Arte


Toulouse Lautrec. Jane Avril


Jane Avril (Henri de Toulouse-Lautrec)

Mucho se habla de Toulouse-Lautrec como “el pintor deforme”. Esta connotación es la principal causa de su prolífico trabajo como pintor de carteles del vodevil francés, enfocado principalmente en las bailarinas de cancán del Moulin Rouge. Toulouse-Lautrec nació en Albi el 24 de noviembre de 1864, en el seno de una de las familias aristocráticas más importantes de Francia. Siendo adolescente se rompió las dos piernas y, a causa de una enfermedad congénita por la cual no asimilaba el calcio, durante el resto de su vida conservó un torso normal pero las piernas no le crecieron. Su habilidad para el dibujo fue en principio estimulada por su padre, el conde Alphonse Charles, un hombre poco convencional para su condición social. Su único medio de expresión fue, en ese entonces, el dibujo y la pintura, ya que a causa de su enfermedad debía permanecer postrado en cama por largos intervalos de tiempo, y pudo demostrar un gran talento. Al mudarse a París, el ambiente que el pintor frecuentaba era principalmente los cabarets parisienses de Montmartre, especialmente el Moulin Rouge, donde pintó la mayoría de sus cuadros y carteles. Uno de sus principales carteles, el cual decoraba las paredes del Moulin Rouge, fue Jane Avril.

Jane Avril era una de las bailarinas más populares del París finisecular, y entabló una estrecha amistad con Toulouse-Lautrec. Jane protagonizará varias escenas de Toulouse-Lautrec, incluyendo Jane Avril. En este cuadro, Henri ha conseguido otorgar profundidad al cartel de manera muy sutil al manifestar las tablas y la tramoya del escenario, colocando las letras en la parte superior para que la bailarina llame más nuestra atención que la literatura del cartel. La influencia de la estampa japonesa la encontramos en la plenitud de los colores empleados, principalmente colores como amarillo y ocre, predominando la línea como en toda la producción del maestro.

La principal obra de Toulouse-Lautrec es el cartel o litografía. Un cartel es un pliego de papel, de gran formato, impreso con anuncios o avisos, producido de forma masiva para su exhibición en público. Por lo general, se componen de una imagen a color y un breve texto o una marca identificativa. Los carteles nacieron en el siglo XV con la invención de la imprenta. Hacia 1800 se produjeron dos acontecimientos que dieron lugar a la era moderna del cartel. Uno de ellos fue el inicio de la industrialización a gran escala, que generó la necesidad de una publicidad extensiva. El otro fue el invento, en 1798, de un nuevo método de impresión, la litografía, que hacía mucho más fácil la ilustración de carteles en color. El auge de la producción de pósteres tuvo lugar durante la primera mitad del siglo XIX, pues se utilizaron para anunciar una amplia gama de productos y de servicios.


Toulouse-Lautrec, uno de los cartelistas más destacados del siglo XIX, introdujo importantes cambios en su contenido y en su estilo artístico. Abandonó el impresionismo lírico de los estilos precedentes para utilizar grandes zonas de colores lisos, técnica tomada de los grabados japoneses. Las figuras femeninas idealizadas de las épocas anteriores fueron sustituidas por personas reales, aunque sutilmente estilizadas, formando viñetas, como una mujer bebiendo en un bar, o un caballero y una dama sentados a una mesa besándose. El artista redujo la importancia del texto, obligando al espectador a concentrar su atención en el aspecto pictórico del cartel. Una de las últimas obras de Toulouse-Lautrec es su cartel Jane Avril (1899) en el que, con excepción del nombre de la artista, el texto ha sido completamente eliminado, y constituye el prototipo de todos los carteles modernos, puramente pictóricos.

El joven que, durante toda su enfermedad, buscó la distracción en el dibujo, resuelve dedicarse a la pintura, instalando su atelier en el barrio bohemio de París. Allí frecuentó los burdeles, pintando la intimidad de esas vidas, sintiéndose reconfortado con quienes, al igual que él, eran marginados por la sociedad.
El "Moulin Rouge", cabaret famoso de la época, fue también donde pasó sus mejores momentos, amado y respetado por todos, retratando a los personajes del ambiente y llegando a ser un precursor en la tarea de confeccionar los afiches de publicidad. Su deformidad fue la causa de su genialidad, al pintar carteles, se acrecentaba su fama. Si Toulouse-Lautrec no hubiese sido deforme, probablemente no habría alcanzado la fama que tuvo en aquella época. Su amargura lo llevaba a pintar gente marginada por la sociedad, al igual que él. Tal es el caso de Jane Avril, una bailarina y prostituta que es retratada por Toulouse-Lautrec en una forma clara y precisa, proyectando así su ideal de perfección en aquellos carteles. Su creación es un gran conjunto de instantáneas donde la tristeza se mezcla a partes iguales con la ironía, con el desamor, pero sobre todo con la soledad. Soledad y tristeza le llevaron a refugiarse en la bebida, que unido a sus desordenados, trasnochaba casi a diario, deterioraron su salud y le llevaron a su final.

El cuadro de Jane Avril es uno de los carteles que más perduran en la historia de la litografía. Nos ha dejado treintena de carteles para cabarets, productos comerciales y libros, así como programas teatrales, invitaciones y menús. En la década de los 90 sus clientes fueron propietarios de editoriales, fotógrafos, fabricantes de cadenas de bicicletas y ebanistas. En estas obras acentuó la estilización de la imagen y utilizó tintas muy planas. Recurrió a la yuxtaposición de planos de color para componer la imagen, la línea se hizo más tenue y discontinua que en los carteles de cabaret.

Toulouse-Lautrec fue un artista muy prolífico. Realizó gran número de óleos, dibujos, aguafuertes, litografías y carteles, así como también ilustraciones para varios periódicos de entonces. Muchas de sus obras se conservan en el Museo Toulouse-Lautrec en Albi. A su peculiar y personal estilo incorporó elementos de otros artistas de la época, especialmente de los pintores franceses Edgar Degas y Paul Gauguin. El arte japonés, de moda en París por aquellos años, ejerció también influencia en Toulouse-Lautrec, con sus contornos fuertemente marcados, su composición asimétrica y la utilización de manchas de colores planos. Su obra inspiró a Vincent van Gogh, Georges Seurat y Georges Rouault

Su vida desordenada, su alcoholismo y un ataque de parálisis le llevaron a abandonar su estudio para refugiarse con su madre en el castillo de Malromé, propiedad de la familia, donde el 9 de noviembre de 1901 falleció.

La principal causa de que Toulouse-Lautrec fuese tan famoso fue principalmente por su enfermedad: si no hubiese estado enfermo en cama por tanto tiempo no habría desarrollado su talento como artista, y si no hubiese estado enfermo, no habría ido a París a recibir tratamiento médico, no se habría instalado en el ambiente bohemio de esa ciudad y no habría alcanzado la fama que tuvo y tiene actualmente. La consecuencia de su enfermedad fue su arte: al pintar el ambiente bohemio de París, se sentía útil, querido, y proyectaba en sus cuadros todos sus sueños frustrados.


Bibliografía:

  • http://encarta.msn.es/find/Concise.asp?z=1&pg=2&ti=761578946&hs=toulouse+lautrec

  • http://encarta.msn.es/find/Concise.asp?z=1&pg=2&ti=761558798

  • http://www.cuenta-conmigo.com.ar/Temario_APlasticas.htm

  • http://www.terra.es/arte/articulo/html/art3807.htm

“Toulouse Lautrec”

Felicitas Tobien

Editorial Iberlibro

España




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Idioma: castellano
País: Chile

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