Historia
Raíces históricas de la España contemporánea
TEMA 1
LAS RAICES HISTÓRICAS DE LA ESPAÑA CONTEMPORANEA
Los problemas económicos y sociales del antiguo régimen
A partir de 1796 una serie de circunstancias contribuyeron a interrumpir el proceso de crecimiento económico:
Una serie de malas cosechas afectaron al abastecimiento del interior de la península.
El crecimiento de la población fue frenado por una oleada de hambre y epidemias.
La guerra continua con Inglaterra desbarató el tráfico comercial con América, fuente de prosperidad para las regiones litorales.
Las guerras, primero con Francia y después contra Inglaterra, ocasionaron enormes gastos, que el Estado no pudo pagar. Los déficits del presupuesto estatal van creciendo y el endeudamiento del Estado ya no cesará a lo largo del siglo XIX.
Si nos atenemos a la cantidad de riqueza y de poder que poseen los distintos miembros del cuerpo social, podemos agruparlos según su riqueza de esta forma:
Clases sociales según la riqueza agraria:
Grandes propietarios no cultivadores: nobles y eclesiásticos, arrendatarios de grandes propiedades cultivadas de forma capitalista.
Pequeños propietarios cultivadores: su proporción disminuye con relación al conjunto de los cultivadores, ven disminuida sus fincas y sus ingresos.
Arrendatarios y parceleros: su número aumenta y su situación empeora, se les exige cada vez mayores rentas por la tierra.
Jornaleros campesinos: crece su número y cada vez tienen menos posibilidades de conseguir tierras.
Clases sociales según la riqueza urbana:
Se perfilan en el estrato superior un grupo cuya riqueza no se basa en la tierra, son dueños de mercancías, bancos, fabricas, barcos... Grupo ya poderoso en Gran Bretaña, será la futura alta burguesía europea.
Aparece un grupo de gentes no noble, poseen menos riqueza pero pueden ocupar funciones importantes en la sociedad: científicos, abogados, médicos, altos funcionarios de la administración.
Los trabajadores manuales, divididos en:
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Los maestros: dueños de talleres al estilo gremial
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Los oficiales: con oficio bien conocido, trabajan en los talleres junto a los maestros.
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Las gentes sin oficio concreto: trabajan ocasionalmente en trabajos de escasa o nula cualificación.
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En los lugares donde aparece la nueva industria moderna se dan dos tipos de trabajadores:
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Los proletarios: salidos del campo, trabajan en condiciones muy duras por un sueldo bajísimo.
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Los técnicos: conocen el proceso de fabricación y el manejo de la maquinaria, muy apreciados en la nueva industria.
Las contradicciones de la monarquía absoluta
Se llevaron a cabo formulas propias del absolutismo, se aplicó una nueva administración territorial basada en:
Abolición de las autonomías políticas: supresión de la autonomía para los países de la corona de Aragón y la eliminación de los viejos fueros.
Modelo único de administración territorial: que consistía en la división del territorio en provincias gobernadas por un capitán general y una audiencia.
La reorganización del poder central se apoyaba en la idea de que el único depositario del poder político era el rey. Este escoge libremente a sus auxiliares, los ministros, que solo tienen autoridad mientras gozan de su confianza.
A la vez que aumentaba la importancia de los ministros, los consejos perdían poder, solo el Consejo de Castilla continuó siendo una pieza esencial en el gobierno del país. Este proporcionaba informes y dictámenes sobre todo tipo de cuestiones de gobierno interior, elaboraba proyectos de ley y funcionaba como una especie de Alto Tribunal de Justicia.
Para las modificaciones en el sistema fiscal se diseñó un plan:
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Suprimir el viejo sistema de percepción de impuestos.
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Implantar pocos impuestos, bien justificados y productivos.
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Reunir estos impuestos en un fondo común centralizado.
Este proyecto se aplicó hasta el punto de que se creó un fondo común en el que se reunían todos los recursos del Estado, Navarra y el País Vasco conservaron su autonomía en cuestiones de hacienda.
El nuevo sistema fiscal en la Corona de Aragón se vasó en la distribución equitativa entre todos los habitantes de cada provincia de lo que tenían que pagar, a esto se le denominó "el catastro", dinero que el gobierno decidía anualmente que necesitaba recaudar en aquel territorio. Se decidía teniendo en cuenta la riqueza rústica y urbana, nobles, eclesiásticos y funcionarios públicos estaban exentos.
La crítica de los ilustrados y el impacto de la revolución francesa
La ilustración en España consideró que los objetivos políticos, económicos y sociales era la base adecuada para sacar a España de su decadencia. Los puntos básicos de su pensamiento fueron:
Desarrollar el cultivo de las ciencias útiles, consideradas como la base de una renovación técnica, por lo tanto es preciso renovar totalmente el sistema educativo del país.
El análisis crítico de la estructura económica y social del país para buscar ahí una de las raíces de la decadencia.
Interés por las teorías políticas que se abrían camino en Europa, el liberalismo.
Trataban de evitar un choque frontal con la inquisición, hacen gala de aceptar solo las ideas compatibles con el cristianismo.
Los ilustrados formaron un grupo de actuación cuyos aspectos principales eran:
Se comunicaban mediante publicaciones periódicas y el intercambio de libros publicados fuera de España.
Intentaron penetrar en la universidad y modificar su funcionamiento.
Actuaban en asociaciones.
Ascendieron al poder en tiempos de Carlos III cuyos ministros y auxiliares formaban parte del grupo de ilustrados.
En la divulgación de sus ideas chocaron con la inquisición y con la Compañía de Jesús, que era un elemento básico dentro de la educación.
Sus proyectos tropezaron con los intereses económicos de buena parte de la nobleza y del clero.
Las cortes de Cádiz y la constitución de 1812
La convocatoria de Cortes, a celebrar en Cádiz, se hizo para restablecer y mejorar la constitución fundamental de la monarquía. Los partidarios del Antiguo Régimen fracasaron por su escaso número de participantes, el triunfo fue de los liberales.
Acudieron a Cádiz los diputados elegidos en la zona libre y en alguno de los territorios ocupados por los franceses. La mayoría de los miembros pertenecían al Estado llano, teniendo en cuenta las profesiones liberales, podría hablarse de una revolución de la burguesía intelectual.
En la primera sesión fue evidente la división de los diputados en dos grupos: los que deseaban el mantenimiento del Antiguo Regimen y los liberales, que eran un grupo mas numeroso y tenían como lema la soberanía de la nación. Se propuso hacer una declaración de poderes que dejase sentado el principio de que en las Cortes generales residía la soberanía nacional.
Las cortes trataron de organizar el gobierno de la nación partiendo de la liquidación de las instituciones del Antiguo Régimen. En marzo de 1812 se promulgó la Constitución. Sus cuatro puntos básicos fueron: soberanía nacional, división de poderes, proclamación del catolicismo como religión del Estado y sufragio indirecto.
Una serie de leyes fueron dando forma al nuevo sistema político:
Proclamación de la libertad de los propietarios, sin limitaciones. La libertad abre del camino hacia el liberalismo económico.
El camino hacia la reforma agraria es continuada mediante la expropiación de los bienes, los terrenos comunales podrían pasar a ser propiedad privada y una limitación de los mayorazgos.
La inquisición fue suprimida y sus bienes adjudicados al Estado, y también los restos de feudalismo, con lo cual quedaba abierto el camino para la reforma en el sistema judicial y en el fiscal.
Revolución liberal y la reacción absolutista.
Llamada revolución burguesa, algunas minorías querían continuar el movimiento reformista iniciado en el siglo XVIII, que había frenado durante el reinado
Carlos IV. Podemos iniciar la existencia de tres grupos partidarios de la reforma:
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Los afrancesados: aceptaron la renuncia de Carlos IV y Fernando VII, viendo en el régimen napoleónico la posibilidad de realizar la reforma. Procedían de las mas altas capas de la sociedad. La mayoría del pueblo no estaba de acuerdo con esta actitud y fueron tachados de traidores. Defendían una monarquía autoritaria capaz de realizar las reformas, concepción que promulgó Napoleon y que se refería a la supresión del régimen señorial y de la inquisición, reducción de los conventos, traslado de las aduanas a las fronteras y reforma en el código civil y en la administración, y a eliminación de las tierras de "manos muertas".
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Los liberales: partidarios de la libertad defendían la cámara única. Influidos por la revolución francesa, consideraban imprescindible recoger las bases de la reforma en una constitución escrita.
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Los jovellanistas: opuestos a Napoleon, siguieron las doctrinas de Jovellanos. Como modelo de sistema político tomaba el de Gran Bretaña, independencia del poder judicial, legislativo y ejecutivo.
El reinado de Fernando VII.
En la segunda etapa del reinado existían en España gravísimos problemas:
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Problemas derivados de la guerra: el desorden en el medio rural y la decadencia de la agricultura derivan del conflicto bélico al que se añadirá el desbarajuste económico y financiero. El final de la guerra coincidió con una crisis general, a lo que se unió en España la elevada deuda exterior y la emancipación de los territorios americanos.
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Problemas derivados de los privilegios del Antiguo Régimen: al mantenerse los privilegios de clase del Antiguo Régimen, el equilibrio financiero solo se podía mantener a costa de reducir los presupuestos y de convertir a España en una potencia de segunda fila.
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Problemas políticos: se advierte una radicalización progresiva del conflicto entre liberales y absolutistas, debido al carácter excluyente que adquiere cada uno de los partidos al subir al poder. La lucha política se convierte en una autentica lucha contra el régimen.
Fernando VII al regresar a España en 1814 anuló la constitución de 1812. La represión fue dura y muchos liberales tuvieron que exiliarse.
En 1820 triunfa un pronunciamiento liberal, un ejercito que iba a salir hacia América para sofocar el movimiento independentista se sublevó y Fernando VII decidió aceptar la constitución. Se forman las cortes de 1820 mediante un sistema de cogestión monarquico-parlamentaria, pero Fernando VII utilizó todos los recursos constitucionales como el derecho al veto para frenar las reformas. Esto originó la escisión entre los liberales: los moderados consideraban que la participación de la corona era indispensable y los exaltados opinaban que el monarca solo debía realizar funciones ejecutivas.
Durante los dos primeros años dominaron en las cortes los moderados, a partir de 1822 gobernaron los exaltados y quedan abolidos los privilegios de clase con la supresión de los señoríos y la imposición de cargos tributarios a la iglesia.
La oposición al régimen liberal provoca la formación de partidos realistas, cuya acción más importante fue la creación de la "regencia de Urgel" que querían la vuelta pura y simple al absolutismo.
En la última etapa del reinado de Fernando VII, se da el retorno al absolutismo y esto da lugar a una dura represión contra los liberales, que tuvieron que iniciar una oleada de emigración hacia Francia e Inglaterra. En este periodo no hubo una política exterior y la interior se limitó a vivir al día frente al caos financiero.
La cuestión sucesoria: las dimensiones entre liberales y absolutistas dan origen al "carlismo", problema al mismo tiempo dinástico, político e ideológico. Los absolutistas se agrupan con fuerza en torno al infante D. Carlos, que fue desterrado por negarse a reconocer como heredera a su sobrina Isabel, hija de Fernando VII y su cuarta esposa María Cristina de Borbón.
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Enviado por: | Marss |
Idioma: | castellano |
País: | España |