Filosofía y Ciencia


Racionalismo


INTRODUCCIÓN

La posición epistemológica que ve en el pensamiento, la razón, la fuente principal del conocimiento humano, se llama racionalismo (del latín, ratio = razón). Según él, un conocimiento solo merece, en realidad, este nombre cuando es lógicamente necesario y universalmente valido. Cuando nuestra razón juzga que una cosa tiene que ser así y que no puede ser de otro modo; que tiene que ser así, por tanto, siempre y en todas partes, entonces y solo entonces nos encontramos ante un verdadero conocimiento, en opinión del racionalismo. Un conocimiento semejante se nos presenta, por ejemplo, cuando formulamos el juicio “el todo es mayor que la parte “o “todos los cuerpos son extensos”. En ambos casos vemos con evidencia que tiene que ser así y que la razón se contradiría a si misma si quisiera sostener lo contrario. Y porque tiene que ser así, es también siempre y en todas partes as. Estos juicios poseen, pues, una necesidad lógica y una validez universal rigurosa.

Cosa muy distinta sucede, en cambio, con el juicio “todos los cuerpos son pesados”, o el juicio “el agua hierve a 100 grados. En este caso solo podemos juzgar que es así, pero no pero no que tiene que ser así. En y por si es perfectamente concebible que el agua hierva a una temperatura inferior o superior; y tampoco significa una contradicción interna representarse un cuerpo que no posea peso, pues la nota de peso no esta contenida en el concepto cuerpo. Estos juicios no tienen pues necesidad lógica, y así mismo les falta la rigurosa validez universal. Podemos juzgar únicamente que el agua hierve a los 100 grados y que los cuerpos son pesados, hasta donde hemos podido comprobarlo. Estos juicios sólo son validos, dentro de límites determinados. La razón de ello es que en estos juicios, nos hallamos atendidos a la experiencia. Esto no ocurre en los juicios primeramente citados. Formulemos el juicio “todos los cuerpos son extensos”, representándonos los conceptos de cuerpo y descubriendo en el la nota de extensión. Este juicio no se funda en ninguna experiencia sino en el pensamiento. Resulta, por lo tanto, que los juicios fundados en el pensamiento, los juicios procedentes de la razón, poseen necesidad lógica y validez universal; los demás por el contrario no. Todo verdadero conocimiento se funda según esto - así concluye el racionalismo -, en el pensamiento. Este es por ende la verdadera base del conocimiento humano.

Una forma invariada del conocimiento ha servido evidentemente de modelo a la interpretación racional del conocimiento.

HISTORIA

El racionalismo es un movimiento filosófico desarrollado particularmente en Europa continental durante los siglos XVIII-XVII.

Este comienza a surgir en Atenas a través del filósofo griego Platón, el cual se halla convencido de que todo verdadero saber se distingue por las notas de la necesidad lógica y la valides universal. Ahora bien el mundo de la experiencia se encuentra en un continuo cambio y mudanza, consiguiente mente no puede procurarnos un verdadero saber. Es así como con los eleáticos, platón estuvo profundamente penetrado en la idea de que los sentidos no pueden nunca conducirnos a un saber verdadero, sino que lo único que generan es una mera opinión, por lo cual tiene que haber además del mundo sensible otro suprasensible, del cual saque nuestra conciencia sus contenidos, Platón llama a este mundo suprasensible el mundo de las ideas, el cual no es meramente un orden lógico, sino a la vez un orden metafísico. Pero este mundo se halla en segundo lugar, en relación con la conciencia cognoscente.

Una forma algo distinta se encuentra en Plotino y San Agustín. El primero cree que las ideas ya no son un reino de esencias inexistentes por si, sino que una parte racional de nuestra alma es alimentada e iluminada continuamente desde arriba , esta idea es recogida y modificada en sentido cristiano por San Agustín, ahora el conocimiento tiene lugar siendo el espíritu humano iluminado por Dios, las verdades y los conceptos supremos son irradiados por Dios a nuestro espíritu, pero San Agustín también reconoce otra provincia del saber, cuya fuente es la experiencia.

Este racionalismo experimenta una intensificación en la Edad Moderna, la que se verifica en el filosofo francés del siglo XVII, Malebranche, su tesis fundamental dice: sostenía que los seres humanos “vemos todas las cosas en Dios”, ya que el conocimiento de los hombres sólo es posible a través de la interacción entre un ser humano y Dios, los cambios en los objetos o los pensamientos son provocados por Dios, no por los propios objetos o los individuos. El filosofo italiano Gioberti ha renovado esta idea en el siglo XIX, Según el, conocemos las cosas contemplando inmediatamente lo absoluto en su actividad creadora.

Pero el racionalismo se identifica ante todo con la tradición que proviene del filósofo y científico francés René Descartes (La Haye, Francia, 1596-1650) el francés Baruch Spinoza (Amsterdam, 1632-1677) y el pensador y matemático alemán Gottfried Wilhelm Leibniz. G. (Leipzig, 1646-1716).

Descartes creía que la geometría representaba el ideal de todas las ciencias y también de la filosofía. Mantenía que sólo por medio de la razón se podían descubrir ciertos universales, verdades evidentes en sí, de las que es posible deducir el resto de contenidos de la filosofía y de las ciencias. Manifestaba que estas verdades evidentes en sí eran innatas, no derivadas de la experiencia. El tenía el intento originario de hallar la verdad evidente a partir de la cual, y por un método riguroso, fuera alcanzar la las verdades últimas, propias de la metafísica. Primero, comienza dudando de todo (una duda metódica) y se encuentra con una verdad que nace de la misma duda: el yo que duda existo (cogito ergo sum, pienso, luego existo). La característica del método de Descartes se establece dentro de las siguientes cuatro reglas:

La evidencia es el criterio de verdad La evidencia implica razonamiento, y la verdad se devela a través de una serie de procesos cognitivos

Los caracteres esenciales de la verdad son la “claridad y la distinción” La verdad necesariamente debe ser descubierta por un proceso de razonamiento, por lo que requiere de un método claro que permita no desviarse del camino hacia esta y una distinción para ver si lo que se busca es lo indicado, respecto al objetivo planteado.

Las ideas que se ajusten a estos caracteres se denominan “naturae simplicesPor lo mencionado en el punto anterior, alcanzando esta característica se alcanza la verdad.

Su conocimiento es intuitivo, no se adquiere por medio de ideas innatas Como el hombre es, por esencia un animal curioso, en el sentido de investigar y descubrir las cosas, el conocimiento nace por una inquietud para comprender un fenómeno, no de un estado innato preestablecido.

Spinoza afirmó la existencia de una única substancia, "Deus sive substancia, sive natura", que le hizo desembocar en una postura panteísta: pensamiento y extensión son atributos de Dios, única substancia existente, por lo que tanto el pensamiento (alma) como las cosas materiales no pueden ser consideradas sino como sus modos, no como entidades independientemente existentes.

Leibniz, sin embargo, adoptó un pluralismo metafísico que afirmaba la existencia de infinitas substancias simples o mónadas caracterizadas por ser inextensas,, simples, impenetrables y dotadas de percepción y apetición. La mónada es una cierta energía, fuerza o entelequia (alma) que sigue el orden inexorable de una armonía preestablecida por Dios.

El racionalismo epistemológico ha sido aplicado a otros campos de la investigación filosófica. El racionalismo en ética es la afirmación de que ciertas ideas morales primarias son innatas en la especie humana y que tales principios morales son evidentes en sí a la facultad racional. El racionalismo en la filosofía de la religión afirma que los principios fundamentales de la religión son innatos o evidentes en sí y que la revelación no es necesaria, como en el deísmo. Desde finales del año 1800, el racionalismo ha jugado sobre todo un papel antirreligioso en la teología.

CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES DE LA FILOSOFÍA RACIONALISTA

1. Plena confianza en la razón humana

los filósofos racionalistas le otorgan un valor extremo a la razón entendida como la única facultad susceptible de alcanzar la verdad. La oposición típica en la Edad Media entre razón y fe (Revelación) o entre filosofía y religión, es sustituida ahora por la contraposición entre las verdades racionales frente a los engaños o ilusiones de los sentidos. Razón se opone a sensibilidad, experiencia, conocimiento sensoperceptual, no a fe.

2. Existencia de ideas innatas

Siguiendo la tradición abierta por Platón, para el cual el conocimiento verdadero podía ser alcanzado a través del recuerdo, al estar las Ideas de algún modo "presentes" en el alma humana, los racionalistas afirman que la conciencia posee ciertos contenidos o ideas en las que se encuentra asentada la verdad. La mente humana no es un receptáculo vacío, ni una "tabla rasa" como defendieron los empiristas, sino que posee naturalmente un número determinado de ideas innatas o naturalezas simples (como las denomina Descartes) a partir de las cuales se vertebra y fundamenta deductivamente todo el edificio del conocimiento. La característica fundamental de tales ideas es su simplicidad, claridad y distinción, es decir, la evidencia. En Descartes las ideas innatas y en particular la idea de Dios garantizan y son los pilares desde los que reconstruir con plena certeza todos los saberes, desde la física hasta la metafísica. En Leibniz, por ejemplo, las mónadas contienen ("como semillas") una perspectiva parcial de la totalidad del universo, son un microcosmos en el que se refleja el macrocosmos.

3. Adopción de un método de carácter matemático

Todos los racionalistas tomaron como modelo el método utilizado por la matemática y la geometría: Descartes lo desarrolló en su obra Reglas para la dirección del espíritu; Spinoza en el Tratado de la reforma del entendimiento y Leibniz en su De Arte combinatoria, que estaba inspirado en Ramón Llull.

La utilidad del método estriba no sólo en escapar del error, sino que persigue una intención clara: la unificación de las ciencias e incluso la creación de una "Mathesis Universalis" o ciencia cierta de carácter universal que pudiera utilizar un lenguaje simbólico matemático con el que analizar y reducir a lo simple (y cierto) toda proposición compleja de la ciencia.

En las Regulae ad directionem ingenii (Regla IV) define Descartes el método de la siguiente manera:

"Así pues, entiendo por método reglas ciertas y fáciles, mediante las cuales, el que las observe exactamente no tomará nunca nada falso por verdadero, y, no empleando inútilmente ningún esfuerzo de la mente, sino aumentando gradualmente su ciencia, llegará al conocimiento verdadero de todo aquello de que es capaz."

El método es una propedeútica: sana, cura el entendimiento y lo orienta a la conquista de la verdad, reduciendo toda cuestión compleja a elementos simples, claros y distintos (evidentes) que son conocidos mediante una intuición intelectual, despojada de toda sensibilidad e independiente del ámbito de la experiencia (a priori).

4. Metafísica basada en la idea de substancia

La metafísica racionalista desvía la atención del ser (to ón) a la substancia (substantia) y adelgaza la división categorial de Aristóteles a tres únicos fundamentos: substancia, atributos (esencia o naturaleza de la substancia) y modos (cualificaciones, afecciones y variaciones de la substancia).

Por substancia entienden los racionalistas "aquello que existe de tal manera que no necesita de ninguna otra cosa para existir" (Descartes). Ahora bien, no todos estos filósofos admitieron el mismo número de ellas ni le otorgaron las mismas características. Descartes afirmó la existencia de tres substancias distintas (res infinita o Dios, res cogitans o pensamiento y res extensa o substancias corpóreas), lo cual le condujo al establecimiento de un acusado dualismo que escindió la realidad en dos ámbitos heterogéneos (lo corporal o material y lo espiritual) irreconciliables entre sí y regidos por leyes absolutamente divergentes (leyes mecánicas para el mundo físico).

5. El mecanicismo

Aunque no fue adoptado por todos los racionalistas (Leibniz, por ejemplo), el mecanicismo fue el paradigma científico predilecto para la mayoría de ellos. Según éste, el mundo es concebido como una máquina, despojada de toda finalidad o causalidad que vaya más allá de la pura eficiencia: todo se explica por choques de materia en el espacio (lleno) y no existen fuerzas ocultas o acciones "a distancia". El mundo es como un gigante mecanismo cuantitativamente analizable.

MATEMÁTICA

La matemática por completo es un ejemplo de racionalismo ya que esta es un conocimiento predominantemente conceptual y deductivo. En la geometría por ejemplo, todos los conocimientos se derivan de algunos conceptos y axiomas supremos. El pensamiento impera con absoluta independencia de toda experiencia, siguiendo solo sus propias leyes. Todos los juicios que formula se distinguen a demás, por las notas de necesidad lógica y la valides universal. Pues bien, cuando se interpreta y concibe todo el conocimiento humano con arreglo a esta forma del conocimiento, se llega al racionalismo.

Para Descartes la matemática es esencialmente esto, ORDENAMIENTO DE IDEAS, no solo dentro de esta, sino en el sentido epistemológico del tema. Por último, para Descartes, al ser las matemáticas una rama del conocimiento que no se basa en la subjetividad de su discurso, como en la filosofía, permite que el sentido a lo que se alude no se desvíe de lo que se trate de aludir. Para Goycochea, “las matemáticas son directas, concisas y no recaen en la subjetividad, que de vez en cuando se vuelve tediosa e innecesaria para lo que se quiere plantear”.

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BIBLIOGRAFIA

  • http://www.intelligent-systems.com.ar/intsyst/rationalSp.htm

  • "Racionalismo," Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2000. © 1993-1999 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

  • http://www.cibernous.com/glosario/alaz/racionalismo.html

  • Hessen J. (1925) Teoría Del conocimiento, Buenos Aires: Editorial Losada S.A.

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  • Descartes R. (1993) Discurso del metodo, Buenos Aires: Ediciones Atalaya S.A.

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"Racionalismo," Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2000. © 1993-1999 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

http://www.cibernous.com/glosario/alaz/racionalismo.html




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Enviado por:Clandestin O
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