- Causas económicas: malos cultivos, aumento de la crisis financiera.
- Causas ideológicas: las personas tenían unos derechos naturales.
- Causas sociales: los burgueses se enriquecieron pero tenían poco poder político.
- El comienzo de la revolución. El rey se vio obligado a ceder ante la continua oposición a los decretos reales y la predisposición al amotinamiento del propio Ejército real. El 27 de junio ordenó a la nobleza y al clero que se unieran a la autoproclamada Asamblea Nacional Constituyente. Luis XVI cedió a las presiones de la reina María Antonieta y del conde de Artois (futuro rey de Francia con el nombre de Carlos X) y dio instrucciones para que varios regimientos extranjeros leales se concentraran en París y Versalles. Al mismo tiempo, Necker fue nuevamente destituido. El pueblo de París respondió con la insurrección ante estos actos de provocación; los disturbios comenzaron el 12 de julio, y las multitudes asaltaron y tomaron La Bastilla —una prisión real que simbolizaba el despotismo de los Borbones— el 14 de julio.
- La Asamblea nacional (1789-1791).
Llevo a cabo tres iniciativas:
- La supresión de los privilegios.
- La aprobación de la declaración de los Derechos.
- La aprobación de una Constitución.
Luís XVI juró la Constitución y se celebraron elecciones para llamarla Asamblea Legislativa.
% ¿Cómo se radicalizó a revolución?
- La Asamblea Legislativa (1791-1792).
Estaba llena de enemigos (los nobles, el clero y la familia real). Dentro del nuevo sistema de gobierno, el poder legislativo lo desempeñaba la Asamblea Legislativa, compuesta por una sola cámara por 745 diputados, políticos, noveles sin la experiencia de los constituyentes, ya que a propuesta de Robespierre, la anterior asamblea aprobó la prohibición de reelegir a sus miembros. A la Asamblea Legislativa le tocó aplicar la constitución de 1791. La monarquía constitucional no alcanzó a durar un año, pues la inestabilidad interior y el comienzo de las guerras de la Revolución con Europa, provocaron una segunda revolución en agosto de 1792, que acabó con la reyecía y estableció la primera república. Diversas circunstancias crearon un ambiente desfavorable para la consolidación de la monarquía constitucional. En primer término, el propio rey, quien buscó ayuda extranjera para acabar con la revolución. En segundo lugar, los nobles difamaron el nuevo régimen y trataron de conseguir la invasión de Francia por las fuerzas imperiales. En tercer lugar, los católicos, indignados con la constitución civil del clero, se sublevaron en algunas regiones de Francia. Por último, los mismos revolucionarios estaban divididos.
- La Convención (1792-1795).
Un día después de la victoria de Valmy se reunió en París la Convención Nacional recién elegida. La primera decisión oficial adoptada por esta cámara fue la abolición de la monarquía y la proclamación de la I República. El consenso entre los principales grupos integrantes de la Convención no fue más allá de la aprobación de estas medidas iniciales. Sin embargo, ninguna facción se opuso al decreto presentado por los girondinos y promulgado el 19 de noviembre, por el cual Francia se comprometía a apoyar a todos los pueblos oprimidos de Europa. Las disensiones se habían intensificado seriamente en el seno de la convención, donde el Llano dudaba entre conceder su apoyo a los conservadores girondinos o a los radicales montagnards. La primera gran prueba de fuerza se decidió en favor de estos últimos, que solicitaban que la Convención juzgara al rey por el cargo de traición y consiguieron que su propuesta fuera aprobada por mayoría. El monarca fue declarado culpable de la acusación imputada con el voto casi unánime de la Cámara el 15 de enero de 1793, pero no se produjo el mismo acuerdo al día siguiente, cuando había de decidirse la pena del acusado. Finalmente Luis XVI fue guillotinado el 21 de enero.