Geografía
Recursos naturales en Latinoamérica
TRABAJO PRÁCTICO GEOGRAFÍA
Profesora: XXX
Alumnos: XXX
SSS
KKK
MMM
FFF
Escuela Nº1 Domingo F. Sarmiento
1º Ciencias Sociales
Año 2008
► Hipótesis del Trabajo Práctico
“En América Latina hay graves problemáticas ambientales derivadas del uso de los recursos”
► Introducción
América Latina cuenta con una gran diversidad de recursos naturales.
Los recursos naturales son los elementos que provienen de la naturaleza y son utilizados por la sociedad para satisfacer sus necesidades y deseos. Se los denomina así desde que son económicamente valorizados y se cuenta con la tecnología para su explotación. Entre los más importantes se encuentran el suelo, el agua, la flora y la fauna, los minerales y los hidrocarburos.
Éstos han sido aprovechados desde el inicio por los aborígenes de manera racional. Su explotación comenzó a intensificarse a partir de las conquistas española y portuguesa.
En los últimos años la explotación de los recursos ha aumentado notoriamente y nosotros mediante este trabajo práctico vamos a tratar de afirmar o refutar la hipótesis que dice que el manejo de los mismos causó graves problemáticas ambientales.
► Desarrollo
1-Documentos
I- Los recursos naturales en Latinoamérica
Sin ser un espacio especialmente rico en recursos naturales, América latina posee los suficientes como para encarar el futuro con optimismo.
El suelo constituye su principal recurso pero se lo ha utilizado muchas veces de manera incorrecta, generando procesos de erosión y desertificación. Esto ha ocasionado cuantiosas pérdidas, tanto en calidad como en cantidad, en la superficie aprovechable para la obtención de alimentos. América latina ha vivido durante los últimos años una gran expansión y cambio en el uso del suelo, conocido como “expansión de la frontera agropecuaria”
En otros recursos, como los minerales y la pesca, América latina se halla bien provista y presenta grandes potencialidades.
En materia de riquezas forestales es uno de los ámbitos mejor dotados del mundo: casi 50% de su superficie total está ocupada por selvas, montes y bosques. La explotación de estos recursos estuvo sujeta a un constante deterioro y a cuantiosas pérdidas en superficie y especies.
II- La explotación de los recursos naturales y sus problemáticas
a-La actividad agrícola
La agricultura latinoamericana, si bien no alcanza a cubrir las necesidades de una población en constante crecimiento, posee una importancia fundamental, tanto por la cantidad de población empleada como por su participación en las exportaciones
En cuanto a la producción agrícola, una variada gama de cereales se cultivan, con rasgos muy diferentes, en todos los países de América latina, predominando trigo, soja, maíz, cebada y arroz. Por su parte, los cultivos tropicales y de plantación, como caña de azúcar, café, banana, cacao, algodón y tabaco se desarrollan en toda América Central y algunos países de Sudamérica.
La actividad agrícola presenta en Latinoamérica las siguientes características generales:
-baja participación en el producto bruto interno de cada país, salvo excepciones,
-grandes volúmenes dedicados a la exportación,
-importante cantidad de población empleada, aunque en disminución,
-desequilibrios en la tenencia de la tierra,
-aumento del uso de plaguicidas y fertilizantes,
-nivel tecnológico medio,
-elevado número de campesinos sin tierras, éxodo rural, bajo nivel de vida de la población campesina.
Actualmente la gran explotación sigue caracterizando el paisaje rural latinoamericano; sin embargo este paisaje se ha transformado y se ha hecho cada vez más complejo, aún en países muy distintos entre sí. Un importante factor para la transformación de gran parte del sector agrario latinoamericano es el desarrollo tecnológico, sobre todo a partir del desarrollo y difusión de la denominada revolución verde. Se conoce con este nombre al proceso de incorporación de nuevas tecnologías en la producción agraria con la finalidad de incrementar su volumen. Estas tecnologías provienen fundamentalmente de los países desarrollados desde mediados de los años 70. Entre ellas se destaca la creación de variedades vegetales de alto rendimiento. Su correcto desarrollo exige condiciones de cultivo muy especiales, que requieren el uso de fertilizantes, plaguicidas y a veces, riego artificial; es decir necesitan importantes inversiones de capital que no siempre están al alcance de todos los productores.
El uso de los abonos químicos incrementa la producción durante los primeros años, pero al cabo del tiempo para conseguir la misma producción se necesitarán más fertilizantes de origen químico, hasta el punto de convertirse la actividad agrícola en un foco contaminante de primer orden. Las aguas procedentes del riego o las de lluvia, que lavan la superficie agraria, arrastran compuestos nitrogenados, sales de potasa y fosfatos que llegan a las aguas subterráneas y a los ríos, deteriorando o haciendo desaparecer los ecosistemas naturales. Al uso de fertilizantes químicos y a
las prácticas agrícolas en régimen de monocultivo va asociado el empleo masivo de plaguicidas contra los parásitos que destruyen las cosechas o de animales herbívoros que arrastran los cultivos. Al igual que los abonos químicos, el problema de los plaguicidas es un callejón sin salida, puesto que para conseguir un mismo nivel de producción hace falta cada año aportar mayores cantidades, con lo cual aumenta el impacto ambiental. El uso de estos componentes químicos con frecuencia puede generar un “envenenamiento del suelo” y provocar desertificación. Muchos de éstos plaguicidas, además poseen efectos perjudiciales para otras especies, incluida la humana como ha podido demostrarse con el DDT.
Una de las causas del uso de los fertilizantes es la práctica del monocultivo, en el cual se siembra reiteradamente el mismo vegetal sin alternar el uso del suelo entre una y otra temporada, con el cultivo de otros granos o la práctica de la ganadería. Las consecuencias son la pérdida de nutrientes del suelo y la extensión de ciertas plagas.
>>Principales transformaciones ambientales en el agro pampeano
En los últimos años, diferentes estudios demuestran que la expansión de la agricultura por reemplazo de la ganadería, así como su intensificación a partir del doble cultivo anual, provocó una serie de problemas ambientales en el área pampeana, el principal de los cuales es el deterioro de los suelos.
El laboreo continuo durante todo el año impide que el suelo descanse; de esta manera, pierde más rápidamente sus nutrientes. Además, el laboreo realizado siempre a igual profundidad provoca la compactación del suelo -conocida como “piso de arado”-, que lo impermeabiliza; así, se dificulta la infiltración del agua de lluvia y aumenta su escurrimiento superficial, potenciando la erosión hídrica del suelo.
Esa situación es particularmente grave en la pampa ondulada, situada en el norte de la provincia de Buenos Aires y en el sur de la provincia de Santa Fe; esta área es una de las más fértiles de la zona pampeana y, por ello, una de las más utilizadas desde fines del siglo pasado para la actividad agrícola. En la cuenca del río Arrecifes, sobre todo, 600.000 ha presentan distintos grados de erosión hídrica, con pérdidas de varios centímetros de tierra fértil.
b-La actividad ganadera
La ganadería es la actividad que ha tenido un mayor impacto ambiental en América latina, debido a su bajo nivel de tecnificación y a su expansión en desmedro, en los últimos años del siglo XX, hacia nuevas áreas no relacionadas con esa actividad, como las superficies de las selvas y los bosques naturales. Las tierras ganadas se destinan a ganadería extensiva para producción de carne.
La ganadería bovina se desarrolla principalmente en la Argentina, Uruguay, Brasil, México y Venezuela. En estos países adquirieren gran importancia las industrias derivadas, fundamentalmente la industria frigorífica elaboradora de carnes enfriadas, congeladas y enlatadas, cuyo principal destino es la exportación. La Argentina, Brasil y Uruguay son los tres grandes exportadores de carne de América latina. Las industrias lácteas, de menor importancia en general, ocupan un renglón muy destacado en la Argentina.
En Chile, Perú y Bolivia tienen preponderancia los ovinos y los camélidos (llamas, alpacas, vicuñas y guanacos), que se crían en las zonas montañosas. Estos últimos prosperan también en el noroeste argentino. A partir de las pieles y cueros de estos animales se desarrolla toda una industria artesanal de subsistencia (tejidos, mantas, tapices, etc.). El ganado porcino por su parte se cría en Ecuador, Argentina, México, Chile, Brasil, Venezuela y Paraguay.
Los animales domésticos en sí mismos no constituyen un elemento perturbador del medio, pero al no estar sujeta la ganadería a las reglas naturales que regulan la existencia de todo animal en la naturaleza y al ser objeto de una cría en régimen de “monocultivo”, por analogía con el mundo vegetal, se convierten a menudo en un factor que incide muy negativamente sobre el medio ambiente.
El problema causado por la presencia del ganado doméstico o de las aves de corral es similar al de las plantas cultivadas. En primer lugar está su necesidad de espacio, creciente a medida que han ido aumentando las necesidades de las poblaciones humanas. En los países latinoamericanos se recurre a la creación de pastos, para lo cual se alteran los ecosistemas naturales, a diferencia del régimen de estabulación utilizado en países desarrollados.
Grandes extensiones de selva son aniquiladas para que en ellas crezca la hierba con la que alimentar el ganado, cuya carne se exportará a los países más ricos. El 50% de las selvas del Amazonas han sido deforestadas para sembrar nuevos pastos. La necesidad de éstos y de cercados para mantener el ganado va reduciendo el hábitat de la fauna autóctona, poniendo a menudo en grave peligro de extinción a especies antaño abundantes.
Por otro lado está la destrucción física de los posibles enemigos del ganado, bien depredadores directos o competidores indirectos, que caen víctimas de las campañas de exterminación de ganaderos sin crepúsculos. En México, a partir de los años 50, se realizó una campaña de exterminio de los lobos mexicanos porque los ganaderos argumentaban que perdían sus becerros, vacas, caballos y burros debido a los ataques de estos cánidos. A principios de 1990 algunos autores consideraban que sólo quedaban 10 lobos en libertad.
Las prácticas ganaderas extensivas suponen un serio peligro para la flora y la fauna autóctonas de cualquier región pues, al empobrecer la primera y destruir el hábitat de la última, impiden que los mecanismos de regulación y recuperación normales de las poblaciones silvestres compensen las pérdidas provocadas, conduciendo a un progresivo deterioro del ecosistema y a un peligroso empobrecimiento en especies, que a largo plazo puede llevar a consecuencias desastrosas. El sobrepastoreo del ganado doméstico es un peligro añadido a la acción de los diversos contaminantes, agotando la vegetación más allá de sus límites de recuperación.
La actividad ganadera, además, no es nada benevolente con los recursos hídricos, los cuales son contaminados con deshechos animales, antibióticos, hormonas, productos para curtiembres de cuero, etc.
>>Problemas ambientales en Latinoamérica derivados de la ganadería
Según la FAO, el acelerado crecimiento del sector pecuario de la Región, la mayor exportadora mundial de carne bovina y de ave, requiere un nuevo enfoque sustentable.
La expansión pecuaria de América Latina está ejerciendo una presión creciente sobre los recursos naturales y el medio ambiente de la Región. Actualmente, la producción pecuaria de América Latina y el Caribe se enfrenta a las presiones de la globalización y el crecimiento de la demanda mundial por alimentos de origen animal.
El sector pecuario ha crecido durante los últimos años a una tasa anual cercana al 4 %, muy superior a la tasa promedio de crecimiento global del 2.1%. Su contribución al PBI agropecuario de la Región es de alrededor del 45%, mientras que el valor de la producción anual alcanza 79 mil millones de dólares. Este acelerado crecimiento ha permitido que América Latina se convierta en la Región que más exporta carne bovina y carne de ave a nivel mundial, tendencia que, según estudios prospectivos sectoriales, se mantendrá durante los próximos 15 años.
“Sin embargo, estos indicadores positivos contrastan con las preocupantes cifras de pobreza, deforestación y degradación de recursos naturales, pérdida de biodiversidad, contaminación y vulnerabilidad al cambio climático a las cuales se enfrenta la Región”, señaló el Oficial Principal de Producción y Sanidad Animal de la FAO, Tito Díaz.
Estos procesos de degradación han sido asociados a fenómenos tales como la concentración de sistemas ganaderos de subsistencia en zonas vulnerables, la ganadería extensiva en regiones con altas tasas de deforestación, y la intensificación de los sistemas de producción agroindustriales con su consecuente compactación de suelos, disminución y contaminación del agua y sus altos niveles de producción de metano y otros gases de efecto invernadero.
Los procesos de deforestación y ampliación de la frontera ganadera son más acentuados en países de la región andina y de la cuenca amazónica como Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú, Venezuela y los estados de la región amazónica de Brasil.
Este complejo contexto de factores asociados con la producción ganadera y la degradación del medio ambiente plantea la necesidad de fortalecer los marcos de políticas públicas, las capacidades institucionales normativas y operativas, y el recurso humano técnico y administrativo de los países. Para asegurar prácticas sustentables se debe capacitar a pequeños y medianos productores para que adopten tecnologías y prácticas apropiadas, aumentar la conciencia del sector productivo agroindustrial y sensibilizar a los tomadores de decisión, productores y consumidores para que favorezcan una ganadería sostenible.
c- La actividad minera
América latina posee una buena dotación de recursos mineros y sus países son importantes exportadores. Estas riquezas constituyen la viva expresión del gigante andino en la región.
Los rubros más destacados son: cobre, estaño, bauxita y zinc. Brasil, México, Perú, Chile, Argentina, Bolivia y Venezuela cuentan con las mayores reservas minerales. La producción de estos países (con excepción de la Argentina) tiene una magnitud considerable en el contexto regional e internacional. Tal es el caso de Chile, primer productor mundial de cobre, y de Brasil, cuya producción de hierro ocupa el segundo lugar a nivel mundial. Las divisas percibidas por la exportación de minerales inclinan positivamente la balanza comercial de estas naciones, especialmente de Bolivia, Perú y Chile. Este volumen de divisas es inferior al potencialmente alcanzable ya que en muchos países latinoamericanos los minerales extraídos se exportan, en su mayor parte, como materia prima, en bruto. La transformación de estos minerales en metal refinado permitiría aumentar su valor en el mercado internacional y dar trabajo a la población del país.
Por otro lado, algunos países comenzaron la producción minera para desarrollar sus actividades industriales, como el caso de Brasil.
Un problema fundamental, al que se enfrentan muchos países de la región, es la escasez de capitales y medios técnicos para llevar adelante las tareas de prospección y explotación de los yacimientos mineros del subsuelo.
Las condiciones de trabajo suelen ser muy riesgosas tanto para los trabajadores de las minas como para los de las fundiciones; este tipo de producción también deteriora el medio ambiente.
Para la ecología, el aspecto de la minería que reviste más importancia, al margen de factores económicos o técnicos, es el impacto que produce sobre el medio. Aunque las modernas tecnologías permiten, en principio, reducir al mínimo los efectos contaminantes, los costes de la restauración del entorno son muy elevados, y las compañías mineras optan por técnicas más convencionales, que resultan más económicas pero contaminantes. Éste es uno de los principales motivos de preocupación entre los medios conservacionistas antes los continuados intentos de dichas compañías de explotar recursos en todo tipo de ecosistemas, ya que las prometidas “técnicas limpias” resultan en la práctica una mera tapadera publicitaria.
Atendiendo este aspecto las explotaciones mineras se pueden clasificar en dos grupos: las subterráneas y las realizadas a cielo abierto.
Las explotaciones subterráneas consisten básicamente en la excavación de pozos y galerías horizontales a profundidad variable. Al desarrollarse la vida sólo en la superficie del planeta, la actividad subterránea no afecta, en principio, al ecosistema terrestre. Sin embargo, hay una serie de elementos auxiliares que sí pueden ser perjudiciales para el medio. En primer lugar las calderas y los generadores de energía, que pueden contaminar el aire. En segundo lugar están las escombreras, donde se acumulan los residuos de explotación, y por último los lavaderos de mineral, cuyo impacto llega en ocasiones a ser aniquilador, como ocurre en varios ríos de Latinoamérica.
Las explotaciones a cielo abierto afectan directamente al suelo y con ello toda posibilidad de vida vegetal y animal. Implican la destrucción absoluta de los ecosistemas donde suelen encontrarse los minerales, provocando una degradación irreversible en calidad y cantidad de los recursos del suelo, bosque, agua y de los ecosistemas y de los bienes y servicios que estos proporcionan. A menudo tienen forma de cráter del que va extrayéndose el mineral, al tiempo que se acumulan los escombros producidos. Al extenderse horizontalmente, pueden alcanzar dimensiones notables. En la Argentina, se encuentra la mina a cielo abierto La Alumbrera, en la provincia de Catamarca. En Belén, la ciudad donde se encuentra, como producto de la contaminación los sembríos se secaron, los animales se mueren o padecen de enfermedades que antes no se conocían, aumentaron los casos de cáncer y problema respiratorios, y cayó un 70% la producción agrícola. A ello, hay que agregar los derrames de sustancias tóxicas.
>>La minería y sus efectos en Honduras
En este país la tragedia se repite. Muchos pobladores del Valle de Siria en Honduras se ilusionaron con la idea de que la explotación minera traería desarrollo y empleo a la zona. Sin embargo las actividades de la empresa “Minerales Entre Mares de Honduras”, que extrae oro mediante una concesión de explotación firmado el 10 de enero del 2000, ha decepcionado a muchos. El Comité Ambientalista del Valle de Siria presentó un estudio elaborado por el biólogo Flaviano Bianchini y el doctor Juan Almendariz Bonilla que indica que la sangre de varios pobladores del Valle de Siria contiene porcentajes de arsénico, plomo y cianuro superiores a los especificados por la Organización Mundial de la Salud.
Considerando la contaminación de las aguas de la Quebrada Guanijiquil, Agua Tibia y de los pozos domésticos, y el alarmante aumento de casos de mortalidad infantil, estrabismo y enfermedades como atrofia muscular espinal en niños y niñas, Bianchini recomendó el cierre de la empresa Entre Mares. “Por tratarse de un rubro económico depredador, contaminante y enfermante, las empresas mineras que operan en Honduras deben cerrarse”, corroboró el científico Juan Almendares Bonilla. Una recomendación que bien harían en seguir los gobernantes de varios países latinoamericanos donde la minería de cielo abierto está provocando muerte y desastres ambientales irreversibles.
d- La explotación de los hidrocarburos
América latina es importante productora de combustibles fósiles, entre los que se destaca el petróleo, uno de los principales productos energéticos de este siglo. Se calcula que el 10,6% extraído del mundo proviene de la región. Los mayores productores son Venezuela, México, Brasil, Argentina, Colombia y Ecuador.
El petróleo es el principal recurso energético de América latina, ya que el 68,3% de la energía producida proviene de la transformación de este combustible fósil. Además su exportación genera importantes beneficios a los países productores. En algunos países su explotación comenzó a
principios de siglo.
En 1989 las reservas latinoamericanas representaban el 13,4% del total mundial. El 90% se repartía en partes iguales entre Venezuela y México. La posibilidad de que América Latina se quede sin petróleo se diluye ante la posibilidad de explotar yacimientos más profundos o de menor calidad. Ello dependerá de la disponibilidad de tecnologías apropiadas que permitan extraer este recurso de yacimientos más difíciles de explotar.
Los yacimientos de petróleo muchas veces cuentan con importantes reservas de gas natural y, en algunos casos como el de la Argentina, éstas son mayores que las de petróleo
La producción regional de carbón es inferior a la de petróleo; por esta causa es un recurso poco utilizado para la producción energética de la región. Los principales productores de la región son Colombia, México y Brasil.
La contaminación por petróleo se produce por su liberación accidental o intencionada en el ambiente, provocando efectos adversos sobre el hombre o sobre el medio, directa o indirectamente.
La contaminación involucra todas las operaciones relacionadas con la explotación y transporte de hidrocarburos, que conducen inevitablemente al deterioro gradual del ambiente. Afecta en forma directa al suelo, agua, aire, y a la fauna y la flora.
Efectos sobre el suelo: las zonas ocupadas por pozos, baterías, playas de maniobra, piletas de purga, ductos y red caminera comprometen una gran superficie del terreno que resulta degradada. Esto se debe al desmalezado y alisado del terreno y al desplazamiento y operación de equipos pesados. Por otro lado los derrames de petróleo y los desechos producen una alteración del sustrato original en que se implantan las especies vegetales dejando suelos inutilizables durante años.
Efectos sobre el agua: en las aguas superficiales el vertido de petróleo u otros desechos produce disminución del contenido de oxígeno, aporte de sólidos y de sustancias orgánicas e inorgánicas. En el caso de las aguas subterráneas, el mayor deterioro se manifiesta en un aumento de la salinidad, por contaminación de las napas con el agua de producción de petróleo de alto contenido salino.
Efectos sobre el aire: por lo general, conjuntamente con el petróleo producido se encuentra gas natural. La captación del gas está determinada por la relación gas/petróleo, si este valor es alto, el gas es captado y si es bajo, es venteado y/o quemado por medio de antorchas. El gas natural está formado por hidrocarburos livianos y puede contener dióxido de carbono, monóxido de carbono y ácido sulfhídrico. Si el gas producido contiene estos gases, se quema. Si el gas producido es dióxido de carbono, se lo ventea. Si bien existen reglamentaciones, el venteo y la quema de gases contaminan extensas zonas por la dirección de los vientos.
Efectos sobre la flora y la fauna: la fijación de las pasturas depende de la presencia de arbustos y matorrales, que son los más afectados por la contaminación con hidrocarburos. A su vez estos matorrales proveen refugio y alimento a la fauna adaptada a ese ambiente. Dentro de la fauna, las aves son las más afectadas, por contacto directo con los cuerpos de agua o vegetación contaminada, o por envenenamiento por ingestión. El efecto sobre las aves puede ser letal.
Si la zona de explotación es costera o mar adentro el derrame de hidrocarburos produce daños irreversibles sobre la fauna marina.
>>Contaminación petrolera en Neuquén
La industria petrolera ha venido acompañada, a lo largo de su historia, de una serie de problemas no contabilizados en el precio del crudo: la contaminación del medioambiente y los impactos sobre la salud humana. La degradación de la calidad de las aguas y el aire es lo más visible, pero no ha merecido el interés de las autoridades públicas hasta el momento. Peor aún es la falta de acciones para garantizar la salud de las poblaciones vecinas a los proyectos petroleros; la falta de estudios epidemiológicos que cuantifiquen la situación, es un indicador de la invisibilización del problema.
Los impactos de la explotación hidrocarburífera en la salud de los comuneros de Kaxipayiñ y Paynemil, en Loma de La Lata, encendieron la mecha de la resistencia mapuche en la provincia, promediando la década del '90. Fueron tiempos de bloqueos a picadas petroleras utilizadas por YPF SA e intentos por frenar la marcha del Proyecto Mega - planta operada conjuntamente por Dow Chemical, Petrobras y Repsol YPF- que bombea gas hacia el puerto de Bahía Blanca.
En 2001 se publicó un estudio pedido por las comunidades Paynemil y Kaxipayiñ y la Confederación Mapuche de Neuquén donde se cuantificaban los daños ambientales: 630 mil m³ de suelo contaminado con altas concentraciones de cromo, plomo, arsénico, naftaleno, pireno y compuestos aromáticos en capas de hasta seis metros de profundidad. En tanto las aguas registraron valores de metales pesados, hidrocarburos y fenoles que superaban los valores legales. Los resultados de los estudios clínicos realizados a 42 personas detectaron síntomas de intoxicación crónica por hidrocarburos: vértigo, debilidad, nerviosismo, dolor de extremidades y dermatitis. También reflejaban manifestaciones de intoxicación con metales pesados como irritabilidad, cefalea, insomnio, sueños perturbados, fatiga e interrupciones de embarazos.
Al año siguiente trascendió un caso de anencefalia en la comunidad Kaxipayiñ, un feto sin cabeza estaba gestando una joven comunera (Clarín, 18/05/02).
e- La actividad forestal
Los recursos forestales son ampliamente valorados por la sociedad, debido a la multiplicidad de usos y funciones que pueden aprovecharse de ellos. Por ejemplo, la conservación de la biodiversidad, la protección de las cuencas hidrográficas, el control de la erosión del suelo, así como su uso como combustible y como insumo para la fabricación de papel y de otros productos industriales.
En América latina, la explotación forestal con fines comerciales comenzó poco después de la conquista. También a partir de ella los bosques empezaron a sucumbir por la introducción del monocultivo (caña de azúcar, café, banana, algodón). Una vez iniciados, ambos procesos no cesaron de incrementarse a través del tiempo. En la última mitad del siglo XX la superficie forestal fue disminuyendo en forma alarmante como consecuencia de la descontrolada habilitación de tierras para ganadería y agricultura. Por su parte, las medidas de reforestación implementadas no siguieron el ritmo de la explotación. Existe así una enorme cantidad de especies vegetales (algunas muy valiosas) sobre las que se cierne una amenaza de extinción; tal es el caso de las araucarias, cuyas formaciones boscosas predominan en el estado de Paraná (sur de Brasil).
El manejo explotacionista de que han sido objeto, sobre todo, los bosques tropicales, ha provocado que estos recursos renovables en muchos casos se hayan convertido en recursos no renovables. Actualmente, la explotación abusiva de las selvas y bosques de Latinoamérica, especialmente en Brasil, Argentina, Chile, México, Costa Rica y El Salvador, está provocando una alarmante desaparición de buena parte de los recursos forestales mundiales. Empresas madereras, mineras y petrolíferas presionan a los gobiernos para deforestar ciertas áreas. Según un análisis del PNUMA del año 2000, el 50% de las coberturas forestales de Latinoamérica se habían perdido.
Muchas acciones humanas, como la expansión de áreas urbanas, la construcción de obras de infraestructura (caminos, represas, etc.) también han producido efectos negativos sobre la cobertura natural. La devastación de bosques en América latina (tasa de deforestación calculada en 4 millones de hectáreas por año) es tan grande que constituye uno de los principales problemas de desarrollo regional. En este sentido las medidas de reforestación revisten una importancia fundamental para el futuro de Latinoamérica.
>>Las consecuencias de la deforestación en la Amazonia
Hoy en día, la transformación más importante de la Amazonia, es la deforestación de sus selvas motivada, en primer lugar, por la expansión de la ganadería y seguida por la de la agricultura. Este fenómeno avanza de
sur a norte, según se desarrolla el proceso de ocupación y uso agropecuario del área. En Brasil, sólo los estados norteños de Roraima y Amapá mantienen en la actualidad, casi intacta su cobertura vegetal.
Las estimaciones sobre la magnitud de la deforestación del área son muy variables. Algunos informes de organizaciones internacionales afirman que entre 1975 y 1988 se habrían desmontado en Brasil cerca de 500.000km2 de vegetación amazónica (aproximadamente 10% de la superficie total del área). El Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil, en cambio, afirma que la deforestación total acumulada en el área comprende unos 250.000km2, es decir, la mitad de la estimación anterior.
Aun considerando los cálculos más optimistas, se puede apreciar que el área deforestada es de una magnitud considerable.
El desmonte no sólo produce la pérdida de importantes recursos forestales, sino que potencia el deterioro de los suelos. Ello se debe a que los cultivos y pastos que reemplazan a la vegetación selvática poseen menor capacidad de absorción del agua de lluvia, lo que hace que el impacto de ésta sobre los suelos sea mayor; también a que generalmente se aplican técnicas agrícolas y ganaderas típicas de las áreas templadas y, por lo tanto, inadecuadas a las características de este medio natural.
Otro efecto ambiental derivado de la deforestación es la pérdida de biodiversidad, es decir, la disminución en la diversidad de especies vegetales y animales originarias del área. Entre otros posibles efectos se incluye la emisión de dióxido de carbono (originada en los constantes incendios de grandes zonas de la selva), que potencia el proceso de recalentamiento de la atmósfera.
f- La explotación de los recursos escénicos
Durante varios años México ha sido el destino más visitado por el turismo internacional en América Latina. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, los ingresos provenientes del turismo internacional son una importante fuente de divisas para varios de los países de América Latina, y representa un porcentaje importante del PBI y de las exportaciones de bienes y servicios, así como una importante fuente de empleo, donde destaca la República Dominicana.[] Una evaluación realizada por el Foro Económico Mundial menciona que varios de los países de América Latina todavía presentan deficiencias en las áreas de infraestructura y el marco jurídico, pero son muy competitivas en los aspectos relativos a recursos culturales y naturales, factores por los que resulta atractivo realizar inversiones o desarrollar negocios en el sector de viajes y turismo de los países de la región.
>>Los efectos de la contaminación sobre el Machu Picchu
La degradación sistemática que afecta al Santuario Histórico de Machu Picchu es consecuencia del impacto humano sobre sus recursos. Sus efectos, a menudo evidentes, son múltiples: la ganadería de especies exóticas empobrece los pastos, genera erosión y destruye los restos arqueológicos; la agricultura de subsistencia, practicada hasta hace poco bajo el nefasto sistema de roce y quema, causó incendios forestales que afectaron el 60% del área del Santuario; el desarrollo de centros poblados genera una severa contaminación en los cursos de agua, causando una reducción de la calidad de vida de la población local, con riegos a la salud en los núcleos urbanos o pequeños poblados que se instalan en los linderos y al interior del área natural protegida.
¿Pero qué impacto genera el turismo? El sector público, y en algunos casos, el académico lo culpan de casi todos los males que aquejan al Santuario: migración e invasión en el campo, crecimiento desordenado de centros poblados, afán de lucro desmedido y falta de escrúpulos sobre el tema ambiental.
La realidad, no obstante, es más compleja de lo que parece. El turismo es una cadena de servicios normada por diferentes sectores que no coordinan entre sí. La responsabilidad del deterioro, en todo caso, no es sólo de los turistas, las empresas operadoras o los proveedores de servicios turísticos (restaurantes, alojamientos o medios de transporte).
En los últimos veinte años, el crecimiento vertiginoso del turismo a Machu Picchu ha causado mucha de la degradación que hoy preocupa a las autoridades peruanas. Sin embargo, uno de los problemas más agudos es la invasión de ex trabajadores de entidades del Estado a la zona, quienes abrieron negocios en los centros poblados del área o se asentaron al interior del Santuario con el objeto de practicar la agricultura, abastecer la demanda local de productos y generar negocios ligados al turismo, como la venta de productos envasados y empaquetados. Esta falta de planificación del uso público del área es responsabilidad del Estado, de sus entidades tutelares y de los políticos. Existen, además, serios vacíos institucionales que no permiten afrontar temas urgentes. La falta de protagonismo del sector Turismo, en teoría, uno de los directamente involucrados, es alarmante.
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III- Las consecuencias ambientales
La explotación de los recursos naturales en América latina ha tenido un fuerte impacto ambiental, generando numerosos problemas. Este deterioro está ocasionado, fundamentalmente, por sobrepastoreo, deforestación y prácticas agrícolas inadecuadas, que tienen su origen en pautas culturales tradicionales muy enraizadas y en el atraso económico.
El uso poco racional de los mismos ha sido una constante el la historia de la región. Muchos recursos, entre ellos los minerales, se agotaron sin que las sociedades locales se beneficiaran con su explotación. Otros fueron explotados en forma indiscriminada, como los forestales; algunas especies se talaron para extraer sus maderas, sin que se produjese su reforestación. Los suelos liberados del bosque se utilizaron con fines agrícolas o ganaderos, sin obtener, en general, buenos resultados: es el caso de los bosques tropicales, donde la tierra pierde muy pronto su fertilidad tras el desmonte, dando resultados agropecuarios muy pobres. Por otra parte, los suelos se están sobreexplotando, y en muchas áreas ya hay serios problemas de erosión y agotamiento.
La tala indiscriminada de madera para usarla como combustible doméstico que realizan quienes no disponen de otras fuentes de energía, el agotamiento de los suelos provocado por los productores minifundistas o el vertido de basura y desechos cloacales en las periferias urbanas donde no existen sistemas de recolección de residuos ni cloacas, son ejemplos que ponen de manifiesto la estrecha relación que existe entre el deterioro ambiental y la pobreza de la población.
2-Artículos, datos y mapas
I- “El suelo, un recurso estratégico”
Hacia principios del siglo XX la agricultura en la Región Pampeana Argentina se expandió sobre suelos vírgenes, con elevados contenidos de materia orgánica y muy bien estructurados. En esta primera etapa, las labranzas con herramientas inadecuadas, asociadas a sequías climáticas y quemazones no impactaban negativamente en los suelos en función de la elevada recuperación del sistema, lo cual permitía mantener el "ámbito original" con muy escasa disminución de su capacidad productiva. Luego de este periodo, se sucedieron en forma alternativa etapas de incremento de la vulnerabilidad de los suelos, con etapas de estabilización y recuperación parcial de la calidad perdida. A principios de la década del 90 comienza una fuerte expansión del sistema de siembra directa que continúa hasta nuestros días, y que constituye, el hecho positivo más importante desde el punto de vista de la conservación de los suelos y mejora de la calidad del ambiente productivo. El sistema de siembra directa se basó principalmente en la rotación de cultivos de trigo, soja y maíz, funcionando como un sistema casi perfecto para controlar la erosión, conservar el agua de lluvia e incrementar la materia orgánica del suelo. Sin embargo, el reemplazo de las rotaciones por el monocultivo de soja que se viene realizando al amparo de los precios excepcionales de este grano, plantea algunos interrogantes a futuro. En efecto, el cultivo de soja continuara reinando con muy buena rentabilidad para los productores y beneficios fiscales para el estado, e indirectamente para la sociedad en su conjunto. Pero así como disfrutamos de los beneficios, corresponde analizar objetivamente el impacto del monocultivo de soja sobre los recursos naturales. Sin duda, el mayor de los problemas ocasionados por esta modalidad de producción consistió en contribuir a un nuevo impulso de la tala indiscriminada de cientos de miles de hectáreas de bosques nativos, con una enorme perdida de biodiversidad y secuelas ambientales negativas. El otro problema, consiste en una simplificación extrema del agrosistema, con los riesgos económicos, ambientales y biológicos que ello implica, además del fuerte impacto sobre la estructura sociocultural de las regiones. Desde el punto de vista del suelo, se observa un incremento de los procesos de erosión hídrica en áreas onduladas, tema que estaba superado por el sistema de siembra directa con rotaciones que aseguraban una cobertura total del suelo con rastrojos de los
cultivos. La soja, por el contrario, provee un rastrojo rico en nitrógeno que se descompone rápidamente, dejando al suelo con muy escasa cobertura y expuesto a la acción erosiva. La situación descripta determina a su vez, una doble vía de reducción del stock de materia orgánica del suelo. Por un lado, debido a que la tasa de adición de rastrojos no alcanza a compensar la tasa de mineralización y por otro, porque la erosión se lleva aproximadamente un 0,1 por ciento de materia orgánica por cada centímetro de suelo perdido. La siembra directa genera una estructura de tipo laminar especialmente en los suelos con altos contenidos de limo y arena fina. Cuando existe una abundante cubierta de rastrojos, se produce "rugosidad" superficial que mantiene elevada la tasa de infiltración del agua de lluvia, superando ampliamente el efecto negativo de la estructura laminar. Por el contrario, la escasa cobertura del suelo y la perdida de materia orgánica, determinan una menor eficiencia en la captación y aprovechamiento del agua pluvial, lo cual acentúa las sequías climáticas. La escasa reposición de nutrientes por fertilizantes es el otro punto a considerar y que en el caso del fósforo es inferior al 20 por ciento de lo extraído por el cultivo de soja. Esta situación se debe principalmente a que una buena parte del cultivo se realiza en tierras con pocos años de agricultura sobre suelos ricos en ese elemento, pero con niveles de fertilidad en acelerado descenso. Frente al panorama descrito surge inmediatamente la siguiente pregunta: ¿Se puede hacer algo para minimizar los riesgos planteados y las secuelas negativas sobre los suelos? Consideramos que se puede hacer mucho. En primer termino demostrarle al productor agropecuario con números en la mano las ventajas que trae aparejada una buena rotación de cultivos cuando se analiza el mediano plazo, aun para la propia soja. Se debe insistir en la necesidad de incluir el maíz y otros cultivos en la rotación como si se tratara de una "practica de conservación" a la cual se deberá destinar parte de las utilidades obtenidas con la soja. Esto redundará en una mayor productividad global del sistema, mejorando la sustentabilidad tanto ambiental como económica en el mediano plazo. Lentamente se esta difundiendo en algunas zonas de la región pampeana la modalidad de contratos de arrendamiento por varios años que exigen rotación de cultivos, fertilización y la realización de curvas de nivel para un buen control de la erosión. El rol del estado es fundamental frente a la situación planteada, creando mecanismos que incentiven la diversificación productiva y principalmente la calidad de productos alternativos que permita una mejora en su competitividad. El suelo como "fábrica de alimentos" constituye un recurso estratégico para nuestro país frente a una población mundial en continuo aumento y demandas crecientes en cantidad y calidad. Nuestra obligación es velar por su integridad y salud contribuyendo así a que la agricultura argentina retome plenamente la senda de la sustentabilidad.
Clarín Rural, 27/05/2004
II- “Soja para hoy, hambre para, mañana”
Me duele ver que el suelo es destruido
por un monocultivo que han plantado.
Asesino cereal, soja, poroto maldito,
silenciosamente continúa devastando.
Comunidades enteras sigue asesinando,
pobladores desplazados de suelo nativo.
Millones de hectáreas de árboles talados
para engordar solo unos pocos bolsillos.
Multinacionales y sojeros enriquecidos,
mientras aumenta el territorio arruinado.
¿Qué harán cuando en el suelo improductivo
en varios años ni el trigo haya brotado?
Nunca pensé que a la nación, un grano
le sería engañoso como un espejismo,
es un grano doloroso como divieso insano,
otra gran mentira del capitalismo.
Un poroto que arruina al futuro mismo,
y pasa a ser hasta enemigo del Estado.
No tiene patria el capital maldito,
ni le interesa un pueblo aniquilado.
El hambre será algún día el resultado,
cuando el dinero sustituya al trigo.
El suelo fértil será entonces reemplazado
por territorio muerto, improductivo.
Señores agricultores, yo les pido:
No más monocultivos en los campos.
No arruinen mi fértil suelo argentino.
Respeten a mi tierra y su valor sagrado.
¡Dedíquenle más suelo al tambo y al trigo
que los niños en la mesa están esperando! Rubén Sada
Explicación de la poesía: Nosotros creemos que la producción desmesurada de soja está implicando varios problemas, tanto ambientales como sociales. Los más importantes son la tala de bosques nativos y la consecuente pérdida de hogar para animales y humanos, como ocurre en el Chaco. Además la práctica del monocultivo más el uso de agroquímicas a gran escala está generando desertificación en zonas que solían ser fértiles. Si no se pone un fin a esto, como dice la poesía, grandes consecuencias afectarán a toda nuestra patria.
[] III- Consumo de Fertilizantes en Argentina
IV- ¿Vale una hamburguesa de 125 gramos una tonelada de bosque pluvial?
Grandes extensiones de bosque pluvial amazónico han sido eliminadas en los últimos 25 años a fin de dar paso a pastizales para ganadería, lo cual es considerado como un uso rentable de las tierras amazónicas.
Aunque admitamos la dificultad de tasar el valor monetario del bosque pluvial, podemos asignar un valor a los productos de un lote de selva devastada, y así tener una idea del provecho económico que obtenemos de eliminar bosques pluviales. Aquí calculamos la cantidad de dicha selva que es intercambiada a fin de producir una mercancía valorada económicamente: la
hamburguesa.
¿Qué representaría, en términos de kilogramos o metros cuadrados de selva tropical lluviosa, el consumo de una hamburguesa típica de 125 gramos? Cada hamburguesa de bosque tropical representa 6,25 m2 de selva. ¡Es casi el tamaño de una pequeña cocina!
¿Qué vida puede tener lugar en los 6m2 de bosque pluvial representados por una sola hamburguesa? Tal espacio podría contener un árbol vigoroso de 20 metros de altura (450kg). Bajo el árbol podría haber unos 50 vástagos y retoños de 20 a 30 especies diferentes (47kg). Varias de estas especies de plantas podrían ser sumamente raras y de limitada distribución. En la vegetación vivirían miles de insectos de más de unas 100 especies (1kg). Existe una alta probabilidad de que muchos de estos insectos fueran de especies aún no conocidas por la ciencia. Docenas de especies de aves, reptiles y mamíferos pasarían por este pedazo de selva y lo utilizarían regularmente (1kg). Finalmente, habría una diversidad y abundancia casi imaginable de musgos, hongos y microorganismos, asociados con la superficie de hojas, cortezas, raíces y el suelo (1kg). Todo junto, son millones de individuos y miles de especies en ese pedacito de selva lluviosa representada por una sola hamburguesa.
Interciencia, Revista de Ciencias y Tecnología de América (Venezuela)
V-Deforestación en estados amazónicos de Brasil (km2)
VI- Degradación de los suelos en América latina
VII- Consecuencias de la deforestación
GLOBALES:
>disminuye la evapotranspiración de los vegetales;
>se altera el ciclo hidrológico;
>aumenta el CO2 atmosférico;
>aumenta el efecto invernadero;
>posibilita cambios climáticos;
>disminuye el O2 atmosférico;
>se pierden componentes de biodiversidad e información genética de la misma.
REGIONALES:
>se pierden cosechas;
>hay inundaciones devastadoras;
>se producen prolongadas sequías;
>hay erosiones extremas;
>se producen desbordes hídricos catastróficos;
>las aguas cubren las llanuras de inundación;
>se extinguen especies autóctonas.
VIII- Recursos minerales y fósiles en América latina
► Conclusión
Luego de haber realizado la tarea investigativa correspondiente, llegamos a la conclusión de que en América latina el mal manejo de los recursos ha impactado negativamente sobre el territorio.
El mal uso de los mismos no sólo ha afectado al medio ambiente sino también a los seres humanos. Las consecuencias más graves son la pérdida de biodiversidad derivada de la tala desmedrada de bosques y selvas para realizar actividades agropecuarias. Estas actividades no son nada benévolas para la región, ya que la práctica de monocultivos y el uso de fertilizantes, incrementados durante los últimos años, han ocasionado desertificación y menor cantidad de tierras aptas para el cultivo. Por otro lado, las actividades mineras afectan mucho a los ecosistemas y poblaciones circundantes, contaminando al medio y provocando enfermedades en la sociedad. Además de enfermedades, la población sufre otras consecuencias por el manejo mediocre de los recursos. Entre ellas están la pérdida de los hogares encontrados en zonas selváticas y la desnutrición ocasionada por la falta de tierras para cultivar sus alimentos. Las poblaciones originarias son las más afectadas.
Finalmente proponemos un uso más racional de los mismos, mediante la rotación de los cultivos, el uso moderado de los fertilizantes, el control de las empresas extranjeras (fundamentalmente de las explotadoras de minerales), y la creación de parques nacionales, como por ejemplo en la Amazonia brasileña.
► Bibliografía
>Mónica Beatriz Pacivich, Geografía 3, Buenos Aires, Santillana, 1990
>Rodolfo Bertoncello, Geografía 3 Sociedades y Espacios de América, Buenos Aires, Santillana, 1996
>Puri Ballús, La Biblia de las Ciencias Naturales, Barcelona, Lexus, 2005
>Carolina García, Geografía 1 el Mundo y América latina, Buenos Aires, Puerto de Palos, 2006
>Jorge Blanco, Geografía Mundial Contemporánea, Buenos Aires, Aique, 1999
>Luis Roberto Barone, Enciclopedia Cosmi-k, Buenos Aires, Clasa, 2001
>-------, Gran Enciclopedia Universal Espasa Calpe, tomo 12, Buenos Aires, Clarín, 2005
>www.gaia.org.mx
>uruguay.indymedia.org
>www.iadb.org
>www.rlc.fao.org
>alainet.org
>www.cricyt.edu.ar
>www.ecoportal.net
>es.wikipedia.org
>www.sagan-gea.org
>www.clarín.com
>rubensada.blogspot.com
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Enviado por: | Juan Pérez |
Idioma: | castellano |
País: | Argentina |