Literatura
Luces de bohemia; Ramón María del Valle Inclán
Luces de Bohemia
ð Ficha bibliográfica del libro.
Título: Luces de Bohemia.
Autor: Ramón del Valle-Inclán; edición de Alonso Zamora Vicente.
Editorial: Espasa; colección Austral. Cuadragésima segunda edición (28-VIII-2000).
Distribución del contenido:
Páginas 1-38 : Vida y obra del autor.
Páginas 39-206 : Luces de Bohemia.
Páginas 207-285 : Apéndice.
Formato: 175 mm ρ 112 mm ρ 22 mm.
ð Contenido y estructura de la obra.
Escena primera.
Comienza en la casa de Max Estrella, un escritor ciego y sumido en la pobreza. Este esta hablando con su esposa, Madamme Collet, sobre una carta que han recibido en el que se le comunica a Max que su colaboración en el periódico en el que trabajaba, ha cesado. Llega a la casa a Don Latino de Hispalis, amigo de Max, el cual se encarga de vender sus obras. Latino le explica a Max que ha sido engañado por Zaratustra, el dueño de la librería donde los ha vendido y le dice que vaya a la tienda para que se los devuelva o que le aumenten el precio de la venta. Esto hace que Max se enfade y opta por ir a ver a Zaratustra.
Escena segunda.
Max y Latino llegan a la tienda, donde transcurre la escena, Zaratustra engaña a Max y comienzan una discusión. Zaratustra hace creer a Max que ya ha vendido sus libros y que el trato no se puede deshacer. Después de algunas amenazas de poeta hacia el librero, entra Don Peregrino Gay, que es un escritor de crónicas recién llegado de Londres. Por el relato de Don Gay sobre su viaje a Inglaterra y sus numerosas alabanzas a dicho lugar, la discusión se va desviando de su tema principal y acaban hablando sobre viajes y una reflexión de la vida en España.
Escena tercena.
La escena transcurre en la taberna de Pica Lagartos. El chico de la taberna le dice a Max que Enriqueta, la Pisa Bien, le ha estado buscando. Llega a la taberna esta mujer y le pide a Max el décimo de lotería que su madre le ha fiado. En un principio Max se lo va a devolver, pero al ver el número, Don Latino le dice que ese número saldrá premiado, con lo que Max le da su capa al chico de la taberna para que la venda y así poder comprarlo él.
Cuando regresa el chico de la taberna con el dinero de la venta de la capa de Max (9 pesetas), hace saber a todos los que están en la taberna que un grupo de revolucionarios llamados "Acción Revolucionaria" está montando jaleo en la calle y él había sido alcanzado por una piedra. La Pisa Bien y su esposo se unen al grupo y cuando Max va a comprar el décimo de lotería se da cuenta que la Pisa Bien se ha llevado el décimo. Max y Don Latino se van en busca de esta mujer a la Buñolería Modernista.
Escena cuarta.
Max y Latino andan borrachos por la calle y entran en la Buñolería Modernista donde consiguen que la Pisa Bien les venda el décimo de lotería. Se encuentran a Dorio de Gadex, Clarinito y Pérez, que apoyan a Max y lo elogian. Empiezan una charla sobre cosas de intelectuales, poesía y obras de literatura. Max comienza efusivamente una serie de insultos hacia otros poetas. En ese momento, el capitán Pitito entra en la taberna y les llama la atención, y porque Max le contesta mal, por el escándalo que estaba montando y por la borrachera, es llevado a comisaría por los guardias.
Escena quinta.
En esta escena Max llega a la comisaría, donde esta Serafín el Bonito, el inspector. Acto seguido, durante el interrogatorio, Max se pone a decir tonterías y a dar voces. El inspector, indignado, le manda a los calabozos, y es encarcelado pese a las protestas de los modernistas apoyándole
Escena sexta.
En la cárcel Max se pone ha hablar con otro preso, un obrero catalán que había ido a parar allí porque le tachaban de revolucionario, y que decía que la única solución que propone para España es acabar con la riqueza y hacer una revolución. Max le da toda la razón, pero llega la hora del preso, que estaba condenado a muerte, Max llora de impotencia y finalmente queda solo en la celda.
Escena séptima.
Don Latino, Dorio de Gadex, y los modernistas van al periódico "El Popular". Allí hablan con el representante del periódico (Don Filiberto), para que se publique la injusta detención de Max y poder quedar libre.
Inician una discusión sobre las ideologías de cada uno y Don Filiberto les dice que abandonen el periódico sin antes haberles comunicado que ya se está tramitando la orden de libertad para Max Estrella.
Escena octava.
Max llega a la Secretaría particular del ministro para darle una queja sobre su injusto arresto. Después de una discusión con Dieguito (secretario del ministro), consigue ver al ministro. Max le conocía, ya que habían estudiado juntos y le comenta las quejas. El ministro, al ver el estado lamentable de su amigo, le propone un trabajo fijo. Max acepta debido a su situación económica.
Cuando Max se marcha, el ministro habla con su secretario sobre la envidia que tiene de Max ya que éste siempre ha hecho todo lo que ha querido hacer que era escribir pese a que tuviera que pasar hambre y calamidades.
Escena novena.
Max y Latino se encuentran con Rubén Darío en el café Colón, cenan juntos y hablan sobre Dios, la iglesia y la Biblia. Rubén cree en ello, pero Max cree que es una estupidez, que no existe vida después de la muerte. Después Max le pide a Rubén que recite uno de sus versos mientras cenan. La velada termina con un brindis por el encuentro.
Escena décima.
Max y Latino salen del café y se encuentran con unas prostitutas que estaban en la calle y se comienzan una conversación, Latino se va con una de ellas, mientras Max habla con la otra, la lunares, esta le provoca, pero Max no cae en la tentación. Ésta intenta seducir a Max, pero éste le advierte que no tiene nada de dinero. A la muchacha le empieza a gustar Max y al final se da a entender que logra ser seducido.
Escena undécima.
Max y Latino siguen caminando por la calle, donde encuentran con que un grupo de revolucionarios han matado a un niño y está la madre gritando desesperada con su hijo muerto en los brazos. La mujer esta enloquecida y pide justicia y su propia muerte.
Latino piensa que esta exagerando y Max piensa que es una gran injusticia, la escena termina con el lamento de Max, su agobio y de nuevo su impotencia. Cree que ha llegado su hora.
Durante la escena, van apareciendo unos cuantos personajes que van dando su opinión de lo que ha sucedido, como un albañil, una portera, una trapera, el tabernero, un guardia...
Escena duodécima.
Max y Don Latino están en una puerta filosofando mientras amanece. Hacía frío y mientras hablan se ponen a caminar para poder entrar en calor. Max empieza a sentirse mal y se lo dice a su amigo Don Latino, pero éste piensa que eso es fruto del alcohol que había ingerido y se marcha dejándole tirado en el suelo creyendo que dormía la borrachera, sin no antes cogerle la cartera por si alguien se la robase.
Una vecina y la portera salen a la calle y se encuentran a Max tirado en la puerta. Llaman a Madamme Collet pero Max ya estaba muerto.
Escena decimatercia.
El velatorio de Max, se hallan Madame Collet, la hija de ambos Claudinita y los modernistas admiradores de él. Madamme Collet piensa que Max ha muerto por su vida de bohemia, y su mala vida. Después llega Latino, borracho y empieza a decirle elogios y disparates al muerto y Claudinita pide que se lo lleven. También llega un amigo de Max, Basilio Soulinake, que piensa que Max no esta muerto, sino que sufre un estado de catalepsia. Ante esto, tanto la esposa como la hija de Max recobran un poco la esperanza de que así sea pero por desgracia, no es verdad. Finalmente llega el cochero y se lleva a Max.
Escena decimocuarta.
Entierro de Max, donde se encuentran entre otros Rubén Darío y el Marqués de Bradomín, y dialogan sobre lo injusto de la muerte del poeta. Mientras dan un paseo sobre el cementerio van dejando todos los recuerdos que tenían de Max. Rubén se muestra algo optimista a diferencia del Marqués pesimista. Acaban despidiéndose y marchándose del cementerio.
Escena última.
En la taberna de Pica Lagartos se encuentra Don Latino que está consolando sus penas con alcohol ya que realmente se ha quedado muy solo después de morir Max.
Saca del bolsillo un montón de dinero que había cobrado del décimo de lotería que había sido premiado y todo el mundo de le echa encima.
Estando en la taberna hablando se entera que la hija y la esposa de Max, Madame Collet y Claudinita se han matado, Latino acaba diciendo que la vida es un "esperpento".
ð Personajes principales.
Maximo Estrella: es un poeta ciego, bohemio, que acaba de perder su trabajo de escritor en un periódico. Deprimido, espera que le llegue la muerte, y mientras tanto, muestra una visión de España tal y como el la ve, que a pesar de ser ciego, se acerca bastante a la realidad.
Madame Collet: es la mujer francesa y rubia de Maximo Estrella. Ella le apoya en todo momento. Es una mujer paciente y comprensiva que tiene un trágico final no pudiendo soportar la muerte de su marido.
Claudinita: una chiquilla descarada, hija de Maximo Estrella y Madame Collet, que termina suicidándose junto a su madre tras la muerte de su padre.
Don Latino de Hispalis: amigo de Max Estrella, que actúa en ocasiones como su perro lazarillo, otras como amigo. Persona hipócrita que va desarrollándose según avanza la obra hacia un hombre cada vez más falso y egoísta. Permanece casi todo el tiempo en el que transcurre la obra cerca de Max, por lo que es definido por este como: " Don Latino de Hispalis: mi perro." .
Zaratrusta: es un ser egoísta, astuto, y mal bicho, que tiene una tienda de libros.
Pica Lagartos: dueño de una taberna donde Max y Don Latino ahogan sus penas.
Enriqueta la "Pisa Bien": gitanilla cotilla, que vende flores. Golfa y Astuta, venderá a Max el décimo de lotería, que tras su muerte convertirá a Don Latino en un hombre rico, aunque desgraciado.
Rey de Portugal: golfo, pareja de Enriqueta.
Serafín el bonito: es el inspector del Ministerio de la Gobernación. un chulo repeinado.
El Preso: es un joven obrero catalán rebelde de esta sociedad, con el que charla Max estando en el calabozo y que pasa sus últimos días sabiendo que pronto va a morir fusilado.
El Conserje: es el conserje del periódico "El Popular". Un " viejete renegado, bigotudo, tripón..."
Don Filiberto: es un periodista que charla con Don Latino y el grupo de modernistas y les informa de que Maximo Estrella ha sido liberado.
El ministro: un compañero de estudios de Maximo Estrella, al que admira, y presta algo de dinero como ayuda a su mala situación.
La madre del niño muerto: mujer que grita histérica mientras sostiene a su hijo en brazos, recientemente asesinado por un policía.
Rubén Darío: poeta que rehusa hablar de la muerte, que también admira a Max , al que recita unos versos por petición de este.
La Vieja Pintada y la Lunares: son un par de prostitutas harapientas y descuidadas, sinvergonzonas y descaradas, una de ellas joven y la otra vieja, que ofrecen sus servicios a Max y a Don Latino.
Basilio Soulinake: hombre alto, de barba pelirroja, anarquista, judío y periodista.
"Señá" Flora: es la portera del piso de Max Estrella.
Sepultureros: dos hombres que entierran a Max Estrella, mientras lo hacen, mantienen una charla sobre la mala situación de España.
Marqués de Bradomín: apuesto Don Juan de barba blanca y capa española que habla con Rubén sobre la muerte.
Dorio de Gadex, Rafael de los Velez, Lucio Vero, Minguez Galvez, Clarinito y Pérez: jóvenes modernistas.
Dieguito: secretario del ministro.
Además de estos, hay otros personajes como un cochero de la funeraria, un albañil, una vieja, el empeñista, trubas, perros, gatos, un loro, la trapera o los guardias que detienen a Maximo Estrella.
ð Las acotaciones: función que realizan en la obra.
Las acotaciones son aquellas notas marginales que, dentro del texto dramático, escribe el autor para que se tengan en cuenta a la hora de representarla. Pero las acotaciones de Luces de bohemia tienen un valor literario, son consustanciales al texto dialogado.
ð Mensaje de la obra.
Luces de Bohemia es una obra de crítica a la sociedad española. Valle-Inclán critica sobre todo tres cosas:
• "El mérito no se premia". "Se premia el robar y el ser sinvergüenza; se premia todo lo malo".
• "El trabajo y la inteligencia siempre se han visto menospreciados, y todo lo manda el dinero".
• "Es un delito el talento".
ð Opinión personal.
Es un libro con un lenguaje bastante difícil de entender, ya que tiene palabras y expresiones que son del ambiente popular de la época. Para enterarte de todo tienes que tener un diccionario al lado, e ir consultándolo cada dos minutos.
Pero aunque tiene frases difíciles de entender, ya sea por las palabras o por que son frases irónicas; es un libro que se entiende bastante bien.
Es un libro muy corto ( aunque no lo parezca si lo ves por fuera ). Son frases muy cortas, y al ser diálogo; la mitad de las páginas las ocupan los nombres de las personas que intervienen.
Es una obra en la que intervienen muchos personajes, y muchas veces tienes que volver hacia atrás porque no te acuerdas quién era cierto personaje.
Por lo demás, es una obra que está bastante bien.
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Enviado por: | Cesar Cañas Gonzalez |
Idioma: | castellano |
País: | España |