La autobiografía de Andy Tricker, Voy a Vivir, empieza cuando Andy, un adolescente cualquiera, tiene un accidente en moto. Queda paralizado y pasa cerca de medio año en el hospital recuperándose. Sus amigos, su familia y su novia lo acompañan desde las primeras semanas hasta el final. Al principio los doctores le dicen que han hecho todo lo posible para que se recupere pero que no va a poder volver a caminar. Andy, lo único que quiere es volver a caminar.
Cuando Andy es dado de alta del hospital, acude al señor Parker para que le ayude con su recuperación. Después de un tiempo, Andy es capaz de mover el cuello. El señor Parker cree que la única cosa que no deja a Andy caminar, es su subconsciente. Andy decide ir a unos hipnotizadores para que le ayuden tratando de “convencer” a su subconsciente de caminar. Ninguno le ayuda mucho.
Su padre, por un lado, ha hecho que Andy entre en al club de quinielas donde apuestan en carreras de caballos. Andy acude a las carreras de caballos durante cuatro años consecutivos.
Andy va a ver a los curanderos carismáticos quienes lo invitan a un servicio religioso donde ira un famoso curandero. Él acude al servicio religioso donde el curandero impone las manos sobre enfermos. Andy desafortunadamente no queda curado.
Para esto él ya esta un poco deprimido. Él ha terminado con Kate, su hermano se ha separado de su esposa y todo lo que ha tratado hasta ahora no lo ha ayudado mucho.
Tony lo convence de que valla con sus papas que son curanderos. Andy lo piensa un poco y llega a la conclusión de que no tiene nada que perder y mucho que ganar.
Después de varias sesiones, no hay mejoría. Pero Andy aprende de la mamá de Tony que no hay porque desmoralizarse.
Andy puede seguir viviendo en una silla de ruedas aunque no pueda hacer todo lo que una persona normal normalmente haría.
Voy a Vivir
Conclusiones
En el la autobiografía de Andy Tricker, podemos ver como Andy lucha por volver a caminar. Por eso, poco a poco, durante los muchos obstáculos, se va conociendo.
Él es constante y poco a poco va perseverando a medida que va pasando el tiempo. Nunca pierde la esperanza ni de vista su meta. Desde el principio sabe bien lo que quiere, poder volver a caminar.
A lo largo de su situación, el conoce varios tipos de gente. Gente que incondicionalmente están ahí para ayudarlo en lo que sea, gente con ganas de salir adelante, gente que ante cualquier dificultad se da por vencida, gente que uno cree cercano, etc. Así, Andy va aprendiendo a aceptarse y a encontrarle un nuevo sentido a la vida.
Aunque nunca va aceptándose, nunca desiste de su sueño de poder volver a caminar. Esto nos enseña el lado luchador de Andy y como aunque por más imposible que paresca el sigue luchando hasta el final.
Al final, cuando acude a los padres de Tony, ellos le enseñan a aceptarse y superarse como persona. Que no importa como este su cuerpo, el siempre tiene que ser igual, que no por una pequeña diferencia dejaría que todo su mundo se desmorone.
Aprendemos de este libro que “una persona rica es aquella que tiene buena salud y muchos amigos” y que “un coche nuevo o una casa lujosa no pueden escucharte cuando te sientes deprimido u mucho menos ofrecer cariño”.