Biografía
René Descartes
GRADO Y GRUPO: 5º “F”
NOMBRE DE MATERIA: FILOSOFIA II
NOMBRE DEL TRABAJO: ENSAYO SOBRE DESCARTES
NOMBRE DEL COLEGIO: COLEGIO PREPARATORIO XALAPA
Rene Descartes
Este personaje es considerado como uno de los filósofos mas importantes de la historia, ya que gracias a el se realizaron grandes descubrimientos tanto para la ciencia, como para el conocimiento humano y el pensamiento del mismo. Rene Descartes de nacionalidad francesa fue considerado un genio desde que era niño, dado el caso que mostraba cierta facilidad para la resolución de problemas matemáticos de alto grado de dificultad, su gran intelecto y el apoyo de otros matemáticos famosos de su época contribuyeron mucho a crear la “Edad de la Razón”.
Descartes fue hijo de una familia de nobles, después de la muerte de su madre el pequeño Descartes era débil y enfermizo, mientras fue creciendo se convirtió en un niño serio y pálido. A la edad de 8 años el joven Rene asistió a un colegio jesuita en Francia, rápidamente el rector se encariño de él. Cursó estudios normales de lógica, ética, metafísica, historia, ciencias y literatura; después se dedico al estudio del algebra y la geometría; las cuales eran sus favoritas.
Después, en la universidad se dedicó al estudio del derecho pero terminando la carrera dejo definitivamente el estudio de las letras para dedicarse a los libros del mundo, entonces viajó a París a dedicarse a los juegos de azar, pero pronto se cansó de ello y se dedicó al estudio de las matemáticas en completa soledad. A los veintidós años se enlisto en el ejército y viajó a Holanda. Un día, cuando se reunía una multitud frente a un cartel, le pidió a un caballero que se lo tradujera, Descartes resolvió el problema y se lo mostró al caballero, el cual era Isaac Beeckman, uno de los más grandes matemáticos y doctores de Holanda. Fue a él a quien le mostró su descubrimiento de la geometría analítica, que fue el resultado del estudio de la geometría antigua griega aplicando el uso del algebra utilizando el plano que lleva su nombre con las literales “x” y “y” para formar figuras en tercera dimensión y hacer cálculos mas precisos.
En el 1629 decidió irse a vivir a Holanda, allí estudió otras cosas aparte de filosofía y las matemáticas, comprendiendo la óptica, la física, la química, la anatomía y la medicina. Todos esperaban con gran curiosidad la obra maestra de Descartes pero este se enteró de que la Inquisición condenó a Galileo por atreverse a defender la teoría copernicana de que el Sol era el centro del Universo.
Poco tiempo después Descartes dio al mundo su geometría analítica como un apéndice de su magistral obra, “El Discurso del Método”.
Descartes trató de aplicar a la filosofía los procedimientos racionales inductivos de la ciencia y, más concretamente, de las matemáticas. Antes de configurar su método, la filosofía había estado dominada por el escolástico, que se basaba por completo en comparar y contrastar las opiniones de autoridades reconocidas. Rechazando este sistema, Descartes estableció: “En nuestra búsqueda del camino directo a la verdad, no deberíamos ocuparnos de objetos de los que no podamos lograr una certidumbre similar a las de las demostraciones de la aritmética y la geometría”. Por esta razón determinó no creer ninguna verdad hasta haber establecido las razones para creerla. Comenzó sus investigaciones a partir de un único conocimiento seguro: “Cogito, ergo sum” (“Pienso, luego existo”). Partiendo del principio de que la clara consciencia del pensamiento prueba su propia existencia, mantuvo la existencia de Dios. Dios, según la filosofía de Descartes, creó dos clases de sustancias que constituyen el todo de la realidad. Una clase era la sustancia pensante, o inteligencia, y la otra la sustancia extensa, o física.
Su filosofía, denominada en ocasiones cartesianismo, le llevó a elaborar explicaciones complejas y erróneas de diversos fenómenos físicos. Éstas, sin embargo, tuvieron el valor de sustituir los vagos conceptos espirituales de la mayoría de los autores clásicos por un sistema de interpretaciones mecánicas de los fenómenos físicos. Tuvo que renunciar a su primera concepción de un sistema de planetas que rotaban en torno al Sol (próximos a la teoría de Copérnico sobre el Universo) cuando fue considerada herética por la Iglesia católica. En su lugar, ideó la doctrina de los vórtices o torbellinos de materia etérea, en la que el espacio estaba pleno de materia, en diversos estados, girando alrededor del Sol.
En el campo de la fisiología, sostuvo que parte de la sangre era un fluido misterioso que él llamó “espíritu animal”. Creía que éste entraba en contacto con la sustancia pensante en el cerebro y fluía a lo largo de los canales de los nervios para animar los músculos y otras partes del cuerpo.
Sus estudios sobre óptica culminaron con el descubrimiento de la ley fundamental de la reflexión: el ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión. La publicación de su citado ensayo sobre óptica supuso la primera exposición de este principio. Además, el hecho de que Descartes tratara la luz como un tipo de fuerza en un medio sólido preparó el terreno para la teoría ondulatoria de la luz.
Su contribución más notable a las matemáticas fue la sistematización de la geometría analítica. Fue el primer matemático que intentó clasificar las curvas conforme al tipo de ecuaciones que las producen y contribuyó también a la elaboración de la teoría de las ecuaciones. Fue el responsable de la utilización de las últimas letras del alfabeto para designar las cantidades desconocidas y las primeras letras para las conocidas. También inventó el método de los exponentes (como en x2) para indicar las potencias de los números. Además, formuló la regla (conocida como ley cartesiana de los signos) para descifrar el número de raíces negativas y positivas de cualquier ecuación algebraica.
Discurso del método, principal obra escrita por el filósofo francés. Constituía, en realidad, el prólogo a otros tres tratados (Dióptrica, Geometría y Meteoros), publicados en 1637 bajo el título conjunto de Ensayos filosóficos y que comenzaron a ser editados de forma independiente a partir del siglo XIX. Escrita en francés, el título Discurso del método (en francés, Discours de la méthode), por el que es conocida, es la forma abreviada del que constituía el original de la obra, Discours de la méthode pour bien conduire la raison et chercher la vérité dans les sciènces (Discurso del método para guiar bien la razón y buscar la verdad en las ciencias).
El Discurso del método está integrado por seis partes diferentes. La primera constituye una peculiar autobiografía intelectual, al tiempo que realiza una rotunda crítica de las ciencias y de la filosofía de su tiempo, reconociendo tan sólo el valor de las matemáticas y de la introspección personal. La segunda parte es la más famosa de la obra: Descartes busca en ella un nuevo método que le permita alcanzar la certeza y un nuevo fundamento de racionalidad. Para ello emplea el procedimiento de la duda hasta encontrar la única verdad de la que puede estar cierto: el famoso argumento “Cogito, ergo sum” (“Pienso, luego existo”). También expone las cuatro reglas principales de su nuevo método, que destaca el valor de la simplicidad y el orden deductivo frente a toda nueva cuestión.
En la tercera parte expone la aplicación de su método al ámbito de la acción humana y describe la llamada “moral provisional”, que deja entrever un importante influjo del estoicismo. La cuarta describe algunos elementos de la aplicación del método, llegando a la formulación del yo como “sustancia pensante” y de la existencia de Dios como garante de toda verdad; muchos de los temas de esta parte serían ampliados en una obra posterior, titulada Meditaciones metafísicas (1641). La quinta parte del Discurso se centra en algunos elementos de la concepción de la materia y del mundo; es en ella donde Descartes se plantea la visión mecanicista del Universo y suscribe las tesis de Galileo, así como el valor de la física y de las matemáticas como medios de conocimiento del mundo material. La sexta y última supone un análisis de la investigación científica en general y en ella el autor confía en la necesidad de una comunidad científica que permita extender los conocimientos, así como en la necesidad de cultivar la salud del propio cuerpo para poder pensar adecuadamente.
Conclusión
Este hombre, además de ser un gran matemático, tenia unas ideas filosóficas demasiado avanzadas para la época en la que se encontraba viviendo, gracia a Descartes conocemos lo que ha servido de base para todas las investigaciones científicas de la actualidad, ya que nos basamos en su “método” para realizar todas las experimentaciones en lo que respecta al ámbito de la ciencia.
El método que Descartes utilizo fue el que nosotros conocemos como método científico el cual fue una gran innovación para la ciencia de ese tiempo, abriendo de tal manera todas las ramas de la ciencia que actualmente conocemos.
Otro gran descubrimiento que debemos a este gran filósofo antiguo es en la rama de las matemáticas, ya que gracias a él conocemos lo que nosotros llamamos geometría analítica y el cálculo.
Bibliografía
Gómez Pin, Víctor. Descartes, la exigencia filosófica. Madrid: Ediciones Akal, 1996. Presentación general de la obra de Descartes, que destaca el impulso inicial de su sistema filosófico.
Shea, William R. La magia de los números y el movimiento: la carrera científica de Descartes. Madrid: Alianza Editorial, 1993. Estudio de los aspectos más formales del pensamiento de Descartes y su relación con las matemáticas.
Williams, Bernard. Descartes: el proyecto de la investigación pura. Madrid: Ediciones Cátedra, 1996. Un clásico ensayo sobre el conjunto de la filosofía de Descartes, que destaca su carácter sistemático.
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Enviado por: | Abner Japhet Ruiz Sanchez |
Idioma: | castellano |
País: | México |