Literatura
Romanticismo
EL SIGLO XIX : EL ROMANTICISMO
Marco histórico
Durante el siglo XIX, España vive uno de los periodos más agitados de su historia. Se abre el siglo con la guerra de la Independencia, contra Francia, y termina con la guerra contra los Estados Unidos y el desastre de 1898, que significa la pérdida de Cuba ( y de Filipinas en Asia ); con ella concluye el dominio español en América. La jefatura del Estado pasa por infinitas vicisitudes. La dinastía, tras los reinados de Fernando VII ( 1814 - 1833) y de Isabel II ( 1833 - 1868) , es derrocada por la revolución de este último año, la “ Gloriosa”. Suceden la mediocre regencia de Serrano (1869 - 1870) y el indeciso reinado de Amadeo I (1871 - 1873). Se abre después el insatisfactorio paréntesis republicano (1873 - 1874), al que siguen la jefatura de Serrano (1874) y la Restauración de la dinastía borbónica en la persona de Alfonso XII (1875 - 1885), hijo de Isabel II. Muerto el rey, su esposa doña María Cristina asume la Regencia, hasta 1912, año en que empieza a reinar su hijo Alfonso XIII.
El reinado de Fernando VII comienza con seis años de rígido absolutismo, continúa con un período liberal ( 1820 - 1823) impuesto por el levantamiento del general liberal Riego. Pero acabó con él la intervención de la Santa Alianza, formada por varios países europeos en defensa del absolutismo de los reyes. Durante el reinado de su hija Isabel II, se sucedieron las guerras carlistas, que ensangrentaron el país, impidiéndole todo progreso.
La Restauración que sucedió a la primera República comprende los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII.
LOS MOVIMIENTOS LITERARIOS
Durante el siglo XX sucedieron los siguientes movimientos literarios:
Recibe el nombre de Romanticismo un movimiento revolucionario en todos los aspectos del vivir, y que, en las artes afirma, frente a las actitudes neoclásicas que muchos defienden aún, los derechos de la fantasía, de la imaginación y de las fuerzas irracionales del espíritu.
El apogeo romántico, fue en España tan intenso como breve. La segunda mitad del siglo está dominada por el Realismo , de signo objetivo.
Fueron iniciadores del Romanticismo, que se extendió por Europa y América, el pensador francés Rousseau (1712 - 1778) y el gran poeta alemán Goethe (1749 - 1832). Bajo su influjo, los románticos se lanzan, pues , a conseguir obras menos perfectas, menos regulares, pero más profundas, más íntimas y sugestivas, más cordiales. Indagan lo ignoto y misterioso e imponen completamente los derechos del sentimiento. Su consigna es la libertad en todas las órdenes de la vida.
Una fecunda moda literaria se desarrolla en el siglo XIX que fija su atención en las costumbres pintorescas contemporáneas, observadas preferentemente en las clases populares, y que se expresa con un idioma gratamente castizo. Es el costumbrismo , cuyos maestros fueron Mesonero y Estébanez. El costumbrismo , junto con el realismo de fines de aquel siglo, contribuyó al fin del Romanticismo.
Romanticismo tradicional y Romanticismo liberal
En esta línea de Romanticismo tradicional, se insertan, por ejemplo, Walter Scott, en Inglaterra; Chateaubriand, en Francia; y Cecilia Bohl de Faber, Rivas y Zorrilla, en España. Por el contrario, otros románticos, como ciudadanos libres, combaten el orden vigente, en religión, arte y política. Afirman enfáticamente los derechos del individuo frente a la sociedad y a las normas, que combaten sin tregua. Representan esta rendencia de Romanticismo liberal o revolucionario , el inglés Lord Byron, los franceses V. Hugo, A. Dumas y A. De Vigny, y el español Espronceda.
CARACTERES DEL ROMANTICISMO
-Aversión al Neoclasicismo. Frente al rigor con que , en el siglo XVIII, se observaron las reglas, los románticos mezclan los géneros y versos de distintas medidas, combinan a veces el verso y la prosa; en el teatro se desprecian las famosas unidades de lugar, de tiempo y de espacio; y conforme a la tradición española alternan lo cómico y lo dramático.
-Subjetivismo. Protagonista de todas las obras románticas, cualquiera que sea su género, es el alma exaltada del autor, que vierte en ellas sus sentimientos de insatisfacción ante un mundo que limita y frena el vuelo de sus ansias tanto en el amor, como en el orden social, en el fervor patriótico, etc. Y frente a los neoclásicos, apenas interesados por el paisaje, los románticos hacen que la Naturaleza se incorpore a sus estados de ánimo, y que se muestre melancólica, desalentada, tétrica, turbulenta, según los cosos. El choque entre los anhelos desmesurados del romántico - amor apasionado, ansia de felicidad, posesión de lo infinito - y la realidad, produce en él descorazonamiento, y el suicidio, conforme al modelo del Werther de Goethe, fue la solución que algunos adoptaron, como nuestro Larra.
-Fuga del mundo que los rodea. Otros se evaden de sus circunstancias, evocando o imaginando épocas pretéritas en que triunfaban sus ideales o inspirándose en lo exótico. Frente a los neoclásicos, admiradores de la sólida y bien regulada Antigüedad grecolatina, los románticos prefieren la Edad Media y el Renacimiento; cultivan, como géneros más frecuentes, la novela, la leyenda y el drama históricos, ambientados en esas épocas.
-Atracción de lo nocturno y sepulcral. Los románticos gustan de poner a sus sentimientos dolientes y defraudados ambientes melancólicos o misteriosos : ruinas, la noche que encubre zozobras, cementerios... Del mismo modo, les sucede lo sobrenatural: milagros, visiones de ultratumba, lo diabólico y brujeril...
PRIMERAS MANIFESTACIONES DEL ROMANTICISMO EN ESPAÑA.
El Romanticismo penetra en España por Andalucía (Böhl-Mora) y por Cataluña (El Europeo).
La polémica Böhl-Mora. Juan Nicolás Böhl de Faber publicó en el Diario Mercantil de Cádiz, una serie de artículos, defendiendo el teatro español del Siglo de Oro; atacado por los neoclasicistas. Las ideas modernistas de este escritor les parecieron inaceptables a otros autores.
El Europeo. Esta revista fue publicada en Barcelona por varios redactores. Defendió el Romanticismo moderado y tradicionalista al modo de Böhl, negando los valores del Neoclasicismo.
El mayor auge del Romanticismo fue entre 1835-1840.
En 1840 surge otra modo literaria en Francia, el Realismo, basado en la reproducción de la vida contemporánea.
LA POESÍA
La poesía dejó de ser superficial para ser subjetiva, moral y social. El poeta podía dejar volar libremente su fantasía sin sujetarse a modelos ni normas, buscando tan sólo la expresión auténtica de su alma, sus sentimientos más sinceros. Lo importante era ser original y dejarse llevar por la inspiración y no imitar o elaborar trabajosamente las formas. El Yo halló en la poesía el cauce ideal para desnudarse sentimentalmente.
AUTORES
José de Espronceda (1808-1842)
Es uno de los poetas más importantes de la lírica romántica española. Y es sin duda el más completo gracias a su capacidad imaginativa y de evocación.
Obra:
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poesías breves: Himno al sol, Canción del pirata, Canto del cosaco, El reo de muerte, El mendigo, El verdugo, A Jarifa en una orgía
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poemas mayores:
Estudiante de Salamanca, la mejor y más brillante obra de Epronceda , es un largo poema de carácter narrativo estructurado en cuatro partes. Su protagonista burla y abandona a su amada y ésta muere de amor. Después mata en un duelo al hermano de ella. Contempla su propio entierro y finalmente muere.
El diablo mundo, un poema de carácter filosófico y simbólico sobre la existencia del hombre y el sentido de la vida.
Rosalía de Castro (1837-1885)
Aunque es autora de alguna novela, como La hija del mar, Rosalía de Castro es una de las escritoras más relevantes de la literatura española gracias a su poesía romántica.
Obra:
Sus obras fundamentales son tres libros de versos:
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Cantares gallegos: obra escrita en gallego en la que costumbres, gentes de la aldea, amores, paisajes, etc, cruzan por ella mediante una visión poética, nostálgica y amable. También denuncia el trato despectivo que recibe el emigrante gallego de los castellanos.
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Follas novas: es una obra de carácter más subjetivo e intimista. Plasma en sus versos el dolor, la soledad, la pobreza y el infortunio de sus paisanos.
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En las orillas del Sar: consigue con estos versos su lírica más alta y acendrada. Muestra en esta obra la desolación y la desesperanza.
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)
Este gran escritor romántico nace en Sevilla: Queda huérfano y va a vivir con su madrina en cuya biblioteca lee lo mejor de la literatura romántica europea. Se traslada a Madrid donde escribe en periódicos y revistas. Se casó pero su matrimonio duró poco. Finalmente muere con treinta y cuatro años.
Obra:
La obra poética de Bécquer está formada por un conjunto de composiciones tituladas Rimas. En este libro predominan temas como el amor, el misterio, la naturaleza, las sensaciones, la ensoñación y las vivencias, la sugerencia y la mera evocación. Son poemas más bien breves y en su mayoría asonantados.
Se dividen en cuatro grupos:
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rimas I a XI: se centran en el propio tema poético, el misterio de la poesía, la inspiración y el genio lírico.
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rimas XII a XXIX: el tema dominante es el amor esperanzado y gozoso
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rimas XXX a LI: el motivo principal es el fracaso amoroso.
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Rimas LII hasta el final: el tema central es el dominio de un sentimiento de soledad y de vacío en un tiempo sin amor.
Bécquer escribió también en una magnífica prosa unas cartas tituladas Desde mi celda (recoge impresiones sobre el arte, la vida, el paisaje o las costumbres).
Es autor también de unas Leyendas formadas por un grupo de breves relatos sugerentes y evocadores, cargados de poesía, imaginación y fantasía. Sus Leyendas más conocidas son: El monte de las ánimas, El miserere, Ámese Pérez el organista, El beso, El rayo de luna, Los ojos verdes, La promesa, La rosa de pasión y La cruz del diablo.
LA PROSA
En la prosa van a destacar géneros como la novela histórica y el costumbrismo.
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La novela histórica: pretende resucitar por medio del arte a personajes, situaciones o conflictos del pasado histórico. Pero los románticos buscan en el pasado las raíces del presente, y llevan a él los problemas de su tiempo y de su sociedad
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El costumbrismo: se limita a la observación de los aspectos típicos y pintorescos de las costumbres locales. Se pierde así el carácter crítico y la intención de reforma social que animaba a los observadores del XVIII. Los costumbristas son observadores atentos de la realidad que les rodea y la describen en forma de escenas, breves cuadros ligeros y entretenidos de algunas situaciones típicas como una romería, una procesión, etc.
El autor más característico de la prosa romántica es:
Mariano José de Larra (1809-1837)
Larra, que publica también un drama romántico (Macías) y una novela histórica (El doncel de don Enrique el Doliente), es ante todo periodista. Concibe en el periodismo una faceta educativa pero también un modo de reflejar y criticar la realidad social.
Artículos de costumbre: ofrece una mirada crítica, preocupada, amarga y pesimista de la sociedad española. Vuelva usted mañana, Un castellano viejo, Casarse pronto y mal, Las casas nuevas, El día de difuntos de 1836, La nochebuena de 1836.
Artículos políticos: muestra su ideología avanzada y liberal pero también su desengaño y desilusión por la situación política española. Nadie pase sin hablar al portero.
Artículos de crítica literaria: especialmente referidos al teatro. El sí de las niñas, La conjuración de Venecia son algunas de las obras que valora. Destaca su artículo Literatura
Otros autores importantes son Ramón de Mesonero y Serafín Estébanez, interesados por el costumbrismo.
TEATRO
Triunfo del romanticismo en el teatro.
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El teatro neoclásico no gustó a los españoles, pero si las obras del Siglo de Oro.
Éstas eran repudiadas por los neoclásicos, pero atraían a los de fuera del país; mezclaban lo cómico y lo dramático, eran apasionadas, brillantes y llenas de extrañas peripecias.
Los jóvenes autores se adhirieron al Romanticismo, así pues, se producen los mayores éxitos del Romanticismo teatral.
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El teatro romántico prefiere los temas legendarios, caballerescos, aventureros, o
históricos nacionales. En cuanto a los fines, el teatro románico no aspiran a aleccionar sino a conmover. Los protagonistas son seres marcados por un destino extraño y singular.
En los dramas románticos abundan las escenas nocturna y sepulcrales, desafíos, personajes encubiertos y misteriosos, suicidios, alardes de gallardía o de cinismo.
AUTORES
Martínez de la Rosa (1787-1862)
Francisco Martínez de la Rosa nació en Granada. Algunas de sus obras más estacadas son: La niña en casa y la madre en la máscara, Aben Humeya y La conjuración de Venecia.
El Duque de Rivas (1791-1865): Ángel de Saavedra y Ramírez de Baquedano
Sus obras más destacadas son: Un castellano leal, El aniversario, Don Álvaro o la fuerza del sino.
Antonio García Gutierrez (181-1884)
.Escribió El trovador y Don Álvaro.
Juan Eugenio Hartzenbusch (1806-1880)
Escribió Los amantes de Teruel.
José Zorrilla (1817-1893)
Además de notable poeta, Zorrilla es posiblemente el mejor autor dramático del romanticismo.
Obra:
Asume los caracteres del Romanticismo. Escribió millares de versos. Su poesía alcanza sus momentos más felices en las leyendas, que son pequeños dramas contados como narraciones en verso. En esta fusión de lo lírico, lo épico y lo dramático reside lo peculiar y distintivo de Zorrilla. Las más importantes de sus leyendas son Margarita de Tornera y A buen juez, mejor testigo.
Sus obras dramáticas son: El zapatero y el rey; Traidor, inconfeso y mártir. Pero la más célebre de sus obras, representada aún como un rito en muchas ciudades españolas, es Don Juan Tenorio (1844). En la obra desarrolla el tema del burlador de Sevilla; es obra desigual, de briosos pasajes y ripios sin cuento, tiene un conjunto de hidalguías, misterios de ultratumba, caprichos, astucias, generosidades y arrepentimientos. El personaje implora lo que antes pudo poseer y se salva al final por el amor de doña Inés.
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Enviado por: | Maryajose |
Idioma: | castellano |
País: | España |