Filosofía y Ciencia


Personalidad


INTRODUCCION

La personalidad es la preocupación de todo ser humano. La gran importancia de este tema es que el hombre de hoy podrá darse cuenta de sus errores en el aspecto de su personalidad, y también es muy importante para nosotros, ya que nos ayuda a atender los diferentes tipos de problemas que actúan en las personas que habitan en nuestro mundo.

Nuestra metodología fué muy sencilla, ya que hicimos investigaciones en algunas bibliotecas de nuestro país, nos llena de entusiasmo trabajar con este tema porque así como nosotros pudimos darnos cuenta de qué problemas están envueltas las personas que viven en el mundo y éstas pueden orientarse a través de libros de texto o de este trabajo de investigación.

La gran importancia que tiene la personalidad es que a través de ella los sicólogos pueden darse cuenta de los diversos tipos de problema o enfermedad que tiene ese individuo y esta es una ciencia muy interesante, porque con ella se aprende los caracteres de cada tipo de persona.

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ALGUNAS DEFINICIONES DE LA PERSONALIDAD

El concepto de personalidad guarda una estrecha relación histórica y teórica con el de persona, que tiene un carácter más filosófico, y cuyos orígenes se remontan a las creencias religiosas más antiguas. Excluyendo la oscura cuestión etimológica de si el término procede del grupo PROSOPON -máscara teatral-, del etrusco Persum -cabeza o cara- o del latín per se una -unidad sustantiva-, interesa recordar que Cicerón distingue ya cuatro acepciones del término, que luego la psicología utilizaría también en sus definiciones de la personalidad; persona significa apariencia, es decir, la máscara con que el sujeto se presenta ante los otros; significa también cometido o rol social.

La definición más acreditada de persona continúa siendo la dada por Boetio en el siglo VI, como substancia individual de naturaleza nacional. Eticamente la noción de persona es, naturalmente, la condición de la responsabilidad, y su nota radical consiste en que, aunque es capaz de optar por ideales y valores, alberga en sí misma su propia finalidad y no es subordinable a fines extrínsecos.

Muchos más conscientes del carácter del sistema propio de la personalidad son otros autores como Wundt, Stern o Allport. Wundt entiende que la personalidad se cifra en un yo unitario, consciente de sí mismo y libre.

Stern acentúa en su familia de la unitas multiplex el momento integrador y guestáltico que confiere sentido personal al conjunto de rasgos y aptitudes propios del individuo. Un personalista del siglo presente Bowne, subraya asimismo la auto-conciencia, el auto-control y las dimensiones cognoscitivas -no sólo afectivas y accionales- que caracterizan la personalidad humana. Pero quizás es el propio Allport quien de forma más lograda formula una definición orgánica de la personalidad, como “organización dinámica, interna al individuo, de los sistemas psicofísicos que determinan su ajuste único a la situación”.

Warren y Carmichael conciben igualmente la personalidad como “la organización mental completa de un ser humano en cualquier etapa de su desarrollo. Incluye cualquier aspecto del carácter humano, intelecto, temperamento, destrezas, moralidad o cualquier actitud que se haya desarrollado en el curso de la vida”.

La dimensión moral del concepto de personalidad es cuando afirma que este término “no se refiere a ninguna clase particular de actividad, como ocurre con el habla, el recuerdo, el pensamiento o el amor, sino a la forma en que un individuo hace todas esas cosas”.

PERSONA Y PERSONALIDAD

La palabra persona significó al principio lo aparente, lo postizo, es decir, el carácter del ser humano creado por el actor dramático y que el actor encarnaba en la escena.

Este origen se ve claro en uno de los significados actuales de la palabra personalidad, según el cual “ésta es una máscara que sirve para disfrazar la íntima individualidad y que representa sólo la mente colectiva”. Según esto, cada hombre, en esa comedia o tragedia que es la vida, lleva puesta una máscara que le sirve precisamente para ocultar su verdadero Yo, su Yo íntimo.

La personalidad no se hereda directamente. Se hereda una predisposición a desarrollarla dentro de ciertos límites.

INTEGRACION DINAMICA

La personalidad humana constituye, en efecto, una integración dinámica de todos los elementos descritos en la persona.

Los rasgos incluyen características como la sociabilidad, afectividad, sensibilidad, control emocional, autoseguridad, iniciativa, capacidad de observación, imaginación, perseverancia, “voluntad”.

Cuando entre los rasgos y aspectos de la personalidad existe un equilibrio interior se le denomina personalidad ajustada.

Y si se halla en equilibrio con el medio social, personalidad adaptada.

LEYES GENERALES DEL DESARROLLO

La evolución de la persona obedece a ciertas características constantes. Estas características unas son comunes a todos los seres vivos; otras son peculiares o específicas del hombre.

Esta evolución “personalística” se presenta como una variación, progresiva e irreversible, de formas orgánicas. Es decir, que se trata de:

- un crecimiento.

- En proceso

- de diferenciación.

Esta evolución personalística obedece a ciertas leyes.

  • Tiene una duración muy larga en comparación con los otros animales, abarcando unos 25 años, toda una gran parte de la vida media del individuo.

  • Afecta a todo el ser humano, aunque no se den siempre una correspondencia y paralelismo estricto entre los ritmos con que se producen sus distintos aspectos.

  • Es continua, pero no gradual: se producen retrasos y alteraciones.

  • Durante las etapas de desarrollo, el ser en transformación no es un “hombre en pequeño”; se diferencia del adulto por el carácter, modos, formas particulares del ser, funciones biológicas y mentales, etc.”

  • El niño o el adolescente no son seres incompletos o provisionales. En cada etapa del desarrollo, el hombre es siempre un ser perfecto, aunque inmaduro.

  • El desarrollo tiene un sentido total.

  • ELEMENTOS DE LA PERSONALIDAD

  • Constitución: Conjunto de aspectos exteriores e interiores de base genético-hereditaria, origen de la reacción funcional.

  • Temperamento: Tono o disposición afectiva, se refiere a la naturaleza emocional del individuo. Se nace con el temperamento.

  • Carácter: Forma concreta y estable que adquieren en un individuo los rasgos afectivos-dinámicos heredados.

  • Actitudes: Predisposiciones persistentes a responder favorable o desfavorablemente ante una situación dada.

  • Aptitudes: Aptitud es la capacidad para hacer algo.

  • Rasgos: Características constantes del comportamiento del individuo en una gran variedad de situaciones.

  • LA MEDIDA DE LA PERSONALIDAD

    Los procedimientos para medir la personalidad son quizá los más numerosos y heterogéneos de toda la psicología, como corresponde al estado aún inmaduro del campo y a la fascinación que ejerce sobre muchos profesionales de disciplinas afines.

    Para no duplicar innecesariamente la información que en torno a las pruebas de personalidad. Es de obra sabido que los tests de personalidad suelen dividirse en psicométricos, proyectivos, expresivos, situacionales y neurofisiológicos. Recordar que, como todos los tests, las pruebas de personalidad deben ser fiables, estar normalizadas, adaptarse a las características cronológicas, sociales, etc. de los sujetos que van a ser explorados con ellas y, por supuesto, ser válidas. Este último aspecto, sin duda el más decisivo de todos, suele ser, no obstante, el más descuidado, y el que cuando se analiza empíricamente arroja resultados más decepcionantes; no mucho más, a decir verdad, que los que arrojan otras clases de tests.

    LA VALIDEZ DE LAS PRUEBAS DE PERSONALIDAD

    Existen diversas maneras de averiguar si un test mide en realidad lo que pretende medir. Un procedimiento de comprobar si su validez real coincide con la aparente, consorte en correlacionar las puntuaciones que los sujetos obtienen en los tests con unos criterios que se supone representan con fidelidad su genuina conducta; esto es, si los resultados de las pruebas psicológicas indican que un sujeto es extravertido y todos los que le conocen están de acuerdo en considerarle como un ser taciturno y tímido, es obvio que algo va mal en el test.

    Estas validaciones empíricas, expresadas usualmente en término de coeficientes de correlación entre las puntuaciones de los tests y los criterios correspondientes, suelen ser de dos clases: concurrentes y predictivas.

    En la validación concurrente, las medidas criteriales y la aplicación de los tests son simultáneas, o relativamente breve, esto es, de pocos días.

    Si la aplicación del test y la determinación del criterio están separadas, en cambio, por períodos largos, de meses o años, la correlación entre ambas series de datos indica el valor predicativo del test con respecto a una conducta posterior; naturalmente, los índices son tantos más débiles cuanto mayor es el período de tiempo que separa al test del criterio. Otro procedimiento para validar un test consiste en comparar sus resultados con los de otras pruebas cuya validez empírica esté acreditada, o bien, en incluirlos en un análisis factorial Ad hoc, diseñado para averiguar la composición de su varianza; a este último tipo de validación vía constructo puede denominársela teorética.

    Ahora bien, tanto la validación empírica como la teorética se funda en último extremo en la existencia de unos criterios o bases empíricas firmes que sirven de constrante a las puntuaciones de las pruebas. Los dos tipos de pruebas de personalidad que han sido principal objeto de estudios de validación son los cuestionarios y las pruebas proyectivas, junto con la entrevista. El carácter psicométrico de los primeros los hace más compaginables con la investigación de tipo experimental y con las selecciones y clasificaciones masivas.

    LA PERSONALIDAD Y CONOCIMIENTO

    En ésta se halla las relaciones entre la personalidad y los procesos cognoscitivos.

    En efecto, bajo el influjo del psicoanálisis y de las teorías constitucionalistas de los temperamentos, se ha propendido a identificar la personalidad como un sistema de procesos o disposiciones de naturaleza oréctica, esto es, afectivos y motivacionales, dejando en segundo plano el cometido que en la regulación de la conducta ejercen las estructuras cognoscitivas.

    En su obra Persona, Carácter y Personalidad, el profesor W. Arnold (1969) ha sugerido cómo en la medida en que la personalidad es una plasmación empírica de la noción de persona, es incorrecta la marginación de las estructuras regulativas superiores que caracterizan la actividad de ésta. Si es de todo punto indiscutible que la motivación, el temperamento y otras formas de orexis desempeñan un cometido estable en la organización individual de la conducta, no lo es menos, bajo ningún respecto, que el carácter que el sujeto se construye día a día con sus decisiones personales -de las que es el resultado biográfico- depende también de la inteligencia y otras estructuras cognoscitivas.

    Tratándose de la personalidad de una persona, resultará en verdad extrañísimo que la regulación cognoscitiva del comportamiento estuviera siempre supeditada a las pulsiones de las tendencias y los instintos.

    EL PSICOGRAMA O PERFIL PSICOLOGICO

    Un psicograma es siempre el resultado de un gran número de exámenes y tests. Los psicólogos, para hacer el estudio de la personalidad total de un individuo cualquiera, hacen uso de cuantos métodos de investigación ofrezcan una garantía científica.

    En cuanto al físico, se mide la estatura del sujeto, su peso, su presión de manos, su capacidad respiratoria, etc. El metabolismo refleja el aspecto químico del cuerpo humano, y da a conocer como funcionan las glándulas de secreción interna, que tanta influencia ejercen en el temperamento. Se mide igualmente la capacidad sensorial mediante tests para la visión, la audición, etc. Existen tests especiales para determinar el grado de aptitud o habilidad motriz.

    LA PERSONALIDAD ANORMAL. EL CONCEPTO DE ANORMALIDAD

    Lo anormal es lo que se aparta de la norma, de lo frecuente. Resulta de aquí una división de las personalidades en normales o frecuentes y anormales o raras.

    LOS AJUSTES

    Lo que llamamos vida, es un proceso constante de adaptación o ajuste al medio. Tratándose de seres humanos, ese proceso ofrece dos aspectos: el ajuste puramente biológico y el social.

    Un individuo pasa del medio oscuro de un cine al medio intensamente iluminado de la calle. Sus pupilas en el acto se contraen para defender las delicadas estructuras de la visión contra el exceso de la luz. He aquí un tipo de ajuste biológico.

    El hombre, que es un ser eminentemente social, tiene que ajustarse al medio social. Los desajustes sociales son el resultado de la incapacidad del individuo para resolver los problemas que se le plantean en sus relaciones con sus semejantes. Es de un interés capital para toda persona ajustarse bien al medio. De un ajuste social acertado depende la facilidad del individuo, mientras que un ajuste defectuoso puede ocasionar males sin cuento, y hasta la desgracia de la persona para toda la vida.

    Al psicólogo le interesan los signos que acompaña a los estados de desajustes.

    MECANISMOS DE AJUSTES MAS FRECUENTES

    Los ajustes por compensación. Un mecanismo psicológico mediante el cual un individuo disimula o disfraza un rasgo desfavorable de su personalidad mostrando, de un modo ostentoso y exagerado, un rasgo favorable.

    Los ajustes por racionalización. Consiste en justificar la conducta o las opiniones propias mediante razones que están de acuerdo con la moral social y que ésta aprueba, pero que no son las verdaderas motivadoras de esa conducta o esas opiniones.

    Los ajustes por retirada. Consiste este ajuste en huir de las situaciones difíciles. Cuando un individuo no tiene la habilidad necesaria para responder de manera adecuada a un estímulo, puede hacer uso de un recurso que consiste precisamente en huir de dicho estímulo, en evitarlo.

    Ajustes por fantasía. Este mecanismo suele ser el que acompaña al anterior. Inadaptado a la realidad social, se construye un mundo imaginario, hecho a la medida de sus deseos, donde él es un monarca poderoso, o un magnate de los negocios, o un artista famoso, etc.

    LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

    Los trastornos de la personalidad los vamos a dividir en dos grandes grupos:

  • Las psiconeurosis (llamada también propiamente neurosis).

  • La psicosis, vulgarmente llamadas locuras.

  • A continuación veremos de una forma más clara las perturbaciones de la personalidad y sus clases.

    Neurastenia

    Estados de ansiedad o angustia

    Psiconeurosis Fobias

    (origen Psicológico) Psicostatenia

    Dudas y escrúpulos

    Histerias

    Personalidades dobles o múltiples

    Demencia senil

    Psicosis alcohólicas

    orgánicas Parésis o parálisis general o demencia

    Epilepsia paralítica

    Psicosis

    Psicosis maniacodepresiva

    funcionales Esquizofrenia

    Paranoia

    VARIABLES DE LA PERSONALIDAD

    PERSONALIDAD

    Nuestra conducta está influida por nuestra herencia, por las condiciones de nuestro cuerpo, y por estímulos y situaciones. Nuestra personalidad en sí misma es una fuente principal de conducta. Si despreciamos las variables de la personalidad, no seremos capaces de obtener un cuadro completo de las causas de la conducta. Un amigo puede saludarnos cada vez que lo encontramos, pero en una ocasión en particular nos desconoce por completo. La conducta presente no es simplemente el resultado de la situación inmediata, sino que está influida por un estado mental simultáneo.

    Como proclaman los conductistas sociales, una conducta en particular depende del contexto de los factores que están activos en cualquier momento dado, muchos de los cuales se encuentran dentro de la personalidad misma (variables de la persona).

    Podemos aceptar la suposición de que la personalidad es algo que se puede describir, que se desarrolla, cambia y tiene principios de funcionamiento que podemos conocer.

    Cuando no conocemos la estructura y los principios de funcionamiento de algo, podemos comenzar con suposiciones. Buscamos entender las causas de la conducta. Al no poder explicar la conducta por medio de causas externas, podemos recurrir a las variables de personalidad, como los sentimientos, los impulsos y las ansiedades. Estas deben inferirse de la conducta, si esperamos describir con éxito la personalidad.

    Para que el lector no se forme una impresión equivocada, debe señalarse una advertencia en relación a los factores de la personalidad. Como sostiene Mischel (1973b), las variables de personalidad no son vistas como disposiciones automáticas que controlan la conducta, sino más bien como determinantes que son influidos y modificados en gran medida por las situaciones. Incluso un cambio ligero en una situación puede provocar una alteración radical en la conducta; por ejemplo, el hombre que es severo con su familia puede ser un bromista con sus empleados.

    Cualquier variable de personalidad propuesta, como la suspicacia, considera algo más que sólo las conductas presentes. Esta variable existió en el pasado y puede continuar en lo futuro. Este punto es un principio básico del estudio de la personalidad (Kelly, 1955). Podemos agregar que cualquier variable propuesta debe ser verificada.

    Los teóricos de la personalidad no niegan la influencia significativa de los diversos determinantes de la conducta; más bien tratan con su efecto en la estructura y funcionamiento de la personalidad. Por tanto, el medio ambiente influye en la personalidad; los determinantes biológicos afectan el funcionamiento de la personalidad; la herencia fija los límites del desarrollo de la personalidad.

    DEFINICION DE LA PERSONALIDAD

    Componentes centrales y periféricos de la identidad

    El término personalidad se usa en muchas formas. Puede referirse a todo lo que se sabe acerca de una persona o a lo que es único en alguien o lo típico de una persona. Desde un punto de vista científico, todos tenemos una personalidad. Simplemente es nuestra naturaleza psicológica individual.

    Podemos pensar en la personalidad como una identidad personal del individuo. La identidad tiene diversos componentes, algunos de los cuales son más centrales que otros: los componentes centrales definen a la persona, mientras que los componentes periféricos son limitados y están sujetos a cambios. Conforme conocemos a alguien, adquirimos conocimientos de su identidad central.

    Consideremos las siguientes características periféricas:

    • A María le gusta más el café que el té.

    • Ella prefiere el café con azúcar y crema más que solo.

    • Ella se baña en tina, no en la regadera.

    Comparemos las afirmaciones descriptivas anteriores con las siguientes, que revelan aspectos centrales de la identidad de María:

    • María frecuentemente es egoísta en su trato con los demás.

    • María no sabe perder y no es muy buena deportista en ningún juego competitivo.

    • María se deprime fácilmente cuando las cosas no le salen bien.

    • María se somete en seguida a la autoridad.

    Al intentar conocerse a sí mismo y a los demás, debe distinguir siempre con claridad entre los aspectos centrales y periféricos de la identidad personal.

    Otra forma de pensar en la noción de la identidad personal es considerar los casos en que la persona no parece ser ella misma. Cuando un ingrediente esencial de la identidad se pierde o cambia significativamente.

    NUESTRA PROPIA TEORIA DE LA PERSONALIDAD

    Un rasgo particular puede realzarse demasiado, y podemos pasar por alto muchas cualidades importantes (Kelly, 1955). Lo que encontramos depende de la teoría de la personalidad, ya sea la propia o la de alguna otra persona.

    Nuestra propia teoría de la personalidad nos guía en la observación de nuestra conducta y la de los demás y nos ayuda a interpretar lo que observamos.

    También tenemos nuestra propia interpretación de las conductas deseables e indeseables. Una persona puede valorar la competitividad y juzgar a otros y a sí mismo por la cantidad exhibida de esta dimensión.

    La gente tiende a ser bastante categórica en sus juicios: sus pensamientos corren a lo largo de líneas definidas, sin conceder estados intermedios. Describen a los demás con términos sencillos, por ejemplo, una persona malhumorada, un chico simpático, una buena persona, un ente pasivo.

    Cada persona tiene modelos bastante específicos que sirven como una estructura o guía, permitiendo que las observaciones sean clasificadas, evaluadas y sintetizadas. Esto es lo que llamamos los comienzos de una teoría de la personalidad.

    LAS TEORIAS COMO MODELOS

    ¿Qué es un modelo?

    Un modelo de la personalidad describe los componentes de la identidad de un individuo. El modelo puede decirnos cuáles estructuras o características perdurables buscar, los principios operantes o dinámica de la personalidad y lo que constituye el desarrollo y la satisfacción normales.

    Los modelos de la personalidad son supuestos. El modelo de la personalidad se deriva de inferencias, corazonadas e imaginación. Es una conjetura sobre la estructura y el funcionamiento de la personalidad. La utilidad de un modelo depende de su validez, es decir, de la correspondencia entre sí mismo y lo que representa. La validez debe establecerse y no solamente suponerse.

    El científico de la personalidad utiliza sus experiencias y conocimientos de los principios existentes como fundamentación de su modelo propuesto, pero, finalmente, el modelo propuesto es la propia construcción del científico sobre la personalidad (Kelly, 1955). Por medio de los modelos de personalidad, intentamos entender lo que sucede dentro de la personalidad cuando se está en desarrollo y funciona en forma normal o anormal.

    ¿Qué es una teoría de la personalidad?

    Una teoría de la personalidad es una caracterización de la personalidad que se basa en la observación, corazonadas intuitivas, consideraciones racionales y los descubrimientos de la investigación experimental.

    No tenemos ninguna teoría de la personalidad que sea tan exacta como un mapa. Nuestras caracterizaciones o teorías de la personalidad son más como retratos.

    La teoría que formamos para interpretar nuestros hallazgos puede utilizarse también para hacer predicciones acerca de cuál conducta podemos esperar bajo condiciones específicas. Eso es lo que queremos con el uso práctico de una teoría de la personalidad: puede utilizarse para ayudarnos a probar nuevas observaciones a través de la experimentación y la experiencia personal.

    Una teoría de la personalidad sirve como modelo, que nos informa acerca de la naturaleza de los seres humanos. Muchas de las teorías de la personalidad fueron formuladas por psicoterapeutas profesionales con el propósito de ayudarse a representar los componentes y principios funcionales de la personalidad, que esperaban restablecerían la salud.

    La teoría puede especificar lo que debe ser el desarrollo y el funcionamiento ideales del ser humano. El terapeuta necesita comprender las causas de la conducta anormal y también formarse una idea de lo que constituye la conducta normal o ideal a fin de producir un cambio.

    ¿Por qué tantas teorías de la personalidad?

    La cuestión de si podría existir una sola teoría de la personalidad global que substituyera a todas las teorías anticuadas existentes ha sido estudiada por el profesor León Levy (1970). Dada la naturaleza de una teoría como un sistema entrelazado de postulados, principios y definiciones que explican y predicen la conducta en general y la conducta del individuo en particular. Levy adopta la posición de que ninguna teoría sencilla podría alcanzarse como tarea. El sostiene lo siguiente:

    Es improbable que una sola teoría global pudiera siquiera formularse para explicar todos los fenómenos dentro del ámbito de la personalidad. Hay con seguridad relaciones entre muchos de estos fenómenos, pero no hay razón para creer que todos están gobernados por un solo conjunto de principios y que puedan englobarse en una sola teoría de la personalidad. Ni hay razón alguna para que el campo de la personalidad no se beneficiara por la formulación de varias teorías de la personalidad (en contraste con teorías de personalidad), cada cual interesadas en explicar una diversidad limitada de fenómenos dentro del ámbito de la personalidad. Al parecer esto ha estado sucediendo y es a todas luces estratégica y científicamente sano (Levy, 1970).

    Usos de las teorías de la personalidad

    ¿Cómo pueden ser utilizadas realmente las teorías de la personalidad para guiarnos en el estudio de la conducta? Usted está más o menos limitado para los procedimientos de entrevista; no puede utilizar fármacos ni someter a la persona a una tensión intensa: ¿Qué tipos de información buscaría? ¿Qué clase de información le revelaría más acerca del entrevistado? Se abren ante usted diversas posibilidades, no todas igualmente válidas y útiles para recabar información.

    ¿Es mejor estudiar a la persona como es en la actualidad o será preferible investigar su pasado? ¿Sería útil en su diagnóstico enterarse acerca de éstos?

    Todos tenemos necesidades que determinan varias conductas; por tanto, parece que el conocimiento de las necesidades sería la mejor forma de conocer a una persona.

    LOS COMPONENTES DE UNA TEORIA

    Conceptos, constructos, principios y postulados.

    CONCLUSION

    La Personalidad en su estructura con un individuo tiene una gran importancia, ya que es imprescindible de su estudio como rama de la Psicología.

    Esta sirve para muchas personas con diferentes tipos de personalidad en la cual los psicólogos se atribuyen a ella para estudiar a dicha persona.

    La Personalidad tiene sus diferentes métodos para comprobar su validez. Entre estos métodos encontramos validez de la personalidad, métodos de la personalidad, teoría de la personalidad, etc.

    Dentro de esta rama podemos encontrar el dinamismo de un individuo y el estado emocional del individuo. La personalidad tiene ciertos elementos en el cual el psicólogo se orienta a través de ellas.

    Esta es una de las ramas más concentradas hacia un individuo, para saber qué tipo de personalidad tiene y utilizando los métodos apropiados se puede llegar a una exacta conclusión del estudio.

    BIBLIOGRAFIA

    PINILLOS, José Luis. “Principios de Psicología”.

    2da. Edición, 1966.

    ALLPORT, G. W. (Paidós). “Psicología de la Personalidad”.

    1ra. Edición, 1965.

    VELAZQUEZ, José M. y González de Almeda.

    “Manual de Psicología Elemental”.

    BLASCO, J. L. “La Psicología”.

    DICAPRIO, N. S. “Teorías de la Personalidad”.

    2da. edición.

    SANCHEZ, Josefina; Castillo, Raquel; Hernández, Claudio.

    “Compendio de Psicología de 4to de Bachiller”.

    Impresión El Nuevo Diario. S.D.

    INDICE

    Págs.

    INTRODUCCION

    ALGUNAS DEFINICIONES DE LA PERSONALIDAD 2

    PERSONA Y PERSONALIDAD 4

    INTEGRACION DINAMICA 4

    LEYES GENERALES DEL DESARROLLO 5

    ELEMENTOS DE LA PERSONALIDAD 6

    LA MEDIDA DE LA PERSONALIDAD 7

    LA VALIDEZ DE LAS PRUEBAS DE PERSONALIDAD 7

    LA PERSONALIDAD Y CONOCIMIENTO 9

    EL PSICOGRAMA O PERFIL PSICOLOGICO 10

    LA PERSONALIDAD ANORMAL. EL CONCEPTO ANORMALIDAD 11

    LOS AJUSTES 11

    MECANISMOS DE AJUSTES MAS FRECUENTES 12

    LOS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD 13

    VARIABLES DE LA PERSONALIDAD 14

    DEFINICION DE LA PERSONALIDAD 16

    NUESTRA PROPIA TEORIA DE LA PERSONALIDAD 17

    LAS TEORIAS COMO MODELOS 18

    ¿QUE ES UNA TEORIA DE LA PERSONALIDAD? 19

    ¿POR QUE TANTAS TEORIAS DE LA PERSONALIDAD? 21

    USOS DE LAS TEORIAS DE LA PERSONALIDAD 21

    LOS COMPONENTES DE UNA TEORIA 22

    CONCLUSION

    BIBLIOGRAFIA




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    Enviado por:Luis Cancio
    Idioma: castellano
    País: España

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