Psicología


Trastornos y dificultades del lenguaje


DIFICULTADES Y TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE. 3º PARCIAL.

LECTURA

La lectura es la capacidad para extraer el significado de un texto. Para hacerlo tenemos que poner en marcha una serie de habilidades: de reconocimiento de palabras y de comprensión lectora. Desde los 8 meses ya hemos sentado las bases de lo que va a ser la extracción del significado del texto. Cada una de estas habilidades tiene un propósito distinto: si tengo dificultades para cada una de estas habilidades van a ser diferentes

- Habilidades de reconocimiento de palabras: desde que empiezas la escuela hasta los 8 años. Nos permiten reconocer y tener acceso léxico a las palabras aisladas que aparecen en el texto. El niño, para poner en marcha el acceso al léxico tiene que poner en marcha un proceso perceptivo y a continuación un proceso léxico.

- Habilidades de comprensión lectora: su propósito es acceder al significado del texto. Para ello hay que poner en marcha dos procesos:

- Proceso sintáctico: da orden a las palabras siguiendo reglas gramaticales.

- Proceso semántico: da significado al conjunto de palabras.

Estos dos procesos se dan prácticamente de forma voluntaria.

Un problema de léxico puede ser por falta de poner en marcha un proceso neurológico. Si es leva no se verá muy afectada la comprensión, sólo tardan más.

La lectura es una habilidad aprendida y cuánta menos práctica tengas más dificultades para leer. Estas dificultades también pueden deberse a que los procesos no se automaticen.

Acceder al significado aislado de las palabras aisladas

PERCEPTIVO: recoger la información visual y decidir si tiene un carácter lingüístico, si es una palabra, para inmediatamente poner en marcha un proceso léxico para acceder a su significado.

Para una persona que no conoce la lectura son todo dibujos, pero cuando empiezas a leer ya ves que algunas de estas formas tienen carácter lingüístico.

Para decidir si la información visual tiene un carácter lingüístico ponemos en marcha dos subprocesos:

- Fisiológico: mirar el texto y recorrerlo con los ojos: movimientos oculares de izquierda a derecha, en horizontal, a saltos. Su propósito es recoger la información recorriendo el texto. Este movimiento no es lineal va a saltos, y a estos saltos se les denomina movimientos sacádicos. Estos movimientos se basan en fijaciones. La distancia que hay entre un salto y otro es el espacio de reconocimiento. Para leer bien lo primero que tenemos que hace es dar bien estos saltos y con una amplitud suficiente. Al principio cuando empezamos a leer esa amplitud es reducida y poco a poco va a ser más amplia si hacemos práctica. Los niños que dan saltos cortos por falta de práctica pierden comprensión. Es muy frecuente que los niños que están leyendo retrocedan porque se pierden.

- Mental-cognitivo: determina si la información que tengo delante es de carácter lingüístico, y para ello necesita tiempo, hablamos de memoria. Hay diferentes tipos de memoria:

En primer lugar la información pasa al Registro sensorial que tiene muy poca duración ya que sólo registra la información. Por tanto, la información pasa a otra memoria la icónica donde se empieza a analizar, aunque también es breve en el tiempo. Por eso, analiza los rasgos de la información que está recibiendo, solo rasgos. Estos rasgos se envían a la memoria de trabajo visual que vuelve a juntar todos los rasgos, y trabajando conjuntamente con la memoria a largo plazo la describe para descubrir que se trata de una palabra. Y, a partir de ahí ya se procesa léxicamente.

Pero para poder saber si algo tiene carácter lingüístico necesitamos experiencia previa, conocimiento previo almacenado en la MLP.

El objetivo del proceso léxico, que es acceder al significado de estas palabras, coincide con el de estas habilidades. La forma en que podemos acceder al significado de las palabras es convirtiendo las secuencias de grafemas, de dibujos en sonidos.

Cuando nos encontramos ante una palabra que no conocemos para identificarla podemos leerla, pronunciarla. Es lo que se llama la ruta fonológica que utiliza un mecanismo de transformación de los grafemas en fonemas.

Lo primero que tiene que hacer un niño es analizar cuantos grafemas tienen las palabras: el grafema es la representación gráfica de un sonido. Tiene que saber asignar a cada grafema su sonido, ir reteniéndolo todo en su memoria y luego unirlos. En el momento en que el niño une la palabra y se da cuenta de que la conoce, sabe lo que es, se activa una memoria, el léxico, que guarda las palabras que hemos escuchado de forma auditiva. Por eso se llama memoria léxico-auditiva. Y además se activa otra memoria en la que tenemos guardados los significados de las palabras y es el sistema semántico.

Los niños que llegan al colegio con poco vocabulario, porque se les ha hablado poco o de formas muy generales (eso, esto…) tienen más dificultades porque también tienen que aprender la forma fonológica de las palabras porque no las conoce.

A fuerza de ver las palabras escritas éstas van dejando huella en nuestra memoria y comenzamos a almacenarlas. En la medida en que vamos teniendo estos moldes se forma la ruta léxica que es diferente a la anterior. Esa memoria guarda la forma ortográfica de las palabras que ya hemos visto. Se llama léxico visual.

Además esa forma ortográfica se asocia con su significado, se vincula al sistema semántico. Esta ruta permite leer con mucha agilidad. De tal forma que se activa el significado de las palabras que ya he visto de forma muy rápida. Pero la ruta léxica sólo me va a permitir la lectura de palabras que ya conozco, de las que conozco su forma ortográfica.

Vaya por la ruta que vaya, fonológica o léxica, una vez que se han pasado los procesos anteriores llegamos a una memoria en la que guardamos la forma fonológica de las palabras. Esa memoria es el léxico fonológico (memoria a largo plazo). Es la que hace que escuchemos en nuestra cabeza según vamos leyendo. Estas evocaciones una vez recuperada la palabra del léxico fonológico, se producen a su vez gracias a una memoria temporal que es el almacén de pronunciación.

La diferencia entre el léxico auditivo y el léxico fonológico es que el primero es una memoria de reconocimiento y la segunda es una memoria de vocación. Son completamente distintas.

En nuestra lengua nos encontramos con muchos tipos de palabras. Las conocidas se leen por la ruta léxica y las desconocidas por la ruta fonológica. Pero además tenemos palabras homófonas y palabras irregulares. Las homófonas hay que analizarlas a través de la ruta léxica, porque de forma fonológica son iguales.

Las palabras irregulares como “pub” también se leen por la ruta léxica.

Una pseudopalabra es una palabra que no existe pero que se ajusta a las reglas de la lengua castellana. Por ejemplo, consonante-vocal-consonante-vocal.

Dislexias

Cuando una persona tiene problemas para automatizar el proceso perceptivo por cualquiera de las dos rutas hablamos de problemas de lectura o dislexias (dificultades específicas de aprendizaje de la lectura).

Cuando las dificultades para leer son transitorias no entran dentro de la definición de DA. Sin embargo, las dislexias tienen un carácter permanente. Es una dificultad permanente para automatizar las habilidades de reconocimiento de palabras. Ser disléxico no es más que ser más lento. Cuánto más profunda sea la disfunción, más lenta es la lectura.

Cuando mis dificultades para leer se deben a un problema en el proceso perceptivo, se habla de dislexia periférica, porque se considera que este proceso es el que menos relevancia tiene para leer. Sin embargo, si lo que yo tengo dañado es la ruta léxica o la fonológica se habla de dislexia central (proceso de más peso).

Si lo que está afectado es la ruta léxica no soy capaz de hacer moldes de palabras y se trata de una dislexia superficial.

Si lo que está dañado es la ruta fonológica entonces hay una dislexia fonológica.

Dislexia Periférica

A la dislexia periférica se le da tan poca importancia que en muchos libros ni se tiene en cuenta. Son pocos los autores que e dan importancia. Muchas veces es transitoria. Para valorar el proceso perceptivo hay que tener en cuenta:

- La memoria: es el proceso más activo en la lectura. Cuando se pasa el PROLEC (prueba de lectura) lo primero que se evalúa es el reconocimiento de letras y sonidos.

- La atención: muchos problemas se deben a una confusión de rasgos por falta de atención. Por tanto, la segunda tarea que se debe pasar son pares de palabras, algunas iguales y otras diferentes, para decir cómo son. Además se avalúa como realiza los movimientos oculares.

Dislexia Superficial

Mucho más difícil es trabajar con el proceso léxico. La dislexia superficial que se produce en la ruta léxica pasa desapercibida. En caso de que no funcione la ruta léxica se lee por la ruta fonológica. La diferencia fundamental es que se lee muy lento. O sea que lo primero que noto es que se lee a una velocidad muy lenta, incluso palabras conocidas. Además se ve que el niño silabea. Las palabras irregulares se regularizan (email, house lo leo tal cual). Además tiene problemas para acceder al significado de las palabras homófonas.

Dislexia fonológica

Fundamentalmente tienen problemas para hacer la asociación y la conversión grafema-fonema. Lo primero que hacíamos para la conversión es un análisis grafémico. Cuando no sabe como pronunciar una letra o bien la omite (blango-lanco), o bien sustituye las letras por su sonido (blanco- belaeneco). Por tanto, está convirtiendo palabras en pseudopalabras.

Cuando está dañado el mecanismo de conversión grafema-fonema el niño comete errores de omisiones, sustituciones, adiciones e inversiones. Los sujetos presentan especiales problemas en el caso de las letras que se pronuncian con diferente sonido. El niño tiende a omitir o sustituir los sonidos que no sabe como se pronuncian. Pero además tienden a añadir letras para leer aquellas palabras en las que tiene dificultad que es lo que denominamos adiciones (prado-parado). También se producen inversiones porque no se acuerda del orden de las palabras (armario-ramario).

Nosotros aprendemos a leer por la ruta fonológica, con lo cual se van a presentar problemas para aprender a leer, pero es posible ya que, a fuerza de leer, se va formando la ruta léxica. La mayoría de los niños siempre que pueden usan la ruta léxica, de hecho a veces abusan de ella, usándola cuando no deben hacerlo. Es decir, cuando se encuentran con una palabra muy similar a una que conocen suelen leerla como la conocida (cusa-casa). Cuando el niño convierte una palabra que no existe en otra conocida se llama lexicalización (ocurre cuando se lee muy rápido).

Las derivaciones o error derivativo consisten en leer una palabra como una se sus derivadas (jardinero-jardín, panadería-panadero, caserío-casero). Esto ocurre porque las palabras derivadas tienen una parte invariante (lexema) y entonces identificamos esa parte y adivinamos la siguiente. A veces ocurre cuando leemos rápido.

Cuando la dislexia es leve, entonces el niño lee despacio y con errores. Pero, si por el contrario, la dislexia es profunda hay muchas dificultades para leer.

Todo lo que hemos visto son manifestaciones conductuales. Pero para hacer el informe hay que pensar qué es lo que está pasando a nivel mental, cognitivo para que eso se produzca.

Hay que hacer una evaluación de inteligencia, porque las personas con este problema tienen una inteligencia normal. Suelen tener un problema específico de memoria verbal. Aparece también un problema lingüístico (dificultad de conciencia fonológica) y un problema de percepción del habla.

Dentro de la memoria verbal, cuando hay daño en el léxico fonológico hay problemas para recordar el nombre de las palabras. También tienen problemas para trabajar con las palabras (aislar los sonidos, nombrarlos, analizarlos).

A nivel lingüístico tampoco tienen conciencia fonológica. La conciencia fonológica es la capacidad para reconocer, discriminar y manipular las unidades del lenguaje oral (palabras, sílabas, sonidos). Especialmente se refiere a los sonidos.

Por otro lado, tienen problemas para percibir el habla, especialmente cuando hay ruido de fondo, que entorpece mucho la discriminación.

Otra habilidad imprescindible para leer es la comprensión lectora cuyo objetivo es acceder al significado léxico de las palabras. Esta habilidad consta de dos procesos: sintáctico y semántico.

El proceso sintáctico tiene como objetivo establecer un orden en las palabras siguiendo unas reglas gramaticales generales. Todavía no accedemos al significado de las palabras sino que, en principio, sólo ordenamos. La estructura sintáctica más común es sujeto + verbo + complementos.

Para ordenar las frases tenemos en cuenta la presencia de palabras funcionales que son los artículos y las preposiciones. También hay que destacar la presencia de signos de puntuación.

Otra estrategia que usamos para ordenarlas es fijarnos en el significado de las palabras.

Pautas para las primeras fases de intervención

- En las primeras etapas de aprendizaje hay que evitar que el sujeto de la oración sea muy largo, que haya estructuras sintácticas complejas.

- No se puede alterar el orden de las palabras.

- No hay que incluir elementos de sintaxis desligada (aclaraciones entre comas, o elementos que se pueden eliminar de la frase mientras siga teniendo sentido).

- Evitar las nominalizaciones (típico de periódicos y telediarios).

- Evitar expresiones de tipo adversativo: si bien, no obstante, sin embargo, por el contrario…

El objetivo del procesamiento semántico es acceder al significado del texto de acuerdo con la sintaxis, a través de ella. Los problemas de comprensión lectora suelen ubicarse aquí, a nivel de procesamiento semántico.

A nivel semántico no sólo hay que saber identificar ideas sino también la relación que existe entre ellas. Se trabaja a nivel de párrafo. Para comprender textos tenemos que construir ideas globales, extrayendo una idea de cada párrafo. Además integramos todas esas ideas generales en un esquema. Todo esto se hace sin darse cuenta y es lo que nos va a permitir comprender lo que dice el texto.

Todas estas habilidades ponen en marcha lo que se llama la Base Textual Proposicional. Éste es el nivel más básico de comprensión lectora, que debe dominar un sujeto al terminar el primer ciclo de ESO (14 años).

Las ideas que relacionan los párrafos se descubren a través de conectores. Tenemos que detectarlos para vincular unas ideas y otras en los párrafos.

La función de los conectores es no perderme dentro del párrafo y seguir las ideas sucesivamente, sigo una cadena. Si no la sigo no se entiende el texto. Por tanto, el primer problema de comprensión lectora está en no reconocer los conectores.

Identificar las ideas del párrafo. Cuanto más clara esté indicada la relación más fácil será de entender. Hay muchos conectores y muchas clasificaciones. Si alguien no os detecta tendrá problemas.

- Ayer fui a la playa a darme el primer baño del verano. Hacía mucho calor y me quemé. (conector implícito, unión a través de elipsis).

La expresión que me vincula ambas frases es el “yo” que doy por supuesto. Lo oculto porque el lector será capaz de extraerlo del texto. Lo oculto porque el lector será capaz de extraerlo del texto. Para establecer la relación, oculto la palabra que relaciona dos ideas.

A veces inferir el conector oculto es difícil y lo que se hace es expresarlo. Para que no se pierda el sujeto, se expone explícitamente la relación. Se pone de forma tan explícita que la conexión entre ideas se repite en ambas. El autor repite distintas palabra cuando cambia de idea. Cuando esto ocurre, cuando se conectan ideas repitiéndose palabras, entonces usamos un conector explícito con repetición. O lo que es lo mismo un conector de recurrencia léxica.

Ésta es la forma más básica de conectar ideas. Si fuera así de continuo el texto sería pesado porque sería demasiado básico. Por lo que el autor suele expresarse de forma explícita pero sustituyendo las palabras. Entonces, puede optar por dos posturas: sustitución gramatical o léxica (ésta última más sencilla).

Dentro de la sustitución gramatical los elementos deícticos son expresiones que se refieren a personas, lugares o tiempo: pronombres personales y posesivos, allí, aquí, ayer, mañana. Por ejemplo, sustituir Barcelona por allí.

Las anáforas son expresiones que sustituyen una idea que se ha dado previamente. Por ejemplo, las primeras, todo lo anterior…

Las catáforas anticipan lo que el lector se va a encontrar (una expresión seguida de dos puntos).

Todas estas sustituciones buscan que el lector siga el hilo conductor sustituyendo las repeticiones. Las más sencillas son las sustituciones léxicas. Dentro de ellas nos encontramos antónimos, sinónimos, hiperónimos (cuando sustituimos una palabra por otra que está en una categoría superior. Por ejemplo, María se compró rosas. Estas flores son sus favoritas), hipónimos (lo contrario del hiperónimo, sustituyo una palabra por otra de categoría inferior (por ejemplo, María se compró flores. De todas, se quedó con las rosas) o paráfrasis (sustituir por una definición, por ejemplo, las calzadas…; Estas vías de comunicación). En este último caso si no entiendo que la expresión final define el primer término me pierdo.

Cuando sustituimos con una palabra hablamos de recurrencia semántica. Quiero indicar el mismo significado.

Las ideas siempre van separadas por puntos.

Cualquier lector de secundaria tiene que controlar estos conectores.

- Adición: con expresiones del significado tipo: además, también, incluso, de igual modo, así mismo, y, más aún. Nos aportan más información.

- Consecuencia: Así pues, por tanto, de ahí, por consiguiente.

- Condicional: si, siendo así.

- Contraposición: en cambio, por el contrario, pero, antes bien, sin embargo, no obstante. Estos conectores matizan.

- Temporal: primero, segundo, en primer lugar, después, a continuación. Indican una relación secuencial.

Para leer sin perder el hilo hay que identificar los conectores. Cuando no los identifico me pierdo.

Se trata de seguir la coherencia local, que es la que hay a nivel de párrafo. También se considera como seguir la microestructura del texto, acceder al hilo argumental… Todo ello nos lo permiten los conectores.

Partiendo de estas ideas tan concretas construimos otras de carácter un poco más general que nos permiten liberar memoria para seguir leyendo. Sintetizo todo lo que me dice un párrafo, lo sustituyo como una única idea general. Este proceso es lo que se llama construir procesos de carácter más general. Para hacerlo usamos macroreglas. Son en concreto tres pasos o macroreglas:

  • Selección: seleccionamos una parte que nos interesa del texto inicial.

  • Generalización: Voy agrupando las ideas seleccionadas para liberar memoria.

  • Integración: Consigo una idea general del texto partiendo de las ideas anteriores. Si está bien, esa idea podría dar título al texto.

  • Estos también son los pasos de un resumen. Con estos pasos estoy trabajando a nivel de macroestructura, lo que da coherencia global al texto. El problema es completamente distinto que en el caso anterior.

    Esquema de los textos narrativos

    Suelen tener la forma: introducción, nudo y desenlace.

    Esquema de los textos expositivos

    En este caso la estructura es diferente. Yo busco definir un concepto, unas características… Son los que usamos para aprender.

    Los textos además pueden ser más descriptivos o más explicativos en función de su estructura.

    Tipos de estructuras textuales (Fotocopia aparte)

    Son las que se suelen usar para facilitar la comprensión lectora.

    Suele confundirse el secuencial con el descriptivo, pero el descriptivo no implica una secuencia inamovible.

    También se confunde el de argumentación con el de generalización o de definición, aunque el de argumentación es más una opinión personal.

    También se confunde la estructura de problema-solución con el de causación explicativa.

    Intervención en la lectura

    La intervención en comprensión lectora empieza con las estructuras, por los esquemas. A estos se les denomina superestructura. A partir de ahí se empieza a trabajar la macroestructura y la microestructura con plantillas.

    El procesamiento semántico nos sirve para buscar el significado del texto. Implica varios pasos por eso cuesta comprender los textos. Hay que identificar las ideas específicas a nivel de párrafo y establecer su relación para acceder a la microestructura.

    Las ideas de carácter más general agrupan o sintetizan las específicas recogiendo su sentido sin perder el significado. Esto nos ayuda a acceder a la macroestructura del texto. Es difícil de hacer si no tenemos conocimientos previos.

    Cuando esto resulta difícil se pueden ir integrando las ideas en un esquema que subyace al texto. Ese esquema se utiliza para organizar y resaltar las ideas del texto, es decir, para acceder a la superestructura. Amparándonos en el esquema hay que tratar de identificar que forma tiene el texto (clasificación, definición…). Con la microestructura y la macroestructura hablamos del contenido.

    Las intervenciones en comprensión lectora con personas con DA se centran en la estructura de lo textos para luego ir a las ideas.

    Para descubrir dicha estructura diversos autores han diseñado plantillas. Por ejemplo, Emilio Sánchez (libro) habla de un método en el que se selecciona un texto breve y se le presenta al niño unas plantillas. En función del texto le presento la plantilla correspondiente adelantándole al niño la forma que tiene. Por ejemplo:

    - Una solución para dos problemas que han surgido. Identificar la solución y los problemas. El niño tiene que rellenar los recuadros.

    - Para la estructura de secuencia:

    - Para la estructura de comparación:

    Cuando el niño va leyendo mejor y domina la estructura, le quito lo que se compara. Voy vaciando las plantillas a medida que el lector es más competente.

    - Para una estructura descriptiva:

    Metacognición

    Al ser una actividad tan compleja tiene que ser controlada, vigilada. Cuanto más compleja es una actividad más hay que controlarla (cuadro en el capítulo del libro). A la hora de leer es importante que pongamos procesos mentales que vigilen esta actividad.

    - Metacognición: - pensar antes de leer

    - pensar durante la lectura

    - pensar después de leer

    Cuando se interviene en lectura siempre se tienen que trabajar las actividades metacognitivas.

    Las actividades metacognitivas no se desarrollan hasta los 12 años, espontáneamente. Pero se pueden trabajar desde los 4-5 años. Es decir, puedo comenzar a desarrollarlas antes de que los niños lo hagan espontáneamente.

    Hay actividades básicas que los que no comprenden la lectura no dominan. Antes de leer tengo que habituar al lector en dos actividades que son básicas:

    1. Averiguar sus conocimientos previos: hay que traer a la memoria lo que sé para que me facilite la lectura del texto. Explorar el texto para activar lo que sé sobre ello. Para ello ojeo el título, subtítulo, las fotos, los gráficos… Sólo con eso ya tengo un esquema mental previo sobre el contenido del texto para comprenderlo. Los niños con DA no son capaces de hacerlo.

    2. Siempre fijar un objetivo de lectura: Voy a leer el texto para aprender sobre algo. Esto me orienta para buscar información. Para saber el objetivo de la lectura es importante hacer la primera actividad. Si tengo un objetivo leo de una forma más orientada a él. Si leo son un objetivo no sé para que quiero hacerlo.

    A la hora de leer puedo encontrarme con un problema típico. Estoy leyendo sin problemas y me encuentro con palabras cuyo significado desconozco. Puedo buscar su significado en el texto o leer como si no hubiese pasado nada, que es lo que hacen los DA. Hay tres estrategias para buscar el significado:

    • Con el contexto externo

    • Con el contexto interno

    • En el diccionario

    • Preguntando

    Es mejor cualquiera de la dos primeras opciones que ir al diccionario, ya que es una tarea más distractora que apoyarme en lo que dice el texto. Pero si no me dan pistas para saberlo voy al diccionario o pregunto.

    El contexto externo es todo lo que rodea a esas palabras de ese párrafo o el siguiente. Si este contexto no nos da información acudimos al interno que supone analizar la palabra. Por ejemplo, hay palabras compuestas que descomponiéndolas puedo obtener su significado (psicólogo- mente,saber). Sino lo consigo voy al diccionario o pregunto. Los DA no los usan espontáneamente.

    Después de leer o durante el proceso de lectura hay que vigilar nuestra comprensión. Si percibo que me pierdo tengo que resolverlo. Si sé que no me pierdo tengo que ser capaz de verificar mi comprensión y finalmente fijar.

    Si me perdí, un DA sigue hacia delante. Si detecto un fallo de comprensión una estrategia es la relectura. Vuelvo a leer hacia atrás donde sea necesario pero tengo que leer más lento y, si es necesario, en voz alta que nos permite controlar mucho mejor. Si releyendo no me entero puede ser que el texto esté mal escrito. O con una palabra que no conozco leo para atrás. Sino sigo leyendo para ver si más adelante el texto me la aclara. Otra técnica es la lectura continuada.

    En caso de que esté leyendo bien puedo usar dos estructuras: una orientada a verificar lo leído y otra a facilitar que se grabe en mi memoria.

    En el primer caso hablamos de estrategia de lectura simultánea o parafraseo, que es explicarme con mis palabras lo que he leído.

    En el segundo caso, si lo entendí quiero que se fije. Para afianzar los conocimientos uso una estrategia de lectura recurrente. Esto significa volver a leerlo todo cada cierto tiempo, una semana, 15 días… Si tienes el esquema es mucho mejor.

    Pero leer no es sólo esto, sino que hay que regular todo lo de antes, durante y después de la lectura. Hay que seguir todo el proceso para leer, y es algo que los niños con DA no hacen.

    1




    Descargar
    Enviado por:El remitente no desea revelar su nombre
    Idioma: castellano
    País: España

    Te va a interesar