Lengua Española


Lenguaje y comunicación


  • LA COMUNICACIÓN

  • El concepto de comunicación

  • Desde el punto de vista técnico, se entiende comunicación por el hecho de que un determinado mensaje originado en un punto determinado (a) llegue a otro punto determinado (b), distante al anterior en el espacio o en el tiempo. La comunicación implica la transmisión de una determi­nada información.

    El punto de origen (a) es la fuente o emisor de la información. El punto de llegada (b) es el des­tino. La unión entre ambos se denomina canal.

    Para poder ser transmitido hace falta que el mensaje se transforme de manera que se le per­mita circular por el canal bajo la forma de señal. Esto se llama codificación. Su contrapartida es la descodificación por parte del receptor.

    Cualquier procedimiento mediante el cual una mente afecta a otra o un mecanismo incide en otro es un hecho de comunicación.

  • Los elementos de la comunicación

    • Fuente o emisor. Es el origen del mensaje. Puede ser tanto un ser viviente que se comunica intencionadamente como un mecanismo o realidad cualquiera.

    • Mensaje. Es lo producido por la fuente: un fenómeno, un estado, una imagen, una determi­nada combinación de símbolos, sucesión de sonidos, etc. Puede estar constituido por un único elemento (el rojo de un semáforo) o por una secuencia de elementos (un texto). Las característi­cas del mensaje dependen de la índole de la fuente, es decir, de su código.

    • Canal. Aquello que permite que el mensaje llegue al destino. Técnicamente, lo que pone en contacto al emisor y al receptor. Puede ser un medio físico natural, el contacto físico o un ca­nal artificial creado ex profeso para resolver problemas técnicos de comunicación. El canal a veces transmite inmediatamente y a veces almacena el mensaje para su recuperación poste­rior. El canal condiciona la índole de la señal. La señal no es sino determinadas alteraciones o modificaciones del canal. Si el canal se interrumpe, la comunicación no puede tener lugar.

    • Transmisor. Elemento que transforma el mensaje en la señal enviada al canal. Puede ser un aparato o mecanismo basado en determinadas propiedades físicas y la transformación es au­tomática. También puede haber intervención humana, en cuyo caso es transformado delibera­damente utilizando un código artificial.

    • Receptor. Recibe la señal y, efectuando la operación inversa, la transforma en el mensaje inicial y lo hace llegar al destino. Puede basarse en fenómenos físicos automáticos o implicar además una descodificación y codificación conscientes.

    • Destino. Es el punto de llegada del mensaje. Ser o mecanismo susceptible de reaccionar de algún modo a la recepción del mensaje.

    Sistemas simples y complejos

    Un sistema de comunicación puede ser desde muy simple a muy complejo. Simple sería el caso de estímulo respuesta. El emisor envía directamente una señal ante la que reacciona el recep­tor. En casos más complejos el sistema integra subsistemas intermedios sucesivos en los que el receptor de uno de ellos se convierte en emisor con respecto al siguiente y se verifican suce­sivas codificaciones y descodificaciones hasta la llegada del mensaje original al destino. Los sistemas de comunicación en que el mensaje es un contenido significativo son siempre comple­jos.

  • El ruido

  • Ruido es cualquier tipo de alteración que afecte la transmisión de la señal, dificultando de algún modo su perfecta recepción. De ahí que la señal enviada no sea exactamente igual a la señal recibida. La forma de contrarrestar el ruido es la redundancia.

  • EL CÓDIGO

  • Código en el sentido estricto

  • Los códigos de fuente

    Los mensajes emitidos por una fuente cualquiera están regidos por el código de dicha fuente. El código de la fuente lo constituyen todos los posibles estados de la misma o los símbolos me­diante los cuales la fuente construye sus mensajes y las características estadísticas de la aparición de los mismos.

    Códigos independientes del contexto: La aparición de un símbolo o elemento no condiciona el siguiente. Juegos de azar.

    Códigos dependientes del contexto: La aparición de un elemento está en función de los apa­recidos anteriormente.

    Dado que un código de fuente es un conjunto de estados, elementos o símbolos eventualmente combinados entre sí para formar mensajes, descubrir dicho código supone inventariar los sím­bolos que lo constituyen y averiguar las reglas que presiden sus combinaciones, es decir, qué combinaciones son posibles y cuales no y sus respectivas probabilidades de aparición.

    La transformación del mensaje en señal implica la aparición de un segundo tipo de código, el código de transmisión. En este sentido el código es un sistema de equivalencias convencional­mente establecidas que permite transformar el mensaje en una forma que lo hace apto para su transmisión. Constituye un conjunto de unidades, cada una de las cuales corresponde a un mensaje o fracción del mensaje de la fuente. Ej.: Morse, códigos binarios.

    Codificar un mensaje supone identificar las unidades del mensaje que tienen su correspondencia con en símbolos del código y sustituirlas por éstos. El transmisor reconoce aquellas y busca en el conjunto del inventario de símbolos del código los que correspondan.

    Descodificar supone lo inverso. El receptor identifica los símbolos del código que tienen su co­rrespondencia en unidades del mensaje y las sustituye por aquellas, con lo que reconstruye el mensaje inicial.

    Para que esto suceda, transmisor y receptor han de compartir el mismo código.

    Problemática de la elaboración de códigos:

    Los seres vivos poseen innumerables códigos naturales espontáneos que posibilitan la supervivencia individual y colectiva. El hombre posee también códigos naturales de interrelación de los que somos más o menos conscientes. En la comunicación humana revisten especial im­portancia los códigos artificiales, creados ex - profeso.

    La elaboración de un código no es sino una de las posibles soluciones a un determinado problema de comunicación. Un mensaje puede codificarse de muchas maneras, así pues la ela­boración de un código es fruto de una decisión.

    El código debe responder a principios de operatividad y economía: uno será superior a otro si en las mismas condiciones permite transmitir más cantidad de información por unidad de tiempo sin incrementar el riesgo de pérdida de parte de la misma. Para ello se tiene en cuenta la frecuencia estadística de los símbolos de los mensajes que habrá que traducir al código y se procura optimizar al máximo. Si un símbolo es más frecuente se le adjudicará una transcripción más simple. Si determinadas secuencias se repiten se les puede adscribir un símbolo que las represente globalmente.

    El sistema de escritura, permite codificar y almacenar mensajes hablados. Los códigos están ligados a circunstancias concretas de la comunicación.

  • Concepto de código aplicado a la lengua

  • Las lenguas como códigos de fuente.

  • Una lengua natural es una fuente capaz de producir un número infinito de mensajes sometidos a determinadas reglas, restricciones de combinación de sus unidades básicas.

    Cada lengua utiliza un inventario cerrado de unidades mínimas o fonemas cuyas posibilidades de combinación están regidas por los principios estadísticos que las caracterizan. Esto per­mite reconocer a primera vista una lengua y producir artificialmente secuencias de aproxima­ción a textos de dicha lengua.

    Las lenguas naturales son códigos dependientes de contexto. La sucesión de unidades mínimas está regida por leyes probabilísticas. La complejidad se debe a que las restricciones de combi­nación afectan no sólo a los símbolos mínimos sino a unidades complejas.

    Una lengua natural consideradas código de transmisión se diferencia de otros códigos en:

    • Los códigos en sentido propio son inventarios artificiales libremente inventados, destina­dos a transformar mensajes ya estructurados. Son sustitutivos de reglas explícitas. La lengua es un código socialmente heredado que sirve para informar directamente de una realidad extralingüística. No se parte de un mensaje estructurado sino de un "contexto mental" informe. La lengua es un sistema directo de reglas implícitas.

    • La relación entre símbolos de códigos y lo representado es biunívoca. En las lenguas natu­rales se dan fenómenos de sinonimia y de polisemia. Un mismo contenido mental puede plasmarse en multitud de secuencias diferentes.

    • La lengua es el único código capaz de referirse a sí mismo.

  • LA INFORMACIÓN

  • El concepto de información

  • Información: No tiene nada que ver con el "contenido" o "significación". Un mensaje puede estar cargado de significado y otro lleno de tonterías y tener exactamente la misma información (Shannon). Está en función de la probabilidad de aparición de los mensajes. Cuando menos pro­bable es la aparición de un determinado mensaje, más información contiene. En sentido técnico, está en función de su imprevisibilidad. En sentido técnico, la información es un concepto mate­mático. En sentido semántico, se refiere a la probabilidad de aparición de determinados conte­nidos semánticos, con independencia de la forma que revistan.

    La información contenida en un mensaje depende del número total de mensajes posibles de la fuente y la probabilidad respectiva de cada de ser seleccionado en un momento dado. Si consi­deramos un segmento del mensaje, la información que éste contiene dependerá de las opciones que pudieran aparecer en su lugar y de la previsibilidad estadística de las mismas.

    En un código de fuente independiente del contexto cada símbolo es independiente del símbolo que ha aparecido anteriormente. En un código de fuente dependiente de contexto la probabili­dad de un símbolo o segmento de mensaje depende de las elecciones anteriores.

    En sentido semántico, se valora la probabilidad inductiva de que ese contenido y no otro sea emitido en una situación o contexto dado. Informa más que ha aterrizado un OVNI en Montroy que un enfrentamiento en el Líbano.

    La función poética se basa en construir el discurso con secuencias altamente informativas.

  • Medida de la información

  • La información es una magnitud mensurable en todos los fenómenos susceptibles de ser trata­dos mediante el cálculo de probabilidades.

    El caso más simple es el bit: cantidad de información contenida en un mensaje o suceso cuya probabilidad de aparición es 1/2 (sólo son posibles dos menajes y tienen igual probabilidad de información). Ej.: Cara o cruz, encendido o apagado, abierto o cerrado.

    La cantidad de información en bit se calcula mediante I = log2 1/P

  • La redundancia

  • Es la parte del mensaje que no contiene información. A más previsibilidad, más redundancia. Es complementaria a la cantidad de información. Si un mensaje contiene un 80% de información contiene un 20% de redundancia.

    • Redundancia inherente al código: Parte del mensaje determinada por las reglas que rigen las posibilidades de combinación de los símbolos del código.

    • Redundancia libremente introducida: Un emisor la introduce voluntariamente en el momento de codificar el mensaje para asegurar su perfecta recepción. Tiene por objeto contrarrestar el ruido. Se identifica con la función fática, enunciados de bajísima información.

    • Repetir un número telefónico agrupando de otro modo los dígitos.

    • Uso del código tipográfico.

    • Dibujo explicativo de una descripción.

    • Gráfico que visualice datos.

    • Gesto que significa lo mismo que las palabras que lo acompañan.

    • Elevar la voz.

  • El signo

  • Signo es cualquier realidad física que remite a algo que no es ella en una mente que la inter­preta: "aliquid pro aliquo". Aquello a lo que se refiere es el significado del signo. Si no hay recep­tor humano no hay signo sino fenómeno físico. Cuando hay receptor humano, cualquier realidad física puede convertirse en signo.

    • Signo biplánico:

  • Plano de expresión o significante, su parte física, lo que percibimos.

  • Plano del contenido o significado, contenido mental vinculado al significante. Es un con­cepto intuitivo. Pudiera decirse que A significa B para un receptor X cuando al percibir A le viene a la mente B.

    • Signo triplánico:

    Se añade el referente del signo, la realidad a la que remite. En el caso de la palabra /árbol/, los árboles que puedo ver y tocar.

    Controversia del referente

    Los partidarios de la no-inclusión (Sausurre) argumenta que hay símbolos que carecen de refe­rente. Ej.: el signo "+", preposición /sobre/, /centauro/, /justicia/.

    Los partidarios del referente (Ogden, Richards, Peirce, etc.):

    • Hay dos clases de signos, de cosas y de relaciones. Referente se aplica a los primeros.

    • El referente abarca el mundo real y el "mundo posible": puede ser real o imaginario.

    • No tiene por qué ser un concepto material. En /justicia/ son las acciones justas.

    Signo natural son aquellas realidades físicas del mundo que nos rodea, incluidos seres huma­nos.

    Percibir algo como signo puede ser fruto de una experiencia individual aislada o existir para una única persona. Sin embargo, en una comunidad dada, un sinnúmero de signos es común a todos los individuos y la asociación de determinados elementos significantes con los significados correspondientes es algo socialmente aprendido.

  • El nivel semántico de la comunicación

  • Si A es signo de B para X y también para Y, el ser humano X puede comunicarle B al ser humano Y por medio de hacerle percibir A. Estamos ante un fenómeno en el cual A es utilizado como vehículo de comunicación intencionada.

    El aspecto de la comunicación de significados es un nivel añadido y la formulación general del mecanismo de la comunicación continua siendo válido.

    El emisor desea transmitir un contenido B, que está en su mente, a la mente del receptor. Ac­túa entonces como codificador semántico del código semántico el signo o los signos que co­rresponden a dicho contenido. Este signo o signos constituyen el mensaje, que llega al receptor a través del canal elegido. El receptor es, a su vez destino y descodificador semántico. Al perci­bir el signo, se evoca en su mente su significado, el contenido del mensaje.

    El código semántico, común al emisor y receptor, establece ahora equivalencias entre signos y contenidos mentales.

    Si emisor y receptor no poseen exactamente el mismo código se producirá ruido semántico y, en vez del contenido B, el receptor descodificará B', puesto que en su sistema de equivalencias A = B'. La comunicación se verá dificultada. Si los códigos son muy diferentes, no habrá comu­nicación alguna.

    Cuando nos hallamos en el nivel de los significados, la palabra contexto tiene dos acepciones:

  • El contexto en el seno del mensaje.

  • En un mensaje compuesto por varios signos, el contexto de cada uno de ellos es compuesto por los restantes.

  • El contexto de la comunicación.

  • Las circunstancias que rodean a un hecho de comunicación. Como sucedía en el caso ante­rior, un mismo significante puede tener distingo significado en función de la situación o con­texto en el que se produce. Considerar esta circunstancia es siempre necesario para la descodificación.

    Para que algo se convierta en signo no es necesario que exista una relación natural entre lo percibido y lo evocado: la inmensa mayoría de los signos son signos artificiales, fruto de la creación consciente. De este modo se origina la multiplicidad de códigos artificiales en los que se basa la comunicación, como dibujos figurativos, diagramas, mapas, banderas, uniformes, comportamientos…

    La semiótica o semiología es aquel estudio que tiene por objeto el concepto de signo y sus im­plicaciones filosóficas, la naturaleza y clase de los signos, el análisis de códigos concretos…

    Pertenecen a la semiótica las reflexiones sobre el signo estético y la comunicación mediante el arte o literatura.

    Ramas experimentales:

    • Cinésica y proxémica, que estudian la comunicación no verbal. La cinésica estudia los valo­res significativos de las posturas corporales, expresiones faciales, gestos involuntarios… La proxémica analiza el significado de las distancias de conversación y la estructuración del espacio en las relaciones sociales.

    • El estudio del paralenguaje abarca los elementos fónicos que acompañan el acto hablado.

    • El estudio de los gestos codificados abarca las señales convencionales de saludo, despe­dida, llamada, súplica, etc.

    • La zoosemiótica analiza los sistemas de comunicación animal.

    En semiología el concepto de código se amplía. Se considera que cualquier creación o manifes­tación humana significativa constituye un mensaje al que subyace un código. El código son en este caso las correspondencias significativas entre elementos del plano de la expresión y ele­mentos del plano del contenido, aunque no puedan delimitarse unidades fijas, estables, que constituyan un inventario cerrado. Serían, pues códigos asistemáticos. No son fruto de la creación consciente sino que se deducen del mensaje.

  • Clases de signos

    • Según el canal: visuales, acústicos, táctiles…

    • Según la estructura

    • Simples o códigos sin articulación. No se pueden descomponer.

    • Códigos con articulación. Se componen de unidades menores. Si las unidades tienen sig­nificado, los códigos se denominan de primera articulación. Si las unidades no tienen significado, son de segunda articulación. Códigos de doble articulación son los que pre­sentan ambas articulaciones. Los signos pueden descomponerse en unidades con sig­nificado que a su vez están compuestas de unidades sin significado, como sucede en las lenguas naturales.

    • Según la estabilidad del signo:

    • Código sistemático: puede descomponerse en unidades estables y constantes idénticas de un mensaje a otro y que constituyen un inventario cerrado.

    • Código asistemático: Los no-sistemáticos. El concepto de código aquí utilizado es del de un sentido semiológico amplio.

    • Según la relación con el referente

    • Índices: signos con tienen conexión física real con el referente. La conexión puede ser por proximidad, causa/efecto, etc. Signos que señalan un objeto presente o su dirección, los signos naturales. Ej.: Pie de una foto, huella de pisadas, mancha de sangre, etc.

    • Iconos: signos que tienen semejanza de algún tipo con el referente. La semejanza puede consistir en un parecido en la forma o afectar a cualquier cualidad o propiedad del ob­jeto. Ej.: cuadros y esculturas figurativas, fotografías, dibujos animados, caricaturas, onomatopeyas, etc. Pueden ser:

    • Imágenes: los que reproducen algún rasgo o rasgos del objeto.

    • Diagramas: no ofrecen semejanza sensible con el objeto sino analogía con las relacio­nes entre sus partes. Gráficos.

    • Metáforas: algún tipo de paralelismo con el objeto.

    • Símbolos: signos arbitrarios suya relación con el objeto se basa en una convención. No tiene por qué parecerse ni relacionarse con lo que designa. Ej.: signo lingüístico.

    Puede hablarse de signos motivados e inmotivados.

    • Según la índole de la significación

    Signos que tienen significación por sí mismos, son los categoremáticos o signos con valor semántico.

    Signos que sólo significan relaciones entre otros signos del mensaje, son los sincategore­máticos o signos con valor sintáctico.

    • Signos lingüísticos/ no lingüísticos

    • Signos lingüísticos: Los que integran las lenguas naturales.

    • Signos no lingüísticos: Los que remiten a un contenido sin pasar por el lenguaje. Picto­gramas e ideogramas.

  • El signo lingüístico

  • Consiste en determinadas sucesiones de sonidos articulados producidos voluntariamente me­diante los órganos de fonación.

    Características:

    El signo lingüístico resulta de asociar un significado a una determinada sucesión de sonidos articulados. Es una entidad biplánica con un plano de contenido y otro de expresión. Ambos planos son solidarios, uno no puede concebirse sin el otro. El signo es la unión de ambos.

    Significante es la sucesión de sonidos. Es la representación mental, una imagen acústica. Es psico-físico.

    Significado es el concepto, exclusivamente psíquico.

    • Es arbitrario, inmotivado.

    • Es un signo acústico. De ahí su carácter lineal.

    • Es articulado, integrado por unidades menores.

  • Lenguaje y pensamiento

  • Las unidades que el lenguaje distingue y nombra sólo existen como tales unidades en el len­guaje. Es la palabra la que hace posible el concepto. El signo lingüístico organiza la realidad.

    La lengua da forma a la sustancia del pensamiento: organiza nuestra percepción del mundo. El ser humano percibe la realidad externa a través de los conceptos forjados por la lengua. Todos los pro­cesos perceptivos, cognoscitivos y comunicativos específicamente humanos dependen directa o indirec­tamente del lenguaje.

    Si bien el lenguaje es común, las lenguas son diversas. Cada lengua es un prisma a través del cual sus hablantes captan el mundo que les rodea piensan y se comunican sobre él. Por ello, un mismo ámbito de significación es delimitado con frecuencia de modo muy distinto por lenguas distintas. Los esquimales, por ejemplo, no tienen un nombre para el concepto de nieve, sino nombres diferentes según el tipo.

    ESPAÑOL

    GALÉS

    verde

    gwrydd

    azul

    lluyd

    gris

    glas

    marrón

    A cada lengua le corresponde una organización de los datos de la experiencia. Lo que las len­guas nombran es lo que está relacionado con las necesidades de la vida cotidiana de sus usua­rios. Los signos lingüísticos reflejan las relaciones humanas con el mundo que les rodea, la es­tructuración de sus vivencias y su concepción del mundo. Aprender una lengua distinta de la propia es un análisis distinto de la realidad, incluso a nivel de signos gramaticales y reglas de combinación.

  • La doble articulación

  • Los signos lingüísticos son de doble articulación, lo cual explica tal vez la superioridad de las lenguas naturales en relación con todos los restantes códigos no verbales.

    Tipos de unidades:

  • Unidades que poseen significado, de primera articulación, llamados monemas.

  • Unidades sin significado, de segunda articulación, forman los monemas y son los fonemas.

  • Importancia de la doble articulación

    La lengua es el código más potente que existe: puede expresar un número infinito de mensajes diferentes y sobre cualquier contenido. Todo mensaje de carácter conceptual procedente de otro código puede ser expresado en la lengua.

    La potencia y economía se deba a que con un número reducido de unidades básicas pueden construirse mensajes en número infinito y de contenido ilimitado. Las lenguas pueden expresar todas las realidades externas, dar forma a los pensamientos, dar forma a fantasías y referirse a sí mismas. Ningún otro código tiene esta facultad.

    Hay otros códigos de doble articulación, y no son tan potentes. N. Chomsky lo explica mediante la recursividad de las estructuras sintácticas.

  • Las funciones del lenguaje

  • Es un instrumento de comunicación y vehículo del pensamiento.

    Esquema de K. Bühler:

    • Símbolo o representación, en virtud de su ordenación a objetos y relaciones. Se centra en los seres y relaciones del mundo real o imaginario.

    • Síntoma o expresión, en virtud de su dependencia del emisor, cuya interioridad expresa.

    • Señal o apelación, en virtud de su apelación al oyente, cuya conducta externa o interna dirige.

    La función referencial es específica y privativa del hombre; las dos restantes se dan también en la comunicación animal.

    Esquema de R. Jakobson

    • Función representativa o referencial. Es la orientada al contexto o referente. Transmite contenidos objetivos referidos a la realidad extralingüística. Exposiciones de hechos, realidades… Está libre de subjetividad. Entonación neutra, modo indicativo, ausencia de adjetivación valorativa, léxico denotativo. Aparece en estado puro en el lenguaje científico.

    • Función expresiva o emotiva. Es la orientada al emisor. Permite inferir la subjetividad del hablante, su estado emocional. Son propias las interjecciones, el énfasis en la entonación, las interrupciones, la alteración del orden de las palabras, las exclamaciones, elementos emotivos de todo tipo (diminutivos, aumentativos, despectivos), adjetivos valorativos, términos connotativos y modo subjuntivo optativo. Lenguaje coloquial, literario con frecuencia y en periodismo de opinión.

    • Función apelativa o conativa. Se centra en el receptor. Aparece cuando el objetivo de la comunicación es provocar una determinada reacción en el oyente. Es la función de mandato y pregunta. Sus recursos lingüísticos son los vocativos, modo imperativo, oraciones interrogativas, utilización deliberada de elementos afectivos, adjetivos valorativos, términos connotativos y toda la serie de recursos retóricos. Se da en lenguaje coloquial, es dominante en la publicidad y propaganda política e ideológica en general.

    • Función fática. Está orientada al canal. La finalidad es establecer, prolongar o interrumpir la comunicación, o bien comprobar si existe "contacto". Su contenido informativo es nulo o escaso, de alta redundancia y previsibilidad en determinadas ocasiones. La charla intrascendente sobre el tiempo, la salud y otros tópicos son función fática. No se pretende intercambiar información sino mostrar la buena disposición mutua.

    • Función poética. Es la orientada al mensaje. Aparece siempre que la expresión atrae la atención sobre su forma. En sentido técnico, posee una elevada información. Constante en lenguaje publicitario. Cualquier manifestación en la que se utilice a propósito el lenguaje con propósito estético o chocante. Sus recursos son variadísismos, todas las figuras estilísticas y juegos de palabras.

    • Función metalingüística. Es la centrada en el código. Cuando la lengua se toma a sí misma como referente, cuando la lengua habla de la lengua.

    Las funciones del lenguaje aparecen mezcladas en el discurso. Si claramente predomina una, se habla de función dominante y de función o de funciones secundarias.

    «El muy imbécil se dejó las llaves en casa»

    Función referencial: nos informa de que el otro se dejó las llaves en casa, y secundariamente expresiva: utiliza el término despectivo "imbécil".

    Equivalente en ambos sentidos. a= a' y a'= a. En el Morse: ·- = A y A= ·-

    a= a', b', c'…

    a', b', c'…=a

    Función metalingüística. Ver punto 6.

    Saussure no habla del referente, pues considera que no entra en el ámbito de la lingüística, pero es evidente que utilizamos el lenguaje para representar una realidad extralingüística.

    La escritura sería una codificación secundaria.

    La reciprocidad no se da. Es complicado expresar por medios no lingüísticos "Ayer llovió" o "Tengo una hermana".

    Aquí, la secuencia exacta que el hablante hace llegar al oyente, no el contenido ni significado de la ésta.

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    Idioma: castellano
    País: España

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