Salud


Trastornos alimenticios


A modo de introducción

Ana es una chica de 17 años y desde hace dos años ha perdido muchísimo peso. Su familia disfruta de una posición económica privilegiada y ella tiene previsto ingresar el próximo año en la Pompeu Fabra para estudiar Derecho. Es hija única y practica muchos deportes, preferentemente tenis y esquí. Le gusta cuidar su forma y suele practicar jogging y aerobic a diario. Es inteligente y obtiene excelentes calificaciones en sus estudios. Todo perfecto a simple vista pero sus padres están muy preocupados porque la situación en la mesa a la hora de la comida llega a ser insoportable. Ana tiene su plato delante, toca y reparte la comida por él, a veces introduce algún bocado pero ha de marchar al baño inmediatamente y una vez allí, la escupe. En ocasiones, explican sus padres, esconde comida en una servilleta o inclusive se han encontrado restos de alimentos en su habitación. Todo comenzó hace unos 3 años cuando, por fin!! tuvo la regla e hizo el cambio. De bebé había estado algo regordita y con el cambio empezó a ver como su cuerpo se desarrollaba "bruscamente" y tuvo miedo de engordar demasiado. Así es que empezó a controlar su peso haciéndose una experta en los aportes calóricos de los alimentos. En un principio su madre la impulsó y animó con la dieta pero al poco tiempo se dio cuenta que en esa dieta apenas habían calorías y eso la empezó a preocupar pero Ana ya no podía parar puesto que seguía viéndose "gorda" y sentía verdadero pánico a aumentar de peso...

Luisa es una chica de 20 años, estudiante de Económicas. En su casa son 4 hermanos, los padres ambos trabajan y cada uno hace su vida independiente del otro, reuniéndose algunas veces todos a la hora de cenar. Luisa come separadamente del resto de la familia su dieta especial compuesta de hamburguesas y ensalada, porque suele tener problemas de peso. Hasta aquí todo normal pero hace unos meses han empezado a desaparecer de la despensa de su casa los alimentos con mayor aporte calórico, es decir, chocolates y dulces, y después de mucho interrogar a unos y a otros sin obtener ningún tipo de respuesta satisfactoria, la madre "sorprendió" a Luisa en uno de sus "voraces atracones" y eso la alarmó. Después de mantener una larga y dura discusión con Luisa, ésta le confió que no podía controlar esos impulsos que le hacían ceder a la tentación de esa "atractiva comida" pero que había obtenido la manera de poder comer lo que quisiera sin que su peso aumentara. Así es que como su madre descubrió que Luisa se provocaba el vómito cada vez que ingería esos alimentos "prohibidos". Lo siguiente fue la consulta con el médico...

TRASTORNOS ALIMENTICIOS

En las breves historias de Luisa y Ana hemos podido acercarnos a dos trastornos alimentarios muy distintos pero a la vez complementarios, la anorexia y la bulimia.

El término ”trastornos alimentarios”, se refiere en general a trastornos psicológicos que comportan graves anormalidades en el comportamiento de ingesta, es decir, la base y fundamento de dichos trastornos se halla en la alteración psicológica.

Se trata de trastornos graves que afectan a las mujeres mucho más que a los hombres y en preferencia en la etapa adolescente o preadulta e interfieren en el funcionamiento normal de la vida social, de trabajo y de estudio.

La mayoría de las personas con trastornos alimentarios inician su problema sin prever en absoluto las consecuencias. Muchas de estas personas persiguen un objetivo válido, que el sentirse mejor con ellas mismas, pero no tienen en cuenta que a menudo los medios no sólo no son adecuados sino que además resultan nocivos. Carecen de información o bien la que tienen es incorrecta.

En los trastornos de alimentación podemos observar varios aspectos que nos resultan muy familiares sin que los consideremos patológicos: la dieta, la preocupación por la figura, el deseo de agradar, etc. Al lado de éstos aparecen otros comportamientos que si son francamente enfermizos: verse gorda sin estarlo, miedo irracional al aumento de peso, el peligro de muerte en el que se incurre, la desaparición de la regla, la falta de control con la comida, atracones, vómitos, etc.

1.- ANOREXIA NERVIOSA

Es una enfermedad que se caracteriza por una extrema aversión a la comida, por un intenso miedo a engordar, así como por el deseo constante de adelgazar, aún a pesar de estar por debajo de los límites adecuados de peso. El peso se pierde por ayunos o reducción extremada de la comida, pero casi el 50% de las personas que lo padecen usan también el vómito autoinducido, el abuso de laxantes y/o antidiuréticos y el ejercicio extenuante para perder peso. La mortalidad que provoca es una de las mayores causadas por trastornos psicopatológicos.

1.1.- Características

    • Rechazo a mantener el peso corporal en el mínimo normal para su edad y altura o por encima de éste.

    • Miedo intenso al aumento de peso o a ponerse obeso, aunque esté muy por debajo de lo normal.

    • Alteración en la percepción del peso, tamaño o forma corporales: excesiva influencia de la imagen corporal sobre la autovaloración; negación de la gravedad del bajo peso actual (siempre se ven “gordos” o desproporcionados, a pesar de estar caquécticos).

    • Amenorrea(cese de la menstruación): Pérdida de por lo menos tres períodos menstruales consecutivos.

1.2.- Tipos

Tipo restrictivo: Describe cuadros clínicos en los que la pérdida de peso se consigue con dieta o ejercicio intenso. Durante el periodo de anorexia nerviosa los pacientes no recurren a atracones ni purgas.

Tipo compulsivo purgativo: Se utiliza para identificar al individuo que recurre regularmente a atracones o purgas. En este tipo algunos pacientes no presentan atracones pero si recurren a purgas incluso después de ingerir pequeñas cantidades de comida.

1.3.- Origen

Su causa es desconocida, pero hay una serie de factores causantes de la anorexia que son una combinación de:

  • Elementos biológicos (predisposición genética y biológica).

  • Elementos psicológicos (influencias familiares y conflictos psíquicos)

  • Elementos sociales (influencias y expectativas sociales).

La pérdida de peso conduce a la malnutrición que a su vez contribuye a los cambios físicos y emocionales del paciente y perpetúa el círculo vicioso que se sintetiza en el modelo psicosocial de la anorexia nerviosa.

1.4.- Síntomas

Signos fisiológicos corporales:

  • Disminución de peso significativa con atrofia muscular y prominencias óseas.

  • Excesiva sensibilidad al frío.

  • Piel pálido-amarillenta, reseca. Puede haber acné y pérdida significativa del cabello, debido a anemia y trastornos hormonales.

  • Debilidad y mareos

  • Palpitaciones. Ritmo cardíaco alterado, hipotensión.

  • Calambres musculares.

  • Halitosis.

  • Agrandamiento de las glándulas parótidas.

  • Constipación.

  • Meteorismo (gases intestinales).

  • Trastornos auditivos por pérdida del tejido graso en áreas específicas dl oído.

  • Propensión a las infecciones debido a inmunodeficiencia.

Trastornos en la esfera psíquica:

  • Alteraciones en el carácter: ira, irritabilidad, agresividad.

  • Inseguridad, sensación de incapacidad para desempeñarse en innumerables tareas.

  • Sentimiento de culpa y autodesprecio tras la ingesta de comida.

  • Ansiedad desmedida. Frecuentes casos de tabaquismo.

  • Insomnio.

  • Aislamiento social.

  • Desinterés sexual.

  • Dificultad de concentración y aprendizaje.

1.5.- EVALUACIÓN

La evaluación del paciente anoréxico debe incluir una historia exhaustiva y un examen físico completo.

Las preguntas sobre el comportamiento en relación con el control del peso que pueden ser útiles son de este tipo:

  • ¿cómo maneja el /la adolescente el control de su peso?

  • ¿cuánto le gustaría pesar?

  • ¿cada cuánto tiempo verifica su peso?

  • ¿existe algún comportamiento adelgazante del tipo de vómitos, abuso de purgantes, uso de diuréticos o empleo de píldoras dietéticas?

  • ¿cuál es la imagen que el/la adolescente tiene de sí mismo.

1.6.- TRATAMIENTO

El diagnóstico no es difícil. Lo realmente difícil es el tratamiento, dadas las implicaciones individuales, familiares y sociales del síndrome. Se han ensayado muchos tratamientos en los pacientes anoréxicos: psicoterapia, terapia comportamental, medicamentosa, hiperalimentación, terapia familiar, etc.

Los objetivos más importantes del tratamiento son la corrección de la malnutrición y la resolución de las disfunciones psíquicas del paciente y su familia. El fracaso en la solución de estos problemas a corto plazo y largo plazo puede abocar al fallo terapéutico.

Normalmente, dadas las dificultades que se plantean, se aconseja el aislamiento familiar. Se debe consultar con una persona experta y profesional para que dirija y oriente el tratamiento.

2.- BULIMIA NERVIOSA

2.1.- DEFINICIÓN Y TIPOS

La persona con este problema experimenta ataques de voracidad que vendrán seguidos por vómitos para contrarrestar la ingesta excesiva, uso y abuso de laxantes para facilitar la evacuación, preocupación excesiva por la imagen corporal y sentimientos de depresión, ansiedad y culpabilidad por no tener autocontrol.
Los factores principales que van a mantener este problema son la ansiedad, la falta de autoestima y la alteración de la imagen corporal.

¿QUÉ ES LA BULIMIA?

Es una enfermedad mortal que se manifiesta como un gran deseo por comer, seguido del uso de laxantes y ejercicio excesivo e inducirse el vómito, todo esto provoca desarreglos y cambios en la alimentación diaria.

Generalmente es una enfermedad que padecen las mujeres y en menor proporción los hombres. La razón más común para llevar a cabo conductas bulímicas es querer tener una excelente figura.

Si la enfermedad no es atendida de manera adecuada y a tiempo puede llegar a causar la ¡MUERTE!

Características más comunes
Son aquellas personas que ingieren una cantidad normal de alimento en una comida (atracón, por ejemplo: en vez de comerse un chocolate, se comen una caja completa.

Este tipo de conductas extremas como “un atracón” causan un sentimiento de culpa tan grande que los motiva a inducirse inmediatamente el vómito, acompañado de ejercicio compulsivo y uso de laxantes con el fin de reducir lo que han comido.

Es un trastorno severo de la conducta alimentaria en la cual muchos individuos, casi siempre mujeres, presentan frecuentes episodios de voracidad, vomitan habitualmente o, más raramente, toman laxantes o diuréticos para prevenir el aumento de peso. El vómito es autoinducido y generalmente se produce cada día. La bulimia va acompañada de un miedo enfermizo a engordar.

La mayoría de las mujeres que presentan bulimia nerviosa tienen un peso normal, aunque también las hay obesas. Generalmente se presenta en mujeres más mayores que las que tienen anorexia. La media de edad de aparición está situada alrededor de los 17 años. Al ser un comportamiento secreto y no presentar una pérdida de peso tan acusada como la anorexia, suele pasar desapercibida durante mucho tiempo.

Existen dos tipos:

  • Tipo "Purgativo": la persona usualmente se autoinduce el vómito o abusa de laxantes y/o diuréticos para prevenir el aumento de peso.

  • Tipo "No purgativo": la persona usa otras conductas compensatorias no purgativas como el ayuno o el ejercicio excesivo, pero no se provoca el vómito ni abusa de laxantes y/o diuréticos.

  • 2.2..- CAUSAS

    Entre las múltiples causas más comunes se encontrarían:

    • Una marcada presión social a la delgadez ("Si eres una top model triunfarás en la vida").

    • Turbulento pasado de "gordita".

    • Sentimiento interno de gordura (no es necesario un sobrepeso real).

    • El modelo de una madre a la que se considera gruesa.

    Para la bulimia serían los siguientes:

    • Factores pertenecientes a la historia familiar: presencia de trastornos afectivos entre familiares, abuso de sustancias, obesidad y gran preocupación de los padres por el peso y la figura de la hija.

    • Factores pertenecientes a la historia personal: presencia de trastorno afectivo, obesidad, abuso sexual y diabetes mellitus.

    • Determinados rasgos de personalidad y presencia de ideas sobrevaloradas sobre la figura y el peso.

    La presión sociocultural a la esbeltez junto a la estigmatización de la obesidad juegan un papel fundamental pero evidentemente es necesario que aparezcan otros elementos para que se desarrollen los trastornos alimentarios, como pueden ser: un contexto educativo y familiar que particulariza el modelo estético-corporal, una baja autoestima, un estilo de afrontamiento deficiente y el mito de la "Super mujer".

    Es importante tener en cuenta que las consecuencias del estrés no son las mismas para todas las personas. Un buen contacto social, que permita expresar los miedos y angustias que padecemos es un buen protector, disponer de un buen entorno social adecuado también lo es, generar determinadas expectativas, tener un lugar de control centrado en uno mismo más que en el exterior en general es positivo. Tener habilidades de resolución de problemas y una cierta confianza en la propia capacidad de respuesta serían algunos de los elementos que pueden ayudar a superar estos momentos conflictivos.

    Es imprescindible que una vez evidenciadas algunas de las actitudes mencionadas en las líneas anteriores o bien tengamos sospecha de estar cercanos a una persona con trastorno en la alimentación, traspasemos la evaluación y tratamiento del mismo a un especialista. Este valorará adecuadamente el problema de forma individual y fijará el método más adecuado a cada caso.

    2.3.- TRATAMIENTO

    El tratamiento de la bulimia es similar al de la recuperación del anoréxico.
    Se observa un número menor de bulímicos que de anoréxicos en pobres condiciones físicas.

    El tratamiento psicológico debe estar orientado a desarrollar la capacidad para aceptar la configuración del cuerpo para dejar de vomitar o de purgarse y para adoptar una dieta más normal.

    Se logra un importante progreso cuando se vislumbra la capacidad de distinguir o separar el objetivo de dejar de vomitar con el de perder peso.
    La revelación parece ser un hecho importante para estos pacientes, y ocurre cuando pueden decir que sienten repugnancia por el propio hábito y un deseo de comer normalmente.

    El enfoque del tratamiento dietético es el cambio de la conducta.

    3.- La obesidad

    3.1.- Concepto, diagnostico y clasificación

    Concepto de Obesidad: exceso de tejido graso corporal que por lo general, y no siempre, se ve acompañada por un incremento del peso del cuerpo. La investigación científica ha demostrado que la obesidad es una enfermedad seria, que amenaza la vida y que está asociada a múltiples problemas de salud.

    El diagnóstico debe hacerse midiendo el porcentaje de grasa corporal total; a falta de técnicas de medición confiables y accesibles, el porcentaje de grasa se mide a través de la medición de los pliegues cutáneos o bien a partir de una cifra llamada Índice de Masa Corporal (IMC) que resulta de dividir el peso entre el cuadrado de la estatura en metros. El IMC ideal en hombres es de 23 y en mujeres de 21.5, cifras por arriba de 25 se consideran sobrepeso y mayores a 30 obesidad.

    Existen varias formas de clasificar la obesidad: En función de los rasgos morfológicos del tejido adiposo, en función de la edad de comienzo, en función de la distribución anatómica del tejido adiposo, o también según la causa.

    1.- Según las características morfológicas del tejido adiposo tenemos la siguiente clasificación:

    1.1.- Obesidad hipertrófica - Se caracteriza por que aumenta el contenido lipídico de las celulas del tejido adiposo, sin que aumente el número de las mismas. Este tipo de obesidad suele aparecer sobre todo en edades adultas.

    1.2.- Obesidad hiperplásica - Se caracteriza por un aumento del número de las células adiposas que puede acompañerse o no de un aumento del contenido lipídico. Este tipo es más frecuente en obesidades que aparecen en la infancia.

    2.- En función de la distribución de la grasa corporal existen los siguientes tipos de obesidad.

    2.1.- Obesidad Androide - obesidad con predominio de la grasa en la mitad superior del cuerpo o tipo manzana, este tipo de obesidad es má característico en los hombres.

    2.2.- Obesidad Ginoide - La obesidad con predominio de la grasa en la mitad inferior del cuerpo o tipo pera, este tipo es característico de las mujeres.

    3.- En función de la edad de comienzo de la obesidad se distinguen dos formas:

    3.1.- Obesidad infantil - Que se inicia en la infancia del sujeto y de la cual se ha observado que es más refractaria al tratamiento que la iniciada en la edad adulta.

    3.2.- Obesidad adulta - Que se inicia después de la adolescencia.

    4.- Por último en función del grado de obesidad podemos ver los siguientes tipos:

    4.1.- Leve - que corresponde del 120% al 140% del peso ideal

    4.2.- Moderada - que va del 141% al 200% del peso ideal

    4.3.- Grave o severa - cuando el peso excede el 200% del peso ideal.

    3.2.- CAUSAS DE LA OBESIDAD

    Existen diversas causa que pueden originar la obesidad: probablemente la más frecuente es la ingesta excesiva de comida, pero es mucho menos frecuente de lo que la población e incluso los especialistas creen. Los estudios realizados en este campo ofrecen resultados dispares. Así, por ejemplo, existen estudios que analizan la ingesta de alimentos en niños obesos y la encuentran elevada, mientras que otros la encuentran normal o disminuida. A favor de la teoría de la ingesta excesiva está el argumento de que en situaciones o épocas de hambre no existen obesos. Aunque es evidente que para que exista un acumulo de reservas energéticas los sustratos energéticos deben llegar al organismo mediante los alimentos, tal vez la utilización de estos sustratos es diferente en individuos obesos y en los que no lo son, haciendo que su almacenamiento en forma de grasa también sea distinto.

    En cualquier organismo animal los sustratos energéticos aportados con los alimentos y no utilizados inmediatamente son almacenados. La forma más económica y cómoda de almacenar sustratos energéticos es la grasa. La cantidad de grasa almacenada dependerá del equilibrio que se establezca entre el aporte de sustratos y el gasto energético que se realice. Siempre que el aporte supere el gasto se producirá almacenamiento, y si no existen periodos en que el gasto sea superior al aporte, el almacenamiento de grasa se incrementará innecesariamente.

    La mayoría de los pacientes obesos presentan la llamada obesidad de origen metabólico, que aparece por un desequilibrio entre la oferta calórica y la demanda energética. Este desequilibrio es producido bien por un exceso de ingesta alimentaría, bien por un descenso en el gasto energético, bien por ambas situaciones a la vez.

    La cantidad de alimento ingerido ha de considerarse siempre en relación con las necesidades energéticas del individuo. Una cantidad de alimentos puede ser normal para un sujeto que realice un trabajo físico importante, mientras que será excesiva para un sujeto que guarde cama. Considerando la ingesta en relación con las necesidades energéticas, hablamos a menudo de consumo excesivo de aliomentos en los obesos. Sin embargo, incluso así, existen individuos obesos que ingieren pocos alimentos. Se supone que en estos individuos las necesidades energéticas están por debajo de las que tienen la mayoría de la población. Probablemente esta especial característica es algo que viene genéticamente determinado.

    Se ha demostrado que el 95% de los pacientes obesos tienen antecedentes familiares de obesidad, pero es difícil diferenciar la influencia genética propiamente dicha de los condicionamientos ambientales que origina la convivencia con un progenitor obeso.

    Así, la causa más frecuente de obesidad entre los humanos es la ingesta excesiva, considerada como tal de manera absoluta, o en relación a las necesidades energéticas del individuo. Una ingesta excesiva la encontraremos en la mayoría de historias de sujetos obesos, o bien en el presente o bien en el pasado. Una vez desarrollada la obesidad, a menudo el propio sujeto tiende a restringir la ingesta, pero esta restricción no consigue ya detener el proceso de engorde cuando se ha sobrepasado un determinado peso. Esto es debido a que el organismo dispone de reguladores del peso corporal, posiblemente localizados en alguna región del hipotálamo o regiones cerebrales vecinas. Estos mecanismos tenderían a mantener estable el peso corporal dentro de unos valores determinados, impidiendo la perdida o la ganancia excesiva. Una vez superados estos valores límite, la perdida o la ganancia de peso se verían favorecidas. Así una vez superados los limites superiores del peso habitual, la tendencia del organismo sería a aumentar cada vez más el peso.

    3.3.- TRATAMIENTO: LAS DIETAS

    Dieta: dieta es la alimentación cotidiana de una persona.

    Dieta de reducción: es aquella que busca reducir el peso de quien la ingiere.

    Hay de diversos tipos de dietas, algunas de ellas efectivas, pero muchas nocivas. Por lo general, las dietas se manejan sin conocimiento sobre el metabolismo del cuerpo humano, y por lo tanto pueden ocasionar serios problemas. Las dietas elaboradas sin conocimientos de nutrición tienden a clasificar a los alimentos en buenos y malos, engordantes o desengordantes. Los alimentos en sí mismos solo contienen nutrientes, y del empleo que les demos son sus efectos. las dietas de un solo alimento o de unos pocos carecen de muchos nutrientes importantes y ocasionan descompensaciones importantes en el organismo. Las dietas de hambre o de ayuno además de que también pueden provocar carencias de vitaminas y elementos minerales, ocasionan un efecto contrario al deseado: el organismo se adapta a un bajo aporte de energía y es más difícil de disminuir de peso.

    Una dieta, desde el punto de vista de la nutrición, es la alimentación cotidiana de una persona y hay de tantos tipos como diversidad de hábitos alimentarios existen. Cuando una persona necesita (y desea) reducir de peso el plan de alimentación que se le diseña para conseguirlo se denomina dieta de reducción, y también de esta, hay de diversos tipos, de todos colores y sabores, según el fundamento y conocimientos de quien la diseña.

    El diseño de un plan de alimentación para reducir el peso exige el conocimiento de los fundamentos bioquímicos de metabolismo de los alimentos y la capacidad para realizar una valoración y una historia nutricional del paciente, así como de la ética profesional para no proponerle al paciente un plan de reducción que pueda ser nocivo para la salud.

    Debe de ser planeada según las particularidades de cada persona, de sus características físicas, psicológicas y culturales. Un tratamiento diseñado de otro modo es poco probable que funcione y si aparenta dar resultados es a costa de arriesgar la salud del paciente.

    En la nutrición no hay alimentos maravillosos ni una respuesta única. Cada paciente es un individuo diferente y como tal debe tratarse. Hay, eso sí, normas generales, principios en común: el conocimiento de que es lo que ocurre dentro del organismo a partir de que el alimento entra por la boca y el conocimiento de qué es lo que motiva, de cómo se construye la alimentación de la persona, incluyendo los aspectos sociales y culturales.

    Las dietas de reducción publicadas en revistas o transmitidas oralmente o las diseñadas por individuos sin los estudios necesarios para hacerlo adolecen de varios errores, dentro de los cuales podemos destacar los siguientes:

    • Olvidan que independientemente del problema que se trata (la obesidad en este caso) la alimentación debe ser agradable para el que la consume puesto que debe partir de modificar hábitos de alimentación y no reducirse a ser un tratamiento de corto alcance y por un periodo corto de tiempo. La obesidad no es un problema que se soluciona y uno se olvida de ella, es una enfermedad que debe tratarse y vigilarse constantemente y el objetivo de su tratamiento nutricional debe ser necesariamente la modificación de hábitos alimentarios.

    • Suelen ser dietas con carencias en uno o varios nutrientes. Por ejemplo muchas suprimen las grasas, las cuales si bien en exceso son nocivas para la salud, su ingestión en cantidades moderadas es de suma importancia para el buen funcionamiento del organismo, además que si se suprimen, se suprimen con ellas las proteínas liposolubles, que se encuentran asociadas necesariamente a grasas (vitaminas A, D, E, K). Otro tipo de dietas, por el contrario suprimen o reducen significativamente los hidratos de carbono y basan la alimentación en carnes (proteínas y grasas); este tipo de dietas además de que pueden ocasionarle al individuo un coma cetónico, exigen un mayor trabajo de hígado y riñones lo que a la larga puede ocasionarle daños irreversibles.

    • Otro tipo de dietas suman los dos puntos anteriores. Son las que se basan en un solo alimento. Este tipo de dieta son multicarenciales y no pueden mantenerse por tiempo indefinido: todo les falta, no hay ningún alimento que por si solo sea suficiente para cubrir los requerimientos de un individuo.

    Una dieta de reducción debe ser el principio de una nueva forma de alimentarse para vivir mejor, para estar más sanos. El objetivo no es tan solo reducir de peso, es conseguir mantener un peso adecuado.

    Como conclusión comentar que el que la prevalecía de obesidad esté aumentando progresivamente en nuestro país, a dado lugar a que cualquiera pretenda manejar sin ton ni son esta enfermedad y su tratamiento, sobre todo el dietético. Además de las complicaciones que la obesidad trae por sí misma, las personas que la padecen se ven expuestas a todo el bombardeo publicitario de productos y clínicas " especializados" en la reducción de peso. Desgraciadamente no existe un organismo rector que se encargue de estudiar y comprobar la veracidad de los tratamientos dietéticos para después autorizar su publicación y empleo en la población. Contrariamente a lo que podría pensar mucha gente, un tratamiento dietético es de empleo delicado y si no se maneja adecuadamente y bajo la vigilancia de un profesional puede conducir incluso a la muerte.

    La única manera de perder peso es modificando la relación entre la ingestión de energía y su utilización, es decir, reduciendo la ingestión de alimentos e incrementando la actividad física, a través del ejercicio; estas modificaciones, para que su efecto sea permanente, deben de ir acompañadas de la modificación de hábitos alimentarios y de la conducta.

    Lo importante de bajar peso no es bajar por bajar, sino perder grasa, no músculo. No tiene sentido perder peso con una dieta y quedar con el cuerpo flácido, con alteraciones del carácter y con otras enfermedades. Las dietas deben ser balanceadas y variadas.

    3.4.- Buenos hábitos de ALIMENTACIÓN

    Para muchas personas uno de los métodos preferidos para " conservar la línea" o para disminuir de peso es dejar de comer en alguno de los tiempos, por lo general en la cena aunque también hay muchos que evitan el desayuno. Independientemente de que el realizar tres comidas al día es una nueva convención, lo cierto es que al saltarse algún tiempo de comida, rara vez se obtienen los resultados esperados o buscados.

    Los alimentos nos proporcionan energía para desempeñar todas las actividades que realizamos, pero si en algún momento nos falta energía el organismo disminuye el ritmo, es decir, nuestro metabolismo se va haciendo más eficiente y aprovechamos mejor lo que comemos. Además es muy frecuente que al saltarnos una comida, a la siguiente comamos lo que nos faltó; solo que como no vamos a usar esa enrgía esta se va a almacenar, y el cuerpo la almacena como grasa.

    Así, el típico caso de los que desayunan mucho y no cenan nada, les va resultando contraproducente a la larga. En la mañana les sobra energía, y la almacenan; en la noche les falta, entonces gastan menos.

    Para nuestro cuerpo, si todos los días a una hora falta energía, entonces hay que economizar; y si todos los días a otra hora sobra, los resultados se ven alrededor del abdomen.

    Cuando se necesita bajar de peso, una de las medidas recomendadas no es disminuir los tiempos de comida, sino al contrario, aumentarlos. Si vamos distribuyendo la energía a lo largo del día para que se vaya usando conforme ingresa, el metabolismo se mantiene estable y además no hay excesos de almacenar.

    Eso además, claro de una dieta sana, un tema del que ya hemos hablado ampliamente: basar la alimentación en productos de origen natural, incrementar el consumo de frutas, verduras y cereales integrales - que son ricos en fibra-, así como disminuir el consumo de alimentos ricos en grasa, en especial la saturada que contienen las carnes, la manteca y la mantequilla.

    Como conclusión decir que la alimentación forma parte de una de las funciones básicas para la nuestra vida; LA NUTRICIÓN. Por ello no debemos " jugar" con nuestro organismo. Comer tres veces al día es una convención, pero una convención adecuada por lo general para todos nosotros.

    prevención de trastornos de ALIMENTACIÓN

    1.- Aprender acerca de la anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y el trastorno de comer compulsivamente. La concienciación genuina te ayudará a evitar hacer juicios o tener actitudes erróneas a cerca de la comida, peso, figura corporal, y de los trastornos de alimentación.

    2.- desalentar la idea de que una dieta, un peso o un tamaño corporal específico automáticamente llevarán a la felicidad y plenitud.

    3.- Escoger retar a la creencia falsa de que la delgadez y la perdida de peso son maravillosas, mientras que la gordura y el subir de peso son horribles o indican flojera, falta de valor o inmoralidad.

    4.- Evitar darla a la comida la connotación de buena o mala, es decir no satanizar a los alimentos. Recuerda que todos necesitamos comer una variedad de alimentos.

    5.- decide evitar el juzgar a los demás y a ti misma con base en el peso o figura corporal. Calla tu voz interna que te dice que el peso de una persona tiene que ver con su personalidad, carácter o valor como persona.

    6.- Evita transmitir una actitud que diga, “me gustarias mas si bajas de peso, o si no comes tanto, etc.”

    7.- Convertirte en un espectador critico de los medios de comunicación y de sus mensajes a cerca de la imagen corporal y la autoestima. Responde a los mensajes que veas que promueven la delgadez sin importar las consecuencias.

    8.- Si crees que alguien tiene un trastorno de alimentación, expresale tu preocupación de manera directa y cariñosa. Suavemente pero firme, aliéntala a buscar ayuda profesional especializada.

    9.- Acepta la diversidad natural de los diferentes cuerpos humanos, y festeja el tamaño y la figura única de tu cuerpo.

    10.- Recuerda que por mas enferma que parezca una persona siempre tiene una parte sana. Es esta con la que debemos aliarnos, y si hablamos en forma acusatoria con comentarios acerca del peso, la comida, las calorías, etc, estaremos relacionándonos con la parte más enferma.

    11.- Habla siempre en primera persona, usando comentarios como “Te he notado triste...”, “Te he visto sola”, etc.

    12.- Ofrece tu ayuda incondicional si realmente quieres ayudar. Recuerda que puedes apoyar a alguien sin que esto signifique necesariamente estar de acuerdo. Tu puedes cambiar el futuro de alguien.

    Como conclusión, destacar que para que una prevención sea efectiva, debe ir dirigida a suprimir los factores de riesgo. Una prevención basada en comentar los trastornos de alimentación o en poner ejemplos con casos reales, mas que prevenir da ideas agudizando el problema.

    Los factores de riesgo a tratar son los siguiente:


    • Perfeccionismo

    • Autoestima baja

    • Impulsividad

    • Asertividad

    • Hábitos de alimentación inadecuados

    • Influencia familiar y social negativa

    • Patrones dicotómicos, obsesivos, negativos

    • Hiperresponsabilidad

    • “Sensibilidad”

    • Alta implicación emocional

    • Insatisfacción corporal


    En el cuadro que se presenta a continuación, se ofrecen unas pautas muy sencillas para ayudar a personas con trastornos de alimentación que se encuentren en mi entorno.

    ¿CÓMO PUEDO AYUDAR A AMIGOS Y MIEMBROS DE LA FAMILIA?

    ¿Qué hacer?

    ¿Qué no hacer?

    • Aprende acerca de los trastornos alimenticios, así podrás saber los signos cuando los veas en alguna persona cercana a ti.

    • Reconoce que los trastornos alimenticios son enfermedades potencialmente fatales, y por lo mismo deben ser atendidos.

    • Escucha a tus amigos con respeto, sensibilidad y comprensión.

    • Dile a las personas que sepas que sufren de un trastorno alimenticio, que lo apoyas y ayudarás en lo que necesita. Sugiérele que busque ayuda profesional especializada.

    • Trata de estar disponible cuando tu amigo requiera ayuda.

    • Hablen sobre sus propios sentimientos acerca de la comida, el peso, el conteo de calorías y el ejercicio

    • No debes tomar una acción tu solo. Busca ayuda.

    • No trates de solucionar el problema por él.

    • No lo culpes ni juzgues por hacer algo erróneo.

    • No te centres tú también en el peso, el número de calorías consumidas o los hábitos alimenticios particulares.

    • No hagas comentarios acerca de la apariencia de las personas. Concentrarse en la pérdida de peso puede ser interpretado como algo favorable mientras que hablar del aumento de peso puede ser visto como malo.

    • No lo ignores; él te necesita

    ACTIVIDADES

    1º Diferenciar entre buenos y malas hábitos de alimentación y razona la respuestas.

    • Hay que realizar de 3 a 5 comidas.

    • Hay que comer de todo.

    • No beber agua y beber refrescos.

    • Hacer mal reparto en la cantidad de alimento de cada comida.

    • Tener un horario de comidas.

    • Comer mucho de unas cosas y poco de otras.

    • No saltarse comidas.

    • Comer a deshoras.

    2º Presentamos un listado con creencias irracionales y los alumnos deben de conocer mediante una breve intervención del profesor que éstas no son ciertas.

    • Hay alimentos que engordan.

    • La grasa no es necesaria.

    • Alimentación sana = solo fruta y verduras.

    • Los bollos son malos (porque engordan).

    • Cuanto menos coma más adelgazo.

    • Cuanto más ejercicio más adelgazo.

    • Lo integral no tiene calorías.

    • Cualquiera puede hacer una dieta (por sí solo).

    • Lo mejor para mantenerse delgado es comer muy poco.

    • Si “fulanito”................ ( hay que personalizar).

    3º Taller de autoestima.

    • Definición de autoestima (baja y alta).

    • Diferencia de ser “creído” y “chulito”.

    • ¿Qué pasa si tengo autoestima (alta o baja)?

    • Representación de niños con diferente autoestima.

    • Resumen en 5 líneas o frase-titular que destacar de lo aprendido.

    4º Comentar y hacer ver a los alumnos que no hay necesidad de tener un “cuerpo 10” para triunfar en la vida. Para ello, se pondrán unas trasparencias con fotos de famosos con algún “defectillo”. Por ejemplo: Tom Cruise, Javier Bardem, Jennifer López, Claudia Schiffer´s y Gwyneth Paltrow.

    Bibliografía

    Trastornos de alimentación

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    Enviado por:Basbi
    Idioma: castellano
    País: España

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