Literatura
Modernismo y Generación del 98
MODERNISMO Y 98
Son dos movimientos artísticos y literarios con manifestaciones concretas de una misma generación bajo el nombre de Gen. Fin de Siglo, entre los s. XIX y XX. Hasta los años cincuenta, se establecía una diferencia tangente el Mod. y la Gen 98, según la cual, el Modernismo era un movimiento puramente estético, superficial, pasivo; mientras que el 98 se caracterizaba por su tono grave, preocupado y sobrio, activo, comprometido con la realidad política y social.
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MODERNISMO: movimiento de ámbito hispánico (América y Esp.) Buscaban sus modelos en otras influencias no hispánicas y las encuentran principalmente en Fr: Parnasianismo (tiene como lema el arte por el arte) y Simbolismo (ver los elementos tangibles que describe). Por ello el Modernismo pretende un arte refinado y lujoso, como reacción al realismo. Se ha definido al Mod. Como un Romanticismo más aristocrático.
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Forma, Lenguaje y Estilo: el rasgo esencial de los modernistas es la concepción del lenguaje literario como algo diferente:
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Riqueza Léxica: recuperación de arcaísmos, palabras olvidadas y viejas voces patrimoniales. Rehabilitaban palabras del mundo griego o medieval, siempre buscando en las palabras efectos de sonoridad y connotación.
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Abundante adjetivación: ornamental y plástica o llena de connotaciones sentimentales; siempre brillante, colorista, sensorial.
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Renovación de imágenes y figuras retóricas relacionadas con el color y el sonido: aliteraciones, onomatopeyas, símbolos, metáforas.
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Innovaciones métricas: recuperación de versos olvidados o la creación de otros. Se inventan nuevas estrofas o se utiliza antiguas modificadas.
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Temas: dos campos diferentes:
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Los llamados temas “escapistas”: evasión en el espacio o en el tiempo que nos lleva a lugares o épocas exóticas o legendarias con gran belleza y vago misterio. Los poetas modernistas aparezcan llenos de dioses, faunos, princesas, ninfas…. y cisnes, emblema de este movimiento.
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Los “intimistas” que suelen adoptar tono de tristeza, melancolía y nostalgia. De ahí gusto por lo otoñal y por lo marchito, gastado.
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Autores: Rubén Darío. M. Machado, el primer A. Machado, el joven J. R. Jiménez o Valle-Inclan.
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El 98: presenta las mismas características que el Mod. aunque se pueden señalar algunas particularidades en el estilo y en los temas.
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Forma, Lenguaje y Estilo: la voluntad del estilo y los deseos de renovación se concretan en el 98 en una tendencia de una sintaxis sencilla. En el vocabulario las preferencias van hacia las palabras tradicionales, capaces de reflejar las formas de vida tradicionales.
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Temas: es esencial su preocupación central por Esp., vista como problema. Otro tema de la época es el malestar vital, se preguntan por el sentido de la vida, lo que les produce la angustia que se manifiesta en la lucha entre los deseos del corazón y la realidad que exige la cabeza y la necesidad de tener esperanza.
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Autores: Azorín, Baroja y Maeztu, Unamuno y A. Machado maduro.
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Colores llamativos: ya directamente nombrados a través de objetos refinados y lujosos.
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Efectos sonoros: aliteraciones, onomatopeyas o alusiones a instrumentos musicales.
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Vocabulario enriquecido: voces exóticas, cultismos, arcaísmos, tecnicismos…
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Figuras retóricas: imágenes, metáforas, símbolos, sinestesias…
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Experimentaciones métricas: rimas internas, versos blancos, rimas agudas…
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ANTONIO MACHADO: cuando estallo la guerra, adopto el bando republicano, por lo que, se exilió a comienzos del 39 a Fr.
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Soledades, galerías y otros poemas: fue su primer libro en línea del modernismo simbolista, heredero del romanticismo rezagado de Bécquer. Con un tono de melancolía y tristeza, lo que Antonio llama lo “universales del sentimiento”. Predomina el uso de palabras sencillas que pretenden ser reflejo de realidades más profundas. La métrica es variada, con predominio de la flexibilidad y sencillez.
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Campos de Castilla: con un tono mas descriptivo y realista y más extenso. Se produce una depuración mayor de sus componentes modernistas. Sus temas son los paisajes y la gente de Soria. Denuncia así tanto desigualdades e injusticias sociales, como vicios seculares de los campesinos. En una edición siguiente se añaden los temas de Leonor, cuyo recuerdo se asocia de nuevo al paisaje.
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Nuevas canciones: continuación de “Proverbios y cantares”, serie de pensamientos y sentencias filosófico-populares sobre sus temas de siempre (la muerte, el tiempo y Dios) en forma de composiciones breves.
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J. R. JIMÉNEZ: en su retiro poético voluntario, se dedicó a la búsqueda constante de lo mismo: la Belleza el Conocimiento, la Eternidad. Dividió cronológicamente su obra:
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Etapa sensitiva: se caracteriza por la influencia del Mod. Simbolista y en la línea de Bécquer. Son frecuentes la adjetivación colorista, las sinestesias, el uso de los alejandrinos…y sobre todo las rimas asonantes y el romance, debido a la influencia popular. Los contenidos tienen un tema melancólico, vago, de suave musicalidad. Obras: “La Soledad sonora” y “Platero y yo”.
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Etapa intelectual: parte de “Diario de un poeta recién casado” que elimina ropajes modernistas y se simplifica en la forma, con un lenguaje estándar y el verso libre. Se caracteriza por contenidos abstractos o intelectuales: lo que llamo “poesía pura”. También aparecen innovaciones vanguardistas como el “collage”, las enumeraciones caóticas, coloquialismos, tonos irónicos…etc.
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Etapa verdadera: corresponde al exilio y desarrollo su autoexigencia y ensimismamiento. “Espacio”, titulo de un largo poema en prosa, en el que, a través de la asociación libre de sensaciones y recuerdos, expresa sus constantes ideas sobre la unidad profunda de todo lo existente.
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AZORÍN: destaca como gran renovador de la prosa descriptiva; escribió una novela esencial para entender el espíritu del 98. “La voluntad”, que trata el tema de la abulia como una de las principales lacras de la sociedad española. Un estilo de sintaxis simple pero de gran riqueza y precisión léxica, apto para la descripción minuciosa de la realidad cotidiana.
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VALLE-INCLAN: la primera fase modernista corresponde “Sonatas”, cuatro novelas que se presentan como las memorias del Marqués de Bradomín. En la segunda la exaltación de un mundo religioso tradicional, rural y violento. Se sitúa aquí la trilogía narrativa agrupada bajo el rótulo “La guerra carlista”. El estilo es igualmente trabajado, pero ahora hacia lo bronco y desgarrado. En su época del esperpento en el que escribe “Tirano Banderas” que tuvo innumerables secuelas en la literatura hispanoamericana posterior.
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PÍO BAROJA: forma con Cervantes y Galdós el trío de los más grandes narradores españoles. Baroja es un pesimista irascible que muestra continuamente su desconfianza ante el hombre, el futuro y la acción política. Para Baroja el arte es inferior a la vida, la novela debe basarse en una observación de ésta y contarla de una manera breve, directa y sencilla con la intención de entretener. La narrativa de Baroja se caracteriza por:
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Predominio de un personaje: a través del que nos introducimos en los distintos ambientes, suele ser un trasunto del autor.
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Descripciones impresionistas: a base de pequeños detalles físicos y psicológicos para describir a los personajes. Y diálogos abundantes.
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Fuerte presencia del autor.
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Búsqueda de la amenidad y de un estilo natural y espontáneo, sin plan previo. Sencillez sintáctica, frases cortas y párrafos breves.
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UNAMUNO: sus obras son la expresión de la lucha entre su ansia de eternidad, que puede dar un sentido a la vida, y a la razón. Los sucesos que narra son reflejo de sus inquietudes religiosas o existenciales. Es el caso de “San Manuel Bueno, martín” y de “Niebla”. Su estructura se construye en torno al protagonista, que presenta la idea que el autor quiere someter a debate a lo largo del relato, como la envidia, la maternidad o los inconvenientes de la educación en “Amor y Pedagogía”. Presenta mayor atención a los diálogos y al marco temporal. Lo importante es el conflicto íntimo, la interioridad de los personajes.
Ambos tratan a una ración ante la vulgaridad cotidiana.
POESIA ESPAÑOLA A. MACHADO Y J. R. JIMÉNEZ
Durante las dos primeras décadas del s. XX vive Esp. una época de esplendor literario, que ha venido a llamarse Edad de Plata o Segunda Edad de Oro. Destacan autores como: Unamuno, Valle-Inclan, Manual y Antonio Machado, y el joven J. R. Jiménez. En esta época los poetas se llenan de:
Los ambientes son igualmente simbólicos y evocadores: jardines lejanos y otoñales habitados por animales lujosos o legendarios y personajes mitológicos cargados de sensualidad y erotismo. Siempre el cisne como símbolo del Modernismo.
Los asuntos pueden tratar temas “externos”, exóticos, legendarios o intimistas con un tono melancólico y decadente.
Toda su poesía gira en torno al Yo del poeta, a la búsqueda de la belleza, porque en esa belleza esta la verdad. J. R. Jiménez busca en la poesía un camino hacia la belleza, el conocimiento y la eternidad.
J. R. Jiménez es el puente entre el Mod. Y las vanguardias intelectuales. En general su obra es pues, el pórtico de entrada a toda la poesía contemporánea.
NOVELA ESPAÑOLA ANTERIOR A 1939. PÍO BAROJA Y UNAMUNO
1902 fue el punto de arranque de la renovación narrativa en Esp. El género narrativo se convierte en instrumento idóneo para llevar a cabo la tarea de regeneración del país que figuraba entre sus principales objetivos.
Los noventayochistas incorporan a la novela elementos propios de las vanguardias poéticas con especial atención al lenguaje, que carga de metáforas e intento de plasmar las ideas de Ortega y Gasset. Ramón Gómez de la Serna destacó por su original personalidad creativa en todos los géneros literarios. Elige elementos folletinescos, con abundantes dosis de humor absurdo, expresado con un lenguaje libre, cargado de originalísimas asociaciones semánticas. A estas asociaciones semánticas las llamo greguerías: frases ingeniosas, apuntes breves.
Su obra novelística es muy extensa. Los títulos principales pertenecen a su primera época “La Busca”, “El árbol de la ciencia”. Con frecuencia se agrupan en trilogías, según el tema: “La lucha por la vida”, “Tierra vasca”…etc.
En su segunda época destaca “Memorias de un hombre de acción”, sobre el fondo de las Guerra Carlistas y la historia española en el siglo XIX.
La tercera etapa, de menor importancia. A ella pertenecen sus interesantes memorias personales, “Desde la última vuelta del camino”.
Se reducen al mínimo las descripciones, centrándose la acción en debates o monólogos caracterizados de un lenguaje seco, directo y preciso. Busca con todo ello la intensidad y expresividad. Exige la participación del lector con prólogos y epílogos en los que se hace evidente su gusto por la paradoja y la contradicción como camino para buscar la verdad.
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Enviado por: | Irantzu |
Idioma: | castellano |
País: | España |