Literatura
Antonio Machado. Juan Ramón Jiménez
1. El limonero lánguido suspende...
El limonero lánguido suspende
una pálida rama polvorienta
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo sueñan
los frutos de oro...
Es una tarde clara,
casi de primavera,
tibia tarde de marzo
que el hálito de abril cercano lleva;
y estoy solo, en el patio silencioso,
buscando una ilusión cándida y vieja:
alguna sombra sobre el blanco muro,
algún recuerdo, en el pretil de piedra
de la fuente dormido, o, en el aire,
algún vagar de túnica ligera.
En el ambiente de la tarde flota
ese aroma de ausencia,
que dice al alma luminosa: nunca,
y al corazón: espera.
Ese aroma que evoca los fantasmas
de las fragancias vírgenes y muertas.
Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara,
casi de primavera,
tarde sin flores, cuando me traías
el buen perfume de la hierbabuena,
y de la buena albahaca,
que tenía mi madre en sus macetas.
Que tú me viste hundir mis manos puras
en el agua serena,
para alcanzar los frutos encantados
que hoy en el fondo de la fuente sueñan...
Sí, te conozco, tarde alegre y clara,
casi de primavera.
(Antonio Machado)
Utiliza bastantes adjetivos, muchos de ellos epítetos: “limonero lánguido”, “pálida rama polvorienta”, “fuente limpia”, “tarde clara”, “tibia tarde”, “hálito de abril cercano”, “patio silencioso”, “ilusión cándida y vieja”, “blanco muro”, “túnica ligera”, “alma luminosa”, “fragancias vírgenes y muertas”, “tarde alegre y clara”, “buen perfume de hierbabuena”, “buena albahaca”, “manos puras”, “agua serena”, “frutos encantados”.
También abundan los hiperbatones: “y allí en el fondo sueñan/ los frutos de oro” “que el hálito de abril cercano lleva”, “en el ambiente del aire flota/ esa aroma de ausencia”, “que tenía mi madre en sus macetas”, “que hoy en el fondo de la fuente sueñan”.
Creo que cuando el poeta dice que busca “una ilusión cándida y vieja” se refiere a que busca un recuerdo inocente del pasado, de cuando era niño y vivía allí.
El alma significaría la razón, que le dice que aquellos días nunca volverán; en cambio, el corazón, sus sentimientos, le dicen que espere, ya que es posible que aquellos tiempos vuelvan algún día.
2. He andado muchos caminos...
He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,
y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan a dónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,
y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.
(Antonio Machado)
En el poema podemos distinguir una metáfora: “caravanas de tristeza”. También nos encontramos con varios versos: “veredas / riberas”, “juegan / laboran”, “llegan / cabalgan”, “fiesta / fresca”.
En este poema Machado nos cuenta que hubo viajado mucho y visto y conocido a mucha gente, algunos de ellos eran personas remarcables, otros borrachos, gente trabajadora, caminantes, viajeros, pero todos ellos tienen algo en común: viven, laboran, pasan y sueñan, y al final todos yacen bajo tierra.
3. Proverbios y Cantares- XVI
El hombre es por natura la bestia paradójica,
un animal absurdo que necesita lógica.
Creó de nada un mundo y, su obra terminada,
«Ya estoy en el secreto —se dijo—, todo es nada».
(Antonio Machado)
En este poema se puede observar una clara paradoja: “Ya estoy en el secreto —se dijo—, todo es nada” . También podemos encontrarnos con dos versos: “paradójica / lógica” y “terminada / nada”.
Creo que Machado intenta decirnos que el hombre siempre anda buscando el motivo de las cosas, cuando a veces no lo hay. Puede que me equivoque, pero creo que con “todo es nada” lo que quiere decir es que todas nuestras creencias se basan en cosas improbables, que no hay ninguna base en la cual hemos establecido nuestro mundo actual.
4. Abrojos - XV
A un tal que asesinó a diez
y era la imagen del vicio,
muerto, el Soberano Juez
le salvó del sacrificio
sólo porque amó una vez.
(Rubén Darío)
El único recurso estilístico que podemos encontrar es el verso: “Diez/ Juez/ vez”, “vicio/ sacrificio”.
Creo que en este poema Rubén Darío nos quiere transmitir que se puede llegar a ser salvo si uno ama de verdad. Creo que “soberano Juez” está en mayúsculas porque se refiere a Dios, así que puede que lo que nos trate de decir sea que aún siendo pecadores, el amor nos salvará del sacrificio.
5. Cuando la vio pasar el pobre mozo
Cuando la vio pasar el pobre mozo
y oyó que le dijeron: ¡Es tu amada!...
lanzó una carcajada,
pidió una copa y se bajó el embozo.
¡Que improvise el poeta!
Y habló luego
del amor, del placer, de su destino...
Y al aplaudirle la embriagada tropa,
se le rodó una lágrima de fuego,
que fue a caer al vaso cristalino.
Después, tomó su copa
¡y se bebió la lágrima y el vino!
Como en los anteriores poemas podemos observar varios versos: “mozo/ embozo”, “amada/ carcajada”, “destino/ cristalino/ vino”. También encontramos varias hiperbatones: “Cuando la vio pasar el pobre mozo”, “ Y habló luego del amor, del placer, de su destino...”.
En mi opinión, lo que Darío quiere transmitir aquí es que, la sociedad intenta afrontar sus problemas con la bebida u otro tipo de drogas, muchos creen que así pueden deshacerse u olvidar sus problemas, no se dan cuenta de lo que realmente están haciendo es arrinconarlos en un sitio del cual creen que nunca saldrán. Creo que la lágrima de fuego aquí simboliza al problema, o en este caso, al mal trago de la circunstancia.
6. Rosa, Pompa, Risa
Con la primavera
mis sueños se llenan
de rosas, lo mismo
que las escaleras
orilla del río.
Con la primavera
mis rosas se llenan
de pompas, lo mismo
que las torrenteras
orilla del río.
Con la primavera
mis pompas se llenan
de risas, lo mismo
que las ventoleras
orilla del río.
(Juan Ramón Jiménez)
Se podría decir que se produce un paralelismo, al principio de cada estrofa siempre dice “Con la primavera” y al final siempre dice “orilla del río.”. También podemos observar una especie de circunloquio: “mis sueños se llenan de rosas/ mis rosas se llenan de pompas/ mis pompas se llenan de risas”. Como antes también tenemos unos versos: “primavera/ escaleras/ torrenteras/ ventoleras”.
Creo que en este poema Juan Ramón Jiménez no intenta ir más allá, es decir, tan solo quiere expresar que con la llegada de la primavera se siente más alegre, sueña con rosas... Tan solo expresa su felicidad con la llegada de la primavera.
7. Las luces
Me colmó el sol del poniente
el corazón de onzas doradas.
Me levanté por la noche
a verlas.
¡No valían nada!
De onzas de plata la luna
del alba me llenó mi alma.
Cerré mi puerta en el día
por verlas.
¡No valían nada!
(Juan Ramón Jiménez)
Encontramos dos epítetos: “onzas doradas”, “onzas de plata”. Se produce alguna hipérbaton: “Me colmó el sol del poniente el corazón de onzas doradas” en vez de: el sol del poniente me colmó el corazón de onzas doradas o “De onzas de plata la luna del alba me llenó mi alma” en vez de: la luna del alba me llenó mi alma de onzas de plata. También podríamos decir que se produce una especie de paralelismo al repetirse el verso “¡No valían nada!” al final de cada estrofa.
En este poema el autor busca la luz del sol de noche, y luego la luz de la luna de día, busca cosas en el momento inadecuado. Siempre tenemos tendencia a intentar alcanzar cosas que no podemos. Cuando se nos presenta una oportunidad no la aprovechamos y la dejamos escapar, no las valoramos.
8. Zinc
¡Qué hueco tan robado
el de este vano cielo
que nada al alma pone,
ni nada quita al cuerpo!
(Juan Ramón Jiménez)
En este poema no soy capaz de encontrar ningún recurso a menos de que se trate de una paradoja ya que a simple vista no se entiende nada, pero si se trata de comprenderlo se pueden sacar muchas enseñanzas de él.
Creo que en este poema Juan Ramón Jiménez trata de decirnos que el cielo no nos afecta en nada: ni llena nuestra alma ni proporciona ningún cambio a nuestro cuerpo. Esto me hace pensar que quizá Jiménez sea ateo.
9. El ángel bueno
Vino el que yo quería
el que yo llamaba.
No aquel que barre cielos sin defensas.
luceros sin cabañas,
lunas sin patria,
nieves.
Nieves de esas caídas de una mano,
un nombre,
un sueño,
una frente.
No aquel que a sus cabellos
ató la muerte.
El que yo quería.
Sin arañar los aires,
sin herir hojas ni mover cristales.
Aquel que a sus cabellos
ató el silencio.
Para sin lastimarme,
cavar una ribera de luz dulce en mi pecho
y hacerme el alma navegable.
(Rafael Alberti)
Como siempre encontramos nos encontramos con algunos versos: “defensas/ cabañas”, “mano/ sueño”, “frente/ muerte”, “lastimarme/ navegable”. Se hace alguna personificación: “No aquel que a sus cabellos ató la muerte”, “Aquel que a sus cabellos ató el silencio”. En ambos casos se personifica (a la muerte y al silencio) diciendo que son capaces de atarse a sus cabellos.
Según mi forma de interpretarlo lo que Rafael Alberti nos transmite en este poema es como viene aquel al que ha llamado y no cualquier otro. Buscaba una luz de esperanza y la encontró.
10. Mito
¡Jee, compañero, jee, jee!
¡Un toro azul por el agua!
¡Ya apenas si se le ve!
—¿Quééé?
—¡Un toro por el mar, jee!
(Rafael Alberti)
Lo primero se percibe al leer este poema es una onomatopeya, con la repetición del sonido jee intenta evocar a nuestra mente el sonido de un toro en el mar. Como no, encontramos varios versos: “jee!/ ve/ ¿Quééé?/ jee!”
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Enviado por: | Kenny |
Idioma: | castellano |
País: | España |