Introducción

“ El hombre es la medida de todas las cosas”

Protágoras de Abdera.

El hombre, desde tiempos inmemoriales, ha llevado la iniciativa de cómo llevar a cabo su propia realidad, de esto es fácil darse cuenta que el hombre a través de la historia ha dejado huellas de sus conductas, formas ideológicas y vida. A consecuencia de esto se pueden apreciar las características del hombre en todos sus tiempos, por ejemplo, el hombre moderno se aferra fielmente a sus principios, o lo que encuentra trascendente, a diferencia del hombre posmoderno, quien fácilmente cambia su ideología de una manera pragmática acomodándola a su conveniencia.

En este trabajo desarrollaremos la faceta del hombre posmoderno, a través de la obra del escritor chileno Roberto Ampuero, “¿Quién mató a Cristian Kusterman?”, comparando los elementos del libro de Armando Roa, “Modernidad y Posmodernidad”, en el cual se concreta una medida más del hombre.

Biografía

Nace en Valparaíso en 1953. Irrumpió de modo espectacular en la literatura chilena en 1993 con su novela “¿Quién mató a Cristian Kusterman?”, que obtuvo el prestigioso Premio de Novela de la Revista de Libros “El Mercurio”. Con ese libro, que lleva ocho ediciones en Chile, incorporó al mundo de nuestros héroes literarios a Cayetano Brulé, que luego reapareció en “Boleros en La Habana” y en “El alemán de Atacama”. En 1997 Ampuero publicó “El hombre golondrina”, un volumen de cuentos que revela facetas inesperadas en su creación como escritor. Tras estudiar literatura en La Habana, trabajó como periodista en Bonn durante quince años, y en 1996 se incorporó al prestigioso taller literario de la Universidad de lowa. En la actualidad reside en Estados Unidos, donde preparó la novela “Nuestros años verde olivo”, que es la segunda novela de Roberto Ampuero que se publica en España. La primera, “Boleros en La Habana”, editada en 1997 también por PLANETA, tuvo una gran acogida de crítica y público. Comparte con algunos pocos el ser un escritor chileno muy exitoso por nuestros días. A pesar de haber residido fuera de Chile gran parte de su vida, ha vuelto regularmente a presentar sus libros. Así mantiene el cordón umbilical con su país. Con su última obra, “Cita en el Azul Profundo”, Ampuero vuelve a insertarnos en el mundo de Cayetano Brulé.

Síntesis

Roberto Ampuero nos presenta a un oscuro detective de los barrios bajos de Valparaíso, sin trayectoria ni sofisticación. Este personaje huraño, con aura de vicio y misterio, tiene la misión de resolver un difícil caso, el cual lo llevará a reencontrarse con episodios que parecían olvidados, que reviven a través de la muerte de un joven idealista sin intenciones. El pasado de este detective sirve de modelo para instruir al lector, esto sea, en lo que es nuestro sistema, o lo corrompido que es éste. Torcido como sí mismo, con gente opaca que trata de sobrevivir en un mundo creado bajo la igualdad, pero en realidad está basado en la igualdad de la miseria.

Cayetano Brulé es un producto de este sistema, el cual huye para olvidar y no seguir fumando más cigarrillos hechos por negras hambrientas, sino cigarrillos Lucky Strike.

“¿Quién mató a Cristian Kusterman?” es la interrogante que se plasma en todas las páginas de la novela, pero que a la vez, es el medio para sensibilizar al lector de que no sólo las balas y los homicidios pueden matar a alguien, sino también la desilusión.

Análisis de la obra de Roberto Ampuero en contraste con el libro de Armando Roa

• Pérdida de la vigencia ideológica

La vigencia ideológica fácilmente se pierde, pasando a un individualismo, en donde el individuo busca lo que le sea más cómodo. Esto se refleja cuando el personaje de Ampuero abandona su ideología política por otra, sin importar que ésta haya sido su verdadera ideología, es decir, hay una creencia individual por lo que es más conveniente y práctico.

• Valor de la realidad

El hombre posmoderno tiene una visión de la realidad que la acomoda fácilmente a su realidad, y al provecho que pueda obtener de ésta. Además el valor de la realidad le es indiferente, no le toma el peso. Un ejemplo preciso de esto sería el cambio de pensamiento político de Cristian Kusterman, al cambiar de postura frente a la vida en comunidad, como podría ser el comunismo, a una versión más moderada como la tuvo al final de su existencia.

• Búsqueda primaria del hedonismo

El hombre busca como realidad el placer, en donde todo lo acomoda entorno a esto. Este principio no se logra entrever con claridad, puesto que las vidas de los personajes están marcados por la oscuridad, en donde en vez de buscar el hedonismo, se busca sobrevivir.

• Percepción de la realidad en superficie

El hombre posmoderno no busca una profundización de la realidad, sino que solamente tiene una idea superficial de ella. Al contrario de esta característica del hombre posmoderno, en el libro se puede apreciar el grado de conocimiento que desea tener Cristian sobre sus postulados, sobre bases reales de aplicación, como es el comunismo en Cuba, pese a abandonarlos con posterioridad.

• Relativismo en el valor de la vida

Característico del hombre posmoderno es la liviandad con que se toma sus preceptos. Este concepto no se nota, puesto que Cristian pese a cambiar sus intereses en forma habitual, si se compromete en un comienzo en forma apasionada con ellos, como cuando ingresa a la milicia guerrillera.

• La meta de la existencia y su trivialización

El objetivo de vida del hombre posmoderno le es indiferente, trasformándolo en algo banal y consiguiendo a corto plazo las metas que se propone alcanzar. Un ejemplo claro, es el papá de Cristian, quien convierte la muerte de su único hijo, sólo en un mero hecho policial, y no al dolor que puede sufrir un padre como consecuencia de la muerte de su hijo.

• La diferencia entre objeto y sujeto se esfuma

Al hombre posmoderno no le interesa conocer el sistema operativo de las cosas, sólo las usa. Al contrario de esta cualidad, a Cristian sí le interesa conocer a fondo los sistemas que su doctrina plantea, pese a abandonarla con posterioridad, tras comprender que esa doctrina no le era conveniente.

Conclusión

La obra de Roberto Ampuero, si bien se encuentra dentro de los contextos posmodernistas, se pueden apreciar rasgos del protagonista que no concuerdan con los principios expuestos por Armando Roa, es decir, con rasgos modernistas propiamente tales.

El protagonista de la obra narrativa sufre de carencias en los fundamentos de sus principios, padecer habitual del hombre posmoderno, no existiendo una compenetración real por una ideología. No concibe la posibilidad de perecer o transformarse en mártir en la defensa de un ideal propio, independiente de ser un sendero bueno o malo, necesita una entera convicción del elemento, algo inexistente en la actualidad.

La ligereza con la cual se ve y se vive la vida, promueve el descomprometimiento ideológico, que hay en la afirmación de Armando Roa al hablar de la pérdida de la vigencia ideológica, puesto que este principio resulta irreparable al enderezar el actuar del personaje. Cristian encarna la mentalidad del hombre actual, no empapado por una actitud reformadora colectiva, sino al contrario, una actitud totalmente individual y mezquina, que lo llevan a un falso realizamiento.

La percepción de la realidad en forma superficial es el tópico más habitual del hombre posmoderno, al ver bajo un diafragma de trivialización la vida, la cual le impide analizar su existencia bajo un lente de superación en aras de lo supremo e inmortal.

Bibliografía

• AMPUERO, Roberto. “¿Quién mató a Cristian Kusterman?”, Planeta, Santiago de Chile, 1993.

• ROA, Armando. “Modernidad y Posmodernidad”, Andrés Bello, Santiago de Chile, 1995.

• Revista “Cosas”, Santiago de Chile, 19 de abril de 2002, nº 667.

• Diario “La Tercera”, Santiago de Chile, 18 de junio de 2001,Reportajes.

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