Psicología


Psicología Social


Psicología social

  • LIBRO

PARTE I: INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA SOCIAL

TEMA 1 : HACIENDO PSICOLOGÍA SOCIAL

La Psicología Social es una ciencia que estudia las influencias de nuestras situaciones, prestando especial atención al modo como nos vemos, relacionamos y afectamos unos a otros, y creando para ello teorías y experimentos que ponen de manifiesto la relación causa-efecto.

  • Formar y probar teorías

Los psicólogos sociales organizan sus ideas y hallazgos en teorías (conjunto integrado de principios que explican y predicen los eventos observados), que explican los hechos (afirmaciones aceptadas sobre lo que observamos). Las teorías resumen y hacen predicciones testificables, es decir, hipótesis, que nos permiten poner a prueba la teoría, nos dan dirección a la investigación y permite hacer de las teorías aspectos prácticos. Una buena teoría resumen muchas observaciones y permite hacer predicciones claras para confirmar/modificar la teoría, hacer nuevas exploraciones y sugerir una aplicación práctica.

  • Investigación correlacional: Detección de asociaciones naturales

La investigación sociopsicológica puede hacerse en laboratorio (situación controlada) con la investigación experimental (manipulando factores para ver su efecto sobre otros) o sobre el terreno (situaciones de cada día) con la investigación correlacional (buscando asociaciones naturales). La investigación correlacional nos permite predecir pero no nos puede decir si cambiando una variable causará cambios en otra. Las técnicas correlacionales avanzadas pueden insinuar las relaciones de causa y efecto extrayendo estadísticamente la influencia de, por ejemplo, variables extrañas pero asociadas. La ventaja de la investigación correlacional radica en que tiende a suceder en situaciones reales, donde podemos examinar factores como la raza, el género y el estatus social, que no podemos manipular en el laboratorio. La desventaja de ésta es la ambigüedad de resultados: la correlación no especifica cual es la causa y cual el efecto.

  • Investigación experimental: En busca de la causa y del efecto

La imposibilidad de discriminar entre causa y efecto de correlaciones impulsó a crear en el laboratorio imitaciones de los procesos de la vida diaria, cambiando a un tiempo las variables independientes para demostrar como nos afectan los cambios de las cosas en la conducta, que sería la variable dependiente. Estos experimentos los hacen para entender y predecir las conductas humanas complejas, ara saber por qué la conducta varía de una persona a otra, en distintas situaciones y a lo largo del tiempo. Cada experimento psicosocial tiene dos ingredientes esenciales: el control, al manipular las variables independientes mientras mantenemos constante el resto, y la asignación al azar, que elimina los factores extraños y crea grupos equivalentes; así, las diferencias entre los dos grupos solo se deberán a la variable independiente. A veces, los tratamientos psicosociales experimentales son inocuos, mientras que otras veces éstos están entre lo arriesgado y lo inocuo, implicando pensamientos intensos y emociones. A pesar de que los experimentos no necesitan tener realismo mundano (ser literalmente lo mismo que la conducta de la vida diaria), si que deberían tener realismo experimental, debe absorber e involucrar a los participantes. Por ello, los investigadores andan frecuentemente en la cuerda floja al diseñar experimentos que impliquen a la gente y que a la vez sean éticos. Los principios éticos desarrollados por la APA y la BPS son que:

  • Informen suficiente a los participantes para que puedan dar consentimiento informado.

  • Sean sinceros, que solo se emplee el engaño si de lo contrario va a influir en la prueba.

  • Se proteja a las personas del daño o malestar.

  • Traten confidencialmente la información de los participantes.

  • Expliquen totalmente el experimento al finalizarlo, incluidos los posibles engaños, menos cuando la información pueda resultar estresante.

  • Generalizar del laboratorio a la vida

Hay que ser cautos al generalizar del laboratorio a la vida porque, aunque el laboratorio descubre dinámicas básicas de la existencia humana, no deja de ser una realidad simplificada y controlada: nos dice que efectos podemos esperar de una variable, manteniendo igual el resto, lo que en la vida no es así. Sin embargo, podemos distinguir entre contenido de pensamiento y actuación de las personas (varía + según culturas), y proceso por el que piensan y actúan.

TEMA 2 : YA LO SABÍA, ¿NO?

Al igual que la Psicología Social, nosotros observamos a la gente que piensa sobre los demás, influye y se relaciona con ellos, por lo que esta ciencia es cosa de todos. A pesa de ello, ésta se enfrenta a dos crítica contradictorias: 1) Dicen que es trivial porque confirma lo que es obvio; 2) Dicen que es peligrosa porque sus hallazgos podrían ser usados para manipular a la gente. Respecto a la primera crítica, cabe decir que el sentido común hace que todo nos parezca más obvio después de conocer los hechos (sesgo de reprovisión). Este fenómenos de esto-yo-ya-lo-sabía no solo hace que los hallazgos de la ciencia social parezcan de sentido común, sino que tiene consecuencias perniciosas (arrogancia, al sobreestimar nuestro intelecto y culpar a los experimentadores por proponer resultados que “eran obvios”). El punto importante no es que el sentido común sea predeciblemente erróneo, sino que el sentid común tiene razón después de los hechos. Nos engañamos a nosotros mismos fácilmente pensando que sabemos y sabíamos más de lo que en realidad es, y es por esto por lo que la ciencia es necesaria, para que nos ayude a separar la realidad de la ilusión y las predicciones genuinas de la cómoda reprovisión.

PARTE II: PENSAMIENTO SOCIAL

TEMA 8 : RAZONES PARA LA SINRAZÓN

Nuestras rápidas generalizaciones son adaptativas, pero a veces se equivocan. Las formas comunes con que la gente forma o mantiene creencias falsas son las que desarrollamos ahora:

  • Nuestras preconcepciones controlan nuestras interpretaciones

Nuestras preconcepciones guían como percibimos e interpretamos la información, influyendo en los juicios sociales, es decir, que no respondemos a la realidad como es, sino a la realidad tal como la construimos en la mente. Por ello, nuestros supuestos compartidos con respecto al mundo pueden hacer que la evidencia contraria parezca favorable. Así, los productores cinematográficos pueden controlar las percepciones de emoción de la gente manipulando las circunstancias en que ven la cara, a lo que se le llama efecto Kulechov, en honor al director de cine ruso que, manipulando los supuestos del espectador, guiaba hábilmente sus deducciones. Moraleja: Hay una realidad ahí delante, pero es nuestra mente la que la construye activamente.

  • Nos arrastran más los eventos memorables que los hechos

Si en tu memoria hay ejemplos fácilmente disponibles, entonces asumirás que son muy corrientes. Esto es así, por lo que estamos bien preparados con esta regla simple cognitiva llamada heurística de la disponibilidad. Pero esta regla a veces nos engaña, ya que los eventos vividos y fáciles de imaginar pueden parecer que ocurren con mayor frecuencia. El uso de esta heurística de la disponibilidad resalta un principio básico del pensamiento social: la gente es lenta al deducir ejemplos particulares de una verdad general, pero es muy rápida para inducir una verdad general de un ejemplo muy vívido (al tener más fáciles las noticias de avión, creemos que podemos tener más riesgo en un avión que en un coche, aunque sea al contrario).

  • Percibimos erróneamente la correlación y el control

Esto es nuestra búsqueda de orden en eventos aleatorios, que lleva a caminos falsos como:

  • Correlación ilusoria: Es el hecho de asociar fácilmente eventos fortuitos al esperar encontrar correlaciones significativas. Si creemos que existe una correlación es más probable que advirtamos y recordemos hechos que la confirman (ves un gato negro y te caes, y es por él).

  • Ilusión de control: Es la idea de que acontecimientos que ocurren por casualidad se deben a nuestra influencia. Hay dos situaciones claras para comprobar esto:

  • El juego: La gente actúa como si pudiera controlar y/o predecir el azar, lo que se puede confirmar observando jugadores en la vida real. Por ello, la industria del juego progresa a costa de la ilusión de éstos que atribuyen su ganancia a su habilidad y previsión. La observación del ardiente deseo de control de la gente, incluso al coger el nº de lotería, llevó a pensar que el grado de control percibido es extremadamente importante para el funcionamiento exitoso.

  • Regresión hacia el promedio: Es un fenómeno estadístico, que no queremos reconocer, que implica que los acontecimientos vayan hacia un promedio, aunque estén muy por encima o por debajo en un momento concreto (un estudiante que saca muuuy buenas notas en el primer examen, es más probable que saque peores notas en el segundo, pues su nota tiende a regresar al promedio, y no seguir subiendo).

  • Nuestras creencias pueden engendran sus propias conclusiones

A veces, nuestras creencias intuitivas nos llevan a actuar de forma que producen su aparente confirmación, por lo que nuestras creencias sobre las demás pueden convertirse en profecías que se autorrealizan. Un ejemplo de ello se da en los estudios de Rosenthal sobre los sesgos del experimentador, que demuestran que los sujetos de investigación a veces actúan para complacer las expectativas que se tiene de ellos. Acerca de esto podemos preguntarnos:

  • ¿Afectan las expectativas de los profesores al rendimiento de los alumnos?: Los profesores tienen mejores expectativas sobre unos alumnos que sobre otros. Además, las evaluaciones de éstos se correlaciona con los logros de los alumnos: los profesores piensan bien de los alumnos que rinden bien porque perciben acertadamente las cualidades y logros de sus alumnos. Aun así, las expectativas bajas no condenan al niño capaz, ni las altas transforman al alumno lento en un triunfador; la naturaleza humana no es tan manejable. Pero las expectativas si que influyen tanto a profesores como a los propios alumnos (cuando te dicen que un profesor es bueno o un tostón).

  • ¿Conseguimos lo que esperamos de los demás?: A veces, las expectativas positivas que tenemos de alguien llevan a ser amable con esa persona, lo que hace que ella lo sea también con nosotros, confirmando así nuestras expectativas. Snyder mostró como las creencias erróneas sobre el mundo social, una vez formadas, pueden inducir a otros a confirmar esas creencias, una clase de autoprofecía que se autocumple llamada confirmación conductual (mujeres que tenían que hablar por teléfono diciendo unas que eran atractivas y otras que no; las “atractivas” hablaron más amablemente). Esto nos ayuda a entender como las creencias sociales (estereotipos sobre razas, sexos, discapacitados, etc.) pueden autorrealizarse. Ayudamos a construir nuestras propias realidades sociales. El modo en que nos tratan los demás refleja les hemos tratado nosotros.

  • Conclusiones

Somos hábiles, pero el premio a la mente por hacer juicios eficaces hace que nuestra intuición sea más vulnerable al juicio falso de lo que creemos. Llevados por nuestras preconcepciones, sobreconfiados, persuadidos por anécdotas vívidas, percibiendo correlaciones y control incluso donde no puede existir, formamos y nuestras creencias falsas sociales y después influimos en los demás para que las confirmen y poder así mantenerlas.

TEMA 9 : CONDUCTA Y CREENCIA

En nuestra enseñanza está el supuesto de que las creencias privadas determinan la conducta pública, por lo que si queremos cambiar la conducta, necesitaremos cambiar mente y corazón.

  • ¿Influyen las actitudes en la conducta?

Las actitudes son creencias y sentimientos que pueden influir en nuestras reacciones. En 1960 se pudo de manifiesto que lo que las personas dicen que piensan y sienten tiene poco que ver con su modo de actuar. En 1970-80 se reveló que nuestras actitudes que influyen en nuestras acciones en circunstancias como:

    • Cuando las influencias externas en nuestras palabras y acciones son mínimas: A veces acomodamos las expresiones de nuestras actitudes a los que nos escuchan, mientras que otras es la presión social la que hace que nuestras conductas se aparten de nuestras actitudes. Cuando la presión externa no desdibuja el vínculo entre nuestras actitudes y nuestras acciones, ese vínculo podemos verlo con más claridad (votar algo oculto y, si tienes que decirlo en público, mentir).

    • Cuando la actitud es específica de la conducta: La actitud predecirá la conducta que vas a llevar a cabo (la actitud de alguien del Opus hacia la concepción predecirá que no usa anticonceptivos).

    • Cuando somos conscientes de nuestras actitudes: Las actitudes pueden estar dormidas cuando actuamos por rutina o nos dejamos llevar por la corriente, pero para que nuestras actitudes guíen nuestra conducta debemos pensar sobre ellas para ser conscientes de las mismas. Así, las actitudes que se forman tras una experiencia significativa se recuerdan con más frecuencia y por ello guían más nuestra conducta.

Por tanto, una actitud influirá en nuestra conducta si las influencias son mínimas, si la actitud

se relaciona específicamente con la conducta y si la actitud es fuerte.

  • ¿Influye la conducta en las actitudes?

Una de las grandes lecciones de la psicología social es que no solo actuamos según pensamos, sino que somos propensos a pensar de nosotros mismos por el modo que tenemos de actuar: la actitud sigue la conducta. Esto se representa en fenómenos como el:

    • Role-playing: El rol se refiere a las conductas que se esperan de aquellos que tienen una posición social concreta. Cuando tenemos roles sociales nuevos nos sentimos extraños y nuestras acciones no nos resultan naturales, pero esto dura poco porque al tiempo el rol ha empezado a ajustarse a nosotros cómodamente. Este es el caso de la prisión simulada por Zimbardo: lo que es irreal (rol artificial) se puede convertir en algo real, ya que al asumir un nuevo rol puede que forme tus nuevas actitudes.

    • Decir se hace creer: Las personas que son inducidas a dar un testimonio sobre algo de lo que tienen verdaderas dudas, se sienten mal por su engaño, pero empiezan a creer lo que dicen.

    • El fenómeno “con-el-pie-en-la-puerta”: Si quieres que alguien te haga un favor, primero consigue que te haga un pequeño favor y después hará lo que tu quieras (aunque pensara que no iba ha ceder más).Hay investigadores que confirman que éste fenómeno tiene también conductas altruistas. Derivado de esto está la técnica de la pelota rasa, que es, por ejemplo, cuando un comprador esta firmando los papeles del coche y se le empiezan a meter recargos de los extras y opcionales que pensaban que ya entraban en el “buen precio”; hay casos que pagan más que antes de regatear. Por eso, antes de decir sí a algo, piensa lo que puede venir después.

    • Acciones malas y actitudes: El hecho de que la actitud siga a la conducta sucede también en acciones inmorales: un pequeño acto negativo puede hacer más fácil un acto peor. Tendemos no solo a herir a los que nonos gustan, sino a que no nos gusten aquellos a los que herimos. Las personas justifican una acción especialmente cuando han sido embaucadas, no obligadas. Este fenómeno aparece en tiempo de guerra, cuando los soldados denigran a sus enemigos, o en tiempos de paz, cuando un grupo mantiene a otro en esclavitud. Las acciones y las actitudes se alimentan unas de otras, hasta llegar a la insensibilidad moral. Las malas acciones dan forma al yo, igual que los actos morales. Por ello se dice que el carácter se refleja en lo que hacemos cuando pensamos que no nos miran. La acción moral, especialmente cuando es una elección más que una coacción, afecta al pensamiento moral.

    • Conducta interracial y actitudes raciales: ¿Reducirá el prejuicio racial la conducta positiva interracial, como la obligatoriedad de los cinturones de seguridad ha dado como resultado actitudes más favorables a dichos cinturones? Los experimentos confirman que la conducta positiva hacia alguien incrementa el gusto por esa persona, al igual que hacer un favor engendra el gusto por hacerlo. Si deseas querer a alguien, actúa como si le quisieras.

  • Lavado de cerebro

Muchos suponen que la indoctrinación social más potente es el lavado de cerebro, hecho que les ocurrió a los prisioneros de guerra americanos en la guerra de Corea en los 50, que cooperaron con sus captores hasta el límite de que muchos de ellos acabaron quedándose con ellos aún cuando fueron liberados. Los chinos, para llegar a esto, empezaban con peticiones triviales e iban gradualmente pidiendo unas más significativas. Esta táctica de empezar a construir a partir de algo pequeño fue una aplicación efectiva de la técnica con-el-pie-en-la-puerta, como sigue siendo hoy día. De las observaciones del role-playing, técnica con-el-pie-en-la-puerta, actos morales/inmorales, conducta interracial y el lavado de cerebro se deduce que

si queremos cambiarnos a nosotros mismos, es mejor actuar incluso sin tener ganas de hacerlo.

  • ¿Por qué la conducta afecta a las actitudes?

Nuestras acciones influyen en nuestras actitudes hasta puntos increíbles; ¿por qué?

  • Queriendo causar buena impresión, las personas pueden expresar actitudes que parecen consistentes con sus acciones, fingiendo actitudes que armonizan con nuestras acciones. Los experimentos dicen que a nuestros compromisos de conducta siguen cambios de actitud.

  • La teoría de la disonancia cognitiva (Festinger) dice que sentimos tensión (disonancia) cuando se mantienen a la vez dos creencias (cogniciones) psicológicamente inconsistentes, por lo que al crearse disonancia entre acciones y actitudes, sentimos una presión para cambiar algo.

  • La teoría de la auto-percepción dice que cuando nuestras actitudes no son claras para nosotros mismos, observamos nuestra conducta y deducimos de ella cuales son nuestras actitudes. Es decir, cuando no estamos seguros de nuestras actitudes, las deducimos de forma similar a como deducimos las actitudes de los demás.

  • TEMA 10 : INTUICIÓN CLÍNICA

    Los juicios clínicos son también juicios sociales, por lo que son vulnerables a las correlaciones ilusorias, el exceso de confianza, alimentada por la reprovisión y los diagnósticos que se autoconfirman. Por eso vamos a ver como los trabajadores de salud mental, advirtiendo como se forman los juicios sobre los demás y los falsos, pueden evitar serios juicios erróneos.

    • Correlaciones ilusorias

    Para evitar las correlaciones ilusorias, basta emplear los test objetivos varias veces y con mucha gente, aunque siempre hay test (figura humana) que son más subjetivos o que, aunque un test sea objetivo, si vas con una idea, puedes ver correlación donde no la hay.

    • Retrovisión

    En la retrovisión podemos ver los signos de suicidio y las llamadas de ayuda, ya que después de una tragedia, el fenómeno yo-debería-haberlo-sabido-desde-hace-tiempo puede dejar a la familia, amigos y terapeuta con un gran sentimiento de culpabilidad.

    • Diagnosis que se autoconfirman

    Este problema es que las personas pueden aportar información que confirma las expectativas del especialista. La gente con frecuencia prueba rasgos buscando información que los confirme y nuestra propia conducta a veces crea la clase de persona que esperamos ver (si quieres saber si alguien es extravertido, le preguntas que haría en una fiesta y eso puede hacer que, si estáis en una fiesta, se comporte en consecuencia a lo que tu buscas). Según tu mente, así será lo que buscas, y lo encuentras.

    • Predicción clínica frente a predicción estadística

    Vista la tendencia a la confirmación (retrovisión/diagnóstico), no nos sorprende que la mayoría de los clínicos y entrevistadores expresen más confianza en sus asesoramientos intuitivos que en los datos estadísticos. Pero, cuando los investigadores comparan la predicción estadística con la intuitiva, gana la estadística porque, aunque esta se equivoque, la intuición humana se equivoca aún más.

    • Implicaciones

    Maddux concluye que los clínicos son vulnerables a errores y sesgos traicioneros y para arreglarlo dice: confía en tus notas más que en tu memoria, reconoce que la retrovisión es seductora, estate prevenido contra la tendencia a hacer preguntas que asumen que tus preconcepciones son correctas; considera las ideas opuestas y ponlas también a prueba.

    TEMA 11 : TERAPIA CLÍNICA: LOS PODERES DE LA COGNICIÓN SOCIAL

    Una de las fronteras de la investigación de la psicología se refiere a los procesos cognitivos que acompañan a los trastornos psicológicos, de los que la depresión es la más estudiada.

    • Cognición social y depresión

    Las personas deprimidas son pensadores negativos que magnifican las malas experiencias y minimizan las buenas, y en los deprimidos serios este pensamiento se hace autodestructivo.

      • ¿Distorsión o realismo?: La gente normal exagera lo buena y competente que es, recordando su conducta pasada de color de rosa. Los deprimidos son más equilibrados al recordar sus éxitos y fracasos. Asimismo, la gente normal se describe en forma positiva y se acredita los resultados positivos, negando la responsabilidad de los fracasos. Los deprimidos, en cambio, describen tanto sus cualidades positivas como negativas y asumen tanto éxitos como fracasos. La gente normal exagera el control que tiene sobre lo que ocurre a su alrededor y cree que el futuro depara muchas cosas buenas y pocas malas. La gente deprimida es menos vulnerable a la ilusión de control y son más realistas en su percepción del futuro. Todo este fenómeno es el realismo depresivo, apodado el “efecto de más-triste-pero-más-sabio”. En el fondo de as personas deprimidas están sus atribuciones de responsabilidad. Así, es más probable que los deprimidos, en comparación con los que no lo están, muestren un estilo explicativo negativo, atribuyendo el fracaso y los retrocesos a causas estables, globales e internas.

      • ¿El pensamiento negativo es una causa o un resultado de la depresión?: Aquí hay dos partes:

        • Los estados de ánimo deprimidos causan pensamiento negativo: Según va aumentando la depresión, los recuerdos y las expectativas caen en picado (pensar que sus padres le rechazaron, aunque cuando se recuperen pensaran que sus padres han sido normales). Un estado de ánimo deprimido también afecta la conducta, ya que la persona se vuelve solitaria, negativa y quejumbrosa, sin suscitar alegría y calor a los demás y provocando el rechazo social o incitando depresión recíproca en el resto de la gente. También pueden buscar otro con visión desfavorable que verifique y magnifique aún más su pobre autoimagen.

        • El pensamiento negativo causa estados de ánimo deprimidos: La depresión es natural cuando se experimenta estrés severo. Las personas propensas a la depresión responden ante los eventos malos de una forma de autoenfoque y autoacusación especial. Su autoestima fluctúa más rápidamente hacia arriba con empujes y hacia abajo con las amenazas. Un estilo explicativo negativo contribuye a las reacciones depresivas, sobre todo cuando ocurren cosas malas. Por eso, los pacientes que terminan la terapia pero continúan con su estilo explicativo pesimista tienden a la recaída tan pronto como ocurren eventos malos. Lewinsohn dice que la autoimagen negativa, las atribuciones y las expectativas de una persona deprimida son un vínculo de un círculo vicioso que se pone en macha ante experiencias negativas; en los propensos a la depresión, las situaciones estresantes disparan pensamientos autoacusatorios que crean un estado de ánimo deprimido que altera la forma e pensar y actuar de la persona. Por tanto, la depresión es a la vez causa y consecuencia de las cogniciones negativas. Seligman cree que en occidente hay mucha depresión y en oriente se percibe como algo vergonzante.

    • Cognición social y soledad

    La soledad es una dolorosa consciencia de que nuestras relaciones son menos numerosas o significativas de lo que deseamos (como los solteros). El énfasis en la autorrealización individual y el desprecio al matrimonio son una provocación a la soledad. Pero la soledad puede no coincidir con estar solo, ya que sentirse solo es sentirse excluido de un grupo, no querido por aquellos que te rodean, incapaz de compartir tus preocupaciones privadas, o diferente de los que están a tu alrededor. Los que se sienten solo además perciben a los demás de forma negativa y la soledad, depresión y timidez muchas veces se retroalimentan. Creer en su inhabilidad social y sentirse pesimista sobre los demás inhibe a las personas solitarias a actuar para reducir su soledad. Así, siendo lentos en abrirse, desdeñan a los que se abren y, como dedican más tiempo a hablar de sí mismos, se termina con impresión negativa del solitario.

    • Cognición social y ansiedad

    Algunas personas, sobre todo las tímidas o vergonzosas, sienten ansiedad en cualquier situación en que puedan ser evaluados. La teoría de la autopresentación parte del supuesto de que deseamos presentarnos de forma que causemos buena impresión y, por tanto, nos sentimos nerviosos cuando nos importa impresionar a los demás pero dudamos de poder conseguirlo. Este estado suele darse cuando estamos con personas de estatus elevado y poderosas, en un contexto evaluativo, cuando somos autoconscientes y focalizamos nuestra atención en nosotros mismos y en como salimos a flote, cuando nuestra atención se centra en algo esencial para nuestra autoimagen y con situaciones nuevas o sin estructurar. La tendencia natural en estas circunstancias es autoprotegerse: hablar menos, evitar temas que revelen nuestra ignorancia, estar en guardia, no ser asertivo, ser agradable y sonreír. La timidez es una forma de ansiedad social caracterizada por la autoconciencia y la preocupación por lo que los demás puedan pensar en la que los incidentes insignificantes los ven como algo relevante para ellos. Para reducir la ansiedad social, algunos recurren al alcoholo, que la reduce al reducir la autoconciencia. Así, clasificarse bajo los efectos del alcohol, así como tímido, nervioso o deprimido, puede ofrecer una excusa del fracaso.

    • Sistemas psicosociales de tratamiento

    No hay terapia psicosocial, pero la terapia es un encuentro social y los psicólogos sociales sugieren como se pueden integrar sus principios en las técnicas de tratamiento existentes.

      • Inducción de un cambio interno a través de la conducta externa: Nuestras acciones afectan nuestras actitudes, y según esto actúan varias técnicas psicoterapéuticas, que buscan cambiar la conducta y asumen que las disposiciones internas seguirán tras los cambios de conducta. El entrenamiento en asertividad emplea el procedimiento con-el-pie-en-la-puerta: el individuo hace un “role-playing” en un entorno de apoyo y después sigue practicando la asertividad en la vida diaria. La terapia racional emotiva parte del supuesto de que nosotros engendramos nuestras propias emociones, y hacen que los clientes actúen de formas nuevas que dan emociones nuevas. Se confirma que lo que decimos de nosotros afecta en como sentimos.

      • Ruptura del círculo vicioso: Si la depresión, la soledad y la ansiedad social se mantienen a sí mismas por medio de un círculo vicioso de experiencias negativas, pensamiento negativo y conducta derrotista, debe ser posible romper ese círculo en cualquiera de los distintos puntos.

    • Entrenamiento en habilidades sociales: Estar alrededor de una persona deprimida por mucho tiempo puede ser irritante y deprimente. Las personas solas y tímidas pueden verse actuando pobremente en situaciones sociales. El entrenamiento en habilidades sociales puede ayudar observando y practicando nuevas conductas en situaciones seguras, haciendo así que las personas puedan desarrollar confianza para comportarse más eficazmente en otras situaciones. La persona, disfrutando de conducta hábil, desarrolla autopercepción positiva.

    • Terapia del estilo explicativo: Primero se explican las ventajas de hacer las atribuciones más como las hacen las personas no deprimidas: aceptando el crédito del éxito y viendo como influyen las circunstancias cuando las cosas van mal. En la fase del tratamiento se les pide a los pacientes que lleven un diario de éxitos y fracasos de cada día, anotando como han contribuido ellos a sus éxitos y las razones externas de sus fracasos. Así, su autoestima y su estilo atribucional son más positivos y su depresión mejora.

    De todos modos, estas terapias no son milagrosas. Cuando la depresión, la soledad y la timidez permanecen crónicamente y sin ninguna causa, es para preocuparse y surge la necesidad de cambiar los pensamientos y las conductas autoderrotantes.

    PARTE III: INFLUENCIA SOCIAL

    TEMA 12 : LA NATURALEZA HUMANA Y LA DIVERSIDAD CULTURAL

    • Evolución y conducta

    Compartimos una biología común y tendencias comunes de comportamiento, siendo todos los seres humanos criaturas intensamente sociales, que preferimos vivir con otros. Las conductas universales que definen la naturaleza humana emanan de nuestra semejanza biológica. Para explicar los rasgos de nuestra especie y de todas, Darwin propuso un proceso evolutivo: según cambian los organismos, la naturaleza selecciona a los mejores dotados para sobrevivir y reproducirse en entornos específicos. Este proceso de selección natural se ha convertido en un principio importante en psicología, y es la psicología evolucionista la que estudia como la selección natural predispone no sólo los rasgos físicos adecuados en un contexto particular, sino también los rasgos psicológicos y la conducta social que aumentan la conservación y expansión de los propios genes. Llevamos el legado de las preferencias adaptativas de nuestros ancestros y, puesto que estas tareas sociales son comunes a toda la gente, los seres humanos en todas partes tienden a estar de acuerdo en las respuestas (todos hacemos un ranking del resto por su estatus, etc.). Las culturas aportan reglas para llevar a cabo estos elementos de vida social.

    • Cultura y conducta

    Nuestro parecido más importante es nuestra capacidad para aprender y adaptarse, ya que la evolución nos ha preparado para ello. Nuestra biología humana común hace posible nuestra diversidad cultural y, según la psicología evolucionista, los humanos han sido seleccionados por su competencia social. La naturaleza no predispone a aprender, tenemos que tener genes.

      • Diversidad cultural: La diversidad de nuestros idiomas, costumbres y conductas expresivas sugiere que buena parte de nuestra conducta está socialmente programada. La emigración y la evacuación de refugiados está entremezclando las culturas como no había ocurrido nunca. Así, trabajar, jugar y vivir con gente de ambientes culturales diversos ayuda a entender como nos influyen nuestras culturas y a apreciar importantes diferencias culturales, respetando éstas y entendiendo nuestras semejanzas (para tomar consciencia de nuestra cultura solo tenemos que confrontarla con otra). Todas las culturas tienen ideas aceptadas sobre lo que es una conducta apropiada, viendo estas expectativas sociales o normas como una fuerza negativa que aprisiona a las personas en un esfuerzo ciego por perpetua la tradición, limitándonos y controlándonos con tanta fuerza y tan sutilmente que apenas sentimos su existencia. No hay mejor forma de aprender nuestra cultura que visitando otra y ver que las cosas se hacen de diferente manera. En esta situación, observamos la conducta de los demás y ajustamos nuestra conducta a ellos, mientras que en una situación familiar las palabras y las acciones fluyen sin esfuerzo. Las culturas también difieren en sus normas de expresarse y en el uso del espacio personal, que es una especie de burbuja portátil o zona de separación que nos gusta mantener entre nosotros y los demás, y que varía su tamaño según cambia la situación. Con extraños mantenemos un espacio de unos 120 centímetros, mientras que con los amigos el espacio es de 60-90 centímetros. Los adultos mantienen mayor distancia que los niños, igual que los hombres que mantienen más distancia que las mujeres. Las culturas más cercanas al ecuador tienen menor espacio interpersonal, mientras que los que más se acercan a los polos dejan más distancia.

      • Similitud cultural: Aunque las normas difieran según la cultura, los seres humanos también tienen normas comunes. A pesar de que algunas normas sean universales, la fuerza de la cultura aparece de diversas formas y también en los roles que las personas representan. Las culturas influyen en todas partes asignando a las personas los roles que tienen que desempeñas, lo cual acaba llevando a la gente a interiorizar su conducta.

    TEMA 13 : GÉNERO, GENES Y CULTURA

    Para el autoconcepto y las relaciones de las personas, las dos dimensiones más importantes y con las que primero se identifican las personas son la raza y el sexo, que afectan el modo en que los demás nos tratan. Así, el género son las características con las que la gente asocia al hombre y a la mujer (de los 46 cromosomas, 45 son unisexo). Las diferencias entre ambos suscitan interés: la mujer tiene un 70% más de gras que el hombre, 40% menos de músculo y es 13 cms. más baja; los hombres llegan a la pubertad 2 años más tarde, tienen 20 veces más probabilidad de tener déficit de visión cromática y mueren 5 años antes; la mujer tiene el doble de vulnerabilidad a la ansiedad y depresión, un olfato mejor y vuelven a excitarse más fácilmente tras el orgasmo; los hombres tienen 3 veces más probabilidad de suicidarse y 5 veces más de ser alcohólicos, es mayor su probabilidad de padecer de hiperactividad o trastorno del habla de niños, de tener personalidad antisocial y de poder mover las orejas.

    • Diferencias de género

    Independencia contra unión; los hombres y mujeres individualistas muestra apariencias que varían desde la fiera competición hasta el cuidado cariñoso. La diferencia aflora en la niñez, ya que los niños luchan por su independencia y definen su identidad por la separación del cuidador (su juego es de actividad en grupo), mientras que las niñas aprecian más la interdependencia y definen su identidad teniendo en cuenta sus lazos sociales (su juego se da en grupos más pequeños). Las mujeres se describen a sí mismas en términos más relacionales, experimentan emociones más vinculadas con la relación y se adaptan más a las relaciones de los demás. En la conversación, los hombres se centran más en el trabajo y en conexiones con grupos grandes y las mujeres en las relaciones interpersonales. En grupo, los hombres hablan más para dar información mientras que las mujeres lo hacen para compartir sus vidas, dar ayuda o mostrar apoyo. Los hombres se inclinan desproporcionadamente hacia puestos de trabajo que aumentan las desigualdades, mientras que las mujeres se centrar en reducirlas. Los hombres valoran más que las mujeres los sueldos, el ascenso, el desafío y el poder, y las mujeres pasar un buen rato, las relaciones personales y oportunidades para ayudar a los demás (parecen más caritativas). Las conexiones de las mujeres como madres, hijas, hermanas y abuelas unen a la familia puesto que dedican más tiempo tanto a los niños como a los padres ya mayores, compran tres veces más regalos y tarjetas de felicitación, escriben más cartas personales, hacen más llamadas a gente que esta a distancia y llevan más fotos de sus padres y de ellas con otros. Para ellas es crucial sentir apoyo recíproco para la satisfacción matrimonial y es más probable que se describan como empáticas o capaces de sentir lo que el otro siente. Tanto hombres como mujeres afirman que la amistad con las mujeres es más íntima, agradable y cariñosa, y cuando se necesita empatía y comprensión tanto hombres como mujeres acuden mayormente a las mujeres. Esto se da porque las mujeres superan a los hombres en saber interpretar las emociones de los demás, al igual que son más hábiles para expresar no verbalmente las emociones, especialmente las positivas. Los hombres son superiores en expresar el enfado.

    • Dominio social

    La gente siempre califica al hombre como más dominante, luchador y agresivo. A los hombres

    les importa el dominio social más que a las mujeres y se inclinan a apoyar candidatos y políticos que mantenga la desigualdad de grupo. Como líderes en situaciones en las que los roles no están marcados, los hombres tienden a ser directivos y las mujeres democráticas, y se prefiere la dureza y asertividad del hombre que el liderazgo agresivo y emprendedor de la mujer. Además, éstos ponen más prioridad en ganar, ir por delante y dominar a otros, y se arriesgan más. Los hombres dan más importancia a la independencia, las mujeres a la unión.

      • Agresión: Es la conducta que intenta herir. Los hombres admiten más versión que las mujeres y muestran más agresividad física. La probabilidad de que un hombre mate a otro hombre es 20 veces mayor de que una mujer mate a otra mujer. Cuando hay provocación, la distancia de agresividad entre géneros se estrecha (no se da tanta diferencia), incluso es más probable que la mujer realice un acto agresivo, pero es más probable que el hombre hiera.

      • Sexualidad: Es más probable que sean los hombres los que comienzan la actividad sexual y los que tienen relaciones sexuales con diferentes parejas cuando no están comprometidos. Los homosexuales también dicen tener más interés en el sexo sin compromiso, más respuestas a estímulos visuales y más interés en el atractivo de la pareja. Con respecto a las fantasías sexuales, en la prensa erótica masculina, las mujeres son distantes y movidas por la lujuria, mientras que en las novelas románticas de mujeres, los hombres son tiernos y se consumen emocionalmente por la pasión dedicada a su mujer o heroína.

    • Evolución y género: ¿Hacer lo que se desea naturalmente?

    Hay diferencias biológicas obvias de sexo: los hombres tienen más masa muscular para el deporte y la caza y las mujeres pueden amamantar.

      • Género y preferencias de apareamiento: La psicología evolucionista predice que no hay diferencias de sexo en aquellos terrenos en que los sexos se enfrentaron desafíos adaptativos parecidos, a que ambos regulan el calor y el sudor, tienen preferencias de gusto para nutrirse y desarrollan callosidades donde la piel tiene fricción. Pero si predice diferencias de género en conductas importantes para salir juntos, aparearse y para la reproducción. Así, el esperma del hombre es barato con respecto al óvulo de la mujer (millones de espermatozoides para un solo óvulo). Mientras una mujer está embarazada, el hombre puede fertilizar a más mujeres, y es por esto, según los psicólogos evolucionistas, por lo que la mujer busca un hombre con salud y recursos, mientras que los machos compiten con otros machos para poder extender sus genes al futro. La naturaleza selecciona los rasgos que ayudan a proyectar hacia el futuro los propios genes y nuestros deseos naturales son las formas que tienen los genes de hacer más genes. Los hombres lucharán por ofrecer lo que desean las mujeres (recursos externos y protección física) y las mujeres buscan ofrecer al hombre la apariencia juvenil y saludable que éste desea.

      • Género y hormonas: En los embriones masculinos, los genes dirigen la formación de los testículos, que comienzan a segregar testosterona, la hormona sexual masculina que influye en la apariencia masculina, la que parece ser la causante de la distancia en agresión entre géneros.

    • Reflexiones sobre la psicología evolucionista

    Los críticos encuentran dos problemas en las explicaciones evolucionistas:

  • Parten de un efecto y después investigan hacia atrás para construir una explicación del mismo. La forma de prevenir el sesgo de la retrovisión es imaginar las cosas sucediendo al revés. Los psicólogos evolucionistas dicen que la retrovisión no desempeña un menor papel en las explicaciones culturales y dicen que su campo es una ciencia empírica en el que se ponen a prueba las predicciones evolucionistas con datos deducidos de la conducta animal, las observaciones transculturales y estudios hormonales y genéticos.

  • Reconocen que la evolución ayuda a explicar nuestras semejanzas y diferencias, pero nuestra herencia común en la evolución por sí misma no predice la enorme variación cultural en los patrones del matrimonio humano, ni explica los cambios culturales de conducta en apenas una década. El rasgo significativo que nos ha dado la naturaleza es la capacidad de adaptación para aprender y cambiar (todos de acuerdo en que ahí está el moldeamiento de la cultura).

  • Cultura y género

  • Cultura es lo que es compartido por un gran grupo y transmitido de generación en generación (ideas, actitudes, conductas y tradiciones). Podemos ver el poder de moldeamiento de la cultura en como deben comportarse hombres y mujeres, y el desprecio cuando se violan las expectativas (las niñas dedican más tiempo en labores de hogar y cuidado de niños y los niños en juegos sin supervisión). Las expectativas de tales comportamientos de hombre y mujer definen los roles de género, y es la cultura la que construye estos roles. En el último medio siglo los roles de género han cambiado drásticamente: los cambios de conducta han acompañado a estos cambios de actitud. Esta sorprendente variación de roles, de una cultura a otra y a lo largo del tiempo, señala que la evolución y la biología no fijan los roles de género, también la cultura doblega a los géneros.

    • Conclusiones: Biología y cultura

    Las normas culturales afectan a nuestras actitudes y a nuestra conducta sutil pero poderosamente, pero n al margen de la biología: todo lo social y psicológico es biológico. Lo que inicia nuestra herencia biológica la cultura puede acentuarlo (los genes del hombre marcan fortaleza y en la sociedad se espera de ellos que sean duros y las mujeres amables). La biología y la cultura también interactúan: los rasgos biológicos influyen en cómo reacciona el ambiente (la evolución dicta que los hombres sean más altos que las mujeres y la cultura dicta el mismo emparejamiento). Una variedad de factores, incluyendo influencias biológicas y la socialización e la niñez, predispone a una división sexual en el trabajo. En los adultos, las causas inmediatas de las diferencias de genero en la conducta social son los roles, que reflejan esta división sexual (a los hombres se les encuentra en los roles que exigen poder físico, y a las mujeres en los que hay que desempeñar mayor protección). Cada género tiende a mostrar las conductas que se esperan de los roles que desempeñan y tener forjadas coherentemente las habilidades y creencia. La conducta de los hombres y mujeres es suficientemente maleable para que ambos géneros puedan ser capaces de realizar eficazmente los roles organizacionales.

    TEMA 14 : COMO SE CORROMPE LA GENTE BUENA

    • Estudios de Asch sobre la conformidad

    Solomon Asch investigó en el laboratorio la conformidad de la gente. Cogió a varios sujetos, y tras explicarles que iban a tomar parte en una investigación sobre los juicios preceptúales, Asch les pidió que dijeran cuales de las tres líneas es igual a la línea estándar. La segunda prueba fue igual de fácil, pero en la tercera la gente que estaba alrededor (todos cómplices) empezaron a contestar la opción incorrecta y, el sujeto, acabó por conformarse con la opción que él no veía correcta, solo porque todos los demás la dijeron. Si las personas son así de sumisas en respuesta a esta mínima presión, ¿Cómo lo serían si se les coacciona directamente, para hacer actos crueles, por ejemplo? Esto es lo que estudio Milgram.

    • Experimentos de Milgram sobre la obediencia

    Dos hombres llegan al laboratorio de la universidad de Yale para hacer un experimento de aprendizaje y memoria. El experimentador le pide a uno de ellos (sujeto) que lea una lista de pares palabras y el otro, que está en una habitación contigua, tiene que repetirlas (cómplice, que no sufre descargas), y cada vez que falle, el sujeto tiene que darle una descarga de intensidad creciente. Estas intensidades de descarga van desde 15 voltios (descarga ligera) hasta 450 voltios (peligro de muerte). El experimento comienza y, al ir fallando, la intensidad de las descargas va creciendo, hasta que en los 100 voltios el cómplice empieza a quejarse, a los 120 dice que le duele, a los 150 dice que se quiere ir, a los 270 sus gritos son agónicos e insiste en que le dejen salir, a los 300 grita que se niega a contestar y a los 330, silencio. El sujeto pide al experimentador que esto se acabe y éste le dice que no contestar se considera respuesta errónea y que por favor continúe. A pesar de que nadie esperara que los sujetos llegaran los 450 voltios, la gran mayoría llego a ello hasta que el experimentador mandó parar. Milgram después hizo lo mismo, pero esta vez pidiendo al cómplice que se quejara de que sufría del corazón; aún así, los sujetos continuaron como se les pedía.

      • ¿Qué es lo que produce la obediencia?: Tras más experimentos, cambiando las condiciones sociales, Milgram consiguió una obediencia completa. Los 4 factores que la determinaron son:

      • Distancia emocional de la víctima: Los sujetos actuaron con menor compasión cuando los aprendices no podían ser vistos, cuando estaban lejos y a pesar de las quejas, éstos llegaban hasta el final. Cuando el aprendiz estaba en la misma habitación, menos de la mitad de los sujetos llegaron hasta el final. Este porcentaje aún fue menor cuando se les dijo a los sujetos que forzaran al cómplice a poner a mano en la placa metálica para que recibieran la descarga. En la vida real esto también sucede ya que resulta fácil abusar de alguien que está lejos o despersonalizado (los verdugos despersonalizan a las víctimas al cubrirles la cabeza; los bombarderos son capaces de arrasar una aldea tirando una bomba de un avión, pero no puede matar a un aldeano de cara). Pero también se da el hecho de que la gente puede actuar de forma compasiva con sujetos personalizados (por eso las ONGs que quieren dinero para el tercer mundo ponen fotos de niños hambrientos).

      • Cercanía y legitimidad de la autoridad: La presencia física del experimentador también influye, ya que cuando Milgram daba las órdenes por teléfono solo el 20% obedecían, y cuando estaba presente obedecían casi todos. La autoridad, sin embargo, debe percibirse como legítima (fidedigna). Sobre esto, Milgram, en mitad del experimento, hizo que recibía una llamada y que se tenía que ausentar, pero que el sujeto siguiera con el experimento puesto que la máquina recogía los datos; en sustitución vino un hombre al que se le había asignado un rol de rutina administrativa (otro cómplice), quien decidió que la descarga se subiera un nivel por cada error; la mayoría de los sujetos se negaron a hacerle caso y, ésta persona decidió dar él mismo las descargas para seguir con el experimento, ante lo que los sujetos se rebelaron, todo esto por ser una autoridad ilegítima. Esto es como en un hospital, donde una persona llamó a las enfermeras diciendo que era un doctor (que no conocían) y que había que administrar a tal paciente una dosis extremadamente alta de un medicamento, y todas, a pesar de saber que eso era peligroso, lo hicieron porque un doctor se lo dijo (igual que lo de Rear).

      • Autoridad institucional: También puede ser que la gente obedeciera por el prestigio que tiene Yale, por lo que Milgram hizo ese mismo experimento en una universidad menos prestigiosa de Inglaterra y, aunque algo menor, los resultados siguieron siendo muy parecidos.

      • Los efectos liberadores de la influencia el grupo: Otro aspecto importante es el hecho de que, si alguien se revela, tú, que temías hacerlo solo, te unes a ellos. Para ver esto, Milgram puso, junto al sujeto, a dos cómplices para ayudar en el experimento, quienes se rebelaron contra el experimentador. En esta situación el 90% de sujetos se rebelaron con ellos.

        • Reflexiones sobre las investigaciones clásicas

        La respuesta ante estos experimentos de Milgram es apuntar a las réplicas de la historia reciente, donde se dice “yo solo cumplía órdenes”, como los soldados a quienes se entrena para que obedezcan órdenes. Los experimentos de obediencia de Milgram se distinguen de los de conformidad de Asch por la fuerza de la presión social, pero ambos tienen en común que muestran como la conformidad puede llevar la delantera al sentido moral, en ambos se logra presionar para que vayan contra su propia conciencia.

          • Conducta y actitudes: Las actitudes no determinan la conducta cuando las influencias externas superan las convicciones interiores, lo cual ilustra claramente estos experimentos. Cuando llegaron a 330 voltios, después de 22 actos de obediencia, los sujetos habían reducido parte de su disonancia entre obedecer o hacer caso a su moralidad. Estaban en un estado psicológico diferente del que comenzara el experimento en ese punto (las SS de la Alemania nazi entrenaban a los torturadores usando un proceso para culpar a la víctima). Los seres humanos tienen la capacidad de legar a experimentar la matanza de otras personas como algo nada extraordinario (en el holocausto, la crítica produce el desprecio, el cual permite la crueldad, que, una vez justificada, conduce a la brutalidad, después a la matanza y después a la matanza sistemática). Pero los humanos también tenemos capacidad para el heroísmo (como los que ayudaron a los judíos en épocas de Hitler).

          • El poder de la situación: La lección de que la cultura es una escultora poderosa de las vidas y la de que las fuerzas inmediatas de la situación no son menos poderosas, pone de manifiesto la fuerza del contexto social. A intentar romper con alguna de las restricciones sociales, nos damos cuenta de lo fuertes que son. Ciertos estudiantes de Milgram, ayudado por Sabini, se dieron cuenta de esto cuando hicieron un experimento en el que los estudiantes tenían que pedir a la gente que les cedieran sus asientos en el metro; más de la mitad de la gente cedieron sus asientos, pero hubo muchos estudiantes que no pudieron hacerlo, y los que lo hacían justificaban su acción; tal es el poder de las reglas no escritas que gobiernan nuestra conducta pública. Los experimentos de Milgram también nos dicen que el mal a veces resulta de unas pocas manzanas podridas, pero éste también es el resultado de fuerzas sociales: las situaciones pueden llevar a la gente normal a estar de acuerdo con la falsedad o a capitular ante la crueldad. Cuando se fragmenta, el mal se hace más fácil: teniendo a otro que diera las descargas en el experimento de Milgram, obedecieron a decir las palabras 37 de 40.

          • El error fundamental de la atribución: No nos sorprende que alguien malhumorado se comporte maliciosamente, pero esperamos que los de carácter agradable sean amables. De los experimentos de Milgram, la gente tacha a los sujetos obedientes de fríos, agresivos y antipáticos, ya que suponemos que la crueldad la inflinge el cruel de corazón. Bierbrauer, tras enseñarle este experimento a sus alumnos, descubrió que la mayor parte de la gente sigue creyendo que las cualidades interiores de las personas revelan como son, que sólo la gente buena hace el bien y la gente mala, el mal (como los que llevaban Auschwitz, de los que Browning describe su normalidad dada la presión a la que se sometían). La lección fundamental de Milgram es las personas ordinarias, simplemente haciendo su trabajo y sin ninguna hostilidad particular por su parte, pueden llegar a ser agentes en un proceso terrible y destructivo bajo influencias perversas.

        TEMA 15 : DOS RUTAS DE LA PERSUASIÓN

        Los psicólogos sociales buscan entender que conduce a un cambio de actitudes efectivo y duradero con la persuasión. Estos observan los efectos de varios factores con experimentos breves y controlados. Los efectos son pequeños, pero con tiempo, podrían ser grandes.

        • Las dos rutas

        Petty y Cacioppo, y Eagly y Chaiken, dicen que la persuasión es posible que tenga lugar por la ruta central o por la periférica. Cuando las personas están motivadas y pueden pensar sobre el asunto, siguen la ruta central de la persuasión. Si los argumentos son fuertes y contundentes, la persuasión se dará. Pero hay veces en los que estamos distraídos, desinteresados u ocupados, y no podemos dedicar tiempo a pensar en contenido del mensaje, por lo que, en vez de advertir en los argumentos, seguimos la ruta periférica de la persuasión sin pensar (anuncios, etc.). A veces nos es más fácil usar heurísticos simples y reglas de tres que pensar en algo.

        • Los elementos de la persuasión

        Entre los ingredientes de la persuasión explorados por psicólogos sociales, están:

      • El emisor: Quién dice el mensaje afecta a cómo se recibe éste. Hay dos aspectos clave aquí:

        • La credibilidad: Los comunicadores creíbles (que hablan sin dudar y sin motivo egoísta) parecen expertos y fiables. Dadas estas claves periféricas, las personas que no se preocupan por analizar el producto, creerán que éste es válido. Pero la credibilidad del emisor disminuye después de un mes: si el mensaje de una persona creíble es persuasivo, su impacto puede desvanecerse tan pronto como su emisor es olvidado o se e disocia del mensaje, y del mismo modo, el mensaje de una persona no creíble puede aumentar con el tiempo. Esta persuasión diferida se lama efecto durmiente.

        • El atractivo: Nuestro gusto nos abre a los argumentos del comunicador (ruta central) o puede disparar asociaciones positivas cuando vemos después el producto (ruta periférica). El atractivo se presenta el distintos modos: el atractivo físico: los argumentos, especialmente los emocionales, con frecuencia influyen más cuando vienen de los guapos; la similitud: tienden a gustarnos más las personas que se parecen a nosotros.

      • El contenido del mensaje: El qué dice la persona viene de varios argumentos:

        • Razón contra emoción: La gente bien formada y analítica (ruta central) responden mejor ante llamadas racionales que los menos analíticos (ruta periférica) que responden ante las emociones (de ahí que los anuncios de las ONGs saquen al niño moribundo).

        • El efecto de los buenos sentimientos: Los mensajes se hacen más persuasivos asociándolos con buenos sentimientos, porque éstos aumentan el pensamiento positivo y se relacionan con el mensaje. También llevan a decisiones más rápidas e impulsivas (claves periféricas).

        • El efecto de suscitar miedo: El mensaje también se hace más persuasivo suscitando emociones negativas, como el miedo, que puede hacer más potente al mensaje: cuanto más aterrada está la gente, más responde. La gente puede implicarse en la negación porque, cuando no se les dice cómo evitar el peligro, los mensajes que infunden miedo pueden ser abrumadores. Los mensajes que suscitan temor son más efectivos si llevan a las personas no sólo a temer la seriedad y probabilidad de una amenaza, sino también a ver la solución.

      • La audiencia: Hay dos características importantes de los que reciben un mensaje:

        • La edad: La gente tiene distintas actitudes según su edad. Una explicación es la del ciclo de la vida, que dice que las actitudes cambian según la gente se va haciendo mayor; la otra explicación es la generacional (es la correcta), que dice que las actitudes que la gente mayor adoptó cuando era joven permanecen igual en términos generales y, como estas actitudes son diferentes de las que adopta la gente joven de hoy día, se crea una brecha generacional. Pero, una investigación reciente sugiere que, la gente cercana a la muerte son más susceptibles a cambiar sus creencias. Las experiencias de la adolescencia y del adulto joven son formativas en parte porque producen impresiones profundas y duraderas.

        • Qué piensan: El aspecto crucial de la ruta centra de persuasión no es el mensaje, sino la respuesta que suscita en la mente de la gente. Si éste evoca pensamientos favorables, persuade; si nos provoca a pensar argumentos contrarios, permanece sin persuadir.

          • El preavisado está armado de antemano, si te preocupas de contraargumentar: Las circunstancias que generan contraargumentos son: avisar que alguien va a intentar persuadirte, con lo que es difícil persuadir a alguien en esta situación; si se les da un aviso a la gente involucrada (ataques solapados), éstos preparan una defensa.

          • La distracción desarma la contraargumentación: La persuasión verbal se incrementa distrayendo a la gente con algo que atrae su atención, justo lo necesario para combatir la contraargumentación. Esto es eficaz especialmente cuando el mensaje es simple.

          • Las audiencias no implicadas usan claves periféricas: La ruta central tiene arranques y paradas según la mente va analizando los argumentos y formula respuestas; la ruta periférica lleva rápidamente a la gente a su destino. La gente analítica (gran necesidad de cognición) disfruta pensando cuidadosamente y prefiere la ruta central; la gente a la que le gusta conservar sus recursos mentales (baja necesidad de cognición) son más rápidos al responder a claves periféricas. Todos luchamos activamente con temas que nos importan pero hacemos juicios rápidos sobre cosas que sin importancia. Las formas de estimular a la persona para que siga una ruta central son: usar preguntas retóricas, presentar múltiples oradores, hacer que la gente se sienta responsable para evaluar o pasar del mensaje, usar posturas relajadas en vez de estar de pie, repetir el mensaje y hacer que la gente lo atienda sin distraerse. Con esto, se estimula el pensamiento logrando que los argumentos fuertes sean más persuasivos (contraargumentación) y menos persuasivos los débiles.

            • Las dos rutas de la persuasión en terapia

            Un uso de los poderes constructivos de la persuasión se lleva a cabo en counseling y psicoterapia. Los análisis tempranos de la influencia psicoterapéutica se centran en como establecen los terapeutas habilidad y confianza y como su credibilidad aumenta su influencia. Las claves periféricas pueden abrir puertas a las ideas que ahora quiere el terapeuta que piense el cliente, pero la ruta central de la persuasión consigue un cambio de conducta y actitudes más duraderas.

            TEMA 16 : ADOCTRINAMIENTO E INOCULACIÓN

            • El adoctrinamiento del culto

            Hay que tener en cuenta dos cosas del efecto e la persuasión en las sectas: La primera es que se usan los principios de la persuasión como categorías para explicar, después de los hechos, un fenómeno social fascinante y a veces perturbador; la segunda es que explica que por que las personas crean algo no dice nada sobre la verdad de sus creencias. En estos años, varios cultos, que los científicos sociales llaman nuevos movimientos religiosos, han logrado mucha publicidad.

              • Las actividades siguen a la conducta

            • La sumisión alimenta la aceptación: La gente normalmente interioriza los compromisos hechos voluntaria, pública y repetidamente. Los recién convertidos aprenden pronto que ser miembro no es una cuestión secundaria, lo cual se fortalece con los rituales dentro de la secta y la participación y captación pública de fondos. Cuanto mayor es el compromiso personal, mayor es la necesidad de justificarlo.

            • El fenómeno con-el-pie-en-la-puerta: La estrategia de reclutamiento explota este principio: invitarían a la persona a comer, después a pasar un fin de semana con amistad, etc. Esto animaría a la persona a quedarse con ellos, presionándoles para que firmen el compromiso de retiro más largo, así hasta que las actividades serían más duras, pidiendo dinero y reclutar.

              • Elementos persuasivos

            • E emisor: Los cultos con éxito tienen un líder carismático, un comunicante creíble. Como la confianza es otro aspecto de la credibilidad esto también lo usan: los de clase media son más vulnerables al reclutamiento porque son más confiados; les falta la picaresca de los de clase baja y la precaución de los de clase alta. Muchos son reclutados por gente en quien confían.

            • El mensaje: Los mensajes intensos y emocionales, y el calor y aceptación con que el grupo acoge a las personas solas y deprimidas es algo muy atractivo para ellas.

            • La audiencia: Los reclutados son con frecuencia jóvenes menores de 25 años, ya que a esta edad aún no se han estabilizado las actitudes y valores. Los conversos potenciales son personas que están en un punto crucial en su vida, enfrentándose a una crisis, de vacaciones y lejos de casa. Tienen unas necesidades y la secta les ofrece una “respuesta”.

              • Efectos del grupo: El poder de un grupo para moldear los puntos de vista y conducta de sus miembros se basa en aislar a la persona con otros seguidores. Stark y Bainbridge llaman a lo que puede ocurrir después una explosión social: se debilitan los vínculos exteriores hasta que el grupo se derrumba hacia adentro socialmente, uniéndose a cada persona solo con otros miembros del grupo, por lo que pierden el acceso a los contraargumentos y, aunque quedara alguna duda, el culto se encarga de desaprobar o castigar el desacuerdo. En contra de la idea que se tiene de que los cultos convierte a la gente desafortunada en robots sin mente, estas técnicas (aumento de compromiso de conductas, persuasión y aislamiento de grupo) no tienen poderes sin límite. Si atribuimos los nuevos movimientos religiosos a la fuerza mística del líder o a la debilidad de los seguidores, podemos entender que nuestros grupos (vendedores, políticos…) usan exitosamente con nosotros esas tácticas. Pero todo esto no significa que la persuasión sea intrínsecamente mala, sino que depende del uso que hagamos de ella.

            • Resistir la persuasión: Inoculación de las actitudes

            Dotados de lógica, información y motivación, podemos resistir a la persuasión.

              • Estimula el compromiso: Una forma de resistir es hacer un compromiso público antes de encontrarte con los juicios de los demás.

            • Desafía las creencias: Para que la gente se comprometa, ataca suavemente su posición y, cuando la gente comprometida es atacada con fuerza suficiente que le haga reaccionar, pero no tan fuerte como para abatirla, se comprometerá aún más. Su compromiso se acentúa porque aumenta el número de acciones congruentes con sus creencias.

            • Desarrolla contraargumentos: Incluso argumentos débiles suscitan contraargumentos, que están disponibles para ataques más fuertes. La inoculación de actitudes es que, aunque las personas son vulnerables ante un ataque masivo y creíble, si inmunizamos a las personas antes de éste refutando un pequeño ataque, son más capaces de resistir un ataque poderoso.

              • Estudios de un caso. Programas de inoculación a gran escala: Un ejemplo de esto es el programa que se llevó a cabo inoculando a niños de secundaria contra la presión de sus compañeros para que fumaran. Hicieron un role-playing en el que se les enseñó a contestar a sus compañeros cuando se metían con ellos por no fumar, etc., así como la información de lo que hace realmente el tabaco. Se consiguió que el grupo mostrara la mita de probabilidad de fumar.

              • Implicaciones: La mejor forma de construir resistencias contra el lavado de cerebro es dar información y preparar para contrarrestar. Otra implicación es que, para el persuasor, una invitación infructuosa puede ser peor que nada, ya que los que rechazan una invitación están inoculados contra futuras invitaciones. La persuasión ineficaz, estimulando las defensas del oyente, puede ser contraproducente, ya que puede endurecer el corazón contra futuras invitaciones. En conclusión, para evadirte de la persuasión, se un escuchador activo y un pensador crítico, fuérzate a contraargumentar, discute, no te limites a escuchar, reacciona.

            TEMA 17 : LA MERA PRESENCIA DE OTROS

            Mera presencia significa personas que no compiten, no premian o castigan y que no hacen sino estar como una audiencia pasiva o como co-actores.

            • La presencia de otros

            Estudios revelan que la presencia de otros mejora la ejecución (los ciclistas son más rápidos cuando corren en equipo); este es el efecto de facilitación social. Otros estudios revelan que en algunas tareas, la presencia de otros disminuye el rendimiento. Zajonc usó el principio de psicología social de que la excitación aumenta cualquier tendencia a responder que sea dominante, hallando que el aumento de excitación mejora la realización en tareas fáciles, para la cual la respuesta más probable (dominante) es la correcta. En tareas complejas para las cuales la respuesta correcta no es dominante, el aumento de excitación promueve una respuesta incorrecta. Así, si la excitación social fachita las respuestas dominantes, debería mejorar la realización de tareas fáciles y perjudicarlas en tareas difíciles (ej: el anagrama SCAA, es tarea fácil y, al estar nerviosos sacaremos rápidamente que es CASA; pero si nos ponen TPEDAETMUNEESN, al ponernos nerviosos no hallaremos que es ESTUPENDAMENTE; diremos algo incorrecto). De diversas formas, experimentos posteriores confirmaron esto.

            • Multitud. La presencia de otros muchos

            La gente responde a la presencia de otros. El efecto de la presencia de otros aumenta con el número. Así, la excitación y la atención autoconsciente creada por una audiencia grande interfiere con conductas bien aprendidas y automáticas: dada una presión externa somos más vulnerables a quedar paralizados. Estar dentro de una multitud también intensifica las reacciones positivas o negativas. Cuando se sientan muy juntas, las personas con amistad se gustan más y las personas que no se gustan se gustan aún menos. La multitud, por tanto, aumenta la excitación, la cual facilita las respuestas dominantes.

            • ¿Por qué nos alteramos en presencia de otros?

            En lo que haces bien recibirás energía para hacerlo mejor en presencia de otros, mientras que lo que es difícil parece imposible en las mismas circunstancias. Hay evidencia de tres factores:

          • Aprehensión ante la evaluación: Cottrell pensó que los observadores nos hacen estar aprehensivos porque nos preguntan cómo nos están evaluando. La aprehensión ante la evaluación nos ayuda a explicar: por qué la ente actúa mejor cuando su compañero es ligeramente mejor; por qué la excitación disminuye cuando un grupo de estatus elevado se diluye añadiendo personas cuya opinión no nos importa; por qué la gente que más se preocupa por las valoraciones de los demás es a la que más afecta la presencia de otros.; por qué los efectos de la facilitación social son mayores cuando los otros no son conocidos y es difícil vigilarlos. La autoconciencia que sentimos cuando somos juzgados puede interferir con las conductas que hacemos mejor automáticamente.

          • Llevado por la distracción: Sanders, Baron y Moore partieron de la teoría de que la gente, cuando se pregunta cómo lo están haciendo sus compañeros o cómo reacciona la audiencia, se distrae. Este conflicto entre atender a los otros y atender ala tarea satura el sistema cognitivo, causando excitación.

          • Mera presencia: Hay tareas para que los demás evalúen y no hay razón para estar preocupados por las reacciones de los demás, aunque, aún así, la presencia de otros excita. Los efectos de facilitación también ocurren en animales no humanos, o que apunta a n mecanismo innato de excitación social común a buena parte del mundo zoológico. Por lo que una buena teoría hoy en día es la teoría de facilitación social.

          • TEMA 18 ; MUCHAS MANOS HACEN QUE LA RESPONSABILIDAD DISMINUYA

            La facilitación social generalmente ocurre cuando las personas trabajan por alcanzar objetivos individuales y cuando sus esfuerzos pueden ser evaluados individualmente.

            • Muchas manos hacen el trabajo más ligero

            Ringelmann halló que el esfuerzo colectivo de los equipos no es sino la mitad de la suma de los esfuerzos individuales. Esto sugiere, en contra de la idea de que la unión hace la fuerza, que los miembros de un grupo están menos motivados cuando realizan tareas juntos, tal vez por la pobre coordinación. Latané, Williams y Harkins investigaron este fenómeno, a cual denominaron escaqueo social (cuando los sujetos creen que otra gente grita, producen una tercera parte de ruido del que producen al estar solos). Sweeney, interesado en las implicaciones políticas del escaqueo social, observó que los sujetos tienen la tentación de la carrera libre: se benefician del grupo, pero dan poco a cambio. En experimentos del escaqueo social, los sujetos creen que son evaluados sólo cuando actúan solos; la situación del grupo disminuye la aprehensión a la evaluación. Mientras tanto, los experimentos sobre facilitación social aumentan la exposición a la evaluación. Así, el principio es que cuando se es observado aumenta la preocupación por la evaluación, mientras que cando uno se pierde en la multitud disminuye esa preocupación y tiene lugar el escaqueo social. De todos modos, estén en grupo o no, las personas se esfuerzan más cuando los resultados son identificables individualmente.

            • El escaqueo en la vida diaria

            Cuando las ganancias se dividen de forma igual para todos, sin mirar cuanto contribuye cada uno al producto del grupo, cada individuo recibe más por unidad e esfuerzo a expensas del trabajo del grupo. Por ello, a la gente se la puede invitar a la negligencia si sus esfuerzos individuales no son tenidos en cuenta ni premiados. Los esfuerzos no siempre llevan a escaquearse, ya que hay veces que el objetivo es tan deseado y el máximo rendimiento de cada uno tan esencial que el espíritu del equipo mantiene o intensifica el esfuerzo. Así, los individuos en grupo se escaquean menos cuando la tarea es un desafío, atractiva y engancha. Cuando las personas ven a otros en su grupo como poco fiables o incapaces de contribuir, se esfuerzan más. Los grupos también se escaquean menos cuando los miembros son amigos o se identifican con el grupo, en lugar de ser extraños. La cohesión intensifica el esfuerzo. De este modo, la gente en culturas colectivas muestra menos escaqueo que la gente en culturas individualistas, al igual que las mujeres tienden a ser menos individualistas que los hombres, mostrando así menos escaqueo social. Como conclusión, podemos decir que cuando a los grupos se les ofrece objetivos desafiantes, se les premia por el éxito y hay un espíritu de compromiso hacia el equipo, teniendo un grupo pequeño y con personas igual de preparadas, los miembros del grupo trabajan intensamente. Muchas manos no siempre hacen el trabajo más ligero.

            TEMA 19 : HACER JUNTOS LO QUE NUNCA SE HARÍA SOLOS

            • Desindividualización

            Los experimentos sobre facilitación social muestran que los grupos pueden excitar a la gente. Los experimentos sobre el escaqueo social muestran que los grupos pueden difuminar la responsabilidad. Cuando la excitación y la responsabilidad difuminada se combinan y disminuyen las inhibiciones comunes, los resultados pueden ser desconcertantes, pudiéndose cometer acciones que varían desde una ligera disminución del control hasta autogratificaciones impulsivas y explosiones sociales destructivas. Los grupos pueden generar un sentido de excitación, de ser captados por algo que es superior a uno mismo. En ciertas condiciones de grupo, es más probable que las personas abandonen las restricciones normales, para perder su sentido de identidad individual, y para responder a las normas de grupo o de la multitud, es decir, para que tenga lugar la desindividualización.

            • Tamaño del grupo: Un grupo tiene el pode tanto de excitar a sus miembros como de hacerles no identificables. Si la multitud es pequeña y es de día, las personas no intentan instigar, pero si la multitud es grande o es de noche (aporta anonimato), la multitud azuza y se mofa: cuanto mayor es la multitud, más componentes de la misma pierden su autoconciencia y se ven dispuestos a cometer atrocidades. La aprehensión ante la evaluación se desploma. Como “todos lo hacen”, todos atribuyen su conducta a la situación más que a su decisión.

            • Anonimato físico: En un experimento en el que había que aplicar descargas a una víctima, Zimbardo vio que las mujeres que estaban al descubierto y con grandes etiquetas con su nombre aplicaban menos descargas a la víctima que las mujeres que tenían el rostro tapado. Pero volverse físicamente anónimo no siempre desata nuestros peores impulsos, En un experimento, se vistió a varias mujeres de enfermeras y administraron menos descargas las “enfermeras” con la cara cubierta que las destapadas y con cartel con su nombre, de lo que se concluye que el anonimato hace a uno menos autoconsciente, más consciente del grupo y se responde más a estímulos presentes en la situación, ya sean positivos o negativos. Si se dan claves altruistas, las personas desindividualizadas dan incluso más dinero.

            • Actividades excitantes y distractoras: Las explosiones agresivas de grupos grandes con frecuencia están precedidas de acciones pequeñas que excitan y desvían la atención de la gente. Los gritos del grupo, los cánticos, aplausos o el baile sirven a la vez para excitar a la gente y reducir a autoconsciencia. Las actividades en grupo pueden forjar el escenario para conductas más desinhibidas. Hay un placer autorreforzante en actuar impulsivamente mientras se observa a otros haciendo lo mismo. Cuando vemos que otros actúan como nosotros, pensamos que sienten también de igual forma, lo que refuerza nuestros propios sentimientos, es más, las acciones impulsivas del grupo absorben nuestra atención. Después, cuando pensamos en lo que hemos hecho, nos sentimos apesadumbrados o buscamos las experiencias de grupo que desindividualizan donde disfrutamos de sentimientos positivos e intensos y cercanía de otros.

            • Autoconsciencia disminuida

            Las experiencias de grupo que disminuyen la autoconsciencia tienden a desconectar las actitudes de la conducta. Las personas desindividualizadas y que no son autoconscientes tienen menos autocontrol, menos autorregulación y es más probable que actúen sin pensar sobre sus propios valores y respondan más a la situación. La autoconsciencia es lo contrario a la desindividualización, y a los que se les hace autoconscientes muestran mayor autocontrol y sus acciones reflejan más claramente sus actitudes, además de que es menos probable que hagan trampas. Lo mismo ocurre con los que tienen un fuerte sentimiento de sí mismos como diferentes e independientes, que muestran mayor consistencia entre sus palabras fuera de una situación y sus hechos dentro de la misma. Las circunstancias que disminuyen la autoconsciencia (alcohol, p.e.), aumentan la desindividualización, y ésta disminuye en las circunstancias en las que se aumentan la autoconsciencia.

            TEMA 20 : COMO INTENSIFICAN LOS GRUPOS LAS DECISIONES

            Del estudio de las personas en pequeños grupos se ha deducido un principio que ayuda a explicar los resultados buenos y malos: la discusión en grupo con frecuencia fortalece las inclinaciones iniciales de los miembros. El desarrollo de esta investigación sobre la polarización del grupo ilustra el proceso de la búsqueda: cómo un descubrimiento interesante a veces lleva a los investigadores a conclusiones precipitadas y erróneas, que se reemplazan por las acertadas.

            • El caso del cambio arriesgado

            Stoner puso a prueba la creencia de que los grupos son más cautos que los individuos. Por sorpresa, las decisiones de grupo son normalmente más arriesgadas, llamando a esto el efecto del cambio arriesgado (“experimento de la escritora”). El cambio arriesgado ocurre no sólo cuando un grupo decide por consenso, sino que también tras una breve discusión los individuos también alteran sus decisiones. Aunque este cambio no es universal, porque hay dilemas de decisión en los que la gente es más cauta tras una discusión. Este fenómeno de grupo no es consistentemente de un cambio hacia el riesgo, sino una tendencia a la discusión del grupo a aumentar las inclinaciones iniciales de los miembros del grupo. Moscovici y Zavalloni lo llamaron polarización de grupo: la discusión fortalece la inclinación promedio de los miembros del grupo.

            • ¿Los grupos intensifican las opiniones?

            • Experimentos sobre la polarización del grupo: Estos dos autores observaron que la discusión agrandaba la actitud inicial positiva de estudiantes franceses hacia su presidente y la actitud negativa hacia los americanos.

            • Polarización de grupo que ocurre naturalmente: Podemos distinguir tres ámbitos:

              • Polarización del grupo en las escuelas: Se da el fenómeno de acentuación, que se refiere a que con el tiempo, las diferencias iniciales entre los grupos de alumnos se acentúan (si los alumnos de X son inicialmente más inteligentes que los de Y, la distancia se acentuará mientras estén en la escuela). Los investigadores creen que esto resulta porque los miembros del grupo refuerzan las inclinaciones compartidas.

              • Polarización del grupo en las comunidades: Durante los conflictos de grupos, la gente que piensa igual se une cada vez más, amplificando sus tendencias compartidas. Los grupos de compañeros sin supervisión son el mejor predictor del nivel de victimización del crimen en un barrio. En grupo de adolescentes delincuentes que se junta con otros delincuentes, aumenta el nivel de problemas de conducta. El terrorismo surge entre personas cuyas quejas compartidas les une. Según van interactuando, aislado de influencias moderadas, progresivamente se van haciendo más extremistas. El resultado es actos violentos que los individuos, separados del grupo, nunca habrían hecho y que se hacen posibles por la interacción recíproca de los criminales.

              • La polarización del grupo por Internet: El correo electrónico y el chat ofrece un potencial medio de interacción de grupo. Sus innumerables grupos virtuales capacitan a los que buscan la paz y a los nazis, excéntricos, bárbaros, teóricos de la conspiración, supervivientes de un cáncer, a aislarse a sí mismos unos con otros y encontrar apoyo para sus preocupaciones compartidas, sus intereses y sospechas.

            • Explicación de la polarización de grupo

            Dentro de las teorías propuestas sobre la polarización del grupo, una se refiere a los argumentos que se presentan durante la discusión (haciendo referencia a la influencia informacional, que es la que resulta de aceptar la evidencia sobre la realidad) y la otra hace referencia a cómo los miembros de un grupo se ven a sí mismos cara a cara con los otros miembros (haciendo referencia a la influencia normativa, que es la basada en el deseo de la persona de ser aceptada o admirada por los demás).

            • Influencia informacional: La discusión del grupo suscita una acumulación de ideas, la mayor de las cuales están a favor del punto de vista dominante. Las ideas que eran conocimiento común para los miembros del grupo saldrán a relucir con frecuencia en la discusión o influirán en ella. Cuando la gente oye argumentos relevantes sin aprender las posiciones específicas que otras personas asumen, incluso así cambian sus posiciones (los argumentos importan).

            • Influencia normativa: Implica la comparación con otros. Como argumenta Festinger en su teoría de la comparación social, es parte de la naturaleza humana querer evaluar nuestras opiniones y habilidades, algo que podemos hacer comparando nuestros puntos de vista con los de otros. Esta teoría suscitó experimentos que exponían a las personas a las posiciones de otros pero no a sus argumentos. Cuando la gente conoce las posiciones de otros y no ha hecho un compromiso sobre una respuesta particular, estimula una pequeña polarización que es generalmente menor que la que se produce en una discusión en vivo. Así, podríamos decir que descubrir a otros que comparten los sentimientos de uno (comparación social) desata argumentos (influencia informacional) que apoyan lo que todos apoyan secretamente.

            • Pensamiento grupal

            Janis se preguntó si tales fenómenos podrían ayudar a explicar las buenas y malas decisiones del grupo realizadas por algunos presidentes americanos y sus consejeros:

            • Pearl Harbor: Los comandantes en Hawai recibieron información sobre la preparación de Japón para un ataque a USA, tras lo que la inteligencia militar perdió el contacto por radio con los aviadores de los portaaviones japoneses, que empezaban a moverse a Hawai. El reconocimiento aéreo podía haber localizado a los portaaviones o dado unos minutos de aviso, pero no sonó ninguna alerta hasta que el ataque sobre una base indefensa estaba ya en marcha, con lo que se perdieron 18 barcos, 170 aviones y 2400 vidas.

            • Invasión de Bahía de Cochinos: En 1961, Kennedy intentó derrocar al Fidel Castro invadiendo Cuba con cubanos entrenados por la CIA. Casi todos murieron o los capturaron.

            • Guerra de Vietnam: Desde 1964 a 1967, Johnson incrementó esta guerra, haciendo que el desastre costara 58000 vidas americanas y un millón de vidas vietnamitas, creando un déficit presupuestario que contribuyó a la inflación del petróleo en 1970.

            Janis creyó que estos patinazos fueron alimentados por la tendencia de los grupos de decisión a suprimir la disensión en aras de la armonía del grupo, fenómeno que ella llamó pensamiento grupal. En grupos de trabajo, la camaradería fomenta la productividad, pero cuando se toman decisiones, los grupos muy unidos pueden paga un precio. Janis creía que el terreno del que brotan el pensamiento grupal incluye un grupo amistoso y cohesivo, el relativo aislamiento del grupo de los puntos de vista que disienten, y un líder directivo que indican que decisión prefiere él (en los casos: grupos unidos, fuera los contrarios; presidente que lo aprueba).

            • Síntomas del pensamiento grupal

            Así, Janis identificó ocho síntomas del pensamiento grupal, que son una forma colectiva de reducción de disonancia que sale a la superficie cuando los miembros del grupo intentan mantener su sentimiento positivo de grupo cuando se enfrentan a una amenaza. Los dos primeros, llevan a los miembros del grupo a sobreestimar el poder y verdad de su grupo:

          • Ilusión de invulnerabilidad: Todos los grupos desarrollaron un optimismo excesivo que les cegó para ver los avisos de peligro.

          • Creencia incuestionada en la moralidad del grupo: Los miembros del grupo asumen la moralidad inherente de su grupo e ignoran los aspectos éticos y morales.

          • Los miembros del grupo también llegan a ser cerrados de mente:

          • Racionalización: Los grupos desechan los desafíos justificando colectivamente su decisión.

          • Visión estereotipada del oponente: Los participantes en estos tanques de pensamiento grupal consideran a sus enemigos demasiado malos para negociar con ellos o demasiado débiles o carentes de inteligencia para defenderse contra las iniciativas planificadas.

          • Por último, el grupo sufre presiones hacia la uniformidad:

          • Presión hacia la conformidad: Los miembros del grupo refutan a los que suscitan dudas sobre los supuestos y planes del grupo, a veces no con argumentos sino con sarcasmo.

          • Autocensura: Puesto que los desacuerdos son incómodos y los grupos parecen estar en consenso, los miembros que piensan distinto callan y descartan sus recelos.

          • Ilusión de unanimidad: La autocensura y la presión para no romper el consenso crean la ilusión de unanimidad, es decir, el aparente consenso confirma la decisión del grupo.

          • Guardianes de la mente: Algunos miembros protegen el grupo de la información que haría dudar de la eficacia o moralidad de sus decisiones.

          • Los síntomas del pensamiento grupal pueden dar como resultado un fallo en la búsqueda y discusión de información contraria y posibilidades alternativas. Los fracasos de la dinámica de grupos ayudan a explicar muchas decisiones fallidas. Con un liderazgo abierto, un equipo cohesionado puede mejorar las decisiones. Buscando condiciones que germinen buenas decisiones, Janis analizó dos aventuras exitosas: la formulación de la administración Truman del Plan Marshall para hacer que Europa volviera a estar en pie tras la Segunda Guerra Mundial, y la conducción de la administración Kennedy de los intentos de la antigua URSS de instalar bases de misiles en Cuba. Por tanto, se concluye que las recomendaciones para prevenir el pensamiento grupal son: ser imparcial: no refrendar ninguna posición; animar la evaluación crítica (asignar un “abogado del diablo”); subdividir ocasionalmente al grupo, después reunirse para airear las diferencias; dar la bienvenida a las críticas de expertos y socios de fuera; antes de la realización, convocar una reunión de “segunda oportunidad” para airear cualquier duda que quede rastreando.

            TEMA 21 : EL PODER DE LA PERSONA

            No somos llevados por el ambiente, sino que actuamos y reaccionamos. Podemos resistir a la situación social y a veces hasta cambiarla. Tal vez, el énfasis en el poder de la cultura te deja un tanto a disgusto. La mayor parte nos resentimos ante cualquier indicio de que las fuerzas externas determinen nuestra conducta; nos vemos como seres libres que originan las propias conductas. El control social y personal no compiten entre ellos más de lo que puedan hacerlo las explicaciones biológicas y culturales. Las expectativas sociales y personales de nuestra conducta social son válidas porque somos criaturas y creadores de nuestros mundos sociales.

            • Interactuación entre personas y situaciones

            Las situaciones sociales influyen profundamente en los individuos, pero éstos también influyen en las situaciones. La interacción ocurre, al menos, de tres formas:

          • Una situación social concreta afecta de distinta forma a personas diferentes. Cada uno responde a una situación según la interpreta.

          • La interacción entre las personas y las situaciones ocurre porque las personas escogen sus situaciones. Eligen un mundo social que refuerce sus inclinaciones.

          • Las personas crean también sus situaciones (recordar que nuestras preocupaciones pueden autocumplirse). El mundo social es algo que hacemos para nosotros mismos.

          • La causación recíproca entre las situaciones y las personas nos permite ver a la gente como reaccionando a o actuando sobre su ambiente.

            • Resistencia a la presión social

            Actuamos en respuesta a las fuerzas que nos empujan. Esto se ve en:

            • Reactancia: Cuando la presión social es tan descarada que amenaza su sentido de libertad, con frecuencia se rebelan. La teoría de la reactancia psicológica está apoyada por experimentos que muestran que los intentos de restringir la libertad de la persona producen un “efecto boomerang” de anticonformidad, asegurándonos así que las personas no son marionetas.

            • Afirmación de la unidad: Las personas se sienten a disgusto cuando parecen diferentes de los demás, pero también cando parecen exactamente iguales a los demás. Experimentos de Snyder y Fromkin se deduce que las personas se sienten mejor cuando se ven a sí mismas como únicas, actuando de forma que afirme su individualidad. El verse uno mismo como único aparece también en los autoconceptos espontáneos de las personas; McGuire dice que cuando se les dice a los niños que digan algo de ellos, éstos dicen sus atributos distintivos. McGuire dice que el principio es que uno es consciente de uno mismo cuando y en la forma en que uno es diferente. Este conocimiento nos ayuda a entender por qué cualquier minoría tiende a ser consciente de sus rasgos distintivos y cómo el ambiente cultural se relaciona con esa minoría. Las pequeñas diferencias pueden significar grandes conflictos, por lo que la rivalidad es más intensa cuando el grupo contrario se parece más a ti. Pero no buscamos simplemente ser distintos del promedio, sino que buscamos ser mejor que el promedio.

            • Influencia de la minoría

            Las circunstancias culturales nos moldean, pero nosotros también ayudamos a crear y escoger esas circunstancias; la presión de conformarse a veces abruma nuestro mejor juicio, pero la presión descarada puede motivarnos a afirmar nuestra individualidad y libertad; las fuerzas persuasivas son poderosas, pero podemos resistirlas haciendo compromisos públicos y anticipando las invitaciones persuasivas. En los comienzos de la mayor parte de los movimientos sociales, una pequeña minoría a veces se desvía y después puede incluso convertirse en mayoría. Experimentos de Moscovici han identificado los determinantes de la influencia de la minoría:

            • Consistencia: Una minoría que se aferra a su posición es más influyente que una minoría que fluctúa (“experimento de los apuntes de verde y azul”). Moscovici cree que el seguimiento de la minoría a la mayoría es sólo una aceptación pública, pero el seguimiento de la mayoría a la minoría refleja una aceptación sincera. Una mayoría nos puede constituir una regla simple ara decidir la verdad, pero la minoría nos hace pensar más profundamente. Por tanto, la minoría toma la ruta central de la persuasión y puede estimular el pensamiento creativo. Con la disensión desde dentro del propio grupo, la gente recibe más información, piensa sobre ellas de formas nuevas y toma mejores decisiones. Una minoría persistente es influyente (porque hablan mucho), aunque no popular porque pronto se convierte en foco de debate. Pero la no conformidad persistente puede ser dolorosa.

            • Autoconfianza: La consistencia y la persistencia transmiten Autoconfianza. Y cualquier conducta de la minoría que transmita Autoconfianza tiende a suscitar dudas entre la mayoría. Siendo firme y fuerte, la seguridad de la minoría puede suscitar que la mayoría reconsidere su posición, sobre todo en materias de opinión más que en hechos.

            • Deserción de la mayoría: Cuando la minoría duda persistentemente de la sabiduría de la mayoría, los miembros de esta se sienten más libres para expresar sus propias dudas y hasta pueden cambiar a la posición de la minoría. Wolf y Latané defienden que las mismas fuerzas sociales funcionan tanto para las minorías como para las mayorías. La influencia informativa y normativa potencia tanto la polarización del grupo como la influencia de la minoría, y si la consistencia, la Autoconfianza y la deserción del otro lado fortalece la minoría, las mismas variables fortalecen también la mayoría. Por tanto, las minorías tienen menor influencia que las mayorías simplemente porque son menores. Levine y Moreland concluyen que los nuevos miembros de un grupo ejercen un tipo diferente de influencia de minoría que los miembros antiguos, por la atención que reciben y la consistencia de grupo que suscitan en los miembros antiguos. Los miembros antiguos se sienten más libres para disentir y para ejercer liderazgo.

            • ¿Se debe al liderazgo la influencia de la minoría?

            El liderazgo, proceso por el cual ciertos individuos movilizan y guían los grupos, es un ejemplo del poder de los individuos. Algunos líderes son elegidos formalmente y otros emergen informalmente según se va interactuando con el grupo. Lo que constituye un buen liderazgo depende de la situación, sobresaliendo algunas personas en el liderazgo de tarea y otras en el liderazgo social. Los líderes de tarea tienen un estilo directivo, algo que puede funcionar bien si el líder sabe dar buenas órdenes, haciendo que la atención y el esfuerzo del grupo se centren en su misión. Los líderes sociales tienen un estilo democrático, delegando autoridad y, por tanto, recibiendo co agrado información de los miembros del grupo y ayudando a prevenir el pensamiento grupal. Si se les da control sobre sus tareas, los trabajadores se ven más motivados para conseguir logros. Las personas que valoran el sentimiento de buen grupo y sienten orgullo en lograr los objetivos se esfuerzan consecuentemente bajo el liderazgo democrático. Este liderazgo puede verse puesto en acción por muchos negocios que buscan una organización participativa. Las cualidades que caracterizan a un buen líder es que se preocupa abiertamente por ver como avanza el trabajo y es sensible a las necesidades de sus subordinados; muestra conductas que ayudan a hacer que sea persuasivo el punto de vista de una minoría; engendra confianza manteniéndose firme consistentemente en sus objetivos; transpira un carisma de Autoconfianza que engendra la lealtad de sus seguidores; tiene una visión del deseado modo de estar las cosas que se impone, una habilidad para comunicar esto a los otros en un lenguaje claro y simple y suficiente optimismo y fe en su grupo para inspirar a otros que les sigan. Los grupos también influyen en sus líderes. El que tipifica los puntos de vista del grupo es más probable que sea elegido como líder. Un líder que se desvíe demasiado radicalmente de los estándares del grupo puede ser rechazado. Los líderes despiertos permanecen con la mayoría y emplean su influencia prudentemente. Los líderes individuales efectivos pueden a veces mostrar un tipo de influencia de minoría movilizando y guiando la energía de su cuerpo. En raras circunstancias, los rasgos correctos unidos con la situación correcta producen la grandeza que hace historia (Marx, Lincoln…). Cuando una combinación adecuada de inteligencia, habilidad, determinación, Autoconfianza y carisma social encuentra una rara oportunidad, a veces el resultado es un campeonato, un Premio Nobel o una revolución social.

            PARTE IV: RELACIONES SOCIALES

            TEMA 22 : EL DISGUSTO POR LA DIVERSIDAD

            • ¿Qué es el prejuicio?

            El prejuicio es un juicio previo negativo de un grupo y de sus miembros individuales, que nos predispone negativamente contra una persona basándonos en su pertenencia al grupo percibido (prejuzgado). El prejuicio es una actitud (actitud: combinación distintiva de sentimientos, inclinaciones a actuar y creencias; esa combinación es el ABC de las actitudes: afecto (sentimientos), behavior (conducta) y cognición o creencia). Una persona con prejuicios puede no sentir gusto por las personas diferentes, comportarse de forma discriminatoria y creer que son ignorantes o peligrosas. Las valoraciones negativas que marcan el prejuicio pueden emanar de asociaciones emocionales, llamadas estereotipos, que es generalizar. Un problema con los estereotipos sea crea cuando son sobregeneralizados o simplemente erróneos. El prejuicio es una actitud negativa, mientras que la discriminación es una conducta negativa, que tienen sus orígenes en actitudes prejuiciales. Nuestras conductas reflejan algo más que nuestras convicciones interiores. Las actitudes de los prejuicios no necesariamente alimentan actos hostiles, ni toda opresión se deriva del prejuicio. El racismo y el sexismo son prácticas institucionales que discriminan, incluso sin haber intento prejuicioso.

            • ¿Hasta qué punto es extensivo el prejuicio?

              • Prejuicio racial: Gracias a la movilidad y la migración, las razas del mundo están ahora mezcladas, en relaciones unas veces hostiles y otras amistosas. El color de la piel es una característica humana bastante trivial, algo controlado por una diferencia genética minúscula entre razas. La naturaleza no une las razas en categorías, somos nosotros los que lo hacemos.

                • ¿Está desapareciendo el prejuicio racial?: En América, la actitud para con los negros ha cambiado brutalmente desde 1942 (que se creía que había que separar negros y blancos y que no se les dejaba integrarse) hasta 1980 (que la mayor parte de la gente apoyaba la integración de los mismos). También las actitudes de los afroamericanos han cambiado desde 1940, época en la que muchos tenían prejuicios antinegros. Las personas de diferentes razas también comparten hoy día muchas de las mismas actitudes y aspiraciones. Las cuestiones concernientes a los contactos íntimos interraciales, sin embargo, detectan todavía el prejuicio. Aunque los matrimonios interraciales están aumentando, muchas personas que dan la bienvenida a gente distinta como compañeros de trabajo o clase, todavía se relacionan socialmente, establecen noviazgos y se casan con personas de su propia raza. Estas relaciones entre mayoría/minoría transciende la raza. Este fenómeno de mayor prejuicio en los terrenos sociales más íntimos parece universal.

                • Formas sutiles del prejuicio: Gran parte del prejuicio permanece oculto, hasta que las circunstancias lo provocan (se les puso a unos estudiantes un video de un negro empujando a un blanco y de un blanco empujando a un negro, y el 13% dijeron que cuando el blanco empujaba no era conducta violenta, pero el 73% dijo que cuando era el negro quien empujaba sí era violencia). Los blancos ayudan igualmente a cualquier persona en necesidad, excepto cuando la persona necesitada es lejana, y cuando se les pide aplicar descargas, las dan igual a blancos que a negros. Según disminuyen los prejuicios descarados, las reacciones emocionales automáticas persisten. El prejuicio consciente puede afectar a nuestras reacciones instantáneas. Los bajos en prejuicio tratan conscientemente de suprimir los pensamientos y sentimientos perjudiciales. El resultado para todos, en cambio, es que los sentimientos y pensamientos no queridos persisten. Todo esto ilustra nuestro sistema dual de actitud. Podemos tener actitudes diferentes explícitas (conscientes) e implícitas (automáticas) hacia el mismo objetivo. Aunque las actitudes explícitas pueden cambiar llamativamente con la educación, las actitudes implícitas pueden seguir latentes, cambiando sólo según vamos formando nuevos hábitos por la práctica. Las caras, palabras… pueden activar automáticamente estereotipos de algún grupo racial, los cuales pueden tergiversar su conducta.

              • Prejuicio de género: Las normas son prescriptitas, los estereotipos descriptivos.

            • Estereotipos de género: Existen estereotipos de género fuertes y los miembros del grupo estereotipado aceptan los estereotipos. Los hombres y las mujeres están de acuerdo en que puedes juzgar el libro por su cubierta sexual. Conductas asociadas con el liderazgo son percibidas menos favorablemente cuando las realizan las mujeres, igual que la asertividad. Los estereotipos son generalizaciones sobre un grupo de personas y puede ser verdadero, falso o sobregeneralizado a partir de un punto de vista. Se ha visto que los estereotipos de género con frecuencia son ciertos por su persistencia y omnipresencia, reflejando una realidad innata y estable. Pero éstos a veces se aplican erróneamente o exageran pequeñas diferencias. Los estereotipos (creencias) no son prejuicios (actitudes), pero pueden apoyar los prejuicios, aunque uno podría creer, sin prejuicio, que los hombres y mujeres son diferentes pero iguales.

            • Actitudes de género: Las actitudes hacia las mujeres han cambiado tan rápidamente como las actitudes raciales. La gente no responde a las mujeres con descaro o emociones negativas como lo hace con otros grupos, y a la mayor parte de la gente le gusta las mujeres más que los hombres. Un estereotipo favorable, que se traduce como “el efecto las-mujeres-son-maravillosas”, da como resultado una actitud favorable. Como en el prejuicio racial, el prejuicio descarado de género está muriendo, pero persisten distorsiones sutiles. Los hombres que piensan que un investigador puede leer sus verdaderas actitudes con un detector de mentiras expresa menos simpatía hacia los derechos de la mujer. La mayor parte de las mujeres saben que el sesgo del género existe. Creen que la discriminación del sexo afecta a la mayor parte de las mujeres trabajadoras. La mayoría de las mujeres niegan sentirse discriminadas en contra y creen que eso sólo le cure a otras mujeres. Para concluir, el prejuicio abierto contra las personas de color y contra las mujeres hoy es mucho menos común que hace cuatro décadas, lo mismo que el prejuicio contra los homosexuales. Pero las técnicas sensibles al prejuicio sutil aún detectan sesgos muy extendidos, y en algunas partes del mundo, el prejuicio de género es literalmente mortal (ablaciones, infanticidios en China, etc.).

            TEMA 24 : NATURALEZA Y FORMACIÓN DE LA AGRESIVIDAD

            Los seres humanos gastamos en armas y ejército dos mil millones de dólares al año. Para el psicólogo social, la agresividad es cualquier conducta física o verbal que intenta herir a alguien.

            • Teorías de la agresividad

              • ¿La agresividad es un instinto?: En el siglo pasado, la visión brutal (impulsos como algo innato e inevitable) era defendida por Freud y Lorenz. Freud se preguntaba si la agresividad humana tenía raíces en un impulso autodestructivo, reorientando hacia los otros la energía de un impulso primitivo de la muerte. Lorenz veía la agresividad como adaptativa, y decía que tenemos un mecanismo para inhibirla. La idea de que la agresividad es un instinto se derrumbó al crecer la lista de los supuestos instintos. La conducta varía según personas y culturas.

              • Influencia neuronal: Debido a que la agresividad es una conducta compleja, no la controla ningún punto del cerebro, aunque se han encontrado sistemas neuronales tanto en hombres como animales que facilitan la agresividad. Se halló que la corteza prefrontal, que actúa como un freno de emergencia en las capas profundas del cerebro implicadas en la conducta agresiva, es un 14% menos activa que lo normal en los criminales no maltratados y un 15% más pequeño en los antisociales. Esta anomalía no predispone a la violencia, pero es un factor importante.

              • Influencia genética: La herencia influye en el sistema neuronal de la sensibilidad para las claves de agresividad. Nuestros temperamentos vienen con nosotros al mundo, influidos por la reactividad de nuestro sistema nervioso simpático.

              • Química de la sangre: Ésta también influye en la sensibilidad neuronal a la estimulación agresiva. Por tanto, las personas violentas es más probable que beban o se vuelvan agresivas cuando se intoxican. El alcohol aumenta la agresividad reduciendo la autoconsciencia de la gente y su habilidad para considerar las consecuencias, por lo que éste desindividualiza y esto inhibe. La agresividad también se relaciona con la testosterona (hormona sexual masculina), por lo que las drogas que disminuyen los niveles de testosterona en los violentos disminuye sus tendencias agresivas. Después de alcanzar los 25 años, los niveles de testosterona y las cifras de crímenes violentos disminuyen conjuntamente. Los niveles de testosterona tienden a ser más elevados entre prisioneros convictos de crímenes violentos, haciendo que éstos se impliquen en delincuencia, drogas duras y respuestas agresivas ante provocación, mientras que los hombres de bajo nivel de testosterona reaccionan menos agresivamente a provocaciones.

            • Influencias psicológicas en la agresividad

            • Frustración y agresividad: Una de las primeras teorías psicológicas sobre la agresión es la teoría de frustración-agresión, que dice que la frustración siempre lleva a alguna forma de agresión. Frustración es cualquier cosa que impide que consigamos un objetivo, y aumenta cuando nuestra motivación de conseguir un objetivo es muy fuerte, cuando esperamos gratificación y cuando el impedimento es total. Aprendemos a inhibir la represalia directa y desplazamos nuestras hostilidades contra objetivos más seguros. El desplazamiento ocurre en la anécdota de que un hombre, humillado por su jefe, riñe a su mujer, la cual grita a su hija, que le da una patada al perro y éste muerde al cartero. El desplazamiento de la agresividad es más probable que ocurra cuando el blanco tiene algún parecido al instigador. Berkowitz se dio cuenta de que la teoría original sobrevaloraba la conexión frustración-agresividad, por lo que la revisó, teorizando que la frustración produce enfado, una preparación emocional para agredir. El enfado surge cuando alguien que nos frustra podría haber escogido actuar de otra forma. Una persona frustrada tiene especiales probabilidades de atacar cuando las claves agresivas tiran del tapón, relajando el enfado embotellado, por lo que estas claves amplifican la agresividad. Berkowitz halló que la vista de un arma de fuego es una clave, incitando pensamientos hostiles y juicios punitivos. Las pistolas no solo sirven como claves de agresividad, sino que también ponen una distancia psicológica entre el agresor y la víctima, por lo que facilita la crueldad (no como un cuchillo, con el que tienes que tocar a la víctima).

            • El aprendizaje de la agresividad: Las teorías de la agresión en el instinto y en la frustración asumen que los impulsos hostiles irrumpen de las emociones interiores, las cuales empujan la agresividad desde dentro. Los psicólogos sociales mantienen que el aprendizaje también tira la agresividad fuera de nosotros.

              • Los refuerzos de la agresividad: Por experiencia y observando a otros, aprendemos que la agresividad con frecuencia da buen resultado, mientras que los fracasos severos crean sumisión. La violencia colectiva también puede ser rentable. El punto importante no es que la gente conscientemente planifique las revueltas por su valor instrumental, sino que la agresividad a veces aporta beneficios, o, por lo menos, consigue atraer la atención. Lo mismo se puede decir de los actos terroristas, que permiten a personas sin poder atraer la atención.

              • Aprendizaje por observación: Bandura propuso la teoría del aprendizaje social de la agresividad, que dice que aprendemos la agresividad no sólo por la experiencia de sus beneficios, sino también observando a otros que actúan y tomando nota de sus consecuencias. Bandura cree que la vida diaria nos expone a modelos agresivos en la familia, la subcultura y los medios de comunicación. Los hijos de padres físicamente punitivos tienden a usar la agresividad cuando se relacionan con otros (el 30% de los niños maltratados, maltratan a sus hijos). El ambiente social fuera de casa también aporta modelos. En las comunidades donde es admirada la imagen del “macho”, la agresividad es fácilmente transmitida a las nuevas generaciones. Así, las personas aprenden respuestas agresivas por experiencia y observación de modelos agresivos. Bandura defendía que los actos agresivos están motivados por una variedad de experiencias aversivas (frustración, dolor, insultos) que nos excitan emocionalmente. Pero que actuemos agresivamente depende de las consecuencias que anticipemos. La agresión es más probable cuando estamos excitados y agredir parece seguro y gratificante.

            • Influencias del ambiente: Hay cuatro influencias ambientales básicas para la agresividad:

            • Incidentes dolorosos: Los investigadores han hallado que con una variedad de especies, la crueldad que los animales se imponen unos a otros se iguala punto por punto con la crueldad que se les impone a ellos, atacando a animales de su propia especie y también a los de otras especies. Además, también se halló que no sólo las descargas eléctricas inducen al ataque, sino que también el calor intenso y el dolor psicológico (frustración) hacen el mismo efecto. El dolor aumenta también la agresividad en los humanos. Berkowitz ahora cree que es la estimulación aversiva más que la frustración el dispositivo básico de la agresividad hostil. La frustración es un tipo importante de molestia, pero cualquier evento aversivo puede dar explosión emocional.

            • Calor: Un ambiente desagradable también eleva las tendencias agresivas, siendo el calor el elemento irritante que más se ha estudiado. Experimentos de seguimiento revelan que el calor también dispara acciones de revancha.

            • Ataques: Ser atacado o insultado por otro conduce especialmente a la agresividad. Los ataques intencionados engendran ataques en represalia, siendo la explicación más probable de esto el “ojo por ojo, diente por diente”.

            • Aglomeración: Es el sentimiento subjetivo de no tener suficiente espacio, lo cual estresa y disminuye nuestra sensación de control, elevando la agresividad. Es verdad que las áreas urbanas con gran densidad de población experimentan mayor cuota de crímenes y estrés emocional. Aunque no sufran mayor número de crímenes, los residentes de ciudades superpobladas pueden sentir más miedo.

            • Reducción de la agresividad

            ¿Cómo podemos reducir la agresividad?

            • ¿Catarsis?: Landers aconseja que debería enseñarse a los jóvenes a dar salida a su enfado. Perls dice que si una persona acumula enfado, tiene que encontrar un escape. Ambas afirmaciones asumen el modelo hidráulico: la energía agresiva acumulada necesita una salida (igual que el agua de un pantano). El concepto de catarsis se atribuye a Aristóteles, quien defendió que podemos purgar las emociones experimentándolas y que el ver las tragedias clásicas posibilita por tanto la catarsis (purga) de la pena y del miedo, ya que ésta no tiene lugar con violencia. En algunos experimentos, el agredir ha conducido a elevar la agresividad, por lo que desahogar la hostilidad aumenta la misma. Aunque algunas veces la represalia a corto plazo reduce la tensión, a la larga reduce las inhibiciones. El desprecio silencioso apenas es más efectivo, porque nos permite continuar recitando nuestros agravios al llevar a cabo conversaciones en nuestra cabeza. Afortunadamente, hay formas no agresivas de expresar sentimientos e informar a los demás de que sus conductas nos afectan (cambiar los mensajes acusatorios “tú…” por mensajes “yo…” facilita que la otra persona de respuestas positivas).

            • Un planteamiento de aprendizaje social: Si la conducta agresivas es aprendida, hay esperanza de cambiarla. Las experiencias aversivas predisponen a la agresividad hostil, por lo que hay que impedir que las personas se forjen en sus mentes expectativas falsas e inalcanzables, debiendo premiar la conducta cooperativa y no agresiva. Además, el castigo tiene sus limitaciones, por lo que debemos prevenir la agresión antes de que tenga lugar, enseñando estrategias no agresivas de solucionar los problemas. Para potenciar un mundo más amable, podemos presentar modelos y premiar la sensibilidad y la cooperación desde la temprana edad, enseñando a los padres como imponer disciplina sin violencia. Los programas de entrenamiento animan a os padres a reforzar las conductas deseables y formular las palabras positivamente. Un programa de reemplazamiento de la agresividad reduce la agresividad enseñando a los jóvenes y a sus padres las habilidades de la comunicación, enseñándoles a controlar el enfado y elevando su nivel de razonamiento moral. También podríamos reducir las muestras brutales y deshumanizante de las películas y televisión o inocular a niños contra los efectos de la violencia de los miedos de comunicación. Los estímulos agresivos también disparan la agresividad, lo que sugiere la reducción de las armas disponibles. Estas cosas minimizan la agresividad.

            TEMA 25 : ¿INFLUYEN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA CONDUCTA SOCIAL?

            Los porcentajes en aumento de violencia y coerción sexual han coincidido con aumentos en el caos mediático y en la sugestión sexual, consecuencia de la pornografía y los efectos de los modelos de violencia en el cine y la televisión.

            • Pornografía y violencia sexual

            La exposición repetida al erotismo ficticio tiene múltiples efectos: puede disminuir nuestra atracción hacia una pareja en la vida real y aumentar la aceptación del sexo extramarital y de la sumisión sexual de las mujeres a los hombres. La investigación psicosocial sobre la pornografía se ha centrado en las imágenes de la violencia sexual, advirtiendo que ver escenas ficticias de un hombre forzando a una mujer excitante puede causar los siguientes efectos:

            • Percepciones distorsionadas de la realidad sexual: Los hombres que ven películas violentas se desensibilizan ante la brutalidad y es más probable que violen víctimas sin tener sentimientos hacia ellas.

            • Agresión contra las mujeres: La evidencia sugiere que la pornografía puede contribuir a la agresividad actual de los hombres contra las mujeres. En todo el mundo, según se fue haciendo más asequible la pornografía, aumentó el número de violaciones denunciadas. Por supuesto, esta correlación no puede probar que la pornografía es una cusa contribuyente de la violación, e igual el uso de la misma por parte de delincuentes es simplemente un síntoma y no la causa de su desviación fundamental. Aún así, la exposición a pornografía violenta aumenta la conducta punitiva hacia las mujeres. Los hombres que se comportan de forma agresiva y sexualmente coactiva típicamente desean dominio, exhiben hostilidad hacia las mujeres y son sexualmente promiscuos. Ver violencia sexual puede tener efectos antisociales. Hoy día la mayor parte de las personas toleran las imágenes de mujeres en los medios de comunicación que alimentan el acoso, abuso y violación. Muchos psicólogos están a favor de un entrenamiento de la consistencia de los medios de comunicación; sensibilizando a las personas a la visión de la mujer que predomina en la pornografía y a los temas del acoso y violencia sexual, podía ser posible contrarrestar el mito de que las mujeres disfrutan siendo coaccionadas.

            • Televisión

            Observar un modelo agresivo puede desatar impulsos agresivos de los niños y enseñarles nuevas formas de agredir. Las mujeres ven más la tele que los hombres, los no blancos más que los blancos, los niños que no van a la escuela y los jubilados más que los que van a la escuela y los trabajadores, y los que tienen menos instrucción más que los muy educados; y seis de cada diez programas contienen violencia. La última idea, variada de la catarsis, mantiene que viendo representaciones violentas se capacita a la gente a soltar sus hostilidades acumuladas. En una revisión de 208 prisioneros, 9 de cada 10 admitieron haber aprendido nuevos trucos criminales viendo programas de crímenes y 4 de cada 10 intentaron crímenes específicos vistos en TV.

            • Correlación entre ver la televisión y la conducta: Con niños escolares, con saber lo que ven en la televisión puede predecirse su agresividad: cuanto más violento es el contenido que ven en la TV, más agresivos son los niños. De todos modos, la agresión sigue al ver violencia pero la agresividad no sigue a ver violencia (es decir, que no se da a la inversa). Además, otro factor a considerar es que donde va la televisión sigue un aumento de violencia (en EEUU la cifra de homicidios se dobló de 1957 a 1974 según se iba extendiendo la televisión). Con todo, un número infinito de posibles terceros factores podrían crear una relación meramente coincidente entre ver la televisión y la agresividad, pero, afortunadamente, el método experimental puede controlar estos factores extraños.

            • Experimentos sobre ver televisión: La exposición a películas violentas conduce a un aumento de la agresividad de los que las ven. La investigación sobre TV ha usado variedad en los métodos y en los participantes, llegando a la conclusión de que ver representaciones antisociales está ciertamente asociado con la conducta antisocial. La conclusión es que ver violencia aumenta la violencia, hecho más verídico de las personas con tendencias agresivas. La diversión violenta con frecuencia crea estas condiciones para los efectos antisociales, pero no siempre (La lista de Schindler habla del holocausto judío, pero no induce a la violencia).

            • ¿Por qué afecta la conducta el ver la televisión?: No es que la televisión y la pornografía sean las causas fundamentales de la violencia social, sino que son ingredientes de la receta compleja de la violencia. Ver violencia tiene este efecto por tres razones: no es el contenido violento en sí mismo el causante de la violencia social sino la excitación que produce; ver violencia incita al sujeto a la conducta agresiva activando pensamientos relacionados con la violencia; las representaciones de los medios invitan también a la imitación (la industria de la publicidad de la TV está siendo presionado porque sus anuncios sirven de modelo del consumismo). Si las formas de relatar y resolver los problemas presentados en la TV disparan la imitación, presentar modelos de conducta prosocial es socialmente beneficioso. La sutil influencia de la TV puede enseñar a los niños lecciones positivas de conducta. La mayor parte de las personas que pasan horas sin fin viendo imitadores de asesinatos en masa viven unas vidas tranquilas, siendo el efecto de la violencia de los medios es más notorio. Los videojuegos evocan pensamientos agresivos también e incrementan la agresividad. Los hombres que más tiempo dedican a hacer videojuegos violentos tienden a ser los más agresivos físicamente. Esto indica que, contra la hipótesis de la catarsis, practicar la violencia alimenta más violencia.

            TEMA 31 : PSICOLOGÍA SOCIAL DE LA SOSTENIBILIDAD

            Hoy conocemos comodidades desconocidas incluso para la realeza en siglos pasados. El aumento de la población y del consumo se han combinado para sobrepasar la capacidad ecológica de sostenimiento de la tierra, gastando nuestro capital ambiental. Los coches, juntos con la combustión de carbón y gasoil para generar electricidad y calentar las viviendas, producen el efecto invernadero que contribuye al calentamiento del globo. Con el cambio del clima, los acontecimientos climáticos extremos (además de olas, corrientes, inundaciones…) se están haciendo cada vez más comunes. La tierra no puede soportar nuestro consumo presente indefinidamente y mucho menos el aumento que se espera en el consumo, por lo que para que nuestras especie sobreviva debemos cambiar algunas cosas. Para ello, podemos aumentar la eficacia tecnológica y agrícola (usar lámparas que gasten menos, enviar e-mails en vez de cartas, etc.) y también modificar nuestra conducta (no coger siempre el coche, reciclar…). Para poder cambiar la dirección que llevamos con la tierra, la natalidad ayudará, porque a medida que la mujer alcanza más educación y poder, el ritmo de natalidad baja. Aún así, debemos moderar nuestro consumo estableciendo políticas que aporte incentivos por la conservación (de lo que exprimimos conseguimos menos y de lo que potenciamos conseguimos más). Frank también propone que se imponga una tasa de consumo progresivo que compense el ahorro y la inversión, e incremente el precio de artículos de lujo no esenciales, lo cual conllevaría un cambio de la conciencia pública. Quizá la psicología social pueda ayudar, exponiendo nuestro materialismo, informando de la desconexión entre el crecimiento económico y la moral humana y ayudando a entender por qué el materialismo y el dinero no satisfacen.

            • Aumento del materialismo

            Creemos que hay alguna conexión entre la economía saneada y sentirse fantásticamente. Sin embargo, aquellos que buscan ardientemente el dinero tienden a vivir con un bienestar inferior, mientras que los que en lugar de dinero buscan intimidad., crecimiento personal y contribuir a la comunidad experimentan mejor calidad de vida.

            • Crecimiento económico y moral humana

            El materialismo elige costos ecológicos y psíquicos, pero tenemos que saber si el costo económico del materialismo merece la pena psíquicamente. Hay alguna correlación entre la riqueza nacional y el bienestar, siempre y cuando se comparen países ricos con países pobres, y no países ricos con los muy ricos. Además, en un país individual, si éste es pobre amenazando las necesidades básicas, tienen más bienestar el que está mejor económicamente; pero en países opulentos, donde la mayoría puede afronta las necesidades de la vida, la riqueza no importa tanto. Los incrementos de ingresos y los golpes de suerte elevan temporalmente la felicidad, y las recesiones crean pérdidas psíquicas de corta duración; pero con el tiempo las emociones menguan. Una vez cómodos, tener más dinero produce resultados a largo plazo que van disminuyendo, por lo que la correlación felicidad-ingresos es muy débil. Desde 1957, y a pesar de que se ha doblado la cantidad de ingresos en los EEUU, el número de americanos que dicen ser muy felices hoy día a descendido del 35 al 32 % (y el número de divorciados, suicitos, deprimidos, crímenes… aumenta). El crecimiento económico no aporta elevación de la moral.

            • ¿Por qué no satisfacen el materialismo y el dinero?

            Dos principios mueven esta psicología del consumo:

              • Nuestra capacidad humana para la adaptación: El fenómeno del nivel de adaptación es nuestra tendencia a juzgar nuestra experiencia en comparación con un nivel neutral, definido por nuestra experiencia anterior. Ajustando nuestros niveles neutrales basados en nuestra experiencia, advertimos y reaccionamos a los cambios hacia arriba o hacia abajo partiendo de ese nivel. Así, en la medida en que nuestros logros superan los niveles pasados, nos sentimos exitosos y satisfechos: según asciende nuestro prestigio social, ingresos o tecnología dentro de la casa, nos sentimos contentos. De todos modos, nos adaptamos, ya que lo que antes se registraba como bueno, ahora se toma como neutral, y lo que antes se vio como neutral, ahora se siente como privación. Por ello, no se podrá nunca crear un paraíso porque si mañana te despiertas en un mundo de utopía, te sentirás eufórico por algún tiempo, pero después recalibrarías tu nivel de adaptación, sintiéndote de nuevo gratificado (cuando los logros sobrepasan las expectativas), privado (cuando se quedan cortos) o neutral.

              • Nuestra necesidad de comparación: Gran parte de nuestra vida gira alrededor de la comparación social, estando siempre comparándonos con otros de los cuales depende nuestra felicidad y tristeza, según sean mejores o peores que nosotros. La comparación social nos ayuda a entender la modesta correlación entre ingresos y felicidad: los de niveles socioeconómicos medio-alto son un poco más felices que los de los bajos, pero cuando tenemos un nivel de ingresos normal y nos lo ascienden un poco, tendemos a compararnos con la siguiente escala superior a la nuestra. Aumentando la desigualdad de ingresos hace que en nuestra comunidad haya más personas destacadamente por encima de nosotros (si vives en una casa de 200 m2 sita entre casa de igual tamaño, serás más feliz que si vives en esa casa sita entre casa de 400 m2). Tanto este fenómeno como el del nivel de adaptación indican que la búsqueda de la felicidad por medio del logro material requiere expandir continuamente la opulencia. Lo mejor es que la adaptación a vidas más sencillas también puede ocurrir, aunque inicialmente sintamos pena. Gracias a nuestra capacidad para adaptar y ajustar las comparaciones, el impacto emocional de los eventos importantes de la vida se disipan antes de lo que podemos suponer.

            • Hacia la sostenibilidad y la supervivencia

            Un cambio hacia los valores post-materialistas ganará ímpetu según las personas se enfrenten a las implicaciones del crecimiento de la población y del consumo para el cambio climático, la destrucción del hábitat y el agotamiento de recursos; cuando se den cuenta de que los valores materialistas se dirigen a vidas menos felices; y cuando aprecien que el crecimiento económico no ha alimentado un crecimiento de bienestar. La contribución de la psicología social a un futuro de sostenibilidad y supervivencia vendrá a través de su conciencia: transformando sus conocimientos en adaptación y comparación. Estos conocimientos provienen también de experimentos que rebajan los estándares de comparación de la personas, enfriando así la fiebre de lujo y renovando el contento. Esta psicología contribuye a esto también mediante sus exploraciones sobre la buena vida: un ingrediente del bienestar es la satisfacción de nuestra profunda necesidad de pertenencia (vinculación afectiva), lo que ayuda a entender por qué los que tiene amigos íntimos o están comprometidos tienen más probabilidades de declararse felices. Los rasgos positivos (autoestima, locus de control interno, optimismo, extraversión) también son indicadores de tiempos y vidas felices. Del mismo modo contribuyen el tiempo y las experiencias que tienen ocupadas nuestras habilidades. Entre la ansiedad del estrés y la apatía del aburrimiento está la zona de ensimismamiento, que es un estado óptimo de absorción, durante el cual perdemos la consciencia del tiempo y de nosotros mismos. Cuanto menos cara es una actividad de recreo, más feliz está la gente al realizarla (más felices al hablar con un amigo que al ver la TV). Todo esto es una buena noticia, porque las cosas que hacen que una vida sea genuinamente buena son duraderamente sostenibles.




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    Enviado por:Nere
    Idioma: castellano
    País: España

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