Sociología y Trabajo Social


Opiniones sobre el consumo de drogas


INDICE

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  • ¿Qué son las drogas? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

  • Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4

  • Hipótesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

  • Entrevistas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

  • Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

  • Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22

  • ¿Qué son las drogas?

  • Según las organización Mundial de la Salud, droga es: " Toda sustancia que, introducida en el organismo puede modificar una o más funciones de este, capaz de generar dependencia caracterizada por modificaciones del comportamiento y por otras reacciones que comprenden siempre la pulsión a tomar la sustancia, de un modo continuado o periódico, a fin de obtener sus efectos y, a veces de evitar el malestar de su falta". Se trata de una definición, intencionalmente amplia, ya que abarca tanto los medicamentos destinados preferentemente al tratamiento de una enfermedad, como también otras sustancias activas desde el punto de vista farmacológico.

    Se pueden destacar cuatro aspectos importantes en cuanto al concepto de droga:

    • Se debe considerar primeramente el efecto que tiene la droga sobre el sistema nervioso central, para diferenciarlo de los otros fármacos que no tienen inmediatamente ese efecto.

    • Otro elemento, es la tolerancia que ocasiona la droga, el organismo se habitúa a su utilización, de tal manera que debe ingerirse cantidades crecientes.

    • El tercer aspecto, es el de la dependencia, se hace imprescindible el consumo de drogas para el adicto. Hay que distinguir la dependencia psíquica y la dependencia física.

    Dependencia física.- la dependencia física es el estado de adaptación fisiológica de un organismo que requiere la presencia de una droga para continuar su funcionamiento normal, y que se manifiesta por la aparición de intenso malestar físico si se suspende su administración (síndrome de supresión o de abstinencia). Esta dependencia es causada predominantemente por los depresores del Sistema Nervioso Central.

    Dependencia psicológica.- la dependencia psicológica es la necesidad emocional y compulsiva de un individuo por consumir una droga para sentirse bien, aunque fisiológicamente no le sea necesaria. Este tipo de dependencia es causada en forma predominantemente por los estimulantes del sistema nervioso central y los antidepresivos.

    • Y, por último, se debe considerar al elemento que puede calificarse como gratificante, se recurre a las drogas por sus efectos euforizantes o calmantes sobre el cerebro.

    Tradicionalmente ha existido, en el campo médico-farmacológico, cierta confusión entre los términos droga y fármaco, así que, consideramos oportuno realizar una aclaración de estos conceptos sobre la base de dos características:

    • La administración o auto - administración.

    • La finalidad con que se utiliza.

    Así pues hay que distinguir:

    Fármaco : Sustancia que se administra por su utilidad terapéutica.

    Droga : Sustancia que aún teniendo en algunos casos propiedades terapéuticas, no se utiliza con tal fin, sino que sé auto - administra con la intención de obtener una serie de efectos gratificantes.

    Droga es cualquier sustancia química que altera el ánimo de percepción o el conocimiento de quienes abusan con aparente perjuicio personal y social.

    Drogas o preparaciones de estupefacientes, son aquellas que causando o no-dependencia, sujetas o no al síndrome de abstinencia, poseen una acción psicotóxica que se manifiesta en una profunda alteración del comportamiento y de la conducta del individuo.

  • Introducción.-

  • Desde hace mucho tiempo se han venido utilizando algunas plantas en ceremonias religiosas, en ritos mágicos, como fuente de placer o con fines medicinales. Sin embargo, en los últimos cien años es cuando se ha obtenido muchos de los integrantes activos de esas plantas, mediante la extracción o la síntesis química. Esos ingredientes tienen efectos mucho más potentes que las plantas de donde proceden y, con frecuencia son de uso más simple. Además se ha observado que ciertas drogas descubiertas recientemente y obtenidas en fábricas o en laboratorios, pueden producir trastornos mentales y emocionales y que en mayor o menor grado están a disposición del público en general.

    Existen numerosas creencias, muchas veces erróneas, sobre la estructura química, efectos y posibles daños que pueden causar algunas sustancias clasificadas como drogas. El verdadero problema al que la sociedad moderna se enfrenta, no son las sustancias en sí, sino, el uso y abuso que de dichas sustancias se hacen, creando diariamente millones de drogadictos en todo el mundo, desde las amas de casa que se enganchan a los barbitúricos, pasando por los ejecutivos que abusan del Prozac, hasta el yonkie que delinque buscando "un gramo de locura".

    Los años 90 han traído una serie de transformaciones en las drogas consumidas y en los patrones de consumo que apuntan a una situación diferente respecto a la existente en la pasada década.

    Así, mientras en los años 80 y primeros 90 la "droga" emblemática era la heroína, hoy existen claras evidencias sobre la estabilización, e incluso descenso, de su consumo. Esto no significa que no suframos aún durante años las graves consecuencias del mismo. De hecho, la antigüedad en el consumo de muchos drogodependientes y la presencia del SIDA y otras enfermedades asociadas generan un gran número de problemas individuales y familiares, tanto en la esfera sanitaria como social.

    Frente a esta situación, la década de los 90 viene marcada por la utilización de nuevas drogas (fundamentalmente las llamadas "drogas de síntesis") y la adopción de nuevos patrones de consumo de sustancias ya utilizadas anteriormente (alcohol). Estos nuevos estilos de consumo, especialmente en el caso de los jóvenes, no suponen en general posiciones contraculturales o comportamientos marginales, como sucedía anteriormente. Nos encontramos con nuevas modas, nuevas formas de estar en sociedad, que afectan a grupos importantes de jóvenes aceptablemente integrados en su medio familiar y social.

    Las principales tendencias del consumo de drogas en estos momentos son:

    Heroína
    Todos los datos apuntan a un descenso de su consumo en todas las modalidades (tanto en el consumo experimental, como en el ocasional o habitual). Un aspecto importante en el consumo de esta sustancia, desde una perspectiva de salud pública, es el cambio de vía en cuanto a su administración: continúa disminuyendo la práctica de la inyección y aumentando la de fumar o inhalar esta droga.

    Drogas de síntesis (éxtasis y similares)
    Se trata de psicofármacos sintéticos que, en general, son variantes de la anfetamina, un estimulante del sistema nervioso central. La más conocida, el éxtasis o MDMA, está incluida desde 1985 en la lista I del Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de las Naciones Unidas, que es donde se agrupan las sustancias consideradas más peligrosas y, por ello, más sujetas a control internacional.

    Estas sustancias aparecieron en España en lugares de fuerte predominio turístico (Ibiza y el Levante), y, en un primer momento entre extranjeros. Su consumo se extendió con una gran rapidez a comienzos de los años 90 y en un breve espacio de tiempo.

    Cocaína
    No parecen apreciarse grandes cambios en el consumo de esta sustancia en la población general, si bien sí se ha detectado un ligero incremento durante los últimos años entre la población juvenil. El hecho más relevante con relación a la cocaína es el significativo aumento del número de personas con problemas por su consumo que solicitan atención en servicios sanitarios y sociales durante los últimos dos años.

    Cánnabis
    Sus derivados, fundamentalmente el hachís, siguen siendo las drogas ilegales más consumidas en España. Aproximadamente, uno de cada cinco españoles ha probado alguna vez esta sustancia. Se ha producido una expansión de este consumo en la población juvenil y adolescente durante los últimos años.

    Alcohol
    El alcohol es la sustancia tóxica más consumida por los españoles, aunque según los últimos datos disponibles, su consumo no parece estar aumentando. Entre los jóvenes el consumo de alcohol posee unas características peculiares: se localiza principalmente en ámbitos públicos o lugares de diversión, se produce mayoritariamente durante el fin de semana y se centra en la cerveza y los combinados como bebidas preferentes. Un elevado porcentaje de la población de 15 a 28 años mantiene un patrón de consumo de fin de semana. El consumo diario y, por tanto, más problemático se centra sobre todo en los mayores de 49 años.

    Tabaco
    El tabaco es, junto con el alcohol, la sustancia tóxica más consumida por los españoles. Una gran mayoría de la población la ha probado en alguna ocasión, siendo la edad media de contacto con la misma los 16.6 años.

    Los jóvenes actuales se inician antes en el hábito de fumar, con un porcentaje apreciable que lo ha hecho antes de los 14 años. Las mujeres de 15 a 18 años empiezan a fumar antes que los varones de la misma edad y, en el sector de jóvenes de esa edad que fuma todos los días, es superior el porcentaje de mujeres que lo hacen que el de varones.Como la difusión del uso indebido de estas drogas tiene efectos perjudiciales, no sólo para los individuos que las consumen sino también para las sociedades de las que forman parte, se ha llegado a la conclusión de que los gobiernos deben fiscalizar su producción, venta y consumo. De ahí que las razones que han llevado a establecer un sistema mundial de fiscalización de esas peligrosas sustancias hayan sido humanitarias más que económicas o financieras. El objetivo de ese sistema es restringir el uso de esas sustancias a los fines lícitos y más concretamente, a los fines médicos y científicos. El fin de las campañas antidrogas realizadas en el ámbito mundial es informar a las personas que, bajo su intolerancia e ignorancia, apelan a su falta de sentido común para esgrimir la bandera de las Cruzadas en contra de todos aquellos que en algún momento de su

    vida, han tomado alguna sustancia que ha modificado o alterado su actividad cerebral, en busca de las tan buscadas Puertas de la Percepción.

  • Hipótesis.-

  • La legalización del cánnabis concatenaría una serie de resultados que serian: la erradicación de gran parte del “trapicheo a menudeo” o venta al por menor, un aumento de la calidad de vida y del sistema en el ámbito sanitario de los consumidores y una separación del mercado de droga dura y de droga blanda.

  • Con las tasas resultantes de la venta legal de droga blanda y las incautaciones de desmantelación de grupos mafiosos vinculados al trafico de drogas, sé invertirían en programas de prevención y de información, para que se estabilice el consumo.

  • Las encuestas llevadas a cabo por el Plan Nacional sobre drogas, no reflejan la realidad de la calle, sino que trata de justificar el dinero destinado al plan de prevención e información del Gobierno.

  • Entrevistas.-

  • GUION ENTREVISTA CON JURISTA

  • Los delitos relacionados con las drogas ¿han aumentado o disminuido en los últimos años?

  • Han disminuido. Incluso si añadimos los relativos a la conducción bajo bebidas alcohólicas, han disminuido por las medidas de preventivas y un cambio de mentalidad.

  • ¿Y los del narcotráfico?

  • Hablar de cuantía es relativo por que los decomisos grandes elevan las estadísticas. Ha habido una evolución del mercado de tráfico. En los 80 fue la época dura de la heroína, después hubo un boom muy fuerte de los psicotrópicos, el éxtasis. Ahora está habiendo un auge de la cocaína.

  • ¿Conoce alguna mafia en Valencia?

  • No hay grupos estables. Surgen en operaciones determinadas.

  • Con los consumidores de drogas q delinquen y que la ley reconoce como enfermos ¿Se piensa en crear o optar por un sistema para agilizar y unificar denuncias o condenas acumuladas?

  • La relación delito y droga es absoluta y la tenemos presente. La legislación permite adoptar terapias con las personas que cometen delitos. Lo que pasa es que no siempre el drogadicto comete delito para satisfacer su necesidad de consumir drogas. Otras veces está inmerso en la delincuencia y es un modo de vivir en general. Es estos casos se hace más difícil.

  • ¿Pero influye la condición de enfermo al dictar sentencia?

  • Se tiene en cuenta, porque la ley lo prevé. Pero hemos de velar cuando dejamos a una persona para que cumpla una pena en manos de una institución privada para que no ocurran abusos. Siempre se corre el riesgo de que ese enfermo sea objeto de aprovechamiento por la institución encargada de esa custodia que no es un organismo oficial. Bástenos recordar los famosos centros del Patriarca, que aprecia que iban a solucionar los problemas de atención médica que tenían los drogadictos y luego resultó ser que no solamente eran atenciones sino también otro tipo de cosas y actividades las que se desarrollaban. Eso lo tenemos garantizado en los centros penitenciarios públicos, pero no en los privados. Hay alguno, como Proyecto Hombre, con una afamado y contrastado buen funcionamiento, pero hemos de tener cautelas para no repetir experiencias funestas.

  • Pero la cárcel no integra y continua habiendo droga ¿considera a estas un buen lugar para desengancharse?

  • No. Por supuesto que no. Cualquier observador imparcial ha de llegar a la conclusión de que no funciona. El movimiento social a pesar del sistema de penas, duro o blando como se quiera calificar, no ha reducido la incorporación de nueva gente al mundo de la droga.

  • ¿Legalizaría las drogas?

  • Creo que no podemos cerrar a cal y canto esa posibilidad siempre desde luego que se dieran determinadas condiciones muy especiales. Se podría legalizar. La primera condición es que fuera una medida con carácter general. Tendría que excluirse a menores o personas que no son capaces de autocontrol o autogobierno, y limitarse las ventas cuando daño la sociedad. Algunos límites y correcciones, si se hicieran bien, serían la solución al problema. Yo espero que algún día a cabe siendo así.

  • ¿Y bajo control medico?

  • ¿Qué solución practica puede aportar el poder judicial al problema de las drogas?

  • Los jueces no podemos hacer más de lo que hacemos: resolver con la máxima celeridad y llegar a las soluciones más justas que protejan a la sociedad sin olvidar los derechos del individuo, con la misma profesionalidad y dedicación de siempre. Reclamamos al resto de instituciones competentes que dediquen sus esfuerzos, mayores si cabe, a este problema para que con atenciones médicas, psicológicas o medios indirectos de coerción consigan que estos enfermos sean tratados. El problema es que hay que contar con la voluntad del paciente, pero ahí esta el mayor reto.

  • ¿Cree adecuados los mecanismos legales a su alcance?

  • En los recursos legales siempre se tiene que ir a más. No se puede estar contento. Hacen falta más y mejores, en todos los sentidos. No sólo en los represivos sino en arbitrar medidas que permitan la reinserción de la gente y más medios de prevención. Estar conforme es rendirse. No es que me queja de la ausencia de medios, sino que se necesitan mejores normas.

    GUION ENTREVISTA CON MÉDICO

  • LAS DROGAS: ¿se trata de un problema sanitario o judicial?

  • Muchas personas miran el abuso de drogas la drogadicción estrictamente como un problema social. Padres, adolescentes, adultos mayores y otros miembros de la comunidad tienden a describir a la gente que usan drogas como personas moralmente débiles o que tienen tendencias criminales. Creen que las personas que abusan de las drogas o son drogadictos deben ser capaces de dejar de usar drogas si están dispuestos a modificar su comportamiento. Estos mitos no solo han creado estereotipados de las personas que tienen problemas relacionados con las drogas, sino también de sus familias, sus comunidades y de los profesionales de salud que trabajan con ellos. El abuso de drogas y la drogadicción son un problema de salud pública que afecta a muchas personas y tiene amplias repercusiones sociales.

  • Hablemos de posibles soluciones:

  • ¿Son las narcosalas la mejor solución o solo una de ellas?

  • ¿Y el reparto de jeringuillas?

  • La administración de metadona

  • Yo abogo por soluciones imaginativas, por no cerrarse en estereotipos. Hay cosas reales: si tenemos una zona que arreglar urbanísticamente, hay que hacerlo; si queremos condiciones sanitarias buenas, hay que hacerlo; si resulta que hay que ir con autobús para repartir metadona o hay que crear unos centros... La sala de venopunción es otra solución. La opción que pueda ser válida, adelante con ella. O una suma de todas ellas.

  • ¿Legalizaría las drogas?

  • No, porque no resolvería nada. Legalizar algo que causa grave daño a la salud no resuelve nada.

  • ¿Y bajo control médico?

  • No sería válido. Es el momento que se pusieran límites habría un mercado negro automáticamente. Una sustancia nociva no puede administrase porque destruye a la persona.

  • ¿Se crean tan pocos centros que los toxicómanos se concentran en zonas marginales?

  • Por eso tendrían que arbitrarse medidas con imaginación que permitieran llegar a más gente de mejor manera. Seria ideal. Hay otro asunto que es la hipocresía social y es gravísima. La sociedad se ha vuelto sensible con la droga pero cuando se ha alterado la seguridad ciudadana.

  • ¿Conoce centros de cumplimiento de condena suficientes en Valencia donde se pueda recibir un tratamiento contra las drogas?

  • Pocos. Muy pocos. Pero sé esta trabajando seriamente para extender la red a toda la Comunidad.

  • ¿Cree que la cárcel es un buen lugar para desengancharse?

  • No, por eso es necesaria una red que sustituya o que haga innecesaria la estancia de una persona en al cárcel.

  • ¿Debería tener la Administración algún tipo de política sanitaria en la cárcel?

  • Por supuesto, que la Administración debería tener algún tipo de política sanitaria en las cárceles. El colectivo de consumidores esta demostrado que continúan consumiendo en el interior de los centros penitenciarios, con lo cual, deberían existir unas mínimas condiciones de seguridad e higiene. Como por ejemplo, reparto de jeringuillas, controles sanitarios y ayuda psicológica.

  • ¿Alguna solución imaginativa para acabar con el problema de las drogas?

  • Sugerencias que ya están. Atajar el problema en el consumo, arbitrar medidas urbanísticas, sanitarias, que faciliten a esta gente sustitutivos como la metadona u otros productos que ya existen. Si acaso, hacer llegar a estas personas la posibilidad, en casos extremos, de poder facilitarles la propia droga por razones terapéuticas. Cualquier solución en temas de asistencia social debe ser usada por quien corresponda.

    GUION ENTREVISTA CON PSICÓLOGO

  • ¿En que forma benefician los planes de prevención aplicados por parte de la Administración?

  • Planes de prevención e información nunca están de más, por lo tanto siempre hay q apoyar cualquier tipo de iniciativa que intente dar posibles soluciones a un problema como este, las drogas, por lo que seria interesante educar a la gente al máximo en este tema, ya sea desde la escuela o desde campañas de prevención.

  • Pero aunque existan estos planes, ¿significa esto que se controla la drogadicción?

  • Evidentemente que no, porqué la atracción natural del individúo por lo prohibido y la llamada cultura de droga hace que muchos jóvenes prueben y experimenten con drogas.

  • ¿Se puede hacer alguna distinción sobre las drogas?

  • Hay muchos, pero debemos distinguir entre las drogas duras de las blandas. Las diferencias vendrían dadas por la dependencia que producen y los efectos sobre la salud.

  • La política sobre drogas esta basada en la represión o la colaboración, ¿desde su punto de vista profesional, cual es la más directa?

  • Primero hay que establecer que la drogodependencia es una enfermedad y como tal debemos tratarla. Con la política de represión lo que hacemos es aumentar las repercusiones de esta enfermedad. El yonqui lo que quiere es su dosis y conseguirla como sea, para eso, engañará, robará, se prostituirá,... Con esto los profesionales tenemos que luchar no sólo contra la enfermedad, sino contra los problemas que genera esta, problemas de marginación, delincuencia, prostitución,...

  • Entonces si aumenta la represión, aumenta el problema del drogodependiente ¿se debería legalizar?

  • Yo creo que se debería plantear esta posibilidad muy seriamente. Con respecto a las drogas blandas(hachís, marihuana) la gente joven y no tan joven sigue probándolo y consumiendo aunque este penalizado su consumo. Lo único que se consigue es crear problemas familiares cuando un joven es multado por consumo o privado de su libertad. Además tenemos el referente de Holanda y es muy positivo.

    Con respecto a las drogas duras no podemos hablar de legalización porque sus efectos son muy nocivos para la salud, pero tendríamos que abrir la posibilidad de que pudieran conseguir las dosis en establecimientos autorizados o narcosalas. Con esto evitaríamos los precios elevados del narcotráfico y en ello la delincuencia y un mayor control sanitario.

    GUION ENTREVISTA CONSUMIDOR DROGAS BLANDAS

  • ¿Llevas mucho tiempo fumando “porros”?

  • 12 años fumando “porros”

  • ¿Has tenido problemas con la justicia por ello?

  • Me han multado un par de veces

  • ¿Te consideras “enganchado”?

  • De ninguna manera

  • ¿Repercute algo en tu vida diaria?

  • No, en nada

  • ¿En el trabajo?

  • Menos todavía

  • ¿Conoces mucha gente que fume “porros”?

  • Desde luego, toda la peña

  • Uno de los tópicos de la droga es que empiezas fumando “porros” y acabas... ¿Qué opinas?

  • Yo he probado la coca y los tripis y no me molan

  • ¿Has probado la cocaína o la heroína?

  • Las encuestas sobre consumo de cánnabis indican un menor consumo ¿qué opinas?

  • En mi pueblo cada vez hay más gente que fuma

  • ¿Has contestado a alguna encuesta?

  • No

  • ¿Conoces gente que sí?

  • No

  • ¿Tu que contestarías?

  • Que no consumo

  • Si se legalizara el consumo, ¿aumentaría?

  • Yo creo que quien quiere fumar, fuma igual de manera legal o ilegal

  • ¿Cómo cambiaria tu situación?

  • Que no me multarían

    GUION CONSUMIDOR DE DROGAS DURAS

  • ¿Cómo empezaste a consumir heroína?

  • Me la dio a probar un amigo.

  • ¿Cuándo te diste cuenta que estabas “enganchado”?

  • Me di cuenta la poco tiempo de consumirla habitualmente cuando tuve el síndrome de abstinencia

  • Podrías decirme cuanta heroína consumes al día

  • Como mínimo 2 billetes al día.

  • ¿Cuales son los peligros que encuentras para adquirirla?

  • Son sitios marginales donde te encuentras siempre gente chunga, eso cuando no hay redadas.

  • Vosotros la llamáis “mierda” cuando no es de buena calidad ¿Ocurre a menudo?

  • Con bastante frecuencia.

  • ¿Conoces repercusiones?

  • Tuve un colega que la palmó.

  • ¿Alguna vez has compartido jeringuillas?

  • Sí, a veces.

  • Si hubieran narcosalas donde pudieras adquirirla en buenas condiciones y barata ¿crees que cambiaria en algo tu situación?

  • Primero, porque sabría lo que me estoy metiendo y segundo, porque no me tendría que buscar la vida para conseguirlo.

    5.Conclusiones.-

    Al legalizar las drogas se consiguen muchos objetivos:

  • El primero sería impedir la sangría de muertos provocados por el consumo de droga, adulterada hasta decir basta, que es la que hoy se vende en el mercado nacional. Algún muerto habría, por sobredosis o imprudencia, pero la riada de jóvenes asesinados con porquería en sus venas se detendría de inmediato. Un informe sobre la situación de las drogas en el mundo, realizado en 1992 por la junta internacional de control de narcóticos, apuntó que la tasa de mortalidad de Holanda por abuso de drogas “uso de drogas” es muy baja respecto del resto de Europa y de los niveles internacionales. Esta consecuencia no es despreciable. Los medios apenas informan de las consecuencias de la distribución de droga adulterada (excepto cuando se producen varias muertes en cadena). Pero el hecho existe, aún cuando no tenga expresión pública. También impacta tanta desidia de las organizaciones que ponen el grito en el cielo cuando se habla de aborto o de eutanasia, mientras no reparan en esta forma de asesinato continuado que estamos padeciendo.

  • Las farmacias, con las condiciones razonables del caso, expenderían, a precio también razonable, las dosis de droga demandada por los ciudadanos. El producto estaría garantizado contra adulteraciones, y sería tan seguro y dañino como se indicará exactamente en el prospecto.

  • El precio de la venta de la droga sería una fracción de los feroces precios actuales de la droga clandestina. Ello detendría en el acto la seguidilla de pequeños y grandes delitos que los drogadictos actuales cometen para poder financiar su vicio. Si pocos roban para comprarse cerveza, bien pocos lo harían para comprarse dosis a precio normal. Al respecto conviene no olvidar que el costo original de la droga es bien bajo, lo astronómico del precio es el resultado de la prohibición, no de la droga.

  • El estado cobraría un fuerte impuesto sobre las drogas vendidas, como hace con alcoholes y tabacos. Con ello podría financiar masivamente programas de rehabilitación y de prevención del consumo de drogas. Igualmente podría dedicar parte de ese impuesto a financiar escuelas de educación profesional para las actuales y venideras generaciones de jóvenes.

  • Millares de funcionarios: policías, aduaneros, jueces y oficiales, etc., quedarían de inmediato liberados de la imposible tarea de impedir el tráfico de drogas, que es el negocio más rentable del planeta y contra el que han fracasado en todo el mundo. Con ello se reduciría el gasto público, mejoraría la justicia y policía común de nuestras calles, y hasta quedarían recursos humanos para luchar contra el aún vigente terrorismo.

  • El consumo legalizado de drogas aumentaría ligeramente. Pero sólo el consumo, no la muerte.

  • Sin embargo tenemos la experiencia de Holanda que es el único país que ha legalizado las drogas. Holanda hace 22 años que legalizó las drogas, arrojando hasta hoy un balance positivo: El consumo de drogas blandas es semejante al del resto de los vecinos Europeos y el de drogas duras se mantiene estable desde los años 80, a diferencia de lo que ocurre en los países más próximos como Alemania y Bélgica. Sólo 1,6 de cada mil Holandeses son toxicómanos, nivel muy lejano al casi 6 por mil de Suiza o al 3 por mil de España. La edad media del consumo se ha elevado a los 36 años y la mortalidad por sobredosis es la mas baja de Europa.

  • La libertad inalienable de todo ser humano y, por consecuencia, la ilegalidad de cualquier tipo de restricción al consumo de lo que cada uno desee consumir. Estamos inmersos en una sociedad que dice ser libre. En donde el estado ejerce su poder en contra la voluntad del hombre para evitar el daño a otros. Como es posible que un mayor de edad se vea forzado a hacer o soportar algo que en opinión de otros es más sabio y justo. Pero si el hombre es independiente por derecho en forma absoluta.

  • Lo realmente importante es la reivindicación de nuestro derecho moral de la libertad de consumo.

    La ética del individualismo parte del respeto a la dignidad y la libertad humana, lo cual supone según el Premio Nóbel de Economía de 1974, Friedrich A. Hayek, "que nadie

    puede indicar quién sabe mejor cuáles son sus intereses y que la única manera eficiente de averiguarlo es a través de un proceso social en el que a todos se les permita probar y ver lo que cada uno puede hacer".

    El individuo en tanto persona adulta, sabe mejor que nadie qué es lo que más le conviene. Por lo tanto, si decide libremente consumir drogas el Estado debe respetar su soberana decisión. El prohibir el consumo de drogas, bajo el pretexto de la "salud pública" es lo mismo que prohibir el consumo de ideas socialistas bajo el pretexto de la "seguridad del sistema".

    6. Bibliografía.-

    • Revista Cáñamo

    • Plan Nacional sobre Drogas (Encuesta sobre consumo y hábitos)

    • Plan sobre Drogas del Gobierno de Holanda

    • Web de Asociaciones relacionadas con la prevención

    • Artículos de periódicos

    • Guía + Información - Drogas (P.N.D)

    • Otras referencias

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    Enviado por:Ana López
    Idioma: castellano
    País: España

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