela, utilizadas para dar a la pasta una acabado más resistente y liso.
- La cocción
Se puede deducir el método a partir de las características del producto acabado. Por ejemplo, si la superficie aparece vidriada, la vasija fue cocida a más de 900º C y en un horno cerrado. El grado de oxidación de una olla también indica el método de cocción. Una oxidación completa produce un calor uniforme en toda la pasta. Si el núcleo de una vasija es oscuro, la temperatura de cocción era demasiado baja para oxidar por completo la arcilla o bien la duración de la cocción fue insuficiente, factores que pueden indicar el uso de un horno abierto.
La cocción abierta puede dar lugar a unas decoloraciones manchadas en la superficie llamadas “nubes de cocción”. La cocción experimental de pastas diferentes a distintas temperaturas y en varios tipos de hornos proporciona una guía sobre los colores y efectos que se pueden esperar.
Se conocen algunos hornos de aldeas cercanas a una ciudad productora de cerámica en Tailandia. Estaban instalados sobre montículos para aislarlos de la humedad del suelo y producían cerámica que luego se exportaba al sureste asiático, Japón, y Asia Occidental.
- La evidencia etnográfica
La producción de cerámica por métodos tradicionales todavía existe en todo el mundo, de forma que se puede estudiar desde la etnoarqueología sus aspectos tecnológicos y desde el punto de vista comercial y social. Los estudios de Lathrap sobre una tribu de indios del Amazonas han revelado que la mayoría de las mujeres son alfareras y que fabrican vasijas para cocinar o para almacenar. Las vasijas se fabrican con arcillas locales y con diversos desgrasantes como viejas ollas desmenuzadas, aunque también se importan otros minerales y pigmentos de regiones vecinas para hacer bandas y adornos. Los cacharros se elaboran con rollos de arcilla. Estos estudios nos son útiles para saber los patrones de uso, abandono y limpieza en el yacimiento.
Las fuentes históricas y las representaciones artísticas de diversas culturas proporcionan datos complementarios.
ARQUEOMETALURGIA
- Introducción
Los metales entran en parte en los materiales sintéticos. La metalurgia supondría la reducción de minerales para conseguir metal. Una definición más compleja sería considerarla como la transformación de la materia prima destinada a la obtención de metal de los minerales hasta conformar el útil. El estudio de la metalurgia antigua se llama paleometalurgia, y se ocupa de los procedimientos técnicos. La paleometalurgia abarca las actividades asociadas a la metalurgia, pero también las relaciones sociales de las poblaciones del final del Neolítico Medio. También se intentan explicar las implicaciones de tipo económico, las distribuciones espaciales y la situación en el contexto arqueológico. Desde este punto de vista, la paleometalurgia hay que incluirla en el contexto del estudio arqueológico.
Muchos de los restos de artefactos metálicos los hemos recibido a partir de la excavación de tumbas, ya que aparecían como ajuar: punzones, anzuelos, hachas. La utilización de madera en la manipulación de metales es muy amplia.
- Metales no férricos
El metal no férrico más importante de los utilizados en al antigüedad fue el cobre. Con el tiempo se averiguó que se podía conseguir un producto más duro y resistente aleando cobre y estaño para hacer bronce. El oro y la plata también eran importantes y no debemos olvidar el plomo. Otros materiales, como el estaño y el antimonio, sólo eran utilizados pocas veces en forma metálica.
En la mayoría de las regiones en las que se producía cobre y bronce hubo una progresión natural, que dependió sobretodo de la temperatura:
1.- Modelado del cobre nativo. Puede ser martillado, cortado, pulido… Fue muy utilizado en la cultura del Cobre Antiguo y hace su aparición en el Viejo Mundo en yacimientos agrícolas tan antiguos como Çatal Huyuk y Ali Kosh en torno al 7.000 a. C.
2.- Templado del cobre nativo. Es el proceso de calentar y golpear el metal. El martillado por sí solo hace que éste se vuelva frágil.
3.- Reducción de los minerales de óxido y carbonato de cobre.
4.- Fundición y moldeo del cobre, primero en un molde univalvo (abierto) y luego en moldes bivalvos.
5.- Aleación con arsénico o estaño para hacer bronce.
6.- Reducción de menas sulfurosas.
7.- Método de la cera perdida y utilización del proceso de moldeo superpuesto, en el que se producían formas más complicadas mediante un moldeo en varias fases.
Se pueden investigar de varias formas las técnicas de manufactura: el primer aspecto a determinar es la composición, para ello se utilizan técnicas de análisis de oligoelementos, también la espectrometría de emisión óptica, la espectrometría de absorción atómica, fluorescencia de rayos X…). Otra aproximación fundamental es la que ofrece el análisis metalográfico en el que se estudia la estructura del material y si se ha dado forma a un artefacto por martillado en frío, templado, moldeo o una combinación de estos métodos.
El inicio del cobre hay que entenderlo dentro del contexto de los elementos de intercambio, son elementos de lujo, por lo que son demandados por una parte determinada de la población. Otros materiales de lujo que se intercambiaban eran la obsidiana, el spondylus, la cerámica, y artefactos de cobre.
La materia prima procede en el Neolítico Final de la explotación de poblados situados a una distancia media a determinados centro mineros, sobretodo zonas montañosas. Después de una manipulación se transporta a los talleres en donde se producen los útiles.
La distribución del cobre aparece en los Balcanes Centrales y Orientales. Sin embargo, estas zonas no son las de mayor producción. Hay que tener en cuenta el contexto de los hallazgos:
-. Aislados, debido por ejemplo al arado de un campo.
-. Definidos en asentamientos. Un conjunto de elementos en el interior de una casa, que podría ser un taller metalúrgico dependiendo del número de evidencias y de objetos asociados a la manipulación metalúrgica.
-. De forma indefinida. Son generalmente conjuntos de rechazo: un cuchillo que se rompe y se abandona.
-. Funerarios. No puede ser el único contexto que nos muestre la mayor información. Destaca la necrópolis de Varna, donde hay tumbas que evidencian una gran complejidad social.
-. Depósitos intencionados, que se encuentran generalmente fuera de los poblados. Destaca la cultura de Karbuna, que rodea a la de Vinça.
- La minería
Las minas más antiguas están en los Balcanes, y se conoce que comenzaron a ser explotadas desde el V milenio a. C. Destacan también las minas de Rudna Glava. Generalmente, están en zonas de montaña. En Rudna Glava se encontraron hasta 40 pozos. El mecanismo de extracción del mineral se basaría en la construcción de una plataforma en talud y a partir de ahí se abría la boca de la mina y se realizaban las galerías.
Se explotan minerales de malaquita, azurita y cuprita, que son carbonatos de cobre, porque son más fáciles de procesar después. Las rocas se partían mediante calentamientos y enfriamientos. Después con martillos de piedra se terminaría de partir los fragmentos de roca para extraer los fragmentos de carbonato cálcico. Han aparecido en los entornos mineros restos de cerámica que servirían para transportar el agua para el enfriamiento del mineral. Esta cerámica ha sido la que ha permitido fechar los yacimientos.
- Procesos de formación
Todo el proceso de la tecnología metalúrgica se desarrolla en los Balcanes a lo largo de 1000 años, con altibajos. La aparición de las técnicas de aleación y las hachas con perforación para enmangue vertical se produce en la primera mitad del III milenio.
Hay una serie de hornos que son necesarios para la fabricación de cerámicas y que necesitan un gran desarrollo de la técnica reductora de la cerámica con temperaturas de más de 1000º C, dando lugar a unas cerámicas muy oscuras con aspecto metálico. Sin embargo, la producción de sílex no se abandona, lo cual no significa que fuese una edad del cobre retrasada, sino que se adaptaba a las necesidades propias de las comunidades.
- Contexto social
-. La explotación minera y la actividad metalúrgica está asociada al desarrollo social que cambió las antiguas tradiciones neolíticas de los Balcanes.
-. Se consigue el control de la producción y de la distribución, lo cual permite la integración de las materias primas en las redes de intercambio, en las que se incluyen también los ítems de prestigio.
-. Además, existe una demanda de elementos de prestigio para grupos restringidos de la comunidad. Esto se ve en los contextos funerarios.
-. Había artesanos.
- Aleación
La aleación del cobre con estaño produce bronce. Esta aleación tiene unos efectos beneficiosos: es más duro y menos frágil, por lo cual viene bien para las hojas de lanzas y dagas; evitan la formación de burbujas o venteaduras en el cobre; facilita el trabajo del objeto al permitir el martillado reiterado sin que éste se vuelva frágil.
Podría ocurrir que se usara un cobre rico en arsénico desde el principio y que no fuera una aleación. La composición de las aleaciones de oro y plata se puede deducir determinando su peso específico.
- Moldeo
Se puede obtener información sobre el tipo de molde utilizado con una simple inspección del artefacto. Técnicas de moldeo:
1-. Uso de molde bivalvo. Este se da en las piezas que presentan evidencias de moldeo tanto en la superficie superior como en la inferior.
2-. Cera perdida. Alcanzó un alto grado de perfección en el Nuevo Mundo. Consiste en modelar la forma deseada en cera y luego en cubrir el modelo con arcilla, dejando sólo un pequeño conducto hasta el exterior. A continuación se vierte el metal fundido, que va sustituyendo a la cera y se convierte en la figura de metal. Formas para identificar la cera perdida:
+ Escasos relatos e ilustraciones de los colonizadores españoles.
+ Fragmentos negros del revestimiento de arcilla que permanecen adheridos a unas pocas figuras de metal.
+ Microscopio metalográfico.
+ Microanálisis de sonda electrónica.
3-. Martillado y templado.
Por otro lado, existen técnicas para averiguar el método de manufactura:
-. Examinar los subproductos del proceso.
-. Deducciones a partir de las marcas superficiales de algunos objetos.
-. Moldes. Algunos que eran de piedra han sobrevivido y aportan gran información.
-. Estudio de las escorias. A menudo hay que utilizar análisis para distinguir las escorias derivadas del refinado del cobre, de aquellas producidas en la elaboración del hierro. Las escorias de crisol se distinguen de las de refinado por su elevada concentración de cobre.
-. Análisis microquímico de los residuos de vasijas de cerámica.
-. Estudio de los lugares de manufactura.
-. Restos de hornos.
- Plata, plomo y platino
a) Plomo. Tiene un punto bajo de fusión, lo que permite que sea trabajado con facilidad, aunque es muy blando, y por tanto no fue utilizado para demasiados fines. En algunas áreas se utilizaban parches de plomo para repara vasijas rotas. Sus minerales suelen ser ricos en plata.
b) La obtención de plata a partir de minerales de plomo se hace mediante la oxidación del plomo. El oro y la plata permanecen inalterados mientras que el litargirio es absorbido por el horno.
c) El platino era trabajado en Ecuador desde el s. II a. C., aunque no fue conocido en Europa hasta el s. XVI y los europeos sólo consiguieron fundirlo en la década de 1870. En Ecuador era apreciado por su dureza y resistencia a la corrosión, y lo utilizaban a menudo en combinación con el oro.
- Técnicas decorativas
- Trabajo del metal en láminas
- Estampillado, grabado y repujado.
- Filigrana.
- Granulado.
Estas técnicas se pueden averiguar mediante un examen cuidadoso del trabajo de un buen artesano operando con una tecnología tradicional en vez de con algunos ensayos de arqueología experimental realizados por un individuo que carece de las ventajas que da una experiencia de generaciones.
- Chapado
El chapado es un método para unir metales, por ejemplo plata y oro, o cobre y oro. Fueron utilizados por los peruanos antes que los europeos. El ejemplo más claro es el del cementerio de Loma Negra en Perú, donde se había aplicado calor para unir oro y cobre. Los investigadores contemplaron la posibilidad de un galvanizado por sustitución química.
- Hierro y acero
En el Viejo Mundo el hierro hace su aparición en grandes cantidades con el inicio en el Oriente Próximo de la Edad del Hierro, en torno al 1000 a. C. Sin embargo, hay evidencias de que era trabajado bastante antes: el hierro meteórico (hierro procedente de meteoritos y que aparece en forma metálica en estado natural) fue muy conocido en el Próximo Oriente y se hicieron con él cilindro-sellos y otros ornamentos. Además, en África el hierro es más abundante que el cobre.
Se puede reducir el hierro a partir del óxido puro a unos 800º C por debajo de su punto de fusión a 1540 ºC. Los minerales férricos también contienen otros elementos superfinos llamados ganga, además de óxidos. Estos deben ser retirados en el proceso de fundición mediante la escorificación en la que se alcanzan temperaturas lo suficientemente elevadas como para que la escoria se vuelva líquida y se escurra, dejando el metal en estado sólido en forma de esponja de hierro.
Los hornos más simples y cómodos para fundir el hierro eran en forma de cubeta. Se introducía en su interior el mineral y el carbón vegetal y se elevaba la temperatura a unos 1100 ºC mediante fuelles. El paso siguiente es el forjado, que tiene lugar en la herrería o forja.
La producción de hierro colado requería de unos hornos más preparados. En China el hierro colado y el forjado aparecen casi al mismo tiempo en el s. VI a. C.
Por otro lado, el acero es simplemente hierro con un contenido de carbono entre el 0'3 y 1'2%, y es a la vez maleable y susceptible de ser endurecido por enfriamiento. El auténtico hierro no se produjo hasta la época romana.
TEMA 6: LA INTERPRETACIÓN DE LOS DATOS ARQUEOLÓGICOS
1.- La reconstrucción de las sociedades humanas: la estructura social
1.1.- Introducción
Dentro de la organización de la sociedad hay que ver la posición del yacimiento, así como las diferencias sociales. Hay que adecuar los sistemas de investigación a las características del yacimiento que estamos estudiando. Los yacimientos arqueológicos abarcan desde pequeñas dispersiones de artefactos, hasta llegar a la complejidad arqueológica que suponen los grandes centros de Próximo Oriente (tells).
Para poder obtener el máximo de información hay que documentar la organización del yacimiento, y determinar la estructura de la sociedad. El arqueólogo excavará a menudo un único yacimiento. Pero ¿era una unidad política independiente, como una ciudad-estado griega o maya, o una unidad más simple. Cualquier yacimiento que estudiemos tendrá su propia zona de influencia, su propia área de captación para alimentar a su población y comprender cómo se articula ese yacimiento con otros. Partiendo de una yacimiento en concreto surge la cuestión del domino. ¿Era políticamente independiente y autónomo? O, en caso de que formara parte de un sistema social más amplio, ¿desempeñaba un papel dominante o subordinado?
Si la escala de la sociedad es una primera cuestión obvia, sin duda la siguiente será su organización interna. ¿Qué tipo de sociedad era? ¿Tenían los individuos que la formaban una posición social más o menos igual? ¿Había diferencias importantes en el status, rango y prestigio dentro de la sociedad? ¿había artesanos especializados?
Las sociedades humanas no son estáticas, sino que naturalmente evolucionan. Puede haber ocupaciones humanas muy simples y otras muy complejas. Las sociedades de cazadores-recolectores son de tipo simple, mientras que las que producen sus alimentos son más complejas, apareciendo diferencias sociales, políticas… Con la aparición de las sociedades complejas empieza a haber situaciones de control social.
1.2.- La complejidad cultural
¿Qué se entiende por complejidad cultural? ¿Qué factores provocan su aparición? ¿Cómo funcionan las sociedades complejas? ¿Hasta qué punto se desarrollaron las sociedades complejas? Las respuestas pueden darse desde diversos puntos teóricos:
En los años sesenta se consideraban indicadores de complejidad cultural la existencia de centros ceremoniales y rituales, ejércitos, estratificación social clasista: esclavos y jornaleros, campesinos libres, artesanado, aristócratas, clases sacerdotales. Los estados antiguos tienen una planificación de los asentamientos: aparecen una serie de ciudades, y una serie de núcleos asociados. Esta estratificación social implica la estratificación económica.
En los setenta se hizo una distinción entre dos tipos de grupos:
1.- Grupo familiar: a su vez se subdividía en dos subgrupos:
- Subgrupo donde no se conoce la domesticación.
- Subgrupo que conoce la domesticación.
2.- Grupo de Agregación local. Se divide en tres grupos:
- Grupo local acéfalo. Corresponde al Neolítico Antiguo de los Balcanes.
- Grupo con agregación local con una colectividad mínima. Existe una figura que dirige la comunidad. Se pueden incluir una serie de comunidades atlánticas.
- Agregaciones a nivel regional. Se divide en tres subgrupos:
+ Jefaturas.
+ Estado Antiguo.
+ Estado-nación con nivel de economía campesina.
Por otro lado, están los enfoques marxistas:
-. Materialismo Cultural. Uno de los principales autores de esta corriente es Marvin Harris. El materialismo cultural explica la diferenciación social a partir de la teoría marxista. Lo analiza en términos de modos de producción, modos de reproducción (patrones matrimoniales, control de la producción) economía doméstica (los roles de los individuos de una sociedad en cuanto a sexo, edad), cultura (arte) Marvin habla de tres apartados en la evolución de las sociedades complejas: superestructura, estructura e infraestructura. La infraestructura corresponde a la producción de bienes y servicios, así como a la reproducción y mantenimiento de la población; la estructura incluye las relaciones políticas y locales de cada sociedad; por último, la superestructura consiste en las ideas, valores, creencias, arte y religión de las sociedades. El materialismo cultural postula que los cambios o innovaciones que se dan en una cultura se originan en la infraestructura y se reflejan primero en la estructura y después en la superestructura. Los cambios suponen la aparición de las relaciones estatales y diferencias sociales económicas, la institucionalización de la guerra.
-. Estructuralismo marxista. Sus análisis sobre complejidad cultural se basan en el análisis de los modos de producción y en la naturaleza dialéctica de la Historia. Destaca su insistencia en que no se debe asumir la subordinación de la superstructura ideológica a la base económica de la sociedad, por ello dan un gran énfasis a la ideología. Dentro de esta correine hay que destacar las propuestas de Godelier, Bloch y Wallerstein. La mayoría otorgan un papel fundamental a las relaciones sociales de producción porque van a determinar el desarrollo social.
Friedman interpreta las relaciones de producción como una relación social que domina el proceso material de producción bajo unas condiciones tipológicas. Relaciones sociales:
-
La explotación del medio está encuadrada en los límites tecnológicos de las poblaciones.
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Formas de apropiación y distribución del producto y el uso de los excedentes.
-
Valor social del índice de excedentes y de beneficio.
La evolución no sucede en una sucesión de estadios progresivos, sino que la evolución cultural es el producto de la desintegración de las sociedades a través de un proceso dialéctico. También implica que los modos de producción están estructurados de acuerdo con la lógica de la sociedad en que se da, es decir, que los modos de producción se adaptan a las sociedades en que funcionan. Además, una sociedad puede tener varios modos de producción que se pueden interrelacionar.
-. Materialismo dialéctico. Siguió la corriente marxista-leninista. De forma progresiva se fue aceptando esta propuesta por otros países y se le fueron añadiendo métodos cuantitativos, elementos propios de la Teoría General de Sistemas… El materialismo dialéctico está orientado a la determinación del registro arqueológico y antropológico. La adopción de metodologías nuevas se desarrolló por parte de arqueólogos en Mesopotamia, donde se desarrollaron unos estudios sociales muy buenos:
- Flannnery. Trabajó en Próximo Oriente, donde realizó unos trabajos a finales de los sesenta y principios de los 70.
- D. Clarke. Hizo muy buenos trabajos.
La teoría general de sistemas ha proporcionado una serie de explicaciones evolucionistas y funcionalistas. Sin embargo, la teoría general de sistemas fue criticada a partir de los 80 porque no ha podido ofrecer una auténtica explicación evolutiva de las sociedades, sin embargo, es muy útil para descubrir datos arqueológicos, reconstruir la forma en que operaban los sistemas económicos sociales prehistóricos.
Según Kent Flannery, la complejidad social se puede medir por:
-
Segregación: grado de diferenciación interna y de especialización de los subsistemas.
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Centralización. Grado de conexión entre varios subsistemas. Es el grado más alto de control de una sociedad.
La evolución cultural es un proceso en el que la complejidad y la diferenciación de las características de la sociedad, de energía y del intercambio de información se elaboran, difunden y también cambian. Toda una serie de variables se generan en el seno de esas sociedades y van a resolver problemas de estos grupos sociales.
- La complejidad social a partir de la interpretación del registro arqueológico
Un elemento que se ha utilizado mucho es el análisis del patrón de asentamiento que no va a mostrar los elementos asociados a los centro y conocer la jerarquización de asentamientos. Para obtener evidencias de este tipo se han utilizado varias técnicas analíticas, sobretodo la de lugar central, la de jerarquización de asentamiento. También se han usado técnicas analíticas para la distribución de artefactos. Se usan métodos analíticos relacionados con la etnoarqueología.
- ¿La complejidad social sólo en las sociedades productoras de alimentos? ¿El desarrollo de la producción de alimentos es origen de la complejidad social?
En algunos casos específicos la complejidad puede ser consecuencia de la práctica de la recolección. El análisis de yacimientos natufienses ha demostrado que eran sociedades simples e igualitarias, aunque otros análisis muestran que eran sociedades de jefatura.
El desarrollo de la domesticación se debió iniciar en sociedades de recolección, pero de forma intensificada. Se pueden encontrar niveles similares de complejidad en sociedades de subsistencia a partir de recursos silvestres.
La adopción de la agricultura fue un factor básico para el desarrollo de determinadas comunidades, que llevaron a cabo una intensificación económica considerable, una expansión territorial y un desarrollo social, que va a dar lugar a estados agrícolas. Las relaciones sociales priman para determinar los medios de producción.
Las comunidades mesolíticas tienen una mayor densidad demográfica que los paleolíticos, también tienen una mayor complejidad social que en algunos casos puede representar una diferenciación económica, cierta jerarquización social y especialización artesanal. Dentro de estas comunidades algunos individuos aumentarían su diferencia por la acumulación de recursos almacenados y de servicios. Este desarrollo generaría una presión demandante de bienes para almacenar, lo cual establecería unas bases que favorecerían el paso a la domesticación. El desarrollo evolutivo está determinado por la disponibilidad de recursos y por el desarrollo tecnológico. También hay que conocer los sistemas de almacenamiento.
Los grupos familiares practican una agricultura muy básica, cazan y recolectan vegetales. Por su parte, las sociedades con agregación local pueden ser acéfalas, es decir, sin un caudillo reconocido, aunque también pueden estar compuestas por una sociedad con bigman:
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En el caso acéfalo han dejado cerámica de bandas lineales (LBK) de la zona del Rhin, y se les llama también sociedades segmentarias y son igualitarias. Están formadas por grupos que toman sus propias decisiones. Tienen una base agrícola o ganadera. El patrón de asentamiento está formado por granjas y aldeas pequeñas. El status viene determinado por el sexo o la edad. Pueden existir también sociedades intercomunitarias unidas por lazos de parentesco. Presentan dos momentos de desarrollo: 1º) subgrupo normal acéfalo; 2º) Subgrupo de colectividad, que es el paso previo para la formación de sociedades complejas.
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El grupo del bigman se puede ver en algunos grupos de megalíticos de la fachada atlántica. Las sociedades de bigmen están caracterizadas por la existencia de linajes. Se basan en una necesidad de reunirse para la defensa común o ataque a comunidades vecinas. En relación con la organización social se ha analizado los monumentos megalíticos.
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Escala. Se establece calculando el tiempo que se tardó en construirlo.
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Los monumentos megalíticos pueden estar asociados a jefaturas o a sociedades segmentarias.
A través del registro arqueológico hay que buscar una estructura del yacimiento y poder determinar áreas definidas. También hay que buscar una explotación del territorio circundante. Renfrew habla de dos tipos de asentamiento:
-. Aglomerado, está compuesto por varias unidades residuales amplias con varias habitaciones. El yacimiento aglomerado presenta el problema de no poder asociar las unidades sociales a las unidades constructivas.
-. Disperso. Compuesto por varias unidades residuales separadas, independientes y de menor tamaño.
La cultura LBK. Hay un mayor grado de sedentarización, representan asentamientos familiares de larga duración, son familias que se agregan para llevar a cabo un proyecto en común. Estas comunidades presentan una baja densidad demográfica. Estas comunidades se estructuran de varias formas:
-. Granjas.
-. Pequeñas aldeas. Agregaciones de unas sesenta personas. Estructuras de habitación son más sólidas. Casas con unos materiales constructivos muy reiterativos (madera y barro), ocupación prolongada de los asentamientos.
Artefactos muy diversos. Llevan a cabo actividades de carácter comunitario y son autosuficientes en la práctica de actividades de subsistencia. Existencia de lugares de reunión, son unos espacios delimitados por fosos y empalizadas. Adornos con conchas de spondylus, lo cual indica la existencia de redes de intercambio muy importantes con el Mediterráneo.
Las relaciones intertribales se pueden determinar a partir de la presencia de conchas de spondylus, piedras duras para las hachas, tipos de sílex, anfibolita… que nos indica la existencia de sociedades amplias. La cerámica LBK tiene unas casas alargadas construidas con postes y división interna tripartita como característica principal, aunque se suele dar la existencia de una casa de estas características por fase. En función de la interpretación que se haga se tendrá una sociedad de un tipo o de otro.
Cerámica LBK: cerámica con bandas delimitadas por incisiones. Esta cultura ocupa las zonas de Europa con bosques caducifolios, en donde practican la agricultura de rozas.
1.3.- Clasificación de las sociedades
El antropólogo americano Elman Service creó una clasificación cuatripartita de las sociedades que muchos arqueólogos han considerado útil. Se vinculan a estas sociedades unos tipos concretos de yacimientos y patrones de asentamiento.
BANDAS
Son sociedades a pequeña escala de cazadores y recolectores de alrededor de 100 miembros que se trasladan estacionalmente para explotar los recursos alimenticios silvestres (sin domesticar). Los miembros son, generalmente, parientes vinculados por matrimonios o descendencia. Carecen de dirigente oficiales, de forma que no hay diferencias económicas o de estatus entre sus miembros.
Sus yacimientos consisten sobre todo en campamentos de ocupación estacional y otros centros más pequeños y especializados. Entre estos están los cazaderos y los talleres. El campamento base de uno de estos grupos puede proporcionar datos sobre viviendas o refugios de menor importancia, así como los desechos de ocupación. La mayor parte de los yacimientos del Paleolítico son campamentos. Vivían en tiendas de piel, como las halladas en Liberia.
La etnoarqueología ha sido de gran ayuda, pues se han estudiado ejemplos modernos, como los esquimales y los aborígenes australianos.
TRIBUS (sociedad segmentaria)
Son mayores que las bandas, pero rara vez superan los mil miembros. Su dieta se basa en plantas cultivadas y animales domesticados. Pueden ser agricultores sedentarios o pastores nómadas con una economía itinerante muy distinta basada en la explotación intensiva de ganado.
Suelen ser sociedades compuestas por muchas comunidades, cada una de las cuales se integra en la sociedad principal mediante lazos de parentesco. Aunque algunas tribus tienen funcionarios e incluso una “capital” o sede del gobierno, carecen de la base económica necesaria para hacer uso efectivo del poder.
El patrón típico de asentamiento de la tribu es el de granjas o aldeas agrícolas estables. Normalmente, ningún asentamiento domina a ningún otro de la región. En cambio, el arqueólogo encuentra evidencias de casas aisladas de ocupación permanente o de aldeas estables. Estas aldeas se pueden componer de casas independientes o pueden ser racimos de edificios contiguos.
Entre su arquitectura destacan las cabañas permanentes, los túmulos funerarios o santuario, como los de Çatal Huyuk. Engloba a todos los agricultores del Neolítico y arcaicos. Como evidencias etnográficas están los pueblos del suroeste de los EE.UU.
JEFATURAS
Las jefaturas son de dos tipos, individuales y complejas:
-. Individuales. Caracterizada por la disparidad de posesiones personales y por la existencia de una serie de rasgos de prestigio. No es evidente la existencia de lugares de reunión. Esta sociedad distingue al líder individual a través de una serie de elementos, bien por el valor de las posesiones simbólicas de este individuo o por la importancia de su residencia. Renfrew destaca las jefaturas celtas del I milenio. Existencia de un alto nivel tecnológico ya que son sociedades metalúrgicas. Otro rasgo es la presencia de fortificaciones muy complejas como por ejemplo los oppida celtas. Las armas son muy frecuentes en el registro arqueológico. No se han encontrado monumentos de carácter público, aunque sí hay elementos de gran entidad asociados al jefe como tumbas. El poder del jefe acabará institucionalizándose.
-. Complejas. La cultura micénica es considera da como una jefatura compleja, también la cultura argárica y la minoica. Son sociedades fuertemente individualistas, que se ve en los ajares funerarios. Aparecen edificios dedicados a almacenar recursos. Presentan cerámicas con sellos de propiedad. A partir del 2000 a. C. encontramos en los asentamientos evidencias de individualización. Adquisición continuada de items de valor simbólico bien por comercialización o por producción artesanal muy especializada. Se produce un aumento demográfico, aunque en Centroamérica es muy pobre.
El jefe controla los medios de producción y su distribución. Los excedentes se reparten desigualmente, quedándose la mayor parte de las élites. Para Gilman, el control del regadío en el SE de la Península Ibérica sería un elemento clave para ver el desarrollo de las sociedades complejas. Las élites ejercen un control sistematizado sobre la producción. Tienden los jefes a un control de la tecnología productiva. La guerra es otro rasgo característico: hay una casta de guerreros que sustenta el poder político del jefe.
El territorio se articularía en pequeñas unidades independientes con asentamientos fortificados. Las élites se apropian de elementos simbólicos para justificar su poder y lo hace ver como necesario. Pueden recurrir a ser los representantes de ciertos antepasados. Su poder, dicen, les viene de fuera y sólo ellos pueden acceder a él. Los jefes deben continuarse en el control de las fuentes de poder con lo cual tienen que hacer frente a los que se lo intentan arrebatar. Las jefaturas complejas están interrelacionadas regionalmente.
Tanto la una como la otra, funcionan teniendo como base las diferencias de nivel social entre las personas (rango). Los distintos linajes se clasifican según una escala de prestigio y su jefe gobierna al superior y, por tanto, a la sociedad en su conjunto. El prestigio y el rango se determinan según el grado de relación con el jefe y no hay una auténtica estratificación de clases. El papel del jefe es fundamental.
A menudo existe una especialización local en productos artesanales y los excedentes de estos y de los alimentos se entregan al jefe como obligación. Éste los utiliza para sostener a sus partidarios y puede redistribuirlos entre sus súbditos. A menudo existe un centro de poder con templos, residencias del jefe y sus seguidores y artesanos especializados. Suelen existir de 5 a 20 mil personas.
Existe un centro ritual y ceremonial permanente que actúa como foco de toda la entidad política. No se trata de un centro urbano permanente. Las jefaturas ofrecen indicios de que algunos yacimientos eran más importantes que otros. Su rango personal característico se ve también en los ricos ajuares funerarios.
ESTADO PRIMITIVO
Conservan muchos rasgos de la jefatura, aunque el dirigente tiene autoridad explícita para crear leyes y hacerlas cumplir mediante el uso de un ejército permanente. La sociedad se estratifica en clases diferentes. Los trabajadores agrícolas o siervos y los habitantes más pobres de las ciudades componen las clases más bajas, los artesanos especializados están por encima y los sacerdotes y parientes del gobernante aún más. Muchas veces, las funciones del dirigente están separadas de las del sacerdote: el palacio se distingue del templo. La sociedad es considerada como un territorio poseído por el linaje principal y poblado por arrendatarios que tienen la obligación de pagar impuestos. La capital aloja una administración burocrática de funcionarios. Uno de los objetivos principales sería recaudar las rentas públicas, y distribuirlas al gobierno, al ejército y a los artesanos especializados. Muchos estados crearon sistemas redistributivos complejos para sostener estos servicios esenciales.
Los estados primitivos presentan un patrón de asentamiento urbano característico en el que las ciudades desempeñan un papel fundamental. Se trata de un gran núcleo poblacional con edificios públicos importantes, que incluyen templos y locales de trabajo de la burocracia administrativa. A menudo existe una jerarquía de asentamientos muy acusada, con la capital como centro principal y con núcleos secundarios o regionales, como aldeas locales.
- La cultura Argárica
Ha habido una gran polémica sobre si la cultura argárica es una jefatura compleja o un estado primitivo. Hay que tener en cuenta dos cuestiones: el desarrollo cronológico de la cultura argárica y los territorios que ocupa presentan características diferentes. Así, habría que preguntarse si no existieron una serie de transformaciones que provocarían el paso de sociedades complejas del Cobre Antiguo, y que llevaría en algunos territorios argáricos al nacimientos de estados del Bronce Medio. Este desarrollo se provocaría en la zona de origen de la cultura argárica (Vera y alrededores). La colonización del río de Galera se llevó a cabo a través del establecimiento de varios asentamientos en espacios determinados.
- La norma argárica
+ Elección de colinas escarpadas, presencia de fortificaciones y hábitat aterrazado.
+ Enterramientos individuales bajo las viviendas.
+ Tipos especiales de cerámica y objetos metálicos.
- El territorio argárico
El registro argárico nos permite establecer una serie de territorios con características propias, y a su vez establecer una serie de subgrupos también característicos.
- Mundo de la muerte y ritual funerario
+ Abandono del ritual funerario colectivo en necrópolis propio del Cobre.
+ Sepulturas en el interior de los poblados.
+ Inhumaciones individuales, dobles o triples en cistas, pithoi o cuevecillas.
+ Ajuares fuertemente diferenciados por sexo y posición en la edad.
- Variables para el estudio del registro funerario
+ Contenedor. Hay que tener en cuenta:
-. Características de las tumbas.
-. Posición de las tumbas en las unidades de habitación.
-. Situación en el poblado.
+ Contenido. Hay que tener en cuenta:
-. Características antropológicas.
-. Características cuantitativas y cualitativas de los ajuares.
Sir William Flinders Petrie (1853-1942) destacó por sus excavaciones meticulosas y su afán por recoger y describir cada hallazgo, no sólo los objetos delicados, así como por su publicación completa. Empleó estos métodos en sus ejemplares excavaciones en Egipto y, más tarde, Palestina desde los años 80 hasta su muerte. Petrie ideó también su propia técnica de seriación o "dotación de secuencias", que empleó para ordenar cronológicamente las 2.200 tumbas de fosa de la necrópolis de Nagada en el Alto Egipto.
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Enviado por: | Salsero |
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