Historia


Revolución Francesa


Introducción

La revolución francesa fue un proceso social y político ocurrido en Francia entre 1789 y 1799. Se le puede dar el nombre de revolución burguesa o liberal porque se sustituyó una economía basada en el feudalismo por otra basada en el capitalismo; se estableció una sociedad dominada por la burguesía, igualitaria en lo jurídico pero muy desigual en lo económico; y se reemplazó la monarquía absolutista por estados gobernados según los principios liberales y la división de poderes.

Las principales consecuencias que se dieron en la revolución francesa fueron el destronamiento de Luis XVI; la abolición de la monarquía en Francia; y la proclamación de la primera República, con lo que se pudo dar fin al Antiguo Régimen de este país.

Causas de la revolución

Económicas

Más de un siglo antes del coronamiento de Luis XVI (en 1774), el estado francés había sufrido numerosas crisis económicas debidas a las largas guerras emprendidas durante el reinado de Luis XIV, a la mala administración de asuntos nacionales en el reinado de Luis XV, a las cuantiosas pérdidas que facturó la guerra Francesa e India (1754-1763) y al aumento de la deuda generada por los préstamos a las colonias británicas de Norteamérica durante la guerra de la Independencia estadounidense entre 1775 y 1783.

Numerosos financieros como Turgot o Necker se pusieron al servicio del rey Luis XVI e intentaron mejorar la situación económica del país sin conseguirlo. La crisis económica de Francia fue empeorando cada vez más hasta que en 1787, el monarca propuso una reforma fiscal que obligaba a la aristocracia a pagar impuestos. Fue entonces cuando dio lugar a un enfrentamiento entre la nobleza y la monarquía llamado “la revuelta de los privilegiados”. Este enfrentamiento ayudó a constituir la base de la revolución francesa junto a otras causas.

Políticas

Como respuesta a la reforma fiscal que Luis XVI quería llevar a cabo, la nobleza francesa exigió la convocatoria de los Estados Generales, asamblea en la que se representaban los tres sectores de la sociedad (clero, nobleza y pueblo llano) y que no se reunía desde 1614. Finalmente, el rey cedió a las presiones de la nobleza y accedió a convocar a los Estados Generales el 5 de mayo de 1789.

Antes de la convocación de los Estados Generales se eligieron los representantes de los tres estamentos entre asambleas, mítines y campañas en las que se abolió la censura. El Tercer Estado elaboró una serie de reclamaciones: más diputados para el Tercer Estado, puesto que tenían los mismos que el clero y la nobleza pese a que representase el 98% de la población; el voto individual y no por estamentos, lo que suponía el control de los Estados Generales por parte del tercer estado ya que disponía de mayor número de representantes; y exigían que las deliberaciones se hicieran d manera conjunta.

Las discusiones por el establecimiento de estas reclamaciones se prolongaron durante seis semanas hasta que el grupo dirigido por Emmanuel Joseph Sieyès y el conde de Mirabeau se constituye, en contra de la voluntad del rey, el 17 de junio de 1789 en Asamblea Nacional, en representación de toda Francia. El enfrentamiento entre la Asamblea y el monarca era absoluto y, como represalia, éste privó a la Asamblea de su sala de reuniones. Ésta respondió realizando el Juramento del Juego de la Pelota en el que se comprometía a no disolverse hasta redactar una constitución, inspirada en el liberalismo político, para Francia.

Además de esto, la Asamblea hizo medidas legales nuevas y tomo decisiones importantes como: la abolición del sistema feudal, la aprobación de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (lo que suponía el final de los privilegios y de la soberanía real), la expropiación y nacionalización de los bienes del clero, y la constitución civil del clero mediante la elección de los feligreses.

En este momento, los numerosos desacuerdos entre los dos estamentos superiores (el clero y la nobleza) provocaron la desunión de muchos de sus representantes y su posterior integración en la Asamblea Nacional.

Sociales

La sociedad anterior a la revolución francesa era muy injusta. La nobleza y el clero poseían leyes propias; gozaban de numerosos privilegios a la hora de pagar impuestos, de conseguir cargos públicos, de ser juzgados…; acumulaban una gran cantidad de riquezas, sobre todo en forma de tierras trabajadas por campesinos, al mismo tiempo que poder. Estas clases privilegiadas tan solo significaban el 2% de la población, mientras que el 98% restante pertenecía al Tercer Estado, en el que el 80% eran campesinos. Esta parte de la población tenía una situación económica muy débil, insegura y dependiente de los aristócratas y del poder real.

En las ciudades únicamente residía, aprox. , el 16% de la población francesa en la que se encontraban gentes de muy desigual condición económica: burgueses, asalariados, artesanos y mendigos. Todos pertenecientes al Tercer Estado pese a que la burguesía fuera siendo cada vez más poderosa siendo la propietaria de establecimientos comerciales, industrias y empresas financieras.

También existía una pequeña parte de la población urbana dedicada al trabajo intelectual y al ejercicio de profesiones dentro de la abogacía, la medicina, el periodismo, la literatura y escritura, etc. Esta gente no disfrutaba de un gran poder económico pero sí de una creciente influencia en las opiniones y en las nuevas ideas de la época.

El país era gobernado por el rey en un sistema absolutista en el que éste no daba cuenta a nadie de sus actos y vivía rodeado de lujo. En la época de Luis XVI, el poder del rey empezó a ser discutido y rumores sobre el desorden moral de la monarquía por parte de Maria Antonieta, la mujer del rey, desprestigiaron su imagen.

Las clases que salieron más beneficiadas en la revolución francesa fueron las clases burguesas. Al mismo tiempo, los

estamentos privilegiados fueron decreciendo en cuanto a poder económico; pese a las mejoras, el hambre y el descontento popular precedieron y acompañaron la revolución francesa.

La toma de la Bastilla

El rey se vio obligado a ceder ante la oposición a los decretos reales y la tendencia a la sublevación del propio Ejército Real. El 27 de junio obligó al clero y a la nobleza a que se unieran a la Asamblea Nacional. También ordenó que varios regimientos extranjeros leales se concentraran en París y Versalles.

El pueblo parisino respondió a estas provocaciones colmando París de disturbios iniciados el 12 de julio. El 17 de julio de 1789, las multitudes asaltaron y tomaron la Bastilla, una prisión real que simbolizaba el despotismo de los Borbones ya que allí era donde se encerraban, sin

proceso previo, a quienes resultaban molestos para el gobierno o para la sociedad.

Se dio lugar a una secuencia de acontecimientos muy confusa en la que murieron noventa y ocho asaltantes y setenta y tres resultaron heridos; mientras que los defensores tuvieron un solo muerto y tres heridos.

Finalmente, los asaltantes penetraron en la fortaleza y lo que primero hicieron fue liberar a los presos que en ese momento tan solo eran siete. Pero esta victoria supuso una etapa nueva en la historia humana por su gran valor simbólico.

Ideológicas / culturales

La ilustración fue el movimiento artístico que acompañó a la revolución francesa desde la segunda mitad del siglo XVIII. Este movimiento procedió de los adelantos científicos y filosóficos que tuvieron lugar en los siglos XVI y XVII.

Sus ideas fomentan y reivindican la naturaleza y su conocimiento, la felicidad, el progreso mediante el desarrollo de la ciencia y de la técnica, y la razón como base y origen de todo conocimiento.

La ilustración fomentó nuevas ideas como la participación de todos los grupos o estamentos; la división de poderes (Montesquieu); la soberanía popular; y la crítica a la iglesia, puesto que los ilustrados van a fomentar el espíritu critico y la lucha contra la ignorancia y la superstición.

El movimiento artístico que predominó en esta época fue el neoclasicismo.

Este estilo se basaba en el arte de la cultura clásica, de aquí su nombre: neo-clásico. Obtuvo su máximo esplendor justamente cuando las personas dedicadas a las antigüedades realizaban grandes descubrimientos (descubrimiento de las ruinas de Pompeya en 1748)

Se caracterizaba por sus formas proporcionadas y racionales con las que se representaba el cuerpo humano y se construían edificios y ciudades. Pretendía romper con la pintura amanerada e insustancial antecedente dejando de lado toda extravagancia colorista y dando mucha importancia al tema. Un claro ejemplo de esto es el cuadro “El Juramento de los Horacios”, realizado por J. L. David en 1785. Este cuadro fue considerado por algunos intelectuales “el manifiesto del nuevo estilo neoclásico”.

El mismo autor elaboró en 1791 “El Juramento del Juego de la Pelota”, en el que representaba el juramento que realizó la Asamblea Nacional en 1789 en el que prometían no disolverse hasta haber dado una constitución a Francia. Esta pintura no la terminó porque muchos de los personajes que aparecían en ella unidos por una causa común se convirtieron en enemigos irreconciliables.

En 1793, J. L. David pintó otro de los acontecimientos más importantes de la revolución francesa: la muerte de Marat. Sin duda fue uno de los artistas más importantes de la revolución; pero, cuando pintó “La coronación de Napoleón” en 1804 muchos de sus amigos revolucionarios le dieron la espalda.

Los protagonistas

Personajes relevantes

Montesquieu, Charles - Louis. Barón de Secondat.

Nació en el castillo de la Brède en 1689 y murió en 1755. Fué un escritor y jurista francés conocido universalmente por sus “Cartas persas” y “El espíritu de las leyes”.

En 1714 se convirtió en el consejero del Parlamento de Burdeos, del que fue presidente entre 1716 y 1728. Destacó por primera vez con su obra “Cartas persas”, una de las primeras obras de la ilustración, en la que hace una sátira de los políticos franceses de su tiempo, de las condiciones sociales, los asuntos eclesiásticos y la literatura de la época. Fue tomado como modelo para sus “Cartas marruecas” por el escritos español José Cadalso. La fama que adquirió con esta obra le permitió entrar en la Academia Francesa en 1728.

Su segundo gran éxito fué “Consideraciones sobre las causas de la grandeza y decadencia de los romanos” en 1734. Ésta es una de las primeras obras importantes en la historia de la filosofía.

Sin embargo, su obra maestra es “El espíritu de las leyes” en 1748, que figura entre las tres obras más importantes de la Teoría política. En ella analiza las tres formas de gobierno (república, monarquía y despotismo) y establece las relaciones que existen entre las áreas geográficas y climáticas y las circunstancias generales y las formas de gobierno que se producen. También sostiene que debe darse una separación y un equilibrio entre los tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) a fin de garantizar los derechos y libertades individuales; de aquí nació la teoría de la división de poderes.

Periódicos latinos como Semanario de Agricultura y Correo de comercio servían a Montesquieu de medios de difusión de sus ideas y principios.

J. L. David

Pintor francés neoclásico. Nació en París en 1748 y murió en Bruselas en 1825. En sus pinturas están reflejadas las diferentes etapas por las que pasó la revolución francesa.

Estuvo fuertemente comprometido con ella y fué su pintor por excelencia. En 1793, tras la caída de Robespierre, fue encarcelado y finalmente se unió a la causa napoleónica convirtiéndose en pintor de Napoleón. La derrota de éste y la restauración de los Borbones lo lleva al exilio belga, donde muere en 1825.

Realizó numerosas pinturas (ver causas ideológicas/culturales), pioneras en el arte neoclásico, como “El Juramento de los Horacios” en 1785, “El Juramento del Juego de la Pelota” en 1791 pero que no llegó a terminar, “La muerte de Marat” en 1793, y “La coronación de Napoleón” entre 1805 y 1807.

Madame Roland

Manon Jeanne Philipon Roland vivió entre 1754 y 1793. Fue una notable protagonista de la Revolución francesa que no se conformó con el papel que desempeñaban las mujeres de su época. Hoy en día se la considera precursora de la participación de las mujeres en la vida publica. Era de ideas republicanas y colaboró con los giordinos (grupo revolucionario moderado) pero la subida al poder del grupo revolucionario más radical supuso su ingreso en la cárcel y su posterior ejecución.

Sièyes, Emmanuel Joseph

1748, Fréjus - 1836. Fue un político francés que atrajo la atención en los primeros días de la revolución con una octavilla: ¿Qué es el tercer estado?, que fue publicada de forma anónima y en la que exponía su repulsa ante los privilegios nobiliario y eclesiástico, y propugnaba una legislación nacional valida para todos los ciudadanos.

Fue miembro de los Estados Generales (1789), diputado de la Convención Nacional (1792-1795), del Consejo de los Quinientos (1795-1799) y del Directorio (1799). Formó la Asamblea Nacional con el conde de Mirabeau el 17 de junio de 1789. Además, ayudo a iniciar la carrera política de Napoleón y se convirtió en cónsul provisional del Consulado en 1799.

Proyecto la Constitución pero Napoleón introdujo tantas modificaciones que dimitió. Durante el imperio napoleónico fue ladeado políticamente siendo presidente del Senado, cargo sin ningún poder político. Tras la caída de Napoleón fue desterrado en 1816 pero regreso a Francia en 1830 tras el éxito de la revolución y la coronación de Luis Felipe de Orleans.

Robespierre, Maximilien de

Nació en Arras el 6 de mayo de 1758 y murió guillotinado en 1794. Abogado y político francés que llegó a ser uno de los personajes más destacados de la revolución y uno de los principales responsables del periodo de la misma denominado el “Reinado del Terror”.

Estudió en el colegio Luis el Grande de París y en la Escuela de Leyes. Se convirtió en un gran defensor de las ideas de Jean-Jacques Rousseau. Fue diputado de los Estados Generales en 1790 y más tarde se unió a la Asamblea Nacional donde destacó rápidamente por su fervor y brillantez. Adquirió popularidad como enemigo de la monarquía y defensor de las reformas democráticas.

Tras abolirse la monarquía en agosto de 1792, fue elegido diputado de la Convención Nacional por París. Reclamó insistentemente la ejecución de Luis XVI y en 1793 obligo a la Convención Nacional a expulsar a los giordinos (grupo revolucionario más moderado) con la ayuda del pueblo de París. En el mes de julio ingresó en el Comité de Salvación Pública y no tardo en hacerse con el poder. Seguidamente procedió a eliminar a todos aquellos que consideraba enemigos de la revolución, tanto extremistas como moderados. Este periodo se conoce como El Reinado del Terror y provocó que lideres revolucionarios como Jacques René Hébert y Georges Jacques Danton fueran ejecutados. Presiono a la Convención para proclamar el culto al Ser Supremo y aunque católicos y ateos lo rechazaran, contaba con el poderoso apoyo de las clases bajas de París y fue elegido presidente de la Convención Nacional en junio.

El Terror se había intensificado y numerosos miembros influyentes de la Convención y del club jacobino empezaron a temer por su vida. Organizaron una conspiración para poner fin al dominio de Robespierre y el 27 de julio de 1794 se le prohibió dirigirse a la Convención Nacional y quedo bajo arresto. Numerosos seguidores suyos se revelaron pero fueron reprimidos, finalmente Robespierre murió guillotinado el 28 de julio junto a sus más próximos colaboradores y diecinueve de sus seguidores. Al día siguiente fueron ejecutados otros ochenta partidarios suyos.

Marat, Jean - Paul

Nació en las proximidades de Neuchâtel (Suiza) el 24 de mayo de 1743 y murió asesinado el 13 de julio de 1793. Periodista y político francés. Abandonó su hogar a los dieciséis años, estudió medicina y se trasladó a Gran Bretaña. Cuando regresó a Francia publicó varias obras sobre teoría política, fisiología y física. Sin embargo la Academia de las Ciencias francesa rechazó sus trabajos presionada por el poder establecido.

En septiembre de 1789 comenzó a publicar un periódico llamado L´ami du peuple (amigo del pueblo) que no tardó en convertirse en el diario radical más influyente de Francia. Mediante este periódico, criticó duramente a los políticos moderados acusándoles de traidores y animo al pueblo a utilizar la violencia contra ellos. Era considerado un fanático peligroso por sus enemigos y contribuyó crear la atmósfera violenta del Reinado del Terror junto a Robespierre.

Cuando fue elegido diputado de la Convención Nacional, reclamó medidas urgentes para defender la Revolución. Mantuvo una constante lucha contra el grupo moderado de la revolución: los girordinos, que culminó el 2 de junio de 1793 con la condena de 23 giordinos y la posterior formación de un gobierno jacobino. Sin embargo, Marat no llegó a presenciar este acontecimiento ya que fue asesinado a manos de Charlotte de Corday el 13 de julio de 1793.

La situación de la mujer durante la revolución

Después haber sido redactada la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789 en Versalles, se aprobó la Constitución de 1791 y Francia se convirtió en una monarquía constitucional. Sin embargo las mujeres, aunque participaran activamente en la revolución, no gozaban de los mismos derechos políticos que los hombres. La Declaración de Derechos tampoco supuso el fin de la esclavitud, que siguió existiendo en las colonias.

Esta Declaración tan sólo se redactó pensando en los hombres y consideraba a las mujeres como ciudadanas pasivas; no obstante, en 1791, Olympe de Gouges (guillotinada el 3 de noviembre de 1793) realizó una Declaración de Derechos de la Mujer y la Ciudadana que dedicó a la reina.

Otra mujer protagonista de la defensa de los derechos de la mujer fue Madame Roland (ver en personajes relevantes). Al igual que Olympe de Gouges, fue guillotinada en 1793.

La lucha por los derechos e igualdades de la mujer a tenido innumerables dificultades y barreras a lo largo de la historia. Durante la revolución francesa se redactó la primera Declaración de Derechos de la Mujer y la Ciudadana suponiendo un enorme adelanto en esta lucha que, incluso hoy en día, sigue existiendo cada vez un poco menos necesaria.

Evolución política

Hechos más destacados

- Realización de “El espíritu de las leyes” por Montesquieu en 1748.

- Descubrimiento de las ruinas de Pompeya en 1748.

- Reforma fiscal propuesta por Luis XVI en 1787 y la posterior “revuelta de los privilegiados”.

- Redacción de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789 en Versalles.

- Reunión de los Estados Generales el 5 de mayo de 1789 (no se reunían desde 1789).

- Fundación de la Asamblea Nacional el 17 de junio de 1789.

- Juramento del Juego de la Pelota el 20 de junio de 1789 por la Asamblea Nacional y en el que prometían no disolverse hasta haber dado una constitución a Francia.

“Reinado del Terror” protagonizado por Marat y Robespierre en julio de 1789.

- Toma de la Bastilla por el pueblo francés el 17 de julio de 1789.

- Redacción de la primera constitución en Francia en 1791 por la Asamblea Nacional, que da lugar a una monarquía constitucional (1789 - 1792).

- Declaración de los Derechos de la Mujer y de la ciudadana en 1791 por Olympe de Gouges.

- Ejecución del rey Luis XVI el 21 de enero de 1793.

- Redacción de una segunda constitución en 1793 que da lugar a una república democrática (1792 - 1794).

- Ejecución de Madame Roland y Olympe de Gouges en 1793.

- Asesinato de Marat a manos de Charlotte de Corday el 13 de julio de 1793.

- Ejecución en la guillotina de Robespierre junto a sus más cercanos colaboradores el 18 de julio de 1794.

- Encarcelación del pintor J. L. David entre 1794 y 1795.

- Redacción de la tercera constitución en 1795 dando lugar a una república conservadora (1794 - 1799).

- Coronación de Napoleón Bonaparte el 2 de diciembre de 1804.

- Derrota de Napoleón en 1815 y posterior asentamiento de la casa Borbón.

Los diferentes sistemas políticos (1789 - 1799) Características y evolución

La revolución francesa supuso numerosos y muy importantes cambios en la sociedad francesa. En tan solo diez años, Francia experimentó cuatro tipos de gobierno diferentes y se redactaron tres constituciones:

Monarquía absoluta

Antes de la revolución (1789), Francia era una monarquía absoluta. No existía la división de poderes (fundamental para un gobierno y una sociedad justa y democrática) ya que el monarca reinaba a su antojo sin tener que dar explicaciones de sus actos, muchas veces despóticos e irracionales.

Para ejercer el poder ejecutivo contaba con secretarios, ministros y Consejos tan sólo como órganos de consulta. Para elaborar las leyes (poder legislativo) contaba con el consejo de los Estados Generales; sin embargo, éstos no se reunían desde 1614. Y para llevar a cabo el poder judicial, le aconsejaban los jueces y tribunales. Todos estos ayudantes con los que contaba tan solo le ofrecían opiniones y consejos cuando les eran pedidos pero no tenían ningún poder ya que el monarca decidía sobre todo.

Los tres tipos de poderes eran unipersonales pero además, el poder ejecutivo era colegiado en los Consejos y el legislativo era asambleario en los Estados Generales.

El modo de constituirse era de forma hereditaria; es decir, el reinado se pasaba de padres a hijos.

El grado de participación era prácticamente nulo. Se limitaba al consejo político al rey mediante los órganos de gobierno, consulta o tribunales. Tan solo había elecciones para los diputados de los Estados Generales, sin embargo, estas también eran injustas ya que el clero y la nobleza (2% de la población) tenían el mismo numero de diputados que el tercer estado (98% de la población). Además las elecciones se hacían por estamentos.

Monarquía constitucional

Gracias a la constitución de 1791, Francia tubo entre 1789 y 1792 una monarquía constitucional. Este tipo de gobierno fue el primero en introducir la división de poderes en Francia.

El poder ejecutivo seguía siendo ejercido por el rey ayudado de sus ministros, la sucesión era hereditaria y su forma era unipersonal

El poder legislativo lo formaba la Asamblea Nacional (constituida el 17 de junio de 1789). Ésta era elegida cada dos años por los electores departamentales a su vez elegidos por los ciudadanos activos. Estaba formada por 745 diputados y su modo de organizarse era de forma asamblearia.

Por último, el poder judicial era llevado a cabo por jueces y tribunales elegidos por los ciudadanos activos. Su forma era unipersonal o colegiada.

Tan solo eran ciudadanos activos (con derecho a voto) los varones mayores de 25 años y que pagasen una contribución directa equivalente a tres jornadas. Éstos elegían a unos electores (su renta personal tenía que ser superior a 100 jornadas de trabajo) reunidos en Asambleas de Electores que, a su vez elegían a los diputados de la Asamblea Nacional. O participaban absolutamente en nada los ciudadanos pasivos (los más pobres) y las mujeres.

República democrática

Gracias a la constitución de 1793, se constituyó una república democrática que duró entre 1792 y 1794. Este sistema de gobierno, probablemente fuera el más justo de los cuatro sistemas que se gobernaron durante la revolución.

El poder del rey fue suprimido totalmente. El poder ejecutivo pasó a manos del Consejo Ejecutivo de la República, elegido por la Asamblea Nacional o Convención de una lista procedente de las Asambleas Electorales de Departamento. Se formaba en colegiado por 24 miembros de los cuales 12 se renovaban cada año.

El poder legislativo siguió siendo de la Asamblea Nacional o Convención pero su número de diputados disminuyó a 600 y eran elegidos todos los años (1 diputado por cada 40.000 individuos) por las asambleas Primarias de Cantones formadas por hombres mayores de 21 años; siguió siendo un órgano asambleario.

El poder poder legislativo siguió siendo unipersonal o colegiado y lo ejecutaban los jueces y tribunales elegidos por los ciudadanos o por las Asambleas Electorales de Departamento (1 elector por cada 200 ciudadanos).

En este sistema, el sufragio es universal (pueden votar todos los hombres mayores de 21 años) pero las mujeres siguen sin poder participar. Éstos eligen a los miembros de las Asambleas Primarias de Cantones que, a su vez, eligen a los miembros tanto de la Convención como de las Asambleas.

República conservadora

Se constituyó gracias a la constitución de 1795 y duró entre 1794 y 1799. El sufragio vuelve a ser censitario o restringido ya que solo participan y votan los ciudadanos activos formados por hombres (mujeres no) mayores de 21 años y que paguen una contribución directa. Se reúnen en Asambleas Primarias de Cantón y eligen a los electores que formarán las Asambleas de Electores de Departamento.

El poder ejecutivo lo forma un nuevo órgano: el directorio. Es un colegiado formado por 5 directores de los cuales 1 se renueva cada año. Su modo de constituirse es mediante la elección del Consejo de los Ancianos de una lista de 500 nombres elaborada por el Consejo de los 500.

El poder legislativo lo forman el Consejo de los Ancianos (250 diputados mayores de 40 años, casados o viudos) y el Consejo de los 500 (500 diputados mayores de 30 años) cuyos miembros son elegidos por las Asambleas de Electores de Departamento que han sido elegidas a su vez por las Asambleas Primarias de Cantón. Ambas se forman de modo asambleario.

El poder judicial continúa perteneciendo a jueces y tribunales elegidos por los ciudadanos activos. Sigue siendo un órgano unipersonal o colegiado.

Valoración personal / recapitulación

La revolución francesa supuso numerosas transformaciones en la sociedad, la política, la economía y la ideología. Además, sirvió como modelo a otras muchas revoluciones y así se introdujeron cambios muy importantes no sólo en Francia. Hoy en día seguimos beneficiándonos de muchas de las ideas que surgieron gracias a la revolución.

Una consecuencia directa de la revolución fue la abolición de la monarquía absoluta, así como a los privilegios de los que gozaban el clero y la nobleza. La servidumbre, los derechos feudales y los diezmos fueron eliminados; las propiedades se disgregaron y se introdujo el principio de distribución equitativa en el pago de impuestos. De esta manera Francia pasó a ser el país europeo con mayor proporción de pequeños propietarios independientes. Otras importantes transformaciones fueron la supresión de la pena de prisión por deudas, la introducción del sistema métrico y la abolición del carácter predominante de la primogenitura en la herencia de la propiedad.

Cuando Napoleón Bonaparte fue coronado instituyó una serie de reformas que ya habían comenzado durante la revolución como fundar el Banco de Francia (banco casi independiente y representante de Francia), implantación del sistema educativo, el acceso universal a la enseñanza, y la reforma y codificación de las legislaciones provinciales y locales (igualdad ante la ley, el derecho de habeas corpus y las celebraciones de juicios justos).

En el campo de la religión se integraron los derechos de la libertad de culto y de expresión y la libertad de conciencia y de derechos civiles para protestantes y judíos. La revolución inició la separación entre la Iglesia y el Estado.

Los ideales revolucionarios integraron la base de las reformas de Francia y Europa en el siglo XIX, sirvieron de motor ideológico a las naciones latinoamericanas independientes y hoy en día siguen siendo las claves de la democracia. Pero no se debe olvidar los conflictos tan violentos que desencadenó la revolución y la aparición del Estado centralizado que surgió de la misma.

Bibliografía

Autor: Grupo Cronos (Guillermo Castán Lanaspa, Raimundo Cuesta Fernández y Manuel Fernández Cuadrado)

Título: Proyecto Cronos; ciencias sociales, historia y geografía.

Lugar de edición: Madrid

Fecha de edición: 1996

Editorial: Ediciones de la Torre

Autor: Microsoft Corporation

Título: Enciclopedia Microsoft Encarta 99

Fecha de edición: 1993 - 1998

Autor: Espasa - Calpe, S.A.

Título: Diccionario Enciclopédico Espasa

Lugar de edición: Madrid

Fecha de edición: 1978

Editorial: Espasa - Calpe, S.A.

E información obtenida de los apuntes de clase.




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Enviado por:Kris
Idioma: castellano
País: España

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