Filosofía


Antropología filosófica


LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA

Es una parte de la metafísica que trata de responder a los siguientes problemas:

  • ¿En que consiste el hombre?

  • ¿Existe o no existe el alma?

  • ¿Qué es el alma? ¿Es material o inmaterial?

  • ¿El alma es inmortal o termina con la muerte?

  • Relaciones entre el cuerpo y el alma.

  • La antropología o reflexión sobre el hombre surgió en el siglo V a.C que es identificado con el periodo antropológico de la filosofía.

Sócrates es el iniciador de éste periodo, en el que se empieza a hablar sobre el hombre.

Pensamiento de Sócrates:

El hombre es un compuesto entre cuerpo y alma.

Sócrates dice que el alma es algo que existe dentro de nosotros, pero que no se capta por los sentidos. Él dice que poseemos alma por lo que somos capaces de hacer. El alma es sinónimo de alma racional, de inteligencia. Además, el alma tiene una vertiente práctica, relacionada con lo que nos permite decidir nuestra conducta. Ésta es la más importante para Sócrates, es decir, la función ética o práctica. Sócrates está muy preocupado por el problema de la felicidad humana, la felicidad no está determinada por ningún agente externo (por la voluntad de los dioses, o por la biología, herencia...), sino que depende de nuestras propias decisiones. Nuestras decisiones son el resultado de nuestros conceptos, del conocimiento que tengamos del bien y del mal, de lo justo y lo injusto... El bien y el mal son objetivos, no depende de lo que nosotros digamos. La voluntad está sometida a la inteligencia. A ésta manera de pensar se le llama intelectualismo socrático, es decir, identificar el conocimiento del bien con la buena conducta, y el vicio con la mala.

La felicidad no se compra con el dinero ni con el éxito.

La felicidad consiste en la práctica de la virtud, llevar una vida virtuosa conforme a los valores morales. Una persona es ignorante en la medida en que no conoce los límites entre lo bueno y lo malo. La ignorancia es la que conduce a la desgracia del ser humano.

Una persona es ignorante porque no encuentra los límites del bien y del mal.

  • La ignorancia es la enfermedad del alma.

Pensamiento de Platón:

(Ateniense, discípulo de Sócrates) filósofo del siglo IV a.C pensaba que el hombre estaba compuesto de cuerpo y alma. Para él, el hombre es esencialmente alma. Al igual que Sócrates, Platón dice que el alma es inmortal.

  • Él dice que el alma (racional) es principio de conocimiento racional, aquello que nos permite conocer la esencia de las cosas.

  • Además de alma racional, hay alma concupiscible (es decir, tendencia hacia el placer).

  • Alma irascible (es decir, tendencia hacia el poder, superar las dificultades) lo que se debe hacer y lo que apetece hacer entran en conflicto. El deber y el placer no son compatibles a veces. Sin embargo, el alma irascible puede ser aliada de la razón.

Platón dice que “la felicidad es un estado del alma”. Es feliz aquella persona que consigue la armonía interior, que se consigue cuando el alma racional controla a las otras dos, cuando somos capaces de hacer lo que comprendemos que tenemos que hacer, poseemos salud mental.

Platón señala cuatro virtudes para conseguir la armonía: prudencia, fortaleza, templanza y justicia.

  • La prudencia es la virtud que perfecciona al alma racional y que implica el conocimiento de la verdad y del bien. La enfermedad del alma racional, es decir, lo contrario de sabiduría o prudencia, es la ignorancia.

  • La virtud propia del alma concupiscible es la moderación o templanza. Tenemos que decir no al placer muchas veces para no crear problemas.

  • La virtud propia del alma irascible es la fortaleza, es decir, la capacidad de vencer las dificultades y no ceder a que nos venzan.

  • La justicia es una virtud que resulta de la posesión o unión de las otras dos. Una persona justa es una persona que tiene un ajustamiento o armonía interior. Para ser ajustado debemos ser sabios, fuertes y moderados.

Problema de la inmortalidad del alma en Platón:

  • En todo conocimiento existen dos elementos que son el sujeto (Ser que conoce) y el objeto (lo conocido). Hay dos tipos de sujetos, según como se observe el objeto: la razón y los sentidos. Como las verdades que conoce la razón (la esencia) es inmaterial, el alma y la inteligencia también es inmaterial. Al no ser material la razón no desaparece, no muere.

  • El objeto de la razón es la esencia de las cosas, el de los sentidos es el aspecto material (apariencias de las cosas).

Decir que el alma es inmaterial, es decir, que no está compuesta de partes y, por tanto, no muere ni desaparece, es decir, es inmortal porque morir significa descomponerse en partes. Éste argumento es el “Diálogo de Menón”.

  • El cuerpo del hombre muere como consecuencia de las enfermedades propias, las enfermedades del alma son: la ignorancia, la intemperancia, la cobardía y la injusticia. Si éstas enfermedades no acaban con el alma, mucho menos lo van a afectar las enfermedades del cuerpo. Esto lo dijo en su obra “La República”.

Relación del alma con el cuerpo:

El ser humano está compuesto de dos sustancias distintas, que son el cuerpo (material, compuesto de partes) y el alma (inmaterial). El problema está en cómo puede haber una relación entre las dos siendo de naturaleza tan diferente. La relación entre cuerpo y alma es una relación accidental, antinatural y violenta o forzada.

Es ACCIDENTAL porque el cuerpo y el alma son dos sustancias diferentes y, en cierto modo, incompatibles: el alma no necesita del cuerpo para vivir, si el cuerpo y el alma son de naturaleza distinta, distintas esencias.

Es VIOLENTA porque el alma tiende a la esencia de las cosas y el cuerpo tiende a las apariencias. Entre las dos hay una tensión existente entre nosotros.

Para Platón, educar significa liberar al alma de la ignorancia, para que consiga llegar a la verdad de las cosas.

Pensamiento de Aristóteles (siglo IV a.C):

Fue discípulo de Platón y nació en la polis de Estagia, ingresó a los 17-18 años en la academia de Platón y estubo durante 20 años. A pesar de la influencia de Platón en Aristóteles, éste último elaboró un pensamiento diferente y se separó del pensamiento de Platón en muchos aspectos (“Yo soy muy amigo de Platón, pero más amigo de la verdad”).

Aristóteles es sobre todo biólogo, lo cual se nota mucho en la manera de interpretar al hombre (la biología es una parte de la física). Para entender el pensamiento sobre el hombre hay que partir de la física, que estudia los seres naturales. Ser natural es el que tiene en sí mismo el principio del movimiento y del cambio. Éstos se oponen a los seres artificiales. los seres naturales se dividen en seres inertes y en seres vivos, que los divide en vegetales y animales, que a su vez se componen de irracionales y racionales.

La característica principal de los seres naturales es el cambio, un cambio que se produce para algo, persiguiendo un fin, que es la perfección de su naturaleza, y ésto a su vez constituye su bien. Ésto se refiere principalmente a los seres vivos. Eso de la perfección de la naturaleza consiste en la realización de todas las posibilidades que tiene ese ser como tal clase de ser, por tanto, habrá tantas clases de bienes como clases de seres, porque cada ser tiene sus propias posibilidades, su naturaleza. Coincide, por tanto, el fin de ese ser con su bien.

La consecuencia de todo esto, en relación con el ser humano; es que el ser humano, como tal ser natural vivo (animal racional), tiene como fin la realización de todas sus posibilidades por su naturaleza. Como lo más propio del ser humano es la razón, será la perfección de su inteligencia lo que más le realice como hombre, la inteligencia se perfecciona con el conocimiento de la verdad, en lo que coincide con Platón.

Concepto de alma:

Aristóteles rechaza el dualismo platónico. Para él el hombre es una única sustancia o cosa, constituida de dos co-principios incompletos, que son el cuerpo y el alma, que no podrán existir separados sino que se completan el uno al otro.

El alma es, para Aristóteles, principio de vida, por lo tanto aquí se deduce que todos los seres vivos tendrán alma. El alma es el principio que diferencia a los seres vivos de los seres inertes. Distingue el alma vegetativa, el alma sensitiva y el alma racional.

  • El alma vegetativa es el principio de la vida y ésta es la única que tienen los vegetales; las funciones vegetativas son:

nutrición, crecimiento, reproducción y muerte.

  • El alma sensitiva es el principio por el cual los animales realizan las funciones vegetativas y, además, otras funciones específicas de los animales: conocimiento sensitivo, movimiento local, función de ataque y huida, defensa, etc.

  • El hombre es un ser natural, un animal racional (posee inteligencia abstracta). Tiene todas las funciones propias de los animales, pero también tiene algo extremadamente humano que es la razón. La inteligencia humana tiene dos funciones principales: entendimiento teórico y entendimiento práctico. El primero tiene como fin el conocimiento de la verdad de las cosas, es decir, la esencia. El segundo tiene por objeto conocer para actuar, es decir, la práctica, el conocimiento del bien, comportarnos correctamente. El entendimiento teórico y la voluntad son las dos funciones específicas del ser humano que no tiene el animal.

Íntimamente relacionada con la definición del hombre y de las funciones de la inteligencia se encuentra la teoría o concepto de felicidad. Todos los seres de la naturaleza tienden a un fin y ese fin es la perfección de la naturaleza de los seres, que consiste en el desarrollo de todas las posibilidades que tienen los seres de acuerdo con lo que son. Si esto lo aplicamos al hombre nos encontramos conque todo ser humano tiende a un fin y que la máxima aspiración del ser humano es llegar a conseguir la felicidad, que se consigue perfeccionando lo más propio del ser humano, que es la razón y sus dos principales funciones.

Teoría de la virtud: la virtud es un hábito bueno, que es lo que nos perfecciona como ser humano (es decir, lo bueno), lo malo es lo que nos deteriora como seres humanos.

Un hábito es una predisposición a actuar de una determinada manera, adquirida por repetición de actos. Los hábitos buenos y los vicios, o hábitos malos, se adquieren, es decir, no nacemos con ellos, ni virtuosos ni viciosos. No se nos dice buenos o malos por nuestras pasiones (que no podemos evitar, como son la ira, la cólera, la pereza, la amistad,...) sino por nuestros hábitos, los hábitos se adquieren y se pierden.

Aristóteles se separa bastante de Sócrates al decir el proceso de adquisición de un hábito. Sócrates decía que basta con saber lo que es bueno para actuar bien y basta con conocer lo malo para dejar de hacerlo. A ésto se le llama “intelectualismo” (identificar el conocimiento del bien con la conducta buena), la virtud es conocimiento y el vicio ignorancia.

Aristóteles dice que la conducta buena no depende sólo del conocimiento del bien o del mal. Hace falta otro elemento, que es querer hacer ese bien, voluntad para hacer bien las cosas, entendimiento práctico, además del entendimiento teórico.

Elementos del acto voluntario:

  • Saber lo que está bien y lo que está mal, conocimiento.

  • Deliberación conocer las razones que tengo a favor y en contra de una determinada opción.

  • En función de esa deliberación decido lo que hago, decisión.

  • Ejecución, hacer en la práctica esa decisión.

  • Persistencia en la acción tomada.

A través de éste proceso adquirimos hábitos buenos o malos, que son para el hombre como una segunda naturaleza. Son tan importantes que se conocen con nosotros mismos. Somos el conjunto de nuestros hábitos. Aristóteles dice que es imprescindible para llegar a la virtud, adquirir los hábitos buenos en los primeros años de nuestra vida, por lo que destaca la importancia de una buena educación. Un hombre educado es un hombre virtuoso. Y un hombre mal educado posee hábitos malos, nocivos y erróneos.

Clases de virtudes:

Para hablar de las clases de virtudes, Aristóteles parte de la definición de ser humano, que la define como animal racional. Existen las virtudes que perfeccionan la parte racional del hombre y las virtudes que perfeccionan la parte irracional:

Virtudes intelectuales parte racional

Virtudes morales parte irracional

Virtudes intelectuales: tres perfeccionan el entendimiento teórico y dos al conocimiento práctico.

Ciencia

Entendimiento teórico Intuición

Sabiduría

Prudencia

Entendimiento práctico

Fortaleza

  • La CIENCIA es el conocimiento de las cosas por sus causas, el conocimiento de la esencia de las cosas, el conocimiento que procede por demostración.

  • La INTUICIÓN es el conocimiento directo de los primeros principios de la demostración.

  • La SABIDURÍA es una síntesis de ciencia e intuición.

  • La PRUDENCIA es una virtud intelectual que perfecciona el entendimiento práctico y consiste en conocer el bien y saberlo aplicar a las situaciones concretas de la vida. (Saber hacer en cada momento lo que hay que hacer). Equivale al arte de “saber vivir”, la prudencia es la virtud más importante. “El hombre que posee la virtud de la prudencia posee todas las virtudes”. Intervienen el conocimiento y la experiencia de la vida.

  • La FORTALEZA consiste en la capacidad de permanecer en la virtud a pesar de las dificultades o de los obstáculos de la vida.

  • VIRTUDES MORALES: son aquellas que perfeccionan la parte irracional de nuestra naturaleza.

Aristóteles define la virtud como el término medio entre dos extremos viciosos. La virtud no se halla nunca en ningún extremo. El hombre virtuoso es un hombre moderado.

La valentía sería un termino medio entre la tenacidad y la cobardía. La sinceridad sería un término medio entre la grosería y la hipocresía.

UNIÓN DEL CUERPO CON EL ALMA: para Aristóteles ésta unión es una unión sustancial, no accidental como pensaba Platón. Esto es así porque Aristóteles dice que el cuerpo y el alma forman un todo que es el hombre.

Dados los principios que ha dado Aristóteles podemos intuir que Aristóteles pensaba que el alma humana no es inmortal, porque está tan íntimamente unida al cuerpo, que muere cuando muere el cuerpo.

La Antropología Filosófica en la Edad Media:

En la Edad Media la antropología filosófica estuvo fuertemente influida por la teología, la Edad Media fue un periodo teocéntrico, en el que todo gira en torno al concepto de Dios. En la Edad Media existen dos categorías para interpretar la realidad: la categoría de creación y la de ser creado. Estos dos conceptos son completamente ajenos a la mentalidad griega, fueron la aportación original al cristianismo.

Al hombre se le interpreta por su relación con Dios, la diferencia fundamental con los griegos es que, en éstos, el hombre es un ser natural con un destino puramente terrenal, no se piensa en una felicidad transcendente. En la Edad Media, el hombre es un ser creado por Dios a su imagen y semejanza (posesión de inteligencia y capacidad de amar). En la Edad Media al hombre se le considera compuesto de cuerpo y alma, ésta es considerada algo de naturaleza espiritual, libre e inmortal. San Agustín se apoya en un argumento platónico y dice respecto a Platón: “Nadie como Platón se ha acercado tanto a nosotros”, sin embargo, el cristianismo se distingue de la filosofía platónica en el concepto de felicidad, para los griegos la felicidad se encuentra en éste mundo y para los cristianos se encuentra en un mundo más allá del nuestro y consiste en “La visión de dios cara a cara” (Santo Tomás de Aquino).

Aparece, por tanto, la idea de salvación eterna, ésta vida es un tránsito; un camino para conseguir la vida eterna por medio de la virtud que consiste en obedecer los mandamientos de la ley de Dios y conduce a la felicidad de la salvación eterna, la vida sólo tiene sentido como camino de salvación. Lo contrario sería la condenación eterna.

“Sólo dios basta”. Santa Teresa de Jesús.

La Antropología Filosófica en la Edad Moderna:

Se inicia con Descartes, que es el iniciador de una teoría llamada racionalismo.

Se dice por criterio de certeza a ese punto de referencia que nos permite saber cuando un conocimiento es verdadero o no lo es. Todos los filósofos tienen un criterio de certeza en el que se apoyan para construir sus teorías filosóficas.

Para Descartes el criterio de certeza es la evidencia racional: “Una idea es verdadera cuando es evidente a la razón”. Es evidente cuando se presenta tan clara y distintivamente a nuestra razón que no ofrece lugar a dudas. Descartes se apoya en las matemáticas. Si aplicamos éste criterio nos encontramos con la siguiente relación: Él cree que lo que distingue al hombre de los animales no es el cuerpo sino el alma. Él argumenta que el alma es una verdad existente a la razón y por lo tanto no se puede dudar de su existencia. Identifica el alma con nuestro yo (nuestra alma). Todos los hombres tienen conciencia de sí mismos y a esa conciencia la llama alma. Por lo tanto él distingue dos elementos en el hombre (teoría o concepción dualista). El yo lo interpreta Descartes como una conciencia no vacía sino llena de contenido (ideas), una conciencia continente, llena de ideas que tengan cualquier contenido de conciencia. Todo lo que ocurre en mi de lo que yo soy consciente es una idea, las ideas son sensaciones de las que yo soy consciente. Distingue entre el yo y las conciencias de mi yo. El yo es invariable, una realidad permanente que no cambia, lo que cambia son las sensaciones, las conciencias. El yo o el alma la define como “res cogitans” o sustancia pensante. Al cuerpo lo llama “res extensa” o sustancia extensa, que ocupa un lugar. El hombre es, por tanto, un compuesto de sustancia pensante y sustancia extensa, la existencia del alma no necesita demostración sino que se conoce por intuición de una manera directa.

La Antropología en la Edad Contemporánea(siglos XVIII-XX):

Kant (1724-1804) contrapone los conceptos de naturaleza y persona. La persona posee conciencia moral, y es el único ser que la posee. Kant define a la persona como “la libertad e independencia frente al mecanicismo de la naturaleza entera”. La persona es el único ser del universo sometido a leyes propias, es decir, sometido a leyes puras, prácticas establecidas por su propia razón. “La persona es la libertad de un ser racional sometido a leyes morales”. Éstas leyes morales de las que habla Kant se las da el ser racional a sí mismo, lo cual no quiere decir que sean arbitrarias.

Las leyes morales se rigen por el imperativo categórico:

  • Hagas lo que hagas, hazlo por respeto al deber.

  • “Obra de tal manera que puedas querer que el motivo por el cual tú haces lo que haces pudieras quererlo para todos los hombres”.

  • “OBRA DE TAL MANERA QUE SIEMPRE RESPETES LA DIGNIDAD DEL HOMBRE, TANTO EN LA PERSONA DE LOS DEMÁS COMO EN TU PROPIA PERSONA”.

  • “No debo nunca utilizar a los demás como medio, porque todo hombre es un fin en sí mismo”. “Dos cosas llenan de admiración mi espíritu: el ciclo estrellado sobre mi cabeza y la ley moral sobre mi corazón”.

Siglo XX. Aparece una corriente filosófica llamada personalismo. El principal representante es Maunier (1905-1950), que define a la persona como:

“Un ser espiritual constituido como tal por una manera de subsistencia y de independencia en su ser; conserva esa subsistencia por la adhesión a una jerarquía de valores libremente aceptada; esos valores son asimilados y vividos por un compromiso responsable y una constante conversión. Unifica así toda su actividad en la libertad y desarrolla por añadidura a impulsos de actos creadores la singularidad de su vocación”.

En ésta descripción de persona aparecen rasgos característicos de lo que nos hace ser persona y son los siguientes:

  • La persona es un ser singular, único. “Ésta identidad que tiene la persona consigo misma no es la identidad muerta de una roca, que ni nace, ni cambia, ni envejece; no es la identidad de un todo que se abraza en una fórmula; no se presenta ni como algo dado, tal como mi herencia o mis aptitudes, ni tampoco como pura adquisición. Ésta identidad es el desenvolvimiento progresivo de un principio espiritual de vida que llamamos vocación (llamada interior)”.

  • La vocación es lo que nos hace singulares y únicos. Ésta supone descubrir unos valores y adherirse libremente a ellos y comprometerse en su realización.

  • La libertad no es algo que se tiene sino algo que se experimenta, algo que se vive. “En ninguna parte encuentra la persona la libertad dada y constituida. Nada en el mundo le asegura que ella es libre si no penetra audazmente en la experiencia de su libertad. Uno es libre en el momento de elegir unos valores.

  • Ser persona es comprometerse con la realización de esos valores libremente elegidos. El compromiso debe llevar a la acción que modifique la realidad exterior, que nos forme, que nos acerque a los hombres o que enriquezca nuestro universo de valores. Comprometerse no es adherirse ciegamente a algo o a alguien, por temperamento o como por instinto, ni siquiera por entusiasmo. Todo compromiso comporta o exige una entrega consciente, fruto del conocimiento, reflexiva y constantemente revisada.

TEMA 4. TEORIA DEL CONOCIMIENTO

  • INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

  • ASPECTOS BAJO LOS CUALES SE PUEDE ESTUDIAR EL CONOCIMIENTO HUMANO

  • ASPECTO ETIMOLÓGICO DEL CONOCIMIENTO HUMANO

3.1. ¿Qué es conocer?

3.2. Elementos que intervienen en todo conocimiento

3.3. Clases de conocimientos

3.4. Principales interrogantes que plantea el conocimiento humano

3.4.1. ¿Es posible?: Dogmatismo

Escéptico

Criticismo

3.4.2. ¿Es verdadero?: Racionalismo

Empirismo

Intelectualismo

Criticismo

Raciovitalismo

3.4.3. ¿Es objetivo?: Realismo

Idealismo

Raciovitalismo

  • CONOCIMIENTO Y REALIDAD EN EL RACIONALISMO

  • CONOCIMIENTO Y REALIDAD EN EL EMPIRISMO

  • CONOCIMIENTO Y REALIDAD EN EL RACIOVITALISMO

  • EL PROBLEMA DE LA VERDAD

  • EL CRITERIO DE CERTEZA Y SUS CLASES

  • Introducción a la teoría del conocimiento:

  • Los problemas relacionados con la teoría del conocimiento son una clase de problemas que trata la filosofía (más concretamente con la metafísica que estudia la realidad auténtica). Éstos problemas surgieron muy tarde en la historia del pensamiento. Surgieron a partir del siglo XVIII con la filosofía moderna.

    Los filósofos griegos y medievales estaban convencidos de que la inteligencia humana era capaz de llegar a conocer la verdad de todas las cosas (la realidad). El conocimiento científico reflejaba la verdad tal como era, sin previo análisis. A priori o sin haber hecho antes comprobaciones.

    El problema del conocimiento surgió a partir de la Revolución Científica del siglo XVI. En ésta revolución se demostró que la teoría geocéntrica era falsa. Había que hacer un planteamiento serio de las posibilidades del conocimiento humano de conocer la verdad. Antes que tratar el problema de la realidad hay que plantear si podemos llegar a ella. Los filósofos lo que pretenden es aumentar la certeza de los conocimientos (“pocos conocimientos pero seguros”), la seguridad, construir el edificio del conocimiento sobre bases firmes y seguras.

    3.1. ¿QUÉ ES CONOCER?

    Conocer es una actividad mental, mediante la cual el sujeto cognoscente se apropia algo (esencia apariencias) del objeto conocido.

    3.2. ELEMENTOS QUE INTERVIENEN:

    Intervienen tres elementos: sujeto cognoscente (quien conoce), objeto conocido y relación entre ambos (la relación del conocimiento).

    3.3. CLASES DE CONOCIMIENTOS:

    Podemos conocer la realidad a través de las siguientes facultades: los sentidos corporales que captan las apariencias da lugar al conocimiento sensitivo (actividad de los sentidos), la imaginación y la memoria (conservan), la inteligencia.(Captan mediante conceptos la esencia de las cosas). La inteligencia conoce la verdad de las cosas.

    * La teoría del conocimiento trata la verdad de las cosas, que es lo que las cosas son en si mismas, independientemente del sujeto llegar a esa verdad es una tarea muy difícil porque lo primero que nos hace ver las cosas es el conocimiento sensitivo. Las apariencias de las cosas van cambiando. El conocimiento racional se deriva del conocimiento racional. Modificamos la realidad al conocerla.

    Kant dice que la realidad es en parte dada y en parte construida por los hombres. Como no se puede llegar a una verdad indiscutible aparecen varias teorías:

    3.4. PRINCIPALES INTERROGANTES QUE PLANTEA EL CONOCIMIENTO HUMANO

    3.4.1. ¿Es posible?

    • DOGMATISMO: Viene de una palabra griega que significa fijada. Por lo tanto es la doctrina que está fijada). El dogmatismo es una posición epistemológica para la cual no existe todavía el problema del conocimiento. El dogmatismo da por supuesto que el hombre, mediante sus facultades cognoscitivas, puede llegar a conocer lo que realmente es el objeto. El científico dogmático es aquel que confía totalmente en que el hombre puede llegar al conocimiento de la verdad por medio de su inteligencia, que refleja lo que la realidad es en sí misma (tal cual). Sin hacer un análisis previo de esa posibilidad.

    Los primeros filósofos eran dogmáticos. Éstos filósofos comenzaron a investigar las leyes de la naturaleza sin sospechar siquiera que el conocimiento de esa realidad fuera un problema.

    El dogmatismo es la posición del hombre ingenuo; es su característica propia.

    • ESCEPTICISMO: Es la posición opuesta radicalmente al dogmatismo. Según ésta teoría nunca podremos llegar a estar seguros de la verdad de algo (realidad en sí misma, esencia de algo), lo único que podemos tener son opiniones, más o menos fundamentadas.

    Ya en el siglo VI a.C. se dieron posiciones escépticas, como las de Jenófanes, filósofo griego que decía: “la verdad no la conoció ningún hombre, ni habrá ninguno que llegue a conocerla, por lo que sobre cualquier cuestión no existen más que opiniones”.

    Los argumentos de los escépticos son los siguientes:

    • Los sentidos y la inteligencia no tienen capacidad para llegar a conocer lo que la realidad es en sí misma. Los sentidos nos engañan, nos dan un punto de vista distinto depende de cómo utilicemos los sentidos. Si alguna vez nos engañamos podemos decir que siempre nos podemos engañar (siempre las apariencias nos pueden dar lo que las cosas parecen ser desde un punto de vista particular) las apariencias cambian según tengamos uno u otro punto de vista.

    Ni en las apariencias nos ponemos de acuerdo.

    Una corriente mitigada (es decir, no tan radical) del escepticismo es el relativismo, que dice que el conocimiento es relativo a las circunstancias que se produzcan en un momento determinado. Es decir, ésta teoría dice que el conocimiento puede existir, no como dice el escepticismo, que dice que nada se puede conocer.

    En el campo de la ética tomó gran importancia las ideas del relativismo y del escepticismo en los sofistas. Protágoras decía “El hombre es la medida de todas las cosas”. El hombre es la medida de la verdad, por lo que el conocimiento se reduce a la opinión.

    • CRITICISMO: Entre las dos teorías anteriores, que son dos extremos, hay una tercera manera de interpretar el conocimiento humano. Es una especie de síntesis de las dos.

    La figura más importante de éste movimiento es Manuel Kant, filósofo alemán perteneciente a la Ilustración. En él que concurren la teoría del dogmatismo y la del escepticismo.

    Él dice que éstas teorías son rechazables porque son ideas extremas.

    El dogmatismo tiene el error de creer ciegamente en el poder de la razón sin hacer una crítica previa de su propio poder.

    El escepticismo rechaza el poder de la razón humana para llegar a la verdad sin hacer antes un análisis previo.

    La solución, por tanto, es el criticismo, que dice que el conocimiento de la realidad es posible bajo determinadas condiciones.

    El objetivo de la teoría del conocimiento sería determinar las condiciones necesarias para que un conocimiento humano sea universalmente válido. Kant dice “Dogmatismo y escepticismo son posiciones exclusivistas. Aquella tiene una confianza ciega en el poder de la razón, ésta en la desconfianza hacia la razón, adoptada sin previa crítica en uno y en otro caso. El criticismo supera ambos extremos, que es aquel método de filosofar que consiste en investigar las fuentes de las propias afirmaciones y objeciones y las razones por las que las mismas descansan, método que da la esperanza de llegar a la certeza.

    3.4.2. ¿Es verdadero?

    • RACIONALISMO: Comienza en el siglo XVII con Descartes. Para el racionalismo un conocimiento es verdadero sólo cuando es universal y necesario.

    Universal significa que es válido para todo tiempo y lugar, lo contrario sería particular que es sólo para un aquí y un ahora concretos. Necesario es un conocimiento que es así y no puede ser de otra manera, cuya negación implicaría una contradicción, y por lo tanto falsedad.

    El principio de no-contradicción nos dice que una cosa no puede “ser” y “no ser” al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto.

    Sólo la razón puede proporcionar conocimientos que tengan éstas características, es decir, que sean universales y necesarios, luego sólo la razón, es fuente válida de conocimientos.

    La palabra racionalismo tiene su origen en una palabra latina “ratio” (=razón) la tesis fundamental del racionalismo es que la razón es la única fuente válida de conocimientos (prescindiendo de los sentidos) y que tiene un poder ilimitado.

    Siempre que la razón tenga un buen método podrá llegar al conocimiento.

    Los filósofos racionalistas se inspiraron en el saber matemático para defender que la razón humana tiene un poder ilimitado, siempre que proceda deductivamente, como las matemáticas, a través del método de la deducción. Éste método consiste en obtener nuevas verdades a partir de unas verdades ya conocidas con certeza por la inteligencia, de una manera evidente; los racionalistas pretenden aplicar el método deductivo no sólo a las matemáticas, sino también a toda la realidad, es decir, pretender construir una filosofía basada únicamente en la evidencia de la razón, como ocurre con el saber matemático.

    Los racionalistas rechazan el testimonio de los sentidos, porque éstos siempre nos ofrecen un conocimiento particular y contingente.

    Particular significa que es válido para una situación concreta.

    Contingente significa que la negación de esa verdad no implica contradicción, lo contrario sobre una verdad de hecho siempre es posible, por lo tanto los sentidos no son fuente válida de conocimiento porque nunca proporcionan conocimientos universales y necesarios.

    EN RESUMEN: Todos los filósofos racionalistas piensan que la razón humana es la única fuente de conocimiento, prescindiendo de los sentidos, y tiene un poder ilimitado, es decir, puede llegar a conocer la verdad de todas las cosas. Para llegar a esa verdad, el método adecuado es el deductivo. El racionalismo es una teoría innovista, es decir, la razón humana tiene principios innatos, principios lógicos que permiten llegar al conocimiento de la verdad.

    Los racionalistas se basan en dos principios:

  • Principio de identidad: Todo ser es idéntico a sí mismo.

  • Principio de no-contradicción: Una cosa no puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto.

  • Los filósofos racionalistas consideran que los principios universales y necesarios pueden adquirirse tanto en el campo de la Naturaleza y la Física como en el campo de las Matemáticas.

    • EMPIRISMO: La palabra empirismo procede de la palabra griega “empeiría” (=experiencia).

    Constituye una teoría opuesta al racionalismo.

    Por tanto, para los empiristas, la razón es la fuente válida de conocimiento, pero el poder de conocimiento de la razón está limitado por la experiencia.

    “Todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia y tiene sus límites en la experiencia”.

    La función de nuestra razón humana consiste en ordenar, clasificar e interpretar los datos de nuestra experiencia, tanto de la externa (que es el conocimiento adquirido por los sentidos) como la interna (que es el conocimiento que tiene el individuo de sus propios estados mentales).

    El método propuesto por el empirismo es el método inductivo, no el deductivo. El método inductivo consiste en llegar a las verdades generales a partir de experiencias concretas o particulares.

    Los empiristas rechazan por completo el innatismo del racionalismo. Para ellos no existen conocimientos innatos, debido a que todos nuestros conocimientos son adquiridos por la experiencia.

    Respecto a esto último, Locke (del siglo XVII) dice que “Nuestra mente es como un papel en blanco en el que la experiencia va escribiendo todos sus caracteres”.

    Los conocimientos universales y necesarios del racionalismo sólo pueden pertenecer al campo de las Matemáticas y de la Lógica, pero no en el campo de las Ciencias de la Naturaleza o de la Física, que no son verdades universales ni necesarias, aunque sí son conocimientos verdaderos probables, basados en la experiencia.

    Lo contrario de una verdad de hecho es posible, pero lo contrario de una verdad de razón es imposible.

    Filósofos empiristas:

    El empirismo fue defendido por los sofistas en el siglo V a.C. El empirismo moderno se inicia en el siglo XVII contemporáneo del racionalismo lo representan Locke, Berkeley y Hume.

    • INTELECTUALISMO: Supone un intento de reconciliar las dos teorías anteriores, hacer una unión entre conocimiento sensible (empirismo) y conocimiento racional (racionalismo). La tesis fundamental del intelectualismo es la siguiente: Es posible llegar al conocimiento de la verdad de las cosas (conocimientos universales y necesarios sobre verdades de hecho), no sólo sobre verdades de razón.

    Aristóteles distingue las siguientes facultades de conocimiento:

    Vista

    Oído

    Internos Olfato

    Gusto

    Sentidos Tacto

    Sensorio Común

    Externos Imaginación

    FACULTADES Memoria

    DEL

    CONOCIMIENTO

    Entendimiento

    Aristóteles da por supuesto que las cosas existen en sí mismas. La realidad es algo objetivo totalmente independiente de nosotros. Ésta realidad objetiva está constituida por una esencia y por unas apariencias. La esencia de algo es aquello que a ese algo le hace ser como es, y que se expresa en definiciones, las apariencias es lo que vemos por los sentidos.

    La esencia de algo es aquellas propiedades o cualidades que tiene todos los seres de la misma especie, prescindiendo de sus facultades personales, la esencia es el objeto conocido por la razón y las apariencias son el objeto de los sentidos.

    Aristóteles considera posible llegar al conocimiento de la esencia de las cosas, llegar al conocimiento de la verdad. Esto se realiza mediante un proceso, llamado de abstracción, en el que intervienen los sentidos externos, los sentidos internos y el entendimiento.

    Aristóteles dice que “nada hay en el entendimiento que no haya estado antes por los sentidos”. El acto propio de los sentidos externos es la sensación, que es la captación de una cualidad aislada del objeto, las sensaciones que recibimos a través de los sentidos son sensaciones caóticas y desordenadas. Por cada sentido recibimos unas sensaciones independientes a las de otros sentidos. Éste caos de sensaciones es ordenado, organizado y estructurado por un sentido interno, llamado sensorio común. El acto propio del sensorio común es la percepción, que es la captación global y ordenada de un objeto presente a los sentidos.

    La diferencia fundamental entre sensación y percepción es que la sensación es la captación de una cualidad aislada del objeto mientras que la percepción implica el orden de unas sensaciones para dar origen al conocimiento del objeto total.

    Así, podemos hablar de los sabores de la naranja, pero hablamos de la percepción de la naranja.

    En el proceso de abstracción también intervienen la imaginación y la memoria.

    La IMAGINACIÓN consiste en la capacidad de evocar un objeto previamente percibido en ausencia física de éste objeto.

    La MEMORIA es la facultad de localizar las imágenes en un tiempo y en un espacio.

    Las percepciones son algo general; mientras que las imágenes son algo concreto y particular. Aristóteles dice que una vez que hemos obtenido unas imágenes éstas son iluminadas por el llamado entendimiento agente, haciendo resaltar lo que tienen en común todas las imágenes sobre una clase de cosas, es decir, es conservada por el entendimiento paciente en forma de conceptos. “Los conceptos son la representación intelectual de la esencia de los objetos” (Aristóteles). Éstas presentaciones se expresan en definiciones.

    Definir es resaltar las notas específicas de un objeto que a éste le hacen ser lo que es, expresar su esencia. A éste proceso que acabamos de descubrir Aristóteles lo llama abstracción, proceso de definición de los conceptos científicos. Abstraer significa separar lo accidental de lo esencial de las cosas, lo cambiante de las cosas de lo permanente, prescindir de las apariencias y quedarnos con lo que las cosas son realmente.

    Para Aristóteles, la ciencia refleja la verdad de las cosas tal como son en sí mismas. En sí mismo quiere decir independientemente de nosotros. Existe, por tanto, una correspondencia entre la ciencia y la realidad, es decir, lo que la ciencia conoce de las cosas es lo que las cosas son realmente.

    Aristóteles define la verdad científica como “La adecuación entre el entendimiento y el objeto”. Esto significa que un conocimiento es verdadero cuando consigue adaptarse a la verdadera realidad de las cosas, es decir, lo que las cosas son.

    CRITICISMO O APRIORISMO: En la historia de la filosofía es el segundo intento de reconciliar racionalismo y empirismo. Kant defiende ésta teoría y dice “Todo objeto conocido siempre es una síntesis o unión de los datos que proceden de la experiencia (“a posteriori”) y de unas condiciones “a priori” (independientemente de la experiencia) que envía el sujeto cognoscente sobre esos datos, que proceden de la experiencia.

    A los datos que proceden de la experiencia, Kant los llama materia del conocimiento, y a las condiciones que envía el sujeto cognoscente (“a priori”) lo llama forma del conocimiento. El conocimiento humano es una síntesis de materia y forma, es decir, de lo dado en la experiencia y de lo puesto por el sujeto cognoscente.

    Ésta teoría se diferencia del intelectualismo, porque según Kant los conceptos que representan la existencia de las cosas no se extraen de la experiencia, sino que existen “a priori” en el entendimiento humano como “formas vacías”. Éstas formas o moldes vacíos, que son los conceptos, no ofrecen verdadero conocimiento hasta que no entran en contacto con la experiencia. En ésta necesidad de la experiencia se diferencia el criticismo (apriorismo) del racionalismo. Recordemos que para el racionalismo los conceptos de la inteligencia, que permiten conocer la realidad, estaban plenamente acabados y eran perfectamente válidos, independientemente de toda experiencia.

    El conocimiento científico solo se produce para Kant, cuando los conceptos se llenan con los datos de la experiencia, Kant dice: “Los conceptos sin experiencia están vacíos, la experiencia sin conceptos está ciega”.

    3.4.3. ¿Es objetivo?

    ¿Es la ciencia un conocimiento objetivo o es una mera construcción mental? ¿Refleja la realidad tal cual es o no la refleja?

    • REALISMO: Es la respuesta predominante hasta el siglo XVII

    La palabra realismo procede del latín “res” (=cosa u objeto), por lo tanto el realismo es el predominio del objeto sobre el sujeto. Por lo tanto el realismo es una teoría objetivista.

    El realismo establece como punto de partida dos principios o proposiciones:

    • El primero nos dice que existe una realidad en sí independientemente del sujeto, es decir, partimos del supuesto de que existen los objetos independientemente del sujeto, son en sí mismos. El sujeto lo que tiene que hacer es encontrar esa verdad.

    • Esa realidad o esencia puede llegar a ser conocida por el sujeto cognoscente, mediante la elaboración de conceptos universales.

    La verdad se define como la adecuación entre el sujeto y el objeto.

    Un conocimiento es verdadero cuando refleja la verdad tal como es en sí misma.

    El realista tiene el concepto de la ciencia como un espejo, que refleja toda la realidad.

    Este optimismo científico comienza a declinar en el siglo XVII y se va sustituyendo por la ideología idealista.

    Ésta filosofía es la filosofía moderna, que surge frente al realismo. El idealismo es la respuesta filosófica a los acontecimientos históricos ocurridos en los siglos XV y XVI.

    En el siglo XV el acontecimiento cultural más importante es el Humanismo y en el siglo XVI la Revolución Científica y la Reforma Protestante.

    Éstos acontecimientos hicieron dudar a los filósofos sobre el realismo anterior, los filósofos quieren buscar conocimientos seguros y van abandonado las teorías del realismo y adoptan puntos de vista idealistas.

    • IDEALISMO: Idealismo procede de la palabra “idea”. Una filosofía idealista establece la prioridad de sujeto sobre el objeto. Por lo tanto es una teoría subjetivista.

    Los realistas y los empiristas dicen que una idea es cualquier contenido de conciencia, cualquier vivencia psíquica consciente. Éstos son el punto de partida de la nueva filosofía porque es el punto de vista que tiene menos riesgos de equivocarse, el más seguro. Yo siempre podré dudar que las cosan sean como yo las pienso pero es indudable que yo pienso de ésta manera las cosas. Puede ocurrir que las cosas y sus cualidades (los colores, sabores,...) no pertenezcan a las cosas mismas, no sean realidades objetivas, pero lo que es indudable es que yo experimento esas sensaciones. Puedo creer que las cosas existen en sí mismas y puede ser que eso no sea así, pero lo que es seguro es que yo creo que las cosas existen.

    El idealismo, por tanto, es un modo de interpretar la realidad que establece la prioridad del sujeto sobre el objeto, es una filosofía hecha desde el sujeto del conocimiento, una filosofía subjetivista, porque las ideas del sujeto son indudables. Y esto así, porque son inmediatamente conocidas por mí.

    En la filosofía realista veíamos que entre el sujeto y el objeto siempre se interponían los actos de conocimiento, que eran las sensaciones, las perfecciones, las imágenes, los recuerdos y los conceptos. Por eso los idealistas dicen que siempre podemos dudar de la validez de ese proceso de conocimiento del realismo. Pero si nos limitamos a considerar válidas sólo la existencia de las ideas de las cosas en mí eso no ofrece ninguna duda.

    El punto de partida idealista son las ideas que tenemos de las cosas, que son inmediatas a nosotros mismos, sin intermediarios. De éste planteamiento se deduce que lo que no era problema para el realismo si lo es para el idealismo, ésta filosofía tendrá que demostrar algo evidente para el realismo, que las cosas existen y se pueden conocer. (Supuesto evidentes para el realismo). El realismo tendrá que resolver el problema de cómo transitar del yo a las cosas.

    • RACIOVITALISMO: La filosofía contemporánea no es absolutamente realista, como para Aristóteles, ni es absolutamente idealista, como para Hegel. En ésta filosofía moderna siempre hay algo de idealismo, es decir, todos los filósofos contemporáneos creen que el sujeto cognoscente siempre pone algo de sí mismo en el conocimiento de la realidad. El sujeto no es algo pasivo, como un espejo, sino que es algo activo.

    Ortega y Gasset nació en 1883 y murió en 1956. Estudió filosofía en Madrid y completó su formación en Alemania.

    Su pensamiento filosófico estuvo influido por el idealismo alemán de Kant y de los neokantianos (Hegel, siglo XIX, idealismo absoluto: defendía que toda la realidad es la creación del sujeto, “Pensar es crear”). Empezó su pensamiento como idealista criticando las posiciones realistas posteriormente, Ortega criticó la filosofía idealista y elabora un sistema filosófico como síntesis de realismo y de idealismo; Ortega dice que la solución no sería ni el realismo ni el idealismo sino el Raciovitalismo. Para él, el realismo y el idealismo son posiciones extremas. Para el realismo la auténtica realidad son las cosas y para el idealismo la auténtica realidad es el yo.

    El realismo es objetivista y el idealismo es subjetivista.

    Ortega dice, contra el idealismo, que las cosas no son lo que son independientemente de mí, ni mi yo es absolutamente independiente de las cosas. La verdad está en el yo con las cosas. Esta síntesis constituye nuestra vida.

    La vida es la realidad auténtica, y está constituida por el yo y las cosas, por el yo y las circunstancias de mi yo. En su obra “Qué es filosofía” escribe: “El dato radical no es mi existencia (yo existo) sino mi coexistencia en el mundo”, “Yo soy yo y mis circunstancias, y si no salvo mis circunstancias no me salvo a mí”.

    Por tanto, para Ortega la vida es la realidad radical de las cosas. En filosofía llamamos radical a aquello que da sentido a todas las demás cosas, la vida humana es, para Ortega, el fundamento y la causa última de todo lo que el hombre hace.

    CARACTERÍSTICAS DE LA VIDA:

    • Vivir es el modo de ser radical, la realidad radical o última no es la conciencia (no es el yo, que decía Descartes), sino que esa vida incluye además del sujeto, el mundo. El mismo hecho de hacer filosofía no es sino una forma particular de vivir. Cualquier tipo de realidad o de actividad supone, de antemano, otra realidad que la fundamenta: nuestra vida.

    • Vivir es encontrarse con el mundo, y éste no es una realidad en sí, sino un componente esencial de mi vida. “El mundo no es naturaleza, como creían los antiguos (los racionalistas) sino lo vivido como tal, lo vivido por mí”.

    • Vivir es ocuparse de algo, por lo tanto las cosas no son algo en sí mismas. Nuestra vida es una constante decisión y siempre decidimos para algo, con una finalidad. Vivir es anticiparse, ir prefigurando el futuro; vivir es ocuparse para algo, es decir, preocuparse. Estamos decididos a algo, en vista de lo cual ocupamos nuestra vida. La vida nunca fue prefija, no está prevista, es imprevista, es posibilidad es problema.

    • Vivir es un continuo quehacer: Nada se nos da hecho; la vida es un problema que necesitamos resolver. El mundo abre un abanico de posibilidades y el hombre se siente forzado a elegir lo que quiere hacer, como realizar su proyecto, la vida es libertad.

    • Vivir es un problema, cada uno de nosotros es un problema. El hombre es el problema fundamental de la vida. Vivir es, encontrarse a sí mismo, sentirse vivir, tener conciencia de sí mismo y de las circunstancias que me rodean.

    • Vivir es un proyecto, el hombre tiene que intentar crear, el destino de la vida humana es salvarse, es decir, ser plenamente uno mismo, la autenticidad es la característica fundamental del destino humano.

    4. CONOCIMIENTO Y REALIDAD EN EL RACIONALISMO

    El conocimiento del hombre y el conocimiento de la realidad están íntimamente unidos, porque sólo podemos considerar real todo aquello que podamos conocer. Por lo tanto la pregunta de “¿Qué puedo conocer?” También la podríamos sustituir por: “¿Qué es lo que realmente existe?”.

    * El punto de partida de Descartes es el punto de vista del yo mismo, de las ideas que yo tengo de las cosas.

    Desde un punto de vista puramente subjetivo, todas las ideas son vivencias físicas. Hay ideas que son puramente subjetivas, es decir, las sensaciones son verdades confusas. Otras son muy claras porque existen unas relaciones objetivas en ellas.

    • Para averiguar cuáles de las ideas de mi mente son objetivas, Descartes crea un método (“Discurso del método”). Un método es un conjunto de reglas que nos permite utilizar fielmente nuestra razón, permite a la razón humana encontrar o ayudar a encontrar la verdadera realidad.

    REGLAS DEL MÉTODO DE DESCARTES

    • REGLA DE LA EVIDENCIA: No admitir como verdades cosa alguna, como no supiera con evidencia que lo es, es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención, y no comprender en mis juicios (un juicio es una operación mental que consiste en la relación entre dos conceptos en la cual uno de ellos afirma o niega algo del otro. En todo juicio hay un sujeto y un predicado) no afirmar o negar nada más que lo que se me presentase tan clara y distintivamente a mi espíritu (=razón) que no hubiese ninguna ocasión de ponerlo en duda.

    • REGLA DEL ANALISIS: Dividir cada una de las dificultades que examinará en cuantas partes fuese posible y en cuantas requiera su mejor solución.

    • REGLA DE LA SÍNTESIS: Conducir ordenadamente mis pensamientos, empezando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, pero ir ascendiendo poco a poco gradualmente hasta el conocimiento de los complejos, e incluso suponiendo un orden entre los que no se preceden naturalmente.

    • REGLA DE LA ENUMERACIÓN: Realizar en todo momento unas enumeraciones tan completas y unas revisiones tan complejas que estuviese seguro de no admitir nada.

    LA DUDA METÓDICA

    Descartes para determinar cuales ideas son verdaderas o cuales no empieza a plicar la primera regla.

    Descartes califica a su duda de metódica, es decir, hay algunos aspectos de la duda que no son tales, son como una especie de juego. Descartes a pesar de utilizar la duda no es un filósofo escéptico, su duda no es real, él no duda de todo lo que él somete a prueba y análisis. Es una duda hiperbólica y universal. Descartes es un filósofo dogmático.

    CLASIFICACIÓN DE LAS IDEAS:

    Atendiendo a su origen puedo clasificar las ideas:

    • Encuentro ideas en mí que tiene su origen en los sentidos, son las ideas adventicias.

    • A aquellas ideas que fabrica mi imaginación las llamo ideas facticias.

    • Hay otras ideas que tengo en mi mente que no provienen ni de la experiencia ni de la imaginación, Se llaman ideas innatas.

    Las ideas de las matemáticas son ideas de la mente que no provienen de la experiencia y por lo tanto no se basan ni necesitan demostrarse con la experiencia.

    * Dentro de las ideas innatas se encuentran las ideas de las matemáticas y las ideas reales de las cosas.

    • Yo puedo dudar de las ideas adventicias porque, si los sentidos me engañan alguna vez, puedo pensar que me están engañando siempre. Rechazo, por tanto, éstas ideas como propiedades objetivas de la realidad.

    • Las ideas que fabrica mi imaginación también son totalmente subjetivas. Puedo cambiar a mi voluntad todas las ideas que fabrica mi mente. Por tanto, también éstas ideas las rechazo y tengo una duda real sobre ellas.

    Descartes dice que puede ocurrir que la vida sea un sueño y nada de lo que creemos real lo sea de verdad, la imposibilidad de establecer fronteras claras entre el sueño y la vida real puede causar que las cosas puedan ponerse en duda. Cuando sueño creo que todo lo que vivo es real.

    Parecería que sobre las verdades matemáticas no puedo dudar, porque soñando o despierto las verdades matemáticas son las mismas.

    HIPÓTESIS DEL GENIO MALIGNO

    “Podría ocurrir que hubiéramos sido creados por un genio maligno, todopoderoso y engañador que emplee toda su astucia y malicia en engañarnos, en hacernos creer cosas que no son verdad”.

    Por lo tanto hemos nacido para el error y ese genio maligno se divierte, por eso pensamos que esa verdad es clara pero puede que esté equivocado.

    IDEA DEL YO PENSANTE “Pienso luego existo”

    La única verdad de la que no se puede dudar y que está al margen de la idea del genio maligno es la idea de que yo pienso, de que soy un ser pensante, la existencia del yo pensante es la primera verdad indudable.

    Aunque fuera cierto que 3 y 2 no son 5, yo estaría pensando. En el “Discurso del método” escribe:

    “Después de esto consideré lo que es exigible a una proposición para que pueda ser verdadera y cierta, pues ya que acababa de encontrar una que podía ser tal, pensé que debía saber también en qué consiste esta certidumbre, y habiendo deseado que no hay en esta proposición: “Yo pienso, luego yo soy”, nada que me asegure que digo la verdad, sino que veo muy claramente que para pensar es necesario ser, juzgué que podía asumir como regla general que las cosas que nosotros concebimos muy clara y distintamente son todas verdaderas”.

    (Descartes: “DISCURSO DEL MÉTODO” 4ª PARTE)

    Al mismo tiempo que Descartes descubre la primera verdad, descubre también el criterio de certeza. Éste criterio es la claridad y distinción: Todas las ideas que sean evidentes a la razón humana son verdades.

    Podemos suponer que el conocimiento científico es un engaño para el hombre. Por tanto, estamos en un solipsismo, que es una situación consistente en poder afirmar únicamente una sola verdad, es estar encerrado en sí mismo.

    SOLUCIÓN IDEA DE DIOS

    Entre las ideas claras y distintas hay una idea diferente a todas las demás, que es la idea de Dios. “Dios es una substancia infinita, omnisciente, todopoderosa, por lo cual yo mismo y todas las demás cosas (si es que algo más existe) hemos sido creados” Dios es una idea innata, de la que yo no puedo ser autor y no puedo crear la idea de infinito a no ser porque ese ser infinito haya puesto la idea en mí. “Dios es como la huella del artífice en su obra”.

    • El primer argumento de la idea de Dios parte del análisis de la misma idea de Dios.

    • El segundo argumento “Yo existo, esta es la primera verdad que he descubierto al aportar mi vista de los objetos y conocerla sobre los sentimientos, pero yo que existo tengo una existencia cuyo fundamento no percibo. Si yo fuese el autor de mi ser, habría puesto en mí todas las percepciones de las que poseyese alguna idea y así yo mismo sería Dios. Es decir, si yo fuese causa de mi propia existencia, yo sería la causa de la idea de perfecto y de infinito que están presentes en mi pensamiento, y para que fuese así yo tendría que ser el ser perfecto, o sea Dios.

    CONCLUSIÓN: Dios por lo tanto existe no solo como causa de la idea de infinito y de perfecto sino también como causa de mí mismo, el ser en el que existe tal idea.

    LA EXISTENCIA DE DIOS Y LA HIPÓTESIS DEL GENIO MALIGNO

    “Una vez demostrada la existencia de Dios, el problema de la verdad experimenta un cambio. Si Dios, me ha creado, yo no puedo atribuir el error a mi inteligencia como tal. Convertir el error en necesario (HIPOTESIS DEL GENIO MALIGNO) sería tanto como hacer a Dios responsable del mismo y esto no es así. Dios es bueno y veraz, y por definición no puede engañarme. Dios “puede permitir que me equivoque respecto a mis ideas confusas (Adventicias y Facticias); pero respecto a mis ideas innatas (claras y distintas) no debo abrigar ninguna sospecha de duda. No podemos pues engañarnos cuando afirmamos proposiciones matemáticas, que deducimos de proposiciones que han sido vistas clara y distintamente por la razón. Del mismo modo no puedo engañarme respecto a otra idea innata, que es la de la existencia de las cosas. Ésta había sido puesto en duda viendo que era imposible la defensa entre la vigilia y el sueño”.

    Una vez demostrada la existencia de Dios queda solucionada la existencia de las cosas. Sobre esto dice Descartes:

    “Mi mente recibe impresiones (sensaciones) de las cosas a veces contra mi voluntad, por lo que estoy inevitablemente (obligado o) inclinado a pensar que vienen a mí desde cuerpos distintos del mío, y puesto que Dios, que no es engañador, me ha dado una grandísima inclinación a creer que aquellas impresiones o ideas sensibles me son transmitidas por objetos corpóreos. Tal vez no sean exactamente lo que la percepción sensible sugiere que son, pero en todo lo que clara y distintamente percibamos en ellos...”

    “Debía poner a un lado todas las dudas de aquellos días pasados, tan hiperbólicas (exageradas) y ridículas, particularmente aquella muy general e incertidumbre respecto del sueño, que no podía distinguirse del estado de vigilia”.

    SOLUCIÓN DEFINITIVA A LA EXISTENCIA

    Existe Dios, existen las cosas y existe el yo o mi yo.

    • Propiedades de los cuerpos:

    El atributo o propiedad fundamental de mi yo es la CONSCIENCIA. No se puede prescindir, por tanto, de éste atributo.

    El atributo fundamental de Dios es la UNIVERSALIDAD, la ABSOLUTIVIDAD.

    La propiedad fundamental de los cuerpos es la extensión.

    “Así, la extensión en longitud, anchura y profundidad, constituye la extensión de la sustancia corpórea”.

    Son propiedades objetivas de las cosas la extensión y las propiedades que de ella se derivan, como la figura y el tamaño de las mismas.

    Las llamadas propiedades secundarias de las cosas (olor, color, sabores,...) son todas subjetivas, no pertenecen a las cosas mismas.

    El mundo de Descartes es un mundo de líneas, superficies y volúmenes, es un mundo totalmente geométrico.

    5.CONOCIMIENTO Y REALIDAD EN EL EMPIRISMO

    Al mismo tiempo que en Francia se inicia la filosofía moderna por el idealismo, en Inglaterra se inicia el empirismo. Ésta corriente adapta un punto de vista idealista y empezará siempre por una teoría del conocimiento. Tendrá, por tanto, el mismo problema del idealismo como demostrar que hay una realidad objetiva, pero las soluciones son diferentes.

    El empirismo rechaza que haya ideas innatas, dicen que no existen, que sólo existen ideas adquiridas por la experiencia. La razón tiene su límite en la experiencia, no tiene un poder ilimitado.

    El método utilizado por el empirismo es el método inductivo, no el deductivo, parte de verdades particulares para tratar de llegar a verdades generales, pero no universales y necesarias.

    Las verdades universales y necesarias sólo son posibles en el campo de la aritmética, la geometría y la lógica, pero no en el campo de la ciencia. Los empiristas terminan en el escepticismo no solo no pueden llegar a verdades metafísicas, sino que también tendrán escepticismo en verdades físicas.

    FILÓSOFOS EMPIRISTAS: HUME, LOCKE, BERKELEY

    Hume (Edimburgo 1711-1776)

    Su obra más importante es “Investigaciones de la naturaleza humana”.

    ORIGEN DE NUESTRO CONOCIMIENTO: Punto de partida: las vivencias de las cosas. Nuestra mente es una página en blanco. Todas nuestras ideas se consiguen a partir de la experiencia, por tanto interna como externa.

    A lo que Descartes lo llama idea, Hume lo llama PERCEPCIÓN.

    “Llamo percepción a todo lo que puede estar presente en nuestra mente, sea que empleamos nuestros sentidos, o que estemos movidos por la pasión, o que ejerzamos nuestro pensamiento y nuestra reflexión”.

    Para Hume la percepción es cualquier contenido de conciencia. Ésta percepción puede proceder de la experiencia interna o de la experiencia externa, pueden ser impresiones o ideas.

    “Cuando sentimos una pasión o una emoción de cualquier clase, o cuando las imágenes de los objetos nos son traídos por nuestros sentidos, la percepción de la mente es a lo que yo llamo impresión”.

    “Las impresiones son nuestras percepciones vivas y fuertes. Las ideas son nuestras percepciones más ténues y más débiles”.

    Una idea es una impresión de algo que anteriormente ha tenido una impresión.

    Una impresión es una percepción directa de algo.

    Tanto las ideas como las impresiones son percepciones adquiridas. La idea depende de la impresión, hay una relación de dependencia, las ideas son consecuencia o efecto de las impresiones. No podemos tener una idea sin impresiones previas. Según ésto para Hume no existen ideas innatas.

    La diferencia entre ideas e impresiones es que éstas últimas son más fuertes y más vivas que las ideas, más ténues y débiles.

    CRITERIO DE CERTEZA Es el punto de referencia. Para Hume serán las impresiones. Cuando quiera saber si una idea es o no legítimo no tengo más que preguntarme: ¿De qué impresión procede? Si encuentro esa impresión la idea será legítima si no la encuentro esa idea será ficción. Si yo digo que el traje es azul será una afirmación legítima, pero si digo que el alma es una sustancia pensante, esa sustancia es ilegítima, porque no tengo ninguna impresión de ella.

    CRíTICA DE LA IDEA DE SUSTANCIA PENSANTE Recordemos que Descartes decía que el yo era una sustancia pensante cuya esencia o naturaleza es pensar.

    Defendía que esa sustancia era como el sustrato que, de alguna manera, subyacía de todas nuestras ideas. Descartes distinguía entre el yo y los pensamientos. Consideraba que ese yo tenia una característica, que era la de permanecer siempre idéntica a sí mismo, a través de los cambios de las sustancias psíquicas.

    Hume va a criticar la existencia del yo como sustancia. Decir que el yo es algo permanente es ilegítimo, porque si yo entro en el interior de mi mismo siempre me encuentro con alguna vivencia psíquica, pero nunca me encuentro con la impresión del yo. Tengo impresiones de las ideas que hay en mí, pero no del lugar donde están. Es decir, yo no tengo un conocimiento de mi yo vacío.

    La idea del yo se forma a partir de la confusión entre identidad de mí mismo y sucesión constante de vivencias. Por tanto, para Hume el alma es el conjunto de percepciones, de vivencias psíquicas.

    CRÍTICA DE LA IDEA DE DIOS

    Decartes dice que TODO EFECTO TIENE UNA CAUSA QUE LO PRODUCE. Hay una conexión necesaria y proporcional entre causa y efecto en todas las situaciones de la vida. Hume va a despreciar el principio de causalidad.

    Tendemos psicológicamente a establecer una conexión necesaria entre causa y efecto, y nos parece imposible que pueda existir una sin la otra.

    Para analizar ésta idea de conexión necesaria tengo que acudir al criterio de certeza de Hume. Cuando quiero ver si alguna conexión observo con los sentidos una conjunción entre los elementos o fenómenos, que es constante; sucesión de uno sobre otro; y prioridad de la causa sobre el efecto. Observo. Por tanto, todo esto, pero no encuentro ninguna impresión sobre esa conexión necesaria.

    El principio de causalidad sólo se puede aplicar a los fenómenos, pero no puedo aplicarla a realidades transcendentes, porque no tengo experiencias sobre ellos. Por tanto no puedo asegurar la idea de Dios. Dios es una invención del hombre, a causa de nuestro miedo a morir.

    CONCLUSIONES DE HUME Recordamos que esa relación entre causa y efecto no es algo que pertenezca a los objetos mismos, sino que “Es una determinación de la mente que nos impulsa automáticamente de pasar de un objeto a otro” la causalidad es la sucesión constante de fenómenos y el hábito de pensar que a uno le va a seguir otro.

    “Cuando veo una bola de billar moviéndose hacia otra, mi mente es llevada inmediatamente por el hábito hacia el efecto ordinario, y se anticipa a mi vista concibiendo la segunda bola en movimiento. No hay nada en esos objetos, abstractamente considerados, es decir, con independencia de la experiencia, que me lleve a formar una tal conclusión.”

    CLASIFICACIÓN DE LAS CIENCIAS SEGÚN HUME:

    Podemos clasificarlas en dos grandes grupos:

  • Ciencias que tienen por objeto relaciones entre las ideas. Pertenecen a éstas Aritmética, Geometría y Lógica. Son las llamadas Ciencias de razón o Ciencias formales.

  • Ciencias que tienen por objeto las relaciones entre los hechos. Pertenecen a éste grupo la Física. Son las llamadas Ciencias de la naturaleza.

  • Son universales y necesarias y tienen su origen en el principio de no-contradicción.

    Aristóteles decía que la Física era la ciencia de las cosas por sus causas.

    El fundamento de estas ciencias naturales es el principio de causalidad. El científico busca esas causas, pero éste principio no ofrece ni universalidad ni necesidad, sólo podemos tener creencias, basadas en el hábito y en la costumbre; sólo es una ciencia probable.

    CONSECUENCIA: Hume desemboca en un escepticismo radical, no solo metafísicamente (Dios,...) sino también con la ciencia.

    Para Hume la realidad se reduce a impresiones, a apariencias, y el conocimiento se reduce a creencias.

    ASPECTOS BAJO LOS CUALES SE PUEDE ESTUDIAR EL CONOCIMIENTO HUMANO

    Hay tres: EPISTEMOLÓGICO, PSICOLÓGICO Y LÓGICO.

  • Epistemológico: Trata de resolver el problema de la verdad. Responde a la pregunta: ¿Qué puede hacer el hombre?, ¿Tiene o no tiene límites el conocimiento humano?, ¿Es objetivo o no lo es?

  • Psicológico: Trata de responder los procesos mentales que conducen al conocimiento, Hemos dicho que existen dos tipos de conocimiento (sentido y razón). Lo que hace la psicología es decir como se producen las sensaciones, como funciona la inteligencia,...

  • Lógica: nos permite descubrir las leyes abstractas, las leyes del conocimiento, las leyes del pensamiento correcto.

  • EL PROBLEMA DE LA VERDAD

    Hablamos de la verdad en tres estados: verdad ontológica, epistemológica y pragmática.

    • Ontológica: es la propiedad que tiene todo ser de ser lo que es. Nos manifiesta la esencia o verdad de las cosas, lo contrario sería apariencia.

    • Epistemológico: no se refiere a las cosas sino a nuestro decir de las cosas, a nuestro afirmar o negar algo de ellos. Ésta verdad recibe distintos nombre, según a que objeto nos refiramos en nuestras afirmaciones.

    Si nos referimos a hechos o entes reales hablamos de verdad material

    Si nos referimos a entes irreales hablamos de verdad formal.

    Definimos verdad material como la correspondencia entre lo que se afirma o se niega con la realidad. Es propia de las ciencias de la naturaleza, que son las que tienen por objeto los hechos.

    Definimos verdad formal como la coherencia del pensamiento consigo mismo. Es propia de las llamadas ciencias formales, que son las Matemáticas y la lógica.

    Lo contrario de la verdad epistemológica es la falsedad.

    • Pragmática: es propia de un tipo de filosofía, llamada utilitarismo, y se define la verdad como utilidad. Es verdad lo que es útil, lo vitalmente fecundo, es decir, lo que es valioso intrínsecamente para el sujeto. Es verdadero lo que proporciona un beneficio para el sujeto. Ese beneficio puede ser desde su razón de vivir más profunda o el éxito de sus praxis, bien sea individual o colectiva.

    Este concepto de verdad es característico de algunas filosofías existencialistas, vitalistas, marxistas,...

    El pensador español Unamuno escribía (“Vida de Don Quijote y Sancho”) la vida es el criterio de verdad y no la concordia lógica, que lo es sólo de la razón. Si mi fe me lleva a creer o a aumentar mi vida, ¿Por qué queréis más pruebas de mi fe? Los libros de caballería fueron verdaderos para Don Quijote, porque le hicieron vivir con plenitud.

    Otra filosofía pragmática es la de Ortega, que dice que la razón debe estar al servicio de la vida, y ésta es fundamentalmente acción. Vivir es hacer cosas en el mundo, tomar decisiones. Es verdadero, por tanto, todo aquello que es útil para el desarrollo de mi proyecto vital, y todo lo demás es falso.

    EL CRITERIO DE CERTEZA Y SUS CLASES

    Criterio viene de la palabra griega “crino” (distinguir, separar). Es aquel signo o característica que nos permite distinguir la verdad del error, y que nos permite estar seguros de la falsedad o verdad nuestros juicios.

    Clases de criterios de verdad:

    Los escépticos dicen que no puede existir ningún criterio de certeza. En cambio otros filósofos, como Descartes y los racionalistas afirman la posibilidad de un criterio de certeza.

    Para los racionalistas el criterio de certeza era la evidencia racional.

    Para los empiristas el criterio de certeza es la prueba empírica.

    Algo es verdad si es contrastable con la experiencia. Ésta contrastación tiene que ser objetivo.

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    RAUL ANDRES ALVAREZ

    Agente

    Paciente




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