Historia del Arte


Roma


TEMA 4. EL ARTE CLASICO II: ROMA.

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1.- Orientación: nuevas condiciones de civilización: la ciudad, las obras publicas y el imperio

- una ciudad funda un imperio alrededor del Mediterráneo.

- etapas: la Monarquía, la República, el Imperio (el Principado, el Dominado).

2.- Caracteres generales del arte romano.

- uniformidad.

- influencias.

. culturas itálicas primitivas.

. etruscos.

. griegos.

. otros pueblos conquistados.

- carácter oficial y propagandístico del estado.

- se desarrolla en las ciudades.

- utilitarismo y perdurabilidad.

3.- Arquitectura religiosa y civil: soluciones constructivas y monumentales.

3.1. caracteres generales.

- influencias de los pueblos conquistados.

- uniformidad, practicidad, solidez y escala magna.

- diferencias respecto a la arquitectura griega:

- pérdida del equilibrio y la serenidad.

- monumentalismo.

- mayor sentido ornamental.

- orden toscano, capitel compuesto y superposición de órdenes.

- superposición de dintel y arco.

- arquitectura arquitrabada y abovedada.

- preocupación por el espacio interior y exterior.

- materiales:

. mampostería.

. sillares de piedra en diverso aparejo.

. ladrillo cocido.

. opus mixtum.

. mortero romano (agua, cal, grava y arena).

. revestimientos de mármol.

3.2. Ejemplos arquitectónicos.

Entre los diferentes edificios, podemos destacar.

  • edificios religiosos

  • el templo.

    - la religiosidad en Roma no tuvo tanta importancia como en Grecia, ni como en Egipto. La religión romana tenía un carácter más domés­tico. Esto se aprecia en el tamaño de los templos.

    - su estructura es fruto de la influencia griega y etrusca.

    - elementos arquitectónicos...

    - predominio de la planta rectangu­lar, con algún ejemplo de circu­lar.

    - ejemplos más significativos:

    el sepulcro.

    - manifiestan influencia etrusca.

    - los enterramientos de las clases altas se denominaban mausoleos y servían de tumba y templo.

    - podían tener planta cuadrada, rectangular o circular y varios pisos.

    - se solían colocar junto a las vías principales en las entradas de las ciuda­des.

    - destaca el sepulcro de Adriano (Mole Adriana), hoy castillo de Sant Angelo.

  • arquitectura civil

  • la basílica

    - de influencia helenística, eran lugares de reunión (relaciones comerciales, carácter administrativo y judicial).

    - estructura interna.

    - ejemplos.

    las termas

    - lugares de baño, reuniones sociales, culturales y deportivas.

    - de grandes dimensiones.

    - estructura: frigidarium (baños fríos), caldarium (baños calien­tes, vapor y masaje), tepidarium (estancia con agua caliente bajo el pavi­men­to), apodyterium (sala para desnudarse), bibliotecas, salas para depor­tes­, etc. - ejemplos.

    el teatro

    - estructura.

    - función.

    - ejemplos.

    el anfiteatro

    - idem.

    el circo.

    - idem.

    el acueducto

    - conducían el agua a las ciudades.

    - estaban compuestos por un canal que se levantaba sobre una serie de arcos cuando debía salvar desniveles del terreno.

    - entre los materiales destacaba la piedra, el ladrillo y el hormi­gón.

    - ejemplos.

    los puentes

    - construcciones sólidas de piedra que facilitaban las comunicacio­nes.

    - ejemplos.

    calzadas o vías.

    - caminos construídos por diversas capas de piedra y arena recu­biertas de lajas de piedras.

    - constituían una densa red que, partiendo de Roma, se extendía por todo el Imperio.

    - se construyeron para permitir el rápido desplazamiento del ejér­ci­to en caso de revuelta o invasión. Pero también sirvieron como vías que facilitaron las relaciones comerciales y las comunicacio­nes en general.

    - ejemplos.

    arcos de triunfo

    - se levantaban para conmemorar una gesta.

    - superposición del arco y dintel.

    - ejemplos.

    columnas conmemorativas

    las ciudades.

    - ver pág. 68, punto 3.

    - dos ejes cardo (N-S) y decumanos (W-E) se rodeaban de una sólida muralla. Ej.: las murallas de Lugo.

    - el foro es el lugar cívico de reunión. En él se agrupan las basílicas, templos, monumentos conmemorativos y diversas estatuas. Allí se encontraban la curia o sede del poder y el mercado.

    la vivienda.

    - integración entre función y estética.

    - importancia del interior frente al exterior.

    - estructurada alrededor de un patio (atrio), al que se abren las habitaciones.

    - el tejado del atrio (compluvium) recogía el agua de lluvia que se depositaba en una pequeña cisterna (impluvium)

    - peristilo de influencia helenística.

    - insulae (apartamentos).

    - villa (finca de campo), ej: Villa Adriana

    - palacio

    4.- El retrato y el relieve histórico-narrativo.

    La escultura romana se caracteriza:

    - doble tendencia realista e idealizada.

    - material : mármol, bronce,

    - composición. modelos griegos

    - escaso movimiento

    - volumen

    - calidad acabada

    - tema: poder

    - simbología: divinización, culto

    4.1. El retrato.

    a. Caracteres generales.

    - al principio se solían policromar.

    - se aprecia una doble tendencia:

    - una de carácter realista, condicionada por:

    - gusto por lo narrativo y la historia.

    - sentido práctico-reconocimiento.

    - influencia etrusca e imágenes de los antepasados.

    - otra idealizada, condicionada por:

    - por influencia griega.

    - divinización del emperador.

    - tipos de retratos.

    - la cabeza y parte del cuerpo.

    - cuerpo entero.

    - importancia del peinado y la barba para su clasificación.

    b. periodización

    b.1. realismo durante la República (S. III -I ac).

    - por influencia etrusca(sepulcros), imágenes de los antepasados y escultura del período helenístico. Ejemplos: Apolo de Veyes, Loba Capitolina, quimera de Arezzo, retrato de Junio Bruto , orador, Cicerón

    - parecido físico y psíquico.

    b.2. influencia del idealismo helénico durante el siglo I d.c.

    - esquema clásico idealizado

    - divinización de la representación del emperador.

    Ej: Agusto, Agripa, multitud de copias de obras antiguas de Praxiteles.

    b.3. reaparición del realismo desde los Flavios

    - la tendencia realista popular recobra fuerza hasta imponerse en el retrato de abundante cabellera, barba, tratamiento del claroscuro. Ej: Marco Autrelio, Tito.

    b.4. la simplicación de finales del Imperio.

    - esquematismo: corte de pelo militar, en los pliegues de las ropas

    - expresividad del carácter en gestos y símbolos del poder

    - hieratismo

    - Ej: estatua de Constantino.

    4.2. El relieve histórico-narrativo.

    a. caracteres generales.

    - para representar las gestas guerreras.

    - relieve pictórico.

    - composición densa.

    b. ejemplos.

    - el Ara Pacis (s. I ac).

    - relieves del Arco de Tito (s. I dc)..

    - relieves de los sarcófagos de tipo mitológico, al ponerse de moda la inhumación .

    1.Orientación: nuevas condiciones de civilización: la ciudad, las obras publicas y el imperio

    El proyecto de Alejandro Magno de crear un Estado basado en una civilización común, en la que todos sus habitantes pudieran quedar integrados, fracasó por su prematura muerte y el fracciona­miento de sus imperio en los estados helenísticos.

    Esta idea la realizará Roma, una ciudad que creó un gran imperio teniendo como eje el Mediterráneo y utilizando la lengua, la ley y el arte como elementos aglutinadores. Para realizar esta obra Roma reunió en un sólo Estado a un Occidente todavía básica­mente rural (Italia, Hispania, Britania, Galia, Africa) con el Oriente mediterráneo ya fuertemente urbanizado y basado en la civilización griega. Llegó, pues, a controlar todas las tierras que rodeaban el Mediterráneo. Sus fronteras fortificadas en Europa eran el Rhin y el Danubio; en Asia, la frontera llegó hasta el Eufrates; mientras que en Africa, limitaba al sur con el desierto.

    La importancia del Imperio Romano, su duración y prosperi­dad dejarán tan profunda huella que se sucederán los diversos intentos por reconstruirlo, creyendo que así podrían recuperar una época perdida de paz, civilización y riqueza, a la que el tiempo transcu­rrido daba unos caractéres de perfección casi sobrehumanos.

    Dentro de la dilatada historia de Roma, podemos distinguir los siguientes períodos:

    1.1 la Monarquía (753-509).

    La leyenda nos dice que Roma fue fundada en el 753 a.C. por Rómulo y Remo, descendientes del héroe troyano Eneas. Al principio estaría formada por varios asentamientos de pastores: los latinos, que controlaban el tránsito por el Tiber. Mientras tanto, otros pueblos más evolucionados ocupaban la península itálica: los grie­gos en el sur y los etruscos instalados en la llanura de Toscana. Finalmente los etruscos dominaron Roma, convirtieron a la aldea en una ciudad e iniciaron la primera etapa histórica de Roma: la monarquía. Roma, al amparo de los reyes etruscos, fue engrandecién­dose y extendiendo su influencia por las tierras que la circunda­ban.

    1.2 la República (509-31 a.C.).

    Una revolución en el 509 a.C. arrojó de Roma a los etruscos e implantó una República aristocrática. Esto permitió a las grandes familias romanas acaparar el poder.

    En la República romana encontramos dos clases sociales:

    . los patricios: ricos propietarios de tierras y ganados, descendientes de los primeros habitantes de Roma. Al principio sólo ellos tenían derechos políticos.

    . los plebeyos: hombres libres, de diversa procedencia, sin riqueza ni derechos políticos. Para lograrlos se enfrentaron repe­tidamente con los patricios.

    En cuanto a la organización política, los Comicios eran asam­bleas de los ciudadanos romanos que votaban las leyes y elegían a los magistrados por un año (cónsul, pretor, cuestor, censos, edil, etc.)

    Pero el papel político fundamental correspondía al Senado. De carácter vitalicio, estaba formado por los cabezas de las familias patricias y los antiguos magistra­dos.

    Durante la República, Roma inició una serie de campañas que le llevaron a conquistar la Península Itálica, las costas del Medite­rráneo occidental (tras derrotar a los cartagineses en las Guerras Púnicas) y a extenderse por el Medite­rrá­neo oriental, ocupando los estados helenísticos.

    Las grandes conquistas produjeron profundos cambios en la vida romana. Los patricios aumentaron sus riquezas con los botines de guerra, adquisición de tierras, esclavos, etc). Apareció una nueva­clase de ricos: los caballeros, que hicieron fortuna por medio de los negocios y del cobro de impuestos. Los más perjudicados fueron las clases medias y bajas. Los campesinos itálicos vieron empeorar su situación por la competencia del trigo que llegaba de las nuevas posesiones y de la mano de obra esclava. En los siglos II y I a.C. una serie de crisis sociales y guerras civiles, encabezadas por Mario, Sila, César, Marco Antonio, etc, anun­cian el fin de la República.

    1.3 el Imperio (31- 476).

    Octavio, sobrino de Cesar, puso fin a las guerras civiles y se adueñó del poder. Consciente que el sistema republicano no sirvía ya para gobernar tan extenso territorio, funda el régimen imperial. Concentró en su persona todo el poder y se ayudó de un potente ejército profesional y una vasta red de funcionarios. De todos modos conservó los viejos organismos de la República aunque cada vez mas desprovistos de poder real.

    Dentro del Imperio podemos diferenciar dos etapas:

    - el Principado (31-284).

    Con las conquistas de Trajano el Imperio Romano alcanzó su máxima extensión, iniciándose una etapa de paz (pax romana) que favoreció el comercio, el urbanismo y la puesta en marcha de un ambicioso programa de obras públicas.

    - el Dominado (284-476).

    Esta situación se truncó a partir del s. III:

    . el fin de las conquistas acabaron con la llegada a Roma de botines y esclavos.

    . crisis económica que provocó el colapso del comercio y la decadencia de las ciudades.

    . la economía se ruralizó y parte de la población urbana se trasladó al campo, transformándose en grandes propietarios o culti­vadores de las tierras de los ricos.

    . frecuentes incursiones de bárbaros por el Rhin y Danubio

    sembraban el temor y la ruina.

    . el Imperio Romano se convierte en un estado a la defensiva: las ciudades se amurallan y se crea un ejército muy numeroso. Para mantener esta máquina defensiva el emperador tuvo que asumir pode­res absolutos y se rodeó de una extensa burocracia encargada de recaudar los tributos necesarios para pagar este sistema defensivo.

    De todos modos, la zona oriental del Imperio soportó mejor esta situación que las tierras del Mediterráneo Occidental. Y no es de extrañar que Constantino traslade en el 330 d.C. la capital a Constantinopla (Bizancio).

    A fines del s. IV, el emperador Teodosio hizo un último es­fuerzo para salvar el Imperio, a su muerte (395) lo dividió en dos mitades, asignando cada una de ellas a uno de sus hijos: el Imperio Romano de Oriente fue para Arcadio y el de Occidente para Honorio. El Imperio de Oriente pudo continuar su historia hasta 1453, bajo la denominación de Imperio Bizantino. Pero el Imperio Romano de Occidente no pudo hacer frente a los problemas económicos, a la anarquía del ejército y al empuje de los pueblos bárbaros que acabaron por repartírselo. En el año 476, Odoacro, rey de los herulos, depuso al último emperador llamado Rómulo Augústulo.

    2.- Caracteres generales del arte romano.

    El centralismo romano determinó la fuerte unidad que manifestó el arte, que se extendió a lo largo y ancho del dilatado Imperio Romano, mostrando una homogeneidad de características.

    Fue un arte que recibió influencias:

    - de las culturas itálicas primitivas.

    - de los etruscos: arco de medio punto, columna toscana, estructu­ra de los templos, escultura realista, etc.

    - del arte griego, desde la Magna Grecia y de Grecia directamente tras su conquista: innumerables influjos de su escultu­ra y arqui­tectura (elementos arquitectónicos, estilos, tipos de edificios, etc.). La influencia griega se aprecia más en la escultura que en la arquitectura.

    - de los diversos artes del Próximo Oriente.

    El arte romano encierra un carácter propagandístico pues, con su grandiosidad y monumentalidad, quiere transmitir el poderío del Estado Romano.

    La civilización romana se basó en el desarrollo de las ciuda­des. El arte se centra en ellas o en su servicio (murallas, tem­plos, circos, acueductos, etc.)

    Es un arte hecho para el servicio del ciudadano, de ahí sus acusa­dos rasgos de utilitarismo y perdurabilidad.

    3.- Arquitectura religiosa y civil: soluciones constructivas y monumentales.

    3.1. Rasgos generales.

    La arquitectura, como el resto de las artes, muestra influen­cias de los distintos pueblos conquistados. Sobre ellos sobresale el sus­trato griego y etrusco, éste último en especial en su primera época.

    Será un reflejo de la nueva estructura del Estado y estará a su servicio. El centralismo político determinó su uniformidad, el utilitarismo romano explica su practicidad y solidez, y la grande­za del Estado se refleja en el empleo de la escala magna.

    Aunque presenta gran influencia griega, la arquitectura romana alcanza su propia personalidad:

    . se pierde el sentido de la serenidad y del equilibrio griego, y el hombre deja de ser la medida, con clara tendencia hacia el monu­men­talismo.

    . mayor sentido ornamental, con el aumento de los temas decorati­vos, molduras, etc.

    . la misma columna tiene muchas veces una función ornamental, siendo los elementos fundamentales de sustentación los pilares y el muro.

    . además de los órdenes clásicos, aparece el toscano que deriva de la arquitectura etrusca y el capitel compuesto. Suele ser frecuente la superposición en el mismo edifi­cio de varios órdenes distintos.

    . superposición del dintel y el arco, apareciendo las enjutas.

    . aunque utiliza la arquitectura arquitrabada, presenta un amplio empleo la cubierta abovedada: bóveda de cañón, cúpula y bóveda de aristas, de la que parece que fueron sus inventores. Esto dio mayor grandiosidad al edificio, aunque requiso unos apoyos muy sólidos.

    . preocupación tanto por el espacio interior como por el exterior. Los interiores, amplios para albergar a la multitud (función so­cial), se caracterizan por su grandiosidad, reposo, simetría, por su sentido fundamentalmente estático.

    (ver pág. 68, punto 3, desde "El hombre griego hasta... del espacio interior).

    Los materiales fueron muy variados:

    . mampostería (piedras irregulares más cemento).

    . aparejo regular a base de sillares de piedra (opus cuadratum, soga y tizón, almohadillado, etc.)

    . ladrillo cocido.

    . opus mixtum: alternancia de la piedra y el ladrillo.

    . el mortero romano u hormigón: opus cementium.

    . la tosquedad del mortero y del ladrillo hacía que muchas veces se revistieran los muros de placas de mármol.

    4.- El retrato y el relieve histórico-narrativo.

    4.1. el retrato.

    Los escultores romanos, aunque trabajaron como material prin­ci­pal el mármol, también utilizaron el bronce, la cerámica, la madera y piedras duras como en Egipto. Los mármoles griegos itálicos o africanos para las obras oficiales o de cierto rango.

    Fue el género preferido en Roma. El retrato puede ser de cuerpo entero (de pie, sedente y ecuestre) o sólo la parte superior del cuerpo( cabeza-retrato, busto) y relieve con retrato sobre estela funeraria, altar, sarcófago. Los tipos más corrientes de retrato de cuerpo entero son los togados y los de guerreros con coraza. Hasta tiempos de Augusto el retrato sólo comprende, generalmente, hasta el cuello. En el s. I d.C. se va alargando hasta comprender parte del pecho y los hombros, y, en el siglo siguiente se esculpen retratos de media figura.

    El afán de gloria y el deseo de eternizar el aspecto físico de su persona difunde el uso del retrato de carácter monumental, para ser expuesto públicamente, no ya referido a los emperadores o fami­lia imperial, sino entre funcionarios y gentes acomodadas, como ofrenda de amistad, agradecimiento popular o por deseo del propio retratado.

    Los retratos se diferenciaban por los peinados, especialmente los femeninos, que reflejaban las modas de su tiempo y podían mostrar contrastados claroscuros. Durante ciertos períodos se generalizó la barba en los varones.

    Hasta el s. II d.c. los retratos se solían policromar.

    El origen de la importancia del retrato desde los primeros tiempos se debe a la costumbre de los patricios de hacer mascari­llas de cera de sus difuntos (imagines maiorum), para conservarlas en los atrios de sus casas y llevarlas en las ceremonias funera­rias. Este fue también el motivo de que predominara en el retrato el carácter realista, especialmente durante la época republicana y en la corriente no oficial.

    El poder cada vez más absoluto del emperador provoca su divi­niza­ción. Como consecuencia de todo ello es la creación de un nuevo tipo de retrato, en el que se representa al emperador idealizado. Muchas veces aparece semidesnudo coronado de laurel, incluso con atributos divinos, como el caso del águila.

    El privado mucho mas veraz ,con acentuación de lo personal, mas retratos femeninos con cabellos sueltos o recogidos en moños de distintos grosores y alturas, bandas de rizos y mechones lisos, flequillos o frentes despejadas..

    En la segunda mitad del s. III, como ocurre en toda la escultura romana, el retrato comienza a transformarse en un sentido anticlásico . El fino modelado anterior desaparece, mientras que se subrayan los rasgos esenciales de la fisonomía , esquematización e indeterminación. La expresión del rostro se intensifica, pero el modelado es seco y duro. La figura va perdiendo flexibilidad en beneficio del anquilosamiento y rigi­dez. Así lo podemos ver en los retratos de Constantino y sus suce­so­res, en los que comienza a adivinarse los rasgos del retrato bizan­tino.

    Los soportes son estelas con retrato, retrato incorporado al sarcófago, disminuyendo la obra exenta.

    4.2. el relieve histórico-narrativo.

    El deseo de los romanos de eternizar en piedras sus gestas dio lugar a la aparición del relieve histórico. Muestra las hazañas, normalmente guerreras, de los emperadores y cónsules para que el pueblo las admire.

    Por influencia del relieve helenístico, el relieve romano es de carácter pictórico, pues busca efectos de perspectiva, conce­diendo mucha importancia al paisaje y a lo pintoresco.

    Las composiciones suelen presentar un elevado grado de densi­dad de figuras.

    Roma. El dominio del espacio interno

    La arquitectura romana, auténtica heredera de las conquistas griegas, no sólo las utiliza sino quelas amplía y transforma Pero, a su vez, recogerá el método constructivo de las culturas orientales précedentes, creando una simbiosis original. En consecuencia, su arquitectura será adintelada y abovedada, descubriendo por este sistema una serie de variantes sin antecedentes. Sienta las bases de las construccúrnes del milenio posterior.

    El concepto espacial romano ha sido definido por su estatismo y monumentalidad. Aquí se conquista el espacio interno. Es posible que todas sus construcciones no sean obras de arte, pero es innegable que son auténticas arquitecturas. Además de la valoración espacial hay que considerar su alarde técnico, por lo que habría que hablar de obras de ingeniería en muchas ocasiones o del arquitecto-ingeniero.

    Silos romanos recogieron. los postulados helenos, nunca llegaron a su concepto de proporción, belleza, sensibilidad y refina miento. Hay una nota que los distancia ves la escala. En el mundo griego era la humana, en el romano es la suprahumana, el hombre da pasá al mito. Las dimensiones son tales, que ella se convierte en el símbolo del imperio. Roma es metrópolis del mundo y el centro del poder que se proyecta en todas sus provincias y en sus ciudadanos a través de sus construcciones. El concepto de monumentalidad y grandeza define los programas de la edilicia romana.

    Dada la pluralidad de sus creaciones le lleva a utilizar los más variados aparejos, que recoge con precisión Vitrubio. Además de los distintos tipos de sillares, especial interés tiene el uso del mortero u hormigón que, una vez fraguado, le da esa consistencia pétrea. Se dice que los romanos construían para la eternidad, por su carácter consistente y, ciertamente, 2.000 años atestiguan sus edificaciones. Además de la piedra, utilizan el ladrillo cocido y la mampostería. Los materiales pobres suelen quedar recubiertos de placas de mármol.

    El sistema griego es utilizado y transformado concediéndose licencias impensables en el mundo heleno. De éste recogieron los tres órdenes constructivos que ampliaron al menos en uno mas, nos referimos al compuesto y tranformaron el dórico, de fuste liso, convirtiéndolo en el toscano. La gran novedad del compuesto radica en su capitel, donde se refunden el corintio y el jónico, resultando uno más lujoso y preferido por ellos, precisamente por esta razón de riqueza ornamental.

    Con respecto al sistema griego cabe destacar, en su adaptación romana, las libertades que se otorgan en su entablamento, en la ejecución de sus distintas partes e, incluso, al adosarlo al muro lo convierte en elemento ornamental, desposeido de su función, no dudando en utilizarlo fragmentado o convertirlo en una especie de segundo capitel (véase las Termas de Caracalla).

    Además, varían el empleo de los órdenes en un mismo edificio, entre la parte externa e interior o pueden quedar superpuestos en una misma fachada, creando de esta forma un léxico libre del canon griego, que se va a imponer (véase los órdenes en la hada del Coliseo). Dentro de las licencias concebidas, además del frontón triangular corporan el semicircular y hasta se muestran partidos.

    Los elementos curvos son tomados de los etruscos. Destaca el empleo de la bóveda sus distintas modalidades (cañón, aristas, semiesférica...etc.).

    El arco, en cambio, será el de medio punto, convirtiéndose en cl clásico por celencia. Este modelo cabalga en acueductos y puentes; pero además de la forma can un sistema específico al combinar la curva con la recta, encuadrando el arco entre lumnas y bajo el dintel, configurando esos espacios o enjutas que tendrán enormes consecuencias en la cultura romana y en la occidental. Así quedan arbitrados dos sistemas constructivos, cuando uno solo sería suficiente por sustentar el vano. Con ello también combinan los antagonismos, la horizontalidad y reposo de la línea con el dinamismo de la curva. (Véase a título ilustrativo los arcos de triunfo).

    La bóveda fue uno de los sistemas más utilizados, consiguiendo una perfección técnica y gran variedad. Manejan las de cañón, aristas, gallonada e, incluso, se llega a la de nervios. En las Termas de Majencio combinan la de aristas y cañón, mientras que en las de Caracalla se apuntan ya las pechinas. Del uso de las semiesféricas dieron buena prueba con el Panteón. Revisando estas construcciones vemos cómo quedan sentadas las bases del lenguaje que caracterizará las arquitecturas románicas y góticas.

    Una de las notas propias es el plural programa edilicio. El templo, palacio, casa, termas, basílicas, anfiteatros, teatros etc.

    En cuanto al templo, recogen el modelo griego, la diferencia estriba en sustituir las gradas por el podium y, aunque prevalece la planta rectangular, en ocasiones se sustituye por la circular. En tal sentido, especial interés requiere por sus proporciones y alarde técnico el llamado Panteón de Agripa. Enorme edificio sin más columnas que las de su pórtico, cubierto por una gigantesca bóveda semiesférica, de 43 m. de diámetro, decorada por cinco filas de casetones e iluminado por una gran claraboya.

    Aquí es más importante el concepto de espacio interior que exterior. La bóveda está formada por una serie de arcos de descarga en su arranque, siendo el resto de hormigón recubierto de ladrillo, por lo que al concentrar el peso de la cubierta en varios puntos permite abrir en los espacios intermedios del muro profundas capillas. Su finalidad, no conocida, es posible que fuese el lugar de cilíto común a todos los dioses del imperio, pero lo no cuestionable es su conquista técnica y el modelo espacial, referencia para las creaciones renacentistas.

    Especial mención por su cubierta merece el de Minerva Médica. Su planta decagonal y con dos exedras laterales, se ve cerrada por media naranja, contrarrestando los empujes con cuartos de esfera y gruesos estribos, convertido así el antecedente de las conquistas bizantinas.

    Una de las características dc la arquitectura romana es su carácter práctico y utilitario, lo que no la exime de las construcciones conmemorativas. Sin embargo, con ella da respuesta a sus planteamientos urbanísticos ya las necesidades de su sistema de vida. No son las exquisitas proporciones y el deseo de contemplación lo que la inspira, sino la grandeza, monumentalidad y utilidad. Así entendida sería la primera arquitectura funcionalista.

    Del conjunto de sus tipologías queremos destacar las basílicas, por la creación de un concepto espacial, pero, sobre todo, por convertirse en la base de las edificaciones cristianas. En tal sentido, este modelo será el que mayores consecuencias tenga en la definición del espacio religioso posterior.

    Nacieron como organismos civiles, como sede de actividades comerciales y para la administración de la justicia. Su planta es rectangular con tres naves, la central más alta que las laterales, sirviendo este desnivel para iluminar su interior. En su extremo un abside, que ocuparía el magistrado. Las cubiertas adinteladas o abovedadas en distintas formas. Pueden ser ilustrativas las de Majencio, Pompeya y Ulpia.

    En la vida romana son fundamentales las termas; con ellas un nuevo planteamiento arquitectónico.

    Son baños públicos que, además de los espacios propios tienen salas de reunión, bibliotecas, dependencias gimnásticas, alojamiento de atletas y una serie de servicios. Junto al baño de agua fría, existe el caliente, de vapor, masajes, vestuarios por lo que se crea un entramado espacial para dar respuesta a estos ambientes, que nos habla de una interesante organización arquitectónica y dc enormes proporciones.

    Generalmente su planta es rectangular, distribuyendo los espacios de forma simétrica, partiendo del eje transversal, donde se sitúan el caldarium (agua caliente, vapor y masaje) tepidarium (sala de calefacción) y el frigidarium (piscina de agua fría). Sus cubiertas, abovedadas, variando las formas según las propias construcciones. Las de Caracalla utilizan la bóveda dc aristas sobre columnas adosadas (frigidarium) convertido en uno de los interiores más grandiosos. Las de Diocleciano presentan en su tepidarium también la de aristas, cuyos empujes son contrarrestados por gruesos estribos, bajo los que corren las naves laterales. Como además van coronados por pilares, se convierten en el precedente del sistema de arbotantes y pináculos góticos.

    Entre los organismos públicos dedicados a espectáculos caben destacarse el teatro, anfiteatro y circo.

    La construcción de los teatros fue tardía, ya que estuvo prohibida su representación por considerarla poco edificante. Se recoge el modelo griego, modificando el espacio destinado al coro, disminuyendo en consecuencia la orquesta que se hace semicircular.

    Como novedad espacial de creación romana es el anfiteatro, dedicado a las luchas de gladiadores o con animales, de planta elíptica y rodeado en todo su perímetro por las gradas para el público. Es como un doble teatro. El más importante de su genero es el de Roma o Coliseo, con capacidad para 50.000 espectadores, de 188 m. de largo por 156 de ancho. En su exterior los órdenes arquitectónicos superpuestos se convertirán en el lenguaje normalizado para los arquitectos desde el Renacimiento. En su complejo entramado interior destaca la cubierta de aristas.

    El circo es la adaptación del estadio griego, dedicado a carreras de caballos, carros y ejercicios atléticos. La planta estrecha y alargada concluye en uno de sus extremos con forma semicircular, mientras que el opuesto es rematado por una curva más abierta.

    Especial mencion, dentro del sistema constructivo romano, tienen los arcos triunfales. Se pueden entender corno arquitecturas, hay espacio en ellos aunque serán representativos de su carácter emblemático. Son creaciones conmemorativas, triunfales, erigidos en medio del espacio urbano como símbolos del poder y la conquista. Pueden ser de uno o varios vanos, dejando constancia del arbitrio de los dos sistemas constructivos: el adintelado y abovedado. Ellos vuelven a tornar actualidad en el Renacimiento, pero, sobre todo en los momentos del poder imperial o totalitario. :)

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    Historia del Arte. Tema 4º. El Arte Clásico II. Roma

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