Periodismo


Hablar y escribir para radio y televisión; Iván Tobau


Hablar y escribir

para radio y televisión

Iván Tobau

Periodismo Oral Hablar y escribir para radio y televisión representa una obra fundamental para profesionales de la rama de Periodismo. Pero no se trata de una obra de consulta, estructurada como tal, sino presenta una disposición más de obra literaria. Como él mismo dice en su libro: “¿Sigue usted teniendo claro que este libro no es un manual de pronunciación sino una modesta guía para periodistas orales, que opera mediante calas e incitaciones?”. Pág. 39.

Iván Tobau, autor del libro, te muestra unas pautas clave a la hora de trabajar en el periodismo oral de forma cautivante y placentera, con ejemplos y explicaciones. El hecho de que Tobau sea doctor en filología y graduado en periodismo y en arte dramático puede explica la riqueza, en cuanto a contenido, de su obra.

El libro tiene tres partes: Hablar como la gente, Escribir para quien oye y Palabra de actor y de periodista. Tres partes que están relacionadas pero que son independientes, es decir, que podemos leerlas en el orden que nosotros queramos. Dentro de cada una de las partes hay diferentes apartados de extensión breve, lo que hace que la lectura sea más llevadera.

Vamos a hablar del primer apartado, Hablar como la gente. Dentro de este hace mención importante a lo que a la pronunciación se refiere. Según Tobau no es conveniente forzar la pronunciación a otra distinta a la tuya, ya que ello es nefasto para los periodistas, pues genera una grave falta de credibilidad. “Lo que no parece aconsejable es adoptar la fonética andaluza cuando la propia es la castellana, y viceversa, pues el grado de artifiosidad que tal operación entraña suele ser una traba importante para le verosimilitud, y en consecuencia para la credibilidad.”. Pág. 30.

En cuanto al acento, es igualmente válido el andaluz que el catalán que el gallego, etc. en los medios de comunicación. No todos tenemos que hablar un perfecto acento e Valladolid cuando no es el tuyo propio y cuando en condiciones normales no te comunicas con él. Lo esencial, tanto en el caso, de la pronunciación como en el del acento, es que se te entienda y que transmitas veracidad. “todos los acentos valen, siempre y cuando la nitidez elocutiva permita una correcta comprensión.”. Pág. 31.

Queda todavía un aspecto importante que aclarar en cuanto a la lengua, que es establecer un orden de prioridad. De esta forma la lengua escrita es una “sirvienta” de la oral, y se tiene que adaptar a ésta. “Es mejor aquella escritura que más se aproxime a la oral”. Pág. 32. “Si no escribimos como se habla, debiéramos modificar la escritura”. Pág. 37. Pero bueno, ¿quién dicta qué es lo bueno y qué lo malo? Tobau hace muy especial mención a este respecto, quedando clara su beligerancia hacia los puritanos de la lengua.

Pasemos a la segunda parte, Escribir para quien oye. Como bien indica el título, en este apartado el autor nos da una serie de normas acerca de cómo se escribe un texto para ser leído, y por lo tanto oído. Según Tobau, teniendo claro que la escritura está al servicio de la oralidad, la redacción nos resultará más fácil. “Una vez se tiene claro que la escritura debe estar al servicio del habla y no al revés, no hay más que juntar palabras.”. Pág. 55. Lo importante de escribir para quien lee, ya lo hemos dicho en Hablar como la gente, es que los que oyen te entiendan. En periodismo oral hay que desterrar clichés, frases, hechas, adjetivos, florituras, etc. en todo lo posible, procurando seguir la secuencia sujeto + verbo + complemento. Iván Tobau nos da un ejemplo: no es lo mismo escribir “Un hombre lleva zapatos negros” que “Negros zapatos lleva un hombre”. Pág. 71.

Otra pauta a seguir es tener muy claro lo que se quiere decir antes de ponerse a escribir. Tobau nos cita un ejemplo sacado de un informativo en televisión: “La semana próxima les hablaremos de un tumor maligno que ha surgido de pronto en nuestra sociedad. Se trata de la xenofobia y el racismo.”. Iván Tobau analiza el texto y lo reconstruye, quedando de esta forma: “ La semana próxima les hablaremos de le xenofobia y el racismo, que al parecer se extienden por España”. Pág. 76. De esta forma queda expuesta de forma clara, desterrando adornos innecesarios.

En el periodismo oral la ortografía no es importante. Volvemos a lo mismo, lo importante es que se te entienda. Si en vez de judo o yoghourt (o yoghurt como dice mi ordenador que es correcto) escribimos judo o yogur ¿qué problema hay? El locutor la dirá igualmente bien, y el oyente lo entenderá.

La tercera parte se llama Palabra de actor y de periodista. Aquí, Tobau dice que el periodista tanto de radio como de televisión, además de periodista, debe de ser actor, en cuanto a la interpretación de un personaje se refiere, teniendo cuidado en no trasladar dicho personaje a su vida privada. “De ello no sólo sale trasquilada la persona privada, sino también el personaje público que se basaba en ella para existir.”. Pág. 105. Ser un buen actor es fundamental pues de ello depende la credibilidad del periodista y sólo aquel es capaz de provocar la sensación de autenticidad.

Iván Tobau nos da una serie de pautas para hablar correctamente ante las cámaras, o ante el micrófono. La voz es muy importante para un periodista oral, es lo que la gente va a recordar, y ella es la consecuencia de una forma de ser.

Finalmente concluye exponiendo la cantidad de basura que hay en los programas de televisión o radio, pero que toda ella está ahí porque el público la ve. “Los programas televisuales y radiofónicos que tenemos, como nuestros gobernantes y nuestros periódicos, son los que la mayoría de nuestros conciudadanos ha elegido.”. Pág. 146.

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Enviado por:Marisa Arnedo
Idioma: castellano
País: España

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