Lenguaje, Gramática y Filologías
Objeto directo, indirecto y preposicional
TRABAJO DE LENGUA ESPAÑOLA II
CURSO 2001 - 2002
Tomando como base los enunciados 1-9, argumenta sobre las siguientes afirmaciones:
«No existen verbos auxiliares y verbos copulativos, sin verbos que funcionan como auxiliares y verbos que funcionan como copulativos en su actualización en el discurso. Un mismo verbo [...] puede ser usado como copulativo en algunas ocasiones y como verbo pleno en otras» (M. Porroche Aspectos de la atribución, 82)
«Es posible determinar un conjunto de propiedades que permiten mantener adecuadamente la diferenciación entre verbos copulativos y verbos predicativos¹ o mejor, entre los usos copulativos y predicativos de los verbos que admiten el doble rendimiento» (M. J. Fernández Leborans, "La predicación: Las oraciones copulativas" en I. Bosque y V. Demonte, Gramática Descriptiva de la Lengua Española, Madrid, Espasa-Calpe, 1999, p. 2362)
Sabemos de los verbos copulativos que expresan una relación semántica de atribución, es decir, adscriben características a una entidad (persona, objeto...) a través de un predicado. Sin embargo, los gramáticos no coinciden a la hora de decidir qué verbos sí pueden o no adscribirse dentro de esta categoría de verbos copulativos o de función copulativa.
Son casos muy claros de verbo copulativo los de "Ser" y "Estar", Pero el problema que plantean Margarita Porroche y Fernández Leborans en sus afirmaciones, llega al enfrentarnos con verbos que suelen ser predicativos (es decir, con significado léxico pleno) pero que en ocasiones se comportan de forma semejante en casi todos las aspectos a SER o ESTAR. Es el caso, por ejemplo, de Andar en las siguientes oraciones:
El muchacho andaba tranquilamente por la carretera
Su vida anda un poco agitada
En este segundo caso, no advertimos ningún significado de movimiento, es más, podríamos sustituir el verbo por "Estar", y el sentido seguiría siendo el mismo. El verbo no aporta nada nuevo al predicado, y sirve de simple nexo entre la entidad a la que se le atribuye la característica (su vida), y la característica en sí (Un poco agitada).
En concreto, suele tratarse de verbos cuyo sentido originario correspondía a verbos de situación o de movimiento/ desplazamiento (andar, seguir, quedarse...) pero que cuando forman parte de construcciones atributivas, ya no significan situación, movimiento, etc., sino que parecen haberse desemantizado (como ocurría en el caso anterior con el verbo "andar") o al menos adquirido un sentido más abstracto. Veamos las diferencias en los siguientes ejemplos
Jesús siguió servilmente a su tío
El sentido es literal, un individuo va detrás de otro en un acto de movimiento
A pesar de que intentó tranquilizarla, ella siguió inquieta durante toda la noche
Tiene un sentido algo más abstracto: el hecho de que la chica estuviera inquieta, era anterior a que "intentó tranquilizarla", y siguió siendo una realidad después, el sentido sigue siendo que un hecho/sujeto... sucede a algo/alguien que va delante, pero en este caso de forma menos clara y palpable.
Así ocurre también con la oración
El agua sigue saliendo turbia
Efectivamente, salía turbia antes (de un hecho indefinido: simplemente la situación era la misma en un momento anterior a la enunciación, implica que el hecho ya ha llamado la atención una vez y evidentemente la situación no ha cambiado en el tiempo transcurrido entre la primera observación y la actual) y sale turbia ahora, pero en este caso el significado es más vacío: incluso se podría substituir por el verbo ESTAR sin que la diferencia de significado sea demasiado importante -El agua está saliendo turbia-, lo cual no se podía hacer en el primer ejemplo -*Jesús está servilmente a su tío- aunque sí en el segundo -A pesar de que intentó tranquilizarla, ella estuvo inquieta durante toda la noche-.
Para observar mejor las razones por las que los dos gramáticos afirman que hay usos copulativos y no verbos copulativos, vamos a repasar las condiciones que ha de tener un verbo para ser copulativo, y a intentar aplicarlas a estos verbos más "conflictivos" en algunos contextos.
En primer lugar, como bien decíamos, los verbos copulativos se han considerado vacíos de significado léxico o nocional: no describen acciones o procesos que se puedan a su vez describir mediante una serie de rasgos como los que quedan recogidos en los diccionarios: Así como nos es muy difícil explicar el significado del verbo "Ser", porque, como decíamos, es simplemente un nexo entre el sujeto y el atributo, y es el atributo el que le otorga significado léxico al predicado, nos es también muy difícil definir "Quedarse" en oraciones como
"Se ha quedado muy delgada" = está muy delgada
Así concluimos que estos verbos se parecen en ocasiones a "Estar" en la vaciedad de significado léxico, aunque en otros contextos en que su significado es claro:
"Me quedaba en el albergue durante las Navidades" = permanecer, "detenerse forzada o voluntariamente en un lugar".
En este segundo caso, sí que podemos decir que el verbo es predicativo e imprescindible para el significado completo de la oración. De hecho, y según M. Porroche a diferencia de los copulativos, son los verbos copulativos los que restringen semánticamente a sus sujetos y seleccionan complementos propios. Por ejemplo, volviendo al verbo ANDAR (en su uso predicativo) en comparación con SER, encontramos que en oraciones como
El chico es guapo
No es el verbo el que selecciona al sujeto: podríamos aplicar al mismo verbo sujetos tan diversos como "La piedra es...", "el tiempo es...", "Un zorro es..." Cualquier sujeto es válido si no definimos primero un atributo, sin embargo, el atributo "Guapo" es el que selecciona un sujeto animado, humano, masculino, determinado... y no podemos atribuirlo a los sujetos anteriores en circunstancias normales: *La piedra es guapo, *el tiempo es guapo, *Un zorro es guapo. Así mismo vemos que el verbo "ANDAR", sí que selecciona sujeto y complementos en algunas oraciones
El muchacho andaba tranquilamente por la carretera, buscando la casa y fumando
El verbo implica un sujeto con capacidad de movimiento, a no ser que hablemos de forma metafórica, animal o humano. Además selecciona como verbo predicativo, un Locativo ("por la carretera") que si no estuviera explícito, debería deducirse por el contexto.
Mientras que en otras ocasiones, debido a que se produce un cambio de significado, también modifica su capacidad para restringir semánticamente al sujeto y para seleccionar complementos
Su vida anda un poco agitada
El sujeto "Vida", no es animado ni tiene capacidad de movimiento, y por el contexto no se deduce ningún locativo. En realidad, como ocurre con el verbo ser, es el complemento "un poco agitada", el que selecciona el sujeto.
A pesar de todo, debemos decir que en cualquier caso estos verbos, al igual que SER y ESTAR, no están completamente desemantizados: presentan una característica del sujeto: la mayor o menor variabilidad del mismo, ya que son verbos que implican un cambio del estado del sujeto. Además el verbo añade distintos matices significativos que se refieren a la fase del cambio, a su carácter más o menos repentino o gradual... Así, al decir que "Su vida anda un poco agitada" nos referimos a un momento concreto, actual y pasajero de "su vida": ahora, en este momento su vida es algo agitada, y puede que dentro de dos días ya no lo sea; no podríamos sustituir el verbo "anda" por "Ser", a pesar de cumplir los dos una función copulativa, sin cambiar el matiz de la frase. Exactamente igual sucede con los verbos SER y ESTAR. Ser nos da una idea de permanencia y constancia que no tiene en su significado estar, al contrario, estar implica transición.
Un tercer punto en que el uso en ciertos contextos de verbos predicativos es copulativo, es que en dichos contextos, verbos como "Seguir", "andar" y "quedarse" exigen la presencia del atributo para tener significado aspectual; esto quiere decir que
-
Por un lado, el atributo no puede suprimirse sin que se obtenga una construcción anómala o el verbo cambie de sentido
Es decir, si afirmamos que "A pesar de que intentó tranquilizarla, ella siguió", o bien deducimos que continuó andando, con lo cual presuponemos un complemento o devolvemos al verbo su valor predicativo: siguió a alguien (entonces ya no necesita obligatoriamente complemento alguno), o la frase deja de tener sentido (¿siguió cómo?, ¿Haciendo qué?), completamente distinto de lo que ocurre si afirmamos "El agua sigue saliendo turbia", donde el significado es valido y claro gracias al atributo.
-
La compatibilidad semántica depende del atributo, no del verbo (como ya decíamos es el atributo el que selecciona complementos)
Siguiendo con el ejemplo anterior, no podemos decir "María siguió saliendo turbia" porque no es un sujeto susceptible de tener tal atributo, pero sí podemos decir "El agua sigue saliendo turbia"
-
No admiten la transformación en construcción disjunta, ni adjunta ni subordinada, a diferencia de los mismos verbos en su uso predicativo, que no ofrecen problema a estas construcciones.
Efectivamente, decimos que son construcciones anómalas y redundantes casos como "¿Qué le pasa? Se ha quedado y está* muy delgada" y nos parecen más "normales" e incluso literarios, otros como "Los primeros años me quedaba en el albergue y permanecía durante las Navidades".
En la primera afirmación, Margarita Porroche declara que Existen funciones Copulativas y funciones auxiliares de los verbos. Hasta ahora sólo nos hemos referido a verbos predicativos que realizan funciones copulativas, y son estos mismos verbos los que tienen un papel semejante al de los verbos auxiliares de las perífrasis verbales: mantienen una relación de interdependencia con el Atributo tal, que forman con él un predicado complejo equivalente a un solo verbo predicativo, aportando las marcas gramaticales y el significado aspectual, mientras que el atributo marca el significado léxico. Así, volviendo a los ejemplos, en la oración
Se ha quedado muy delgada,
"Delgada" es la que aporta el significado semántico de la oración, mientras que el verbo "quedarse" da las marcas de tiempo, modo, persona... el significado aspectual. De hecho, si quisiéramos, podríamos substituir ambos por el verbo predicativo "adelgazar", dejando la oración así:
Ha adelgazado mucho
Cuyo significado no difiere en casi nada del de la oración original.
Por último, vamos a admitir que estos verbos predicativos en sus usos copulativos se diferencian de las construcciones con SER y ESTAR en que el Atributo no admite la substitución por la forma pronominal neutra "lo" (como ocurre en "Ser" y "estar"), sino que cuando el atributo está ya introducido en el contexto y no se quiere volver a repetir, se puede sustituir por el adverbio de carácter deíctico "así":
"El agua sigue saliendo turbia" > *"El agua sigue saliendo lo" > "el agua sigue saliendo así"
De todas formas, son más y más significativas las semejanzas que las diferencias con las construcciones típicas copulativas, por lo que podemos unirnos a Margarita Porroche y a Fernández Leborans al afirmar que ciertos verbos no pueden ser clasificados como predicativos, o auxiliares, o predicativos, sino que funcionan como tales en su actualización en el discurso.
2. Tomando como base los enunciados 1 -6, argumenta a favor de las siguientes afirmaciones:
«Las denominadas construcciones atributivas de sujeto (por ej. Él es atractivo, está atractivo, se pone pesado, llegó cansado) [esto es, las construcciones en que se atribuye una cualidad al sujeto de la oración] pueden ser copulativas o no copulativas; entre unas y otras construcciones existen diferencias formales, semánticas, de las que no puede dar cuenta una teoría que basa la distinción entre verbos copulativos y no copulativos en la pronominalización del atributo por lo» (M. Porroche, Aspectos, p.21)
Comenta las diferencias que observes entre las distintas caracterizaciones de los complementos predicativos que se incluyen más abajo y razona en cuáles de los enunciados 1 - 7 habría un complemento predicativo según cada una de esas caracterizaciones.
«El complemento predicativo coincide con el atributo en que complementa a la vez a un sustantivo, pronombre o grupo nominal, con el que concuerda, y a un verbo. Pero se diferencia de él en que no es necesario para el verbo: se puede eliminar sin que resulta agramatical la oración y sin que el verbo cambie de significado» (L. Gómez Torrego, Gramática didáctica del español, Madrid, SM, 1997, p. 227)
«Denominamos 'complemento predicativo' a aquellos constituyentes que modifican simultáneamente al predicado verbal y a un sintagma nominal de la misma oración (típicamente al sujeto y al objeto directo sintáctico) con cuyo núcleo concuerdan en género y número [...] La denominación 'complemento predicativo' refleja el hecho de que estos modificadores se comportan respecto del nombre como un 'segundo predicado' [como un 'predicado secundario']. [Con respecto al verbo principal o 'predicado primario'] son, bien modificadores adjuntos a él (predicados no obligatorio, semánticamente compatibles con el verbo principal, que expresan estados del sintagma nominal del que se predican), bien complementos (obligatorios) del verbo principal, en predicativo» (V. Demonte y P Masullo, "La predicación: los complementos predicativos", en I. Bosque y V. Demonte, Gramática Descriptiva, p.2464)
«En los casos en que la oración es atributiva pero el verbo no lo es (casos de los verbos que no son ser y estar) en lugar de un auténtico predicado nominal [es decir, un auténtico atributo] hay un complemento predicativo, pues el verbo no ha perdido completamente su significación» (F. Marcos Marín, Curso de gramática española, Madrid, Cincel, 1980, p.347).
Al comenzar a comparar las tres definiciones, lo primero que apreciamos a simple vista es que la segunda es la más completa de todas, con lo que empezaremos por analizar esta. Recordemos que Demonte y Masullo consideran 'complemento predicativo' al constituyente que:
-
Modifica simultáneamente al predicado verbal y a un sintagma nominal de la misma oración formando como un "segundo predicado"
-
Concuerda con el núcleo (del SN) en género y número
-
Puede ser modificador adjunto al verbo (no obligatorio) o complemento del verbo principal (obligatorio)
Esquematizado así, vemos que de los ejemplos, aceptaría como complementos predicativos todos, a diferencia de las afirmaciones uno y tres, como más adelante comprobaremos.
Decíamos que la segunda afirmación es más la más completa. La primera afirmación, sólo incluye dentro de los "complementos predicativos" los 'no subcategorizados' o no seleccionados léxicamente, ya que considera diferencia respecto al Atributo, que éste es necesario para el verbo, y el CP no ("Se puede eliminar sin que resulte agramatical la oración y sin que el verbo cambie de significado"). Sin embargo, la segunda caracterización especifica que estos complementos pueden ser tanto "predicados no obligatorios", como "complementos obligatorios del verbo principal", incluyendo de este modo, los Complementos predicativos subcategorizados.
Así, a la hora de identificar los ejemplos de CP con una u otra caracterización, podríamos decir que incluimos en la primera los siguientes:
Rafa y Natalia llegaron a Madrid muy morenitos
Efectivamente, "muy morenitos" complementa a la vez al verbo de la oración, añadiendo una circunstancia al mismo, y al sujeto con el que concuerda en género y en número, y evidentemente, si lo suprimimos, la oración sigue siendo perfectamente gramatical y el verbo no cambia su significado (Rafa y Natalia llegaron a Madrid).
El ejército Griego volvía abatido después de una derrota
Aquí, una vez más, podemos eliminar el complemento predicativo sin que la oración (su gramaticalidad o significado) varíe, dejando la siguiente oración "El ejército Griego volvía después de la derrota". "Abatido" no es un argumento del verbo, pero sí es un modificador adjunto a éste que a la vez modifica y concuerda también con el sujeto (el ejército Griego abatido volvía después de una derrota > se refiere al sujeto).
Así mismo, por lo dicho, coinciden ambos complementos predicativos con la segunda caracterización, ya que en esta caben las otras dos.
Por el contrario, la tercera afirmación considera que hay Complemento predicativo "en los casos en que la oración es atributiva pero el verbo no lo es", de lo que se deduce que sólo incluye los complementos predicativos subcategorizados o seleccionados léxicamente, ya que el atributo lo es, y su única diferencia con éste es el tipo de verbo al que acompañan. Además implica que el modificado sea el sujeto para que sea una auténtica oración atributiva, y no cualquier otro sintagma nominal de la misma oración, como sí admiten las otras dos caracterizaciones. Incluiríamos entonces dentro de esta clasificación los siguientes ejemplos:
Con este tratamiento su piel se volverá más luminosa, más clara
Cuando lo vio, se quedó como flipado
Ya que son los únicos casos en los que efectivamente, el complemento predicativo, debido al carácter de los verbos “volverse” y “quedarse” en ciertos contextos, tiene un papel atributivo (y por tanto son seleccionados léxicamente por el verbo). Semánticamente en estos casos, tanto “volverse” como “quedarse” toman un significado de estado, y es el complemento predicativo el que expresa este estado. Sin embargo aquí, Margarita Porroche y otros, no verían complementos predicativos, sino verbos en un uso copulativo y por tanto, atributos en “Como flipado” y “más luminosa, más clara”. Evidentemente, el complemento concuerda con el sujeto de la oración. En el primer caso, “más luminosa, más clara” concuerda en género y número (y semánticamente) con “piel”, y en el segundo el sujeto está elidido, pero se sobreentiende un “él” que concuerda con “como flipado”. Vemos que en los dos ejemplos el verbo es mero nexo sin aportar apenas significado léxico, con lo que corroboramos el uso atributivo de estos complementos predicativos.
Así, las oraciones restantes sólo cabrían en el segundo grupo (aparte de todas las demás, ya que al ser una caracterización más amplia contiene los otros dos grupos). Estas son:
“¿Considera usted normal a su familia?”
“Lo noto un poco deprimido”
“La Comunidad Autónoma cree necesario un mapa universitario”
Los tres son complementos obligatorios del verbo, por lo que nunca podrían incluirse en el primer grupo: serían agramaticales las siguientes opciones: *“lo noto un poco” y *“La Comunidad Autónoma cree un mapa universitario”, y en cuanto a la restante, si suprimimos el complemento predicativo, el verbo cambia su significado de “Cree usted normal, clasifica de normal...” por “Tiene usted en cuenta a...”: “¿Considera usted a su familia?”.
Por otro lado, no tienen una función atributiva respecto al sujeto, ya que los complementos predicativos modifican al verbo y al Objeto directo. Los verbos tienen significado por sí mismos, y por tanto no tienen uso de verbos copulativos. Por lo tanto, no podemos incluir tampoco estas oraciones en la tercera caracterización que considera el complemento predicativo como un sustituto del Atributo “en casos en que la oración es atributiva pero el verbo no lo es”.
Sin embargo, sí cabrían en la definición más amplia del segundo grupo, ya que los tres CPred. cumplen los requisitos de modificar simultáneamente al predicado verbal y a un sintagma nominal; “Normal” modifica a “familia” que es el objeto directo de la primera oración, concordando con ella en género y número, y a su vez, el verbo “considerar” se refiere a normal como “modo en que se refiere al objeto directo”. “Deprimido” también modifica a “él” (objeto directo representado por la forma “lo”) y al verbo “notar” de la misma mantera que necesario concuerda y modifica al Objeto directo “un mapa universitario” en el tercer ejemplo, a la vez que a su verbo “creer”, añadiendo una circunstancia al mismo.
También cumplen, como hemos visto, el concordar con los núcleos de los sintagmas nominales (en estos casos Objetos directos) a los que modifican. El hecho de que sean imprescindibles para el significado completo de la oración, no influye en esta clasificación. Por tanto, además de estas tres oraciones, podemos incluir en este segundo grupo las otras cuatro oraciones
Rafa y Natalia llegaron a Madrid muy morenitos
Con ese tratamiento su piel se volverá más luminosa, más clara
Cuando lo vio, se quedó como flipado
El ejército griego volvía abatido después de una derrota
Tomando como base el significado de los verbos así como los papeles semánticos de los sujetos y de los objetos directos de las oraciones incluidas en los enunciados 1 - 8 argumenta sobre estas afirmaciones:
«En las caracterizaciones nocionales [...] la transitividad se entiende como la prpiedad semántica por la cual un verbo expresa una acción o proceso que, partiendo de un agente (...) pasa o se dirige a un paciente o término [...] El implemento o complemento directo vendría a ser el representante del paciente en la construcción activa. Conra esta visión semántica puee argumentarse quese aplicaría tan sólo determinado tipo de verbos transitivos, los que indican acción, por lo que quedarían fuera muchos otros, de carácter estativo o que al menos no implican ninguna actuación de un pretendido agente sobre un paciente». (J. A. Porto Dapena, Complementos argumentales, pgs. 18 - 19).
«La relación semántica establecida entre verbo y objeto directo es mucho más compleja de lo que puede dar a entender lo de “pasar a la acción”. Dentro de los verbos `activos' [esto es, que expresan acción], p. e., el objeto puede ser creado por la acción verbal o simplemente afectado, y esto último de muy diversas maneras.
Además, los verbos `activos' son sólo una parte, y no parece que mayoritaria, de todos los posibles verbos transitivos (...). Las afirmaciones tradicionales sobre el valor semántico de la relación transitiva no son falsas, pero sí parciales» (R. Cano Aguilar, El Predicado Verbal, Madrid, Coloquio, 1983, p.22)
Busca en la prensa enunciados que permitan ejemplificar y justificar las afirmaciones sobre el objeto directo y la preposición a que se incluyen a continuación:
«Las razones que subyacen al empleo de a con objeto directo son de tipo semántico. En principio, depende del carácter significativo del sustantivo que funciona como objeto: si posee el rasgo `animado', más específicamente `humano', se impone la presencia de a. Pero a este rasgo semántico inherente hay que añadir otro que depende de la forma sintáctica de la frase: la `determinación' del sustantivo objeto mediante artículo u otro actualizador ha de estar presente para que un sustantivo `humano' objeto sea introducido por a[...] Estas son las leyes básicas [...] pero junto a ellas hay otros factores que tienen también su papel y que condicionan la presencia o ausencia de a a veces en contradicción con lo enunciado más arriba.» (Cano Aguilar, El predicado verbal, Madrid, Coloquio, 1983, pgs.69-70)
«De manera general, los complementos directos que son definidos llevan a cuando son de referencia animada. Existe vacilación con los animados indefinidos, que, pueden o no ir con a dependiendo de otros factores.» (E. Torrego Salcedo, “El complemento directo preposicional” en I. Bosque y V. Demonte, p.1793.)
A
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El líder ultraderechista sólo reúne a 30.000 fieles en París en apoyo de su candidatura.
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Tras expulsar a los socialistas en la primera vuelta de esta consulta presidencial, cientos de miles de de personas recorrieron pacíficamente las calles coreando consignas contra Le Pen.
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Los manifestantes respondieron de forma masiva a la convocatoria de los sindicatos.
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Acusó a Chirac de traer “marroquíes del sur para que vivan aquí en condiciones deplorables”.
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Los tanques israelíes que cercaban al presidente palestino, se retiraron anoche tras 34 días de asedio en Ramala.
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En medio de pancartas que invitaban al pueblo de izquierda a que se trague el sapo de votar a Chirac el domingo...
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“En mayo, haz lo que te disgusta: vota a Chirac el domingo”
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“ver a tantos franceses, y entre ellos tantos jóvenes en la calle y por la democracia”.
Según la primera afirmación, el empleo de a, con objeto directo, se da siempre si el sustantivo que actúa como OD es `humano' y determinado. Ambos rasgos los encontramos en “Parece que he matado a Manolete”, “Condujo ayer a Arafat por las calles de Ramala”
Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española Tomo II, Madrid 2001
Todos los ejemplos están extraídos del diario EL PAÍS del jueves 2 de mayo y el viernes 3 de mayo de 2002. Los del jueves 2 estarán marcados con la letra A, y corresponden a las páginas 1, 2 y 5 de dicho diario. Los ejemplos del viernes 3 están marcados con la letra B y corresponden a las páginas 1 y 3.
Tiene un significado léxico pleno y claro que implica movimiento
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Enviado por: | Rocío Ortuño |
Idioma: | castellano |
País: | España |