Literatura


Ocio en la Edad Media en España


UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE YUCATÁN

Facultad de ciencias antropológicas

Licenciatura en literatura latinoamericana

Asignatura:

Literatura española medieval y renacentista

Trabajo:

“Ensayo sobre determinadas artes, juegos y deportes de la sociedad MEDIEVAL CON un ENFOQUE a ESPAÑA”

3/ Dic /2004

INTRODUCCIÓN

Ante la amplitud de temas a elegir basándose en el termino “edad media”, me fue difícil llevar a cabo la elección, por lo que, cambié de tema en varias ocasiones, pero finalmente me decidí por algunas costumbres y entretenimientos de los hombres medievales. Los orígenes de algunos juegos dan una orientación a lo que hoy son algunos de los deportes o juegos actuales más practicados, mencionaré los diferentes juegos de pelota, las luchas, al igual tocaré temas como lo son el arte de la caballería, de la cetrería y de la pesca, que son, temas de los que podríamos hacer cantidad de ensayos. Es menester mencionar que mi intención en este ensayo es enfocarme a la edad media en la región de España, pero también se hará presente la influencia que aportaron Francia, Inglaterra, la magna Grecia, y otras regiones, debido a que los orígenes de algunos juegos o costumbres, surgen de dichas regiones y considero pertinente mencionar esa influencia.

LA EDAD MEDIA

Llamamos Edad Media a un período de tiempo que se desarrolla en la Europa cristiana entre los siglos V al XV. Comienza con la caída del Imperio Romano de Occidente y termina con el descubrimiento de América en 1492.

En la Edad Media la mayoría de la gente llevaba una vida muy miserable y no tenían tiempo de dedicarse a las actividades de ocio. Tan sólo unos pocos hombres tenían el privilegio de poder participar o asistir a determinados actos (considerados los deportes de la Edad Media) como los torneos, la caza y la pesca.

En esta época todo está regido por el poder de la iglesia pero ante esto el deporte tiene mucho desarrollo, mismo que se da más en la nobleza. Ésta etapa tiene características similares con Grecia, como son el gusto por la juventud y por la creación.

Podemos decir que se practicaban los siguientes deportes en esta época:

La caballería

El caballero y su educación. El castillo del señor feudal.

Los señores feudales consideraban como ocupación digna de su jerarquía el servicio militar y despreciaban el trabajo físico y el comercio. Se creían hombres de una raza especial, “nobles”, colocados por su origen en un plano incomparablemente más alto que el de los campesinos y los ciudadanos. Así se creaba la noción de la caballería como una clase especial, privilegiada, de la sociedad. La caballería, ese nuevo estrato social de combatientes a caballo que se convertirá en una nueva nobleza. 1

En la niñez se preparaba al hijo del señor feudal para el ejercicio de la caballería. Desde los siete años se le enseñaba a manejar las armas y a montar, aprendía esgrima y equitación a los doce años, a los catorce o quince se convertía en escudero (paje) de un señor más rico. Así proseguía la enseñanza del joven en materia militar; el saber leer y escribir no era obligatorio para un caballero. La vida en el castillo, las canciones y narraciones de las hazañas caballerescas debían inculcarle la idea del honor: la fuerza, el valor y la fidelidad al señor eran consideradas como las cualidades fundamentales de un caballero. El caballero vive entre la violencia y la paz, entre la sangre y Dios, entre la rapiña y la protección a los pobres...se crea una ética caballeresca que oscila entre la proeza guerrera y la prudencia. 2

Muy solemne era la ceremonia en que al joven se le nombraba caballero. Para presenciarla acudían los señores vecinos. El iniciado se vestía con la armadura completa y encima se ponía una capa escarlata en señal de que estaba dispuesto a verter su sangre, se arrodillaba ante un señor, quien lo golpeaba en el hombro con la espada. El nuevo caballero saltaba sobre su caballo y mostraba a los presentes su destreza y conocimiento en el manejo de las armas.

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1 Le Goff Jacques. 1995. Pg. 21

2 Le Goff Jacques. 1995. Pgs. 22 y 23

Los caballeros pasaban todo su tiempo en las guerras. Vivían en castillos fortificados, necesarios para la defensa durante las guerras feudales, así como para salvaguardar a los señores del ataque de los campesinos amotinados. El castillo se alzaba, por lo general, sobre un sitio alto y estaba rodeado de un foso; hasta él llevaba un único puente levadizo. Fuertes muros, provistos de torres y almenas, rodeaban el castillo. Detrás del primer patio exterior había un segundo muro, también con una puerta única.

En el segundo patio se hallaban la casa del señor y las dependencias. Allí mismo se alzaba una fuerte torre, último baluarte del señor. De esta torre partía a menudo un camino subterráneo. Antes de haberse descubierto las armas de fuego, el castillo era casi invencible: los sitiados lanzaban a los enemigos flechas, vertían sobre ellos agua hirviendo, les arrojaban piedras y no les permitían trepar por los muros del castillo.

El caballero combatía a caballo. Se protegía la cabeza con un casco, y la cara con una visera. Tenia un escudo, una espada recta y larga, con mango en forma de cruz, y una lanza. Su cuerpo estaba recubierto por un cota de malla, que luego fue sustituida por una coraza. Con una coraza resguardaban asimismo a sus enormes y fuertes caballos de batalla. Recubierto de acero, el caballero era en sí una especie de fortaleza viviente. Existía un dicho popular según el cual cien caballeros equivalían a mil infantes. Los caballeros eran muy diestros en los combates singulares, pero no sabían actuar unidos y eran poco disciplinados en una batalla, cada uno trataba de adelantarse, sin hacer caso de las voces de mando.

Los torneos

La distracción preferida de los caballeros eran los torneos, certámenes militares, los cuales se realizaban en las cortes de los reyes o de los grandes señores feudales. Allí arribaban los caballeros advertidos de antemano del peligro que corrían al asistir. Para el torneo se preparaba una pista especial, cercada por una barrera alta, del otro lado de la barrera se apartaba lugar para los espectadores. El torneo se prolongaba por varios días. Se iniciaba con combates singulares de caballeros y luego salían a la pista destacamentos o pelotones enteros. Para evitar heridas mortales, ponían en las puntas de las lanzas punteras blandas y combatían con espadas desafiladas. Sin embargo, muy a menudo los torneos terminaban con lesiones graves, y a veces, hasta con la muerte de los participantes. Los vencedores del torneo eran celebrados en festines.

Mención especial merece las justas, que si bien se realizaban como preparación para la guerra, tenían ciertos componentes lúdicos (pertenecientes al juego como diversión) y algunos ejercicios de fuerza, agilidad y destreza, fueron una de las actividades favoritas de Occidente, no existían reglas y valía todo, por lo que la mayoría de las veces se convertían en combates sangrientos, donde no imperaba ningún código de honor.

A principios del siglo XIV se fue imponiendo una especie de reglamento que evitara en lo posible la brutalidad de los participantes. De esta manera, las justas, con sus combates entre caballeros armados con lanza y con el firme propósito de ser derribados, eran enfrentados y separados por una distancia determinada, con una línea divisoria, fueron evolucionando hasta crearse una reglamentación y una mejor organización. Y los torneos, con sus tremendos combates a muerte (condenados por reyes y papas, decretando excomuniones y privación de sepultura eclesiástica a los protagonistas), se fueron olvidando por el noble deporte de la caza a caballo, al disfrutar Europa por aquel entonces de una gran variedad de venados, jabalís y osos.

En las justas se enfrentaban dos caballeros; las normas que debían observarse y que disminuían los riesgos de salir herido, hizo que los caballeros prefirieran torneos de mayor magnitud, verdaderas batallas que ponían frente a frente a dos tropas de caballeros organizadas por regiones o incluso, naciones. En éstos encuentros el peligro era grande y las heridas, a menudo mortales. Se cuenta de un torneo que acarreó la muerte de sesenta caballeros.

La cetrería

No se sabe a ciencia cierta cuándo ni quienes introdujeron las cetrería en Hispania, pero a la luz de lo expuesto se puede afirmar que la debieron de traer los visigodos cuando fueron expulsados de la Septimana en el 506 tras la batalla Vouillé y la muerte de Alarico, aunque ni la documentación ni la legislación visigótica accesible ha dejado rastros de esta práctica.

La cetrería es una modalidad venatoria por medio de la cual una ave de rapiña diurna es entrenada para cazar otras aves o pequeños cuadrúpedos. Salvo en los más remotos momentos de la historia, donde el fin básico de la cetrería no fue la obtención de alimentos, pues el mantenimiento de una ave de cetrería era, y aún hoy días es, excesivamente costoso.

La cetrería desde su misma implantación en Europa en torno al siglo V d. C. se convirtió en una actividad lúdica, educativa y social limitada a las clases nobles y adineradas. Si fuere de hedat que pueda andar a cavallo et sofrir la fortaleça del tiempo, non deve dexar, por fuerte tienpo que faga, de ir a caça en cavallo... et quando andudiere a caça, deve traer en la mano derecha lança o ascoña o otra vara; et en la isquierda deve traer un açor o un falcón. Et esto deve fazer por acostumbrar los braços: el derecho, para saber ferir con él, et el isquierdo, para usar el escudo con que se defienda. 3

Entre todas las infamias posibles en la cetrería, la más perseguida era matar las aves de caza o lisiarlas, y por lo tanto las leyes detallaban todo, incluso cuánto se había de pagar por cada pluma que se le arrancara a una ave, pero eso sí, había que probarlo, ya que era un delito tan grave que incluso podía acarrear la muerte del culpable. En cambio el robo no era castigado si el ladrón devolvía el ave. Como se puede ver el beneficiado es siempre el dueño del ave, pero no así cuando en sus correrías cometía un delito; éste solía tener una pena mayor. Apresar las aves, sus pollos y huevos, dependiendo de qué tipo de ave, manejaba fuertes multas, lo que nos demuestra el gran interés que había por proteger un patrimonio muy valioso, pues un azor mudado y entrenado para la caza de garzas, en 1252, valía lo mismo que seis bueyes domados.

Como se puede ver los antiguos cetreros tenían una gran preocupación por la protección de las aves que había en sus términos y lo inadecuado que era capturarlas antes de ciertos tiempos, los azores y gavilanes no se podían tomar hasta que las plumas de las cola no presentaran dos franjas negras, es decir, hasta que no tuvieran un mínimo de dos semanas de edad, y los halcones hasta bien avanzado el mes de abril.

3 Don Juan Manuel. Primer tercio del S XIV, en su libro de los estados. Tomado de: http://gramola.fyl.uva.es/~cetreria/html.

La relación de precios también informa de muchas más cosas como que las cazas usuales eran las garzas, las ánades, las perdices, las liebres, las cercetas y las codornices. Por otra parte, se ve que los pájaros más utilizados eran los azores, los gavilanes y los borníes, pero no los baharíes, neblíes ni sacres. Estos pájaros que serían más apreciados y estimados, y dominarían el mundo cetrero hasta los inicios del siglo XIII, cuando, según cuenta don Juan Manuel, se introdujo la cetrería en Castilla:

Et aun dize don Johan que él oyó dezir que la caça de los falcones altaneros vino a Castiella después que el sancto rey don Ferrando, que ganó Alendeluzía, casó con la reina doña Beatriz, que en ante d'esto dizen que non matavan la garça con falcones, sinon con açores. 4

Por eso, desde siempre se ha considerado la cetrería como un deporte de reyes y príncipes, aunque en la actualidad se ha democratizado y no son precisamente los nobles, sino gentes de todo tipo y condición, los que la practican, aunque existe un reducido grupo de aristócratas que la practica en clubes exclusivos.

La cetrería era una habilidad que tenía que ser aprendida, pero también era un gran placer trabajar con las aves, amaestrarlas con señuelos y ver como se elevaban en el aire para dejarse caer hábilmente de clavado sobre su presa y capturarla

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4Don Juan Manuel. 1325. pg.173. Fragmento tomado de: http://www.fyl.uva.es/~cetreria/historia2.html

La pesca

La pesca es, sin lugar a dudas, una de las primeras actividades del hombre encaminada a satisfacer sus necesidades alimentarias. A lo largo del tiempo y al igual que ocurrió con otras actividades de primera necesidad, se derivaron actividades paralelas a la necesidad, actividades deportivas.

La pesca sirvió, en un principio, para auxiliar a las necesidades individuales, pero enseguida el incremento de la producción a causa de esta actividad hizo nacer un comercio floreciente.

Para la pesca, también se utilizaron los ingenios habituales de la caza, tales como la lanza, el arco y las flechas, tanto en las aguas continentales como en el mar, así, de éste aprovechamiento nació una interesante ocupación para los hombres, mientras que la fastidiosa tarea de la recolección se dejaba para las mujeres y los niños.

Los peces atrapados eran cortados, secados al sol o ahumados para así poderlos conservar. Poco a poco se fueron aprendiendo las propiedades conservadoras de la sal.

En la Europa medieval era imposible transportar el pescado fresco a distancias considerables. Sólo en los propios lugares de pesca o en otros muy próximos era posible encontrar pescado fresco de procedencia marina. Los peces comerciales de mayor importancia en el Norte de Europa era, al igual que hoy, el arenque y el bacalao.

La sal se convirtió en una materia prima de gran importancia. El agua de mar era llevada a salinas, donde, bajo la acción del sol y del viento, se evaporaba cristalizando la sal. En los países del Norte de Europa, poco soleados, la evaporación se efectuaba calentando el agua del mar, con fuego de leña o carbón, dentro de grandes recipientes especiales. Los bosques de Inglaterra, Holanda y Dinamarca fueron las víctimas de esta explotación devastadora.

A finales de la Edad Media la sal fue gravada con un pesado impuesto, como lo son en nuestros días el tabaco y el café; ello dio lugar a un comercio clandestino contra el cual se dictaron medidas de control y leyes.

La técnica de la pesca a lo largo de la historia, se ha ido perfeccionando hasta alcanzar los sofisticados métodos actuales. Utensilios y aparejos se han ido adaptando a los niveles de evolución de la humanidad, partiendo desde los primitivos anzuelos de madera o hueso a los actuales materiales.

La Lucha

La lucha también le gustaba a todos. En las fiestas bretonas, fue donde tuvo más auge la lucha en la Edad Media, y no se celebraba esta fiesta si no había este torneo. Los gentilhombres no despreciaban poner a prueba su suerte y se aventaban a los golpes. El campeón de esa costumbre gozaba de un justo renombre y se paseaba como el más fuerte hasta que en la lucha era vencido. Habían unas reglas generales y estaba prohibido golpear al contrario por debajo de la cintura.

Los reyes y los señores mantenían con honorarios a sus luchadores, que los seguían en sus desplazamientos y se enfrentaban a los representantes de sus huéspedes. Como otro dato anecdótico de la realeza se dice que Enrique VIII, orgulloso de su corpulencia, propuso a Francisco I medirse con él en la lucha. Francisco I derribó a su adversario y los consejeros consideraron pertinente interrumpir la pelea, ya que la diplomacia les estaba pareciendo dudosa.

Durante la Edad Media, en Inglaterra y por medio de las luchas organizadas por los reyes se puede decir que se ponen las bases del boxeo, las cuales evolucionan y con el paso del tiempo aparecen los primeros combates de boxeo en Inglaterra.

La Palma

Alfonso X “el Sabio” es el que más escritos dedicó a éste juego de pelota del siglo XIII. El juego se desarrollaba en un espacio que estaba formado por dos campos con superficies distintas, por lo tanto, podemos decir que no era lo mismo jugar en un campo que en el otro. Lo más importante del juego era permanecer en el mejor campo la mayor parte del tiempo con lo que se conseguía más fácilmente la victoria. En el siglo XIV se construyen las primeras salas cubiertas, ya que las inclemencias del tiempo hacían detener las partidas de este juego. En un primer momento se golpeaba la pelota con la mano, después pasó a golpearse con una pala y finalmente se golpeaba con una raqueta encordada con tripas.

En sus inicios los dos campos estaban separados por una línea trazada en el suelo, luego evolucionaría tanto en medidas, como en reglamentación y materiales; por lo que se puede concluir que de este juego derivó “el tenis”.

En lo que se refiere a la consecución de deportes antes practicados, diremos que una vez que se deja de practicar la Palma en Francia (donde mas se desarrolló) son los vascos los que se interesan de modo muy especial por la práctica de este juego de pelota.

La "Soule"

Su inicio se encuentra en el siglo XII. Se practica con un balón que tenía diferente tamaño dependiendo del país donde se jugara. Este juego consistía en conducir el balón hacia un lugar del terreno contrario, normalmente era un lugar situado entre dos postes.

Las celebraciones de fiestas populares eran las oportunidades donde se practicaban este tipo de juegos como la "Soule". Al declive de este juego en el siglo XIX le sucederá el fútbol y el rugby. Como dato anecdótico, Enrique II de Francia practicaba la "Soule".

Durante la Edad Media en Inglaterra se practicaban mucho tanto la "Soule" como la Palma, pero estas fueron suspendidas por la brutalidad con que se practicaban.

Aunque la Palma, la "Soule" y la lucha fueron de los deportes más importantes en esta época no fueron los únicos que se practicaban, se añade a los tres ya citados anteriormente el remo, la natación, el lanzamiento de peso y de jabalina etc.

Respecto a los dados, el ajedrez y el juego de tablas se podría hacer un análisis completo, debido a la relevancia que cobraron en esa época.

VALORACIÓN PERSONAL DEL TRABAJO

Ante el muy marcado gusto que sentí y siento por analizar el contexto social de esta maravillosa época, descubrí que al ir indagando en sus costumbres y cotidianeidades, te vas “embarrando” de su historia, que queramos o no, es igual “un poco o mucho de nuestra historia”. Al igual cuando profundicé en sus juegos y deportes noté y comprobé una vez más, en mi personal punto de vista, que a pesar de que han pasado “tantos años, tantos siglos tanto viento y tanto tiempo”, aún seguimos casi en el mismo proyecto que le tocó vivir a nuestros antepasados, seguimos tratando de descifrar lo que viene, el misterio que arroja el futuro, y aun así seguimos aquí, hoy con ciencia, mañana no sé...

Fue para mi muy interesante estudiar un contexto más general, que analizar el contexto de un autor, aunque no me parece mal el hacerlo, pero preferí utilizar dicha temática de estudio hacia el contexto general, porque me permitió echar un vistazo, (por breve que sea), hacia lo que fue el contexto lingüístico, el histórico-político, el literario, el cultural-artístico, el religioso, el filosófico y mayormente el social.

BIBLIOGRAFÍA:

Kosminski E. A. “Historia de la edad media”. Editorial Cientec. Impreso en Buenos Aires, Argentina, 1977.

Le Goff Jacques et. al. “El hombre medieval”. Editorial Alianza. Impreso en España, 1995.

Le Goff Jacques. “La civilización del occidente medieval”. Editorial Paidós. Impreso en Barcelona, España, 1999.

Investigación en páginas de la red.

http://www.maestropescador.com/Arte_pesca/Historia_pesca.html

http://www.fyl.uva.es/~cetreria/historia2.html

http://gramola.fyl.uva.es/~cetreria/

http://html.rincondelvago.com/el-deporte-en-la-edad-media.html




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Enviado por:Iván Moguel Hernández
Idioma: castellano
País: México

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