Sociología y Trabajo Social
Sexo
Sexo
1. Definidad del sexo
A pesar de verlo todo como solamente el simple acto sexual, el sexo es también la diferencia física y de conducta que distingue a los organismos individuales, según las funciones que realizan en los procesos de reproducción. A través de esta diferencia, por la que existen machos y hembras, una especie puede combinar de forma constante su información genética y dar lugar a descendientes con genes distintos. Algunos de estos descendientes llegan a adaptarse mejor a las posibles variaciones del entorno.
Es sexo está presente en todos los niveles de organización biológica, excepto en los virus. Ya en los niveles más simples, las bacterias intercambian un cromosoma sencillo y largo que pasa desde el macho, o célula donante, a la hembra, o célula receptora.
Esto sólo son cuestiones a gran escala que posiblemente no entendamos. Con tener en cuenta que el sexo no es simplemente el acto sexual, sino que también es la diferencia de macho y hembra, nos puede servir de bastante.
2. Características sexuales
En los animales, el sexo de los individuos suele determinarse en el momento en que el espermatozoide realiza la fecundación. En algunos animales, cuando el espermatozoide que fecunda el huevo porta un cromosoma X, la descendiente será hembra (XX), si porta un cromosoma Y, el descendiente será macho (XY). Pero en otros animales se invierte esta regla.
El término características sexuales primarias indica el tipo de gametos que producen las gónadas: los ovarios producen óvulos, o huevos, en las hembras y los testículos producen espermatozoides en los machos.
El término características sexuales secundarias indica todas las demás diferencias sexuales que juegan un papel indirecto en la unión del espermatozoide con el huevo. Las características sexuales secundarias abarcan desde las estructuras especializadas del aparato genital tanto masculino como femenino, hasta el brillante plumaje de los machos de ciertas aves, o el pelo facial en los humanos. También lo son ciertas facetas de la conducta como el cortejo.
En general, cuanto más avanzada en la evolución está una especie, tanto más elaboradas son sus características sexuales secundarias. Por ejemplo, en el momento en que maduran el huevo de la estrella de mar, el macho sólo tiene que liberar grandes cantidades de esperma en el agua, y un número pequeñísimo, pero suficiente, de estas células sexuales masculinas encuentra y fecunda los huevos distantes.
3. Sexualidad
La sexualidad es un conjunto de fenómenos emocionales y de conducta relacionados con el sexo, que marcan de forma decisiva al ser humano en todas las fases de su desarrollo.
El concepto de sexualidad comprende tanto el impulso sexual, dirigido a la reproducción y al goce inmediato, como a los diferentes aspectos de sentimiento corporal (sentirse hombre o mujer) y de expectativas de rol social. En la vida cotidiana la sexualidad cumple un papel muy destacado, ya que en sus aspectos emocionales y sociales va mucho más allá de la simple procreación y de su condicionamiento social.
Además de la unión sexual y emocional entre personas de diferente sexo (Heterosexualidad), existen relaciones entre personas del mismo sexo (Homosexualidad) que, aunque tengan una larga tradición (ya existían en la antigua Grecia), han sido hasta ahora sancionadas en la sociedad por influencias morales o religiosas.
Durante siglos se consideró que la sexualidad en los animales y en los hombres era básicamente de tipo instintivo. En esta creencia se basaron las teorías para fijar las formas no naturales de la sexualidad, entre las que se incluían todas aquellas prácticas no dirigidas a la procreación. Hoy, sin embargo, sabemos que también algunos mamíferos muy desarrollados presentan un comportamiento sexual diferenciado, que incluye, además de formas de (aparente) homosexualidad, variantes de la masturbación y la violación. La psicología moderna deduce, por tanto, que la sexualidad puede o debe ser aprendida. Los tabúes sociales o religiosos —aunque a veces han tenido su razón de ser en algunas culturas o tiempos históricos, como en el caso del incesto— pueden condicionar considerablemente el desarrollo de una sexualidad sana desde el punto de vista psicológico.
A partir de la década de 1930 comenzó la investigación sistemática realizada de los fenómenos sexuales. Posteriormente, la sexología, rama de la psicología, relacionada con la biología y la sociología, tuvo un gran auge al estar apoyada, en algunos casos, por la propia sociedad (principalmente durante la denominada `ola sexual' de la década de 1970).
4. La esterilidad
Este es uno de los problemas que puede presentarse en cualquiera de los dos sexos, ya sea por malformación de las gónadas o problemas genitales del útero en la mujer o de los conductos seminales en el varón , es decir, por ausencia de gametos (ausencia de la ovulación en la mujer, o ausencia de espermatozoides en el hombre).
5. Edad de iniciación del sexo
Las nuevas generaciones de jóvenes, que cada vez adelantan más sus contactos sexuales. Mientras los mayores de 50 años tuvieron sus primeros contactos a los 18 y sus primeras relaciones completas a los 21, nuestros jóvenes empiezan a los 14 años y a los 17 suelen realizar su primer coito.
Éste fenómeno no es exclusivo de nuestro país, también se ha producido en el resto del mundo como consecuencia de una mayor libertad sexual que permite un fácil acceso a los anticonceptivos y de la apertura de la sociedad a estos temas.
La cultura es el factor que más influye en el cómo y el cuándo de las primeras relaciones sexuales. Desde los años cincuenta hasta los setenta los varones, al cumplir la mayoría de edad, se `estrenaban' con prostitutas invitados por sus propios padres, en tanto que las mujeres debían cuidar su virginidad hasta el matrimonio. Entre la cultura occidental y la oriental o africana todavía hay bastantes disimilitudes. En muchos países africanos se realizan ritos de iniciación que marcan la madurez sexual.
En nuestra cultura, uno de los factores que más influye en la de los primeros contactos es el momento en el que se tiene acceso a la información acerca de la sexualidad. Pero además, son importantes otros factores:
-Sexo. Los hombres siguen teniendo sus primeras relaciones a menor edad que las mujeres. (17 años frente a 18)
-Creencias religiosas. El estudio La conducta sexual de los españoles, de Malo de Molina, revela que los católicos practicantes demoran sus primeros contactos eróticos hasta la edad de 16 ó 18 años mientras que los que simplemente en Dios son ligeramente más precoces.
-Hábitat. Según datos del citado estudio los habitantes de las grandes urbes, como Madrid o Barcelona, son los más precoces.
Por lo general, las primeras relaciones se mantienen con personas a las que se ama. A pesar de los obstáculos que los padres suelen poner a las relaciones sexuales de sus hijos, el lugar elegido tanto para los primeros contactos sexuales como para el primer coito, es la propia casa.
5.1. Tabla: edad de iniciación sexual según país
País | Media de edad de primera experiencia sexual |
Estados Unidos | 15 |
Canadá | 16 |
Francia | 16 |
Alemania | 16 |
Australia | 17 |
Gran Bretaña | 17 |
Italia | 17 |
Sudáfrica | 17 |
España | 17 |
México | 18 |
Polonia | 18 |
Rusia | 18 |
5.2. Métodos anticonceptivos
Los dispositivos de control de la natalidad se diseñan para evitar la fecundación. Algunos, como los condones, diafragmas, esponjas contraceptivas y tapones cervicales, proporcionan una barrera física que evita que los espermatozoides y los óvulos entren en contacto. Otros son métodos químicos: las píldoras anticonceptivas contienen hormonas que modifican el revestimiento uterino para impedir la implantación, evitar que los ovarios femeninos liberen óvulos maduros, o espesar el mucus cervical para impedir que los espermatozoides puedan penetrar. Las cremas y los geles espermicidas destruyen directamente a los espermatozoides. El dispositivo intrauterino (DIU) está ideado para interferir en la implantación del óvulo en las paredes del útero.
6. Prohibiciones sexuales en el mundo
De punta a punta del mundo, las disposiciones legales son tan variadas como las culturas, aunque casi siempre libertad sexual y libertad social andan a la par.
Por tolerancia sexual, los países más abiertos son los europeos, auque casi todo está permitido si se hace sin obligación, excepto la poligamia, que es más una norma familiar y social que práctica sexual. Israel es lugar de contrastes. Conviven dos culturas contrapuestas, como reflejó la victoria en Eurovisión del transexual Dana Internacional. Por un lado, ortodoxos y ultra ortodoxos censuran el sexo fuera del matrimonio; por otro, gran parte de la sociedad lo practica.
En los países de Europa occidental, quedan lejos los tiempos en que Oscar Wilde fue condenado por `practicar la masturbación mutua y la felación con su compañero. En nuestro país, y según señala la abogada María José Varela, las cuestiones sexuales sólo son delito cuando hay agresión o falta de consentimiento, y cuando se da abuso, es decir, si se practica con un menor de 12 años.
Exceptuando Rumania, Turquía y Chipre, en el resto de Europa (incluida España) se castiga la discriminación por causas sexuales y en seis países (los escandinavos y Holanda) existen ya leyes de parejas homosexuales. En Hungría no hay legislación, pero sí una sentencia aprobatoria del Tribunal Constitucional. En España, la Coordinadora Gay y Lesbiana rechaza la ley de parejas de hecho que propone el PP porque `supone un simple contrato mercantil' y se reivindica un matrimonio equiparable al heterosexual.
En la otra cara, más siniestra, están los países donde se rige la ley islámica. En su mayoría, desde Argelia hasta Indonesia, la represión llega a prohibir el sexo fuera del matrimonio. Los países más lacerantes son Afganistán, Irán y Arabia Saudita, por este orden. En ellos, es ilegal incluso que hombres y mujeres hablen entre sí cuando no son parientes cercanos. En general, el ligue es una práctica censurada socialmente para las mujeres en estos países, así que ningún hombre permite que un turista se acerque a una mujer de su familia.
La mayoría de los países de América Latina son mixtos, permisivos y represivos a la vez. Las legislaciones son sólo moderadamente restrictivas, aunque luego la sociedad censura mucho más. Curiosamente, el estado menos restrictivo del vasto orbe es Tailandia, tanto que incluso autoriza la bigamia. La paradoja de este santuario el turismo sexual es que en algunas regiones no está permitida la prostitución.
Por último, Australia y Estado Unidos son países que, a pesar de sus conocidas libertades públicas, exhiben una severa moral victoriana en sus legislaciones sobre sexo. En Australia se prohíbe el adulterio y las plenas relaciones homosexuales, lo mismo que en muchos estados y condados de EEUU.
7. Sexo en Internet
Una de las cifras que más nos llama la atención es que el 68 por ciento del comercio electrónico es de carácter pornográfico, según anuncia la revista “Time” tras examinar más de 900.000 imágenes de la red.
Como afirma Román Gubern en su reciente libro El Eros Electrónico , la red ofrece ciertas ventajas para la comunicación sentimental. Resulta ideal para los tímidos y los solitarios forzosos. El anonimato estimula la garantía social y permite relacionarse con extraños más fácilmente que en discotecas y bares, donde la voz o la mirada pueden flaquear.
En los chats podemos mantener conversaciones con personas de todo el mundo, incluso si queremos mantener una conversación privada podemos crear chats-rooms, en las que sólo pueden entrar aquellas personas que tú quieras.
Otros datos curiosos son por ejemplo que:
-Uno de cada dos usuarios varones que se conecta a Internet, lo hace con fines sexuales.
-En San Fernando Valley, 20.000 personas viven gracias a la industria erótica generada en Internet.
-El 89 por ciento de los franceses se opuso a su Gobierno cuando éste pretendió prohibir los contactos eróticos a través de Minite(el antedecente galo de Internet).
-El 83 por ciento de los mensajes depositados en los populares grupos de noticias contiene material pornográfico, incluyendo todo tipo de parafilias del tema.
8. Juegos eróticos
Estos juegos se suelen realizar para aumentar la excitación, eliminar la monotonía, etc.
Aumentan la excitación. “Provocan un estado erótico que favorece la estimulación, así como una mayor satisfacción cuando se ha finalizado”, según comenta Ana de Calle, sexóloga del Centro de Salud Integral Ceres, de Madrid,” además incrementan las expectativas sobre la capacidad de experimentar y, al explorar nuevas sensaciones, se despierta la sensualidad y la percepción del placer”
Eliminan la monotonía. “Permiten mantener la continuidad de la pareja a través de la diversión. Introducen morbo, fomentan la creatividad, diversifican las experiencias sensuales y sexuales y descubren partes del cuerpo que se tenían olvidadas”, según como explica Álvaro Beltrán.
Fortalecen la relación. Como cuenta Miguel Ángel Cueto, psicólogo del centro Cepteco, de León, “ sirven para conocernos y conocer mejor a la pareja y fomentan la comunicación entre ambos, lo que refuerza los lazos afectivos y crea un clima de complicidad”.
Ayudan a superar disfunciones. Permiten analizar más abiertamente los problemas, miedos y conflictos existentes en la pareja, lo que “ayuda a superar la vergüenza, a desinhibirse y a abandonarse más al momento. Al crecer el nivel de satisfacción, el interés por el sexo también aumenta, por lo que son muy eficaces para gente con problemas de poca confianza en sí mismo.
Además, son muy importantes los juegos eróticos que tenemos de niños, ya que nos prepara para el sexo y el amor en el futuro. Sin embargo, la reacción hostil, parcial o discriminatoria de los padres puede originar traumas psicológicos a largo plazo: “A las niñas se les suele prevenir con insistencia sobre este tipo de juegos, especialmente si están con amigos; en cambio, a los niños se les dan mensajes que esconden una sensación de orgullo -si levantan la falda a una chica se les llama pillines, pero si son ellas las que muestran sus bragas se les tacha de cochinas-.
También hay juegos que se pueden comprar en librerías o sex-shops en los que podemos encontrar juegos como de oca a oca, pacto de amor, orgía o incluso el 69.
9. Ficha besos
El libro Guinness está lleno de récords relacionados con el beso. Uno de los más curiosos, es el que ostenta John Barrymore, uno de los hombres más galanes del cine mudo americano, que llegó a repartir 127 besos en una sola película, Don Juan, en su versión de 1926.
La mayoría de las personas(un 90 por 100) recuerda cómo y con quien ocurrió la primera vez que dio un beso. Suele estar asociado a la inocencia del amor adolescente. El beso se convierte en un fin y un éxito en sí mismo. Actualmente, ha perdido ingenuidad. La educación y la madurez sexual han contribuido a ello.
Hay muchas y variadas maneras de dar el beso, aquí decimos algunas:
-En el cuello: muchas mujeres aseguran que ésta es la zona más sensible, los hombres afirman que les apasiona ser besados en este lugar. Entregar el cuello a la boca del otro denota una confianza plena. Una simple caricia o el aliento sobre la nuca son capaces de erizar el vello y desencadenar la pasión de cualquier persona. Es una zona crítica en lo que se refiere a “chupetones”, pequeños hematomas que son el resultado de una absorción excesiva y delatadores de muchas noches de pasión.
-Mordisco: puede resultar de lo más excitante en plena experiencia sexual, siempre que se realice con suavidad en una zona que no sea muy sensible (genitales u otras partes erógenas). Transmite pasión y sensaciones fuertes. Empezar mordiendo no es un buena idea, a no ser que se disfrute con el dolor recibido. Conviene repartir estas muestras de amor con medida y descubrir poco a poco cuándo y dónde prefiere ser mordida la pareja. Algunas zonas susceptibles de recibir un buen bocado placentero son el cuello , el lóbulo de la oreja, el pecho, las nalgas, los muslos…
-Besos genitales: paso previo al sexo oral, aunque no tienen por qué terminar con él. Aun así pocos hombres prefieren un beso a algo más profundo. Antes de proceder al beso genital, hay que dejar claro si se va a pasar a mayores o no, ya que no todo el mundo aprecia es sexo oral. Al tratarse de una zona muy sensible, es asqueante lanzarse a besuqueos o lametones violentos. A veces, sólo con sentir el cálido aliento basta.
Para hacerlo bien hay que tener en cuenta cuestiones importantes como estas:
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No precipitarse. Empezar con ligeros toques en los labios antes de empezar.
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Participar de manera activa en el beso, lentamente y sin prisas, aunque a veces conviene mostrarse pasivo.
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Respirar por la nariz para poder prolongar el contacto el máximo tiempo.
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Cerrar los ojos de vez en cuando facilita poder concentrarse en las sensaciones táctiles, auditivas y olfativas.
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Acompañar el beso de pequeños gemidos o suspiros transmite más excitación.
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Tomar la cara del otro con las manos es un gesto cariñoso que gusta a ambos sexos.
¿Cómo nos gusta recibirlo?
Ellos:
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Aunque algunos lo prefieren suave, la mayoría goza de la cercanía física y el contacto que brinda el beso profundo.
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A pocos les gusta dejar de besar, sobre todo si hay posibilidad de coito. Es más, a menudo malinterpretan los gestos afectuosos como una invitación a mayor intimidad.
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Prefieren que se les bese con pasión y que mientras tanto se les acaricie la nuca, las orejas y los párpados. También gozan si la mujer utiliza la lengua con habilidad.
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Morder con suavidad pude resultarles asimismo muy erótico, siempre que no produzca un dolor no deseado.
Ellas:
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Gozan muchísimo con él y la mayoría se queja de no recibir suficientes, ya que ellos se dirigen muy pronto al tacto genital.
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Disfrutan de una progresión “in crescendo”, en la que el beso tiene un protagonismo constante en forma de un recorrido que abarque boca, cuello, hombros, pechos, etc.
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Prefieren movimientos suaves y tiernos que den protagonismo al movimiento labial.
El beso puede constituir un fin en sí mismo y provocar un orgasmo en determinadas personas y circunstancias.
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Enviado por: | Alfonso |
Idioma: | castellano |
País: | España |