La masonería se originó propiamente por la obra de los pastores ingleses James Andreson y John Desaguiliers, quienes continuaron un movimiento espiritual inspirado por Comenio. Desde entonces la masonería ha recogió las influencias de los ilustres del siglo XVII y del liberalismo y racionalismo.
En Europa a finales del siglo XVII, la masonería había alcanzado una gran difusión cuya lógica se practicaba ciencias místicas como la alquimia o la magia. Mucha de la nobleza lo practicaba y el clero no impidió que estas ideas se difundieran, es más la propia revolución francesa adapto los conceptos de fraternidad, libertad e igualdad.
En los tiempos pasados los masones estaban obligados a profesar la religión de su patria, en los tiempos actuales no se obliga a aceptar ciertas ideologías establecidas, dejando así a cada uno la opinión particular.
Desde el punto de vista religioso, la masonería proclama como principio básico la dependencia absoluta de la razón humana frente a cualquier autoridad o enseñanza. El naturalismo y el racionalismo son su punto de partida.
Actualmente la masonería esta dividida en dos grandes ramas, la irregular y la regular, en función de creer en Dios (al que simbólicamente se lo denomina el gran arquitecto del universo) y en la inmortalidad del alma. Esta división data de 1877, cuando el gran Oriente de Francia votó una moción que suprimía la obligación de un ser superior. La masonería regular o anglosajona, se agrupa bajo los auspicios de la gran logia unida a Inglaterra, que se atribuye al derecho de reconocer la legalidad de cualquier logia masónica, esta implica la creencia ineludible en Dios, la presencia de un libro sagrado en el taller masónico y la no presencia de mujeres.
La masonería regular ampliamente en el mundo es de carácter conservador. La masonería irregular, liberal, latina, admite la admisión de ateos y mujeres, suele permitir las discusiones religiosas y políticas en los talleres, y esta fuertemente comprometida en la defensa de valores democráticos y laicos. Se halla implantada sobre todo en los países católicos de Europa (Bélgica, España, Francia, Italia, Portugal), aunque su presencia en América Latina se incrementando paulatinamente. En Ecuador la mayoría de los masones liberales se agrupan en la gran logia ecuatoriana heredada de la masonería logia española.
Otra masonería irregular es la llamada espiritual, que si bien se mantiene en la obligación de creer en Dios, en otros aspectos se distingue del modelo conservador de los anglosajones.
Los miembros de la sociedad masónica se consideran hermanos entre sí. Se ingresa a ella a través de una iniciación y ella coresponde a un rito simbólico. Esta es solo accesible a quienes se les ha reconocido este grado.
La masonería no es una religión, sino deja las creencias a la libertad de conciencia de cada uno de sus miembros. Es en definitiva una sociedad filosófica y progresista que busca el progreso humano en todas sus formas.
Al recluir la fe a un plano de convicciones, de conciencia se termina por eliminar a Dios de la vida de los hombres, reduciéndolo a una mítica de expresión de lo real. La masonería ha suscitado y suscita inquietud, reservas y oposición, ya que, fomenta a desaprobaciones de sistemas y creencias ya establecidas.
Bibliografía
Ferrer, José. La Masonería. Eudema S.A. Madrid 1994