Introducción

Este deporte, olímpico desde el año 1984, podría resumirse en las siguentes palabras: el arte de la natación.

Por aquel entonces se denominaba ballet acuático y se hizo famoso gracias a las películas protagonizadas por Esther Williams (como “Escuela de sirenas” y “La hija de Neptuno”). En los años 50, aproximadamente, se relaizaba unos ballet acuáticos con 50 nadadoras o más y la Federación Internacional de Natación Amateur (F.I.N.A.) se vió en la necesidad de organizar los movimientos que las nadadoras realizaban dentro y fuera del agua, y de esta forma hacer una reglamentación de esta especialidad, la cual ha ido modificándose con el transcurso del tiempo.
Las nadadoras de este deporte deben conocer a la perfección todo su cuerpo y, a la vez, tener en cuenta la masa muscular que tienen dentro y fuera del agua, muy difícil de controlar todo a la vez. Para ello entrenan entre 4 y 8 horas diarias, según su capacidad y categoría como nadadoras; desde escuelas de sincro hasta la alta competición.

Las competiciones de natación sincronizada pueden tener tres partes: FIGURAS, RUTINAS TÉCNICAS y RUTINAS LIBRES.

• FIGURAS: Las nadadoras deben ejecutar 2 figuras obligatorias  del libro F.I.N.A. y dos figuras opcionales según el grupo de edad.

• RUTINAS TÉCNICAS (BALLET): Se ejecutan con música y unos elementos obligatorios marcados por el reglamento. Dura tres minutos.

• RUTINAS LIBRES: Tal y como dice la propia palabra, no tiene ninguna imposición sobre la música o los movimientos. No puede superar los cinco minutos.

Las rutinas técnicas libres tienen dos calificaciones: la técnica y la artística. Además, cuanta más dificultad, sincronización y coreografía, más valor tiene a la hora de la puntuación del jurado.

Los deportistas que practican la natación sincronizada (la “sicro”, como es comúnmente conocida) dicen de él que es un deporte que llena de satisfacción, eleva el espíritu y, a través del agua y la música, une en una gran amistad a los integrantes de tu equipo.

Algunas curiosidades

Los deportistas que practican natación sincronizada oyen la música debajo del agua gracias a unos altavoces subacuáticos.

Además, los nadadoras bucean con los ojos abiertos para poder coordinar sus movimientos con los de sus compañeras debajo del agua, y utilizan una pinza en la nariz, una especie de clip, que impide que el agua entre en las fosas nasales, les permite hacer movimientos cabeza abajo y hace que puedan aguantar más tiempo sumergidas. Esto hace que las nadadoras de esta modalidad acuática puedan permanecer más de un minuto bajo el agua.

En España existen 20 y 25 clubes o escuelas en las que se enseña y se practica este deporte.

A pesar de ser olímpico, es uno de los deportes menos conocidos.

Los jueces de natación sincronizada (al igual que los nadadoresas) deben ir a entrenar continuamente y hacer reuniones técnicas, para poder tener una idea sobre lo que deben de ver y lo que los nadadoresas les pueden ofrecer.

Este deporte es una combinación de la gimnasia, la natación y el ballet.

Los deportistas que la practican, para mejorar su flexibilidad, se entrenan en otras disciplinas, como el ballet o el aeróbic. Además, para entrar a formar parte de competiciones, debes de haber comenzado a entrenar desde los seis años, aproximadamente.

Gemma Mengual

Es la mejor deportista española en esta modalidad, lleva 17 años haciendo natación sincronizada y además, para su entrenamiento, practicando danza, mimo, aerobic, pesas, ballet y hasta flamenco.

Por otra parte tiene el enorme mérito de haber dado a conocer un deporte duro como pocos. Lo que aparece a continuación es una entrevista publicada en el diario deportivo MARCA:

Periodista: De pequeña decía usted que quería ser rica y famosa. ¿Qué tal lo lleva?

Gemma: Pues... ¡Ni una cosa ni la otra! (Risas) Aunque tampoco me puedo quejar, vaya. Sí que soy un poco conocidilla y, aunque el dinero no me sale por las orejas, me apaño bien.

P: Así que se puede vivir de la natación sincronizada.
G: Sí, si eres buenísima. Tienes que hacer algo grande, si no, justito, justito.

P: Ya, así que su agente empezó a ganarse el sueldo de verdad a partir de los Mundiales de Barcelona.
G: Pues sí. Ahí fue cuando me cambió la vida. Yo ya tenía representante, pero cuando de verdad él ha podido hacer algo por mí fue a partir de entonces porque me llamaron de algunos sitios para hacer cositas de publicidad.

P: Es que con tanto ejercicio, tiene usted un cuerpo de anuncio.
G: Bueno... ¡Tampoco te creas! Cada uno tiene sus complejos y yo veo algunas fotos y me da mucha vergüenza.

P: Entre las cosas que le han ofrecido, también estaba lo de posar desnuda, ¿no?
G: Sí, fue hace tiempo y me ofrecían un buen dinero, pero dije que no porque ni va conmigo ni viene a cuento. Además, es demasiado obvio. Lo de la deportista desnuda. No me gusta la idea, lo tengo claro.

P: Es que usted siempre ha tenido las cosas claras, porque a los nueve años ya sabía lo que quería.
G: Sí, sí. Por mi prima Judith, que hacía natación sincronizada. La vi y me di cuenta enseguida de que eso era lo que yo quería hacer. Y luego tuve la suerte de haber nacido para esto. Me gusta el agua, la sincro me va por mis cualidades. Es perfecto para mí.

P:¿Y qué ha sido de su prima?
G: Ella lo dejó a los 18. Ahora es mamá y está alucinada de dónde he llegado. Y orgullosa porque de alguna manera se siente partícipe.

P: Se entrena ocho horas diarias seis días a la semana. ¿De dónde ha sacado tiempo para estudiar?
G: Con esfuerzo y a base de sacrificios. Cuando quieres hacer algo, lo haces. Suena demasiado simple, pero es así. Yo quise estudiar Gemología porque me gustaba y lo hice.

P: Ha llegado a decir que sufre a lo bestia tanto entrenando como compitiendo. ¿Cuál es su compensación?
G: La superación, el ver hasta dónde puedes llegar. Cuando lo logras es una sensación que no se puede comparar a nada. Es genial.

P: Vale, pero ha tenido tendinitis, problemas en una rodilla, sinusitis, un collarín por hacerse daño en las cervicales. No parece muy sano lo suyo.
G: Es que no lo es. Todos los excesos son malos y yo llevo mi cuerpo al límite. Hay que cuidarse luego mucho, ir al fisio, descansar y esas cosas.

P: Y encima tiene miedo escénico.
G:¡Lo paso fatal! Justo antes de salir me dan ganas de salir corriendo. ¡Hasta ahora no lo he hecho! (Risas)

P: Se lleva usted todas las portadas. ¿No le tienen envidia sus compañeras?
G: Pues es algo que he hablado con ellas y me dicen que no, pero si yo fuera por ejemplo Paola Tirados me daría rabia la verdad. La sincro no soy sólo yo. Hay un equipo.

P: Una curiosidad. ¿Cuántos bañadores tiene?
G: Unos treinta o así. Y son caros, con las lentejuelas y el material pueden costar alrededor de 30.000 pesetas cada uno. ¡Y no son cómodos! (Risas) Las lentejuelas rascan.

P: Y qué moñazos llevan...
G: Nos los hacemos nosotras. ¡Y llevamos entre cincuenta y cien clips en la cabeza para sujetar el adorno!

P:¿Por qué le llaman `la cremitas'?
G: Porque en cuanto salgo del agua me baño en crema hidratante. Es que después de cuatro horas en el agua la piel se me cae a tiras.

Figuras

Por último, se encuentra una pequeña relación de algunas figuras básicas en natación sincronizada: