Filosofía y Ciencia
Sujeto neutral y la objetividad
EL SUJETO NEUTRAL Y LA OBJETIVIDAD
Para ser alguien objetivo es necesario que este sujeto sea neutral, pero ¿qué significa ser neutral? Es librarse de todas las cargas físicas y emocionales que le impregnan, esto quiere decir librarse de condicionamientos que lo envuelven como el sexo, el estatus social, “raza”, credos, etc. para analizar algo objetivamente el sujeto se ha de situar en un punto en el que estos condicionantes no le afecten o le afecten lo menos posible. Por supuesto esto es imposible, por lo que nos limitaremos a intentar explicar que cuantos más puntos de vista se tengan, cuanto más conocimientos se tengan, no sólo de lo que se hace, sino del entorno, y de la historia que lo envuelve más objetivos podremos ser.
¿Es la ciencia objetiva según algunas autoras feministas? ¿y si no lo es, como mejorar esta deficencia? Para lograr una mayor objetividad, el sujeto se debe separar del objeto tanto como sea posible y así debería ocurrir en el pensamiento en general y en la filosofía de la ciencia en particular.
Lo que se critica de la ciencia no son sus fundamentos, sino los modos de hacerla, la ciencia está sesgada y las críticas se centran en:
la identificación y definición de los problemas científicos.
Diseño de la investigación (metodologías utilizadas para llegar a algo)
Como se recogen e interpretan los datos.
Todo esto nos lleva a que se tematicen los supuestos subyacentes.
Así pues, a consecuencia de esto van apareciendo críticas cada vez más radicales a la forma clásica del conocimiento científico.
Las feministas que abogan por la corriente del “Feminist Standpoint” consideran que las experiencia a partir de las cuales se ha conformado el pensamiento occidental son parciales y como son las que representan el sector dominante constituyen una visión de la realidad más distorsionada. Las experiencia y actividades de las vidas de las mujeres proporcionan mejores herramientas para la investigación científica por eliminar los sesgos sexistas.
Es claro que la objetividad aumenta cuando se amplían las variables, pero también es verdad, como dice Foucault, que es un discurso más, pero no por ser oprimido es mejor.
El sujeto neutral no existe y es por ello que frente a la objetividad parcial de las posturas dominantes, la visión de las mujeres como la de los oprimidos de la realidad han de buscar un modo para que se produzca un cambio social y este consiste en apoyarse en respuestas solidarias y comunes ante su situación.
La ciencia no puede ignorar los puntos de vista que las mujeres (u otros grupos sociales) pueden aportar al conocimiento de la realidad, porque tendría una pérdida en riqueza y enfoques de aspectos de esta realidad.
Según Longino el salto evidencial entre datos e hipótesis está determinado por los supuestos subyacentes. Estos conforman la descripción de los eventos o fenómenos y la selección de los datos, y a través de ellos se incorporan en la ciencia los valores contextuales y la ideología.
Longino va a centrar sus explicaciones en las formas de eliminar los sesgos que se detectan en la valoración de hipótesis y teorías. Según ella hay dos cambios de perspectiva que remodelan la concepción de objetividad: por una parte volver a la idea de ciencia como práctica y segundo considerar que esa práctica no es individual sino colectiva. Para Longino la objetividad de la investigación científica es consecuencia de su carácter social, no individual. La objetividad se logra por una interacción social, la ciencia no es sólo producto de quienes la realizan, sino también de quienes la padecen.
Longino propone un objetividad gradual y afirma que esta nunca será completa pero que, si hay crítica, seguimiento y participación de cuantas más opiniones (otras etnias, mujeres, …), aunque no sean expertas, mejor: “La objetividad, entonces como minimización máxima de la preferencia subjetiva (ya sea individual o colectiva) se asegura a garantizar la inclusión de todas las perspectivas totalmente relevantes en la comunidad comprometida en la construcción crítica del conocimiento”.
Harding parte de las epistemologías del punto de vista y por ello opina que los grupos marginados son más objetivos o detentán mejores posiciones episténicas porque tienen menos intereses en la perpetuación del sistema que los bien situados socialmente y por ello se aproximan más a la verdad y no la distorsionan.
Según Harding los supuestos culturales forman parte de los supuestos subyacentes y por ello la objetividad fuerte que postula incluye dentro de la investigación científica el examen sistemático de las creencias subyacentes. Pero esta objetividad fuerte no se centrará solamente en los microprocesos del laboratorio, sino que se atenderá a las macrotendencias del orden social que conforman las práctica científicas. El género se convierte en un recurso científico para maximizar la objetividad.
Harding cree que muchos teóricos del conocimiento (Bloor, Barnes, …) tienen dificultades para juzgar las propias creencia y conductas en el proceso investigador porque carecen de herramientas analíticas para considerar las relaciones sociales de clase, “raza”, género, entre otras, que allí se produzcan. Es noción de reflexibidad que Harding achaca al programa fuerte no es capaz de identificar los propios intereses y valores culturales de quien investiga, siendo que, estos intereses también conforman la evidencia tanto en ciencias sociales como naturales.
La reflexibidad fuerte que Harding propugna requiere pues el examen de las particularidades de vida de quien investiga a través de la teoría y métodos relacionados con estas partícularidades, por ello, al remarcar el carácter histórico (cambiante) la epistemología del punto de vista lleva a niveles más fuertes de objetividad y reflexibidad.
Keller aporta a las anteriores posturas que cualquier conocimiento humano, y por tanto científico, tiene unas bases efectivas/emocionales.
Su tesis principal dice que el tipo de conocimiento que constituye el conocimiento científico responde a la forma cognoscitiva emocional que tienen determinados individuos. La forma en que cada sujeto se relaciona con otros sujetos u objetos estará determinada por el tipo de desarrollo cognitivo que halla desarrollado desde su nacimiento. La objetividad no es innata. Según el desarrollo cognitivo el individuo desarrollará un sentido de la autonomía más o menos rígido.
El tipo de autonomía está en conexión con el estilo cognitivo o forma de relacionarse con las cosas que se tenga. El estilo cognitivo es el que señalará las maneras de concebir y practicar la objetividad.
Keller opina que la experiencia cognitiva y afectiva son inseparables y responden en última estancia a la confirmación del yo, el sentido de la autonomía y la dependencia que se haya desarrollado. Distingue entre la práctica científica concreta, real, y la retórica dominante que es la que utiliza el paradigma de la objetividad.
Hay diferentes teorías de la objetividad y todas coinciden en que no es posible lograrla completamente pero sí aproximarnos a ella mediante modelos que adopten puntos de vista diversos, como son el género, las etnias, …, y si aceptamos que la ciencia no es un privilegio individual sino social, donde la interacción entre individuos y su autonomía emocional frente a las cosas de los demás sujetos servirá para que el sujeto a la hora de realizar ciencia se libere de sus prejuicios y sea un sujeto neutral en lo posible.
FILOSOFÍA DE LA CIENCIA
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Enviado por: | Miguel Mascarós |
Idioma: | castellano |
País: | España |