Educación y Pedagogía


Maestro y su papel en la Educación


"Creo que la persona del maestro es el elemento de máxima importancia en la instrucción, más importante que los métodos usados... Nosotros le damos prioridad a ciertas actitudes con las cuales el profesor mantiene sus relaciones con los estudiantes: Congruencia, transparencia, empatía para facilitar el cambio". CARL ROGERS

BIBLIOGRAFÍA

- Colom, A.J.(coord)(1997).”Teorías e Instituciones Contemporáneas de la educación”. Barcelona: Ariel Educación.

- Juif, Paul & Legrand, Louis(1980).”Grandes orientaciones de la pedagogía contemporánea”. Madrid: NARCEA, S.A. DE EDICIONES.

- Lener, Marcelo(1974).”Introducción a la psicoterapia de Rogers.”. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión.

- Palacios, Jesús( 1979 ).”La cuestión escolar”. Barcelona: Laia.

- R.Rogers, Carl(1983).”Libertad y creatividad en la educación en la década de los ochenta”.Barcelona: Ediciones Paidos.

Páginas web:

http://www.uag.mx/: “La teoría educativa de Carl.L.Rogers: alcances y limitaciones”.Revista Academia nº6, Diciembre 1998-Enero 1999.(Publicación de la Universidad de Guadalajara, México): DAPA Publicaciones.

http://www.psicologia-online.com:”La teoría fenomenológica de la personalidad de Carl.L.Rogers”.

http://www.ecovisiones.cl/index.html: Articulo:”Las nuevas visiones”.

http://www.psicomundo.org :Biografía Carl.L.Rogers.

http://www.arrakis.es/~afr1992/horizonte2001/rogers.htm:Conferencia pronunciada en la Universidad Autónoma de Madrid.

http://www.uco.es: Crítica al enfoque pedagógico de Rogers del libro: “ La pedagogía no directiva: Estudio crítico sobre el pensamiento pedagógico de Carl R. Rogers”. Editorial: Escuela Española.

BIBLIOGRAFÍA DEL AUTOR

  • 1939: “Tratamiento clínico del niño problema”.

  • 1942: “Counseling and psicoterapy”: El paciente es visto como un ser autónomo en alto grado capaz de comprender sus problemas y además movilizado a ello por su propio impulso; el terapeuta, por su parte, en vez de continuar siendo la autoridad científica que “dirige” la terapia, asume un rol más modesto: el de un catalizador que favorece el proceso terapéutico.

  • 1951: “Psicoterapia centrada en el cliente”: Expone amplia y comprehensivamente las bases y aplicaciones de su nuevo enfoque. Presenta además una teoría sobre la personalidad y la conducta.

  • 1961: “El proceso de convertirse en persona”: Consiste en una selección de trabajos escritos entre 1931 y 1961, los que contienen sus ideas e investigaciones sobre el desarrollo de una personalidad libre y sólida.

  • 1966: “Psicoterapia y relaciones humanas”. Este libro está escrito en colaboración con la psicoterapeuta belga Marian Kinget. Adquieren mayor precisión tanto su enfoque psicoterápico como su teoría de la personalidad y las condiciones para el éxito teraéutico.

  • 1969: “Freedom to learn”.

  • 1970: “ Carl Rogers y los grupos de encuentro”.

  • 1972:“Convertirse en compañeros: el matrimonio y sus alternativas”.

  • 1977: “ Carl Rogers on personal power”.

  • 1980: “A way of being”.

*Se adjunta en el anexo 1 una recopilación cronológica de bibliografía en Inglés, cintas magnéticas, films, casettes y manuscritos no publicados.(pertenecientes al libro registrado en la bibliografía :”Introducción a la psicoterapia de Rogers”).

CORRIENTE PEDAGÓGICA

La defensa de la libertad frente a la imposición de las instituciones o personas engloba en el movimiento antiautoritario a distintas teorías educativas. La libertad, la cultura y la escuela fundamentan la pedagogía anarquista caracterizada por la educación integral, racional, libertaria y mixta. Tolstoi, Ferrer Guardia, Neill, Rogers serían sus representantes más importantes y los que inician el antiautoritarismo en educación.

El movimiento antiautoritario en pedagogía ha implicado en su trayectoria histórica, un compromiso ideológico de transformación social. Este encauza sus críticas hacia las actitudes en educación, más que hacia los métodos y los contenidos, y defiende un cambio actitudinal por parte del maestro y de la institución educativa misma ,que propicie el surgimiento de nuevas relaciones y nuevas alternativas.

El antiautoritarismo en educación toma sus raíces de la ideología anarquista, concretándose en una educación integral y libertaria, que tiene como objetivo final la consecución de personalidades libres y autónomas, que contribuyan a su vez a la edificación de una sociedad de iguales características. Nadie tiene el derecho de mandar y dominar a otros. Las formas idóneas de actuación vendrían dadas por acuerdos elaborados entre todos. Este aprendizaje impide la interiorización por los individuos de los mecanismos de sumisión a la autoridad. Un aprendizaje antiautoritario tendría como objetivos la erradicación del miedo, la angustia, la culpa o cualquier otro factor que potenciase la dependencia compulsiva. Para que este proceso de enseñanza-aprendizaje pueda darse, necesita de un contexto social. Difícilmente puede darse en un marco social presidido por la competitividad, el dominio y la dependencia.

EL ENFOQUE HUMANISTA

En el campo del aprendizaje ha sido importante el aporte de C. R. Rogers validando el llamado aprendizaje experiencial o significativo entendido como proceso que modifica la percepción que los individuos tienen de la realidad, según la reorganización del yo (de aquí la atribución de privilegio que se otorga en este modelo, por una parte, al yo y, por otra, a la conciencia, como centros de la experiencia y acción personales = logocentrismo). Desde esta perspectiva, entonces, el aprendizaje no consiste en mera suma o acumulación de saberes, sino en entretejer congruentemente cada aspecto de la existencia con el yo individual. Se trata de un modelo holístico, ya que integra lo cognitivo con lo afectivo, interpretando que lo aprendido afecta e involucra a la conciencia de sí mismo. Muy acorde con su planteamiento de la terapia no-directiva, Rogers privilegia la experiencia (personal), la calidad de las relaciones humanas, (`Grupos de encuentro', 1973), la importancia de la autoridad interna (no impuesta), la evitación de medios ambientes o estímulos amenazantes (para el yo): en tales condiciones de `humanismo' es que se puede dar con propiedad el `aprender a aprender' y la actividad creativa. De aquí emerge una particular interpretación de los roles educativos: el alumno como actor auto-responsable y el profesor como guía facilitador y empático.

La psicología humanista aboga por la formación de un tipo de persona en la que los procesos de reflexión y creatividad se unen íntimamente al desarrollo de valores éticos que crean la posibilidad de modos de relaciones humanas y racionales entre las personas, sobre la base del alto valor del respeto mutuo y la consideración recíproca.

Las características a lograr en una persona madura, desarrollada integralmente, en una “persona que funciona plenamente” requiere según C.Rogers:

  • Autenticidad y autoexpresión.

  • Confianza en las elecciones personales y en la dirección de su propia vida.

  • Desarrollo permanente de sus potencialidades, autorrealización y creatividad.

  • Receptividad hacia sus experiencias (interior y exterior).

  • Valoración positiva de las relaciones personales profundas.

Para Rogers las bases de la relación humana son : Comprensión, respeto y la aceptación.

BIOGRAFÍA

Carl.R. Rogers, psicoterapeuta Americano nacido en el año 1902 en Illinois. Pertenece a una familia con profundas raíces religiosas, con fuertes convicciones protestantes. Su infancia transcurrió en una atmósfera ética y religiosa muy estricta e intransigente, además de solitaria. Esto hizo que él fuese un amante de la lectura y que sólo mantuviera el contacto con dos mujeres al acabar sus estudios básicos. A los 12 años la familia se trasladó al medio rural y este revela interés por el estudio de la ciencia aplicada, en este caso a las tareas agrícolas. En su juventud se siente atraído por los estudios humanísticos, especialmente historia, religión y psicología. Comienza sus estudios universitarios en Wisconsin, en el ramo de la agricultura y se inscribe en el Union Theological Seminary de Nueva York. El espiritu liberal y desprejuiciado con el que se encaraban y discutían los temas influyó para que su vocación religiosa cediera el paso al método de la Ciencia. En 1922 es seleccionado para asistir en China a la Conferencia Internacional de la World Student Christian Federation. Allí descubre que “personas sinceras y honestas podían crecer en doctrinas religiosas muy diferentes”, por primera vez se desvincula del sentimiento religioso paterno. Nunca se arrepentiría de los años pasados allí que le sirvieron para conocer a grandes eruditos y maestros como el doctor, A.C.Mc Griffert. Abandona el seminario y comienza los estudios de Psicología Clínica del Teachers´ College de la Universidad de Columbia. Obtiene en este período una beca por un año en el Institute for Chile Guidance, una clínica de orientación psicoanalítica para niños.

Al finalizar la universidad contrajo matrimonio y se dispuso a buscar empleo para mantener a su creciente familia. Todavía no había conseguido el doctorado cosa que haría a posteriori en dos ocasiones . Fue empleado como psicólogo en el Child Studyn Departament de la Society for the Prevention of Cruelty to Children, en Rochester, New York. Estos años en Rochester fueron muy valiosos para Rogers. Ejerce como psicólogo clínico y consejero en la atención de niños delincuentes y con problemas socio-económicos. Este fue un período de relativo aislamiento profesional que le hizo verse forzado a resolver de manera práctica los múltiples problemas de los pequeños pacientes y sus padres.

La experiencia de la paternidad le provee importantes conocimientos sobre los individuos, sus relaciones y desarrollo, conocimientos que considera superiores a los derivados de su práctica como psicólogo clínico. Se confiesa un padre “no muy bueno”, pero eficazmente compensado por su esposa; más adelante desarrollaría un buen rol parental.

En 1940 acepta un puesto en la Universidad de Ohio como profesor de psicología clínica y publica su primer libro, “Tratamiento clínico del niño problema”. Esto produjo que s diese cuenta de la amenaza que supone el causar novedades ante un sistema establecido aún así publica su segundo libro, “Consejo y psicoterapia”. Este libro tuvo notable repercusión en el campo de la educación, psicoterapia y orientación profesional. Introduce una concepción revolucionaria y estimulante en cuanto al papel recíproco de cada uno de los miembros de la relación psicoterápica.

Su vida profesional fue intensa: Cinco años en Ohio, doce en la Universidad de Chicago y cuatro en la de Wisconsin. Publicó numerosos libros en su época de profesor y empezó a valorar el sentido de la investigación.

Rogers es honrado en 1956 con el premio de la American Psychological Association por “ contribución científica distinguida”. Este mismo año fue elegido primer presidente de la Academia Norteamericana de Psicoterapeutas. A partir de este momento se dedica a la investigación sociológica trabajando y publicando numerosos libros sobre las relaciones humanas y sobre los grupos de terapia.

Muere en el año 1987 dejando una amplia obra traducida a numerosos idiomas y siendo una de las personalidades más fecundas y originales del campo de la psicología contemporánea.

NEILL, MAESTRO ANTIAUTORITARIO.

A.S NEILL:(1883-1973). Escocés de nacimiento era hijo de un maestro rural, profesión que el propio Neill ejercería durante un tiempo, después de graduarse en la Universidad de Edimburgo. Podemos destacar tres etapas en la vida de Neill :

1) 1883-1924 : La formación abierta y autónoma de un educador inquieto.

2) 1924-1960: La construcción de una educación alternativa: Summerhill.

3) 1960-1973: El mundo conoce y reconoce Summerhill.

Su amistad con Homer Lane le proporciona el conocimiento del autogobierno escolar que practicaría en la King Alfred, escuela de coeducación laica donde se insistía en el valor educativo de la libertad personal. Situado en el movimiento antiautoritario inglés de las escuelas progresistas, su formación se complementa con el psicoanálisis.

Durante su estancia en Hellerau(Alemania) funda en el año 1921 Summerhill; después de pasar por Austria decide trasladarse en 1927 a Leinston, en el nordeste de Gran Bretaña. Durante un tiempo, el interés de Nelly se dirigió a los niños difíciles, cuyos problemas atribuía a la imposición de determinadas pautas de conducta. Nelly cambió su actitud al darse cuenta de que los niños pudieran ver las consecuencias de vivir sin ser perturbados por las restricciones y coacciones de los adultos.

Su relación con W.Reich le ayuda a reflexionar sobre las dificultades para una educación en libertad. Las doctrinas religiosas, los problemas de los adultos interfieren en el desarrollo del niño. Fundamenta su optimismo respecto de la ausencia de reglas previas en las cualidades innatas de la naturaleza individual que nadie debe interferir, pues ellas contienen sus propios patrones de crecimiento y desarrollo para el futuro.

La alternativa pedagógica de Neill tiene un enfoque claramente regeneracionista y no se interesa por los aspectos instructivos o didácticos. Una sociedad enferma necesita un cambio de rumbo educativo. Para Neill, los sistemas educativo y social están basados en la represión de las identidades personales. El autoritarismo de los padres, de la Iglesia, de la escuela, de la organización del trabajo son la expresión de una hostilidad que niega el desarrollo positivo e impide la creación de personalidades independientes. La educación es una tarea de comprensión y de situarse al lado del niño, procurando satisfacer sus necesidades psíquicas sin que el autoritarismo adulto haga acto de presencia. El miedo , la hipocresía y la hostilidad deben de dar paso a la autonomía, el amor y la libertad. Pero no se trata de una libertad abstracta. La libertad de un niño en Summerhill limita con la libertad de los demás.

El sistema pedagógico de Summerhill.

Neill afirmaba que Summerhill más que una escuela era una forma de vivir en comunidad. Sus principales características serían:

  • Régimen de internado.

  • El individuo libre es aquel que vive y deja vivir.

  • Derecho del niño a decidir su propia conducta frente al autoritarismo represor.

  • Libertad interior estimulada por un clima afectivo, donde el niño llegará a conocer por si mismo.

  • El cultivo de la libertad y la responsabilidad facilitarán la vida social, al descubrir que no es libertad el violentar a otros.

  • Los profesores y los alumnos se unen en asamblea para discutir los problemas de la comunidad. La asamblea dicta leyes y un tribunal castiga a loa infractores.

  • Disciplina fundada en su libertad de decisión.

  • El maestro y el niño intercambian sus objetivos.

  • Educación dirigida al ámbito emocional, donde no impera la formación intelectual.

  • Terapia o tratamiento de los niños problema.

Fueron muchas las críticas a las que se enfrentó esta experiencia pedagógica, tanto políticos como ideológicos. En la década de los sesenta recibió acusaciones de libertinaje en su interior que nunca fueron demostradas. Summerhill continúa con su labor pedagógica de la mano de Zoe, la hija de su fundador.

LA ENSEÑANZA CENTRADA EN EL ESTUDIANTE

1- Principios básicos sobre la enseñanza y el aprendizaje.

El postulado básico sigue siendo la confianza en las potencialidades del ser humano. El ser humano tiene una curiosidad innata por su mundo, curiosidad que le moverá a asimilarlo. Aquel aprendizaje y esta asimilación necesitan de determinadas circunstancias y condiciones. Una de ellas es lo que podríamos llamar la pertinencia del asunto a aprender. El aprendizaje significativo tiene lugar cuando el estudiante percibe el tema de estudio como importante para sus objetivos. Además de pertinentes los contenidos han de ser no amenazantes para el yo. Los aprendizajes que implican cambios amenazadores en la organización del yo encuentran resistencias y son rechazadas.

Otra de las condiciones es la que se refiere al hecho de que, es gracias a la práctica como se logra la mayor parte de dicho aprendizaje.

El aprendizaje participativo es más eficaz que el aprendizaje pasivo. El aprendizaje se facilita cuando el estudiante participa responsablemente en el proceso mismo de aprender. Este aprendizaje es más perdurable y profundo cuanto más abarca e implica la totalidad de la persona que se educa. Rogers pretende servir de ayuda al “hombre entero” como tal, no a abstracciones que se hayan hecho de él.

Respecto al contenido Rogers dice:” El aprendizaje social más útil en el mundo moderno es el aprendizaje del proceso de aprendizaje, que significa adquirir una continua actitud de apertura frente a las experiencias e incorporar a si mismo el proceso de cambio”.

2- Clases de aprendizajes.

Rogers distingue dos tipos de aprendizaje: el memorístico y el vivencial. El memorístico es un aprendizaje estéril, sin vida. Se trata de un ejercicio puramente mental, sin significación alguna. El vivencial sólo es posible cuando lo que se aprende reviste un significado especial para quien realiza el aprendizaje. Sus características serían:

  • Es autoiniciado, no se basa en un currículum sino en la autoselección.

  • Aprendizaje penetrante.

  • Su esencia es el significado no los significantes.

  • El maestro es la modalidad más infrecuente de instrucción.

  • Los exámenes y las calificaciones pierden su sentido, valor y prerrogativas.

El aprendizaje significativo introduce una verdadera diferencia en la vida del que lo realiza, hasta tal punto que en ocasiones parece como si Rogers no distinguiese entre el aprendizaje que tiene lugar en la terapia y el que se produce en situación escolar. Lo importante es diferenciar entre el aprendizaje eminentemente vivencial, personal, significativo, de aquel otro al que hemos calificado de memorístico, impersonal y vacío de contenidos.

3- Centrarse en el alumno.

La conducta del maestro es la que define las posibilidades que le quedan al alumno. En este sentido, en la pedagogía tradicional, “todo lo que sea iniciativa y actividad es acaparado por el maestro.”

Lo que Rogers hace en pedagogía es, precisamente, descentrar este montaje, eliminar al maestro como eje y figura clave de la relación educativa y darle la importancia, la preponderancia y la palabra al alumno; en pocas palabras, centrar la enseñanza en el estudiante.

4- La importancia de las relaciones.

La pedagogía rogeriana plantea la exigencia del otro, es decir, implica abandonar el viejo subjetivismo individualista de la pedagogía tradicional; educador y estudiante son una pareja, no son nada el uno sin el otro.

En la pedagogía rogeriana, el grupo (con su profesor) se convierte en una “comunidad de aprendizaje”. Las relaciones de los estudiantes entre ellos se ven de esta manera enfatizadas y liberalizadas, y de ellas también se desprenderán aprendizajes significativos también para la vida del momento como para la vida futura. Con la particularidad de que estas relaciones se establecerán a niveles profundos y siempre personalmente significativos.El máximo exponente de estas relaciones puede encontrarse en los “grupos de encuentro” a los que posteriormente se tratará en este trabajo.

5- Aprender a cambiar.

Lo que preocupa a Rogers es la mutabilidad de nuestra sociedad, marcada, en todos los órdenes, por los progresos y avances más rápidos de la historia.

Para enfrentar los cambios que constantemente se producen en la ciencia, la tecnología, las comunicaciones y las relaciones sociales, las respuestas del pasado resultan del todo inadecuadas, por lo que hay que confiar cada vez menos en las “respuestas” establecidas y más en los “procesos” generadores de los nuevos problemas.

Según Rogers, lo mismo sucede a escala de las nuevas instituciones educativas. Es entonces cuando él y su equipo se implican en la transformación de un centro educativo. Su intención es “crear un sistema con capacidad de cambio continuado”. Establece pues que en ese cambio está la clave.

A pesar del nuevo modelo que ofrece Rogers el cual se centra a la evolución del estudiante, su consecuencia no sería olvidar el pasado con sus valores y perspectivas o pensar que carece de interés y lugar en la educación centrada en el estudiante.

6- Participación del aprendizaje.

El educador debe preguntarse de que manera será capaz de crear una relación y un clima que el estudiante pueda utilizar para su propio desarrollo. La facilitación del aprendizaje debe ser pues, el objetivo que se proponga el maestro ya centrado en el alumno.

El problema no es la técnica utilizada sino la actitud. Es por esto importante destacar el punto de vista de Rogers sobre la civilización en cuanto al progreso tecnológico y humano pues este lo aplica a la educación: “Debemos encontrar- escribe Rogers- el modo de desarrollar, dentro del sistema educacional, como un todo y en cada componente un clima que favorezca la evolución personal donde la innovación no sea atemorizante, donde las capacidades creativas de directores, maestros y estudiantes puedan expresarse y estimularse en lugar de ser sofocadas.

Debemos encontrar un modo de desarrollar un clima en el sistema que no esté centrado en la enseñanza, sino en la facilitación del aprendizaje autodirigido.”

7- Los resultados.

La hipótesis de Rogers es: “ La “mejor” educación hará que se desarrolle una persona similar a aquella que produce la “mejor” terapia.” Según esto la persona que haya tenido una experiencia óptima de terapia o educación puede ser definida como una “persona que funciona plenamente.” Esta persona se caracteriza por ser capaz de llevar una vida plena con cada uno de los sentimientos y reacciones que le son propios.

Rogers no suele incluir entre sus variables las que son de tipo sociológico y es esto algo que se le ha criticado con frecuencia. El individuo salido de esta terapia sociológica se mostraría conformista a todo tipo de “sublevaciones”. Rogers no acepta esta acusación, según él, el individuo pleno será constructivo para la sociedad y “su armonía con la cultura existirá en la medida en que lo exija la satisfacción de sus necesidades.

No hay que olvidar que el educador rogeriano no pretende inculcar ni el conformismo ni el inconformismo, no está interesado en que el estudiante elija un camino preferente a otro sino que busca crear un sujeto pleno que funcione como un todo.

TEORÍA DE LA RELACIÓN EDUCATIVA

Nos centraremos en tres aspectos entorno a los cuales creemos que puede estructurarse nuestra exposición.

1- Determinantes de la relación educativa.

Para entender el espíritu rogeriano comenzaremos por exponer un resumen de las tareas del facilitador tal como Rogers lo entiende:

  • Corresponde al facilitador crear un clima inicial en el que las experiencias de grupo y clase se vean posibilitadas.

  • Comunicar, como el terapeuta, a todos los componentes del grupo su confianza básica en la clase como tal y en cada uno de sus integrantes.

  • El educador facilita el esclarecimiento de los objetivos individuales así como de los propósitos del grupo.

  • Otorga plena confianza a la fuerza motivacional básica del individuo.

  • Suministra todo tipo de recursos de aprendizaje.

  • Él mismo se pone a disposición de los estudiantes como recurso para ser utilizado.

  • No opone resistencias a la aparición de cualquier tipo de contenido de la parte de los estudiantes ya se trate de intelectualizaciones, expresiones de sentimientos profundos, etc.

  • El facilitador se esforzará por llegar a convertirse en un miembro más del grupo intentando intervenir en plano de igualdad con todos los demás integrantes.

  • Presentará especial atención a las expresiones de sentimientos personales profundos.

  • El facilitador debe situarse entre el estudiante como lo que es: una persona válida con sus propios problemas por resolver y sus propias inquietudes.

Las actitudes puestas en juego tras estas tareas van a ser los siguientes:

  • La congruencia, la autenticidad. Que el facilitador sea congruente, autentico y que se niegue a tener un disfraz, a representar un papel, y que no ponga en juego más que aquellas actitudes que siente realmente como suya.

  • Rogers insiste repetidamente en la importancia de estas implicaciones, la primera porque si lo que se busca es una relación de persona a persona, debe rechazarse toda identificación con roles impuestos por las circunstancias o por las estructuras establecidas.

  • La segunda es mantenida en cuanto que nadie trate de aplicar al pie de la letra sus principios porque hacerlo llevaría al fracaso.

  • El segundo tipo de actitudes hace referencia a la consideración, aprecio, aceptación y confianza del facilitador respecto al estudiante. Esta actitud no atemoriza al facilitador, pues está convencido de que es el estudiante quien mejor sabe qué es lo que le interesa, hacia donde debe dirigirse y cuales son las opciones que mejor se acomodan a sus necesidades orgánicas.

  • Según la hipótesis de Rogers, es propio del organismo humano preferir lo que le enriquece. Si se da libertad al estudiante éste se orientará hacia experiencias y valores que contribuyen a la conservación y desarrollo de su propio yo, es decir, será capaz de encontrar en sí mismo aquello que necesita.

  • La tercera actitud que, por supuesto, es también imprescindible en la relación educativa: la comprensión empática (“capacidad de comprender desde adentro las reacciones del estudiante, cuando tiene una apreciación sensible de cómo se presenta el proceso de aprendizaje al alumno, entonces podrá facilitar un aprendizaje significativo.”)

  • Una última condición necesaria para que se produzca el aprendizaje en la educación es la provisión de recursos por la parte del facilitador pero a este le dedicaremos el punto siguiente.

2- La provisión de recursos.

Los recursos que el facilitador suministra a los estudiantes son una determinante mas de la relación educativa. Los clasificaremos en tres grupos distintos pero interdependientes los unos de los otros:

  • Utilización de las experiencias de grupo como recursos para la educación y el aprendizaje.

  • Materiales didácticos, que constituyen preocupación obligada de cualquier pedagogía.

  • Clima general o ambiente de la relación.

En efecto, el clima psicológico de la experiencia educativa tiene una influencia decisiva en la cualidad y cantidad de los aprendizajes; en tanto en cuanto se sea capaz de crear un ambiente libre, estimulante y cargado de comprensión se estará favoreciendo el surgimiento de la individualidad, la autoorientación y el aprendizaje automotivado y autodirigido.

La pedagogía rogeriana, como vimos, es una pedagogía relacional, empeñada en romper el aislamiento, la distancia que nuestros usos y costumbres crean un individuo y otro. Rogers hace del grupo la “clase”. Según el mismo Rogers lo defiende, la experiencia de grupo es uno de los más eficaces medios para facilitar un aprendizaje, desarrollo y cambio constructivos, tanto en los individuos como en las organizaciones a que pertenecen. El grupo de encuentro es un grupo que “tiende a hacer hincapié en el desarrollo personal y en el aumento y mejoramiento de la comunicación y las relaciones interpersonales, merced a un proceso basado en la experiencia”. En los grupos de encuentro, la tarea principal que el coordinador debe realizar es la de facilitar a los integrantes del grupo la expresión de lo que sienten y piensan. Como siempre ocurre en Rogers, el grupo de encuentro no servirá a sus fines si es utilizado como una simple técnica, como un artilugio educativo: tendrá éxito o fracasará en la medida en que la persona que lo coordina sepa o no poner él su entrega y, sobre todo, su autenticidad; o hay autenticidad o no hay nada.

Por último, el facilitador del aprendizaje debe preocuparse de proporcionar recursos a sus estudiantes; recursos en el sentido ya más tradicional de la palabra. Entre estos recursos se encuentran libros, artículos, grabaciones de entrevistas o grupos, películas, etc., además de las personas o situaciones ajenas a la institución educativa que el facilitador pone a disposición del grupo.

Interesa resaltar que, en principio, cualquier recurso es válido; la flexibilidad respecto a los recursos utilizables es considerable. No lo es tanto, sin duda, en lo que se refiere a los recursos que no deben utilizarse: el facilitador no pone “deberes”, no dicta una bibliografía obligatoria, no dicta clases ni da lecciones magistrales, no evalúa ni critica los trabajos de los estudiantes, no pone exámenes obligatorios y no es el único responsable de la evaluación exigida por la institución. No habrá extrañado esta larga lista de estrategias no utilizables; a estas alturas, debe ya estar claro que “un facilitador no es un maestro (...). Da funcionalmente a estudiantes la oportunidad de aprender a ser libres con responsabilidad

3- El problema de la evaluación.

El de la evaluación no es un problema secundario en la pedagogía rogeriana. Rogers concluye que sólo hay una persona en condiciones de evaluar el grado en que ha alcanzado sus metas, y esa persona es el estudiante mismo. ¿Cuáles son las implicaciones de esta autoevaluación? Según Rogers, la propia evaluación del aprendizaje autoiniciado estimula al estudiante a sentirse más responsable. Por el contrario, las implicaciones de una evaluación externa son negativas y pueden agruparse de esta forma: al igual que cuando experimentaba que el foco de la evaluación estaba en sí mismo, el crecimiento personal se veía favorecido, cuando percibe que el foco de evaluación reside fuera de sí, el crecimiento personal se ve obstaculizado. Si su personalidad es constantemente sometida a enjuiciamientos externos, difícilmente el niño llegará a ser lo que realmente es. En palabras de Rogers: “Si tomamos las concepciones de los demás como nuestras, perdemos contacto con la sabiduría potencial de nuestro propio funcionamiento y perdemos confianza en nosotros mismos (...). Esta discrepancia fundamental entre los conceptos del individuo y sus experiencias reales, entre la estructura intelectual de sus valores y el proceso de valoración propio que permanece desconocido entre sí, forman parte de la alineación fundamental del hombre moderno con respecto a sí mismo”.

LA NO-DIRECTIVIDAD

La orientación “no directiva” o “centrada en el cliente” descubierta y aplicada en sus pacientes se extiende a la pedagogía. Así se inició este estilo peculiar de orientación única en la terapia y la pedagogía: una orientación centrada en el desarrollo de las personalidades, poniendo en práctica una metodología cada vez más reflexiva y profunda.

Hay una confianza en que el cliente (paciente, alumno) puede manejar constructivamente su vida y solucionar sus propios problemas. Este supuesto es una consecuencia directa del postulado de la bondad innata del hombre. Si se deja actuar a la persona, lo que haga, estará bien. Además, la persona es la única que puede llegar a conocer sus problemas, y , por lo tanto, la única que puede resolverlos. Cualquier tipo de directividad(enseñanza, orden, mandato, etc...) podría ser perjudicial para el desarrollo de la persona, puesto que estaríamos impidiendo su “crecimiento personal”. La función de los padres debe de cambiar: El concepto “educar a los hijos” debe de sustituirse por “relacionarse con los hijos”. La idea misma de “ mi hijo” debe de ser modificada. Los padres no son dueños de sus hijos, son solamente los padres de los hijos. De acuerdo a la teoría de Rogers, cuando el individuo siente el peso de las normas morales y sociales sobre él, generalmente deja de expresar sus sentimientos o les da un giro indirecto, es decir, expresa exactamente lo contrario de lo que siente.

Lo esencial de este sistema de comunicación interna se reduce a lo siguiente: cuando la libertad experiencial del sujeto está amenazada, no le está permitido experimentar sus sentimientos sin arriesgar las condiciones de las que depende su actualización, o sea, el afecto y la estimulación de los que tienen un papel importante en su vida. La angustia que esta posible pérdida le ocasiona lo lleva a reprimir la exteriorización de sus sentimientos y hasta su propia existencia. A partir de este momento empiezan a producirse decepciones y sinsabores y el sujeto empieza a estar confuso, desorientado; en resumen, neurótico.

Este peligro de dependencia y deformación de su experiencia amenaza a toda su personalidad. Rogers considera que en estas circunstancias el individuo puede ser orientado por un especialista (psicólogo, terapeuta, pedagogo, formador o por los propios padres), teniendo en cuenta ciertas condiciones:

  • Tener una personalidad bien unificada e integrada. Debe mostrarse tal como es, sin actitudes defensivas, sin sobreactuación, sus sentimientos deben estar acordes con lo que expresa.

  • Brindar una atención sostenida a todo lo que expresa la persona que quiere ayudar (consideración positiva incondicional).

  • Manifestar una “comprensión empática”, es decir, tratar de sentir su mundo privado, su sistema de valores y referencias más íntimos, como si fueran propias.

  • Tener la capacidad de comunicar algo de lo que experimenta en esos contactos, indicando su comprensión con una “consideración positiva incondicional.”

Con relación a estas condiciones señala:

“Nuestra experiencia nos enseña que cuando estas condiciones se cumplen, se produce invariablemente un proceso de cambio. Las percepciones rígidas que el cliente había adoptado consigo mismo y con los demás se distienden y empiezan a abrirse a la realidad. Con ello empiezan a mostrarse más abiertos a la totalidad de su experiencia. Aprende a vivir más intensamente lo que experimenta. Se convierte en una personalidad más fluida, en evolución, capaz de aprender más” (citado en C. Rogers).

La concepción de la personalidad humana y de su desarrollo elaborada por C. Rogers tiene el mérito indiscutible de destacar el aspecto íntimo, subjetivo y personal, sus regularidades fundamentales y las relaciones que las caracterizan. Reconoce el papel importante que desempeña el yo del sujeto que hasta ese momento, o bien se hallaba supeditado al dominio del inconsciente, como en el psicoanálisis, o bien no se consideraba como un elemento de aprendizaje.

Otro aspecto importante en su teoría es que demuestra la significación que tiene para el desarrollo de la personalidad del individuo un clima de aceptación y respeto por parte de la sociedad y de las personas o agentes sociales fundamentales. Destaca la necesidad que tiene el ser humano de una valoración positiva, de una aceptación de su persona para el normal desenvolvimiento de su actividad y para el desarrollo de su personalidad.

Desde el punto de vista ético, en comparación con el psicoanálisis, es una visión optimista sobre las posibilidades del ser humano, enfatizando sobre todo en su bondad y en sus posibilidades creadoras y autoactualizadoras. Su concepción del inconsciente se acerca más a la concepción contemporánea aceptada, y no resulta, como en el psicoanálisis, de la experiencia reprimida por la consciencia, sino que se encuentra más bien en un estado preconsciente y es conscientizado en la medida en que es necesario. Además, tiene la importante función de ignorar o alterar las experiencias que lesionan el yo. Sin embargo, vista en sus aspectos más generales, la teoría de Rogers es una concepción que explica el desarrollo de la personalidad y el comportamiento del ser humano movido por una tendencia interior, por lo que puede considerarse como una expresión intermedia entre las teorías del desarrollo espontáneo y las teorías de convergencia de dos factores, de una parte los factores biológicos individuales y de otra, las influencias externas. De esta forma, las causas del desarrollo psíquico se conciben dentro, absolutizándose así uno de los aspectos fundamentales del psiquismo humano. Al abordar el mundo interior, subjetivo, no ve la relación que se da entre lo subjetivo y lo objetivo, su tarea es fundamentalmente fenomenológica.

Analiza la determinación psíquica del comportamiento humano y no cómo lo psíquico, por su origen, procede del exterior, de la interacción del sujeto activo con la realidad natural y social. En este sentido lo que interesa, según su teoría, no son las condiciones objetivas reales de existencia, el carácter de las relaciones que el sujeto establece en su medio, sino la percepción que el sujeto tiene de esos fenómenos.

A partir de la experiencia de Rogers y su marcada influencia, se han desarrollado con fuerza, sobre todo desde la década de los años sesenta, las tendencias de la pedagogía no directiva.

IDEAS EDUCATIVAS DE ROGERS

  • La función del maestro, no ya como autoridad, sino como facilitador del aprendizaje, debe crear un clima de aceptación en el grupo. Este es más importante que las técnicas que emplea; debe de ser permisivo y comprensivo y que respete la individualidad. El profesor debe aceptar al grupo y a cada uno de sus miembros como es. No debe juzgar.

  • Por otro lado el enfoque no directivo. No podemos enseñar directamente a otra persona, sólo podemos facilitar su aprendizaje. De este enfoque se deriva el concepto de aprendizaje significativo o vivencias. Rogers parte de la incomunicabilidad o intrasferibilidad de los saberes. Avanzando un poco más en esta idea, el profesor no podrá determinar con precisión cuáles son los contenidos significativos de cada alumno. Sólo el propio alumno los conocerá. Pero ni siquiera podrán ser planeados por el propio aprendiz, sino que irán surgiendo poco a poco. Si no hay contenidos precisos, no es posible establecer un currículum formal.

  • La función no directiva del profesor o pedagogo

    • Debe ante todo desconfiar de las posiciones de influencia que emanan de su propia personalidad. Su tarea no consiste en reformar, cambiar, diagnosticar o valorar el comportamiento, las necesidades o los objetivos de los demás, sino en facilitar las condiciones en las cuales pueden actualizarse las capacidades de autodeterminación del alumno, tanto en el plano social como individual.

    • El centro de evolución, formación y evaluación de la solución de sus problemas o de la adquisición de conocimientos se hallan en el propio sujeto y no en los demás, aún cuando estos sean especialmente competentes. Esta tesis rogeriana parte del criterio de que la persona posee en potencia la competencia necesaria para la solución de sus problemas. Con esta orientación no directiva Rogers rompió con la actitud de desconfianza y pesimismo en las posibilidades humanas, que frenan el libre desarrollo de las potencialidades en el individuo, limitándolos a programas de enseñanza o aprendizajes estrictos, que lo vuelven dependiente, impiden el autocontrol, crea barreras e inhibiciones, especialmente en materias de aprendizaje y de adquisición de conocimientos.

    • Evitar las actitudes demasiado prudentes que lleven a adoptar parcialmente una relación de acogida, de “consideración incondicional” y de “comprensión simpática”. Con esto el pedagogo evita inmiscuirse de forma inadvertida en la personalidad de los alumnos.

    • No imponer puntos de vista. En su lugar debe adoptar una actitud tolerante, de forma que cada cual pueda descubrirse a sí mismo de un modo verdadero, construir sus valores originales y adquirir los conocimientos necesarios para la satisfacción de sus necesidades y el despliegue de su personalidad.

    CRÍTICAS A ROGERS

    Conclusiones sobre la enseñanza no directiva.

    Una cosa es, como propugna Rogers, adoptar una actitud que tiende a reducir en beneficio del alumno la intervención del profesor y otra muy diferente es permitir una libertad total que puede llegar, si el alumno así lo quiere, a prescindir en absoluto del profesor y a cometer los mayores desmanes en su perjuicio. La relación entre educador y educando reviste de unas características muy distintas a las de la relación terapéutica.

    La principal objeción que puede hacerse a la estrategia de facilitación es que antes que facilitante, el profesor tiene que ser promotor, estimulante o animador del aprendizaje, porque una cosa es cierta, y es que ello requiere trabajo. El individuo puede tener esa potencialidad natural para el aprendizaje, pero ¿y si no quiere ponerla en acto? ¿y si no pone voluntad? ¿cómo moverle a ella? ¿el alumno quiere siempre aprender por la importancia del aprendizaje en sí?

            Los instrumentos para la culturalización, lenguaje escrito, conocimiento del número de la forma; los principios básicos de las ciencias que son indispensables para la generalización del saber; el conocimiento de los hechos sociales sistemáticamente organizados, axiomas, teoremas y leyes, etc., son aspectos de la instrucción y seguimiento científico que, en muchas ocasiones, es difícil poder presentarlos como situaciones vitales y problemáticas con la suficiente carga motivacional para que no haya que imponer su aprendizaje y exigir su dominio. Una preparación en las escuelas como quiere Rogers se asemeja más a un aprendizaje informal que sólo puede dar como resultado un saber desorganizado y, a la hora de su generalización, poco aplicable.

            El papel didáctico del profesor, limitado al principio, aumenta progresivamente en importancia. Los fracasos expuestos por los alumnos según se van produciendo son la causa de ello. Puesto que, reconociendo su papel normal de agente privilegiado de información, el profesor actúa por delegación en el grupo. La elaboración del programa, la apreciación del curso, su duración, el control de aprovechamiento, la selección y frecuencia de los «deberes» y la exposición de ciertos aspectos quedan en manos del grupo, que conserva así el poder de decisión y de orientación del trabajo.

            

             Se dan casos de alumnos que abandonan el curso; hay una real incertidumbre que inquieta corrientemente a estudiantes y profesor; hay aparentes pérdidas de tiempo, en que la clase anda a tientas, por lo que hay que recurrir a entretenimientos individuales.

            - Es difícil formar una clase-grupo que pueda auto-dirigirse con alumnos que durante varios cursos han seguido una enseñanza convencional.

            - La capacidad de una clase para formar un grupo está en proporción directa a la edad de los mismos e inversa al número de miembros.

            - Es difícil para el profesor mantenerse al margen de las discusiones, sobre todo cuando con su intervención se ahorrarían tiempo y esfuerzos para los alumnos.

            - Una vez que el grupo logra coherencia se reafirma la personalidad de sus miembros de modo patente y el interés por la instrucción aumenta.

    Crítica al pensamiento pedagógico.( Flavio Mota Enciso)

    • Parte de una idea errónea sobre la naturaleza del niño. Por si solo, sin guía, sin ayuda, es muy difícil que logre su propio perfeccionamiento.

    • La educación, por definición, requiere ser directiva. Educar es guiar. Y es también una responsabilidad de padres y maestros. Éstos tienen la autoridad para enseñar.

    • Sin duda, la formación de valores es una tarea imprescindible de la educación. Los valores deben ser trasmitidos al niño y debe vigilarse su proceso de formación.

    • Si bien la educación tiene una dimensión personal, también posee otra dimensión social. No se puede entender una sin la otra, con riesgo de incurrir en serios errores: socialismo o individualismo.

    • Si bien es cierto que el alumno debe encontrar o descubrir el sentido o significado de lo que aprende, esto no significa que sus intereses o necesidades sean el único criterio para elegir lo que debe aprender o no. La educación familiar sienta las bases de su desarrollo. El niño no tiene suficiente madurez para elegir lo que le conviene. Los padres tienen la responsabilidad de orientar su desarrollo e instruirlo en las verdades fundamentales. La educación formal, aún con todas sus limitaciones, contiene elementos básicos que un niño debe de aprender para poder convivir socialmente y ser un hombre útil a si mismo y a la sociedad.

    CRÍTICAS A LA GENERACIÓN DE SU TIEMPO

    Rogers como psicoterapeuta estableció una línea de pensamiento basada en la crítica al autoritarismo, en su obra Psicoterapia centrada en el cliente. En esta obra presentaba la principal crítica a la sociedad de su tiempo: la educación tradicional.

    Rogers, siguiendo esta línea de pensamiento humanístico, creía que cada persona tiene una capacidad para el autoconocimiento y el cambio constructivo y que la acción del terapeuta cualificado es ayudar a descubrir esa capacidad. Establece un prototipo de terapeuta que posee empatía, autenticidad y concepción positiva de las relaciones humanas.

    En la Terapia centrada en el cliente, en el apartado de la educación, que es el que nos interesa, concluye que las personas deben desarrollar una autocomprensión y no seguir y mantener una conducta establecida, como proponía la escuela tradicional, Rogers daba así más importancia al cliente activo que a uno pasivo que se limita a recibir.

    La escuela tradicional tenía ciertas características:

    • Los profesores como fuente de conocimiento y los alumnos como receptores.

    • Por medio de clases o conferencias el alumno recibe los conocimientos y posteriormente se le evalúa para saber hasta que grado ha sido un buen receptor.

    • Los profesores tienen el poder y los alumnos obedecen.

    • En consecuencia de lo anterior, prima el autoritarismo.

    • La confianza es mínima.

    • Los estudiantes están bajo un estado de miedo que puede variar de nivel.

    • Por lo tanto, la práctica democrática en el aula no existe.

    • Sólo forma parte del Sistema Educativo la persona intelectual, ignorando si es o no completa.

    En contraposición a la antedicha escuela, Rogers constituye un estilo en base a un enfoque personalizado desechando todas las características de la escuela tradicional, pues ninguna de ellas se acerca a los pilares que él propone para sustentar la educación.

    Rogers presenta las características que, en su opinión, deben prevalecer en cualquiera de los niveles educativos:

    • Como condición previa la figura de autoridad recibirá este título cuando se sienta segura de si misma y de su relación interpersonal y confiar plenamente en su capacidad cognitiva y de aprendizaje.

    • El facilitador comparte con el estudiante y las personas de su entorno la responsabilidad del proceso de aprendizaje.

    • El facilitador provee de recursos útiles para el aprendizaje.

    • Los estudiantes desarrollan sus propios programas de aprendizaje.

    • Se facilita un ambiente propicio para ello.

    • Para el centro debe primar la nutrición de aprendizaje del cliente.

    • Los estudiantes entienden y aceptan la autodisciplina como algo necesario para alcanzar sus objetivos.

    • El propio estudiante se autoevalúa contando con la posibilidad de la ayuda del resto del grupo y del facilitador.

    • En este ambiente el proceso de aprendizaje se torna más profundo y avanzado en la persona que estudia que lo ofrecido por la escuela tradicional.

    • Rogers critica también la falta de un aprendizaje significativo y vivencial a modo de autocracia del alumnado. La educación centrada en el estudiante es una educación de la libertad.

    • Todas estas críticas pueden extenderse también a los demás ámbitos sociales, pues el objetivo primordial y final es que las personas sean.

    • En conclusión, Rogers, dice que hay que ayudar a los alumnos a convertirse en individuos capaces e independientes de las normas sociales, capaces también de adaptarse a las nuevas situaciones, que trabajen para obtener su propia aprobación y no la de los demás. En definitiva la figura del facilitador, como su propio nombre indica, debe ayudar, facilitar la autosuficiencia y la autoaprobación del individuo/cliente/estudiante/persona.

    ÍNDICE

    • CORRIENTE PEDAGÓGICA.

    • NEILL, MAESTRO ANTIAUTORITARIO.

    • BIOGRAFÍA DE CARL.ROGERS.

    • ENFOQUE HUMANISTA.

    • CRÍTICAS A LA EDUCACIÓN DE SU TIEMPO.

    • LA ENSEÑANZA CENTRADA EN EL ESTUDIANTE.

    • LA NO DIRECTIVIDAD.

    • TEORÍA DE LA RELACIÓN EDUCATIVA.

    • BIBLIOGRAFÍA DEL AUTOR.

    • CRÍTICAS A ROGERS.

    • COMENTARIO PERSONAL.

    • BIBLIOGRAFÍA.

    • ANEXO.

    COMENTARIO PERSONAL

    El sentido pedagógico rogeriano nos encuadra en una educación utópica a las expectativas socioeconómicas que se dan tanto en nuestro país como en el marco educativo Europeo. Si la nueva filosofía socialista fue una lucha contra el sistema este sería otro paso ante los regímenes dictatoriales que asolan Europa a lo largo de este siglo pasado. Como futuras maestras y en nuestra realidad, no podemos sugerir una educación basada en el cliente porque no podría ser llevada a cabo en nuestro sistema educativo. La LOGSE y la consiguiente LOCE, abogan por una educación en cierta parte constructivista y a la vez integradora pero toma como base la creación de un espíritu social, que se basa en que una comunidad se reconoce a sí misma por una serie de señas de identidad que a parte de individuales también son plurales.

    La inexistencia de un currículum fijo por la corriente pedagógica antiautoritaria nos hace dudar sobre uno de los valores sociales fundamentales de la escuela: La creación de ciudadanos. El sistema antiautoritario no tiene en cuenta ese tipo de rol que debemos aprender para vivir en una determinada comunidad. Rogers cree que cada individuo debe evolucionar según sus propias necesidades y preferencias, pero al mismo tiempo quiere una socialización por parte de ese individio creando así un todo. Como aclaración indicar que es imposible que un ente individual sea absolutamente objetivo. En nuestra opinión la escuela debe avanzar de acuerdo a los cambios histórico-sociales que se dan en nuestro entorno. La escuela debe ir siempre en una línea discontinua y flexible, la cual, puede ser modificada en beneficio de la sociedad. No es que se tenga un estricto control sobre lo que se debe enseñar a los alumnos, pero si dar una s ideas básicas sobre las señas de identidad a compartir.

    Rogers aplica su teoría psicoanalítica al sistema educativo y la relación cliente facilitador. En esto formamos parte del espíritu de la Escuela Nueva, la creencia de que no sólo los maestros enseñan a sus alumnos sino que los alumnos también aportan su grano de arena ante la diversidad del aula.

    Al igual que Rogers apoyamos el aprendizaje constructivista, teniendo en cuenta que es necesaria una base memorística. Los datos o hechos son importantes como lo son las leyes científicas.

    El papel del maestro como facilitador ha dado lugar a numerosas críticas con las que estamos de acuerdo. No se puede pretender que una serie de alumnos por si solos lleven el orden lógico de un aula. La pretensión de Rogers de la autoresponsabilidad del alumno resulta irrisorio y más a ciertas edades en las que los estudios pasan a un segundo plano en la vida de los alumnos(Secundaria). En este sentido sería necesaria la presencia de una cierta “autoridad” por parte del maestro. De esta manera aumenta la disciplina y se dan una serie de actitudes, valores y normas incluidas en el currículum. Siempre debe de existir un orden jerárquico lógico, ya que en toda sociedad deben de existir unas normas básicas de convivencia a las que todos debemos acceder.

    Uno de los matices a hacer en Rogers sería el problema de la evaluación. La autoevaluación es constructiva pero debe de estar supervisada por un mediador que debe de valorar si los aliumnos han superado los objetivos fundamentales. En esta autoevaluación una cuestión importante es que no todos los alumnos poseen las mismas capacidades y la misma motivación.

    El papel de los padres como educadores cambia para Rogers. Son los responsables de instruir a sus hijos en la educación informal pero no son los dueños de su vida, ya que, estos son seres individuales. Deben de apoyar al facilitador en su faceta educativa. La educación de los padres va a ser constructivista, no memorística y más centrada en el aspecto social.

    Encontramos una serie de contradicciones en las teorías de Rogers:

    • Aboga por el papel del grupo pero a la vez pensando en la libertad individual.

    • Compara la teoría educativa con la terapia psicoanalítica.

    • Pide una independencia de las normas sociales y a la vez una socialización total de los individuos.

    Ambrosio J.Pupillo Ruíz.

    Fuente:Revista Academia.




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    Enviado por:Ruth
    Idioma: castellano
    País: España

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