Filosofía
Mundo de las substancias
El mundo de las substancias- Aristóteles
Nació en el año 384 y murió en el 322 ac. Es autor que abarca todas las ramas de la filosofía y prácticamente todos los sectores de la ciencia y del saber humano. Ello fue causa de que su obra fuera considerada durante siglos la obra científica por excelencia, esto no implica que su pensamiento sea coincidente con la religión, pero ejerció influencia sobre todo en santo Tomás de Aquino.
El pensamiento aristotélico está muy ligado al filosofar occidental y al contemporáneo, dada la extensión de la escuela tomista en nuestro mundo.
La importancia de Aristóteles consiste en que constituye, junto con Platón, dos tipos clásicos de todo posible filosofar, los modelos de dos actitudes contrapuestas frente a la realidad, dos tipos opuestos de existencia humana.
Platón representa al idealista, al hombre que tiene su pensamiento dirigido a otro mundo, que no es éste mundo sensible, sino un mundo perfecto, de idealidades eternas y absolutamente excelentes y bellas.
Aristóteles representa el realismo porque para él el verdadero ser no se halla en aquel transmundo de las ideas platónicas, sino en éste mundo concreto en que vivimos y nos movemos todos los días.
Críticas a la teoría de las Ideas.
Aristóteles también afirma la idea, lo universal; afirma lo racional y sostiene que el único objeto posible del conocimiento verdadero es la esencia, el ente inmutable que sólo nuestra razón capta. Pero lo que no comparte con Platón es la supuesta necesidad de establecer dos mundos separados: segregar las ideas o esencias (formas) de las cosas sensibles, convertirlas en realidades independientes, es lo que no admite del platonismo.
La filosofía platónica representa una innecesaria duplicación de las cosas. Platón en lugar de resolver el problema metafísico lo complica, puesto que en vez de explicar un mundo, habrá que explicar dos. Existe un principio de economía del pensamiento que dice que el número de entes no ha de multiplicarse sin necesidad.
Se refiere a la manera cómo Platón intenta explicar la relación entre los dos mundos. Platón no hace sino valerse de metáforas y en lugar de aclarar conceptualmente la cuestión habría quedado atado al mundo de los mitos, anterior a la aparicfión del pensamiento racional y científico.
Aristóteles observa que no se ve cómo ni porqué, dadas las ideas, que son estáticas, inmutables, tenga que haber cosas sensibles, que son esencialmente cambiantes. Supuesta la naturaleza inmutable, autosuficiente de las ideas, no se comprende de manera ninguna cómo puedan ser causa de las cosas sensibles, de su generación y corrupción, de su transformación constante: lo permanentemente estático y siempre idéntico a sí mismo no puede ser causa del devenir.
Se conoce bajo el nombre de argumento del tercer hombre. De acuerdo con P latón, la semejanza entre dos cosas se explican porque ambas participan de la misma idea. Lo cual claramente nos embarca en una serie infinita con la que nada se explica, puesto que con tal procedimiento no se hace más que postergar la explicación. (ej: Juan y Pedro son hombres porque participan de la idea de "hombre", habría que explicar la semejanza de éstos dos hombres y la idea de "hombre" postulando una idea del tercer hombre y así sucesivamente, son infinitas explicaciones).
Las categorías
El ente se dice de muchas maneras: no es lo mismo decir "esto es una silla", que "ésta silla es blanca", o bien "la silla es de un metro de alto", en todos los casos nos referimos a entes y por eso el ser se dice de muchas maneras.
Tales maneras se reducen a dos: el modo de ser "en sí" y el modo de ser "en otro". (ej: la mesa es un ser en sí, y el color es el modo de ser que sólo es en tanto está en otro ente, inhieren en él, porque nunca un color existe de por sí, es el azul del cielo por ejemplo).
Susbstancia: es el ser en sí, el ente individual y concreto, constituye el sujeto último de toda posible predicación. Es la cosa sensible, por oposición a las ideas platónicas.
Accidentes: son todos los demás modos de ser, las diversas maneras de ser en otro. Son nueve: cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, posesión, acción y pasión.
A éstas 10 maneras según las cuales algo es que expresan las formas fundamentales del ser, Aristóteles las llamó categorías.
Estructura de la substancia. Forma y materia, acto y potencia.
La substancia sensible es un compuesto o concreto constituído por dos factores o principios que Aristóteles llama materia y forma, que no se dan nunca aislados, sino sólo constituyendo al individuo.
Materia: es aquello de lo cuál algo está hecho, su material. Es lo indeterminado, lo pasivo, el contenido o material de algo y su determinación no la tiene de por sí sino que la recibe de la forma.
Forma: es el qué de la cosa, forma equivale a esencia, y corresponde a la idea platónica. Es lo determinante, lo activo, lo que dá carácter a la cosa. La forma in-forma (le imprime una forma a la materia), que de por sí es informe, indeterminada y de éste modo la hace ser lo que en cada caso es. También la llama "substancia segunda" a la forma.
Platón y Aristóteles: se dan aproximaciones y distancias entre ambos. Así como Platón había enseñado la verdadera realidad y lo propiamente cognoscible se encuentra en las ideas, Aristóteles señala que lo determinante, lo que la cosa es, lo real reside en la forma, y es ésta, no la materia, lo propiamente cognoscible en la cosa: se conoce algo cuando se capta su forma, operación que no realizan los sentidos, sino el intelecto.
Pero en tanto que Platón colocaba las ideas en un mundo suprasensible, trascendente, para Aristóteles las formas son inmanentes a las cosas sensibles, materia y forma coexisten en éste mundo sensible como dos aspectos inseparables de una sola realidad.
Todo lo anterior se refiere a las cosas sensibles consideradas estáticamente, encarando la materia y la forma en estado de equilibrio, pero ocurre que las cosas sensibles devienen, cambian, se mueven.
Considerada la cosa en movimiento, se observará que el equilibrio entre forma y materia es inestable de manera tal que, o bien se da una preponderancia creciente de la forma sobre la materia, o bien, a la inversa, de la materia sobre la forma.
Pero éste equilibrio que se ha alcanzado a su vez, no es estable, porque en cualquier momento puede romperse, ej. Si se destroza la mesa con el fin de obtener leña para el fuego: aquí se habrá pasado del predominio de la forma al de la materia, se habrá hecho menos forma y más materia.
Aristóteles introduce los conceptos de: potencia y acto.
Potencia: es la materia considerada dinámicamente, en sus posibilidades (ej: el árbol es una mesa, no porque lo sea ahora, es potencialmente una mesa, o es mesa en potencia).
Acto: es la forma dinámicamente considerada, la forma realizada, consumada, y en su perfección el árbol que vemos es árbol en acto. Acto se opone a potencia como realidad se opone a posibilidad. Actual para Aristóteles significa real, por oposición a posible o potencial.
El cambio y las cuatro causas
Los conceptos de potencia y acto permiten solucionar los problemas planteados por los filósofos anteriores: el problema del movimiento, o del cambio.
Aristóteles observa que el cambio consiste en el pasaje del no-ser al ser, pero que no se trata ahora del no- ser y el ser absolutos, sino del ser en potencia y del ser en acto.
El movimiento es precisamente éste pasaje de la potencia al acto. Puesto que el ente tiene dos sentidos (en acto y en potencia), todo cambia del ser en potencia hacia el ser en acto.
Las clases de cambio son cuatro: según la substancia, cualidad, cantidad o lugar.
Cambio o movimiento substancial por el cual una substancia viene a ser, aparece, nace o por el contrario, se destruye, corrompe o muere, generación y corrupción.
Los otros tres tipos son de cambio accidental:
El cambio cuantitativo: aumento o disminución, como el crecimiento de una planta.
El cambio cualitativo o alteración, como el cambio de color de los cabellos
El cambio local o de lugar (lo que corrientemente llamamos "movimiento").
Aristóteles distingue cuatro causas:
Causa formal: es la forma. La forma es causa de algo en tanto que determina ese algo y lo hace ser lo que es.
Causa final: constituye el fin, aquello para lo cual algo es, es decir el bien, porque aquello que se busca, se lo busca justamente porque representa un bien. Es el plan considerado en tanto todavía no está incorporado en la cosa particular, sino en tanto que la naturaleza o el arte aspiran a él. La causa final es la perfección a que la cosa tiende (concepción teleológica de la realidad).
Causa eficiente: es el motor o estímulo que desencadena el proceso de desarrollo. Ej: causa eficiente de la mesa será el carpintero, la forma "mesa" que tiene en su espíritu el carpintero.
Causa material: es la materia, condición pasiva pero necesaria como substrato que recibe la forma y se mantiene a través del cambio. La materia es lo que hace que éste mundo no sea un mundo de puras formas (como el de las ideas platónicas) sino un mundo sensible y cambiante. Y en cuanto toda substancia sensible está constituída por materia, y materia significa potencia, y la potencia significa algo aún no realizado , y por tanto imperfecto, resultará que todas las cosas de éste mundo son imperfectas, en mayor o menor medida, puesto que ninguna llega a adecuarse totalmente a la forma o acto. Por ello ocurre que toda definición que se dé de las cosas sensibles será siempre aproximativa, porque en el mundo del devenir nada es entera o perfectamente real, sino siempre envuelve un momento de materia, de posibilidad o potencialidad aún no realizada.
Las cuatro causas se dividen en dos: forma y materia, materia como substrato indeterminado y forma como principio de todas las determinaciones.
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Enviado por: | Buffy |
Idioma: | castellano |
País: | Argentina |