Educación y Pedagogía


Participación cívica y cambio político en la educación


PARTICIPACIÓN CÍVICA Y CAMBIO POLÍTICO EN EDUCACIÓN (1970-1995)

PARTICIPACIÓN CÍVICA Y CAMBIO POLÍTICO EN EDUCACIÓN realiza un retrato de la evolución y consolidación del sistema educativo y de las diversas iniciativas de ámbito social con sensibilidad en materia educativa en el último cuarto de siglo en el Estado Español.

Su autor, B. Sureda repasa dos periodos de reforma que considera de suma importancia:

Con la entrada en vigor de la Ley General de Enseñanza (1970), la voluntad de cambio e innovación en materia de educación aparece como revulsivo ante la situación entrópica que destilaba la , hasta el momento en vigor, Ley Moyano de1857.

Motivada por la completa despreocupación por parte de los poderes políticos y por un progreso socioeconómico mermado,el desarrollo en materia educativa se vió entorpecido para llevar a cabo la articulación de una reforma educativa,ya merecida tiempo atrás.

La voluntad de cambio aparece así,durante la década de los sesenta, como diversas iniciativas sociales que surgen de los diferentes colectivos, motivados por una conciencia de transformación que consiguen hollar la opinión pública y buscar respuestas a cuestiones como garantizar accesos a todos a la red de enseñanza, y organizar una formación adecuada de los docentes,así como equipar a una formación profesional más eficaz ante la concepción arraigada que alberga a una mayor confianza en el bachillerato.

Tras la instauración y reconocimiento de la Constitución de 1978,los cambios en la organización de Estado se presentan, en muchos casos, ante realidades que se perpetuaban desde La Ilustración , como es el caso de la enseñanza en lenguas diferentes a la castellana.. Éstas, se despenalizarían con la L.G.E. del 70 y con las concesiones de autonomía política a raíz de La Constitución , acabando con una prohibición que databa de 1768, a excepción del período de la II República.

Son las propuestas, proyectos y realidades que trabajan los grupos de docentes reformadores, los intereses educativos de los colectivos nacionalistas,de los inspirados por la institución libre de enseñanza las que forjan un referente a seguir ante la incapacidad de los poderes públicos para actuar sobre el desfase existente.

El proceso de transformación que ha sufrido el sistema educativo en tres décadas no ha logrado eliminar la disyuntiva entre la escuela pública y la tradicionalmente sobrevalorada enseñanza privada, que mayoritariamente fue entregada a las diversas instituciones religiosas que detentaban la enseñanza escolar.

Esta transformación se llevó a cabo durante los últimos años del franquismo desde la política oficial y desde las diversas organizaciones y asociaciones civiles.Son éstas últimas las que con mayor facilidad podían ir decantándose del Nacionalcatolicismo y orientarse hacia realidades más próximas y que demandaban nuevas soluciones.

Ejemplos de este proceso pueden ser la evolución de la Juventud obrera Católica,

que comienza un proceso de secularización y actuación ante el compromiso cada vez mayor que asumen otros movimientos sociales;proceso similar el que se generó en otra organización juvenil vinculada a la iglesia como fué el Escultismo, que, ligado a Acción Católica (o a la sombra de la misma), suponía una alternativa educativa a las actividades de tiempo libre establecidas por los movimientos juveniles afines al Régimen.

Este proceso de transformación buscaba un mayor nivel de autonomía frente a la jerarquía católica y una mayor articulación que les permitiera comprometerse social y políticamente con las clases populares , al tiempo que apostaban por un régimen autogestionario, por una dinámica de grupos y por la utilización de material educativo ambiental.

Tras la restauración de la democracia gran parte de dichos movimientos juveniles hubieron de adaptar las actividades y proyectos ante una nueva realidad cultural, social y política, reubicando sus esfuerzos en animación sociocultural, atención educativa a sectores marginados y a nuevo a fenómenos educativos de tiempo libre.

Así, el asociacionismo relacionado con las actividades educativas contribuyó a la aparición de grupos más orientados a la renovación escolar cuyo ejemplo significativo fué la reorganización del movimiento del Escultismo en Catalunya.

De este proceso de transformación durante la década de los setenta, B.Sureda resalta las figuras de grandes pedagogos como Alexandre Galí, Eladi Homs, o Artur Martorell.

El colectivo implicado en la transformación educativa defiende lo que , según J. Gay, A. Pascual y R.Quitllet resulta de la aplicación del método del Escultismo en términos pedagógicos: el niño como centro.

Otro núcleo de reforma educativa se organiza en torno a un casi clandestino (en sus inicios) método de C.Freinet, que a partir de 1974 se estableció como Asociación Española para la Correspondencia y la Imprenta Escolar, y tras varias jornadas en las que se convino la organización de delegaciones territoriales, pasó a denominarse , apartir de 1976 Movimiento Cooperativo de la Escuela Popular, trayectoria similar a la de La Casa -Escuela Santiago Uno, creada en 1971 en Salamanca, que supuso otro eje de renovación a

partir de las enseñanzas propuestas por Lorenzo Milani (quien ya había denunciado el carácter selectivo y discriminante de las instituciones educativas) y desarrolló durante los setenta una labor educativa relacionada con los sectores más marginados de la sociedad.

El autor repasa la labor del gobierno socialista que, especialmente, a partir de su llegada al poder en 1982, supone para B.Sureda otro de los periodos de reforma educativa -“...más importantes de este siglo”.. orientado a -....“las demandas de una sociedad que se encontraba inmersa en un proceso de consolidación de la democracia y que exigía mayores niveles de formación para toda la población....”.

Años atrás los intereses educativos del partido -y, entre otros UCD- expresaban la intención de establecer la línea de consenso que se reflejaría, recogido en el artículo 27,en el texto Constitucional.

La constitución dejará poco margen de maniobra a los Ayuntamientos, destinando las competencias educativas a las Administraciones centrales y autónomas.Sin embargo, no evitó que los municipios buscaran una mayor intervención en materia educativa (cuya culminacición supone la creación de Servicios Educativos Municipales, Departamentos de Dinámica Educativa, Servicios Municipales de Orientación y una amalgama de organismos dependientes o relacionados con los ayuntamientos para impulsar diversas actividades educativas.

PARTICIPACIÓ CÍVICA Y POLÍTICA DE CAMBIO EN EDUCACIÓN” (1979-1995)

B. Sureda

Rafael Bartolomé Magraner

POLÍTICA I LEGISLACIÓ EDUCATIVA

3ºPEDAGOGÍA




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Enviado por:Rafael Bartolomé Magraner
Idioma: castellano
País: España

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