Literatura
Los renglones torcidos de Dios; Torcuato Luca de Tena
Los renglones torcidos de Dios
1.Lectura atenta del texto:
Hirsuto, ta.
1. adj. Dícese del pelo disperso y duro.
2. Que está cubierto de pelo de esta clase o de púas o espinas.
3. fig. De carácter áspero.
Efebo.
1. m. Mancebo, adolescente.
Marbete.
1. m. Cédula que por lo común se adhiere a las piezas de tela, cajas, botellas, frascos u otros objetos, y en que se suele manuscribir o imprimir la marca de fábrica, o expresar en un rótulo lo que dentro se contiene, y a veces sus cualidades, uso, precio, etc.
2. Cédula que en los ferrocarriles se pega en los bultos de equipaje, fardos, etc., y en la cual van anotados el punto a que se envían y el número del registro.
3. Orilla, perfil, filete.
Cetrino.
1. adj. Aplícase al color amarillo verdoso.
2. Compuesto con cidra o que participa de sus cualidades.
3. fig. Melancólico y adusto.
Lechada.
1. f. Masa muy suelta de cal o yeso, o de cal mezclada con arena, o de yeso con tierra, que sirve para blanquear paredes y para unir piedras o hiladas de ladrillo.
Abnegación.
1. f. Sacrificio que alguien hace de su voluntad, de sus afectos o de sus intereses, generalmente por motivos religiosos o por altruismo.
Zalema.
1. f. fam. Reverencia o cortesía humilde en muestra de sumisión.
Felonía.
1. f. Deslealtad, traición, acción fea.
Pira.
1. f. Hoguera en que antiguamente se quemaban los cuerpos de los difuntos y las víctimas de los sacrificios.
2. Blas. Punta del escudo.
Efemérides.
1. f. pl. Libro o comentario en que se refieren los hechos de cada día.
2. Sucesos notables ocurridos en la fecha en que se está o de la que se trata, pero en años anteriores.
Astronómicas.
1. Libro en que se anotan anualmente las coordenadas de los planetas y de las estrellas fijas, respecto a la Eclíptica y al Ecuador, así como los eclipses, distancias lunares, ecuaciones de tiempo y otros elementos necesarios para los cálculos puramente astronómicos y para los marinos de situación.
Aversión.
1. f. Oposición y repugnancia que se tiene a alguna persona o cosa.
Ex cáthedra o ex cátedra.
1. loc. adv. de or. lat. Desde la cátedra de San Pedro. Dícese cuando el Papa enseña a toda la Iglesia, o define verdades pertenecientes a la fe o a las costumbres.
2. fig. y fam. En tono magistral y decisivo.
Entelequia.
1. f. Fil. Cosa real que lleva en sí el principio de su acción y que tiende por sí misma a su fin propio.
2. irón. Cosa irreal.
2.Localización: Luca de Tena Torcuato, Los Renglones Torcidos de Dios. Editorial Planeta. Barcelona. 37ª edición. 1993.
Luca de Tena, Torcuato. Los Renglones Torcidos de Dios. Editorial Planeta. Colección Popular. Barcelona. 3ª edición, octubre 1981.
Luca de Tena, Torcuato. Los renglones torcidos de Dios. Editorial Planeta. Barcelona. 3ª edición, junio 2000.
Luca de Tena, Torcuato (1923-...) escritor, periodista y ensayista español, miembro de una conocida familia monárquica que ha presentado servicios a la causa de la Corona española.
Dirigió el diario español ABC de 1952 a 1954 y de 1962 a 1975.
Nacido en Madrid, hijo del periodista del mismo nombre fundador del diario ABC y hermano del segundo director de este periódico español.
En una primera etapa de actividad literaria produjo reportajes novelescos como Mrs. Thompson, su mundo y yo (1952); relatos, La otra vida del capitán Contreras(1953), una mezcla de historia y fantasía, y ensayos; La prensa ante las masas (1952) o Los mil y un descubrimientos del pueblo (1968).
Publicó su primera obra en Chile a los 18 años desde entonces ha dedicado su vida al periodismo activo y a la creación literaria.
Es autor de numerosas novelas, entre otras: Edad prohibida (1958), La mujer de otro (Premio Planeta 1961), Embajador en el infierno (Premio Nacional de Literatura 1961), La brújula loca (1965), Pepa Niebla (Premio Ateneo de Sevilla 1965), Señor ex ministro (1977), Los renglones torcidos de Dios (1979, uno de sus grandes éxitos), Los hijos de la lluvia (1986), El futuro fue ayer (1987), La llamada (1994) y Paisaje con muñeca rota (1996). También a publicado memorias, Franco sí... pero (con el que obtuvo el Premio Espejo de España en 1993); ensayos, América y sus enigmas (1992); e incluso un inicio de autobiografía en Papeles para la pequeña y la gran historia (1991).
Otros premios conseguidos por el autor son: Larragoiti de la Sociedad Cervantina, El Costa del Sol, Fastenrath de la Real Academia Española.
Miembro de la Real Academia Española (1973), ha estrenado algunas obras dramáticas: Hay una luz sobre la cama (1969), El triunfador (1971) y Visita inmoral o la hija de los embajadores (1975). También ha frecuentado los temas histórico-políticos y de actualidad, en los que se plantea la solución a problemas humanos de diversa naturaleza.
Torcuato Luca de Tena ha cultivado el teatro, la poesía, el cuento y el ensayo histórico, bien que según confesiones propias es el género novelesco donde trabaja con más satisfacción.
Actualmente reside en México, donde ha cosechado grandes éxitos de crítica y de público; país en el que ha producido Escrito en las olas (novela), El fabricante de sueños (narraciones infantiles), Las univitelinas mexicanas (teatro), y una fascinante novela histórica, El futuro de ayer.
3.Determinación del Tema:
3.1. Argumento
Alice Gould llegó al hospital psiquiátrico acompañada de un hombre, su supuesto cliente, ingresaría en él como enferma voluntaria, simulando paranoia, para investigar un crimen.
En un principio Alice se encuentra incómoda y extraña pues este ambiente es totalmente nuevo para ella. También hace algunas amistades que le ayudan a superar los primero días y a dar los primeros pasos por el hospital, ellos son Montserrat Castell (la psicóloga), Ignacio Urquieta (un enfermo) y su doctor César Arellano.
Cuando ya empezaba a acostumbrarse, en uno de sus paseos por los campos del hospital, tuvo un desagradable encuentro con uno de los enfermos que le intentó agredir sexualmente y ella, en defensa propia, le atacó produciéndole la muerte.
Así fue como Alicia se enteró de que el director, Samuel Alvar, su “cómplice”, había regresado de sus vacaciones y rápidamente solicitó una entrevista con él.
Al salir de la Unidad de recuperación pudo hablar con Alvar, llevándose una gran decepción ya que éste no sólo desmentía cualquier conocimiento de lo que ella decía, sino que además se negaba a colaborar, estando convencido de que Alicia era una enferma.
Tras estudiar su caso, los médicos convocaron una Junta extraordinaria, en la que Alice Gould dejó anonadado a Samuel Alvar, convenciendo a los demás componentes de la Junta de su salud, y provocando el enfrentamiento constante con Alvar.
Días más tarde, Alvar organiza una salida al campo, a la que acuden alrededor de trescientos enfermos, provocándose un gran desastre por no poder controlar a todos ellos. Al regresar al hospital se dan cuenta de que más de la mitad no han regresado y muchos no lo harán jamás. Los enfermeros en su búsqueda encuentran a algunos pacientes asesinados o ahogados.
Alicia decide investigar sobre estos hechos y descubre el móvil de los crímenes. Así lo expone ante el comisario, ganándose un punto más a su favor; gracias a lo que obtuvo el permiso para salir del hospital, estrenándolo con una cena en compañía de César Arellano.
Cuando éste marcha de vacaciones, deja el campo libre al director para poner en marcha el tratamiento de Alicia. Ante esta idea ella decide escaparse del manicomio, sirviéndose de su amistad con Montserrat y Urquieta. Logra salir del hospital pero no llega muy lejos, pues habían dado la voz de alarma y fue reconocida por un pastor que la atrapó.
De nuevo se encuentra en el sanatorio, pero esta vez en un lugar diferente, “la Jaula”. Allí con la ayuda del doctor Rosellini consigue poner en marcha la operación “Anti-Alvar”, para destituirle. También se le conceden algunos deseos y puede recibir visitas, una de ellas es la del inspector Obdulio Limón, junto con su socia María Luisa Fernández, que investigan su caso.
Gracias a las especulaciones contra Samuel Alvar, éste decide renunciar a su cargo, que es sustituido por la doctora Bernardos. Se fue con la cabeza alta, reconociendo algunos errores pero también muchos aciertos.
Después de concederle la libertad y a punto de la salida de Alicia del hospital, los médicos se enteran de la verdadera enfermedad de ésta, debido a las investigaciones de María Luisa.
A pesar de ello, y por unanimidad, se decide que, aunque Alicia es una paranoica, su enfermedad no es peligrosa y así le permiten marcharse.
La última verdad de Alice Gould es que padece también fobia de alejamiento por lo que decide regresar al hospital a ocupar el puesto vacante de Montserrat, y formar una familia con César.
3.2. Tema
Pensamos que el autor pretende hacer un elogio a las personas que trabajan con los demenciados basándose en la historia de una enferma poco común.
3.3 Ideas secundarias
Amor: De Arellano a Alicia: “Nuestro hogar, César, tiene que ser más confortable, y más acogedor que ese cubil para hombres solos que te has prefabricado”.
“Ni él ni ellan tenían edad para andarse con remilgos”.
“César extendió sus manos y posó sus dedos en la frente y en las sienes de Alice Gould. Alicia tomó las manos de César, las retiró de sus sienes y se las llevó a los labios. Las mantuvo unos instantes así, cerrados los ojos, concentrada en sí misma”.
De Urquieta a Alicia: “Vas a encontrarte muy sola , Alicia, he tomado la decisión de rehacer mi vida junto a ti. Esto es lo que te ofrezco ,Alicia: que rehagamos nuestra vida juntos”.
Creemos que el amor es una idea secundaria que aporta emoción al libro y pone puntos a favor de Alicia para llegar al desenlace final.
Muerte: “Cosme la agarró fuertemente por los codos: ¿Qué has hecho, mujer?. ¡Has matau al jorobau!.”; aparte de numerosas muertes que transcurren durante la estancia de Alicia en el hospital psiquiátrico.
Esta idea secundaria aporta dramatismo a la trama del libro, mezclado junto con el amor entre otros.
Confianza y amistad con la mayoría de los enfermos, enfermeros, y médicos. Pensamos que estas ideas son imprescindibles para que Alice Gould consiga su objetivo frente Samuel Alvar; por ejemplo su amistad y confianza con Monserrat Castell: “Me quedo muy triste al escucharte... ¡Tú eres el alma de esta institución”.
3.4 Clímax
Se encuentra en el capítulo en el que Alicia se escapa del manicomio para huir del tratamiento al que va a ser sometida con insulina, pero no consigue alejarse mucho ya que en el hospital ha dado la voz de alarma y un pastor la reconoce, ayudando a los guardias civiles a atraparla.
Creemos que este es el clímax porque a partir de este momento, como Alicia se escapa, parece que se va a solucionar todo; pero luego vuelve al hospital y entonces es cuando ya comienza a deshacerse la acción, y se descubre toda la verdad gracias al detective Obdulio Limón.
3.5 Tipo y tono
Tipo: En algunos momentos del libro, el autor se sirve de la narración para explicar el desarrollo de la acción, los diálogos entre los personajes, etc. Sin embargo, en otros párrafos, el tipo es descriptivo, al retratar a los personajes o definir el espacio en el que se desarrolla la acción.
Tono: Pensamos que el libro es objetivo al describir el ambiente o a los personajes; sin embargo es subjetivo cuando nos explica los sentimientos de Alice Gould hacia los enfermos (compasión, cariño...), hacia los médicos, etc. En este caso también sería sentimental.
Tiene sus momentos cómicos (las declaraciones de alabanza del Albaricoque) y trágicos (la muerte de numerosos enfermos en el hospital).
Además es humano, pues nos muestra una realidad poco conocida por la sociedad, la de los enfermos mentales. También es satírico cuando Alice Gould mantiene conversaciones con Samuel Alvar, utilizando expresiones irónicas y palabras sarcásticas.
3.6. Personajes
Personajes principales:
Alice Gould: Aparentaba tener poco más de cuarenta años y era muy bella. Tenía más aspecto de una dama sajona o americana del Norte que el común en una española: la piel muy blanca, ligeramente pecosa, labios atractivos, nariz aristocrática, pelo rubio ceniza, tal vez teñido tal vez natural, y manos finas, de largos dedos, muy bien cuidados. Iba muy bien vestida. Sus ojos, grandes y claros -de un azul casi translúcido- parecían indiferentes, altivos y distantes.
Era una mujer con aplomo, seguridad en sí misma y un dejo de insolencia. Odia el ocio y necesita ocuparse en algo que sea útil a la sociedad que le rodea, por ello se dedica a combatir la lacra de la delincuencia. Tenía una gran inteligencia, a pesar de su enfermedad: una paranoia aguda.
Nació en Plymouth (Inglaterra), pero ha vivido siempre en España y es española de nacionalidad. Su padre era ingeniero y trabajaba al servicio de una compañía inglesa, en las Minas de Río Tinto. Poseía un gran talento y era un hombre excepcional. Alice y su padre se querían y apreciaban. Su madre era bellísima, se llamaba Alice Worcester y murió siendo Alice Gould muy niña. Tiene un tío que se llama Harold y que reside en California. Su marido, Heliodoro Almenara, y ella están muy compenetrados. Compartimos sin un mal gesto, desde hace dieciséis años, el tedio que se producen.
Es detective diplomado; tiene una oficina propia y está asociada con otros dos detectives diplomados que trabajan a sus órdenes.
Licenciada en Filosofía y Letras y doctora cum laude por una tesis de psicología. Finalmente, demuestra que, además de la paranoia causada por su marido, tiene una especie de “fobia de alejamiento”, igual que la del “Albaricoque”.
Resultados del estudio realizado por César Arellano: personalidad superior. Espíritu exquisito. Altamente cultivada. Gran lealtad a sus mayores. Deseos de perfección cultural y moral. Sentido de la maternidad. Compasiva frente al sufrimiento ajeno, juicio crítico y autocrítico. Presencia muy activa de su infancia en las líneas actuales de su pensamiento y conducta, lo que la priva de ciertas defensas para luchar contra maldades ajenas, inconcebibles para ella. Algo altiva, orgullosa; no soberbia. Demasiado segura de sí misma. Excesivamente aventurada en sus juicios, bien que capaz de rectificarlos en el momento mismo en que entienda haber errado. Organismo sano. Gran poder de seducción que ella conoce y ejerce. Tendencia a mentir o a ocultar algo.
Ignacio Urquieta: Tendrá no más de treinta y pocos años, hombretón atlético, bien conformado y físicamente atractivo, de grata conversación y bien educado. Tiene horror patológico al agua desde los 30 años.
Samuel Alvar: Director del hospital psiquiátrico. Tras la barba y el bigote negros, y las grandes gafas de montura de pasta del mismo color, se columbraba el rostro de un hombre que apenas sobrepasaba la treintena. Tal vez fuera esa la razón por la que se dejaba barba: simular más años y dar a su talante una severidad que, de afeitarse, carecería. Sus modos eran suaves y contenidos. Hablaba en voz muy baja. Y no sonreía ni para saludar. Sus zapatos eran viejos y usaba calcetines colorados.
Al ser un director “de fuera” impuesto por el Ministerio, causó un gran desagrado en el cuadro médico, el cual aumentó al conocer su nombre, al saber que era mucho más joven que muchos de los internos y sobre todo por ser un “antipsiquiatra”.
Montserrat Castell: Una linda muchacha deportivamente vestida con unos pantalones vaqueros, una alegre blusa de colores y una chaqueta de lana sin abrochar. Para Alice fue como la aparición de un ángel, pues había imaginado la llegada de una bruja robusta y desgreñada, vestida con bata blanca y enarbolando una camisa de fuerza. Es capaz de dominar a un hombre pues ha tomado clases de judo.
Se puede apreciar que es una persona delicada, en pequeños detalles de su despacho, como flores, aunque estuviesen colocadas en un vaso de beber; fotografías artísticas haciendo las veces de cuadros; el buen orden de cada objeto y la absoluta limpieza.
En el hospital cumple diferentes funciones, ella ingresó allí como asistenta social, más tarde se necesitó un monitor de gimnasia y ganó por concurso. También trabaja como psicóloga; estos son sus tres puestos “oficiales”. Además cumple otras funciones como puede ser ayudar a los enfermos a dar los primeros pasos, informarles de las costumbres obligadas del sanatorio y aconsejarles.
Más tarde, después de que Alice lleva un tiempo en el sanatorio, Montserrat le confiesa que va a ingresar en un convento de las Carmelitas.
Doctora Bernardos: Rondaría los sesenta años: tal vez algunos menos. Mediana de estatura, ancho el busto, grandes caderas, no era, a persar de eso, una mujer obesa sino una mujer fuerte. Enviudó muy joven (de otro médico psiquiatra que llegó a ser director del manicomio de Conjo, en Santiago de Compostela); no tuvo hijos y dedicó toda su vida al ejercicio de su profesión. En el hospital trabajaba con el manejo de los aparatos para la tomografía computarizada, la electroencefalografía y el electroshock, pues era experta en estos temas.
Su propia tesis doctoral se asemejaba mucho en el tema a la que decía Alicia haber escrito. Entendió muy bien que Alice Gould no era una vulgar charlatana; que hablaba de lo que sabía y que entendía y dominaba los temas de los que hablaba.
César Arellano: Hombre de mediana edad, pelo canoso y abundante, cara ancha y sonriente, nariz gruesa y unas grotescas lentes de pinza y cristales sin montura, que se ponía y quitaba constantemente mientras hablaba para humedecerlas de vaho y limpiarlas después con una pequeña gamuza.
Personajes secundarios:
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Enfermos: El “Tarugo”; “el Hombre de Cera”; “el Onírico”; Candelas, “la autocastigada en el rincón”; el de la “almohada esquizofrénica”; Don Luis Ortiz o “el Violador de su Nuera”; el ciego mordedor de bastones; “el Gnomo”; Marujita Maqueira o “la confidente de los extraterrestres”; Carolo Bocanegra, “el falso mutista”; Rómulo, “el Niño Mimético”; Alicia la joven o “la Niña Péndulo”; Remo; “El Hombre Elefante”; “El Hortelano”; los leones rugientes; Sergio Zapatero, “el Autor de la teoría de los nueve universos”; el inventor de su idioma; Charito Pérez, “Gran Duquesa de Pitiminí”; Nomberto Machimbarrena, “el Triple Homicida”; Antonio el Sudamericano; “dos tristísimos”; Pepito Méndez, “el Albaricoque”; Teresiña Caballeira, “la Parricida”; “el Autista”; “la Mujer Gorila”; “Terrón”; “el Pecas”; los dos psicópatas de ETA; “Dios Padre” y sus innumerables hijos; la loca del graznido; “la Mujer Tonelada”; “la Enana Muerta”; La Ilustre Fregona”; “la Pleitista”; “la Onanista”; la demente de los falsos parásitos; “la Gatita Lesbiana”; “la Mujer Cíclope; “la Mujer Percha”.
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Médicos y enfermeros: Teodoro Ruipérez, ayudante del director; el doctor Enrique Donadío; Conrada la Vieja; el doctor Sobrino, jefe de la Unidad de Recuperación; el doctor Rosellini, jefe de la Unidad de Demenciados; doctor don José Muescas, jefe de la Unidad de Urgencias; Lola Pardiñas, la bonita enfermera; la enfermera donostiarra.
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Otros: Heliodoro Almenara; la ecónoma; Roberta, la guardiana de noche; el capellán; don Raimundo García del Olmo o cliente de Alice Gould; los padres del endemoniado; la señorita Sahagún, directora de un colegio en que se venden drogas; dos guardias civiles; el inspector Morales; Pepe “el Tuerto”; el comisario Ruiz de Pablos; el inspector Soto; el inspector Moro; el verdadero forense; Maria Luisa Fernández, detective privada; Carlos Arellano; el guardián de la verja; el pastor; el tabernero; Obdulio Limón, el ex comisario de los ojos colorados; Chemari Goñi, el niño que no sabe patinar; Terencio “el Zamorano”, conductor de coches de alquiler.
3.7. Tiempo y espacio
Espacio:
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El pueblo La Fuentecilla: Estaba situado a 6 Km de la antigua cartuja, en algún tiempo no muy lejano debió de ser precioso. Había una gran plaza porticada con asombrosas y antiquísimas columnas; arcos de piedra tras los que nacían escalinatas pinas y misteriosas; casonas hidalgas con su escudo antaño -memoria de viejos y tal vez desaparecidos linajes-, una soberbia iglesuca románica, un castillo en ruinas con la torre desmochada (de cuando Los Reyes Católicos abatieron junto con las torres la insolencia levantisca de los nobles), y sobrias mansiones señoriales con gárgolas que imitaban fantásticos tritones, faunos y vestiglos. Pero junto a estas nobles piedras había horrendos y altísimos edificios modernos de ladrillo tiendas iluminadas con neón, fábricas situadas en el centro del casco urbano y otras mil novedades que los aldeanos construyeron con orgullo de “modernizar” el pueblo, sin comprender que con ello arruinaban la belleza primitiva (pág. 316)
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El horno de Asar, de Pepe el Tuerto: Era una antigua taberna muy graciosamente decorada. A la entrada estaba la barra repleta de una parroquia gritadora y bulliciosa que bebía chatos de tinto y engullía tapas de todas las clases. A esta estancia daban dos puertas. Una decía comedores y otra teléfonos. A los comedores se subía por una escalera pina. Estaba bien puesto en plural, pues eran tres los que había en la primera planta y dos en la segunda y última todos ellos muy originales. Los techos eran vigas de madera; y la decoración, ristra de ajos, cebollas y pimientos que colgaban de las paredes entre platos de cerámica antigua. Por los suelos una colección muy pintoresca de alambiques de cobre de las más diversas formas y tamaños. (pág. 318-319)
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La sala de Juntas: Estaba situada en el antiguo edificio de la Cartuja: en la que antaño fue la sala capitular de los primitivos monjes. Se llegaba a ella por un pasillo de piedra increíblemente bajo. (pág. 234)
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La Jaula: La cama que ocupaba Alice Gould formaban hilera con otras seis. Enfrente había otras seis más, ocupadas unas y otras no. La gran nave estaba cortada perpendicularmente por varios parámetros verticales que no llegaban a la pared frontera. Cada dos parámetros equivalían a una habitación de doce camas situada cada media docena frente a la otra media. Pero eran habitaciones de sólo tres lados, pues faltaba el que correspondía al pasillo. Al fondo de éste, los excusados y las duchas. Al otro extremo una puerta incógnita. Todo se hacía a vista de todos.
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Localización del hospital psiquiátrico Nuestra Señora de la Fuentecilla: Paso del camino de Santiago se encuentra en Castilla la Vieja, entre Gordillos y Robregordo, tiene clima extremo. (pág. 347-348)
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Hospital Psiquiátrico y alrededores: Desde aquella altura, la meseta castellana se extendía hasta el arco del horizonte tersa como un mar. Tan sólo por levante el terreno se ondulaba diseñando el perfil de unas lomas azules y pálidas, como una lejanía de Velázquez. Unos chopos, agrupados en hilera, cruzaban la inmensidad; y no era difícil adivinar que alimentaban sus raíces en la humedad de un regato, cuya oculta presencia denunciaban. El campo estaba verde, pues aun no había comenzado el trigo a amarillear, ni la cebada. Centrada en el paisaje había una sola construcción humana, grande como un convento o como un seminario. (pág. 17)
Las tapias vistas de cerca eran altísimas. No menos de cuatro metros. Algún día estuvieron encaladas. Hoy la lechada, más cerca del color de la tierra circundante que de su primitiva albura, caía desprendida como la piel de un hombre desollado.[...]Candados no faltaban. Ni cerrojos. Pero timbre o campana no había. (pág. 18).
La fachada del edificio y la gran puerta de entrada se conservaban como hace ocho siglos, cuando aquello era cartuja. Cruzaron el umbral; de aquí a un vestíbulo y más tarde a un claustro soberbio, de puro estilo románico. “1213”, rezaba una inscripción grabada en piedra. Y debajo, en latín, un elogio a los fundadores. Los demás rótulos eran modernos. Uno decía “Gerencia”, otro “Asistencia Social”. Cruzaron bajo un arco, sin puerta, en el que estaba escrito: “Admisiones”. Todo lo que había más allá de este hueco era de construcción reciente, convencional y de mal gusto.(pág. 19)
Bordeó Alicia el antiguo edificio de piedra por donde ocho siglos antes musitaban sus oraciones los cartujos, y se acercó a una zona todavía desconocida para ella: la deportiva, creada por Samuel Alvar. Había muchas cestas de baloncesto adosadas a una pared, donde los aficionados -con gran diferencia de habilidad o torpeza- trataban, desde una distancia adecuada, meter el balón en la red. Algo más lejos estaba la piscina, completamente vallada con telas de alambre, tan altas como las que se usan en los campos de tenis.( pág. 138)
Desde lo alto de la loma, se veía la enorme extensión de la finca que fue cartuja hasta la desamortización por Carlos III de los bienes de la Iglesia, y que hoy pertenecía a la Diputación Provincial. Los límites eran bien visibles, ya que toda la propiedad estaba cercada de altísimas murallas que protegían antaño la propiedad de los frailes de las rapiñas del campesinado y hoy evitaban que se fugasen los locos. (pág. 135)
Tiempo:
Dura más o menos un año, desde que entra hasta que sale Alice Gould, cuando entró sería primavera, probablemente mayo en el texto dice: “El campo estaba verde, pues aún no había comenzado el trigo a amarillear, ni la cebada”. Y cuando sale sería más o menos, octubre, en el texto se dice: “En este tiempo híbrido entre el otoño y el invierno, el paisaje carecía de toda belleza. Las lluvias otoñales no habían sido bastantes para devolverle su primitivo verdor, pero sí lo suficientes para privarle de su exultante amarillo”.
4. Determinación de la estructura:
Introducción: es el espacio del libro en el que se sitúa al lector en el contexto de la historia, se presentan a los personajes, se describen algunos lugares, etc. Pensamos que en el libro es desde el comienzo del mismo, hasta que Alice tiene la entrevista con Samuel Alvar porque a partir de ahí se empieza a descubrir que para Alicia no va a ser tan fácil su estancia allí.
Nudo: es el desarrollo de la acción. Desde que Alicia se reúne con Alvar, cuando te empiezas a dar cuenta de que hay un engaño, hasta que Alicia se escapa, la atrapan, y la encierran en la “Jaula”.
Desenlace: es la parte en la que la acción comienza a desmoronarse y se descubre el misterio del libro. Creemos que es partir de que “encierran” a Alicia en la “Jaula”, hasta el final del libro.
5.Análisis de la forma partiendo del contenido:
5.3 Nivel semántico
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Campos semánticos: Malformaciones visibles de los rostros o cuerpos: mongólicos, babeantes, jorobados, enanos, gigantes, boquiabiertos...
Campo semántico de la psicología: delirio onírico, esquizofrenia, alopsíquica, esquizofrenia hebefrénica, oligofrénico, neurosis, psicosis, psicosis depresiva endógena.
Naturaleza: pinar, bosque, riachuelo, castaños, colina...
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Sinonimia: acostumbrarse - encallecerse. Mentira - engaño - farsa. Excusado - wáter. Manicomio - hospital psiquiátrico - sanatorio.
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Figuras literarias:
Comparaciones o símiles: ...¡Hace sólo quince años esta nave parecía una porqueriza o un corral de gallinas!. Y ahora ya ve usted, está más limpia que los chorros del oro...; ...como las perdices “chorreadas” en los ojeos...; ...El grupo inicial que estaba apiñado junto a la gran verja como hato de ganado...
Hipérbole: ... Se me paralizaría el corazón...
Paralelismos (sinonímicos): ... los gordos eran más gordos, los delgados más delgados, los altos más altos...; ...Estoy harta de vuestras innobles presencias, y vuestra falta de higiene, y vuestras zalemas estúpidas...; ...si no se les vestía, vagaban desnudos por sus aulas, si no se les llevaba la comida a la boca, no se alimentaban...
Contraste o antítesis: ...Aquel hombre la miraba y no la miraba. Le hablaba y no era a ella a quien hablaba...
Metáfora: ...Lanzaba con lucidez y fuerza su argumento hacia el frente y éste regresaba a ella como la pelota rebotada en un frontón...
Hipérbaton: ...muy guapo chico...; ...su amigo de usted...; ...su nombre de usted...
Personificación: ...pero el espejo no. Y era éste quien la hablaba...
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Tipo de vocabulario: El lenguaje que utiliza el autor se adapta a las necesidades de cada personaje. Así, por ejemplo, los doctores y enfermeros utilizan un lenguaje técnico cuando hablan entre ellos; en el caso de Alice Gould y algunos enfermos como Ignacio Urquieta, el lenguaje es bastante culto; en otros enfermos se adapta a su tipo de enfermedad: la Duquesa de Pitiminí tiene un lenguaje altivo y con rasgos históricos; Rómulo utiliza un vocabulario infantil, Sergio Zapatero lo relaciona con la astronomía y “el Albaricoque” dice frases de alabanza y sin sentido. También podemos encontrarnos un lenguaje sencillo y coloquial en los casos del pastor, Pepe “el Tuerto” o “el Hortelano”, que además tiene un acento asturiano.
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Refrán: ...Soy como el alguacil alguacilado. He ido a por lana y he salido trasquilada...
6.Conclusión personal:
Es un libro entretenido, con una trama muy original, aunque algo duro y pesimista en algunas ocasiones. También pensamos que la trama es algo complicada y, en algunos momentos, difícil de seguir pues hace y deshace las acciones. Creemos que es un libro algo contradictorio al darte indicios para formarte ideas que luego no coinciden con la realidad.
Nos ha gustado porque te acerca a un mundo desconocido, que sabes que existe pero que es lejano a ti.
El comentario de texto ha sido muy extenso y complejo por la cantidad de ideas que contiene el libro. También pensamos que ha sido difícil porque en algunas cosas es muy abstracto (el libro)
Respecto al tiempo nos hemos visto algo apuradas, porque se nos ha juntado con otros trabajos y exámenes.
Opinión Personal de Los Renglones Torcidos de Dios. (Carmen)
Este libro me ha gustado bastante, y me ha parecido largo, pero lo más difícil para mí ha sido que tenía una trama muy compleja y a veces costaba seguirla.
Me parece muy confuso todo lo que le pasaba a Alice Gould y creo que es una enferma muy especial, ya que su enfermedad no le afecta para nada a su inteligencia ni a su temperamento. Algunos personajes me han gustado especialmente, como Ignacio Urquieta, César Arellano o Montserrat Castell, y otros no, aunque en ocasiones éstos tuvieran razón.
Creo que acerca a todo un mundo desconocido y desconcertante, que es el de los enfermos mentales y también hace un elogio al esfuerzo de las personas que trabajan en este tipo de hospitales.
Respecto al comentario de texto, me ha parecido algo complicado, sobre todo algunas partes como la del nivel semántico. Al leer el libro me ha costado mucho, puesto que era la primera vez que lo hacía, estar atenta para poder tomar notas de citas, personajes, etc.
El tiempo para leer el libro me ha parecido algo escaso pues éste era muy largo y el comentario difícil, además se nos ha juntado con exámenes y trabajos y hemos estado algo pilladas de tiempo.
Luca de Tena, Torcuato. Los renglones torcidos de Dios. Editorial Planeta 1993. Barcelona. 37ª edición. Capítulo Z, páginas 377-378.
Capítulo Q, página 269.
Capítulo X, página 351.
Capítulo H, página 125.
Capítulo Q, página 263.
Luca de Tena, Torcuato. Los renglones torcidos de Dios. Editorial Planeta 1993. Barcelona. 37ª edición. Capítulo A, páginas 20, 21, 22 y 23.
Capítulo Z, página 377.
Capítulo F, página 105.
Luca de Tena, Torcuato. Los renglones torcidos de Dios. Editorial Planeta 1993. Barcelona. 37ª edición. Capítulo K, página 160.
Luca de Tena, Torcuato. Los Renglones Torcidos de Dios. Editorial Planeta. Colección Popular. 3ª edición, octubre 1981. Barcelona. Capítulo C, página 29; capítulo R, pág. 236.
Capítulo Q, página 219; cap. M, pág. 169; cap. Ñ, pag. 181.
Páginas de: Luca de Tena, Torcuato. Los renglones torcidos de Dios. Editorial Planeta. Barcelona. 3ª edición, junio 2000.
Luca de Tena, Torcuato. Los renglones torcidos de Dios. Editorial Planeta. Barcelona, 37ª edición. Capítulo B, página 44; cap. B, pág. 47; cap. O, pág. 232.
Cap. B, pág. 45.
Capítulo C, página 48; cap. D, pág. 74; cap. D, pág. 82.
Capítulo C, página 49.
Capítulo O, página 229.
Capítulo C, página 54; capítulo K, página 164; capítulo Ñ, página 223.
Capítulo K, página 160.
Capítulo V, página 335.
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Enviado por: | Nikita |
Idioma: | castellano |
País: | España |