Sociología y Trabajo Social
Lucha contra la Sobrepoblación
Introducción
El hombre de la Tierra y su planeta padecen de una gran variedad de males que son única y exclusivamente generados por el hombre mismo; y los males ya existentes seguirán multiplicándose hasta llegar ultimamente al desborde total.
El hombre de la Tierra vive atormentado por hambrunas, por la escasez de fuentes energéticas, por epidemias, contaminación ambiental, degeneraciones, terrorismo, dictaduras, anarquías, esclavitud, aumento desmesurado de desechos, racismo, falta de alimentos, tala de bosques tropicales, el efecto invernadero, contaminación del agua, odio a los refugiados, contaminación radioactiva y química de las aguas, del aire, de las plantas, de alimentos, del hombre y de los animales. Otras clases de males son: criminalidad, homicidios, asesinatos en masa, alcoholismo, odio a los extranjeros, represión, odio al prójimo, extremismo, sectarismo, drogadicción, sobrepoblación, extinción de animales, guerra, violencia, tortura, pena de muerte, crisis económicas, extinción de plantas, odios, vicios, envidias, falta de afecto, falta de lógica, falso humanitarismo, falta de vivienda, escasez de agua, congestionamiento de medios de transporte, destrucción de tierras de cultivo, falta de trabajo, colapso de instituciones de cuidado médico, colapso de instituciones de cuidado para ancianos, exterminación total de la naturaleza, recolectores de residuos colmados, falta de espacio para viviendas, etc., etc., que a pesar de infinitos esfuerzos no disminuyen, sino que aumentan en proporción al aumento en la población mundial.
El hombre de la Tierra busca continuamente aplicar un nuevo mal para combatir un mal anterior, aunque ese es el camino seguro hacia la destrucción final. Como por ejemplo, cuando una persona contrae una deuda y para saldarla incurre nuevas deudas, y luego se endeuda más y más para pagar las deudas anteriores, así finalmente las deudas alcanzan tal magnitud que resultan impagables. Y precisamente eso es lo que hace el hombre cuando él aplica un nuevo mal para combatir un mal anterior. El hombre de la Tierra actúa y piensa muy a menudo en forma totalmente ilógica, y por eso busca, contra todo sentido común, concebir e implantar nuevos males para erradicar un mal anterior. Falta de lógica en todo sentido.
Cuando el hombre ve reducidas las fuentes energéticas, él simplemente planea y construye nuevas centrales atómicas, plantas térmicas, de combustión de derivados de petróleo o de carbón, o centrales hidroeléctricas de más capacidad, sin importar que justamente a raíz de las centrales atómicas, térmicas o de combustión de derivados de petróleo o carbón, crece desmesuradamente la contaminación ambiental, al mismo tiempo que la radiación nuclear que emiten las centrales atómicas pone en peligro a toda vida sobre el planeta.
Aparte de ello, al completar estas nuevas fuentes energéticas, que requieren de tres a siete años de construcción, ya en parte éstas resultan ser anticuadas y de rendimiento insuficiente como para poder abastecer la nueva demanda energética requerida; efectivamente durante el período de construcción, el descontrol de la natalidad, o sea la sobrepoblación, no paró, sino que siguió creciendo incesantemente aún más. Varios cientos de millones de seres humanos en todo el mundo nacen mientras se realiza la construcción de una central energética - y naturalmente todos estos millones de nuevos seres también necesitan energía. Esto claramente demuestra que el incremento descontrolado de la población mundial implica a su vez un aumento sustancial en la necesidad de energía. A través de esto, la Tierra padese cada vez más y más rapidamente, más centrales atómicas deben instalarse y ser puestas a funcionar, como también demás centrales productoras de energía que contribuyen a que el medio ambiente y toda vida padezca continuamente un peligro y destrucción más grante. Pero también existen otras fuentes de peligro y de destrucción para el planeta y todo lo viviente, como por ejemplo el uso indiscriminado de químicos, el projecto HAARP de los americanos en Alsca las pruebas atómicas y el uso comercial de explosivos nucleares que crean lagunas, cursos de ríos, y también depósitos subterráneos para los residuos industriales, aguas residuales y desechos atómicos. Asimismo debe mencionarse la tala de regiones tropicales y la quema de bosques para criminalmente obtener tierras para construcciones, también debe mencionarse aquellos deportes suicidas que utilizan motores de combustión de gas, alcohol, gasolina o diesel, etc.
Estas y otras muchas razones son causantes de los dos temas que tocaremos en este trabajo que son la hambruna y la sobrepoblación que, por su importancia, tal ves sean factores disicivos para la continuidad de la vida en la tierra.
Lucha Contra la Sobrepoblación
Es propio del hombre de la Tierra, por su manera irreflexiva y puramente materialista de pensar, actuar y pensar equivocadamente en casi todas las cosas. Él actúa sin lógica en diversos aspectos, también con relación al problema del hambre en el mundo. Para ello él crea innumerables organizaciones de ayuda para recaudar dinero, alimentos y demás contribuciones para los que sufren de hambre y los necesitados. Sin embargo, por un lado, para llegar a disponer legalmente del 40% del recaudo obtenido que es autorizado para cubrir los gastos y que en cambio pasa a engrosar al propio bolsillo, y por otro lado, para seguir fomentando el problema de la sobrepoblación, activándolo y desbordándolo. Con esta aparente solidaridad humana, aunque en realidad acción destructiva e inhumana, no se logra aliviar el sufrimiento del hombre, ni se soluciona el problema del hambre, sino que el sufrimiento y el hambre son fomentados inmensamente aún más. Este amor al prójimo y humanitarismo mal conceptuado y su resultante ayuda mal colocada resulta principalmente de un humanitarismo absolutamente falso que suele surgir a través de doctrinas religiosas, sectas, y demás enseñanzas equívocas que lo que menos demuestran es verdadero amor al prójimo o amor humanitario. Justamente así resultan problemas más grandes y más severos que los que ya habían. Mucha gente, irresponsablemente y sin consideración hacia las cuestiones de la verdad absoluta, sin verdadera responsabilidad, sin respeto ante la vida, ni ante el cumplimiento de las leyes y mandamientos de la Naturaleza y la Creación, presta esta imprudente "ayuda" para de esa manera fomentar la desayuda y la destrucción de la vida aún más que nunca. No sólo la mal entendida compasión e influencias sectarias juegan un papel fundamental, sino también el hecho de que muchos necesitan de sus "acciones de caridad" para tranquilizar sus inquietas conciencias por vivir en mejores condiciones que los demás. Sin embargo, desestiman que su bienestar proviene del esfuerzo propio y de la sociedad que conforma un país civilizado - y ello en primer lugar porque su población casi no se debe aumentar o bien que semantenga en números bajos, o al menos en proporciones más sensatas que aquellos en los llamados países necesitados subdesarrollados, quienes se multiplican irracional e irresponsablemente como conejillos de Indias, para luego pasar hambre y clamar por ayuda.
Casi no se debe dejar aumentar o bien que se mantenga donde quiera que sea posible, los humanistas falsos donan bienes y dinero para "Pan para Hermanos" y "Hambre en el Mundo", etc., sin que realmente se preste ayuda a hacerle la competencia a la razón y la naturaleza se preste ayuda a hacerle la comopetencia a la razón ya la naturaleza, las cuales al fin y al cabo se quejan con hambrunas contra la sobrepoblación. Los humanistas falsos de esto no tienen o bien ninguna idea o no quieren saber nada de ésto. Hambrientos serán asi proceados por cientos de millones, a través de una compasión antinatural y por un amor al prójimo equivocado como consecuencia de una humanidad falsa, a pesar de que esto se lo puede evitar, por medio de un control del nacimiento voluntario o decretar un reglamento coercitivo. Por el exceso de la masa humana, se ocaciona forzosamente cada vez más problemas y necidades, por ésto también serán lentamente destruidas a fauna, la flora y vida planetaria.
Los individuos salvados de morir por inanición nuevamente se volverán fuertes, crecidos y bien alimentados - y listos ya para procrear debido a un escazo control de nacimientos, completamente no aclarado en forma masiva nuevos descendientes en cantidades completamente descontroladas, cuyas cifras por año se calculan en miles de millones de nuevos seres. Esto no sólo inmediatamente producirá a su vez más problemas de hambre, falta de fuentes energéticas, de medicamentos, de espacio, problemas económicos, etc., sino que estos descendientes también contribuyen a su vez al problema de la sobrepoblación de la Tierra: en cuanto alcanzan su madurez sexual, ellos a su vez generan incontroladamente nuevos descendientes - y así nuevamente se procrean nuevos seres aún en mayores cantidades. Cada vez más y más rápidamente y en muy corto tiempo la Tierra se sobrepobla aún más; y contábamos en el año de 1978 con 4 mil millones de habitantes en la Tierra, entonces ya serán en el año 2000 al rededor de 7 mil millones, etc. Debido a este continuo e incesante crecimiento de la sobrepoblación, todos los demás problemas crecen de manera desmesurada y se hacen más diversos. Son estos problemas, de los que nadie se salva, los que afectan la vida misma de los seres humanos, como también la vida del planeta, su flora y su fauna. Así como las degeneraciones de los seres humanos aumentan continuamente, así se degenerará igualmente en las próximas décadas el planeta mismo y la naturaleza. Ya sólo la amenazante destrucción de la capa de ozono causada por el hombre trae insospechado sufrimiento para toda la Tierra y para toda vida, como también lo está generando la propagación de la inmunodeficiencia. Como consecuencia de guerras y revoluciones, etc., se producirán verdaderos desplazamientos étnicos, cuando la gente necesite huir de sus tierras y buscar asilo por doquier. Esto a su vez conduce al odio contra los extranjeros, contra los refugiados y al racismo, causando graves disturbios y homicidios, etc., provocados por extremistas de todo tipo. La adicción a la droga aumentará y por lo tanto se elevará el terrorismo internacional. La recesión y la inflación volverán a aparecer o persisterá y millones de personas quedarán sin trabajo y sin ingresos económicos. La criminalidad y el crimen organizado aumentarán intensamente, matanzas colectivas de individuos estarán a la orden del día, como también las matanzas en masa por individuos en delirios religiosos, sectarios o políticos. El medio ambiente será destruido cada vez más, y por lo tanto el planeta mismo será saqueado y diezmado. Pero de esto el planeta y la naturaleza se vengarán mediante inusuales y fuertes tormentas, huracanes y ciclones, como también mediante gigantescos incendios que consumen bosques, praderas, y demás abrasamientos de proporciones gigantescas. Enormes estragos climáticos aparecerán como no se han visto desde tiempos remotos en la Tierra. Grandes sequías azotarán a la Tierra y a la humanidad, así como inmensas inundaciones, tormentas de nieve y granizo, y demás insospechadas calamidades. Los volcanes inactivos desde tiempos inmemoriales entrarán en erupción y cambiarán el clima del mundo negativamente. Los volcanes de reciente actividad también dejarán oír su rugir más seguido, y los terremotos serán más frecuentes y sacudirán con más fuerza - sin descontar al hombre y su irresponsable uso de bombas atómicas en operaciones comerciales, en pruebas nucleares, y el uso de demás explosivos que conmocionan la corteza terrestre.
Si ya en el año 1978 éramos 4 mil millones de habitantes sobre la Tierra, entonces hoy esta cifra ya sobrepasa ampliamente las posibilidades de lo que la Tierra es capaz de brindar dentro de límites normales y sanos sin necesidad de que el hombre manipule e interfiera con la naturaleza, diezmándola, explotándola y devastándola para conseguir un mayor rendimiento de alimentos, y también sin que un sólo habitante tenga que sufrir de hambre. La Tierra es realmente un planeta, y en verdad uno maravilloso, que con todo lo que posee y sin ningún problema es capaz de albergar y alimentar en abundancia a 529 millones de habitantes. El hombre, sin embargo, creó una inmensa sobrepoblación que lo obligó a producir, mediante la química y la genética, rendimientos sobrenaturales de todas las plantas alimenticias. Pero eso no basta, pues gracias a la creciente sobrepoblación, también las demás explotaciones de la Tierra, de todo tipo y de toda materia prima, se deben intensificar para cubrir el incesante crecimiento en la necesidad de materiales. Y de que también se expande la destrucción del suelo fértil debido a la locura de la sobrepoblación y debido al uso de químicos y la expansión de terrenos para viviendas, etc., de ello no habla absolutamente nadie, como tampoco se menciona que muchos alimentos destinados al hombre están saturados por químicos, y que una gran mayoría de ellos ya consisten en su mayor parte de productos químicos.
En cada región de la Tierra originalmente vivía justo la cantidad de gente que dicha región era capaz de alimentar naturalmente. Tanto los químicos como demás venenos, la creación de nuevas variedades de plantas y la explotación intensiva del suelo, eran todavía completamente desconocidos. Esto cambió súbitamente durante la Edad Media, especialmente a partir de la Revolución Francesa, de donde surgió la disparatada idea que se debe incrementar el número de habitantes para poder rebelarse con más fuerza contra las autoridades y conseguir su destitución. Para ello, el pueblo se instigaba entre sí a la procreación y al aumento de sus descendientes para así volverse fuertes y poderosos. En esto también estuvo involucrado el cristianismo y sus sectas, donde especialmente se destaca el catolicismo, que poderoso desde siempre ha pregonado su errada y demencial doctrina: "fructificad y multiplicaos". Un eslogan que todavía hoy en día es predicado asiduamente y difundido por el mundo entero por las grandiosas autoridades católicas y sus clérigos, causando así que en los países dominados para fines de asegurarse sus "rebaños" y sus "contribuyentes", la gente se reproduzca como conejillos de Indias. Naturalmente, esta resultante sobrepoblación necesita proporcionalmente más alimentos, muchas más fuentes energéticas, más materia prima, y muchas cosas más. Sólo en relación a los alimentos se verá ultimamente que los productos vegetales de origen natural tendrán un carácter de rareza por su gran escasez, puesto que la necesidad de alimentos de esta desbordante masa humana sólo podrá ser provista mediante la manufactura artificial con productos químicos. Esto ya es en parte así hoy en día, puesto que la demanda de productos alimenticios en las últimas décadas ha aumentado constantemente. Pero no tan sólo el problema de la obtención de alimentos aumentó, sino también el problema de la escasez de fuentes energéticas.
Una contaminación total y una destrucción mundial, como también el aniquilamiento de la vida con innumerables males amenazan al hombre de la Tierra. Extensas listas podrían confeccionarse, enumerando cómo todo es puesto en peligro y destruido, extinguido y devastado, pero odavía el hombre no ha tomado conciencia de todo el deterioro provocado en la naturaleza, en el planeta y en todas las formas de vida. Y ahora el hombre de la Tierra, el planeta y la vida, se encuentran en las "últimas" - todo por culpa de aquellos que se sujetan a un equivocado amor al prójimo y a un falso humanitarismo, y actúan y disponen tan criminalmente como los que están ahí agachados en sus puestos de alto poder, en administraciones, en gobiernos e instituciones de beneficencia, quienes realizan conjuntamente todo lo imaginable para terminar con el resto de vidas y el planeta Tierra, hasta el definitivo e irrevocable exterminio total. Pero también son culpables todos aquellos que sin responsabilidad y sin iniciativa empujan todo comienzo de un cambio positivo hacia los hombros del prójimo, con primitivas y débiles excusas como: "¿qué puedo hacer yo sólo?", o también: "si los demás participan, yo también participo", etc., etc. Pero quien piensa así no es apto ni digno de su vida, como tampoco lo son los que por su equivocado concepto de humanitarismo y errado amor al prójimo fomentan el delirante crecimiento de la sobrepoblación y ayudan a que aún peores problemas futuros para los habitantes de la Tierra crezcan hasta lo más inmensurable. Y quien piensa así, o el que tiene la opinión que el mundo en su estado actual está en orden, está deseando que no haya progreso y que el mundo y toda vida sea devastada y destruida.
Todos los ardientes males de la humanidad terrestre deben su inicio y su existencia al hecho de la sobrepoblación y su incesante e irresponsable crecimiento. Por lo tanto, este daño puede ser aniquilado y erradicado solamente arrancándolo y destruyéndolo desde su raíz: el número de habitantes de la Tierra debe ser reducido drásticamente. La única base para que humanamente se logre reducir la sobrepoblación sólo podrá establecerse mediante el control de la natalidad: que sólo esté permitido el matrimonio a partir de cierta edad, y también que sólo esté permitido un número estrictamente establecido de hijos - sin tener contemplaciones a evasivas, a contradicciones, a miedos y comentarios insólitos de mentes enfermas, que por razones militares, religiosas, sociales, egoistas o un equivocado amor humanitario o errado amor al prójimo, afirman que es necesario gestar un gran número de descendientes, y que el control de la natalidad iría en contra de la religión y sería inhumano, etc. Semejantes demencias sólo pueden ser sugeridas por egoístas sin límites, sectarios y otros ineptos para la vida que no tienen ni la más mínima noción de las leyes y los mandamientos naturales o de la verdadera lógica.
Todos los enormes problemas actuales de la humanidad de la Tierra sólo pueden solucionarse aplicando un estricto control de natalidad, destinado a reducir la humanidad a cifras normales acordes a las posibilidades del planeta. Todas las demás disposiciones para solucionar el problema representan tan sólo lastimosos y miserables intentos inútiles que ni siquiera son comparables a un "grano de arena" en ayuda, al contrario, sólo contribuyen a seguir aumentando los daños y problemas.
¿Barbárico o inhumano, o falta de amor al prójimo se denomina esto? muy al contrario, si tú mismo piensas con toda lógica sobre esta realidad (si es que no lo has hecho ya, y has encontrado esta misma verdad), entonces tú también encontrarás la verdad en su forma lógica de acuerdo a lo predicho. Sólo los incapaces de razonar con lógica y las personas sujetas a un equivocado amor al prójimo o a un falso amor humanitario reniegan la verdad, pues gracias a las maquinaciones sectarias y las falsas doctrinas, están atados a transitar sendas de servilismo que les roban la forma sana, inteligente, normal y verdadera de razonar, sentir y actuar. Consecuentemente, en lugar de afecto hacia todas las formas de vida, sólo surge lástima, lástima propia, demencia y falta de lógica. Con esta actitud, todo respeto ante y para la vida real es destruido, por lo que el equivocado amor humanitario y el falso amor al prójimo seguirán surgiendo como abscesos purulentos, capaces de propagarse como una epidemia.
Desde siempre la verdad relacionada a esclarecimientos de errores y de culpas resultó ser muy dura, y sólo rara vez la cruda verdad es reconocida por el hombre sin más queja o protesta. El hombre de la Tierra continuamente se siente agredido en su persona cuando se le demuestra y se le explica la verdad. Él simplemente se sobrepone por encima de todas las cosas por considerarse sin errores y sin culpas, de modo que no tolera la verdad y se rebela contra ella, ya que esa verdad no surge de su propia y a su vez equivocada opinión. Realmente esta forma de actuar y proceder del hombre no es más que una pestilente cobardía que provoca vomitable malestar en cada cual, que tan sólo sea capaz de razonar medianamente con cordura.
Ya desde antaño la verdad sonaba dura, de modo que el verdadero amor, el amor al prójimo, el amor humanitario, son igualmente duros, porque todos conjuntamente exigen del hombre un razonar y un proceder lógico. También en relación a la erradicación del grave problema que acosa a los seres humanos, la lógica dicta que única y solamente mediante una reducción a través de drásticos controles de natalidad pueden suprimirse los inmensos males existentes, y dicta que no debería prestarse ayuda inhumana.
Las leyes de la naturaleza también tienen vigencia para los habitantes de la Tierra, como cada persona capaz de ver puede reconocer fácilmente: si hay aquí o allá una región donde una especie animal aumenta repentinamente su población y corre el peligro de que dicha región no pueda nutrir esta acrecentada proliferación, entonces aparecen epidemias que vuelven a eliminar esta sobrepoblación de animales. También ocurre en estos casos, que el exceso de la población simplemente muere de hambre, o al estar debilitado por falta de alimento, es presa fácil de sus enemigos naturales. Así la naturaleza preserva la población natural, causando que cada zona albergue justo la cantidad de fauna que es capaz de alimentar. Sólo el hombre, siendo capaz de pensar, actúa en contradicción a esta ley natural y la pisotea. Contrariamente a la fauna, él genera descendientes en cantidades desbordantes, y desde hace tiempo las regiones productoras que abastecen alimentos se hallan sobrepobladas, de modo que el hombre no puede cultivar suficientemente ni encontrar sustento. Por otro lado, los seres humanos se han aglomerado en manadas de millones en ciudades que alguna vez fueron construidas sobre tierras fértiles, y actualmente obtienen productos alimenticios (sin siquiera poner un dedo en el cultivo, el cuidado y la cosecha) desde todos lados, desde lugares donde todavía hay tierras libres para el cultivo de huertas y la agricultura.
El hombre de la Tierra se considera la corona de la Creación, y por ello se toma el insensato derecho de creer, que por su poder de razonamiento, él está por encima de todas las cosas y tiene el derecho de sobrepoblar el planeta y de permitirse ignorar y pisotear todas las leyes y mandamientos de la naturaleza. Con estos delirios de grandeza, él ya se ha vuelto tan inhumano, tan carente de amor al prójimo y tan demente, que todo se ha degenerado en una cobardía sin límites. Los pensamientos reales y razonables, así como el verdadero amor, el amor al prójimo, la preocupación humanitaria y el afán por la verdad se hallan completamente insensibilizados, de modo que él ya no alcanza a distinguir por ejemplo, que la sobrepoblación es la culpable de los inmensos problemas que afectan a los habitantes de la Tierra y que reduciéndola, únicamente mediante un estricto control de natalidad, podrían ser eliminados. Pero en lugar de reconocer esta verdad, criminalmente se crean y se apoyan a organizaciones de beneficencia que prestan ayuda, la cual va contra toda regla natural, logra causar más daños que beneficios, porque ellos no aclaran y no introducen un control de nacimientos, por consiguiente en el futuro se procearán miles de millones de descendientes y aumentan infinitamente todos los graves problemas aún más y más. Los más adinerados apoyan estas manipulaciones con montos millonarios, pero tan sólo para tranquilizar su mala conciencia que resulta de su equivocado humanitarismo y su equivocado amor al prójimo. Estos contribuyentes engañan cobardemente sus propias conciencias, ya que son incapaces de reconocer la verdad real y de actuar sólo de acuerdo a ella. Así prestan ayuda en el sitio equivocado y en asuntos errados, y se hacen culpables de contribuir y de ser responsables directos del desarrollo de las incesantes y crecientes miserias mundiales, de los daños y las numerosas catástrofes y penurias.
Los equivocados y errados colaboradores, los equivocados humanistas y los responsables creadores de la sobrepoblación, son culpables además de numerosos otros males, y hasta de enormes actos criminales que ocurren en la Tierra. Esto también incluye a la tortura y la pena de muerte, que todavía a nivel mundial se aplican en muchos países, y cuyos partidarios y defensores son a menudo aquellos individuos que representan y justifican las religiones y demás sectarismos, como también las así llamadas "ayudas" contra el hambre. Esto representa una gran paradoja, puesto que por un lado claman por la supervivencia y por otro lado, destruyen vidas al matar y al torturar a los culpables de delitos, de actos criminales, o de acciones e ideas político-revolucionarias. ¿Cómo se explica esto? y que debido a la injustificada ayuda, nuevamente procrean cientos de millones de seres, y de ellos a su vez surgirán millones de nuevos delincuentes, criminales peligrosos, drogadictos y extremistas de todo tipo, etc. De esto nadie quiere saber nada.
Gracias a los errados colaboradores, las mentes sin lógica, los que desprecian las leyes de la Creación, los errados humanistas y los generadores de la sobrepoblación de cualquier otra especie, el suelo es preñado con las semillas de todos los males posibles, de las cuales luego brotan y maduran las destrucciones de diversas denominaciones que sobrecargan a todo el globo terráqueo, aunque el mal fundamental de todos los daños globales y devastaciones se llama sobrepoblación. De ello también resulta la locura del odio a los extranjeros, el racismo, el odio a los refugiados y el odio al prójimo, asimismo también cada sectarismo de característica religiosa, mundana, esotérica, de OVNIlogía, filosófica, de libre culto u otros grupos especiales, sin dejar de lado el sectarismo de las religiones principales. Pero la sobrepoblación resultan crimines y guerras, como también vicios y la drogadicción, el consumo indebido de medicamentos, el alcoholismo, el hábito de fumar, de inhalar drogas, el sadismo, el masoquismo y muchos otros males en los que cae el hombre y que cada vez son más severos y numerosos debido al incesante crecimiento de la población mundial. Ésta es una realidad comprobada desde hace tiempo que ya no se puede dejar de lado ni mantener en secreto. Solamente los criminales cultivadores de la sobrepoblación de todo tipo no quieren ver ni reconocer, ni aceptar esta realidad. Pero ¿por qué es así? ¿por qué estos criminales cultivadores de la sobrepoblación no quieren ver, ni escuchar, ni reconocer, ni tomar conciencia, ni aceptar de ninguna manera la verdad y la realidad de los daños globales y las devastaciones? La respuesta a esto no es fácil, puesto que los motivos son distintos para todos, según estén afligidos por el alcoholismo, la drogadicción, el consumo indebido de medicamentos, el hábito de fumar, la inhalación de drogas, el sadismo o el masoquismo, cualquier sectarismo religioso, de libre culto, agrupamientos especiales, filosóficos, esotéricos, parasicólogos, espiritistas o el sectarismo de las religiones principales, o por la guerra, el asesinato, el crimen, así como el odio a los extraños, por el racismo, por el odio a los refugiados, odio a los extranjeros, odio al prójimo, etc. De modo que es equivocado suponer que para todas las nombradas degeneraciones hubiera un sólo motivo, pues el motivo en realidad se divide en miles, y estos miles de motivos son fundamentales y decisivos tanto para extremistas, como para doctrinas sectarias y para vicios de toda clase, por estas razones son, por ejemplo:
La inaptitud para vivir
El vicio
La falta de autocontrol
Los daños psíquicos
La propaganda sectarista
La propaganda de grupos o intereses especiales
La propaganda política
La falta de contacto con otros
La euforia
La desocupación
Las angustias (Fobias)
La enfermedad
Problemas existenciales
Problemas de contacto
Problemas con el prójimo
Problemas de comunicación
Frustración
Pobreza de sentimientos
Esquizofrenia
La superstición, creencias falsas
El engaño
La coacción
El terrorismo
El despotismo
Falsa educación
Malentendimiento de la verdad
Irresponsabilidad consigo mismo
Búsqueda de lo elevado
Búsqueda del sentido de la vida
Búsqueda de la verdad
Problemas sociales
Odios de todo tipo
La codicia
La inconsciencia
El deseo de venganza
El deseo de sangre
Codicia de matar
Problemas familiares
Frialdad de sentimientos
Exceso de sentimientos
Penas de amor
Propensión a mentir
El fraude
La megalomanía
La arrogancia
El orgullo
Adulación
Desorden estatal
Desorden político
Guerra o revolución
Desorden de todo tipo
Querellas
Disputas
Aflicciones
Propensión a herir
Ignorancia
Autocracia
Mala administración
Estrechez de todo tipo
Crisis de personalidad
Veleidad
Falta de voluntad
Falta de iniciativa
Falta de opinión
Falta de pensamientos
El abuso de confianza
Adulterio
Ruptura de amistades
Ruptura de promesas
Promesas falsas
Depresión
Melancolía
Tristeza
Exuberancia exagerada
Soledad
Afán por peculiaridades
Afán por degeneraciones
Deseo de reconocimiento propio
Prejuicios
Pretensiones de saber todo mejor que otros
La crítica falsa
Afeminación
La injusticia
Falso humanitarismo
Imbecilidad
Tormentos de todas clases
Tortura
Maltrato
Violación
Explotación
Servilismo ante decisiones estatales contrarias a la ley/derecho
Incompetencia
Falta de interés general
Fácil de persuadir
Seguimiento ciego de otros
Incapacidad de juicio
Envidia y emulación
Mezquindad
Desenfrenamiento
Desmedida
Egoísmo
Celos
Problemas de conducta
Las averciónes al trabajo
Belicosidad
Ansia de poder
Estas son sólo 106 de varios miles de argumentaciones, motivos, orígenes, puntos de partida y hechos determinantes que llevan a sectarismos y a oscurantismos de todo tipo, así como a la drogadicción, al tabaquismo, al alcoholismo, a la inhalación de substancias alucinógenas, como también a manías de odio contra lo foráneo, al racismo, odio a los extranjeros, odio a los asilados y odio al prójimo, etc. Estos males alcanzan su degeneración a través del Ku-Klux-Klan, el antisemitismo y el neonacismo, etc., de los cuales a su vez resulta una extensa ramificación innumerable de nuevos males y destrucciones que muchas veces terminan en el pauperismo completo o en suicidios, así como en el asesinato, la tortura, la pena de muerte (que también es un asesinato), la criminalidad, el asesinato en masa y el genocidio. El futuro demostrará que todos estos y otros males seguirán ascendiendo y degenerándose continuamente, tanto los sectarismos de todo tipo, como también los vicios, como: la drogadicción, la adicción a medicamentos, el alcoholismo, la inhalación de alucinógenos, etc. También la criminalidad en su expresión más severa y el crimen organizado irán en aumento y cobrarán muchas vidas, como lo harán también el odio a los extranjeros, el odio a los semejantes, el odio a los asilados, el racismo y el odio al prójimo. Las torturas tomarán muchas formas, como también la pena de muerte, las violaciones, los asesinatos simples, los asesinatos en masa, los asesinatos por motivos religiosos o sectarios y también el genocidio. También muchos otros males de tipo religioso-sectario, así como de tipo político y de intereses especiales aumentarán en forma horrenda y dominarán al mundo y sembrarán el miedo y el terror en la humanidad. Pero de todo esto únicamente el hombre de la Tierra tiene la culpa, especialmente aquellos que se deben señalar como cultivadores de la sobrepoblación - sin importar cómo se hacen culpables de ello. Todos estos culpables son los que amenazan conscientemente la vida en esta Tierra y amenazan con destruirla. Por estos mismos individuos irresponsables se fomenta conscientemente todo mal destructor de vida sobre la Tierra - mediante una constante producción de nuevos descendientes, y por consiguiente, una creciente sobrepoblación. Todo ello únicamente porque mucha gente está equivocada y no tiene ningún tipo de responsabilidad, ni para sí mismos, ni para su propio descendientes, ni para sus prójimos, ni tampoco para el resto de la humanidad. Consecuentemente, no tienen ningún sentido de responsabilidad para el planeta, ni tampoco para la fauna y la flora de este Mundo. Y todo ello únicamente porque los irresponsables son autoritarios y megalómanos, que se ven a sí mismos como la Creación misma y creen que su brutalidad corresponde a un pensamiento real y racional, mientras que realmente no son capaces con su fuerza de voluntad y su comando, de dejar crecer un sólo pelo en su cabeza. Realmente, a este tipo de personas no se les puede caracterizar como razonables, porque fuera de otro modo, cómo podrían entonces seguir tolerando todas las acciones de las entidades religiosas y sectarias, y las falsas creencias de todo tipo, así como el delirio del extremismo con todas sus degeneraciones, y hasta llegar a instigar y defender que la vida en la Tierra y el planeta mismo sean aniquilados y destruidos. Estos irresponsables, estos errados humanitarios, creyentes de sectas, partidarios de la demencia, causantes de la sobrepoblación y los desastres, así como destructores de la vida y del planeta, son los que, instigados por el falso humanitarismo de sus creencias sectarias, hacen todo lo posible para que los males de la Tierra aumenten drásticamente y se desborden cada vez más y amenacen y destruyan a toda vida, y así el hombre de la Tierra se reproduzca aún a mayor velocidad, gravedad y desenfreno, como conejillos de Indias.
Del mal de la sobrepoblación y de la lenta y cada vez más rápida destrucción de toda vida sobre la Tierra y del planeta mismo, en realidad son culpables también la mala administración y la corrupción, así como las organizaciones y los patrocinadores de la ayuda para los países en vías de desarrollo, aunque aquellos responsables no lo quieren admitir. Precisamente por medio de la ayuda para los países en vías de desarrollo que proviene de los países industrializados del así llamado mundo civilizado y de los países más ricos, se han hecho estragos en los países del tercer mundo, desde la tala de regiones tropicales hasta la devastación y desolación total de tierras que eran sumamente fértiles. Allí donde una vez habían bosques tropicales proveedores de oxígeno y reguladores del clima, hoy se encuentran suelos desolados y devastados, corroídos, saqueados y muertos, en los que apenas crece algún pasto, y donde habían florecientes campos y praderas, o donde habían tierras pobres de las que se podían obtener suficientes cosechas para sustentar la vida con diversos cereales y verduras, etc., hoy se encuentran desiertos salitrosos, paisajes desolados y muertos, o pantanos infértiles que en muchos casos son criaderos de agentes patógenos letales. Y todo esto por culpa de la ayuda para el desarrollo, ayuda de aquellos que irresponsablemente que hacen lucras horrendose inyectan medios financieros in inmensos desde los países civilizados y con fuertes economías (y siguen inyectando) en el tercer mundo, para así ejercer o dejar que ejerciten la mala administración y la corrupción, y para construir presas y establecer plantas modelo y de desarrollo según esquemas económicos que causan la deforestación de los trópicos y la destrucción de la Tierra y la vida, lo cual ha evocado y está evocando tremendos cambios climáticos que influencian negativamente a toda la Tierra y a toda vida, causando tremendas tormentas, huracanes y tifones, así como inundaciones, derrumbes, terremotos, sequías e otras innumerables calamidades. Pero también con relación al hombre mismo se han evocado diversas catástrofes mediante la ayuda para el desarrollo, por ejemplo, mediante estas ayudas se ha "desarrollado" a los "pobres" campesinos del tercer mundo, de manera que se les ha desplazado de sus tierras, o se les ha impedido que cultiven sus escasas tierras para obtener sus escasas cosechas, de las que bien o mal se habían podido alimentar desde hace siglos. Por el destierro y el impedimento, los trabajadores de la Tierra y los campesinos han perdido sus medios de subsistencia, ya sea por excesiva edificación, o por destrucción y devastación de sus escasas, pero algo fértiles tierras. Todo gracias a la "ayuda" para el desarrollo.
La gente que desde siglos y milenios ha cultivado sus escasas y semifértiles tierras y que siempre habían tenido algún alimento, no han perdido únicamente sus tierras mediante la mala administración y la corrupción y también por la ayuda a los países en vías de desarrollo, sino también su trabajo, al que estaban acostumbrados y con el que habían vivido en paz por siglos. Con la pérdida de sus tierras y de su trabajo, también se desvaneció su iniciativa, ya que los programas de "desarrollo" ponen alimentos de todo tipo a disposición gratuita de los expropiados, desterrados y desempleados, de manera que pierden la iniciativa de ser responsables de sí mismos y de poner empeño en sus propios medios de subsistencia. Consecuentemente comenzaron a dormitar y a llevar una vida sosegada, esperando que los "pollos asados" les vuelen hacia la boca en forma de alimentos proveídos por los planes de desarrollo, o que al menos se los sean llevados en forma gratuita. Y por la falta de la forma tradicional de obtener alimentos, mediante el fuerte trabajo de cultivar sus escasas tierras, la gente ya no sabía cómo comportarse ni qué hacer. En su aburrimiento, la gente se ocupaba entre sí, particularmente en forma sexual, por lo cual los hombres y las mujeres se unieron y comenzaron a procrear descendientes en grandes números. Primero fue la Revolución Francesa la culpable de la explosión demográfica, como consecuencia de la disparatada idea que había que procrear muchos descendientes y con ellos poder oponerse al gobierno en forma poderosa e indicarles sus límites. También se adjuntó a ello la vieja y errada idea, que se deben generar muchos descendientes para que los ancianos en su longevidad sean mantenidos por estos. Por medio de las ayudas para el desarrollo, etc., también se ha llegado desde ese entonces al aburrimiento de aquellos que se encontraron repentinamente desocupados y desterrados, desalojados y con falta de iniciativa, causando así una procreación explosiva y con ello, una sobrepoblación rápidamente creciente. Por lo tanto, también la ayuda a los países en vías de desarrollo es culpable de la sobrepoblación de la Tierra, así como de la destrucción y la amenaza contra toda vida sobre la Tierra y el planeta mismo.
Dentro del mismo marco de destrucción del planeta y de toda vida terrestre mediante la crianza de infinidad de descendientes, de lo cual resulta la sobrepoblación, también las religiones principales y las sectas son culpables, ya que a más no poder caen misionando como depredadores degenerados en los países del tercer mundo para divulgar la obsesión de sus creencias religiosas y sectarias, con todas sus consecuencias y degeneraciones despiadadas e inhumanas; degeneraciones que consisten en la esclavización, en la mala administración y en la corrupción, así como en la explotación y la influencia negativa de la conciencia, en el robo total de la libertad de conciencia, en el ofuscamiento, en la guerra religiosa y en asesinatos religiosos, así como en el embrutecimiento del hombre, etc., y es la causa principal de la estupidez de la sobrepoblación - específicamente, con la demencial frase: "fructificad y multiplicaos".
La verdad es ésta: la Tierra está tremendamente sobrepoblada y va en camino hacia su destrucción y hacia la destrucción de toda vida sobre ella como consecuencia de la sobrepoblación. El hombre es el único culpable de esta sobrepoblación, ya que en este sentido no conoce límites, como tampoco en todas sus otras degeneraciones. El mundo animal, en contraste al hombre, actúa instintivamente en forma más sensata y de acuerdo a las leyes naturales, ya que autoregula instintivamente su población y se adapta a las posibilidades existentes de alimentación y de vida. Si por cualquier circunstancia se establece una sobrepoblación, entonces se produce una mortandad natural para eliminar a los animales excedentes. El hombre, como ser racional, podría tomar ejemplo de ello, pero en su delirio de grandeza no se ocupa de ello de ninguna manera. Él se cree la corona de la Creación y se cree estar facultado para poder actuar contra todas las leyes naturales. Consecuentemente, continúa creando la sobrepoblación, logrando como consecuencia, que estos continúen multiplicandose incesantemente y asimismo aumenten las penurias, los males y la miseria, la criminalidad, las enfermedades, las epidemias y las adicciones, y todos los otros tipos de injusticias y degeneraciones, logrando que continúen inmesurables e incontenibles y que ultimamente terminen en un caos rugiente y en la destrucción total de todo orden y toda vida.
Si se suministran más ayudas para el desarrollo, más ayuda alimenticia y demás ayudas,pero ninguna reglamentación para la suspención del nacimiento que sobre todo son dadas a través de un humanitarismo equivocado y otras extravagancias de lástima, entonces más se empeoran las necesidades, los males, la miseria y todas las otras calamidades catastróficas e inmoralidades que arruinan y destruyen la vida y el planeta. Sin una ayuda determinante, realmente humana y adecuada, las naciones y los pueblos subdesarrollados no pueden simplemente convertirse en unos pocos años o en décadas en personas cultas, civilizadas, con economías equilibradas, o en países progresivos, ni pueden los individuos de estas naciones o pueblos sin asignaciones intencionales simplemente "remodelarse" y volverse en personas acomodadas, con economías y con sistemas políticos sanos, como también con sistemas educacionales abarcantes, gozando de un sistema social sano y un buen liderazgo estatal, con buena legislación y directivas para el desarrollo general, ya que todo esto se debe adquirir como resultado de cientos de años.
Naturalmente ayuda de cualquier forma es apropiada, pero solo allí, donde sea justificado traer y ofrecer estas ayudas. Tales ayudas pueden muy bien darse a naciones subdesarrolladas del tercer mundo, etc., pero nunca en la forma como se hace sin asignaciones de control de nacimientos por medio de ayudas alimenticias y ayudas económicas para los países subdesarrollados, etc. La ayuda a estos países y estas personas debe estar basada en la enseñanza de trabajos más progresivos, en mejores métodos de trabajo y en un mejor y más rico cultivo de sus tierras, sin intervenir destructivamente en el sistema natural. La ayuda también debe incluir una buena educación escolar y general, que resulte en una forma socialmente progresiva de pensar y en una concientización, que cada persona es responsable de sus propios actos, de sus acciones y de su trabajo, como también de su propia vida. Por lo tanto, la ayuda también debe incluir que a las personas se les explique las consecuencias catastróficas que resultan de la sobrepoblación. Consecuentemente, la ayuda debe incluir la educación con respecto a las prácticas del imprescindible control de natalidad, la anticoncepción, y una rigurosa suspensión de nacimientos.
La ayuda es apropiada y correcta allí, donde la gente no genera la sobrepoblación, "apareándose" como "conejillos de Indias", allí, donde las personas son trabajadoras y no tienen culpa de encontrarse en la necesidad por sus propios actos, y donde también crean por sí mismos una cierta formación y educación, consecuentemente también piensan y actúan progresiva y responsablemente, lo que causa a su vez que mantienen el número de sus descendientes dentro de límites razonables y no tienen ninguna culpa de la creciente sobrepoblación.
El hombre de la Tierra puede dejar que las puras leyes y mandamientos de la naturaleza rijan en todas las cosas, especialmente con respecto a la sobrepoblación, la cual sólo puede ser reducida en forma definitiva mediante una suspensión radical y rigurosa de nacimientos en todo el mundo, solo de esta forma, el hombre actúa correctamente, para así finalmente, a través de estas medidas, poder erradicar las miserias, las necesidades y los males de toda clase de nuestro bello planeta azul, la Tierra.
La sobrepoblación también trae consigo problemas étnicos y prácticamente los produce, causando así la huida de la gente, como también la guerra, los asesinatos y los homicidios. A través del constante crecimiento de la población de la Tierra, la gente se aglomera y vive más y más densamente, y el espacio individual de cada persona se hace más pequeño y más escaso. Por lo tanto no se puede evitar que gente de diferentes naciones, orígenes, religiones, puntos de vista, opiniones, filosofías y formas de pensar, etc., se aglomeren aún más y más y haya conflictos entre ellos, lo cual automática e inevitablemente conduce a la fricción, a distinciones y disputas, lo que a su vez, inevitable y automáticamente resulta en guerras, en asesinatos, en homicidios, como también en la huida de la gente; y sólo la huida de la gente conduce a nuevos problemas, males e inmoralidades a nivel mundial. Los refugiados no simplemente abandonan sus hogares natales en busca de otro hogar en su propia nación, sino que huyen hacia países extranjeros, y a menudo particularmente a países que están en mejor condición económica que sus propios países de origen. Y estos refugiados emigran en realidad por miles, decenas de miles, y aún por cientos de miles y millones apresuradamente de sus tierras natales e inundan a los países extranjeros de mejor condición, los que sufren entonces de una sobrecarga de extranjeros y son víctimas de problemas casi insolubles que cuestan miles de millones a los países que reciben a los refugiados, y hacen que los habitantes de los países "receptores" deban tener sus ingresos, el fruto de sus duras labores, reducidos por horrendos impuestos.
Los refugiados procedentes de naciones que sufren de problemas étnicos, de guerras, asesinatos y homicidios, como también de la persecución de toda clase, etc., llegan más y más a los países en mejor condición y se instalan firmemente en ellos - a menudo con mentiras y por medio de actos criminales. Ellos extranjerizan más y más a los países del mundo que están en mejor condición, a los que son capaces de viajar muy a menudo sólo en forma ilegal. Y el extranjerismo que resulta de todos estos refugiados traen consigo nuevos problemas de estructura social, económica y política, como también religiosa y étnica. La estructura social comienza lenta pero seguramente a desmoronarse, el costo de vida y las rentas se alzan más y más, la necesidad de viviendas aumenta más, y los refugiados se mezclan con los habitantes oriundos y extinguen lentamente pero con certeza el linaje propio de la población nativa al crear cónyuges de raza mixta, los cuales a su vez generan descendientes de raza mixta en masas y en cantidades ya irresponsables. Matrimonios de raza mixta que ocurren cuando las personas se conocen a través de visitas a otros países o por deberes de la profesión, etc., es normal y comprensible, y tales matrimonios únicos no perjudican el linaje de la población ni la población en sí. Sin embargo, si se generan en forma masiva matrimonios y descendientes de raza mixta debido a la inundación de refugiados, entonces resulta en poco tiempo una nueva raza de linaje mixto que excluye y erradica a la población original nativa.
Las clases de refugiados que huyen a otros países no presentan una uniformidad, pues vienen de todas las clases sociales; y las razones reales del por qué de los refugiados son a menudo muy diferentes. Estas razones van desde los refugiados económicos y emocionales o sentimentales, los refugiados en busca de drogas, los refugiados que huyen la persecución religiosa o militar, hasta los refugiados políticos, los refugiados que escapan de sus familias, del trabajo, los refugiados en busca de aventura, etc. Y todos estos refugiados de diferentes clases huyen de sus hogares para refugiarse en mejores países, los que entonces comienzan a sufrir por el extranjerismo, con todos sus males para el país "receptor" y su gente. La mayor parte de todos los refugiados aparecen como asilados, causando millones de costos a los países afectados, y por lo tanto a la población que trabaja y paga impuestos. Esto a su vez, y naturalmente, no es de agrado a varios segmentos de la población nativa, por lo cual se enciende y emerge el odio hacia los asilados, hacia los extranjeros, como también hacia otras razas, y conduce al escalamiento fatal, causando daños materiales y evocando desastres inimaginables.
Con los refugiados aparece también un factor adicional que no debe ser excluido, y es que generalmente sólo huyen de sus tierras aquellos refugiados que están en mejor condición económica, quienes tienen una pequeña fortuna, ya sea una casa o un terreno, como para obtener un poco de dinero para poder financiar su huida. Y esta clase de refugiados no son modestos del todo, ya que muy a menudo demandan en los países "receptores", sin vergüenza ni timidez: dinero, vivienda, transportación, mantenimiento, vestimenta y ayuda social de toda clase, etc. Sin embargo, aquellos en los países de donde vienen los refugiados, aquellos que deben huir de sus hogares natales por la seguridad de sus vidas, no pueden o sólo en muy raros casos pueden lograr huir, ya que simple y llanamente no tienen los recursos económicos necesarios y por eso son frecuentemente arrestados, torturados y asesinados. Por lo tanto, generalmente sólo se distinguen como refugiados a los que de alguna forma tienen un capital a su disposición. Especialmente ellos, muy a menudo como regla general, sólo huyen a un país de mejor condición económica y social, para poder llevar una vida más placentera de lo que les era posible en su propia Tierra, ya que les costaría mucho esfuerzo y dificultad. Aquellos que serían fugitivos en sus propias tierras natales por razones de persecución religiosa, militar o política etc., se disfrazan como puros refugiados económicos, etc., en los países "acogedores", con mentiras y fraudes, con aseveraciones falsas y engaños que en estos casos no corresponden a la verdad. A menudo también se presentan refugiados que son más que simples criminales, sino criminales de alta peligrosidad, y cometen en las naciones que los acogen sus lucrativos y graves crímenes. También más y más a menudo aparecen refugiados que llegan a países acogedores para entonces, en forma no oficial, o hasta oficialmente con el permiso de las autoridades, ocuparse en la acumulación de enormes cantidades de dinero para apoyar económicamente las guerras civiles, las revoluciones, los conflictos de sus países de origen, y comprar armas y otros equipos militares.
Sólo muy pocos refugiados realmente pueden considerarse como tales. De todas las decenas de miles de refugiados son en realidad muy pocos los que deben huir de sus tierras natales por la seguridad de sus vidas y tienen el derecho justificable de ser considerados refugiados y pueden ser reconocidos como tales, aun cuando contrariamente, los responsables del problema de los refugiados en países acogedores otorgan a miles y decenas de miles de tales supuestos refugiados los derechos de verdaderos refugiados, y el país entero entonces tiene que cargar con el costo. Estos responsables no reconocen, o no quieren por un humanitarismo errado reconocer, que esta clase de refugiados son sólo refugiados económicos, etc., que soberbiamente han abandonado sus propias tierras. Precisamente entonces, cuando la confusión y la miseria afligen a la nación y se depende de la ayuda y de la cooperación de cada ciudadano, justo entonces huyen de sus tierras natales, cuando su ayuda es de más alta necesidad para poder preservar la Tierra, la nación y la vida. Cobardemente huyen de sus propias tierras, en lugar de colaborar y procurar un orden apropiado para que se pueda trabajar y para construir una nación y una Tierra que florezca. Sin embargo, a través de la huida cobarde, esto nunca se podrá lograr, ya sea si se habla sólo de una nación "media" normal, o de una nación que yace bajo una mala dictadura o en un caos profundo. Cada nación necesita a sus ciudadanos, ya que sólo a través de ellos, junto a un liderazgo adecuado, se puede trabajar y lograr una vida digna, una vida civilizada y social, con una economía y una política apropiada, como también con un buen estándar de vida. Si los ciudadanos huyen cobardemente de sus propias tierras, en lugar de estar en ellas, vivir en ellas, y si fuera necesario, luchar por ellas, entonces el caos, la miseria, la necesidad y todos los males podrán necesariamente sólo aumentar y hacerse inevitables.
Naturalmente existen además aquellos refugiados que realmente son víctimas injustas de la persecución religiosa, la agitación política y la guerra, como también de revoluciones. Que a tales personas se les debe ofrecer la asistencia y la protección es indudablemente obvio, sin embargo, sólo y únicamente bajo la condición de que regresen a sus tierras de origen, y no les esté permitido quedarse en el país que los ha admitido cuando la situación en sus tierras natales se haya normalizado y mejorado nuevamente, de tal forma que puedan retornar sin ningún peligro corporal ni de muerte, y exista una economía y una forma de vida razonablemente normal.
En su totalidad, los hechos del problema de los refugiados señalan categóricamente que el flujo y la admisión de refugiados deben ser parados rigurosamente para no permitir el aumento en el problema del extranjerismo, el problema de los refugiados y los asilados, ni tampoco el problema del odio contra los extranjeros, contra otras razas y contra los asilados; problemas que resultan al fin y al cabo en catástrofes que nunca más podrán ser dominadas.
¿Es brutal e inhumano cuando se cumplen las leyes y mandamientos de la naturaleza? No, brutal e inhumano y falta de amor al prójimo es cuando el hombre retiene con todos los medios a su disposición la sobrepoblación y la instiga aún más - para que asi puedan ser generados aún más miles de millones de descendientes, cuando él no realiza ningún control estricto de natalidad por su sectarismo y su exagerado sentimentalismo estúpido, entonces por todo ello, toda la miseria y todos los problemas se harán aún más grandes e incombatibles, y al fin de cuentas ninguna solución ni ninguna salvación será ya posible.
MEDIDAS REQUERIDAS A NIVEL MUNDIAL
UNA POSIBILIDAD ENTRE OTRAS
(No son válidas sólo para pequeñas tribus indígenas que desde tiempos inmemoriales practican sus propias medidas estrictas de control de natalidad)
Edades Mínimas Permitidas para Contraer Matrimonio:
Mujeres | Hombres |
25 años | 30 años |
Edades Mínimas Permitidas para la Procreación:
Mujeres | Hombres |
28 años | 33 años |
Requisitos parala Procreación:: | Un matrimonio existente de por lo menos 3 años. Comprobante de un matrimonio saludable y en armonía. Comprobante de una forma de vida irreprochable de los cónyuges. Comprobante de capacidad para criar y educar niños. Comprobante de salud: ninguna enfermedad hereditaria ni contagiosa; ninguna adicción a drogas, medicamentos o alcohol, etc. Ninguna afiliación a grupos extremistas o antigubernamentales. |
Número Máximo de Descendientes:: | 3 descendientes por matrimonio |
Intervalos de Procreación: | 7 años: | Total suspensión mundial de la procreación. (No todos al mismo tiempo, sino en intervalos) |
1 años | Permiso para procrear de acuerdo a los requisitos mencionados. | |
:7 años: | Total suspensión mundial de la procreación. (No todos al mismo tiempo, sino en intervalos) | |
1 años: | Permiso para procrear de acuerdo a los requisitos mencionados. |
Repetir: Se repetirá este ciclo hasta que la población mundial se reduzca a niveles normales.
Después: Los requisitos para contraer matrimonio y la procreación quedan vigentes, pero se anula el ciclo de 7 años de suspensión de nacimientos.
Permanece Vigente: 3 descendientes por matrimonio (ó 3 hijos adoptivos o bajo tutela respectivamente).
Penalidades para Infractores: | Multa igual a 10 veces el salario anual de ambos cónyuges. Esterilización de ambos infractores. Castración de infractores por violación, asalto sexual, etc., como también la exclusión de los mismos fuera de la sociedad y separados de acuerdo al sexo. Tutela y educación estatal de todos los hijos de los infractores o padres adoptivos. |
Por favor tome en cuenta las aclaraciones de las medidas, las cuales se encuentran en nuestro folleto Nr. 3 acerca de la sobrepoblación. |
Brutal e inhumano
¿Qué es más brutal, inhumano y más hostil hacia el prójimo y la vida?:
1) Un mundo sobrepoblado de gente, en el que reina el hambre, la miseria, la necesidad y la muerte espantosa, en el cual la guerra, el asesinato, el homicidio, la tortura y la pena de muerte, la violación sexual, la criminalidad, el odio, las epidemias y la destrucción, el vicio y la adicción, la hostilidad hacia la vida, el extremismo, la mentira, el fraude y la inmoralidad, etc., son parte de la vida cotidiana, donde anualmente millones de individuos mueren miserablemente bajo horribles dolores, o donde miles mueren miserablemente bajo las manos de torturadores y verdugos, y también de hambre y miseria,
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2) Un mundo poblado en proporciones normales, en el cual todos los males, problemas y necesidades son pequeños y normales; en el cual no reina ni el hambre ni la miseria, ni tampoco el miedo a la guerra, y todos los males sean tan reducidos que se dé una posibilidad real de paz en un mundo unido, que deje desaparecer el constante miedo al futuro y que haga posible una vida con amor, lógica y la razón, etc.
La verdad no puede ser expresada una sola vez con palabras que parten de un humanitarismo falso ni con palabras diplomáticas, sino única y solamente con palabras repetitivas, directas, duras y sin diplomacias, que no encubren la verdad, sino que despiadadamente exponen los hechos reales. Sólo de esta manera las personas se sienten abordadas o agredidas, por lo cual reaccionarán correspondientemente y comenzarán a enfrentar los hechos de la verdad actual. A cada uno le resultará claro entonces, que a través de dicha reacción se expresará y se revelará la postura real de la persona y también su comprensión o incomprensión. Como regla general, las personas comprensibles y no arbitrarias se dejan informar y enseñar en detalle - mientras que los que no quieren comprender y son arbitrarios cuestionan siempre todo, no poseen conocimiento real sobre los hechos reales, y pretenden adoctrinar injustificablemente a los más sabios con ideas falsas, y los injurian como herejes, demagogos, y polémicos - únicamente porque su intelecto no es lo suficientemente amplio como para poder reconocer y comprender la verdad absoluta - o porque poseen algún título y creen erróneamente que son más sabios, con más conocimiento, y mejores que los demás, que no poseen algún título. Pero cuán equivocados están estos dueños de títulos, cuando la regla general demuestra que la luz de estos, puesta bajo un nicho, no alcanza ni a iluminar su interior.
Reflexiona una vez en cuál mundo te gustaría vivir, y piensa si el genuino, real humanitarismo, amor, amor al prójimo y la verdad, no superan al humanitarismo falso, al falso amor al prójimo y a todas las mentiras - y pregúntate a ti mismo también, en cuál mundo te gustaría que vivieran tus hijos y los hijos de tus hijos
Sobrepoblación
Salven la Tierra, la Vida, las Plantas,
el Hombre y los Animales
La sobrepoblación causada por la humanidad es el mal más fundamental para la vida entera de este mundo, para todas las formas de vida y para el planeta mismo. Del agravio que es la sobrepoblación resultan todos los males concebibles de la edad moderna. Males que vuelven indigna la vida humana y destruyen y aniquilan lentamente pero con certeza toda existencia; todo por culpa del hombre mismo, quien se regocija tanto en verse a sí mismo como la "corona de la creación", y sin embargo está afectado de tal ceguera que no es capaz de ver la destrucción y exterminación que él mismo ha causado a su planeta y a toda vida. Especialmente desde el año 1.844, por comienzos de las primeras fases de transición a la era de Acuario, se ha tomado un rumbo hacia un destino letal para toda vida y el planeta, a manera de destrucción y aniquilación de todo tipo causado por el rápido desarrollo técnico y químico que está conectado con el crecimiento vehemente de la sobrepoblación. Ya han ocurrido destrucciones, extinciones, explotaciones y aniquilaciones que nunca más podrán ser rectificadas. Esto es evidente con la completa extinción de muchas especies de animales, pájaros e insectos, como también con la ya irrectificable destrucción y devastación del clima, de la naturaleza y del medio ambiente, etc; asimismo también la sobrepoblación causa que el hombre explote la Tierra, y entonces toma posesión de petróleo, gases y cristales y minerales de manera tan abusiva, que la Tierra lentamente pero con certeza se va vaciando de todo aquello que el hombre necesita para su vida material. Lo que ha sido una vez explotado, consumido o simplemente desperdiciado, es perdido irrevocablemente para siempre ya que el planeta no será capaz de regenerarlo nunca más.
A causa del crecimiento imparable de la sobrepoblación, la Tierra tiene que ser explotada en todo aspecto cada vez más y más, finalmente amenazando, destruyendo, aniquilando y extinguiendo la vida completa del planeta como también todas sus formas existentes de vida. Y hoy realmente ya no existe ninguna duda más - al menos para aquellos que piensan en forma lógica, razonablemente y también responsablemente - que toda inclemencia que se presenta y todo mal de hoy en día resulta única y exclusivamente por la enorme sobrepoblación, la cual se duplicará en el curso de los próximos 60 años si no se llevan a cabo medidas rigurosas, radicales y fuertes mediante leyes y decretos apropiados. Esto significa que si no se toma ninguna medida para contener la sobrepoblación, para el año 2.055 la población de la Tierra será de doce (12) mil millones de seres humanos, lo que significa que pronto se volverán realidad las historias de horror y de ciencia-ficción que describen el racionamiento de cada centímetro de espacio para vivir, también la pena de muerte por la polución ambiental, hasta la más pequeña, o por la procreación y por nacimientos no autorizados; todo mientras los ancianos son enviados a la muerte a través de "instituciones estatales de promoción para el más allá", después del cual sus cuerpos y órganos son convertidos en cubitos de comida de color verde, azul, cafe o amarillo, para alimentar la horrenda sobrepoblación. Esto ciertamente todavía es una visión de horror hoy en día, pero si no se hace algo pronto contra la desencadenada sobrepoblación, entonces muy pronto se volverá una amarga realidad.
Aún si el ser humano comenzara desde alrededor del año 2.000 con la rigurosa reducción de su sobrepoblación, o sea, con un estricto control mundial de natalidad y con todo el resto de medidas necesarias como están descritas en el libreto "Lucha Contra la Sobrepoblación", tomaría alrededor de 100 años hasta que la humanidad se haya reducido hasta la mitad. El número de la sobrepoblación se calcula en 5.876'884.079 (5 mil millones, 876 millones, 884 mil y 79) a mediados del año 1.993, lo que corresponde a un hecho efectivo y a alrededor de 400 millones más de lo que afirman los censos oficiales y los estadistas. Una acción rápida es necesaria, siempre considerando lo siguiente en cuanto al flagelo de la sobrepoblación;
1) | que todos los males que aparecen sobre la Tierra y en su humanidad, como también en todas las demás formas de vida, en el medio ambiente y el planeta mismo, son única y solamente ocasionados por la sobrepoblación de gente, |
2) | que todos los agravios, como por ejemplo la hambruna, la escasez de energía, las plagas y epidemias, la contaminación ambiental, el terrorismo degenerado, las dictaduras, el anarquismo, la esclavitud, el tráfico con seres humanos, el aumento excesivo de basura normal y especial, el odio contra otras razas, la falta de medios de alimentación, la destrucción de los bosques tropicales, la destrucción de los bosques y campos de cultivo, la destrucción de la familia, el exceso de extranjeros, la indiferencia en general, la falta de sentimientos, la falta de respeto y reverencia, el miedo a la vida, el efecto invernadero, la polución del agua, el odio contra los asilados, la emisión radioactiva y la contaminación química del agua, del aire, de las plantas, de los medios de vida y de el hombre y los animales, la criminalidad y el crimen violento como el asesinato, las masacres y el homicidio, etc., el alcoholismo, el odio contra los extraños, la xenofobia, la opresión, el odio al prójimo, el extremismo, el sectarismo, la drogadicción, la extinción de los animales, la guerra, la violencia, la tortura y la pena de muerte, la mala administración, la explotación de la Tierra y de la naturaleza como también del hombre, la extinción de las plantas, el odio, el vicio, el celo, el egoísmo, la arbitrariedad, la falta de amor, la ilógica, el humanitarismo equivocado, la falta de viviendas, la escasez de espacio para vivir, el aumento excesivo de tráfico, la falta de trabajo, el colapso de instituciones de cuidado médico, el colapso de instituciones de cuidado para ancianos, el colapso de recolectores de basura, la destrucción total de la naturaleza y de la vida, el caos por todos lados, etc., etc., de la era moderna, encuentran su origen única y solamente en la horrenda y continuamente creciente sobrepoblación, |
3) | que entre los diversos y desencadenados males de todo tipo sobre la Tierra existe una conexión directa e indirecta con la sobrepoblación, y hoy en día ya no existe ningún mal más que no depende de la sobrepoblación, |
4) | que la situación de la Tierra, de los hombres en conjunto como humanidad y también la situación de los animales, plantas e insectos, etc., es todavía mucho peor que lo descrito en nuestra publicación "Lucha Contra la Sobrepoblación", |
5) | que cada persona que niega los hechos de la verdad con respecto a la sobrepoblación y de alguna forma apoya a algún humanitarismo equivocado y también al flagelo de la sobrepoblación y al tímido consentimiento del mismo, está promoviendo el falso humanitarismo y el engaño de las personas, y también la incomprensibilidad hacia la vida misma, hacia todas las formas de vida y el planeta, todo lo cual causa que la sobrepoblación sea cultivada aún más y de manera más imparable, |
6) | que la negante actitud ante la verdad y ante la lucha contra el crecimiento incontenible de la sobrepoblación, promueve peligrosamente la destrucción de toda vida terrestre y contribuye así a que el género humano de la Tierra, a causa del crecimiento imparable de su sobrepoblación, lentamente pero con certeza se destruya no sólo a sí misma, sino también a toda vida sobre el planeta y también al planeta mismo, |
7) | que con respecto a la destrucción y exterminación del medio ambiente, del planeta, de la naturaleza, la vida de las plantas, los hombres, animales y el planeta mismo, no sólo ya nos está "llegando la hora", sino que con muchos de los males terrestres ya nos "llegó la hora"; mientras que con muchas otras cosas, destruidas y devastadas por el hombre y su sobrepoblación, ya se nos "pasó la hora" - sin esperanza alguna - y ya no hay más posibilidad de salvación, |
8) | que quien no reconoce estas verdades, ni las percibe, ni las entiende, ni comienza a luchar contra todos los males en un sentido verídico - males que resultan única y solamente por la imponente sobrepoblación - es una persona hostil contra la vida e inepta para vivir, y de ninguna forma conoce ni tiene la responsabilidad necesaria para ser un ser humano real, para respetar la vida y honrarla, como también para luchar por la permanencia del hombre sobre el planeta Tierra, por toda vida terrestre dada por la creación planetaria, |
9) | que también usted, con toda fibra de su propio cuerpo y de su vida comparte la responsabilidad por todos los males sobre la Tierra, así que usted también tiene la responsabilidad de ver que la vida terrestre completa, de todo tipo, continúe y prospere nuevamente y pueda florecer, |
10) | que así como usted debe responsabilizarse por la subsistencia y la continua preservación de su propio cuerpo, así también tiene que responsabilizarse por la subsistencia y la preservación de la vida de sus semejantes, de sus prójimos, de sus propios familiares y descendientes, de los descendientes de ellos, y a su vez de los descendientes de ellos, etc, |
11) | que su vida no termina ni concluye cuando la muerte lo separa de este mundo, sino que mediante una reencarnación regresa nuevamente como persona y vivirá sobre este planeta justo de acuerdo a cómo el mundo sea en el futuro; un mundo que usted ha ayudado a formar a través de su sentido de responsabilidad o través de su falta de responsabilidad - es decir en forma negativa o en forma positiva, |
12) | que por lo tanto, usted comparte la responsabilidad por todos y por todo sobre la Tierra, y esta responsabilidad no se puede evadir fácilmente con respuestas y reacciones tontas ni con discursos e insultos absurdos, ni tampoco con amenazas o comportamientos y pretenciones soberbias, |
13) | que los títulos, puestos, etc., son puro humo y no son prueba tampoco de que los portadores de tales titulaciones sean más responsables, más educados o de alguna forma mejores y más comprensibles que aquellas personas que no poseen un título alto, consecuentemente, las personas con y sin títulos - también sin importar si se trata de hombres o mujeres - tienen los mismos derechos y obligaciones y responsabilidades con respecto a la vida, su mantenimiento, su preservación y sobrevivencia, |
14) | que el incesante crecimiento de la sobrepoblación terrestre, que es la razón de todo mal, puede ser parado, contenido y reducido sólo mediante medidas radicales y estrictas; concretamente, a través de leyes instituidas y legalizadas mundialmente que empiezen y ejecuten en cada país las medidas radicales necesarias, |
15) | que desde hace tiempo la humanidad terrestre ha podido crear un orden a medias apropiado para la vida sólo estableciendo y ejecutando medidas legítimas, radicales y estrictas, es decir, cada legislación o decreto de ley corresponde - aún hoy en día - a una medida estricta y radical, en la que cada ciudadano íntegro tome parte normalmente, sin resistencia ni quejas, porque sabe que mediante estas medidas estrictas y radicales, llamadas hoy en día simplemente: ley y orden, se garantiza y se da la seguridad y el orden para que el ciudadano pueda asegurar su vida y sus bienes, |
16) | que las medidas estrictas y radicales que garantizan el orden y la seguridad no restringen en ninguna forma la libertad del hombre, ya que toda persona que está a favor de la vida y está consciente de sus responsabilidades, establece dentro de sí y por sí misma estas mismas reglas para su vida entera y las implementa como guía de vida - si es que responsablemente le dice sí a la vida y la mantiene, la cuida y la protege, |
17) | que sólo los irresponsables rechazan las leyes y el orden y también las medidas radicales y estrictas cuando éstas son necesarias para la protección de la vida, su continuidad, su evolución, etc.; y que los irresponsables de esta clase son elementos criminales que ignoran el derecho a la vida misma y también el derecho de vivir de toda forma de vida, |
18) | que el derecho a vivir de toda forma de vida sólo puede ser garantizado y protegido cuando cada persona esté completamente preparada a tenerlo, y también a llevarlo, |
19) | que el derecho de vida de toda forma de vida, ya sea éste hombre, animal, planta o planeta, sea respetado y tratado correspondientemente, |
20) | que el derecho a la vida de toda forma de vida sólo puede ser garantizado y protegido si se garantiza la ley y el orden, también suficiente espacio para vivir, suficiente alimento, paz y bienestar para cada uno, también el entendimiento hacia el prójimo que es necesario para la vida, el amor hacia el prójimo y el sentido de responsabilidad hacia toda vida, lo que, sin embargo, puede ser garantizado únicamente con una populación que sea apropiada para el planeta, el cual de acuerdo al cálculo más preciso puede proveer y producir condiciones de vida y alimentación para satisfacer en abundancia a 529 millones de seres humanos. |
Al comienzo, la Tierra necesitó alrededor de 2,5 millones de años, desde los primeros comienzos de los seres humanos terrestres hasta el año 1.820 D.C. para crear mil millones de personas. Al hombre de la Tierra le tomó sólo 173 años, hasta mediados del año 1993, para sobrepasar este curso de multiplicación natural alrededor de 5 veces, con una populación exacta de 5 mil millones, ochocientos setenta y seis millones, ochocientos ochenta y cuatro mil noventa y siete = 5.876'884.097. Estos datos son de la más alta exactitud, basados en hechos cronológicos y en cálculos precisos, al contrario de los realmente inexactos cálculos de la estadística terrestre y los census oficiales, etc.
Sigue a continuación una lista muy precisa que describe cómo la población terrestre en sólo 173 años se ha desarrollado en una enorme sobrepoblación destructora y exterminante. La lista comienza desde el año 1 de la era cristiana:
Año D.C. | Populación Mundial |
1 | 102'465.703 |
500 | 198'847.080 |
1000 | 293'408.074 |
1300 | 374'079.611 |
1500 | 406'100.043 |
1600 | 463'618.432 |
1700 | 536'718.004 |
1750 | 607'407.320 |
1800 | 892'333.410 |
1810 | 1.050'477.301 |
1820 | 1.101'042.001 |
1840 | 1.203'561.400 |
1860 | 1.304'540.000 |
1880 | 1.506'462.002 |
1890 | 1.607'493.000 |
1900 | 1.660'990.034 |
1905 | 1.689'987.973 |
1910 | 1.810'900.001 |
1915 | 1.844'760.039 |
1920 | 1.912'000.432 |
1925 | 1.912'964.447 |
1930 | 2.207'034.890 |
1935 | 2.350'481.002 |
1940 | 2.400'389.101 |
1945 | 2.550'108.498 |
1950 | 2.600'047.000 |
1955 | 2.784'382.444 |
1960 | 3.050'382.081 |
1963 | 3.250'798.000 |
1966 | 3.500'100.000 |
1969 | 3.700'641.801 |
1972 | 3.783'847.320 |
1975 | 3.889'992.910 |
1978 | 4.090'799.983 |
1981 | 4.604'031.892 |
1984 | 4.800'411.000 |
1987 | 5.149'979.380 |
1990 | 5.367'887.093 |
1993 | 5.876'884.097 |
1996 | 6.300+ millones |
Al hombre de la Tierra se le debe de enseñar sobre muchos aspectos con palabras repetitivas y con hechos de la verdad, así también con respecto al flagelo de la sobrepoblación, la cual ahoga la vida entera y la existencia terrestre en la destrucción y en la ruina. La gente es ya tan endeble e incapaz del pensamiento razonable, que con el fin de realizar todos sus egoístas deseos y esperanzas, piensan y actúan en forma inhumana y criminal contra todo lo que sea capaz de vivir y contra sus derechos, contra el medio ambiente, la naturaleza y la existencia de la vida. Con esa forma falsa y egoísta de pensar, también la ley y el orden y todas las directivas creacionales de la existencia resultan ser despreciadas y pisoteadas, ya que cada uno se interesa sólo en sí mismo y no se preocupa de ninguna manera de la existencia real de la vida entera. Del egoísmo de esa forma de pensar y actuar surge también la animosidad y la oposición hacia las medidas estrictas y radicales que son necesarias para la continuidad del hombre y toda vida, lo cual prueba que estas personas erradas no entienden ni han comprendido la necesidad del momento y por eso se rebelan contra ellas. Esta forma de pensar, por un lado un egoismo extremo y por otro lado humanismo falso, es criminal ante toda vida y conduce a que todos los hechos de la verdad sean menospreciados y que la lucha contra la sobrepoblación, de la cual resultan todos los males de la Tierra, sea rechazada.
Ninguna de las soluciones aparentes ni ejercicios de coartada ayudan contra la ruina de la humanidad terrestre y todas las otras formas de vida; ayudas que son emprendendidas y llevadas a cabo por aquellos "mejoradores del mundo", los errados que ocupan puestos de responsabilidad, el lego, las autoridades y las más diversas organizaciones de protección ambiental, de ayuda mundial a los niños, organizaciones de ayuda para el desarrollo, ayudas contra el hambre y para los creyentes, etc., etc. Todo en este aspecto es completamente inútil y sin sentido si no se lucha ni se elimina el problema desde la raíz, es decir desde la sobrepoblación, la cual debe ser combatida y contenida rigurosa y radicalmente por medio de una suspensión de nacimientos mundial e intencional y mediante otras medidas necesarias. Esas son las únicas posibilidades y la única forma para prevenir la destrucción y la ruina de la humanidad, del mundo entero, de la naturaleza y de los animales y el planeta. Quien no ve esto o no lo quiere ver es una persona trastornada o demasiado cobarde como para ver de frente los hechos reales. Tales personas no sólo vociferan en contra de la existencia de la vida entera, sino que también son humanistas errados e irresponsables que con su forma de pensar y actuar no sólo ponen en peligro a toda vida, sino que la destruyen.
En realidad la verdad no puede ser expresada una sola vez con palabras que parten de un humanitarismo falso ni con palabras diplomáticas, sino única y solamente con palabras repetitivas, directas, duras y no diplomáticas, que no encubren la verdad, sino que despiadadamente exponen los hechos reales. Sólo de esa manera las personas se sienten abordadas o agredidas y se causa que reaccionen correspondientemente y comienzen a enfrontar los hechos de la verdad actual. A cada uno le resultará claro entonces, que a través de dicha reacción se expresará y se revelará la postura real de la persona y también su comprensión o incomprensión. Como regla general, las personas comprensibles y no arbitrarias se dejan informar y enseñar en detalle - mientras que los que no quieren comprender y son arbitrarios cuestionan siempre todo, no poseen conocimiento real sobre los hechos reales, y pretenden adoctrinar injustificablemente a los más sabios con ideas falsas e injurian a éstos como herejes, demagogos, y polémicos - únicamente porque su intelecto no es lo suficientemente amplio como para poder reconocer y comprender la verdad absoluta - o porque poseen algún título y creen erróneamente que son más sabios, con más conocimiento, y mejores que los demás que no poseen algún título. Pero cuán equivocados están estos dueños de títulos, cuando la regla general demuestra que la luz de éstos, puesta bajo un nicho, no alcanza ni a iluminar su interior.
Tabla de Población
La tabla que sigue a continuación debe demostrar lo sobrepoblada que está la Tierra. Muchas personas preguntan cómo hemos llegado al número exacto de 529 millones, y por eso también es interesante conocer algunos pormenores. El número de 529 millones para la población terrestre puede ser calculado en base al tamaño del planeta, su superficie CULTIVABLE (es decir, sin montañas, mares, zonas pobladas o industrializadas, etc.) y el espacio vital que necesita el ser humano, los animales y las plantas para su libre desenvolvimiento. Una familia compuesta por 5 miembros necesita aproximadamente una hectárea de Tierra para el cultivo y el autoabastecimiento y para poder moverse libremente. Para 12 personas se calcula un kilómetro cuadrado de Tierra fértil. De ahí resulta, que un país relativamente pequeño, pero con un alto porcentaje de Tierra de siembra y pastoreo, puede alimentar a más personas que un país más grande, pero con muy poca Tierra de cultivo.
Por ejemplo, Afganistán:
Tierra de cultivo = 135.974 Km² x 12 = 1.631.692 = población factible. La población actual de Afganistán es de 16,9 millones, según los textos. Esto significa que Afganistán está 10 veces sobrepoblado.
Lamentablemente, la siguiente tabla no está completa, ya que en forma correcta, deberían figurar para cada país la población actual y también el porcentaje de sobrepoblación, pero lo hemos omitido por la simple razón que todos los libros de referencia que dan detalles sobre el tema, dan diversos datos (para un mismo país). Aparte de eso, la población de la Tierra sube a un paso tan horriblemente rápido, sin considerar el gigantesco número de nacimientos clandestinos e inregistrados, que un número único y preciso es imposible.
La cifra calculada de aproximadamente 562 millones de habitantes difiere del número dado para la población de la Tierra en un 6%, porque las zonas estériles han sido hechas fértiles y los datos en los textos de referencia son sólo aproximados.
País | Superficie (Km²) | Tierra de Cultivo (%) | Tierra de Pastoreo (%) | Población Factible |
Afganistán | 647.497 | 12 | 9 | 1'631.692 |
Total Mundial | 135'721.472 | 561'696.870 |
46'808.072 Km²= aprox. 34%
El Control de Natalidad de los Animales en Contraste a los Seres Humanos
En contraste al hombre, los animales parecen estar mucho más adelantados en la cuestión del control de la natalidad que el hombre. Pero esto es válido sólo mientras el hombre no interfiere en las leyes del mundo animal, violándolas o destruyéndolas. Muchas observaciones efectuadas por distintos científicos del reino animal y del comportamiento animal, han demostrado con pruebas, que en el reino animal nunca habrá tal enorme sobrepoblación, como ocurre actualmente con los seres humanos. Las medidas para el control de natalidad en los animales son severas, múltiples y muy bien ideadas. Ellas parten, desde los aromas químicos que actúan como píldoras anticonceptivas y el canibalismo, hasta el suicidio masivo, como ocurre por ejemplo con los Lemminges (mamíferos roedores) en Escandinavia. Después de años de excesiva reproducción, se aglomeran, por falta de alimento, en un ejército de millones de roedores y proceden a una gran peregrinación. (Normalmente, los Leminges son animales solitarios y muy agresivos y se juntan sólo para el apareamiento.) Por la inusual proximidad de sus congéneres, también aumenta la agresividad de cada uno de ellos, hasta que se degeneran en una histeria masiva y total. Entonces este ejército gigantesco salta en forma suicida, desde lo alto de un peñasco hacia un abismo, hacia el mar o hacia un río, para ahogarse miserablemente. Sólo pocos Leminges sobreviven este suicidio masivo para preservar la especie. Otros métodos de control de natalidad se han observado también en diversas especies de pájaros, como por ejemplo en los Mirlos. En condiciones ambientales favorables, un Mirlo pone hasta 5 huevos, pero si se produce una sobrepoblación, entonces ponen solamente 2 huevos. Las investigaciones han demostrado: si se quitan los huevos del nido, diversas clases de aves los vuelven a poner para mantener el número apropiado de acuerdo al medio ambiente. El pájaro "carbonero" (Parus Mayor) pone un total de 14 huevos, el pájaro carpintero dorado, 72, y el pato (Anas Boscas) casi 100 huevos. Nuestra gallina pone un huevo cada día - en un año, hasta 270. En Australia, los científicos del comportamiento animal han observado en los conejos silvestres, que en épocas de sequía y escasez de alimentos, los machos no tocan a las hembras. En días de extremo calor, las hembras preñadas hasta abortan su cría, ya que de todos modos no sobrevivirían el calor. Con los elefantes, las medidas de control de natalidad son tales, que cuando estos gigantes deben vivir inusualmente concentrados, ellos sencillamente cambian su ritmo de actividad sexual. En el elefante, el período entre un parto y el siguiente apareamiento dura normalmente dos años y tres meses. Con una sobrepoblación, este período de abstinencia se triplica: seis años y diez meses.
Probablemente uno de los sistemas más difundidos para el control de la natalidad es el de cierto elemento odorífico, que actúa como píldora anticonceptiva y que reduce o hasta previene la fertilidad en las más diversas especies de animales, como por ejemplo en los ratones. Este olor anticonceptivo emana de cada hembra. Mientras más hembras viven juntas, más se intensifica el olor, y las hembras se vuelven estériles. Solamente en determinadas condiciones el olor del macho puede revertir este proceso.
Estos pocos ejemplos, entre muchos otros, deberían hacer reflexionar al ser humano. Si el hombre viviera de acuerdo a las leyes y mandamientos naturales-creacionales y no se desviara cada vez más de ellos, entonces no tendríamos esta enorme explosión demográfica, ni tampoco sus nefastas consecuencias. Si los animales también pisotearan las leyes de la naturaleza como lo hace el hombre, entonces probablemente ya no existiría ningún ser viviente más sobre la Tierra
Una Palabra Adicional
Acerca de la Sobrepoblación
¿Qué Dicen Otros Sobre el Tema de la Sobrepoblación?
Desde antes de que Billy en 1953 haya emprendido públicamente la lucha contra la sobrepoblación, la cual continúa por medio de la FIGU, ya había personas inteligentes y sabias en este mundo que habían advertido muy urgentemente y claramente sobre este mal, el mayor de todos los tiempos. Citaremos las palabras de tres de todas las personas de pensamiento avanzado, quienes reunieron el valor firme y la fuerza necesaria y no desertaron de expresar la verdad por miedo vacilante o cobardía miserable.
El teólogo inglés, historiador y científico de economía, Thomas Robert Malthus (2-17-1766 hasta 12-23-1834) ya había hecho en el año de 1798 alusión a este futuro problema. Sobre él se puede leer: "mientras atendía una parroquia (él fue un pastor protestante) se ocupaba - durante la época de la creciente miseria de las masas por la incipiente industrialización - con asuntos teóricos acerca de la población, y publicó en 1798 la obra modelo, "Ensayo sobre la Ley de la Población y sus Efectos en el Futuro Progreso de la Sociedad". En su famoso ensayo, él publicó su doctrina, desde entonces conocida bajo su nombre, de que el crecimiento de la población sigue una ley geométrica, y por otro lado, el crecimiento de las fuentes de alimentación sigue una ley aritmética; que bajo estas circunstancias las condiciones de vida de los pobres se vuelven más y más desesperantes; que de continuar así, los medios para la vida finalmente no alcanzarán más, a no ser que la hambruna o las guerras disminuyan la población de la Tierra; que habría que aconsejar contra los matrimonios imprudentes y de edad muy joven, y que las personas deben dedicarse al control propio de su multiplicación."
El escritor inglés, Aldous Leonhard Huxley (7-26-1894 hasta 11-22-1963) advirtió acerca de la creencia ciega en el progreso ya desde la primera mitad del siglo 20. A él le inquietaba profundamente el excesivo crecimiento de la población de nuestro planeta. En el año 1954 hizo el siguiente manifiesto: "Si no se resuelve, este problema hará que todos nuestros demás problemas no tengan solución".
Él también reconoció que el mayor peligro para la libertad del hombre está en la reducción de nuestro espacio de vida causada por el número excesivo de todos nosotros. "Cuando el creciente número de seres humanos en el futuro se peleen por los cada vez más y más escasos tesoros de la naturaleza, entonces retoñará la semilla de la dictadura. Los dictadores aparecerán como salvadores cuando se clame más y más fuertemente por una solución urgente y también por un "hombre fuerte". Una humanidad en penurias es una presa fácil para líderes despiadados y violentos".
El tercero al que desearía citar es el profesor de astrofísica Heinz Haber (5-15-1913 hasta 2-13-1990). En el año 1973, él escribió en su libro "¿Muere el Planeta Azul?" los párrafos abajo citados. Él, sagazmente, hasta calculó el número de la población según lo que en la Tierra toleran la naturaleza y las condiciones naturales dadas, lo cual prueba que no solo Billy y la "Freie Interessengemeinschaft" hablan de alrededor de 500 millones de seres humanos. Uno puede leer como sigue: "de hecho es así, que los problemas más urgentes del futuro de la humanidad giran alrededor de la sobrepoblación de nuestro planeta como un centro gravitacional. ...
Con la caída del equilibrio de su propia población, ahora el hombre amenaza también con deribar el equilibrio de todo el planeta. Sólo esfuerzos mayores e inmediatos nos pueden ayudar, pues estamos sentados sobre una bomba de tiempo humana que irresistiblemente avanza hacia una pronta explosión. ...
El problema que hoy, a finales del segundo milenio de nuestro cómputo del tiempo nos salta a la cara, es con mucho la mayor crisis que la humanidad ha tenido que experimentar desde sus orígenes. Todos los otros eventos históricos, comparados con este problema, se desvanecen en insignificancia histórica. El número de la población de la humanidad de la Tierra ha salido fuera del marco equilibrado de la naturaleza. Y esto - como lo hemos aclarado anteriormente - significa una catástrofe en el sentido auténtico de la palabra.
... ¿Cuántas personas debe haber realmente sobre la Tierra? Este número depende del tamaño de nuestro planeta, de la energía solar que continuamente cae sobre el mismo, y la capacidad de nuestras plantas de utilizar biológicamente esta energía solar. ...
Un simple cálculo demuestra entonces que el límite de tolerancia natural de nuestro planeta azul para seres humanos es aproximadamente de 500 millones de personas. ...
Ahora vemos que sólo hemos podido exceder nuestro límite naturalmente reconocido de 500 millones porque hemos tomado energía adicional. Un porcentaje predominante de esa energía lo hemos extraído mediante la combustión y uso de combustibles fósiles: el carbón, el petróleo y el gas natural. ...
El fastidioso problema de la contaminación ambiental suele ser atribuído a los excesos de nuestra moderna sociedad industrial y a la avaricia del sistema capitalista. Si esa aserción se examina más cuidadosamente, se ve que es completamente falsa. Al fin de cuentas, todos estos problemas tienen su origen en la presión causada por el continuo crecimiento de la población, lo cual es obvio tanto en los países occidentales como en los países socialistas y en las naciones del tercer mundo. ...
Hoy en día, que todos saben que ya hay demasiados miembros en la tripulación de nuestra nave espacial, la Tierra, debemos aprender a ver a nuestras antiguas formas de pensar y a las heredadas tradiciones sobre la multiplicación humana con ojos completamente nuevos. ...
En las décadas hasta mediados de este siglo, a la mayoría de nosotros se nos ha escapado con qué velocidad comenzó a levantarse la ola de la población de la Tierra, de modo que - precisamente como una gran ola en el Pacífico - algo muy decisivo debe pasar pronto. ...
Ya previamente hemos señalado que en el problema cada vez más y más urgente del superdesarrollo de hoy, es muy difícil diferenciar entre la causa y el efecto. Esta también es la razón de por qué sólo difícilmente se aísla el elemento culpable de los diversos males de nuestro planeta azul. Adicionalmente, todavía se presentan dos elementos psicológicos más que dificultan mucho el estudio de nuestro problema. Las condiciones que lentamente se empeoran más y mas, no se registran muy bien en la conciencia, pues día a día crecen muy desapercibidamente. Así nos acostumbramos a la pestilencia que crece día tras día en nuestras grandes ciudades y al creciente y fastidioso ruido. ...
Parece que la humanidad todavía carece completamente del reconocimiento de que el crecimiento de la población, a pesar de mayores esfuerzos, debe llevar cada vez más y más hacia el empobrecimiento progresivo.
Hace pocos años atrás, una serie de destacados científicos de la ecología y de la alimentación había hecho la sugerencia que en la India no se debe ayudar más en las hambrunas de ese tipo. Eso suena tan brutal e increíblemente inhumano que uno no puede evitar sino enfurecerse ante esas aserciones. Aunque en realidad, esos expertos han hecho sus sugerencias con el espíritu del amor cristiano al prójimo si uno cuenta el número de personas cuyos sufrimientos han sido aliviados. Si se ayuda a los Hindúes en hambruna, entonces se da a la población de ese subcontinente la posibilidad de sobrevivir y de continuar con su incremento promedio de alrededor de un millón de personas por mes.
Debemos contener nuestra desenfrenada fertilidad. Debemos paralizar nuestra multiplicación destructiva e incluso debemos disminuir decisivamente en nuestro número. ...
Si procuramos un control de natalidad a nivel mundial, entonces tenemos que tratar con enormes obstáculos; obstáculos formados por nuestra biología, nuestra sicología y nuestras tradiciones profundamente arraigadas. Muchas personas pensativas que se han dedicado a este problema están muy pesimistas. No parece del todo - así dicen ellos - que se puedan tumbar estas enormes barreras en los próximos 20 ó 30 años. E incluso este tiempo parece muy largo. Esta es la razón de por qué parece inevitable una población de ocho, diez o tal vez hasta doce mil millones de personas durante la primera década del próximo milenio. Los pesimistas entre nosotros tienen todos los argumentos fuertes en su favor. ...
La esperanza de nuestros optimistas se basa en que nosotros, como humanidad, entendamos las razones de nuestro dilema. Por eso es importante que cada uno comprenda la interdependencia de las leyes naturales en la que nosotros y nuestro planeta estamos firmemente integrados. Sólo entonces podemos actuar de forma razonable. ...
Está comprobado que con nuestras acciones ya cargamos con una responsabilidad considerable del destino de nuestra especie también hasta en el próximo milenio.
La sobrepoblación no es un tema que concierne sólo a los países del tercer mundo y a los gobiernos, sino también al mundo occidental, a los así llamados países ricos y también a todo individuo. Realmente ya no se puede entender por qué el hombre de la Tierra no quiere comprender que todos los problemas y males de este mundo resultan únicamente del hecho de que simplemente hay demasiadas personas. Nos pisamos los unos a los otros, nos ponemos los nervios de punta uno al otro, y nos convertimos lenta pero inevitablemente en seres adaptados y reducidos a una función. Así nos olvidamos más y más de cómo ser seres humanos reales. Con nosotros en el mundo occidental tal vez los efectos de la sobrepoblación todavía no son tan drásticos como para los que sufren de hambre en el tercer mundo, pero también aquí se están presentando las primeras catástrofes que trae consigo la inundación por la masa humana. El número de desempleados se eleva rápidamente, y también forzosamente el número de criminales, pues como dice el dicho - el que no tiene, toma. Y que esto lleva a horribles masacres humanas y a guerras espantosas, lo prueba el desfile diario de terribles noticieros.
Especialmente con nosotros en Suiza, un diminuto país que desaparece por su pequeñez ante toda la Tierra, nos imaginamos que estamos seguros y protegidos porque todo está en tan buen orden y el gobierno tiene todo bajo control. Ciertamente no quiero criticar la forma de gobierno de Suiza, porque sin duda es un país con el mejor cumplimiento de leyes, pues si fuera de otra forma, no nos iría tan bien. Pero justo por esto mismo nos mantenemos demasiado despreocupados ante los problemas en nuestro contorno, como que si la sobrepoblación, con todos sus males y su destrucción del planeta, fuera a parar ante las fronteras del país.
Primero el uno o el otro, lenta pero seguramente, siente en su propio cuerpo que con nosotros esto tampoco puede continuar así para siempre. Muchos ya no tienen trabajo o ganan muy poco como para poder alimentar, mantener y sostenerse a sí mismos y a sus familias. Pero el individuo todavía no se siente afectado, puesto que mientras sólo sea el vecino, nos dan igual los males del planeta.
Es inconcebible que el planeta azul, una vez tan maravilloso, sea casi completamente destruido por seres vivientes que fueron designados, como criaturas más desarrolladas, hacia un desarrollo aún más alto. Así como antes la naturaleza significó para el hombre el recreo en todo aspecto, así debe ahora protegerse contra ella, a sí mismo y sobre todo a la nueva generación que viene. Especies enteras de flora y fauna ya no existen más; la luz del sol, luz que debía mantener la vida, se ha vuelto un rayo nefasto, ya que el hombre ha destruido la capa de protección de ozono que envuelve el planeta. Las aguas están tan contaminadas que el bañarse en ellas es una prueba de valentía, pues muchos salen con diversas toxinas del supuesto baño refrescante. Las catástrofes de origen natural, como las erupciones de los volcanes, terremotos, inundaciones, sequías, etc. hacen el resto. La lista de los peligros que la vida, por su propia culpa trae consigo, es interminable. Nuestro tiempo sobre la Tierra no se puede describir más como vida, sino meramente una lucha por sobrevivir, si se considera todos los peligros y riesgos. ¿Y por qué? porque el hombre, con su insensatez, se multiplica como conejillo de Indias; porque él, de esa manera, toma más materia prima de lo que la Tierra le puede dar; porque él, por su gran número, produce más desecho de lo que la Tierra puede procesar, y porque él, por sus investigaciones progresivas, produce tal cantidad de venenos, que la Tierra, sobrecargada por los mismos, apenas puede respirar.
La Tierra "tose" y "escupe", ella es saqueada y torturada y amenaza con sofocarse, pero aún así, año tras año, trae sus espléndidos colores a flor y le da al hombre, con sus ultimas fuerzas, lo que todavía le queda a la naturaleza enferma.
Sin embargo, se sabe generalmente que los seres vivos enfermos suelen retoñar una vez más un poco antes de morir y parecen mejorar. ¿No produce fruta un árbol enfermo porque siente que muere, y no suele ocurrir que una persona que por meses ha estado en cama, pronto antes de su muerte repentinamente se levanta y hasta por poco tiempo puede caminar? También nuestro planeta es un ser vivo que respira y pulsa, pero el hombre lo ha descuartizado con su sobrepoblación desmedida, él ha destruido todo; él ha envenenado, incendiado y torturado su propio hogar. ¿Y qué pasará entonces, si la naturaleza colapsa repentinamente porque el interior del planeta ha sido vaciado, porque es aplastado por el peso de la gigantesca masa humana, porque la foresta y las aguas están arruinadas y muertas y el aire está envenenado? Esto sucederá con seguridad, ya que no podemos parar el saqueo excesivo de la Tierra si la población de la Tierra continua creciendo en alrededor de 300.000 personas cada día. Por lo tanto debemos de considerar el colapso del ecosistema, y de hecho no en un par de años, sino ya, hoy día, porque no tenemos ninguna oportunidad más de cambiar y de retroceder, ni podemos tampoco simplemente empacar nuestras cosas y viajar a algún otro sitio donde estemos mejor. La esfera terrestre flota en el espacio infinito, y si ella exhala su vida porque el hombre la mata, entonces el hombre también debe perecer con ella. Nada más atestiguará entonces que una vez existió un maravilloso planeta azul con vida humana. Su luz simplemente se extinguirá y la humanidad será borrada de un golpe. Este hecho parece ser olvidado fácilmente por los habitantes de este planeta. El ser humano cree que en algún momento ocurrirá un milagro, que de algún sitio vendrá una solución. Pero ningún milagro ocurrirá, por lo contrario, la siniestra profecía del final del mundo se acercará si no nos levantamos todos unidos para cambiar inmediatamente la situación. Para un cambio positivo sólo hay una solución: ¡la humanidad debe reducirse!
Nosotros no podemos ni debemos ser indiferentes a lo terrible que acontece al otro lado del mundo porque esto afecta inmediatamente a toda persona. Todos vivimos y existimos sobre el mismo suelo, y todos dependemos del mismo.
¿Pero qué es lo que hace al ser humano tan ciego, sordo, mudo e indiferente? Los anuncios diarios de catástrofes no lo conmueven; o bien se conmociona por poco tiempo, pero eso le pasa rápidamente. Él aguanta calmadamente los terribles noticieros y no se da cuenta de cómo él se degenera cada vez más y más en simplemente una figura titulada: "humano".
Claus Jacobi dijo en su libro titulado "Nos Quedan 100 Años": "Así como ocurrió la explosión demográfica, así ocurrió la contaminación del planeta - por encima del límite de percepción óptica del hombre. Vino lentamente, cada día un pequeñito, inmensurable e imperceptible poquito más."
Con certeza él está correcto en esto, puesto que si la destrucción del planeta causada por la sobrepoblación hubiera ocurrido de golpe, entonces el hombre seguramente hubiera actuado, él se hubiera defendido, porque cada uno lo hubiera sentido en su propio cuerpo. Pero gracias al lento y luego más y más rápido crecimiento de la humanidad, el individuo no conoce otra cosa que las restricciones y ya no se da más cuenta de ellas.
No obstante, ya no más es excusable cuando la persona se queda inmóvil y se resigna simplemente. No es ningún argumento decir: "¿qué puedo hacer yo sólo contra el gobierno y contra el público?", ya que el individuo mismo constituye el público. Cada persona por sí sola puede hacer algo, así sea sólo informar a otros sobre el origen de todos los males.
Nosotros tenemos la elección. O firmamos ya nuestra propia sentencia de muerte y con ello la de la humanidad entera, o introducimos medidas inmediatas y radicales, que contengan efectivamente el crecimiento constante de la populación humana. Para eso sólo hay un camino: debemos parar esta multiplicación parecida a la de los conejillos de India. Debemos evitar que se procreen más vidas, pues una vez que estén en el mundo, toda forma de vida tiene el derecho de cumplir su plazo de vida completamente hasta su fin natural. Por lo tanto, no se pueden tomar medidas apenas cuando el individuo ya esté aquí, sino que se deben aplicar de tal manera que no se pueda engendrar nuevos seres humanos por un período de siete años, según un sistema predeterminado.
Sin embargo, este es en realidad uno de los puntos más débiles, ya que el ser humano prefiere producir hijos en serie, y sólo después, desesperadamente, trata de controlar todos los problemas actuales de falta de alimentación, contaminación ambiental, falta de espacio, falta de trabajo, etc. Él prefiere hacer eso antes que reflexionar sensatamente y ver que con cada individuo adicional en el mundo, las miserias y los problemas se multiplican y se vuelven insolubles. Sólo un egoísmo sin límite puede llevar a una familia por el mal camino de tener muchos hijos, pues nadie querrá sostener que hoy en día se puede dar a varios hijos lo que legalmente les corresponde conforme a las leyes creadas. Así por ejemplo, un niño tiene el derecho a un sano desarrollo síquico y corporal. La realidad, sin embargo, ridiculiza en forma humillante estas intenciones tan honorables, ya que sobre la Tierra ya no hay ningún sitio más donde la naturaleza todavía no esté sufriendo. Para que ella se pueda recuperar, necesita tiempo y espacio, y esto sólo se puede realizar si la humanidad reduce sus números a niveles acordes a la naturaleza, a lo que el planeta es capaz de soportar. Cada jardinero sensato planta en un terreno sólo el número de plantas que se puede desarrollar saludablemente en dicho terreno. Si las plantas estuvieran demasiado cerca una a la otra, entonces se atrofiarían y nada de esto serviría. Así precisamente también ocurre con el hombre. Él sólo puede ser un ser humano real cuando posee los requerimientos necesarios para la vida. Esto a su vez, es posible sólo cuando en la Tierra habiten tantas personas como ella es capaz de sostener. Se les debe dejar a las autoridades que introduzcan leyes estrictas para la realización de la suspensión de nacimientos por 7 años y su control correspondiente hasta que la población mundial se haya reducido a 529 millones. Quien clama ahora que cada familia tiene el derecho propio de decidir, considere lo siguiente: a través de la suspensión de nacimientos no se prohíbe concebir hijos de por vida, sino sólo por siete años respectivamente. Una mujer es capaz de tener niños por alrededor de 20 años, así que siempre podrá tener niños. La suspensión de nacimientos no es ninguna renunciación o pérdida, al contrario, es una ganancia en todo respecto, ya que en 7 años una persona puede trabajar mucho en sí mismo, puede alcanzar cierta madurez y evolucionar junto a su cónyuge, lo que a su vez es un bien para el hijo. Además - y esto es lo más importante - el niño puede nacer en un mundo que se está curando, en el que los seres humanos nuevamente podrán ser seres humanos y todas las otras cosas buenas.
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