Religión y Creencias
María, Madre de Dios
-"¿Cómo puede ser María la madre de Dios, si Dios ya existía antes de que ella naciera?".
-En el diccionario encontramos que "madre" es la mujer que engendra. Se dice que es madre del que ella engendró. Si aceptamos que María es madre de Jesús y que El es Dios, entonces María es Madre de Dios.
No se debe confundir entre el tiempo y la eternidad. María, obviamente, no fue madre del Hijo eternamente. Ella comienza a ser Madre de Dios cuando el Hijo Eterno quiso entrar en el tiempo y hacerse hombre como nosotros. Para hacerse hombre quiso tener madre. Gálatas 4:4: "al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer". Dios se hizo hombre sin dejar de ser Dios, por ende María es madre de Jesús, Dios y hombre verdadero.
Entonces, María es Madre de Dios, no porque lo haya engendrado en la eternidad sino porque lo engendró hace 2000 años en la Encarnación. Dios no necesitaba una madre pero la quiso tener para acercarse a nosotros con infinito amor. Dios es el único que pudo escoger a su madre y, para consternación de algunos y gozo de otros, escogió a la Santísima Virgen María quién es y será siempre la Madre de Dios.
Cuando la Virgen María visitó a su prima Isabel, esta, movida por el Espíritu Santo le llamó "Madre de mi Señor". El Señor a quien se refiere no puede ser otro sino Dios. (Cf. Lucas 1, 39-45).
La verdad de que María es Madre de Dios es parte de la fe de todos los cristianos ortodoxos (de doctrina recta). Fue proclamada dogmáticamente en el Concilio de Efeso, en el año 431 y es el primer dogma Mariano.
Antecedentes de la controversia sobre la maternidad divina de María Santísima:
Los errores de Nestorio
En el siglo V, Nestorio, Patriarca de Constantinopla afirmaba los siguientes errores:
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Que hay dos personas distintas en Jesús, una divina y otra humana.
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Sus dos naturalezas no estaban unidas.
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Por lo tanto, María no es la Madre de Dios pues es solamente la Madre de Jesús hombre.
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Jesús nació de María solo como hombre y más tarde "asumió" la divinidad, y por eso decimos que Jesús es Dios.
Vemos que estos errores de Nestorio, al negar que María es Madre de Dios, niegan también que Jesús fuera una persona divina. La doctrina referente a María está totalmente ligada a la doctrina referente a Cristo. Confundir una es confundir la otra. Cuando la Iglesia defiende la maternidad divina de María esta defendiendo la verdad de que, su hijo, Jesucristo es una persona divina.
En esta batalla doctrinal, San Cirilo, Obispo de Alejandría, jugó un papel muy importante en clarificar la posición de nuestra fe en contra de la herejía de Nestorio. En el año 430, el Papa Celestino I en un concilio en Roma, condenó la doctrina de Nestorio y comisionó a S. Cirilo para que iniciara una serie de correspondencias donde se presentara la verdad.
Concilio de Efeso
En el año 431, se llevó a cabo el Concilio de Efeso donde se proclamó oficialmente que María es Madre de Dios. (Ver: Theotokos).
"Desde un comienzo la Iglesia enseña que en Cristo hay una sola persona, la segunda persona de la Santísima Trinidad. María no es solo madre de la naturaleza, del cuerpo pero también de la persona quien es Dios desde toda la eternidad. Cuando María dio a luz a Jesús, dio a luz en el tiempo a quien desde toda la eternidad era Dios. Así como toda madre humana, no es solamente madre del cuerpo humano sino de la persona, así María dio a luz a una persona, Jesucristo, quien es ambos Dios y hombre, entonces Ella es la Madre de Dios" -Concilio de Efeso
La ortodoxia (doctrina recta) enseña:
-Jesús es una persona divina (no dos personas)
-Jesús tiene dos naturalezas: es Dios y Hombre verdaderamente.
-María es madre de una persona divina y por lo tanto es Madre de Dios.
María es Madre de Dios. Este es el principal de todos los dogmas Marianos, y la raíz y fundamento de la dignidad singularísima de la Virgen María.
María es la Madre de Dios, no desde toda la eternidad sino en el tiempo.
El dogma de María Madre de Dios contiene dos verdades:
1) María es verdaderamente madre: Esto significa que ella contribuyó en todo en la formación de la naturaleza humana de Cristo, como toda madre contribuye a la formación del hijo de sus entrañas.
2) María es verdaderamente madre de Dios: Ella concibió y dio a luz a la segunda persona de la Trinidad, según la naturaleza humana que El asumió.
El origen Divino de Cristo no le proviene de María. Pero al ser Cristo una persona de naturalezas divina y humana. María es tanto madre del hombre como Madre del Dios. María es Madre de Dios, porque es Madre de Cristo quien es Dios\hombre.
La misión maternal de María es mencionada desde los primeros credos de la Iglesia. En el Credo de los Apóstoles: "Creo en Dios Padre todopoderoso y en Jesucristo su único hijo, nuestro Señor que nació de la Virgen María".
El título Madre de Dios era utilizado desde las primeras oraciones cristianas. En el Concilio de Efeso, se canonizo el título Theotokos, que significa Madre de Dios. A partir de ese momento la divina maternidad constituyó un título único de señorío y gloria para la Madre de Dios encarnado. La Theotokos es considerada, representada e invocada como la reina y señora por ser Madre del Rey y del Señor.
Mas tarde también fue proclamada y profundizada por otros concilios universales, como el de Calcedonia(451) y el segundo de Constantinopla (553).
En el siglo XIV se introduce en el Ave María la segunda parte donde dice: "Santa María Madre de Dios" Siglo XVIII, se extiende su rezo oficial a toda la Iglesia.
El Papa Pío XI reafirmó el dogma en la Encíclica Lux Veritatis (1931).
La Madre de Dios en el VAT II: este concilio replantea en todo el alcance de su riqueza teológica en el más importante de sus documentos, Constitución dogmática sobre la Iglesia, (Lumen Gentium). En este documento se ve la maternidad divina de María en dos aspectos:
1) La maternidad divina en el misterio de Cristo.
2) La maternidad divina en el misterio de la Iglesia.
"Y, ciertamente, desde los tiempos mas antiguos, la Sta. Virgen es venerada con el título de Madre de Dios, a cuyo amparo los fieles suplicantes se acogen en todos sus peligros y necesidades.... Y las diversas formas de piedad hacia la Madre de Dios que la Iglesia ha venido aprobando dentro de los limites de la sana doctrina, hacen que, al ser honrada la Madre, el Hijo por razón del cual son todas las cosas, sea mejor conocido, amado, glorificado, y que, a la vez, sean mejor cumplidos sus mandamientos" (LG #66)
En el Credo del Pueblo de Dios de Pablo VI (1968): "Creemos que la Bienaventurada María, que permaneció siempre Virgen, fue la Madre del Verbo encarnado, Dios y salvador nuestro"
En 1984 consagra J.P.II el mundo entero al I.C. de María, a través de toda la oración de consagración repite: "Recurrimos a tu protección, Santa Madre de Dios"
María por ser Madre de Dios transciende en dignidad a todas las criaturas, hombres y ángeles, ya que la dignidad de la criatura está en su cercanía con Dios. Y María es la mas cercana a la Trinidad. Madre del Hijo, Hija del Padre y Esposa del Espíritu.
"El Conocimiento de la verdadera doctrina católica sobre María, será siempre la llave exacta de la comprensión del misterio de Cristo y de la Iglesia"
Y la Madre de Dios es mía, porque Cristo es mío" (S. Juan de la Cruz)
Audiencia general de Juan Pablo II, 10 de julio de 1996
1. La Iglesia ha considerado constantemente la virginidad de María una verdad de fe, acogiendo y profundizando el testimonio de los evangelios de san Lucas, san Marcos y, probablemente también san Juan.
En el episodio de la Anunciación, el evangelista san Lucas llama a María «Virgen», refiriéndose tanto a su intención de perseverar en la virginidad como al designio divino, que concilia ese propósito con su maternidad prodigiosa. La afirmación de la concepción virginal, debida a la acción del Espíritu Santo, excluye cualquier hipótesis de partogénesis natural y rechaza los intentos de explicar la narración lucana como explicitación de un tema judío o como derivación de una leyenda mitológica pagana.
La estructura del texto lucano (cf. Lc 1,26-38; 2,19.51), no admite ninguna interpretación reductiva. Su coherencia no permite sostener válidamente mutilaciones de los términos o de las expresiones que afirman la concepción virginal por obra del Espíritu Santo.
2. El evangelista san Mateo, narrando el anuncio del ángel a José, afirma, al igual que san Lucas, la concepción por obra «del Espíritu Santo» (Mt 1,20), excluyendo las relaciones conyugales.
Además, a José se le comunica la generación virginal de Jesús en un segundo momento: no se trata para él de una invitación a dar su consentimiento previo a la concepción del Hijo de María, fruto de la intervención sobrenatural del Espíritu Santo y de la cooperación de la madre. Sólo se le invita aceptar libremente su papel de esposo de la Virgen y su misión paterna con respecto al niño.
San Mateo presenta el origen virginal de Jesús como cumplimiento de la profecía de Isaías: «Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa “Dios con nosotros”» (Mt 1,23; cf. Is 7,14). De ese modo, san Mateo nos lleva a la conclusión de que la concepción virginal fue objeto de reflexión en la primera comunidad cristiana, que comprendió su conformidad con el designio divino de salvación y su nexo con la identidad de Jesús, «Dios con nosotros».
3. A diferencia de san Lucas y san Mateo, el evangelio de san Marcos no habla de la concepción y del nacimiento de Jesús; sin embargo, es digno de notar que san Marcos nunca menciona a José esposo de María. La gente de Nazaret llama a Jesús «el hijo de María» o, en otro contexto, muchas veces «el Hijo de Dios (Mc 3,11; 5,7; cf. 1,1.11; 9,7; 14,61-62;15,39). Estos datos están en armonía con la fe en el misterio de su generación virginal. Esta verdad, según un reciente redescubrimiento exegético, estaría contenida explícitamente en el versículo 13 del Prólogo del evangelio de san Juan, que algunas voces antiguas autorizadas (por ejemplo, Ireneo y Tertuliano) no presentan en la forma plural usual, sino en la singular: «Él, que no nació de sangre, ni de deseo de carne, no de deseo de hombre, sino que nació de Dios». Esta traducción en singular convertiría el Prólogo del evangelio de san Juan en uno de los mayores testimonios de la generación virginal de Jesús, insertada en el contexto del misterio de la Encarnación.
La afirmación paradójica de Pablo: «Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a si Hijo, nacido de mujer (…), para que recibiéramos la filiación adoptiva» (Ga 4,4-5), abre el camino al interrogante sobre la personalidad de ese Hijo, y, por tanto, sobre su nacimiento virginal.
Este testimonio uniforme de los evangelios confirma que la fe en la concepción virginal de Jesús estaba enraizada firmemente en los ambientes de la Iglesia primitiva. Por eso carecen de todo fundamento algunas interpretaciones recientes, que no consideran la concepción virginal en sentido físico o biológico, sino únicamente simbólico o metafórico: designaría a Jesús como don de Dios a la humanidad. Lo mismo hay que decir de la opinión de otros, según los cuales el relato de la concepción virginal sería, por el contrario, un theologoumenon, es decir, un modo de expresar una doctrina teológica, en este caso la filiación divina de Jesús, o sería su representación mitológica.
Como hemos visto, los evangelios contienen la afirmación explícita de una concepción virginal de orden biológico, por obra del Espíritu Santo, y la Iglesia ha hecho suya esta verdad ya desde las primeras formulaciones de la fe (cf. Catecismo de la Iglesia católica, n. 496).
4. La fe expresada en los evangelios es confirmada, sin interrupciones, en la tradición posterior. Las fórmulas de fe de los primeros autores cristianos postulan la afirmación del nacimiento virginal: Arístides, Justino, Ireneo y Tertuliano está de acuerdo con san Ignacio de Antioquia, que proclama a Jesús «nacido verdaderamente de una virgen» (Smirn. 1,2). Estos autores hablan explícitamente de una generación virginal de Jesús real e histórica, y de ningún modo afirman una virginidad solamente moral o un vago don de la gracia, que se manifestó en el nacimiento del niño.
Las definiciones solemnes de fe por parte de los concilios ecuménicos y del Magisterio pontificio, que siguen a las primeras fórmula breves de fe, están en perfecta sintonía con esta verdad. El concilio de Calcedonia (451), en su profesión de fe, redactada esmeradamente y con contenido definido de modo infalible, afirma que Cristo «en lo últimos días, por nosotros y por nuestra salvación, (fue) engendrado de María Virgen, Madre de Dios, en cuanto a la humanidad» (DS 301). Del mismo modo, el tercer concilio de Constantinopla (681) proclama que Jesucristo «nació del Espíritu Santo y de María Virgen, que es propiamente y según verdad madre de Dios, según la humanidad» (DS 555). Otros concilios ecuménicos (Constantinopolitano II, Lateranense IV y Lugdunense II) declaran a María «siempre virgen», subrayando su virginidad perpetua (cf. DS 423, 801 y 852). El concilio Vaticano II ha recogido esas afirmaciones, destacando el hecho de que María, «por su fe y su obediencia, engendró en la tierra al Hijo mismo del Padre, ciertamente sin conocer varón, cubierta con la sombra del Espíritu Santo» (Lumen gentium, 63).
A las definiciones conciliares hay que añadir las del Magisterio pontificio, relativas a la Inmaculada Concepción de la «santísima Virgen María» (DS 2.803) y a la Asunción de la «Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María» (DS 3.903).
5. Aunque las definiciones del Magisterio, con excepción del concilio de Letrán del año 649, convocado por el Papa Martín I, no precisan el sentido del apelativo «virgen», se ve claramente que este término se usa en su sentido habitual: la abstención voluntaria de los actos sexuales y la preservación de la integridad corporal. En todo caso, la integridad física se considera esencial para la verdad de fe de la concepción virginal de Jesús (cf. Catecismo de la Iglesia católica, n. 496).
La designación de María como «santa, siempre Virgen e Inmaculada», suscita la atención sobre el vínculo entre santidad y virginidad. María quiso una vida virginal, porque estaba animada por el deseo de entregar todo su corazón a Dios.
La expresión que se usa en la definición de la Asunción, «La Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen», sugiere también la conexión entre la virginidad y la maternidad de María: dos prerrogativas unidas milagrosamente en la generación de Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre. Así, la virginidad de María está íntimamente vinculada a su maternidad divina y a su santidad perfecta.
La Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia especial de Dios, ella fue preservada de todo pecado desde su concepción.
El dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus.
"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..." |
La Concepción: Es el momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica procedente de los padres. La concepción es el momento en que comienza la vida humana.
-María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana. Es decir María es la "llena de gracia" desde su concepción. Cuando hablamos de la Inmaculada Concepción no se trata de la concepción de Jesús quién, claro está, también fue concebido sin pecado.
Fundamento Bíblico
La Biblia no menciona explícitamente el dogma de la Inmaculada Concepción, como tampoco menciona explícitamente muchas otras doctrinas que con la Iglesia recibió de los Apóstoles. La palabra "Trinidad", por ejemplo, no aparece en la Biblia. Pero la Inmaculada Concepción se deduce de la Biblia cuando ésta se interpreta correctamente a la luz de la Tradición Apostólica.
El primer pasaje que contiene la promesa de la redención (Genesis 3:15) menciona a la Madre del Redentor. Es el llamado Proto-evangelium, donde Dios declara la enemistad entre la serpiente y la Mujer. Cristo, la semilla de la mujer (María) aplastará la cabeza de la serpiente. Ella será exaltada a la gracia santificante que el hombre había perdido por el pecado. Solo el hecho de que María se mantuvo en estado de gracia puede explicar que continúe la enemistad entre ella y la serpiente. El Proto-evangelium, por lo tanto, contiene una promesa directa de que vendrá un redentor. Junto a El se manifestará su obra maestra: La preservación perfecta de todo pecado de su Madre Virginal.
En Lucas 1:28 el ángel Gabriel enviado por Dios le dice a la Santísima Virgen María «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.». Las palabras en español "Llena de gracia" no hace justicia al texto griego original que es "kecharitomene" y significa una singular abundancia de gracia, un estado sobrenatural del alma en unión con Dios. Aunque este pasaje no "prueba" la Inmaculada Concepción de María si lo sugiere.
Los Padre de la Iglesia
Los Padres se referían a la Virgen María como la Segunda Eva (cf. I Cor. 15:22)
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Justín (Dialog. cum Tryphone, 100),
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Ireneo (Contra Haereses, III, xxii, 4),
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Tertuliano (De carne Christi, xvii),
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Julius Firm cus Maternus (De errore profan. relig xxvi),
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Cyrilo of Jerusalem (Catecheses, xii, 29),
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Epiphanius (Hæres., lxxviii, 18),
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Theodotus of Ancyra (Or. in S. Deip n. 11), and
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Sedulius (Carmen paschale, II, 28).
...y como la absolutamente pura: San Agustín y otros.
Así la iglesia oriental ha llamado a María Santísima la "toda santa"
Méritos: María es libre de pecado por los méritos de Cristo Salvador. Es por El que ella es preservada del pecado. Ella, por ser una de nuestra raza humana, aunque no tenía pecado, necesitaba salvación, que solo viene de Cristo. Pero Ella singularmente recibe por adelantado los méritos salvíficos de Cristo. La causa de este don: El poder y omnipotencia de Dios.
Razón: La maternidad divina. Dios quiso prepararse un lugar puro donde su hijo se encarnara.
Frutos:
1-María fue inmune de los movimientos de la concupiscencia. Concupiscencia: los deseos irregulares del apetito sensitivo que se dirigen al mal.
2-María estuvo inmune de todo pecado personal durante el tiempo de su vida. Esta es la grandeza de María, que siendo libre, nunca ofendió a Dios, nunca optó por nada que la manchara o que le hiciera perder la gracia que había recibido.
La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María tiene un llamado para nosotros:
1-Nos llama a la purificación. Ser puros para que Jesús resida en nosotros.
2-Nos llama a la consagración al Corazón Inmaculado de María, lugar seguro para alcanzar conocimiento perfecto de Cristo y camino seguro para ser llenos del ES.
Argumento protestante
1-Según algunos protestantes, la Inmaculada Concepción contradice la enseñanza bíblica: "todos han pecado y están lejos de la presencia salvadora de Dios" (Romanos 3:23).
Respuesta católica: Si fuéramos a tomar las palabras de San Pablo "todos han pecado" en un sentido literal absoluto, Jesús también quedaría incluido entre los pecadores. Sabemos que esto no es la intención de S. Pablo gracias a sus otras cartas en que menciona que Jesús no pecó (Hebreos 4:15; 1 Pedro 2:22).
La Inmaculada Concepción de María no contradice la enseñanza Paulina en Rm 3:23 sobre la realidad pecadora de la humanidad en general, la cual estaba encerrada en el pecado y lejos de Dios hasta la venida del Salvador. San Pablo enseña que Cristo nos libera del pecado y nos une a Dios (Cf. Efesios 2:5). María es la primera.
2- Según algunos protestantes, María reconoce que ella era pecadora y que necesitó ser rescatada por la gracia de Dios (Lucas 1: 28, 47).
Respuesta católica: Que María se declarara pecadora es falso. Que ella se declarara salvada por Dios es verdadero. En Lc 1:48 ella reconoce que fue salvada. ¿De qué? Del dominio del pecado, por gracia de Dios. Pero para eso no tuvo que llegar a pecar. Dios la salvó preservándola del pecado.
El dogma de la Inmaculada Concepción de María no niega que ella fue salvada por Jesús. En María las gracias de Cristo se aplicaron ya desde el momento de su concepción. El hecho de que Jesús no hubiese aún nacido no presenta obstáculo pues las gracias de Jesús no tienen barreras de tiempo y se aplicaron anticipadamente en su Madre. Para Dios nada es imposible.
¿Cómo sabemos que La Virgen María fue concebida sin pecado? La fe católica reconoce que la fuente de la revelación Bíblica necesita ser interpretada a la luz de la Tradición recibida de los Apóstoles y según el desarrollo dogmático que, por el Espíritu Santo, ha ocurrido en la Iglesia.
SCTJM
Oración a la Inmaculada Virgen María |
La Asunción de la Virgen Santísima
De la constitución apostólica Munificentíssimus Deus
del Papa Pío XII
Con esta constitución apostólica, el Papa Pío XII proclamó el dogma de la Asunción el 1ro de Noviembre de 1950.
Tomado de la Liturgia de las Horas del 15 de Agosto. (AAS 42 [19501, 760-762. 767-769)
Tu cuerpo es santo y sobremanera glorioso
Los santos Padres y grandes doctores, en las homilías y disertaciones dirigidas al pueblo en la fiesta de la Asunción de la Madre de Dios, hablan de este hecho como de algo ya conocido y aceptado por los fieles y -lo explican con toda precisión, procurando, sobre todo, hacerles comprender que lo que se conmemora en esta festividad es, no sólo el hecho de que el cuerpo sin vida de la Virgen María no estuvo sujeto a la corrupción, sino también su triunfo sobre la muerte y su glorificación, a imitación de su hijo único, Jesucristo.
Y, así, san Juan Damasceno, el más ilustre transmisor de esta tradición, comparando la asunción de la santa Madre de Dios con sus demás dotes y privilegios, afirma, con elocuencia vehemente:
"Convenía que aquella que en el parto había conservado intacta su virginidad conservara su cuerpo también después de la muerte libre de la corruptibilidad. Convenía que aquella que había llevado al Creador como un niño en su seno tuviera después su mansión en el cielo. Convenía que la esposa que el Padre había desposado habitara en el tálamo celestial. Convenía que aquella que había visto a su hijo en la cruz y cuya alma había sido atravesada por la espada del dolor, del que se había visto libre en el momento del parto, lo contemplara sentado a la derecha del Padre. Convenía que la Madre de Dios poseyera lo mismo que su Hijo y que fuera venerada por toda criatura como Madre y esclava de Dios."
Según el punto de vista de san Germán de Constantinopla, el cuerpo de la Virgen María, la Madre de Dios, se mantuvo incorrupto y fue llevado al cielo, porque así lo pedía no sólo el hecho de su maternidad divina, sino también la peculiar santidad de su cuerpo virginal:
"Tú, según está escrito, te muestras con belleza; y tu cuerpo virginal es todo él santo, todo él casto, todo él morada de Dios, todo lo cual hace que esté exento de disolverse y convertirse en polvo, y que, sin perder su condición humana, sea transformado en cuerpo celestial e incorruptible, lleno de vida y sobremanera glorioso, incólume y participe de la vida perfecta."
Otro antiquísimo escritor afirma:
"La gloriosísima Madre de Cristo, nuestro Dios y salvador, dador de la vida y de la inmortalidad, por él es vivificada, con un cuerpo semejante al suyo en la incorruptibilidad, ya que él la hizo salir del sepulcro y la elevó hacia si mismo, del modo que él solo conoce."
Todos estos argumentos y consideraciones de los santos Padres se apoyan, como en su último fundamento, en la sagrada Escritura; ella, en efecto, nos hace ver a la santa Madre de Dios unida estrechamente a su Hijo divino y solidaria siempre de su destino.
Y, sobre todo, hay que tener en cuenta que, ya desde el siglo segundo, los santos Padres presentan a la Virgen María como la nueva Eva asociada al nuevo Adán, íntimamente unida a él, aunque de modo subordinado, en la lucha contra el enemigo infernal, lucha que, como se anuncia en el protoevangelio, había de desembocar en una victoria absoluta sobre el pecado y la muerte, dos realidades inseparables en los escritos del Apóstol de los gentiles. Por lo cual, así como la gloriosa resurrección de Cristo fue la parte esencial y el ú1timo trofeo de esta victoria, así también la participación que tuvo la santísima Virgen en esta lucha de su Hijo había de concluir con la glorificación de su cuerpo virginal, ya que, como dice el mismo Apóstol: Cuando esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: "La muerte ha sido absorbida en la victoria."
Por todo ello, la augusta Madre de Dios, unida a Jesucristo de modo arcano, desde toda la eternidad, por un mismo y único decreto de predestinación, inmaculada en su concepción, asociada generosamente a la obra del divino Redentor, que obtuvo un pleno triunfo sobre el pecado y sus consecuencias, alcanzó finalmente, como suprema coronación de todos sus privilegios, el ser preservada inmune de la corrupción del sepulcro y, a imitación de su Hijo, vencida la muerte, ser llevada en cuerpo y alma a la gloria celestial, para resplandecer allí como reina a la derecha de su Hijo, el rey inmortal de los siglos.
-Versión electrónica del documento realizada por las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María. SCTJM.
LA ASUNCION DE MARIA
Audiencia General del Santo Padre. 9 de julio, 1997.
La tradición de la Iglesia muestra que este misterio "forma parte del plan divino, y está enraizado en la singular participación de María en la misión de su Hijo".
"La misma tradición eclesial ve en la maternidad divina la razón fundamental de la Asunción. (...) Se puede afirmar, por tanto, que la maternidad divina, que hizo del cuerpo de María la residencia inmaculada del Señor, funda su destino glorioso".
Juan Pablo II destacó que "según algunos Padres de la Iglesia, otro argumento que fundamenta el privilegio de la Asunción se deduce de la participación de María en la obra de la Redención".
"El Concilio Vaticano II, recordando el misterio de la Asunción en la Constitución Dogmática sobre la Iglesia (Lumen Gentium), hace hincapié en el privilegio de la Inmaculada Concepción: precisamente porque ha sido 'preservada libre de toda mancha de pecado original', María no podía permanecer, como los otros hombres, en el estado de muerte hasta el fin del mundo. La ausencia de pecado original y la santidad, perfecta desde el primer momento de su existencia, exigían para la Madre de Dios la plena glorificación de su alma y de su cuerpo".
El Papa señaló que "en la Asunción de la Virgen podemos ver también la voluntad divina de promover a la mujer. De manera análoga con lo que había sucedido en el origen del género humano y de la historia de la salvación, en el proyecto de Dios el ideal escatológico debía revelarse no en un individuo, sino en una pareja. Por eso, en la gloria celeste, junto a Cristo resucitado hay una mujer resucitada, María: el nuevo Adán y la nueva Eva".
Para concluir, el Papa aseguró que "ante las profanaciones y el envilecimiento al que la sociedad moderna somete a menudo al cuerpo, especialmente al femenino, el misterio de la Asunción proclama el destino sobrenatural y la dignidad de todo cuerpo humano".
Adaptado de: Vatican Information Services VIS 970709 (350)
LA ASUNCIÓN DE MARÍA -DOGMA
-SCTJM
Los dogmas marianos, hasta ahora, son cuatro: María, Madre de Dios; La Virginidad Perpetua de María, La Inmaculada Concepción y la Asunción de María.
El Papa Pío XII bajo la inspiración del Espíritu Santo, y después de consultar con todos los obispos de la Iglesia Católica, y de escuchar el sentir de los fieles, el primero de Nov. de 1950, definió solemnemente con su suprema autoridad apostólica, el dogma de la Asunción de María. Este fue promulgado en la Constitución "Munificentissimus Deus":
"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".
El Papa Pío XII presentó varias razones fundamentales para la definición del dogma:
1-La inmunidad de María de todo pecado: La descomposición del cuerpo es consecuencia del pecado, y como María, careció de todo pecado, entonces Ella estaba libre de la ley universal de la corrupción, pudiendo entonces, entrar prontamente, en cuerpo y alma, en la gloria del cielo.
2-Su Maternidad Divina: Como el cuerpo de Cristo se había formado del cuerpo de María, era conveniente que el cuerpo de María participara de la suerte del cuerpo de Cristo. Ella concibió a Jesús, le dio a luz, le nutrió, le cuido, le estrecho contra su pecho. No podemos imaginar que Jesús permitiría que el cuerpo, que le dio vida, llegase a la corrupción.
3-Su Virginidad Perpetua: como su cuerpo fue preservado en integridad virginal, (toda para Jesús y siendo un tabernáculo viviente) era conveniente que después de la muerte no sufriera la corrupción.
4-Su participación en la obra redentora de Cristo: María, la Madre del Redentor, por su íntima participación en la obra redentora de su Hijo, después de consumado el curso de su vida sobre la tierra, recibió el fruto pleno de la redención, que es la glorificación del cuerpo y del alma.
La Asunción es la victoria de Dios confirmada en María y asegurada para nosotros. La Asunción es una señal y promesa de la gloria que nos espera cuando en el fin del mundo nuestros cuerpos resuciten y sean reunidos con nuestras almas.
Madre Adela Galindo SCTJM
En la Asunción, el cuerpo de María, cuerpo de mujer, es exaltado
La teóloga Cettina Militello explica implicaciones de esta verdad de fe
Zenit
El Papa recordó los 50 años de la proclamación del dogma de la Asunción el 1ro de Noviembre del 2000. La teóloga Cettna Militello, en el Foro Internacional de Mariología en Roma acertó que se trata de una verdad de fe que tiene mucho que decir a nuestra cultura.
«El lazo de unión entre el dogma de la Asunción y el Jubileo no es casual --indica la profesora Militello, catedrática en las facultades teológicas «Marianum» y «Teresianum» de Roma y presidente de la Sociedad Italiana Para la Investigación Teológica--. Ya en el 1950, el año en el que Pío XII lo proclamó, era un año santo. La misma constitución apostólica "Munificentisimus Deus", que proclama esta verdad de fe, tiene un tono doxológico, es un himno de alabanza a Dios por las maravillas realizadas en María. Y la alabanza es una dimensión típicamente jubilar».
--¿Pero qué puede decir la Asunción al hombre de hoy?
--En el contexto de transición cultural en el que vivimos, con un hombre contemporáneo que cada vez más se enfrenta a la búsqueda de sentido, yo creo que el tema a subrayar es el de la corporeidad: este dogma dice que el cuerpo de María, cuerpo de mujer, es exaltado. Es un hecho que para nosotros es paradójico: justamente el cuerpo femenino, en nuestra cultura, ha sido durante mucho tiempo el emblema del desprecio. María, en cambio, exaltada en su Asunción, revoluciona esta idea: nuestra corporeidad, por muy enferma que esté, está llamada a la transfiguración en el diseño de Dios.
--María muestra, por tanto, lo que nos espera...
--Sí. Pero dice también algo sobre nuestra condición de hoy, sobre este cuerpo nuestro, lugar de la relación con el otro y con la creación. En el fondo de la Asunción está el misterio de la Encarnación que hay que tomarlo en serio: si Cristo se ha hecho carne, tampoco la dimensión corpórea es ya la de antes. El resucitado nos ha sumergido ya en la nueva realidad, nos lleva a interpretar el espacio y el tiempo en manera diversa. Lo que en María se ha cumplido ya en plenitud, también nosotros estamos llamados a experimentarlo en forma sacramental en la relación con nuestro cuerpo.
--Pero, ¿qué tiene que decir el cuerpo de María elevado a los cielos sobre nuestro destino último?
--Es para nosotros horizonte, meta, signo de esperanza. María nos muestra la plenitud de la carne: la salvación no es una dimensión desencarnada. Las imágenes de las que se sirve la Escritura, los bienes que se nos han prometido, lo dicen claramente. No se trata de hacer una física de las realidades últimas: todo queda en el misterio. Pero imágenes como las del Apocalipsis (la esposa, el banquete...) nos hacen intuir en forma simbólica que la plenitud no será sólo espiritual.
--¿Por qué se hace memoria de este dogma justo en la fiesta de Todos los Santos?
--Hay un nexo profundo entre María y la comunión de los santos. Lo que contemplamos en la Asunción como un «privilegio» de la Madre de Dios, en la solemnidad de Todos los Santos se hace un hecho participado y común. Es un designio que implica a todos los redimidos: los del cielo y junto a ellos todos los que viven en gracia. La comunión de los santos, en efecto, no es sólo de los que nos han precedido: se relaciona, para usar la definición clásica, también con la Iglesia peregrinante, la que vive en el mundo. La Asunción, por tanto, es la primera, no la única. Y en la fiesta de Todos los Santos celebramos la coparticipación en todo lo que ella goza. Pío XII podía perfectamente promulgar este dogma el día de la Asunción. Al escoger como fecha el 1 de noviembre, en cambio, dio a esta verdad de fe una precisa impronta eclesiológica.
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Las apariciones de María empezaron en los años 40 después de Cristo, probablemente antes de que falleciera, ante el Apóstol Santiago en Saragoza, España. Ella se les ha aparecido a otros en intervalos irregulares a través de los dos mil años desde el nacimiento de Jesús. Las características de sus apariciones se han mantenido de manera consistente. Ella usualmente en un globo de una Purísima luz blanca, vestida con una túnica larga y la cabeza cubierta con una variedad de colores dependiendo del tipo de mensaje que vaya a dar. Sus pies están usualmente rodeados por una nube o niebla y ocasionalmente se la ve llevando a su hijo en los brazos. Un número de sus apariciones son precedidas por inusuales fenómenos tales como la observación de rayos y truenos en un cielo límpido, las apariciones de seres angelicales o nubes de formas con significancia religiosa tales como una cruz o una puerta abierta así como otros inexplicables eventos.
En 1917, Portugal estaba al borde del totalitarismo después de la revolución de 1910. La revolución había decretado una aguda separación de la Iglesia y el estado, la propiedad de la iglesia había sido confiscada, y se había ordenado la disolución de las congregaciones religiosas . Las clases pensantes y gobernantes eran antireligiosas y decisivamente anticlericales. La teoría gobernante estaba basada en que las creencias religiosas tradicionales eran puramente supersticiones y así lo indicaban en los semanarios y diarios que ellos imprimían. Aún las áreas rurales normalmente inmunes a las novedades intelectuales de los centros cosmopolitas fueron afectados por el cierre de las iglesias y una cautelosa advertencia contra cualquier expresión externa de creencias religiosas. A pesar de esto, una sólida fe religiosa tomo raíz en los sencillos campesinos de las partes rurales del país. En esta atmósfera, una serie de apariciones de la Bendita Virgen ocurrieron ante tres pequeños niños del villorrio rural de Fátima por un período cercano a los seis meses empezando en Mayo de 1917.
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Las apariciones tomaron raíz en una serie de eventos místicos que empezaron en 1915. Tres pequeños, Lucia dos Santos, de nueve años, y sus dos primos mas jóvenes, Francisco y Jacinta Marto, estaban pastando un rebaño de ovejas en la campiña en las afueras de Fátima cuando Lucia se percató de una nube translúcida que parecía tener una forma humana. Esta se movió a través del cielo y finalmente se posó sobre un soto de pinos.
Un año después, en el verano de 1916, los niños llevaban sus rebaños de ovejas hacia una pradera llamada Couza Velha donde ellos fueron sorprendidos por una súbita tormenta. Guareciéndose en el refugio de una cueva cercana, ellos decidieron comer sus refrigerios y esperar hasta que la lluvia cesara antes de reagrupar sus manadas. Después de completar un breve Rosario, la lluvia paró de repente y, luego de unos momentos de dejar la cueva, ellos fueron recibidos por un fuerte viento que soplaba a través de los pinos. Cuando ellos voltearon para ver que cosa podría estar causando dicho viento, ellos vieron nuevamente la nube transluciente que Lucia había visto el año anterior. Esta vez la nube se movió hacia ellos y finalmente se volvió distingible tomando la forma de un transparente " Joven " de cerca de catorce años de edad. El hombre joven se identifico a los asombrados niños, " No teman. Soy el ángel de la Paz. Rezan conmigo. "Entonces el se arrodillo en la tierra ,inclinándose hacia adelante hasta que su frente se apoyo en esta, y rezó : " Mi Dios, Yo creo en ti, Yo te adoro y Yo te amo ! Te pido perdón por todos aquellos que no creen , que no te adoran y no te aman ! " El dijo este rezo por tres veces. Cuando se levantó el le dijo a los niños " Recen de esta manera. Los corazones de Jesús y María están atentos a las voces de sus suplicas. " Diciendo esto, el se desvaneció. Los niños estaban rebosantes de gozo y en estado de estasis. Ellos repitieron este rezo por un largo tiempo tal como el ángel lo había hecho - sobre sus rodillas.
Los niños decidieron no decir nada a nadie acerca de sus experiencias temiendo hacer el ridículo y ser censurados por sus padres y amigos. Muchas semanas después, el ángel se les apareció de nuevo y les pidió que ellos solicitaran un gran don, ofrecieran sacrificios al Mas Grande y aceptaran cualquier sufrimiento que el Señor les enviara. En esta tercera y final aparición en Octubre, el ángel trajo consigo un cáliz y sostuvo sobre el, una Hostia. Antes de ofrecer la Hostia a Lucia, la única que había recibido la Primera Comunión , el se postró en el suelo y dijo :
" La mas Santísima Trinidad, Padre, Hijo, Espíritu santo, Yo los adoro profundamente y les ofrezco el mas Precioso Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesús Cristo, presente en todos los tabernáculos de la tierra, en reparación por todos los ultrajes, sacrilegios, e indiferencia con la cual El mismo es ofendido. Y a través de los infinitos méritos de Su Santísimo Corazón y el Inmaculado Corazón de María, yo te suplico por la conversión de los pobres pecadores."
El repitió este rezo por tres veces y luego levantándose, alzo la Hostia ante sus ojos y dijo : " Toma y bebe el Cuerpo y la Sangre de Jesús Cristo, horriblemente insultado por la ingratitud humana. Haz reparación de sus crímenes y consuela a tu Dios." Con esto, el le dio la Hostia a Lucia y dejo que los otros niños bebieran del Cáliz.
Todo esto ocurría en Portugal, La primera guerra mundial estallaba a través de Europa. En el otoño de 1914 , el Papa Benedicto XV solicitó a los líderes de Europa que pararan el baño de sangre pero fue en vano. Después de numerosas solicitudes, el 5 de Mayo de 1917 , el Papa decreto que la invocación Reina de la Paz, ruega por nosotros fuera permanentemente incluida en las letanías de los rezos a María de la Iglesia. El además recalcó :
A María, quien es la Madre de la Misericordia y omnipotente por gracia, devotamente amémosla y atraigamos devotos de todos los rincones de la tierra - desde nobles templos hasta pequeñas capillas, de palacios reales y mansiones de ricos hasta las mas pobres villorrios - desde todos los lugares donde un alma llena de fe encuentre refugio - de la sangre que empapa las llanuras y los mares. Llevémosle a ella la angustia y el llanto de madres y esposas, el lamento de los pequeños inocentes, las miradas de todo corazón generoso, para que su mas tierna y benigna gracia sea movida y la paz que buscamos sea obtenida para nuestro agitado mundo.
En Fátima, los niños continuaban rezando y ofreciendo todo los sacrificios que ellos podían hacer tal como el ángel se los había solicitado. El 13 de Mayo - ocho días después de que el Papa solicitara directamente la intervención de los cielos - los pequeños pastores estaban llevando sus rebaños a las llanuras de Cova da Iria cuando fueron deslumbrados por un rayo muy brillante. Pensando que era un relámpago, ellos corrieron a cobijarse al abrigo mas cercano que los podían encontrar cerca a un alto árbol de roble. Un segundo rayo brillante nuevamente los asustó y entonces ellos corrieron desde el árbol hacia el este buscando un mejor refugio. Ellos fueron sorprendidos al ver un brillante globo de luz revoloteando sobre un pequeño arbusto que estaba directamente en su camino. En el medio de la luz se encontraba una Señora vestida de blanco brillante, con sus manos juntas sobre su pecho en actitud de rezar ; en su mano derecha ella llevaba un Rosario.
La Señora les habló con una suave y melodiosa voz,
" No teman, no les haré daño !"
Lucia le preguntó a la Señora de donde venia, a lo cual ella respondió,
" Yo vengo del cielo."
Oído esto, Lucia le pregunto a la Señora que era lo que quería de ella. La Señora contestó,
" Vengo a solicitarte a que vengas a este lugar por seis meses consecutivos, los días trece a esta misma hora. Entonces yo te diré quien soy, y que es lo que quiero. Y luego yo volveré aquí una séptima vez."
Lucia entonces preguntó si ella Iria al cielo, y la Señora le respondió,
" Si, tu iras."
Ella entonces preguntó si Jacinta y Francisco irían al cielo también. La Señora respondió,
"También. Pero Francisco deberá rezar muchos Rosarios !"
Después Lucia le consultó sobre el estado de dos niñas que habían muerto recientemente, la Señora habló nuevamente,
"¿ Ustedes desean ofrecerse a Dios, para resistir todo el sufrimiento que El pudiera enviarles, como expiación de los pecados con que El es ofendido, y pedir por la conversión de los pecadores ?"
Los niños respondieron, " Si, queremos." La Señora entonces les dijo que ellos tendrían que sufrir mucho, pero que la gracia de Dios seria su consuelo.
Jacinta, la mas joven de los niños, estaba embelesada por la belleza y gentileza de la Señora. Cuando la aparición terminó ella continuaba repitiendo, " Oh, que hermosa Señora".
Aun cuando ellos habían acordado no hablar a nadie acerca de la aparición de Cova, Jacinta no pudo resistir el contarle a su madre acerca de la "bella Señora" que habían visto. Su madre estaba al principio exceptica de su historia pero la respuesta del su padre, luego de oír a los otros niños describir los eventos fue sucinta, "Bueno, si los mas jóvenes vieron una Señora vestida de blanco... Quien podría ser sino Nuestra Señora ?" A la mañana siguiente, Lucia encontró a una de sus hermanas, María, quien la saludo , " Oh Lucia, oí que tu has visto a Nuestra Señora en Cova da Iria ! es verdad ?" Lucia solo pudo responder, " Quien te lo dijo ?" María no creía la historia al igual que el resto de la familia de Lucia. Su madre, María Rosa era particularmente dura con Lucia pensando que la pequeña estaba mintiendo acerca de todo el asunto.
Tal como lo había prometido, María se les apareció a los niños los 13 de cada mes por seis meses. Los niños tenían mucho que sufrir. En su aparición de Julio, La Madre Bendita les prometió hacer un milagro en Octubre para que todos aquellos que vinieran a Cova creyeran realmente que ella estaba presente allí. Ella también les solicitó que rezaran :
" Sacrifíquense por los pecadores, y repitan continuamente, especialmente cada vez que hagan un sacrificio por ellos : ! Oh Jesús, esto es por amor a ti, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados que cometen contra el Inmaculado Corazón de María"
En sus apariciones en Fátima, María les dijo a los niños que solicitaran a la gente que rezaran, convirtieran sus vidas a Dios y que honraran sus apariciones allí. Durante la aparición de Julio, María les dio a los niños tres Secretos los que no debían de ser revelados sino hasta cuando ella lo autorizara. Ella también prometió un milagro al final de sus apariciones en Octubre que ayudaría a todos a creer en sus visitas a Fátima. Luego de darles los Secretos, ella dijo :
" Cuando recen el Rosario, digan después de cada misterio : ! Oh mi Jesús, perdónanos, sálvanos del fuego del Infierno. Lleva nuestras almas al Cielo, especialmente aquellas que están mas necesitadas."
Las apariciones empezaban a llamar la atención de manera negativa en esta parte rural de Portugal en donde era de desagrado de la mayoría, Así que en Agosto, justo antes de la próxima aparición programada , ellos raptaron a los niños, los interrogaron, y luego los encarcelaron el la prisión de la localidad, y los amenazaron con ejecutarlos. Todo esto como consecuencia de su negativa a cambiar su historia acerca de la hermosa Señora vestida de blanco y negarse a revelar los Secretos que ella les encargara algunas semanas antes.
Los lugareños quienes habían ido a Cova sin saber que los niños habían sido raptados contaron que al mediodía ellos oyeron el golpe de un trueno que parecía provenir de bajo la tierra, vieron al sol perder su brillantez, testificaron que la atmósfera se volvió opaca y observaron una pequeña forma blanca nebulosa alrededor del tronco del árbol donde las apariciones habían tenido lugar. Una vez que esto ocurrió, ellos vieron que las nubes cercanas al sol se tornaron de color carmesí y luego rápidamente cambiaron a través de todos los colores del arco iris. Luego de muchos minutos de testificar esto, todo en Cova volvió a la normalidad.
Durante la última aparición, en Octubre 13 de 1917, La Señora de luz se identificó como Nuestra Señora del Rosario. Los 70,000 peregrinos empapados de lluvia quienes vinieron a presenciar la ultima aparición de María observaron al sol girar fuera de su órbita, emitiendo un arcoiris de colores mientras giraba ; finalmente, cuando esta demostración secó, el sol fue visto precipitarse hacia la tierra causando gritos de terror entre los peregrinos. Cuando el sol volvió eventualmente a su situación normal después de cerca de doce minutos de empezar esta inexplicable demostración , muchos de esos peregrinos empapados en lluvia se encontraron con sus ropas totalmente secas. Aun mas, un número de peregrinos que habían llegado con problemas médicos se encontraron completamente curados de sus dolencias o significativamente aliviados. En adición, los mas de diez mil personas de los alrededores que decidieron no ir a la aparición también vieron al sol bailando en el cielo.
Una de las principales publicaciones anticlericales del día era O Dia, el periódico mas grande de Lisboa. En Octubre 17 , O día reportó lo siguiente :
A la una de la tarde, medio día, la lluvia se detuvo. El cielo, de color gris perlado, ilumino la vasta y árida pradera con una extraña luz. El sol tenia un velo de gasa transparente de tal forma que los ojos podían ser posados en el fácilmente. El tono de perlamadre se volvió como una hoja de plata la cual se disolvió mientras las nubes fueron puestas aparte y el sol plateado, envuelto en la misma gaseosa luz gris, fue visto agitarse y rotar en el circulo de nubes rotas. Un grito se elevó de las bocas y la gente cayó de rodillas en la fangosa tierra. La luz se volvió de un hermoso azul tal como si viniera a través de los vitrales de las ventanas de la catedral y se dispersó sobre la multitud quienes se arrodillaron con sus manos extendidas. El azul se disolvió lentamente y entonces la luz pareció filtrarse a través de un vidrio amarillo. El amarillo tiño los blancos pañuelos , las blusas oscuras de las mujeres. Se lo reportó en los arboles, en las piedras y en la sierra. La gente lloró y rezó con las cabezas descubiertas en la presencia del milagro que habían observado.
El otro mayor periódico de Lisboa, O Seculo, envió a su editor, Avelino de Almeida a la escena. El había sido exceptico acerca de la totalidad de la historia de Fátima y su milagro anunciado en un articulo que escribió la mañana del 13. Sin embargo, ahora como testigo de los eventos de Fátima, el anotó lo siguiente :
Desde el camino, donde los vehículos se habían estacionado y se encontraban cientos de personas quienes no se habían atrevido a enfrentar el lodo donde se habían congregado, uno podía ver la inmensa multitud volverse hacia el sol, el cual se veía libre de nubes en su zenit. Este lucia como una placa de plata apagada y era posible mirarlo sin ninguna molestia. Debiera haber sido un eclipse que se estaba efectuando. Pero en ese momento un gran grito estallo y uno podía oír a los espectadores a cercanos gritando :
" Un milagro ! Un milagro !" Ante los atónitos ojos de la multitud, cuyo aspecto era bíblico mientras permanecían con las cabezas descubiertas, ansiosamente hurgando el cielo, el sol temblaba , haciendo de improviso increíbles movimientos fuera de todas las leyes cósmicas - el sol "bailaba" de acuerdo a la expresión típica de la gente.
Otro observador que testifico estos eventos fue Joseph Garrett, un profesor de ciencias naturales de la Universidad de Coimbra. El Doctor Garret describió los acontecimientos de manera similar :
Este no era el chisporroteo de un cuerpo celeste, por sus giros en si mismo en un loco remolino.Subitamente un clamor se escucho de entre la gente.El sol, girando, parecía perderse del firmamento y avanzar aterradoramente sobre la tierra como para aplastarnos con su poderoso y fiero peso . La sensación durante estos momentos era terrible.
Una versión condensada de los eventos en Fátima fue reportado por un número de periódicos alrededor del mundo a pesar de que los astrónomos no reportaron que nada inusual había sucedido con el sol.
Después de casi treinta años de examinación por una comisión compuestas por clérigos, físicos y científicos. La Iglesia Católica estableció las apariciones de Fátima como dignas de creerse el 13 de Octubre de 1930 con la declaración del Obispo de Leiria :
" Nosotros consideramos a bien :
1) Declarar digna de credibilidad las visiones de los pastores en Cova de Iria, en el paraje de Fátima de esta diócesis, en el día treceavo de los meses de Mayo a Octubre de 1917 ;
2) otorgar permiso oficial para el culto a Nuestra Señora de Fátima."
Los Secretos comunicados en estas apariciones fueron solamente revelados en 1942, luego de que ellos fueron comisionados a escribir en cuatro memorias separadas entre 1935 y 1941, por la superviviente hermana - Lucia. Los Secretos revelados por la Bendita Virgen en 1917 fueron :
Una visión de la realidad del infierno, previamente descrito, el cual era tan horrendo para los visionarios que estos desearon tomar todas las penas y mortificaciones inimaginables, si con esto tan solo pudieran evitar que las almas vayan allí. María les dijo, " Ustedes han visto el infierno donde las almas de los pobres pecadores van. Para salvarlos, Dios desea establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón."
" La Primera Guerra Mundial terminará pronto. Sin embargo, si la humanidad no cesa de ofender a Dios, otra guerra peor estallará en el reinado de Pío XI. Cuando ustedes vean la noche iluminada por una luz desconocida, sepan que esta es la gran señal que Dios les da, y que el va a castigar el mundo por sus crímenes lo que significa guerra, hambre, persecución de la Iglesia y del Padre Santo. Para impedir esto, Yo vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión de reparación en los Primeros Sábados. Si mi solicitud es atendida, Rusia se convertirá , y entonces habrá paz. Si no, Rusia propagará sus errores a través del mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia ; los buenos serán martirizados, El Santo Padre tendrá que sufrir mucho, varias naciones serán aniquiladas ; y al final mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre consagrará Rusia a mi la cual se convertirá, y un tiempo de paz le será otorgado al mundo."
El Tercer Secreto nunca ha sido públicamente revelado. Lucia dijo "que este no podía ser abierto antes de 1960" . Tres Papas han dicho haberlo leído en los años posteriores a 1960, pero decidieron no publicar su contenido.
Con el establecimiento de la devoción al Inmaculado Corazón, María establece que su intersección puede obtener de su Hijo la salvación de las almas las que de otra manera sería condenadas. La devoción al Inmaculado Corazón de María se ha incrementado dramáticamente después de la Segunda Guerra Mundial luego que los secretos fueran mas conocidos. Sin embargo, esta devoción ha ido declinando durante los últimos veinte años. Los principales elementos del segundo Secreto han pasado.
La Primera Guerra Mundial finalizó un año después de la ultima aparición de Fátima. Muchos historiadores estarían de acuerdo en que la Segunda Guerra Mundial empezó en 1938, el último año del reinado de Pío XI , con la anexión Germana de Austria. Dos meses antes de este acontecimiento una inusual aurora con una luz ultraterrena se mostró en el cielo hacia el Norte ocasionalmente visible en la noche en altas latitudes, fue vista sobre toda Europa y reportada ampliamente por la prensa ya que fue observada tan lejos al sur como Roma. Atónitos observadores reportaron incendios forestales e intensos fuegos aparentemente asociados con estas luces extrañas. Poco antes de que estas apariciones empezaran, la revolución Bolchevique irrumpió y llevó a Rusia a la senda del Comunismo. Mas de 35 millones de Católicos devotos fueron asesinados por Stalin ya sea en el Gulag o mediante sus escuadrones de aniquilamiento. Rusia se anexo un numero de países vecinos a la USSR y el comunismo se volvió un dogma que reemplazó el fascismo como la mayor amenaza global a la libertad y dignidad personal.
El Papa Juan Pablo II finalmente completo la dedicación de el mundo, incluyendo Rusia, al Inmaculado Corazón de María en 1984.... y poco después, la USSR colapso y el comunismo Soviético se esfumó como la mayor ideología de Europa del Este y de los países conformantes de la USSR. Desafortunadamente, el comunismo continua existiendo como una fuerza política viable en Rusia y como la ideología de estado dominante en China, Nor Corea, Vietnam y Cuba. El ultimo de los secretos no ha sido nunca revelado. Las mas informada especulación, fue hecha por Fr. Joaquin Alonzo, y apunta hacia una crisis de la fe que tomará a la Cristiandad después de 1960 llevándola a una apostasia similar en naturaleza a la predicada por San Pablo. Ya que la carta de Lucia que contiene los Secretos empieza la sección del tercero con " En Portugal, el dogma de la fe será siempre preservado ; etc.. (porción secreta del texto)..", Se desprende de esta oración que el dogma de la Fe no será preservado en otras naciones. Con esta observación, hemos dado significados para determinar que dogmas son aceptables al Cielo- observen a lo que se practica en Portugal. En cualquier evento, el contenido del Secreto fue enviado por Lucia en un sobre sellado al Obispo local en 1944. Eventualmente, el sucesor del Obispo Local remitió el sobre sellado al Vaticano en 1957.
No tan conocido como el Tercer Secreto de Fátima es una locución interior reportada en una carta escrita por la Hermana Lucia en 1943. En esta carta, la Hermana Lucia estableció que Nuestro Señor le había pedido que transmitiera sus preocupaciones al Obispo de España. Su carta dice, en una parte :
" Debido a que el acto de consagración hecha por Su Santidad (en Octubre 31 de 1942), El (Nuestro Señor) promete que la guerra terminará pronto. Pero ya que esta (la consagración) estaba incompleta, la conversión de Rusia será pospuesta. Si el obispado de España no hace caso de Sus deseos, esta (Rusia) nuevamente será azotada con lo cual Dios los castigará."
Desafortunadamente, la respuesta a esta solicitud fue tibia y el mundo habría de sufrir durante 45 años mas el terror soviético.
En 1984, el Obispo de Leiria - Fátima dio una charla en Viena en la cual dijo, " El Secreto de Fátima no habla acerca de bombas atómicas, ni de cabezas atómicas, ni acerca de misiles SS-20 . El contenido concierne a la fe. Identificar el Secreto con anuncios catastróficos o con un holocausto nuclear es distorsionar el significado del mensaje. La perdida de fe de un continente es peor que la aniquilación de una nación ; y es verdad que la Fe disminuye constantemente en Europa."
En respuesta a un clérigo quien estaba preocupado por la confusión de la Iglesia luego del Vaticano II, Lucia (quien se convirtió en la Hermana Lucia) anotó, " Es triste realmente el que muchas personas se dejen dominar por la onda diabólica que esta barriendo el mundo y ellos deben estar ciegos para ser incapaces de percibir el error ! El principal error es que ellos han abandonado el rezo ; ellos así se han distanciado asimismo de Dios, y sin Dios, todo les falla...El diablo es muy astuto y busca nuestro puntos débiles a fin de atacarnos. Si nosotros no somos diligentes y cuidadosos para encontrar y acercarnos a Dios, caeremos, porque nuestros tiempos son muy malos y nosotros estamos débiles. Solamente el acercamiento a Dios nos puede mantener a salvo."
El mensaje de María de arrepentimiento, oración y conversión como el camino a su Hijo, transmitido en Fátima, parece perder su inmediatez en los inicios de 1960 cuando el tercer Secreto no fue revelado. Pero lo que lentamente ha ido cambiando con los eventos que se iniciaron en la cúpula de una Iglesia en un suburbio de El Cairo, Egipto en 1968 y poco después en una villa Japonesa de la ciudad de Niigata en 1969.
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