Literatura
Pepita de Oro; Enrique Lafourcade
“Pepita de Oro”
Enrique Lafourcade
Índice
Introducción 3
Biografía del autor 4
Síntesis del libro 5
Personajes del libro 7
Valores 8
Análisis del mundo representativo 9
Vocabulario 10
Opinión personal 13
Introducción
“Pepita de Oro”, de Enrique Lafourcade, es una novela escrita en 3era persona, en la cuál se desarrolla como tema principal la triste y solitaria vida de una niñita de 7 años, muy hermosa, por lo demás, que pasa su tiempo acompañada de su nana. Carece de una figura paternal y para suprimir ese vacío, ve en otros hombres a su padre.
Pepita de Oro, como se autodenonimó Esperanza del Carmen como nombre artístico, es una fanática del cine norteamericano y experta en películas como: Casablanca, Lo que el viento se llevó, Tres lanceros de Bengala, etc. Con el tiempo, Pepita, se va obsesionando con la idea de que quiere ser actriz de Hollywood cuando grande.
El libro es muy fácil de leer, ya que el argumento no es muy complejo, y aparecen numerosos personajes importantes en Chile como: el Santo Alberto Hurtado, en ese tiempo ofreciendo misas en el San Ignacio y Augusto Pinochet, durante su juventud. Entretenido y ágil, es recomendado a tipo de lectores.
Biografía de Enrique Lafourcade
Escritor Chileno, nacido en Santiago el 14 de Octubre de 1927. Casado. Tres hijos. Enrique Lafourcade es una de las figuras representativas de la generación del 50 en Chile. Su novela Palomita Blanca ha alcanzado en Chile una venta que sobrepasa ya el millón de ejemplares, constituyéndose en el best-seller absoluto del país. Traducida a diversos idiomas, y con una versión cinematográfica dirigida por Raúl Ruiz, refleja la atmósfera social y política de los comienzos del allendísmo.
Ha publicado dos demoledoras novelas de sátira política. La primera, La Fiesta del Rey Acab, contra el régimen de Trujillo en Santo Domingo. Libro editado en alemán, en inglés, en rumano, y recientemente en francés. La segunda, El Gran Taimado, corrosiva y valiente sátira en contra del régimen de Pinochet. A raíz de la publicación de esta obra debió asilarse por un tiempo en Buenos Aires. El libro fue prohibido, aunque circuló en más de cien mil ejemplares en fotocopias. Lafourcade ha obtenido diversos premios literarios, destacando el Municipal de Novela (en dos oportunidades), el Gabriela Mistral, el María Luisa Bombal.
Sus novelas más recientes, Mano Bendita y Cristinas Viejas y Limpias han sido finalistas en el Premio Internacional de Novela "Planeta" en los años 1992 y 1997, respectivamente.
Profesor visitante en los Estados Unidos desde 1960, ha dictado clases en la Universidad de California, de Los Angeles, Davis y Berkeley; en la Universidad de Utah, en Salt Lake City; en la Universidad de New Mexico, en Albuquerque; en la Universidad de Columbia, en New York; en la Universidad de Illinois, en Urbana; en la de Puerto Rico, en San Juan.
Ha sido profesor en diversas universidades chilenas, periodista, director de talleres literarios y comentarista de televisión.
Es uno de los escritores más fecundos, polémicos e influyentes de Chile. Su crónica de la edición Dominical de "El Mercurio" lo exhibe semana a semana en su estilo mordaz y crítico; sus artículos han repercutido internacionalmente, suscitando las iras de dictadores y presidentes. El escritor se describe como un "anarquista sentimental" y un católico en estado salvaje.
Síntesis del argumento
Hace muchos años vivía una niñita de 7 años, muy rubia y hermosa, en una cité del Santiago antiguo. Su familia era muy reducida estaba formada por su madre, que era doctora y trabajaba todo el día, y su nana, Patrocinia. Eran una familia muy pobre, de emigrantes de esas tierras del Mediterráneo que vienen a buscar oportunidades en América. Del padre de la niña se sabía muy poco, sólo que era un señor procedente de una de las mejores familias de Austria y que trabajaba por todo el mundo.
“Pepita de Oro”, nombre adoptado por ella, pasaba el mayor tiempo con la empleada, Patrocinia, que todo el día escuchaba radioteatro y picaba cebolla. Pepita iba al Liceo, donde era víctima frecuente de burlas debido a su pequeñez y pobreza, a pesar de que su madre fuese doctora. Ella contemplaba todos los días un aro con el que jugaba una de sus compañeras y le pide uno a su madre, ésta le regala una cámara de neumático, negra, atroz; en un principio se siente mal pero después le toma un cariño inmenso a ese objeto, poniéndole “Felipe”, de esta manera se convierte en uno de los mejores amigos de ella.
Cuando la mamá de Pepita se sucribió al Ecran, la vida de Pepita comenzó a cambiar, se quedaba horas mirando la revista y anhelaba con convertirse en artista de Hollywood. Pasaba toda la semana en el Dieciocho y el República, que eran cines que pasaban todos los días dando películas gringas; es así como conoce a El Almirante, un borracho de 50 años, que sería su gran amigo. Todos en el Liceo hablaban mal de El Almirante pero, Pepita lo defendía a muerte.
Un día Pepita sale del Liceo como a las 5 y decide caminar por la plaza, allí dos gitanas se le acercan y le ofrecen leer su mano gratis, ésta acepta con un poco de temor y es ahí cuando la raptan y la llevan a un circo. Ahí un gitano la viste como una princesa (por su inigualable belleza), Pepita se sentía en la gloria. Patrocinia al ver que no llegaba la niña llama al Almirante y éste eufórico decide salir a buscarla con una pistola en su mano. Con datos de algunos vecinos logran localizarla y rescatarla. Pepita estaba amurrada porque ella sentía que ésa era su gran oportunidad. Por supuesto que todo lo sucedido queda en secreto, de lo contrario sería despedida Patrocinia.
Para mala suerte de Patrocinia, deja abierta la puerta de la casa mientras compraba, y roban de la casa un abrigo de piel, su sagrada Virgen y su radio. A los días después encuentran los objetos y a los ladrones, con excepción del abrigo. Patrocinia pone a la Virgen en la mesa cuando sucede el primer milagro, la Virgen comienza a llorar y ésta crea un gran alboroto en el barrio, teniendo como resultado un sinfín de devotos en la puerta. La madre de Pepita le advierte que termine con su habladurías o sino sería despedida. Patrocinia hace correr la noticia que la Virgen lloraría un día viernes, finalmente esto nunca sucede y la gente termina repudiándola, llegan los carabineros y la señora decide despedirla.
Llegaron muchas empleadas pero Pepita no quiso a ninguna, pues no la dejaban salir. Finalmente llega Patrocinia de nuevo, pero con un cambio de look para que no la reconociera la gente. A los días, Pepita visita a El Almirante cuando éste está agonizando. El Almirante le regala 2 gatitos persas blancos muy lindos y le cuenta que recibirá una sorpresa en Navidad.
Llega Navidad y Patrocinia le dice a Pepita que la esperan en el comedor, no lo podía creer era su padre, El Almirante nunca mentía...
FIN
Personajes
Personaje Principal
PEPITA DE ORO: Su verdadero nombre era Esperanza del Carmen. Era una niñita de 7 años de edad, menudita, muy rubia, boca grande, cabellos de seda, perfil de madona flamenco, de unos ojos azules jacinto,que realmente se parecía mucho a una muñequita. Tenía una familia muy reducida: su madre, que trabajaba en un Hospital desde la mañana hasta en la noche. Y su nana, llamada Patrocinia Morales.
Para su corta edad, era una niña muy despierta y tremendamente vanidosa.
Personajes Secundarios
Monserrat Barahona: Madre de Pepita de Oro. Era de descendencia española y trabajaba como una sacrificada doctora, pero por causa de esto descuidó a su pequeñuela.
Patrocinia Morales: Empleada de la casa. Era alta y narigona. Muy devota y religiosa. Escuchaba radioteatro todo el día
El Almirante: Su verdadero nombre era Emanuel, tenía alrededor de 50 años, era alcohólico. Se convirtió en el protector de Pepita y en su amigo, la acompañaba a ver películas. Para Pepita, él era un hombre muy hermoso, sin embargo, no era muy agraciado físicamente.
Valores
En todo libro, pienso yo, hay ciertos valores importantes que hay que rescatar. En esta novela no será la excepción, éstos son los que rescaté:
La amistad: La limpia y sana amistad que tenían El Almirante y Pepita, aunque tuvieran muchos años de diferencia, demostraron que podía existir sin otras intenciones de parte de El Almirante por ser tan mayor.
La perseverancia y fe: Pepita creía en su padre, pese a que dijeran que era un vago y por eso nunca estaba. Creyó todo el tiempo en que iba a llegar tarde o temprano, y finalmente su deseo se le hace realidad.
El amor: Pepita era una niña pequeña y desconocía en qué consistía el amor. Ella estaba enamorada de actores de cine y quería dar besos como lo hacían en las películas, pero no sabía que era el amor y como es verdaderamente.
Antivalores:
Descuido: La madre de Pepita trabajaba mucho para poder sacar de ese barrio a su hija, pero no por eso tenía que dejarla a un lado y que la criara una empleada. Todo eso hizo que Pepita conociera otros mundos, fuera irresponsible en el colegio y fuera una malcriada.
Análisis del mundo narrativo
La literatura no sólo nos refleja o representa el mundo circundante; también es una puerta de acceso a otros mundos posibles. Cada uno de ellos exige un esfuerzo distinto de la imaginación, un tipo de lectura e incluso de decodificación distinta.
En este libro podemos ver el mundo de lo real (realista) representado, porque alude al mundo referncial, con todas leyes, limitaciones y principios de la realidad tal como la conocemos. Existe una casualidad cronológico-secuencial, lo que significa que el tiempo y el espacio son relevantes; los personajes nacen, padecen y mueren en sus camas; la historia universal influye sobre las historias particulares de los personajes. Todo lo que sucede es verídico, nada es sobrenatural y fantástico. “Pepita de Oro”, por lo tanto, pertenece en su totalidad a este mundo literario.
Vocabulario de la lectura
Rotativo: Se dice de la máquina de imprimir de movimiento continuo y gran velocidad, que únicamente puede imprimir en papel de bobina: la nueva rotativa, más rápida, permitirá sacar el periódico antes a la calle.
Encandilado: Deslumbrado o embelasado de tal forma que se olvida de todo lo demás.
Borsalino: Tipo de sombrero de fieltro, blando y con el ala estrecha.
Promontorio: Elevación rocosa de altura considerable que avanza hacia el mar: el cabo termina en un escarpado promontorio.
Ensueño: Ilusión, fantasía.
Jaspeada: Con pintas o manchitas de color y de formas irregulars.
Severo: Áspero, seco, duro en el trato: un padre severo y poco cariñoso.
Increpar: Reprender con severidad: increpó al conductor que no le cedió el paso.
Desgarbado: Sin garbo, sin gracia: bailarines desgarbados.
Hereje: Persona que sostiene dogmas u opiniones diferentes a la ortodoxia de su religión: los herejes son perseguidos por todas las religiones.
Anhelante: Que anhela o desea de forma vehemente conseguir alguna cosa: está anhelante por lograr un ascenso.
Napia: Nariz, sobre todo si es grande.
Escamar: Recelar.
Hedor: Olor muy malo
Alarido: Grito fuerte y lastimero: dar alaridos de dolor, de rabia, de miedo.
Zafarse: Escaparse, escabullirse.
Acacia: Árbol o arbusto perteneciente a la familia de las mimosáceas, a veces con espinas, de hojas compuestas o divididas en hojuelas, flores olorosas en racimos colgantes y fruto en vaina: de algunas especies de acacia se obtiene la goma arábiga.
Batiente: Parte del marco de puertas, ventanas y otras cosas semejantes, en la que baten cuando se cierran: aquella puerta estuvo golpeando el batiente toda la noche.
Munición: Conjunto de provisiones y material bélico de los ejércitos: ha llegado un convoy con municiones.
Sofocar: Ahogar, impedir la respiración.
Andrajo: Prenda de vestir vieja, rota o sucia: ¿No te da vergüenza ir vestido con esos andrajos?
Puchero: Nombre dado a diferentes guisos, parecidos al cocido: en mi familia se come mucho puchero.
Esmirriado: Muy débil y flaco.
Desgranar: Sacar el grano: desgranar una mazorca.
Beata: Se dice de la persona que muestra una religiosidad exagerada: su abuela es muy beata.
Fecundo: Fértil, abundante, que produce mucho: escritor fecundo.
Menudita: Pequeñita.
Efusiva: Que siente o manifiesta efusión: Es muy cariñosa y efusiva con todo el mundo.
Zalagarda: Engaño oculto entre zalamerías
Tarambana: Persona alocada, informal y de poco juicio: su marido es un tarambana y así les va.
Entroncada: Que está vinculada o relacionada con algo.
Engalanar: Adornar, arreglar.
Incrédula: Que no cree fácilmente: es una persona muy incrédula.
Tenorio: Donjuán.
Santiguar: Hacer la señal de la cruz desde la frente al pecho y desde el hombro izquierdo al derecho: se santiguó antes de salir de la iglesia.
Malva: De color morado tirando a rosa: lleva una camisa malva; me gusta el malva.
Azafrán: Planta cuyos estigmas, de color rojo anaranjado, se usan para condimento: echó una pizca de azafrán a la paella.
Camafeo: Piedra preciosa.
Mañoso: Que tiene habilidad o destreza, esp. para las manualidades
Conjeturar: Valorar o formar juicio de una cosa por indicios o datos inciertos: podemos conjeturar sobre su vida privada, aunque no la conocemos.
Desafiante: Que desafía o implica desafío: tiene un modo de hablar desafiante y agresivo.
Trinchera: Corte hecho en un terreno para camino, con taludes a ambos lados.
Sherpa: Del pueblo nepalí que habita en la zona del Himalaya (cadena montañosa asiática), o relacionado con él.
Diadema: Corona sencilla y redonda que se usa como adorno o como símbolo honorífico o de autoridad: El emperador se ciñó la diadema. SINÓNIMO: tiara
Carretela: Carruaje de cuatro asientos y cubierta plegable
Arribista: Se dice de la gente carente de escrúpulos a lo que sólo le interesa progresar.
Déspota: Que abusa de su autoridad y trata de imponerse con dureza.
Buchada: Cantidad de líquido, de aire o de humo que se toma de una vez con la boca o se arroja de ella: Los peregrinos tomaron varias buchadas de agua de la fuente antes de continuar su camino
Sigilo: Secreto con el que se hace algo: Trataron el tema con sigilo para que no se enterara nadie.
Farsa: Enredo o trampa ingeniosos para ocultar algo o engañar: Recurrió a una farsa para sacarte dinero.
Opinión personal
En una primera instancia, me dificultó mucho escoger un libro a elección mía, ya que existe una gran variedad y me encontraba desorientada. Un día fui a visitar a mis primos y vi en su biblioteca un alto de libros, decidí sacar “Pepita de Oro”, porque además de recomendarmelo mi prima, era de un autor chileno que ya conocía y había leído una de sus obras ( “Palomita Blanca”) y con la mejor disposición, comencé a leerlo.
El libro desde el comienzo me comenzó a intrigar, porque me pareció muy curioso que una niñita tan pequeña quisiera crecer tan rápido y conociera cosas que no estaban muy de acuerdo a su edad. A su vez, sentí lástima por ella, tan sola que se encontraba y sin amigos, puede haber sido ése el factor de su adelantamiento. También representa la clásica idea de toda niña de ser una bella y exitosa actriz de Hollywood, aunque a Pepita esa idea se la había tomado muy enserio. Otra cosa que me sorprendió es la capacidad que tenía para aprender diálogos en inglés y dominar ese idioma casi a la perfección, claramente esa virtud la adquirió por el hecho de ir siempre al cine a ver películas, una y otra vez, en reiteradas ocasiones.
Me pareció un libro muy entretenido, aunque al final sentí un poco de pena por la muerte del Almirante, de todas maneras quedé satisfecha con el desenlace de la historia, aunque hubiera preferido que no quedara tan en el aire.
Es una obra que muestra el impacto avallasador de ciertos medios de comunicación -en este caso, del cine y de la radio-, y que defiende la fe en el hombre y la inocencia del mundo de los niños.
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Enviado por: | Fran |
Idioma: | castellano |
País: | Chile |