Historia


Renuncia de Hugo Chávez


Republica Bolivariana de Venezuela

Ministerio de Educación Cultura y Deportes

Unidad Educativa Colegio”Antonio Rosmini”

Materia: Historia Contemporánea

“Factores de Poder”

Debido al inaguantable clima de tensión que vivía el país en los últimos meses se buscaban salidas a un régimen conflictivo que estaba arruinando.

No había conspiración, pero los cuestionamientos se hicieron de manera abierta. Las mas concurridas fueron monitoreadas por la Disip, las mas decisivas se realizaron entre Carlos Ortega (CTV), Pedro Carmona (Fedecamaras), y los militares que se habían pronunciado por Chávez.

La idea del golpe fue desechada desde el primer momento. Había que “hacer entrar a Chávez en razón” y obligarlo a renunciar. La idea era ejecutar el derecho de rebelión popular establecido en el articulo 350 de la Republica Bolivariana de Venezuela.

Fue Isaac Pérez Recao quien financio la mayoría de las manifestaciones de los militares.

En todas las reuniones se hablo de que la junta debía asumir la transición debería contar con el componente empresarial, el laboral y el militar.

En una de las últimas reuniones, Carlos Ortega expuso sus puntos y el de sus trabajadores, insistiendo en el respeto a la constitución y acordaron presentar una lista de personas civiles, que llevarían la transición después de la renuncia de Hugo Chávez.

El enfoque de Isaac Pérez nunca fue del todo agrado de Carlos Ortega y se lo hizo saber “tu interés es poner allí a Carmona para poder manejar muchas cosas y tratar de recuperar todo lo que has dejado de percibir en estos tres años de gobierno de Chávez”.

Isaac Pérez hizo todos los esfuerzos para que Ortega creyera en su palabra e insistió en financiarlo, lo que Ortega nunca acepto.

PDVSA estaba en una situación crítica, por lo que Ortega se decidió a llamar a huelga. El jueves 11 de abril se deslinda de Carlos Ortega y se excluye a todos los sectores de la vida nacional, ese día se produce la mayor manifestación pública en nuestra historia de Venezuela, la cual marchaba hacia Miraflores, pistoleros del Gobiernos identificados en documentos inapelables por las cámaras de televisión.

El inspector General de la Guardia Nacional denuncia formalmente que el vio como la fuerza publica, cumpliendo instrucciones de Miraflores no actuó para separar a los grupos enfrentados sino contra los manifestantes de la oposición. En la madrugada del viernes, el General Lucas Rincón al frente del Alto Mando Militar anuncia que Hugo Chávez ha renunciado.

Para este momento en Venevision había un acto, en el cual Luis Miquilena se separaba expresa públicamente del régimen como reacción ante la naturaleza perpetrada en la tarde. En este acto se encontraba un grupo de personalidades nacional junto con Carlos Ortega y Carmona. Se hablo de la Venezuela después de Chávez, de la parte legal de la manera de confrontar su Gobierno representativo, con amplia participación de todos los venezolanos. Rafael Poleo tomo notas para redactar su acta que todos firmarían. Carmona dijo estar fatigado y se retiro pidiendo continuar las conversaciones a la mañana siguiente.

Finalizando la reunión Poleo recibe una llamada informándole que la Carmona estaba en Fuerte Tiuna en la oficina del General Vázquez Velasco, formando Gobierno bajo la decisión de Pérez Recao. Carmona les había engañado, Ortega llama a Carmona y le reclama su traición y le advirtió que no contara con el consentimiento sindical para lo que estaba haciendo. El consejo Directivo de la CTV, rechazó la operación montada por Pérez Recao a través de Carmona.

En la sede de la comandancia del Ejercito, zona reservada al Jefe del Estado mayor se reunieron Pedro Carmona, Juancho Mejias, Pérez Recao, Allan Brewer Carias, Daniel Romero y otros redactando la alocución en la cual informarían que eran el nuevo Gobierno, y el acta constitutiva del Gobierno de transición.

El General Uson Ramírez advirtió que era preciso dar garantía a las condiciones que exigía Hugo Chávez, a lo que se opusieron Pérez Recao y Daniel Romero.

Mientras tanto, Chávez es llevado a la oficina del Jefe de Estado Mayor, lo recibe Monseñor Baltasar Porras, entra también un grupo de generales que conminan a Chávez a firmar la renuncia si la garantía de su salida del país , lo que Chávez no aceptó. El general Ramírez insistió varias veces en que debían dejar salir a Chávez del país, que si éste no firmaba, se estaba frente a un golpe de Estado, lo cual era inadmisible para la tradición democrática del Ejército.

Amaneciendo el viernes, todo el país se sintió confundido al ver en la televisión a un presidente de la República llamado Pedro Carmona Estanca que ofrecía una rueda de prensa, escoltado por el Alto Mando Militar, pero sin Carlos Ortega a su lado. ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba la otra cara de la moneda, la fundamental, la que acreditaba la naturaleza popular del movimiento basado en el artículo 350? Las imágenes mostraban el primer anillo de seguridad del nuevo presidente, conformado por jóvenes de aspecto caucásico, armados hasta los dientes y vestidos de camuflaje. Evidentemente, no eran militares. No hubo más contactos ni intentos de sentarse a conversar con Carlos Ortega por parte de Pedro Carmona. Las ONGS nunca fueron llamadas. A los medios de comunicación se les llamó cuando ya Carmona y su equipo estaban asentados en Miraflores -por cierto que algunos mostraron una torpe avidez en esa rara asamblea donde la reportera advirtió que hilaban en el aire, porque al régimen le quedaban dos horas de vida... en la práctica fueron cinco.

A media mañana del viernes 12, ya Ortega estaba reunido con el Comité Ejecutivo de la CTV, explicándoles su ausencia de participación y posición frente al golpe. Luego declaró ante el país como lo que siempre había sido: el presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela.

El grupo de Carmona ya había tomado Miraflores. Por allí paseaba Allan Brewer Carías. Cecilia Sosa intentaba hacerle ver a Daniel Romero la cantidad de errores jurídicos y constitucionales que se estaban cometiendo con los decretos.

Horas más tarde se efectuaba el acto de juramentación. Isaac Pérez y Daniel Romero habían llenado el foro con sus amistades más cercanas y la línea media de sus empresas. De relleno estaban los eternos buscapuestos.

Con la lectura de cada decreto, nadie parecía darse cuenta de que en vez de una partida de nacimiento, Romero leía la sentencia de muerte de un gobierno. Carmona se levantó de su asiento y tomó con la mano derecha un papel con la inscripción del juramento. Levantó la mano izquierda y se autoproclamó. Después vinieron a firmar el acta los personajes que supuestamente representarían a todos los sectores de la sociedad.

Todos los ministros de Carmona fueron nombrados por Isaac Pérez, mezclando sus gerentes con militantes del Opus Dei y algún representante de negocios asociados. Pero no sólo eso. Apenas amaneció el viernes, Isaac, junto con Marcos Sánchez, se fue hasta la Disip y ordenó que les extendieran credenciales de comisarios generales. Después escogió un contingente de funcionarios para organizar operativos de captura y seguimiento. El funcionario a cargo, Wiliam Oropeza, se asesoró con oficiales de inteligencia, quienes le recomendaron que no le entregara funcionarios a Isaac Pérez.

Andrés Baduel, los periodistas Rafael Poleo, Teodoro Petkoff y Patricia Poleo, expusieron las razones por las cuales considerábamos al nuevo régimen ilegítimo y no representativo, augurando su brevedad.

Las primeras horas del viernes 12 de abril , los sectores que habían sido relegados por pedro Carmona, ya mostraban su frustración en cada uno de sus espacios. Carmona no ofreció ninguna excusa a los empresarios que se quedaron esperándolo , lo que sembró el primer signo de preocupación en ellos.

Frank de Armas , miembro de Fedecamáras se reúne con el presidente de Conindutrias López Mendoza , el viernes en la mañana y lo alerta sobre la posibilidad que pedro pueda estar actuando a espaldas del país , por intereses inconvenientes . Ambos se reúnen entonces con Freddy Lepage y deciden buscar a como de lugar una vía para que Carmona reciba los parlamentarios que hasta ese momento no se había tomado en cuenta a las asamblea nacional para que la transición se estableciera según las bases enmarcadas dentro de la constitución Bolivariana de Venezuela.

Una legitima representación de la oposición en el parlamento , esperaban pacientemente por la gestión que López Mendoza hacia ante Molina Tamayo para que Carmona lo recibiera ; la respuesta por parte de Carmona en boca de Molina Tamayo dejo perplejos a los parlamentarios “el presidente les manda a decir que solo podrá recibirlos después de la juramentación . Por ahora , les pide que colaboren con la transición ”.

Los parlamentarios deciden darle una oportunidad más , esperando la juramentación que se realizaría en la tarde de ese mismo viernes. Molina citó al grupo de parlamentarios para el sábado a las 11 de la mañana ninguno fue invitado a la juramentación .

Después de la auto proclamación de Carmona , los parlamentarios de la oposición para redactar un documento en el que rechazarían el carácter autoritario del contenido del decreto leído por Daniel Romero. Para ellos convocarían a una rueda de prensa el sábado en la mañana , de manera de dejar sentada ante la opinión pública su posición .

La noche del viernes fue de verdadera tensión para los grupos parlamentarios . Rafael Simón Jiménez se reúne con un numeroso grupo de la oposición y se ponen rápidamente de acuerdo para plantear la necesidad de modificar el decreto emitido por Carmona y si se mantenía o no la figura de Pedro Carmona como presidente de la junta de transición. Poco antes de las 11 de la mañana hora de la reunión pautada reciben una llamada de Miraflores para posponerla para las 5 de la tarde pues primero querían juramentar a los ministros.

La autosuficiencia , la arrogancia y la prematura embriaguez de poder perdieron a Carmona desde el mismo instante de proclamarse presidente de la República.

Fue Vásquez Velasco el primero que la madrugada del viernes discrepo con Carmona ¿No habíamos quedado en que serian tres, un representante de la Fuerza Armada, uno del empresariado y otro de los trabajadores? , Pérez Recao afirmo “aquí dijimos que no va haber militares es Pedro solo y punto”; en ese instante Vásquez Velasco decidió retirarle su apoyo a Carmona ,hizo contacto con el General Raúl Baduel, comentaron el hecho que no se hubiera cumplido el compromiso pautado con Chávez y que por lo tanto le retirarían el apoyo a Carmona .

Apenas escuchado el decreto el viernes , los comandantes de unidades tácticas del Ejercito exigen a los Generales una definición de respeto al hilo constitucional .El sábado en la mañana el General García Montoya se traslada a Maracay y junto a Baduel se ponen de acuerdo para dar un golpe a Carmona.

Los oficiales le exigían a Vásquez Velasco que anunciara el desconocimiento de Carmona. La Guardia Nacional asimiló uno a uno los pasos que se dieron dentro del ejercito contra Chávez . Pero en Fuerte Tiuna privaron los oficiales que ya no querían que Carmona rectificara sino que se fuera.

Esto se acentuó cuando a manos del general Usón llegó un fax con la carta de renuncia de Hugo Chávez , pero sin firmar . Este mismo general se le acerca a Carmona . que ya estaba detenido en la comandancia del ejercito , y le dice :”usted no es presidente legítimamente , Chávez debe regresar ”

Hasta ese momento ,Hugo Chávez había estado a las ordenes del contralmirante Molina. Testigos aseguran que mientras éste estuvo frente a frente a Chávez lo humilló de palabra . El escogió al grupo UOPE, élite de la Armada , para que custodiaran al Presidente en Turiamo y en la Orchila.

Un alférez de navío fue encargado por el grupo que había dominado, el de Baduel y García Montoya , para llevar el mensaje de que todo había terminado ya el chavismo había tomado Miraflores y se encontraba dominando las calles del oeste y centro de Caracas. Chávez venía de regreso a Miraflores




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Enviado por:Soy Rosminiana
Idioma: castellano
País: Venezuela

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