Arte
Renacimiento
El período histórico que sucede a la Edad Media en Europa es conocido como el Renacimiento, comprende todo el siglo XVI aunque sus precedentes se encuentran en los siglos XIV y XV y sus influencias se dejan notar en el XVII.
Se inició en Italia y se extendió por toda Europa favorecido por el invento de la imprenta.
Los escritores del renacimiento adoptaron como modelos que debían ser imitados a los escritores de la antigüedad clásica ,y a los grandes italianos del siglo XIV Dante, Petrarca, y Boccacio .Este movimiento fue influido por los humanistas que estudiaron la cultura de Grecia y Roma , entre los que destacan Erasmo de Rótterdam, Antonio de Nebrija y Juan Luis Vives.
Durante la Edad Media el arte es un medio para honrar a Dios. En el Renacimiento el centro del mundo es el hombre, los poetas cantan al amor humano, la naturaleza, los hechos guerreros, y también tratan temas filosóficos y políticos.
Concepto de Renacimiento
Se denomina Renacimiento al periodo de la historia europea, caracterizada por un renovado interés por el pasado grecorromano clásico y especialmente por su arte.
Al movimiento cultural que surge en Europa el siglo XIV, y que se muestra como característica esencial su admiración por la antigüedad grecorromana. Este entusiasmo, que considera las culturas clásicas como la realización suprema de un ideal de perfección, se propone la limitación en todos los ordenes, lo que explica el calificativo de Renacimiento, pues en verdad, se trataba de un renacer, de un volver a dar vida a los ideales que habían inspirado aquellos pueblos.
El Renacimiento, desde luego no fue una simple exhumación de las artes antiguas. El interés por el arte grecorromano fue una consecuencia. En principio, se aspiro a una renovación en todas las parcelas de la cultura humana, filosofía, ética, moral, ciencia, etc... Encaminada a la hechura de un hombre que fuera comprendido y resumen de todas las perfecciones físicas e intelectuales.
El hombre integral, el genio múltiple, en el que se concilian todas las ramas del saber en una actitud fecunda, fue la gran creación del Renacimiento que cristalizo en figuras que mantienen viva la admiración a través de los tiempos, como un Leonardo da Vinci, un Miguel Ángel, un Rafael.
Con el Renacimiento, el hombre centra toda su actividad, en el hombre como tal, es decir después del aletargamiento medieval el hombre piensa ahora con una libertad de espíritu, que le conducirá a la libertad de pensamiento, el culto a la vida y el amor a la naturaleza son otros aspectos importantes, además el Renacimiento estableció como fuentes de inspiración el equilibrio y la serenidad. Pero lo más característico de esta época es la separación entre lo cívico y lo religioso.
Humanismo en el Renacimiento
Es la manifestación ideológica y literaria del Renacimiento. Los hombres del Renacimiento trabajaron con mucho entusiasmo en estudiar metódicamente las obras de la antigüedad, explorando ruinas, exhumando manuscritos y salvando de su destrucción valiosos documentos. Para ello recibieron la protección de príncipes y Pontífices, que les estimularon en sus investigaciones.
Primeramente se sintió interés tan solo por los autores y el arte latina, pero pronto se llego a su fuente, o sea al arte y la cultura griega.
Así se desarrollo una mentalidad erudita, crítica y apasionada por las ciencias y las artes, que se centro en el hombre y sobrestimo los valores humanos, de ahí el nombre de Humanismo.
La sobrestimación de estos valores y los descubrimientos geográficos y técnicos, crearon el orgullo y el individualismo del hombre renacentista. El Humanismo, tuvo sobre todo un carácter literario donde Dante y Boccaccio son considerados como precursores del mismo. Petrarca es considerado como el primer humanista.
Orígenes del Renacimiento.
El renacimiento tuvo su origen en Italia en los siglos XIV y XV, llegando a su apogeo al iniciarse el siglo XVI. De Italia se extiende lentamente por Europa excepto Rusia. A lo largo de los cincuenta años que van desde 1520 a 1570, discurre la madura plenitud del Renacimiento y también se percibe su ocaso. Toda la Europa de Occidente toma parte ahora en el movimiento de las artes y de las letras. La recepción de los gustos italianos se generaliza, los grandes maestros surgen ya no solo en Italia, sino en todo el ámbito de las monarquías occidentales.
Pero el desarrollo normal de la cultura renacentista se ve afectada por el hecho simultáneo de las luchas religiosas derivadas de la revolución protestante. Así, en Alemania, se corto el brote renacentista, al igual que en Francia con las guerras civiles de la segunda mitad de quinientos. Además en los países adheridos a las confesiones protestantes, el credo iconoclasta de los nuevos evangelios suprimió la ocasión de ejercitar el mecenazgo eclesiástico y, al menos en la pintura y la escultura, suprimió la temática abundante de los motivos iconográficos, con la rara salvedad de los temas bíblicos.
Se produjeron numerosas transformaciones económicas, derivadas del relanzamiento del sistema capitalista.
Se inició la subida en el escalafón social de la burguesía, la cual comenzó a imponer sus valores, según los cuales el individuo para ser alguien tenía que ir respaldado por su buena condición económica, en detrimento de su origen familiar de alto linaje.
Los movimientos de la población fueron importantes, tanto por el aumento del crecimiento demográfico, como por los desplazamientos humanos desde el mundo rural hacia las ciudades.
Se produjo un cambio en la mentalidad, comenzándose a valorar al individuo en sí mismo.
Los descubrimientos científicos fueron relevantes y empezó a admitirse la ciencia como la guía del progreso de la humanidad, dejando de lado los prejuicios religiosos.
Proliferaron los instrumentos técnicos, como la imprenta, la brújula y las fundiciones.
Se multiplicaron las posibilidades de una mayor expansión y divulgación de la cultura con la creación de las diferentes Universidades, la secularización del saber y con el impulso que adquirió el latín como lengua transfronteriza que ayudaba a la comunicación entre los distintos intelectuales de toda Europa.
Tras la irrupción de Maquiavelo, se estableció un concepto diferente de la política, en la que lo importante eran los fines y no los medios para conseguirlos. De esta manera, se fueron asentando los cimientos del Estado moderno.
Se produjo una crisis religiosa, provocada por la fuerte influencia que ejerció la relectura del paganismo greco-romano, que desembocó en una etapa de conflictos religiosos, entre los que destacó la ruptura de la Reforma.
Se desarrolló una nueva concepción del hombre y de su papel en la sociedad, en la que los individuos eran los protagonistas, pudiendo ejercer su capacidad para intervenir y transformar el mundo, alejándose de los presupuestos estoicos sobre la predestinación divina.
El papado regresa a Roma tras 70 años de exilio en Avignon. Los artistas y sus mecenas celebran el vigoroso desarrollo de la arquitectura. Estilos como el Románico, con sus pesadas formas y el gótico, con sus ventanas, arcos y portales de formas conopiales dejan paso a las nuevas formas clásicas. Los edificios de la Roma Antigua- expoliados durante siglos- se convierten en modelos a imitar.
Se cree que el Renacimiento nació en Florencia en el campo de la poesía - se empezaron a releer antiguos textos latinos y griegos- y luego se difundió al de las artes plásticas.
El papa Martín V (1417-31 d.C.) es considerado el precursor del Renacimiento en Roma por su ambicioso programa de remodelación de la ciudad que incluía la reconstrucción de edificios e iglesias antiguas.
Este movimiento culmina en la obra de los tres artistas más grandes del Renacimiento (entre el 1500 d.C. y el 1520 d.C.):
-
Leonardo,
-
Miguel Ángel y
-
Rafael.
Los tres supieron transmitir a medio mundo su particular concepción del arte y de la vida en general.
Con el término "Manierismo" (del 1525 al 1600 d.C.) se designa el movimiento artístico que marca la transición entre el Renacimiento y el Barroco.
Miguel Ángel fue su precursor. En su madurez empezó a pintar figuras desproporcionadas - cuellos y cabezas excesivamente alargados, adoptando poses poco naturales, amaneradas o excesivamente dramáticas.
Este estilo se caracteriza por el abuso del claroscuro - se repiten los motivos esotéricos- y el tratamiento irracional del espacio para transmitir un especial estado de ánimo, una permanente angustia vital interior.
Ejemplos de manierismo en la obra de Miguel Ángel: el "Juicio Final", fresco que decora la bóveda de la Capilla Sixtina, y el edificio de la Biblioteca Laurentina de Florencia.
En los últimos años del siglo XV y a lo largo de la totalidad del XVI se desencadenó un conjunto de procesos de todo orden que ha recibido el nombre de Renacimiento. Desde la perspectiva del hombre contemporáneo, este período se caracteriza por un cambio en la visión del mundo y en los sentimientos que en muchos sentidos puede ser interpretado como una anticipación inmediata de lo que hoy es el ser humano.
Por primera vez se nos presenta la posibilidad de conocer con una cierta profundidad el aspecto físico y el medio de vida de los hombres de un tiempo pasado: las técnicas realistas en la pintura y en la escritura nos han hecho llegar descripciones pormenorizadas de rostros, casas y ciudades. Por lo demás la correspondencia personal, la costumbre de escribir autobiografías y la invención de la imprenta han facilitado también la investigación posterior.
Esta época se caracteriza, en otro sentido, por una ampliación de los horizontes históricos y geográficos. Renacimiento quiere decir ante todo, resurrección de las antiguas civilizaciones de Grecia y de Roma. La lengua griega hacía tiempo que era enseñada en Italia y parecía como si la curiosidad y el espíritu de libre investigación que había caracterizado a la cultura ateniense resurgieran con el estudio del idioma.
La península italiana nunca se había visto implicada íntimamente con la corriente internacional del gótico.
Sus manifestaciones góticas tienen un carácter muy particular, siempre más ligado a su propia tradición románica y clásica que a las evoluciones estilísticas de Francia, el gran eje rector del estilo gótico. Durante el Trecento la inquietud diferenciadora había ido planteando las bases de una renovación del arte que conmocionó sus cimientos hasta llegar a preguntarse por la esencia misma de este arte y de sus artífices, en especial por el papel de los pintores como agentes intelectuales que deseaban ser incluidos en la élite de la cultura y la alta sociedad.
La ruptura, pues, no llega de la nada, sino que hunde sus raíces en la elaboración teórica de personajes como: Francisco de Asís, los frescos de Giotto y las esculturas de los Pisano.
Los grandes pilares de la ruptura, o de la renovación si se quiere, son varios. El eje más llamativo es el Humanismo como nuevo enfoque de la visión teocrática de la sociedad y el cosmos hacia el papel central del hombre y sus actos.
La anatomía del hombre fue objeto de cuidadoso estudio por parte de científicos, que dibujan uno a uno sus descubrimientos. La maestría necesaria para estos dibujos confundió con frecuencia el papel del científico con el del pintor, que adquiere por eso una relevancia inusitada hasta ese momento.
Un pintor, además, debía de tener hondos conocimientos de mitología, historia y teología para estar capacitado en la representación decorosa de las historias que había de narrar. Este volver a centrarse en lo humano no significa en absoluto un abandono de lo divino; bien al contrario, lo divino es revisado desde la perspectiva humana para dotarlo de una mayor significación: Dios trata de hacerse inteligible a la razón humana, en vez de limitarlo a la emoción de la fe.
El mecanismo de la recuperación de la Razón tuvo sus apoyos en la reintroducción de la sabiduría clásica: los textos de la Antigüedad que se conservaban se traducen. La caída de Constantinopla en manos sarracenas provocó un éxodo masivo de artistas e intelectuales bizantinos, que se instalan en Italia y llevan con ellos nuevos manuscritos clásicos, conservados por los árabes, la sabiduría helenística, los conocimientos de cábala y astrología oriental, etc.
Del helenismo proviene la enorme influencia de las Escuelas neoplatónicas, filtradas por el Cristianismo, que proponen una adaptación del demiurgo y el orden cosmológico platónico y aristotélico, equiparándolo a la figura de Dios y Jesucristo. El peso de la tradición clásica indujo a denominar la pintura de este estilo como pintura allá antigua, puesto que la modernidad, entendida como avance y desarrollo de los presupuestos góticos, se centra en la pintura flamenca, la pintura allá moderna. El patrocinio de la Iglesia sobre las artes sigue siendo mayoritario pero abandona el monopolio; así, las florecientes repúblicas mercantiles se llenan de familias de comerciantes que establecen auténticas dinastías, como los Médicis, que apoyan su poder en la Banca internacional, el control de las rutas marítimas y el prestigio que les otorga ser mecenas de artistas y científicos.
Gracias a esta entrada en escena de un nuevo mecenazgo se produjo un aumento de los géneros, que hasta ese momento se habían limitado a la pintura religiosa. Se inicia con fuerza el esplendor del retrato, puesto que los mismos que pagan el arte desean contemplarse en él. Se introducen mitologías, frecuentemente con trasfondos religiosos, incluso misterios, de difícil interpretación excepto para círculos restringidos: es el caso de la sofisticada obra de Botticelli el Triunfo de la Primavera.
El Renacimiento es además uno de los primeros movimientos en tener conciencia de época, es decir, sus integrantes se autodenominan como hombres del Renacimiento, como inauguradores de una nueva Edad, la Edad Moderna, por oposición a la que identifican ya como Edad Media, nexo de transición entre el esplendor de la Antigüedad clásica y el nuevo esplendor de su propia época. Es en este período cuando los artistas empiezan a firmar sus obras, sus datos biográficos son recogidos por los especialistas en arte, sus teorías pictóricas componen tratados de gran elaboración intelectual... el mito del genio moderno inicia su proceso en estos años, con destellos como Rafael o Leonardo.
El Renacimiento se organiza tradicionalmente en dos hemisferios, el Quattrocento o siglo XV y el Cinquecento o siglo XVI.
La delimitación no es exacta, de manera que los rasgos de uno pueden estar presentes en otro y viceversa. Sin embargo, sí es posible agrupar por semejanza de intenciones a los autores de uno y otro siglo. Aparte de su propio esplendor, Italia fecundó los Renacimientos de otros países, como fueron España o Francia.
Principales Artistas.
Los principales artistas de la época fueron los siguientes:
Sandro Botticelli.
Nació en Florencia en 1445 como Alessandro di Mariano Fillipepi Fue acusado anónimamente en 1502, ante la Uffiziali di Notte, la institución ante la cual los ciudadanos Florentinos podían denunciarse mutuamente por crímenes reales o imaginarios, por un acto de sodomía con uno de sus ayudantes. Independientemente que la denuncia fuese basada en hechos ciertos o no, hay un dato significativo de la vida de Botticelli: Nunca se marcho del hogar familiar. Otros detalles que hablen de su sexualidad pueden encontrarse en sus obras: Sus bellísimos ángeles, de sexualidad ambigua, abrazándose entre ellos..
Leonardo da Vinci.
Nació en 1452 y a los 24 años fue objeto de una denuncia anónima por prácticas homosexuales. La acusación involucraba a un prostituto de 17 años, Jacopo Saltarelli, del cual se decía que había tenido relaciones con varios hombres, incluidos Leonardo y su maestro Verrochio. Aunque todos fueron declarados inocentes, el interés sexual de Leonardo se centraba en hombres más jóvenes, a muchos de los cuales contrataba como ayudantes. Uno de ellos fue Salai que según Vassari era un joven de belleza y gracias extraordinarias, con un hermoso cabello que llevaba en bucles, y que encantaba a su amo. Al parecer Leonardo mimo y consintió a Salai perdidamente. En 1497, ante una carta factura de ropa del muchacho, el pintor escribió, "Esta es la última vez, querido Salai que te doy más dinero". Sin embargo vivió con él, otros 18 años más. Formo otras amistades íntimas con sus ayudantes, lo que hace pensar que los escogía por su apariencia física. Francesco Metzi vivió con Leonardo hasta su muerte y heredó gran parte de sus bienes.
Miguel Ángel Buonarroti.
Tenía 57 años cuando conoció a Tommaso Cavalieri en el verano de 1532 en Roma. Hermoso y de aguda inteligencia, Cavalieri tenía poco más de 20 años y procedía de una influyente familia romana. El amor apasionado de Miguel Ángel por Tommaso se describe en sonetos que tratan tanto del amor físico como espiritual.
La relación entre Miguel y Tommaso responde al ideal platónico de un hombre maduro que ama a otro mucho más joven. Es posible que Tommaso no respondiera a la pasión del genio. No obstante la relación duro 30 años hasta que el artista murió.
Rafael Sanzio.
Nació el 6 de febrero de 1483 en Urbino, su primer maestro fue su padre Giovanni, quien era pintor de la corte de Urbino, pero su adiestramiento formal se lleva a cabo en el taller de Pietro Perugino.
Llego a Florencia en 1504, cuando el Renacimiento llegaba a la cúspide de su esplendor, el pintor busco aprender nuevas cosas en la ciudad, así fue como Miguel Ángel tomo la severidad y la fuerza en el dibujo, y de Leonardo el claroscuro esfumado.
En 1548, Rafael dio inicio a una obra importantísima: "Transfiguración"; esta presenta una visión ausente en los anteriores trabajos del artista. No alcanzo a terminarla y el día de su entierro a la cabeza de su ataúd estaba la inconclusa "Transfiguración".
El quattrocento
Durante el siglo XV, la Florencia de los Medicis vivió un momento culminante de la pintura.
Fray Angélico represento los primeros esbozos del Renacimiento, de su maestro Fray Lorenzo de Mónaco asimilo el brillante colorido. Toda la temática es religiosa y lo más notable de las obras, frescos y retablos, se encuentran en el convento de San Marcos, en Florencia.
Masaccio represento mucho en la conquista de valores táctiles. Gran parte de sus obras se han perdido, pero aun se pueden admirar los frescos que realizo en la Iglesia del Carmen de Florencia.
Fray Filippo Luppi realizo bellísimas Madonas. A Andrea del Castagno se le deben los frescos del convento de Santa Apolonia, los más monumentales del arte Florentino. En éste artista se nota la influencia del escultor Donatello y del pintor Masaccio. El siglo XVI, señala el apogeo de la pintura renacentista italiana y constituye una de las épocas más brillantes del arte universal. No podía ser de otra manera con la coincidencia en el tiempo y en el espacio de maestros de la talla de Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael y Corregio.
Así como Florencia ejerció la homogénea artística en la centuria anterior, ahora es Roma la que irradia al mundo entero el poderoso influjo de estos artistas. Los pintores posteriores se limitaron a seguir las normas trazadas por los grandes maestros.
Solamente Venecia mantuvo un estilo original, basado en el intenso cromatismo y en una pincelada ancha decidida que buscaba llegar a una especie de vibración luminosa de colores.
Hasta cierto punto esta ciudad permaneció al margen de la creación artística de los grandes maestros romanos.
Principales Obras Renacentistas
Italia.
- Palacio Medicis-Ricardi.
Bartolomeo Michelozzo.
- El palacio de Vidoni(Roma.)
Rafael Sanzio.
- La Iglesia de la Madona de San Biagio.
Antonio Giamberti de Sangallo.
- La Cúpula Basílica San Pedro(Roma.)
- La Biblioteca Laurenciana.(Florencia.)
- Los Tres Palacios de Capitolio(Roma.)
Miguel Ángel Buonarotti.
- El Palacio Etrozzi.
Beneeto de Majano.
-
La Cúpula de la Catedral de Milán.
- La Catedral de Pavía.
Leonardo Da Vinci.
Francia.
- Castillo de Chambord.
- Palacio de Chenonceaux.
Pierre Nepveu.
- El Palacio de Louvre(Paris.)
- El Palacio de Fontainebleau.(Paris.)
Pierre Lescot.
Alemania.
- El Castillo de Heidelnerg.
- La Iglesia de San Miguel de Munich.
- La Iglesia de las Mujeres en Dresde.
Da Vinci
Con la llegada del Renacimiento apareció una nueva e influyente clase social constituida por los humanistas. Hasta entonces, la Iglesia había condicionado toda la vida cultural, pero ahora la ciencia llegaba directamente al ciudadano, gracias al aristotelismo, en boga durante los comienzos del Renacimiento.
Ésta filosofía fue cediendo terreno al platonismo y el arte empezó a basarse sobre la propia ciencia. La geometría y otras ramas de las matemáticas ocuparon un lugar esencial en la nueva concepción de la cultura, se desecho el arte puramente lineal y se busco con ahínco la forma tridimensional.
La pintura italiana de los comienzos del siglo XV es todavía narrativa y escoge los muros de las Iglesias. La técnica, en especial con el fresco, es de gran sencillez. Sin embargo, con la pintura al óleo, el artista abandona la limitada temática religiosa y se complace en mostrar el esplendor de la forma, la luz y el espacio infinito.
Hasta cierto punto esta ciudad permaneció al margen de la creación artística de los grandes maestros romanos.
Leonardo fue un maestro en combinar la mirada del niño con la experiencia del adulto. Una de las claves de su genialidad reside en su forma de percibir la realidad, directamente relacionada con la activación de sus capacidades cerebrales. Ya se ha convertido en un tópico la afirmación de que los seres humanos sólo utilizan menos de un diez por ciento de su poder mental. Leonardo es un ejemplo de lo que puede conseguir una persona cuando se activa en ella parte de ese potencial dormido.
Su habilidad para integrar el pensamiento racional (que separa para comprender) con el pensamiento analógico (que une y relaciona cosas aparentemente diferentes) fue tan magistral que excede, con mucho, el marco histórico y cultural en el que vivió.
Su luz interna se proyecta hasta nuestros días, iluminando el camino de aquellos que comienzan a desarrollar sus potencialidades latentes. De hecho, es ahora cuando comienzan a revelarse las facetas ocultas de Leonardo, quizá porque hasta ahora el mundo no estaba preparado para comprenderlas.
Leonardo fue precursor de Bacon y de Galileo; antes de Copérnico escribió que "il sole no si mouve"; anticipó la teoría de la gravedad doscientos años antes de que se formulara y descubrió también lo que Newton llamaría más tarde "el espectro solar". Pero en este caso, como en tantos otros, Leonardo no especula ni se pierde en divagaciones teóricas; simplemente aplica lo que descubre, y así plasma en los reflejos de una gota de agua los efectos de la descomposición de la luz por refracción en un prisma.
No es de extrañar que la contemplación de sus obras subyugue e inspire de un modo tan intenso.
El pensamiento de Da Vinci revela también que su conciencia dio un salto cuántico. "La pittura è una cosa mentale" anotó. Esta cita resuena en la misma frecuencia que la afirmación de Eddington acerca de que la materia del Universo es materia mental.
Ciertamente, como explica la nueva física, el Universo comienza a parecerse más a un gran pensamiento que a otra cosa. Para Leonardo, los límites de la realidad los pone uno mismo. Las fronteras no están fuera, sino dentro de la propia mente, y por eso afirma que "todos nuestros conocimientos tienen su origen en nuestras percepciones".
Da Vinci trabajó activamente sobre su propia persona. Su primer campo de experimentación fue él mismo, su cuerpo y su mente. Y en sus manuscritos nos dejó información más que suficiente para saber cómo lo hacía. Veamos algunas de las técnicas personales que empleaba:
Equilibrio de los dos hemisferios cerebrales. El de la conciencia está ligado con los procesos bioquímicos del cerebro. Nuestro mundo está organizado de manera que el hemisferio izquierdo (lineal, ordenado, analítico, objetivo, lógico) tiene más actividad que el derecho (espacial, aleatorio, intuitivo, sensual y creativo).
Una de las formas en que ambos tipos de ondas cerebrales pueden armonizarse es utilizando las dos manos y practicando la acción opuesta a la que se está acostumbrado.
Es bien sabido que Leonardo utilizaba la escritura especular, que sólo puede leerse con la ayuda de un espejo. Siempre se ha dicho que lo hacía para ocultar el contenido de sus notas. Una explicación tanto más absurda cuanto que se sabe que Da Vinci preparaba sus cuadernos para que fueran publicados, y además muchos de ellos están escritos dirigiéndose de forma personalizada al lector. Resulta mucho más coherente con la personalidad de Leonardo pensar que su escritura especular era una de sus técnicas personales.
Visualización y trabajo con imágenes interiores. Leonardo afirma "mirar en su memoria" y recomienda practicarlo cuando se está tendido en la cama "Volver con la imaginación a lo que me interesa es un notable ejercicio", dice.
Nace el humanismo
Durante la Edad Media, la idea de cristiandad pesó sobre toda la cultura. Pero con el declinar de ésta, el hombre y sus creaciones pasaron a ser el centro. Con ello se produjo un cambio importante en el modo de pensar, de vivir y de ver el mundo. Se iniciaba una etapa nueva en la vida de los europeos, que recibió el nombre de humanismo.
El ser humano se revaloriza: se destaca su inteligencia, su creación artística, su libertad, inspirada en la civilización clásica, el mundo adquiere una fisonomía distinta y todo tiende a humanizarse.
Orígenes del humanismo.
El humanismo nació en Italia en el siglo XIV y los que le dieron vida fueron dos florentinos, ambos escritores, Petrarca y Boccaccio, que por esta razón se constituyeron en los precursores del Renacimiento. Ambos se dedicaron con entusiasmo al estudio de las obras de la antigüedad clásica.
Obras olvidadas y desconocidas de esa época las dieron a conocer y resucitaron gran parte del pasado de la literatura grecorromana; pero esta pasión por lo antiguo no sólo se limitó a lo literario, sino que también abarcó a las artes plásticas, y a la forma de vida humana, en general.
Francisco Petrarca fue calificado como el padre del humanismo por el impulso que dio al redescubrimiento de las letras clásicas y fue, a la vez, un filólogo (estudioso de los idiomas y obras literarias, especialmente en su parte gramatical), que inició la búsqueda de los manuscritos clásicos descubriendo, entre otras cosas, las cartas de Cicerón, que hasta esa fecha eran desconocidas.
También estudió las obras de Horacio y de Virgilio y escribió en un latín perfecto numerosos poemas y epístolas, en los que ensalzó a los literatos de la antigüedad.
Tanto los papas como los principales monarcas de la época admiraron la labor cultural de este hombre, por lo que el Senado de la República de Venecia lo nombró Ciudadano de Honor y tanto la ciudad de Roma como la Universidad de París lo premiaron con el estímulo máximo de ese entonces, la corona de laurel.
Juan Boccaccio, fue contemporáneo de Petrarca y también escribió numerosas obras en latín, idioma que dominaba a la perfección, pero no pudo incursionar en las obras de la antigüedad griega por desconocer el idioma heleno. Su obra más famosa es el Decamerón, colección de cien cuentos, en los que relata los vicios e inmoralidad de esa época. Esta obra se caracteriza por su estilo, que es la prosa clásica.
Influencia griega.
En el siglo XV, el humanismo adquiere real relevancia con la caída de Constantinopla, el último baluarte imperial. Luego del ataque de los turcos y la consiguiente destrucción del imperio bizantino, los eruditos helénicos abandonaron Constantinopla y buscaron refugio en las tierras occidentales, especialmente en Italia, país con el que habían mantenido cordiales relaciones durante toda la Edad Media. En este lugar dieron a conocer textos helénicos desconocidos hasta entonces y enseñaron el idioma griego, ignorado por completo en occidente.
Este paso es considerado como esencial en el desarrollo y penetración de la cultura bizantina en Italia. Se crearon escuelas de estudios griegos y una de la más importante fue la de Miguel Crisoloras, quien junto con enseñar el idioma explicó diversas obras clásicas, poniendo especial énfasis en Homero.
También sobresalió Basilio, dirigente de la Iglesia Ortodoxa, y que luego de radicarse en Roma abrazó la religión católica. Trajo desde Constantinopla más de 800 códices (manuscritos antiguos) griegos y latinos, que contenían obras de Tácito, de Sófocles y de Tito Livio. Todos querían leer estos textos y tener acceso al saber.
Y exactamente en este mismo período, con la invención de la imprenta, se logra la difusión masiva de la cultura, con textos a bajo costo.
Las diferentes regiones donde se observaron cambios por la etapa del humanismo.
Humanismo en Francia:
La difusión del humanismo en Francia fue algo más tarde que en Alemania. La inauguración del movimiento humanista en este país se debió a la acción de Guillermo Fichet, de Saboya. A su regreso de un viaje a Milán comenzó a editar las obras de los clásicos latinos y de los humanistas italianos. A Fichet le sigue quien le constituyó en el verdadero padre del humanismo francés, Jacobo Lefevre, la personalidad más vertiginosa de la intelectualidad de su país en el Renacimiento.
Lefevre fue humanista más por su búsqueda de un nuevo ideal filosófico que por su manejo del griego y del latín. Viajó a Italia y a su regreso dictó Clases de filosofía en el colegio del Cardenal Lemoine. Publicó obras como las Paráfrasis sobre la física, de Aristóteles y la Introducción a la metafísica.
Junto a Lafevre resalta en Francia Guillaume Budé, quien estableció su autoridad de helenista en el libro Comentarios de la Lengua Griega. Fundó el Colegio de Francia y desde el punto de vista religioso estuvo mezclado en las pugnas que existieron entre los católicos y luteranos.
El humanismo en Inglaterra:
A fines del siglo XV aparece el Humanismo en Inglaterra, Erasmo de Rótterdam influyó notablemente en Tomás Moro, el mayor representante del humanismo inglés. Tomás Moro escribió Utopía, libro en el que condensó todo su disgusto por la mezquindad del mundo que le rodeaba y que se encontraba perturbado por una crisis que afectaba a las voluntades y llenaba de amargura a muchos.
Moro, en su libro, presenta un sueño irrealizable, donde existe un estado previsor, regido por magistrados elegidos por el pueblo y donde el trabajo se organiza. Allí se distribuyen los víveres y los bienes producidos por la colectividad.
En su obra, además, comenta que una legislación liberal evita las discrepancias religiosas mediante la tolerancia y aunque la familia forma el engranaje de la sociedad, se admite el divorcio para evitar las incompatibilidades. Tomás Moro, profundamente católico, compatibilizó su fe con las actividades políticas, participando en la tarea de gobierno. Murió decapitado en 1535, acusado de traición. En el año 1935 la Iglesia católica lo canonizó.
Humanismo en España:
El humanismo penetró en España en la época de los Reyes Católicos y contó con el apoyo del Cardenal Francisco Jiménez Cisneros, confesor de la reina Isabel y consejero de los monarcas.
Este prelado creó la Universidad de Alcalá de Henares, la que se constituyó en el centro de los estudios humanistas.
Los eruditos estudiaron los manuscritos de las Sagradas Escrituras y publicaron la llamada Biblia políglota Complutense.
Esta Biblia contenía el Antiguo Testamento en diferentes idiomas (caldeo, hebreo, griego y latín) y el Nuevo Testamento en griego y latín y, además, constaba con un vocabulario hebreo-caldeo y una gramática hebrea. Esta obra es un verdadero monumento de la humanística española.
Antonio de Nebrija y Juan Luis Vives son los máximos exponentes del Humanismo español.
Nebrija publicó una gramática española, que fue no solamente la primera editada en España, sino también la primera en un idioma romance.
Vives, por su parte, conoció a fondo el latín y escribió sobre filosofía, teología, moral y pedagogía. Fue un crítico científico de los métodos y normas vigentes en la enseñanza de esa época.
Su obra más celebrada es Instrucción de la mujer cristiana, libro que traza las normas que deben regular la educación femenina.
CARACTERES DEL ARTE DEL RENACIMIENTO
Imitación de Grecia y Roma
Se intenta revivir los estilos clásicos, considerados como la feliz culminación del esfuerzo del hombre por lograr un canon de perfección. Se acata como definitivo cuando el genio de heléenos y romanos produjo en todas las artes.
II) Idealismo
El arte del Renacimiento, como el arte de los siglos de oro clásicos, se inspira en una idea de belleza abstracta que realiza arquetipos, es decir, formas que se ajustan a una previa y calculada concepción de lo bello.
III) Racionalismo
En la elaboración de esta idea de belleza abstracta entra en forma decisiva el sentido razonador del hombre del Renacimiento. Sin negar del todo la inspiración, le asignan una modesta parte en el acto creador. La belleza del arte brota de leyes que establecen relaciones numéricas exactas. El número, la proporción, la regla de oro, el orden, en fin, están presentes en todas sus obras.
IV) Naturalismo
Sin embargo, este principio idealista no excluía la obediencia a la naturaleza, tomada como modelo y maestra de sabiduría infalible. El estudio de la armonía, de la luz, de las leyes ópticas responde al afán del artista por acercarse a la naturaleza y poder representarla con todas las apariencias de verdad. La observación infatigable del mundo -ejemplo, Leonardo- es la virtud cardinal del artista.
V) Serenidad y equilibrio
La exacta proporción de las partes, la justa relación de los distintos elementos de la obra, infunden a ésta una seguridad y reposo, que se traduce en la sensación de serenidad. La pintura y la escultura, salvo raras ocasiones, se propusieron dar una imagen plácida y serena de la realidad; y la arquitectura, en su contenido juego de líneas y volúmenes, aspiraba presentarse como una totalidad orgánica en la que cada una de sus partes ejerce su función sin esfuerzo alguno.
VI) Universalidad
En definitiva, el objetivo último del arte del Renacimiento fue hacer obras inspiradas en principios inmutables que asegurasen su permanencia ejemplar. Los artistas del Renacimiento se esforzaron en dar realidad a un arte insuperable, y, por lo tanto, válido para siempre y para todo el mundo. Universalidad y eternidad son las dos ideas rectoras del arte del Renacimiento.
Fuentes Bibliograficas
World Wide Web:
http://www.artehistoria.com/frames.htm
http://www.euskalnet.net/tz/Renacimiento.htm
http://www.geocities.com/Paris/Bistro/9035/queesrea.htm
http://www.monografias.com/trabajos10/rena/rena.shtml
http://utopiaverde.org/enacimiento/home.html
Universidad de Especialidades “Espíritu Santo”
Samborondon - Ecuador
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Enviado por: | Alfonso Roldos Kozisek |
Idioma: | castellano |
País: | Ecuador |