Literatura


Odisea; Homero


Trabajo práctico

“La odisea”

Texto adaptado de “la odisea”

Editorial: Andrés Bello

Autor: Homero

Año de edición: septiembre del 2002

1-La vuelta de Ulises.

Ulises, ya terminada la guerra de Troya, emprendió camino hacia su patria, Itaca, donde se hallaba su esposa, Penélope, su hijo y su anciano padre. En la isla de los cícones, donde los vientos los llevaron recogió un riquísimo botín, para ofrendar a su esposa. Pero cuando estaban por partir, los habitantes de la isla cayeron sobre ellos dejándolos así, perdedores.

Su siguiente parada fue en la isla de los lótofagos, que se alimentaban con una flor llamada loto que provocaba el olvido del pasado, cercano o remoto, como los proyectos para el provenir. Los lotófagos recibieron a los hombres de Ulises con la flor de loto, ellos la aceptaron y olvidaron su deber.

2-Ulises y los cíclopes.

Ulises cargó con sus hombres hasta las naves, continuando, así con su viaje. Ulises alcanzó a ver una hermosa isla, y junto a doce de sus compañeros, se adentró en ella. No tardaron en ver una cueva llana de quesos y tiernos cabritos. era la cueva del gigante Polifemo, hijo de Poseidón, quien en el momento no se encontraba allí. Ulises y sus hombres decidieron llevarse algo de la cueva, cuando Polifemo entró a ella levantó una enorme piedra tapando la entrada de la cueva, dejando a Ulises y sus hombres dentro de esta. Polifemo, quien todavía no los había descubierto, empezó a ordeñar a sus animales. Luego, prendió una hoguera que ilumino a los navegantes. Polifemo preguntó quiénes eran, y el muy valiente Ulises le explicó que eran navegantes que venían de la guerra de Troya y que bajo las órdenes de Zeus, les pedían hospitalidad. Polifemo les explicó que los cíclopes no creían en los dioses, tomando dos navegantes, abriéndolos por la mitad y comiéndolos. Lo mismo sucedió la mañana siguiente. Al terminar de comer salió con sus rebaños, antes de que volviera Ulises ya había ideado un plan. Al día siguiente Polifemo comió dos hombres más, al terminar, Ulises, le dio de probar vino a Polifemo, este tomo tanto vino hasta quedar ebrio. Entonces Ulises dijo que su nombre era “Nadie” y que todos lo llamaban así, luego procedió a clavar un palo en el único ojo de Polifemo, quien estaba dormido. Al despertar, Polifemo llamó a sus hermanos, ya que el no podía hallar a los navegantes, sus hermanos preguntaban qué era lo que le ocurría, y éste respondió: Nadie me a traicionado. Sin más, los hermanos no lo escucharon. Para asegurarse de que los navegantes no escaparan, corrió la piedra y, él mismo tapó la salida de la cueva. Al día siguiente Polifemo salió con su rebaño. Ulises y sus hombres, se colocaron debajo del rebaño de Polifemo logrando así escapar. Al llegar a la nave, Ulises gritó a Polifemo, que la persona que lo había dejado ciego se llamaba Ulises. Polifemo pidió a su padre que haga lo imposible para que Ulises no llegara a la tierra prometida, y Poseidón lo escuchó.

3- Ulises y Circe

Pronto llegaron a la isla reinada por Eolo, el rey de los vientos. En esta isla no había mal ninguno, y Eolo regaló a Ulises los vientos, envueltos, todos menos el viento del Oeste. Este viento sopló suavemente durante nueve días, se llegaba a ver de cerca la tierra prometida, hasta que la curiosidad de los hombres de Ulises despertó y dejaron escapar todos los vientos, despertando un violento huracán que los llevó hasta la isla de Eolo otra ves. Ellos pararon de nuevo en la isla y le pidieron a su amigo que los ayude a llegar a su patria, otra ves, pero este, decepcionado, los echó.

Un par de días después llegaron a una isla, todas las naves, excepto la de Ulises, estaban en el puerto. Esta isla, estaba habitada de gigantes, que devoraron sin compasión a todas las naves del puerto y a los navegantes que se encontraban en ella. Nada más Ulises y los tripulantes de su nave se salvaron.

La próxima isla en la que pararon era la isla de la maga Circe. Ulises separó a los tripulantes en dos grupos, uno estaba encabezado por Ulises y el otro por Euriloco, el grupo de Euriloco fue el elegido para entrar en la isla. Encontraron el palacio de Circe, al que entraron todos menos Euriloco. Circe les dio a todos una droga para perder la memoria y luego los convirtió en cardos. Al ver que los tripulantes no salían, Euriloco, se dirigió hacia donde Ulises, quien fue a buscar a los tripulantes. En el camino, encontró a Hermes, quien le dio algunas órdenes para que no le pasara lo mismo que a sus compañeros. Ulises cumplió con las órdenes de Hermes, y de esta manera triunfó. No solo transformó a sus amigos en humanos otra ves, sino que los invitó a un maravilloso festín. Los navegantes pasaron un año en la isla de Circe, hasta que un día comprendieron que era hora de partir. Circe advirtió a los navegantes de todos los peligros que iban a sufrir, y cómo convatirlos. Sin más, partieron.

4-Ulises y las sirenas.

Uno de los peligros, era el de la isla de las sirenas. Su canto era irresistible, pero en el fondo, aunque eran muy lindas y sus cantos muy dulces, eran malas personas. Siguiendo los consejos de Circe, Ulises se ató y el restó de los tripulantes se taparon los oídos, de esta manera lograron pasar por la isla de las sirenas. Luego remaron con todas sus fuerzas hundiendo los remos y lograron pasar por las Rocas Erráticas, donde el agua choca con las rocas formando un gran remolino.

5-Nuevos peligros

Más allá había un lugar angosto por el que deberían pasar, en este habitaban Escila y Caribdis. Escila era una especie de animal que vivía en una cueva, tenía doce patas y doce cabezas, y cada ves que pasaba alguien los devoraba sin piedad, únicamente la parte inferior de su cuerpo permanecía dentro de la cueva. Caribdis era un monstruo que tres veces al día absorbía agua y todo lo que pasaba por la zona, luego lo soltaba, pero convertido en restos informes. Al llegar a la zona, los tripulantes no alcanzaban a ver a Escila, y como un monstruo estaba enfrentado al otro, se corrieron para el lado contrario al del monstruo Caribdis, para evitar ser absorbidos, pero al acercarse, salió de la cueva Escila, llegando a atrapar a algunos tripulantes.

Luego, llegaron a la isla en donde se guardaban los ganados del Sol, como todos estaban muy cansados decidieron parar y descansar un rato, pero Circe había advertido que si mataban a alguna oveja, el único que iba a llegar a Itaca iba a ser Ulises. Él había advertido a los tripulantes de esto, pero ellos lo ignoraron y comieron los ganados del Sol.

Todos partieron lo más rápido posible, pero una nube negra apareció arriba de ellos, y todos los tripulantes menos Ulises cayeron al mar y murieron. Así, Ulises se dejó arrastrar por los vientos, pero luego se dio cuanta que todo ese tiempo había estado retrocediendo y que se hallaba donde Escilia y Caribdis otra ves. Ulises pudo salvarse de estos peligros por segunda ves.

Nueve días Ulises anduvo de aquí para allá, hasta que ya vencido, se chocó contra una isla, la isla de Calipso.

6- Ulises y Calipso

Al llegar a la isla, Calipso, que era temida por todos los hombres, trató con dulzura y cuidó a Ulises durante ocho largos. Sin embargo él siempre estaba triste. La diosa Atenea, sintió mucha pena por él. Ya que Poseidón se había ido, Atenea acudió a los dioses y les explicó la situación de Ulises. Los dioses mandaron a Hermes a comunicarle el deseo que ellos tenían de que Ulises volviera a su patria a Calipso. Aunque esto le dolió mucho, ella ayudo a Ulises a volver a Itaca. Ulises navegó tranquilo durante 18 días. al volver, Poseidón, comprendió que otros dioses estaban del lado de Ulises y que lo estaban ayudando a llegar a su patria, al verlo tranquilamente viajando hacia la isla de los feacios, se enojó, desató una tormenta encima de él. En ese momento Ulises pensó que hubiera sido mejor morir en Troya que sufrir todo lo que él sufrió, en ese momento una ola, destrozó el barco y tiró al héroe al mar.

7-Atenea protectora.

La diosa Atenea, dijo a Ulises que se saque las ropas mojadas, que se ponga su velo, que nade hasta la tierra y que suelte su velo al mar. Al principio Ulises no obedeció, pero cuando se dio cuenta que no había nada más por hacer decidió obedecerla. Después de una larga lucha, que duró dos días, Atenea logro que dejaran de soplar todos los vientos contra él, menos el viento norte, a quien ordeno que sople fuerte. Cuando estaba por llegar, temía que una ola lo arrastrara hasta chocarlo con una roca, pero Atenea le dio la idea de que entre una ola y otra nade rápidamente hasta una roca y se aferre a ella, así logro pasar ese obstáculo. Luego, intento buscar el mejor lugar para tocar tierra, cuando pensó que lo había encontrado, se encontró con la desembocadura de un río, pero este, se apiadó de él, y sus aguas corrieron con tranquilidad. Moribundo llegó el héroe, las aguas se abrieron para dar paso a Atenea. El héroe contento, daba gracias a la ninfa.

8-Nausica.

La diosa Atenea, le comunicó a Nausica, que el día siguiente tendría que ir a lavar la ropa con uno de los mejores carros, y le dijo que pronto se iba a casar. Nausica obedeció las órdenes, y al día siguiente fue con sus amigas y sus esclavas a lavar la ropa. La reina, madre de Nausica, había preparado unos ricos bocados. Al terminar de lavar, colgaron la ropa, y mientras esta se secaba, comieron y jugaron a la pelota, al ver que la ropa estaba seca Nausica, arrojó la pelota a una de las esclavas, pero esta no la atrapó y la pelota cayó al mar, las chicas lanzaron un grito que despertó a Ulises, quien se tapó como pudo y fue donde ellas. Ellas se asustaron, todas menos Nausica, quien le obsequió ropa de su hermano y lo llevó hasta la entrada de su ciudad, luego, él, caminó hasta el palacio.

9-Ulises entre los feacios

Al llegar al palacio, los padres de Nausica lo recibieron con riquísimos bocados, le obsequiaron todo lo que necesitaba para llegar a Itaca e hicieron varias fiestas en su honor. En la última, se cantaron cánticos referidos a Ulises (los reyes del pueblo no sabían quién era él) y al ver sus lágrimas, tuvo que confesar quién era. En poco tiempo, había partido con un grupo de navegantes a su patria tan querida, Itaca. Cuando llegaron Ulises dormía, y los navegantes lo dejaron durmiendo en su Itaca. Al despertar, Ulises no la reconoció, y pensó que lo habían engañado, entonces, apareció Atenea, y le contó todo lo que había pasado en Itaca.

10-La tela de Penélope.

En la ausencia de Ulises, un grupo de hombres, había presionado a Penélope a casarse con uno de ellos, pero ella, hábilmente, propuso algo. Ella dijo que cuando terminara de tejer una tele, ella tejía de día, y desarmaba todo lo que había hecho de día por la noche (sus pretendientes ya estaban enterados de esto). Todos los muchachos que pretendían a Penélope eran muy codiciosos, lo único que les importaba era el dinero, que disfrutaron por años.

Un día, estaban todos comiendo, y un hermoso guerrero, quien era Atenea disfrazada se apareció, y Telémaco, la invitó a pasar. Atenea, comento a Telémaco que su padre estaba vivo, y que tenía que madurar y en el Consejo echa a todos esos hombres d tu casa. Los hombres no hicieron caso a Telémacon, ni creyeron que Ulises aún esté vivo.

  • Telémaco.

  • Atenea, propuso a Telémaco, hijo de Ulises, emprender un viaje en busca de su padre, ella ya sabía que Ulises estaba en Itaca, pero le propuso esto para que sea un muchacho más valiente. Telémaco, aceptó la propuesta, debido a sus ansias por ver a su padre. Telémaco, pidió a su nodriza que prepare abundante comida para el viaje, y que no diga nada a su madre acerca de su viaje hasta que halla partido. La nodriza prometió no decir nada. Un día, mientras los pretendientes de Penélope gozaban de una cena, un señor, a quien Atenea le había pedido prestado la nave, llegó al lugar y preguntó si Atenea había vuelto, porque necesitaba su nave. De esta manera, los pretendientes se enteraron de que Telémaco había partido, y Penélope se entristeció, la nodriza, se echó la culpa a si misma, diciendo que ella era la persona que había guardado el secreto. Mientras tanto, Telémaco, estaba junto a Atenea en una isla, en la cual lo trataron bien pero no le supieron dar información alguna sobre Ulises.

    12-Ulises en su patria.

    Atenea convirtió a Ulises en un anciano mendigo, le dijo que había un señor en Itaca que había sido fiel a él y a su familia, Ulises, disfrazado de un anciano, fue a donde este y allí se quedó. Mientras tanto, Atenea, fue a decirle a Telémaco que ya era hora de volver. Apenas llegó, se dirigió al mismo lugar que Ulises sin saber que él estaba allí. Pero como Ulises estaba disfrazado de mendigo, Telémaco no lo reconoció. Un rato más tarda, Atenea convirtió a Ulises en el mismo devuelta, y le permitió que le diga a su hijo quién era, muy contentos se abrazaron y pasaron un buen rato. Al otro día, Ulises, fue disfrazado de mendigo al palacio, donde se encontraba su tan amada esposa y todos sus fastidiosos pretendientes. Al llegar, el único que lo reconoció fue su perro, quien, por el esfuerzo que hizo al menear su cola y su vejez, murió. Apenas llegó, la nodriza, le limpió los pies y vio una marca, una marca en el pié de Ulises que siempre lo había distinguido, de esta forma, ella se dio cuenta de quién era ese mendigo. Más tarde, el mendigo, recomendó a Penélope que diga que ella se casaría con quien pudiera colocar doce flechas, una al lado de la otra en la pared. Todos pensaron que iba a ser una prueba fácil, pero nadie lo logro, menos Ulises, quien mató uno por uno a los pretendientes de su esposa, luego, le dijo a ella, quien era en verdad.




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    Enviado por:Dany
    Idioma: castellano
    País: Argentina

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