¿Te has imaginado alguna vez estar 10 días en una balsa a la deriva? Sólo llevas contigo tu ropa, 2 tarjetas, tus llaves y 4 remos. ¿Lograrías sobrevivir con sólo un poco de pescado y una raíz desconocida?
Descubre cómo Luis Alejandro Velasco lo logra en el fascinante libro de Gabriel García Márquez: “Relato de un naufrago”.
En dicho relato verídico, se describe con magistral lujo de detalles el accidente del destructor Caldas, perteneciente a la Marina de Guerra de Colombia, que cobró la vida de 7 hombres dejando a uno más a la deriva en una pequeña balsa, quien después de diez terribles días en el mar logra sobrevivir y llegar a tierra firme.
Tras zarpar de Movile, Estados Unidos hacia Cartagena, Colombia, el Caldas que transportaba carga ilegal mal estivada propiedad de los marineros, pierde nivel por el exceso de peso y al caer dicha carga por la borda del barco se lleva consigo a 8 hombres que se guarecían de las olas cerca de ella.
Sólo Luis Alejandro Velasco sobrevive llegando al fin a Colombia, en donde se le consideró un héroe por el sólo hecho de no dejarse morir, de conservarse vivo gracias a un poderoso instinto de supervivencia.
Durante el relato se presentan numerosas analepsis que figuran como pausas, en las cuales Velasco recuerda numerosas vivencias y reflexiona acerca de diversos acontecimientos importantes en su vida.
El elemento sumario también está presente de manera constante, al referir en forma de resumen las historias y antecedentes de sus compañeros.
Es un relato de acontecimiento que incluye los elementos narrativo, descriptivo y expositivo, desde la perspectiva del narrador homodiegético protagonista, quien, como su nombre lo indica, nos cuenta la historia y es el personaje principal.
Este relato le fue contado a Gabriel García Márquez por el mismo Alejandro Velasco, quien acudió a él cuando el primero era reportero de planta del Espectador de Bogotá.
Durante veinte sesiones de seis horas le relató, con asombrosa capacidad descriptiva y de síntesis, la verdadera causa del accidente del destructor Caldas, que erróneamente se atribuyó a una tormenta.
Es importante mencionar que la revelación de la verdad, durante el período de gobierno del presidente Gustavo Rojas Pinilla, costó al Espectador de Bogotá su clausura y el subsecuente exilio de Gabriel García Márquez, quien partió hacia París.
Tras intentar infructuosamente mediante sobornos y amenazas que Velasco desmintiera dichas revelaciones, éste fue expulsado de la Marina y pronto olvidado junto con su increíble historia.
Sin embargo, para finalizar, como menciona García Márquez, Luis Alejandro Velasco fue un héroe que tuvo el valor de dinamitar su propia estatua y terminar así con la millonaria gloria de un naufrago convertido en figura publicitaria y nacional.
Este libro, consta de 173 páginas y es editado por Diana México.