Historia
Prehistoria
PREHISTORIA
La prehistoria es la época histórica que transcurre entre la aparición del primer ser humano y el descubrimiento de la escritura, por tanto sus límites están lejos de ser claros.
Las primeras etapas de la prehistoria están claramente enraizadas en la paleontología, con el estudio de los primeros homínidos, su relación con nuestros parientes los primates y todos nuestros antepasados comunes.
Muy emparentada con la prehistoria, como disciplina, y actuando mutuamente como disciplinas auxiliares, podemos considerar la antropología física y el estudio de los pueblos primitivos actuales, como una de las especialidades de la etnografía .
La prehistoria, a su vez, puede subdividirse en periodos:
Aparición y evolución del ser humano
La aparición del ser humano tuvo lugar en África unos seis millones de años antes de cristo. En esta época las comunidades humanas vivían de la recolección sobre todo, pero más tarde se añadirán la caza y la pesca. Vivían en una gran precariedad. A partir de ese grupo nacido en África llamado Australopitecos comenzó un periodo evolutivo que continuo hasta la aparición del hombre de Cro magnon u Homo sapiens sapiens. A este periodo se le denomina paleolítico y lo podemos subdividir en tres partes inferior medio y superior.
Paleolítico
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El paleolítico inferior transcurre entre el 2.500.000 a.C. el año 1.000.000 a.C. aproximadamente. En este primer período se utilizaban medios para conseguir unos fines, herramientas, etc. En este periodo el ser humano llega a Europa y establece sus primeros campamentos organizados al aire libre. A el primer ser que habitó en este periodo se le denomina Australopitecus. Más tarde aparecerá el homo erectus, primer ser humano que camina erguido. Sin duda fue este último el más importante ya que fue el primer ser considerado “homo”(hombre).
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Hacia el 1.000.000 a.C. aparece el Homo Sapiens Neandertalensis,(hombre de Neandertal), dando paso al paleolítico medio. La palabra Sapiens se debe a que el ser humano comienza a hacer cosas abstractas como enterrar a sus muertos.
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En el año 40.000 a.C. aproximadamente aparece el homo que llegará hasta nuestros días, el Homo sapiens sapiens u hombre de Cromagnon. Esta época es la denominada paleolítico superior. Este ser humano nos deja muchos restos de su cultura rupestre en cuevas de Francia y del cantábrico en la zona Franco-Cantábrica. Los restos más importantes de esta cultura están en las cuevas de Altamira Ekain, Santimamiñe e Isturitz.
No se puede afirmar que hubo una prehistoria española, en la península hubo asentamientos humanos desde tiempos remotos, pero no se pueden fijar con exactitud esas fechas. Pero los importante hallazgos de restos humanos de Atapuerca permiten hablar de un ser, el Homo Antecesor, que habitó en la península hace aproximadamente 1.000.000 de años. Estas poblaciones son las más antiguas que se establecieron en Europa.
En el paleolítico las zonas desarrolladas eran las de la zona cantábrica, desde Asturias hasta la frontera con Francia, y algún punto suelto en la zona mediterránea, el estrecho de Gibraltar y Aragón. Sin embrago en el neolítico se ocupa toda la zona mediterránea, desde Gerona hasta Almería, zona de mucha mayor extensión que la cantábrica ocupada en el paleolítico. Además de la zona mediterránea también se expandieron en Portugal desde un poco más arriba de Lisboa, hasta la frontera con Andalucía.
Neolítico
El neolítico ha estado tradicionalmente asociado a los origenes de la agricultura, a la vida sedentaria y al uso de la cerámica y de instrumentos de piedra pulimentada. Sin embargo, en la actualidad se sabe que algunos de estos rasgos son anteriores a esta etapa. La cerámica hizo su aparición en Japón hace 16.000 años y en Australia se han encontrado útiles pulimentados con una antigüedad de 32.000 años. Incluso durante el neolítico estas características no siempre aparecen de forma conjunta. Por ejemplo, en el Oriente Próximo la producción de alimentos fue anterior a la aparición de la cerámica. Sus inicios se centran en el VII milenio en el Oriente Próximo y tiene su fin en el II milenio en Europa septentrional dependiendo del comienzo de la utilización del cobre.
El Neolítico se caracteriza esencialmente por la producción de alimentos, es decir, agricultura y domesticación de animales. Estos dos factores conllevan el sedentarísmo y la piedra pulimentada, que junto a la cerámica, no son absolutamente necesarios para definir un horizonte neolítico. Estas características se asientan sobre factores medioambientales, materiales y espirituales.
En el Neolítico el hombre cambia su actitud frente al medio natural; ya no va a actuar en el mismo, con un sentido únicamente destructivo sino que se convierte en productor de sus alimentos.
El hombre comienza a seleccionar aquellas especies animales y vegetales favoreciendo la producción de las que le proporcionaban un mejor alimento.
Entran en juego ahora .la preparación de la siembra, la creación de elementos favorables para la labranza, tales como canales de irrigación, abono para los vegetales, y de pasturas y establos para los animales.
El hombre crea por primera vez sus fuentes de alimentos; se ve entonces a la agricultura y la cría de animales reemplazar con más o menos rapidez a la caza, la pesca y la recolección como base de la economía.
El desarrollo tecnológico que marca también la iniciación del Neolítico y al que se le daba hasta hace unos años tanta importancia, no sería, para algunos autores, más que la respuesta a las posibilidades nuevas creadas por la agricultura y la vida sedentaria. Sin embargo, en ciertas zonas deI sudeste de Asia el proceso no se dio así ya que diversos grupos que se encuentran en la etapa mesolítica, conocen el pulido de la piedra sin haber logrado el dominio de la agricultura y la domesticación de animales.
Algunos prehistoriadores atribuyen como rasgo característico de la primera fase de la nueva economía agrícola, el establecimiento de aldeas fijas.
Mesolítico:
En el Mesolítico como en el Paleolítico el hombre vivió de lo que la naturaleza le proporcionaba: cazaba los animales, pescaba, recogía los .frutos y las plantas comestibles sin preocuparse por su reproducción.
La economía practicada era esencialmente destructiva; esto lo obligaba a desplazarse a medida que los recursos naturales se agotaban. Por otra parte, la masa disponible de alimentos imponía límites estrictos al desarrollo de la población.
En el Neolítico el hombre cambia su actitud frente al medio natural; ya no va a actuar en el mismo, con un sentido únicamente destructivo sino que se convierte en productor de sus alimentos.
El hombre comienza a seleccionar aquellas especies animales y vegetales favoreciendo la producción de las que le proporcionaban un mejor alimento.
Entran en juego ahora .la preparación de la siembra, la creación de elementos favorables para la labranza, tales como canales de irrigación, abono para los vegetales, y de pasturas y establos para los animales.
El hombre crea por primera vez sus fuentes de alimentos; se ve entonces a la agricultura y la cría de animales reemplazar con más o menos rapidez a la caza, la pesca y la recolección como base de la economía. En el mesolítico se había obtenido obsidiana (piedra volcánica) en las islas del Mediterráneo, pero fue en Europa septentrional durante el neolítico cuando se explotaron ricas vetas de sílex de alta calidad mediante un enorme sistema de pozos y galerías radiales, extrayendo los bloques con picos construidos con astas de animales.
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Enviado por: | Luis Ángel Serrano Ponce |
Idioma: | castellano |
País: | España |