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Ajedrez


El ajedrez

Este deporte-ciencia-juego de ingenio simboliza la guerra, y ha adquirido gran popularidad, se juega entre dos oponentes, en que no interviene para nada el azar, sino la rapidez intelectual de los competidores. Cada jugador cuenta con dieciséis piezas (8 peones, 2 torres, 2 caballos, 2 alfiles, el Rey y la Reina); y se desplazan estas piezas por un tablero de 64 casillas blancas y negras alternadas, llamadas escaques. El juego concluye cuando uno de los Reyes es vencido, en la terminología ajedrecística, cuando está en Jaque Mate.

Variaciones sobre el Ajedrez
Las infinitas combinaciones y variantes del juego del ajedrez, un vértigo mental, un remolino emocional. El muro de silencio que separa - y une - a los contendientes. El enfrentamiento ¿es, en realidad, entre dos? ¿O es una contienda, consigo mismo?. Porque en ningún otro juego se expone de manera tan evidente la propia inteligencia, de manera tan exclusiva la posibilidad de una derrota, el reconocimiento, al rendir el propio rey. Luego, la pesadilla retrospectiva; si hubiera hecho esto, si hubiera movido la torre, el caballo, el alfil, de tal o cual manera, si hubiera estado más atento, si hubiera observado mejor el movimiento de su mano, los rictus de su cara, si no me hubiera dejado estar con ese peón adelantado, etc, etc. Lo admirable, una de las múltiples facetas admirables del ajedrez, consiste en la avalancha de excusas con efecto retroactivo que se le presentan al perdidoso. ¿Y la voluntad? ¿ La voluntad de ganar, de destrozar el cerebro de quien está accidentalmente enfrente?.   Un deporte. Pero, ¿lo es, en realidad?, donde el esfuerzo físico no cuenta, o cuenta en mínima medida, donde los músculos mentales, en cambio se han desarrollado de un modo monstruoso. Eso se ve, pero sólo ante el tablero.   ¿Y el tablero, esos escaques, que mirados de otra manera, llevan a la multiplicación de ilusiones ópticas, simétricos, monótonamente cuadrados, cada uno un abismo, un pozo de acechanzas, el canto de una sirena seductoramente fatal?. Cada escaque, un destino, imprevisible en sus consecuencias más remotas. Sorpresa tras sorpresa. ¿Un juego, un deporte como los demás?. Peor, la lucha se plantea en términos de una mente, de sus posibilidades y potencialidades, que son finitas, contra otra igualmente finita. Pero lo psíquico es más, un alma, un soplo, batiéndose contra otra entidad psíquica. Oposición de almas. Y el alma es mucho más que el cuerpo. Perdura, es una de las dimensiones del tiempo, aquello, por esencia, inconmensurable, hasta que se encuentre una respuesta definitiva. Y que trasciende. El cosmos es su hogar, su legítimo espacio. El goce o la derrota de las almas escapa, en consecuencia, a la suma de todos los vocablos, desborda sentimientos, ideas y emociones, rebasa los poderes múltiples de sus múltiples significaciones. Sesenta y cuatro escaques. Treinta y dos piezas. 

Historia del ajedrez

Shah Mat:(La expresión Jaque Mate, proviene de las palabras persas : SHAH MAT : "el Rey está muerto").  Llegar a saber con certeza cuándo y dónde nació verdaderamente el ajedrez, es pretender apresar lo inasible. Si bien se han tejido mil conjeturas al respecto y se han realizado investigaciones minuciosas , los afanes de quienes así perseveraban se han visto de continuo mutilados por la sombra impenetrable de los siglos. Entre los objetos hallados en la tumba de Tutankamón, por ejemplo, fueron encontradas piezas de un juego de interior que se supuso habría pertenecido a un juego del que habría derivado el ajedrez. en la tumba de la Reina Nefertari hacia el 1200 a.c., o la caricatura de RamsésIII del siglo XIII a.c., Incluso una figura parecida a una torre, que se encuentra en el museo egipcio de Berlín, procede con seguridad del tercer milenio. A menudo tales testimonios fueron valorados, demasiado apresuradamente, como prueba de que los egipcios debían haber descubierto el Ajedrez. Investigaciones más precisas demuestran que las representaciones solamente se referían a tableros que no corresponden exactamente a la línea genealógica directa del Ajedrez. Los egipcios conocían tableros de treinta casillas y doce fichas, y algunos de ciento cuarenta y cuatro casillas y cuarenta piedrecitas para jugar. Las tablas eran principalmente de formato oblongo y los escaques de un solo color. Durante mucho tiempo permaneció la tesis favorita de los primeros historiadores del Ajedrez de que habían sido los griegos sus inventores. A saber, que había sido ideado para vencer el aburrimiento en el campamento durante el sitio de Troya, infructuoso por muchos años. A Palamedes, hijo del rey de Eubea, sobrino de Poseidón, se le atribuye muchos inventos: el de las letras, el de la numeración decimal, el de los pesos y medidas. Para mitigar el amotinamiento de la ociosa tropa, inventó finalmente también el Ajedrez y el juego de los dados. Quizás el primer vestigio palpable que se tiene hasta la fecha de una forma de ajedrez, data de 500 años antes de la era cristiana y fue descubierto en la India,más concretamente en el Valle del Indo, y data del siglo VI d.C. Originalmente conocido como Chaturanga, o juego del ejército, se difundió rápidamente por las rutas comerciales, llegó a Persia, y desde allí al Imperio bizantino, entusiastas y practicantes del juego ciencia, lo difundieron en Rusia y en los Países Escandinavos, extendiéndose posteriormente por toda Asia. El mundo árabe, adoptó el ajedrez con un entusiasmo sin igual: estudiaron y analizaron en profundidad los mecanismos del juego, escribieron numerosos tratados sobre ajedrez y desarrollaron el sistema de notación algebraica. El juego llegó a Europa entre los años 700 y 900, a través de la conquista de España por el islam, aunque también lo practicaban los vikingos y los Cruzados que regresaban de Tierra Santa. En las excavaciones de una sepultura vikinga hallada en la costa sur de Bretaña se encontró un juego de ajedrez, y en la región francesa de los Vosgos se descubrieron unas piezas del siglo X, de origen escandinavo, que respondían al modelo árabe tradicional. Durante la edad media España e Italia eran los países donde más se practicaba. Se jugaba de acuerdo con las normas árabes (Alfonso X el Sabio, el escritor medieval galaico-toledano, interpretó, tradujo y adaptó tratados de ajedrez, a la vez que escribe su "Libro de Ajedrez"). Escribía Alfonso X El Sabio en su romance, lengua todavía en evolución hacia el castellano:
" Las aventajas de los trebeios que han los unos sobre los otros, son grandes: en el Rey es acotado en guisa que puede tomar a todos e ninguno non puede tomar a él. E esto es a semejanza del rey que puede facer iusticia con todos los que la merecieren, mas por eso non debe poner la mano ninguno en él, para prenderlo nin ferirlo nin matarlo, aunque él fiera, o prenda o mate. Más bien le pueden facer vergüenza en tres maneras: faciéndole salir de la casa do está o embargándole la casa o quiere entrar e non dexarle tomar lo que quiere
."Estos y otros escritos expresaban que según las cuales la reina y el alfil son piezas relativamente débiles, que sólo pueden avanzar de casilla en casilla. Durante los siglos XVI y XVII el ajedrez experimentó un importante cambio, y la reina se convirtió en la pieza más poderosa, en cuanto a su movimiento se refiere, del tablero. Fue entonces cuando se permitió a los peones avanzar dos casillas en su primer movimiento y se introdujeron la regla conocida como en passant ('al paso'), que permite capturar el peón que sigue su marcha y no come la ficha que se le ha ofrecido por una determinada estrategia, y el revolucionario concepto del enroque. La era moderna del Ajedrez, sin embargo, puede ser ubicada en el siglo XV, donde las piezas obtuvieron la forma que tienen actualmente. El primer analista serio del juego fue el español Ruy López de Segura (Siglo XVI), quien en 1561 describió las reglas que aún se usan. El primer reglamento impreso fue publicado por Francois Philidor con el titulo Analyse du jue des echecs (1749), que fue traducido a muchos lenguajes y ayudo a la difusión del juego. Los jugadores italianos comenzaron a dominar el juego, arrebatándoles la supremacía a los españoles. Los italianos, a su vez, fueron desbancados por los franceses y los ingleses durante los siglo XVIII y XIX cuando el ajedrez, que había sido hasta entonces el juego predilecto de la nobleza y la aristocracia, pero comienza a popularizarse hasta llegar a jugarse en cualquier ámbito, y tanto entra a la Universidad como a los cafés. Las normas y su reglamento han variado a través del tiempo, pero sigue siendo un juego de lógica, estrategia y concentración. El nivel del juego mejoró entonces de manera notable. Comenzaron a organizarse partidas y torneos con mayor frecuencia, y los jugadores más destacados crearon sus propias escuelas.Muchos son los tratados sobre teoría que nos han legado aquellos grandes jugadores de antaño -entre los cuales merecen destacarse los árabes - pero los escritos más antiguos en existencia pertenecen a los jugadores españoles del Siglo XVI, entre los cuales debemos mencionar a Ruy López de Sigura, fraile español desaparecido en 1561. Las competencias individuales de quienes pretendían ser los más grandes jugadores de su tiempo, llevó en el siglo pasado a la realización de un torneo entre los mejores ajedrecistas de la época. Dicho torneo fue llevado a cabo en Londres, Inglaterra, en 1851, y su vencedor fue el brillante combinador alemán Adolf Anderssen que compartió.el título de mejor del mundo con el norteamericano Morphy. El primer campeón oficial fue el alemán Steinitz en 1886. El psicólogo Emanuel Lasker le sucedió 8 años después por 27 años. Capablanca, el genio cubano, le siguió en el 21 hasta que le ganó el ruso francés Alexander Alekhine. Este lo perdió con el holandés Euwe y lo recuperó. Murió en 1946 y se hizo un gran torneo donde salió campeón el ruso Botvinnik.que reinó hasta 1963, aunque perdió 2 veces el título ante Smyslov y luego ante el genial Tahl. Siguió Petrosian y Spassky. Este largo reinado soviético se interrumpió con la llegada de Bobby Fischer en 1972.El más grande de todos los tiempos, según muchos, dejó de jugar misteriosamente poco después, aunque vive en Hungría.Oficialmente, el primer campeón mundial de ajedrez fue Wilheim Steinitz . A finales del siglo XVI comenzaron a organizarse los primeros certámenes ajedrecísticos. En 1914 se celebró en San Petersburgo un importante torneo, donde el zar Nicolás II creó el título de "gran maestro ajedrecista", que concedió a los cinco finalistas: Emanuel Lasker, Alexander Alekhine, José Capablanca, Siegbert Tarrasch y Frank Marshall. En los tiempos actuales el número de maestros de este juego aumenta extraordinariamente, destacando Robert (Bobby) Fischer, Mijaíl Tal, Anatoli Karpov y Garri Kasparov. La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), organismo regulador del juego a nivel mundial, se fundó en París en 1924 y en la actualidad agrupa a 114 países miembros divididos en 11 zonas. En cada una de estas zonas se celebran torneos cada tres años, y los ganadores pasan a la Final de Candidatos, donde a su vez se determinan los aspirantes al título mundial. Los jugadores de la antigua URSS son los que actualmente dominan las competiciones ajedrecísticas. . La Deep Blue venció a Kasparov blicitado match en 1997 y, aunque muchos sospechen de que fue un arreglo publicitario, se cree que avanzan enormemente. Pero la capacidad del hombre sigue aun en pie. Las mujeres tienen en la húngara Judit Polgar su máxima representante entre los mejores 20 varones del mundo. Su hermana era la campeona y hoy las chinas y georgianas son las mejores en momentos en que el ajedrez femenino se desarrolla rápidamente. El ajedrez promocional, de los chicos, desde sub-10, sub-12, sub-14, sub-16 y sub-20 tiene su propio campeonato mundial anual con multitudinarias convocatorias. Las Olimpíadas son el campeonato mundial por equipos de 4 jugadores desde 1924. Rusia la ganó casi siempre y es el campeón actual seguido por Estados Unidos. Argentina fue 2ª 3 veces en la década del 50 y ahora está entre el 20º y 30º lugar sobre 150 países que intervienen regularmente. Su máximo patriarca por más de 50 años, el millonario de origen polaco Miguel Najdorf, falleció en 1997. El campeón actual es Pablo Ricardi. Otros famosos argentinos son Oscar Panno, Daniel Cámpora y Miguel Angel Quinteros. En otras épocas, Grau, Pleci, Sanguinetti, Guimard, Rossetto y Julio Bolbochán.




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Enviado por:Nathy
Idioma: castellano
País: República Dominicana

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