Economía y Empresa


Problemas en la distribución de recursos bajo el Socialismo; Dominick Armentano


Problemas en la distribución de

recursos bajo el Socialismo.

Dominick Armentano.

Las Primeras Críticas .

La cuestión de la eficiencia con la que pudieran ser distribuidos los recursos, en una comunidad socialista, fue más o menos descuidada por los economistas clásicos y marxistas antes de la I Guerra Mundial.

Pierson sugirió que una sociedad comunista hallaría imposible decidir la forma más económica de utilizar cosas materiales, puesto que no existiría criterio de los valores si se carecía de relaciones de intercambio o de comercio.

Pero no fue hasta que se presentaron los argumentos razonados por el profesor Ludwig von Mises en 1920, cuando la cuestión decisiva del cálculo económico se trajo al primer plano de la controversia acerca de la factibilidad económica del socialismo.

Todo estudio serio acerca de la asignación de recursos bajo el socialismo, debe comenzar necesariamente, con los escritos del profesor von Mises.

Las críticas del profesor Von Mises

La teoría del valor de Mises

El valor económico, para Mises, es una preferencia personal que la mente humana coloca en unidades peculiares de objetos determinados. El valor no es, por lo tanto, algo intrínseco en los objetos materiales, ni tampoco algo que surge independientemente del hombre; es una preferencia individual, que depende de una estimación subjetiva de la utilidad. Así, el valor para Mises es siempre relativo y siempre dependiente del objeto valuado y del valuador. Deduce que las diferentes estimaciones de valor hacen posible que los hombre lleguen a relaciones de intercambio con los bienes o factores que poseen. Por ser subjetiva la naturaleza del valor, Mises concluye que el intercambio de unidades de bienes o factores se hace mutuamente beneficioso para ambas partes y cada una gana valor por medio del comercio.

El problema de medir el valor

Mises sostiene que el valor, en sí, no puede ser medido cardinalmente. La graduación ordinal precede a cualquier intercambio de bienes o factores entre los hombres. Pero Mises considera que la medición cardinal objetiva del valor, en términos de números finitos o de unidades, es imposible, dada la naturaleza subjetiva del valor económico mismo.

El problema del cálculo económico

Como para Mises los valores no son objetivo ni cardinalmente calculables, éstos no se prestan al cálculo económico. Al llegar a este punto, el cálculo económico puede tomarse como un método para determinar las prioridades de utilización, combinación y asignación de los factores económicos escasos de la producción, de tal modo que se logre la eficiencia económica y la satisfacción máxima en su utilización.

Mises concluye que la valuación subjetiva, por sí misma, es insuficiente para un cálculo económico racional.

Producción racional en una economía sin intercambio.

Mises admite que la valuación subjetiva y la graduación ordinal pudieran ser suficientes para efectuar un proceso racional de producción en una economía autosuficiente y sin intercambio.

La producción racional en una economía de intercambio.

En una economía de intercambio el problema de cálculo económico racional y la toma racional de decisiones se vuelve imposible con los valores ordinales que no son comparables ni homogéneos.

Los cálculos económicos parecen requerir una norma homogénea y objetiva capaz de indicar, en términos precisos, los valores de todos los bienes y factores en las distintas etapas de producción. Para Mises los precios del mercado libre son los que dan la norma.

El papel de las tasas objetivas de intercambio.

Los precios del mercado libre constituyen las proporciones objetivas de intercambio. Los precios monetarios del mercado libres son las tasas de intercambio, expresadas en unidades susceptibles de medirse y dividirse, dentro de un medio general de intercambio. Los precios monetarios del mercado libre hacen posibles los cálculos económicos, porque brindan un método homogéneo para comparar entre sí los costos de diferentes factores de insumo y las utilidades de diferentes productos.

Precios monetarios objetivos y propiedad privada.

Los precios monetarios objetivos, según Mises, se originan sólo cuando los factores y bienes son propiedad privada y se intercambian, esto es, en el contexto de un mercado libre privado.

La propiedad privada es necesaria, según él cree, puesto que el proceso de valuación subjetiva presupone que los hombres tienen control total de los servicios que se derivan de los bienes o factores objeto de comercio.

La insuficiencia de la “hora de trabajo”.

Mises rechaza la idea de que la “hora de Trabajo” pueda utilizarse como instrumento de cálculo objetivo, en vez de los precios monetarios objetivos.

En primer lugar la valuación en términos de tiempo de trabajo, pasa por lato la contribución de la tierra y de los bienes de capital. En segundo, la valuación de las horas de trabajo no toma en cuenta el hecho de que “existen entre los hombres varios grados de capacidad y destreza, que causan que los productos y servicios del trabajo tengan diferentes cualidades”.

Los argumentos de Mises contra el socialismo.

El socialismo para Mises, es la propiedad y el control públicos de los medios de producción o, como él lo explica, “todos los medios de producción son propiedad de la comunidad. Es sólo la comunidad la que puede disponer de ellos y la que determina su uso en la producción”. La esencia del socialismo, por lo tanto, es que toda la tierra y todos los bienes de capital son propiedad y son utilizados por la comunidad, el estado.

Los mercados de los bienes de consumo son libres.

El estado intentará producir de acuerdo con “los sistemas de cambios entre los camaradas”, los bienes de mayor demanda tendrán que producirse en cantidades mayores mientras que los de menos demanda tendrán una provisión más reducida.

En resumen: en el socialismo los medios materiales de producción son propiedad exclusiva del estado, éstos están controlados por él y nunca son objeto de comercio ni se intercambian, por tanto, no se tendrán tasas de intercambio, ni precios monetarios objetivos. Tampoco es posible hacer ningún cálculo económico lógico por lo que a ellos se refiere.

Sin cálculos económicos, no se puede efectuar la asignación eficiente de estos factores escasos, por lo que no es posible que haya “economía”.

Inaplicabilidad de los cálculos en el equilibrio para las condiciones de desequilibrio.

El cálculo económico cesa de ser un problema en estado estacionario o en equilibrio, pero el “equilibrio” es una estructura imaginaria y ciertamente no se obtiene en el mundo de la realidad, donde los datos económicos cambian y existe inseguridad.

Mises y la iniciativa y responsabilidad bajo el socialismo.

Al igual que Aristóteles en siglos anteriores, Mises cree que es probable que las virtudes económicas de iniciativa y de responsabilidad declinen bajo un sistema de propiedad común de los medios de producción.

La actividad que prospera en los negocios comprende independencia para la aceptación de riesgos, y la consiguiente utilidad o pérdida de los bienes propios; extraña especulación, el comercio con futuro en las bolsas de valores y mercados de productos y una gran cantidad de otras actividades económicas e instituciones exclusivamente capitalistas, que casi con seguridad faltarían bajo todo sistema de socialismo estatal.

La pretensión de un mercado competitivo no proporcionará la eficiencia.

Todo sistema socialista que intentara inducir a la competencia por medio de la división en parcelas de la propiedad y la utilización de factores específicos, cesaría de ser un sistema de socialismo estatal, y se convertiría en una forma de sindicalismo o de fascismo. El socialismo estatal, con eficiencia económica, continúa siendo algo imposible, desde el punto de vista de Mises.

Otros criterios de la racionalidad económica del socialismo.

El criterio del profesor Robbins acerca del problema de asignación de recursos bajo el socialismo.

Aunque acepta que el problema puede plantearse por medio de una serie de ecuaciones matemáticas, sostiene que la fluidez de los datos, el factor tiempo y el número de ecuaciones se combinan para condenar este método como impracticable en la realidad.

El criterio del profesor Halm acerca de la eficiencia bajo el socialismo liberal.

Halm define una variedad de socialismo democrático similar al sistema descrito y analizado por Mises con anterioridad.

Para Halm un socialismo que utilice la planificación eliminará o reducirá el grado de preferencia del consumidor y cualquier sistema que adopte la plena elección del consumidor, debe rechazar la planificación. Es el movimiento de los precios finales con relación a los costos de la producción, lo que permite el cálculo lógico racional. Las comparaciones monetarias de los precios de los bienes terminados con los costos de los bienes intermedios, con las que permiten elegir las técnicas más eficientes de producción. Como Halm sostiene que no se pueden descubrir los precios de los bienes intermedios en un sistema económico donde toda la tierra y el capital están nacionalizados, concluye que el socialismo no será capaz de funcionar en forma racional y eficiente.

El argumento del profesor Halm está profundamente arraigado en la noción de Mises de que es imposible justipreciar los factores cuando no se tiene propiedad privada y mercados de libre competencia.

Por tanto para Halm, al igual que para Mises, la ausencia de factores de precios, determinado objetivamente, es la que hace imposible un socialismo económico y racional.

Análisis matemático del profesor Hayek acerca de la distribución de recursos.

La principal contribución del profesor Hayek a la polémica relacionada con la distribución de recursos bajo el socialismo comprende su análisis de la llamada solución matemática, o la idea de que una distribución racional de factores puede ser descubierta resolviendo un juego de ecuaciones simultáneas. Señala que tal solución no es “lógicamente contradictoria”, no admitirá el método por se “humanamente impracticable e imposible”. Aun si los datos fueran acumulados, miles de ecuaciones simultáneas tendrían que plantearse otra vez y ser resueltas con cada cambio de los datos económicos.

Para Hayek, al igual que para Robbins, la solución matemática no es en realidad ninguna solución.

El criterio del profesor Hayek acerca de la utilización del mercado competitivo en el socialismo.

Mientras que Hayek considera pura ilusión creer que el mecanismo del mercado competitivo pueda injertarse en el socialismo estatal, su comentario importante es destacar que todo sistema socialista que adopte la competencia debe, por ello, abandonar caso todos los principios socialistas. Concluye que los socialistas parecen abandonar casi todo su planteamiento, en su desesperante búsqueda de un timón económico eficiente.

Análisis.

Las criticas a la eficiencia de la distribución en los sistemas comunistas surgieron sobre la ausencia de criterios de valoración válidos para el comercio y otros factores económicos.

Mises basa su critica al socialismo en la ausencia de intercambio a así la imposibilidad de fijar unos precios aptos para el cálculo económico de resultados

Asimismo Halm considera que los sistemas democráticos socialistas minoran la capacidad de elección del consumidor, por otro lado Hayek considera incompatible la existencia de un mercado competitivo con el socialismo estatal.

Problemas en la distribución de recursos bajo el Socialismo (D.Armentano) 8




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País: España

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