Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente
Volcanismo del Campo de Calatrava
Campo de Calatrava
VOLCANISMO DEL CAMPO DE CALATRAVA
INDICE
I.- Situación
II.- Aspectos morfológicos y genéticos
Volcanismo estromboliano
Volcanismo hidromagmático
III.- Petrografía
Variedades porfídicas masivas
Variedades piroclásticas escoriáceas
Depósitos hidromagmáticos
IV.- Geoquímica
V.- Yacimientos minerales relacionados
Costras de Fe-MN
Capas de "canutillos"
Capas de pisolitos
VI.- Bibliografía
I.- Situación
La región volcánica del Campo de Calatrava constituye, junto con la de Olot,
en Gerona y la de Cabo de Gata, en Almería, una de las tres zonas de volcanismo
reciente más importantes de la Península Ibérica. Su actividad se desarrolló
entre hace 1,75 y 8,7 millones de años, es decir, durante el Plioceno y el
Cuaternario. Es, por tanto, una actividad bastante reciente, lo que ha permitido
que los edificios volcánicos conserven en buena parte su morfología original, y
sus productos se hayan preservado en buenas condiciones de observación hasta
nuestros días.
La región volcánica tiene una extensión total de unos 5.000 Km2, e incluye
unos 240 edificios volcánicos diferenciados. Algunas de las principales
localidades que quedan incluidas dentro del área son: Ciudad Real, Almagro,
Daimiel y Bolaños. Puertollano se sitúa próxima a su extremo Sur, mientras que
los edificios volcánicos más próximos a Almadén son los de La Bienvenida y
Cabezarados.
II- Aspectos morfológicos y genéticos
La morfología de la región del Campo de Calatrava está condicionada por la
existencia una serie de cuencas de edad Plioceno-Cuaternario que constituyen
fosas delimitadas por relieves paleozoicos cuarcíticos. Dentro de las fosas, el
relieve es muy suave, y solo es modificado por la presencia de los edificios
volcánicos, que producen morfologías características y muy llamativas, lo que
produce una toponimia también característica, de forma que estos edificios
volcánicos reciben nombres como "Negrizal de las Casas", "Cabeza Parda", "Cerro
Moreno", etc.
El grado de conservación de los distintos edificios depende de diversos
factores:
Edad de la erupción (los más recientes se conservan mejor)
Forma original del edificio
Volumen de material emitido
Naturaleza de los productos emitidos
Lugar en que se localizan (fosas o relieves cuarcíticos)
Existencia o no de explotaciones mineras sobre los mismos
Todo ello hace que en cada caso sea más o menos complicado la identificación
de la naturaleza volcánica del edificio correspondiente.
Los mecanismos eruptivos responsables de estas morfologías han sido
fundamentalmente de dos tipos: Estromboliano e Hidromagmático. No existen
edificios que puedan corresponder a erupciones de tipo Hawaiano, aunque sí hay
coladas lávicas de cierto volumen emitidas por volcanes estrombolianos.
El volcanismo estromboliano originó pequeños volcanes cónicos, actualmente
degradados a cerros redondeados, de formas troncocónicas a semiesféricas,
dependiendo del grado de erosión. Sus diámetros van desde los 100 m. a los 2 Km.,
y sus alturas, desde 20 a 120 m. Solo ocasionalmente se identifican depresiones
tipo cráter. De estos volcanes suelen partir coladas de lavas de diferente
importancia, que pueden llevar a alcanzar los 6-7 km. de longitud. Algunos de
los mejores ejemplos de este tipo de volcán son los de La Yezosa, en Almagro, y
Cerro Gordo, en Valenzuela de Calatrava.
El volcanismo hidromagmático es el más frecuente en la región, y da origen a
unos edificios volcánicos muy característicos, pero a menudo difíciles de
identificar como tales en el terreno: se trata de los denominados "maares", que
llegan a alcanzar diámetros de 1-1.5 km. Uno de los ejemplos más típicos puede
ser la Hoya del Mortero, en Poblete.
Por otra parte, es relativamente frecuente que se sucedan momentos de
actividad hidromagmática y estromboliana a partir del mismo centro emisor.
III.- Petrografía
Las rocas volcánicas emitidas por estos volcanes corresponden a basaltos en
sentido amplio: se pueden diferenciar una serie de variedades, tanto
composicionales: melilititas olivínicas, limburgitas, nefelinitas olivínicas,
basaltos y basanitas o leucititas olivínicas, como texturales: rocas porfídicas
masivas, piroclastos escoriáceos, y depósitos hidromagmáticos.
Las variedades porfídicas masivas presentan textura porfídica, y están
constituidas por fenocristales de olivino o de olivino y piroxeno en matriz
microcristalina a vítrea, formada por microcristales de augita, óxidos de hierro
y titanio (magnetita-ilmenita) y olivino. Además pueden presentar plagioclasa,
feldespatoides, melilita y vidrio, en proporciones variables, lo que permite la
clasificación petrográfica más fina antes mencionada.
En lo que se refiere a sus aplicaciones, estas variedades masivas se han
empleado hasta fechas recientes en la obtención de adoquines para la
pavimentación de calles. Su principal aplicación actual es la obtención de
áridos de trituración, y en especial, para la obtención de balasto para el Tren
de Alta Velocidad. Una de las principales canteras existentes sobre este tipo de
materiales es la del Morrón de Villamayor. También tienen utilidad como rocas de
construcción.
Las variedades piroclásticas escoriáceas son rocas muy vacuolares, de tipo
"piedra pómez", que aparecen formando masas constituidas por fragmentos de estas
rocas de tamaños muy variables: desde acúmulos de material de grano muy fino,
pulvurulento (cenizas), hasta acúmulos de grandes bloques, pasando por
acumulaciones muy heterométricas de fragmentos de tamaño medio centi- a
decimétrico (lapilli), con presencia ocasional de fragmentos de tamaño muy
superior (bombas). A continuación se muestran algunos ejemplos de este tipo de
rocas:
Piroclasto de lapilli, volcán de La Atalaya (Ballesteros de Calatrava).
Aspecto escoriáceo de los productos piroclásticos del
volcán de La Atalaya (Ballesteros de Calatrava).
Piroclasto muy heterométrico, con bomba de grandes dimensiones.
Cantera del Cerro de Almodóvar. Almodóvar del Campo.
Estos materiales se explotan en varias canteras de la región para la
obtención de puzolanas, lo que constituye su principal aplicación industrial.
Hay que indicar, por otra parte, que han sido también utilizados como piedra de
construcción, en monumentos tan significados como el Castillo de Calatrava La
Nueva, o la ermita visigótica de la Virgen de Zuqueca, en Oreto (Ballesteros de
Calatrava).
Cantera para materiales puzolánicos.
Ballesteros de Calatrava
Los depósitos hidromagmáticos constituyen normalmente depósitos bien
estratificados, en los que se suelen diferenciar facies planares, con
laminación / estratificación paralela, y facies con estratificación cruzada.
Además, suelen presentar grandes bombas de material no volcánico (cuarcitas,
fundamentalmente).
Corresponden a tobas líticas o lítico-cristalinas, poco consolidadas y
heterométricas, formadas mayoritariamente por fragmentos de rocas paleozoicas
(cuarcitas, pizarras) o terciarias, siendo poco abundantes los componentes
volcánicos cogenéticos (fragmentos basálticos, cristales de olivino, piroxenos,
etc.).
No presentan utilidad industrial, más que para la obtención de áridos
clasificados.
IV.- Geoquímica
Desde el punto de vista geoquímico, las rocas volcánicas de la región del
Campo de Calatrava corresponden a un magmatismo alcalino de intraplaca, generado
a partir de bajas tasas de fusión parcial del manto superior. Los magmas serían
líquidos primarios, como indican los altos contenidos en Ni y el alto valor del
parámetro #Mg (=MgO/MgO+FeO).
La tabla adjunta muestra la composición química media y la norma CIPW
calculada de las diferentes variedades petrográficas porfídicas.
Estos caracteres geoquímicos, y el estudio de su evolución espacial y
temporal, permiten establecer que el magmatismo de la región del Campo de
Calatrava podría estar relacionado con la existencia de un punto caliente
asociado a un proceso de elevación cortical y posiblemente de "rifting"
abortado.
V.- Yacimientos minerales relacionados
Asociado a este magmatismo encontramos una serie de yacimientos minerales,
de escasa importancia minera, ya que por lo general presentan escaso tonelaje,
pero que constituyen un tipo único a nivel mundial. Se trata de mineralizaciones
de óxidos de Fe y de Mn, las segundas con el interés añadido de que presentan
contenidos relativamente elevados en Co, lo que ha hecho que hasta fecha
reciente hayan sido objeto de prospección minera, con ánimo de localizar alguna
masa de suficiente volumen como para permitir su explotación.
Son yacimientos de origen sedimentario, que encontramos como niveles dentro
de las secuencias del Plioceno y Cuaternario, constituyendo masas lenticulares
de cierta potencia (hasta varios metros) y extensión lateral (varios cientos de
metros, en los mejores casos). Su origen parece estar relacionado con el de
otras manifestaciones características del área y mucho más conocidas: los
manantiales de "agua agria" o "hervideros", el más conocido de los cuales podría
ser la "Fuente Agria" de Puertollano. El nexo genético sería que ambos,
mineralizaciones y manantiales, serían manifestaciones de actividad hidrotermal
póstuma ligada al magmatismo.
En lo que se refiere a las mineralizaciones, se pueden establecer dos
grandes tipos:
Mineralizaciones proximales con respecto a focos hidrotermales. Son a su vez
de dos tipos:
Encostramientos de óxidos de Fe-Mn
Capas de "canutillos" de óxidos de Mn-(Co).
Mineralizaciones distales con respecto a los focos hidrotermales: capas con
pisolitos de óxidos de Mn-(Co).
Esquema geológico de los tipos de mineralizaciones de óxidos de Fe-Mn-Co
asociadas al volcanismo del Campo de Calatrava.
1: Yacimientos de Mn proximales. 2: Idem, distales. 3: Rocas volcánicas.
4: Sedimentos pliocenos y cuaternarios. 5: Basamento hercínico. 6: Falla.
Desde el punto de vista mineralógico, los minerales que podemos encontrar en
estos yacimientos son óxidos e hidróxidos complejos de Mn (criptomelana y
litioforita, fundamentalmente). Son minerales de hábito terroso, micro- o
criptocristalinos, sin apenas interés para coleccionismo.
Las costras de óxidos de Fe-Mn son formaciones lenticulares de algunos
metros de espesor por varios centenares de metros cuadrados de extensión, en
general asociadas a alguna surgencia de aguas agrias. Las costras están formadas
por nódulos de óxidos de Mn cobaltífero recubiertos por una corteza de 1-1.5 cm.
de espesor de óxidos e hidróxidos de hierro. Uno de los yacimientos más
representativos de esta tipología es el de la mina de La Zarza, localizada a
unos 2 km al SSO de Pozuelo de Calatrava.
Las capas de "canutillos" constituyen acumulaciones de pequeñas estructuras
vegetales reemplazadas por óxidos de Mn cobaltífero, que aparecen formando
niveles de hasta 2-3 m. de potencia entre materiales de tipo aluvial. La mina de
El Chorrillo, situada en proximidad de la de La Zarza, es uno de los mejores
ejemplos de este tipo de mineralizaciones.
Las capas con pisolitos de óxidos de Mn corresponden a mineralizaciones que
han sufrido un cierto transporte con respecto a los focos hidrotermales. Están
formadas por niveles lenticulares en los que son muy abundantes las estructuras
pisolíticas, de diámetro centimétrico, constituidas por los óxidos e hidróxidos
de Mn. El yacimiento de Los Ardales se puede considerar representativo de esta
tipología.
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Enviado por: | Juan José Torres Navas |
Idioma: | castellano |
País: | España |