Literatura
Lazarillo de Tormes
EL LAZARILLO DE TORMES
ANÓNIMO
Índice
pag
Análisis del Lazarillo de Tormes 2
Tratados
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Tratado primero 5
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Tratado segundo 6
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Tratado tercero 8
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Tratado cuarto 9
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Tratado quinto 10
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Tratado sexto 10
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Tratado séptimo 11
Conclusión 12
Análisis de los personajes 13
Análisis del Lazarillo de Tormes
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Fecha de composición e impresión
Una de las incógnitas de este libro es su fecha de creación. Se ha intentado concretar mediante las referencias históricas que aparecen en la obra pero no resultan demasiado claras.
Algunos estudiosos fijan la fecha de composición entorno al año 1525, mientras que una gran mayoría lo acredita entorno a la fecha de impresión. Lo único que se puede confirmar con certeza es que se compuso después del año 1525 y antes del 1554.
Se desconoce también la fecha de impresión, que no ha podido ser fijada con absoluta certeza. Las tres primeras impresiones conocidas son: la de Alcalá de Henares, la de Burgos y la de Amberes. Pero estas impresiones han tenido bastantes cambios. Se han observado impresiones anteriores, de una de ellas proviene la edición de Burgos y otra más que en la actualidad se encuentra pérdida y de esa misma parten las ediciones de Alcalá de Henares y Amberes.
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Autoría de la novela
Esta es una de las mayores incógnitas de esta novela, todavía no ha sido aclarada. Las atribuciones más convincentes son Fray Juan de Ortega (general de la orden de San Jerónimo), al poeta Diego Hurtado de Mendoza, a Sebastián de Horozco y Juan de Valdés. También existen especulaciones con una menor credibilidad que atribuyen la autoría a Lope de Rueda o Hernán Nuñez de Toledo.
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Forma autobiográfica y punto de vista
Esta obra está escrita en forma de relato autobiográfico, en la cual, el protagonista da a conocer su vida anterior. Al usar la técnica autobiográfica se nos ofrece únicamente la versión de Lázaro, los personajes y todo lo que sucede queda sometido a esa perspectiva. Una de las hipótesis acerca del uso de esta técnica por parte del autor, señala que, hasta la fecha, la prosa narrativa no había dado la suficiente importancia a los personajes insignificantes.
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Estructura y contenido
La obra de Lázaro de Tormes narra las historia de un pícaro entre los doce y catorce años, esta narración esta compuesta de siete tratados muy desiguales y un prólogo. Los tres primeros tratados son extensos y narran las aventuras de Lázaro con todo detalle. A partir de este tratado se quiebra la unidad y se produce un cambio en la estructura. El tiempo avanza de forma más rápida. Los tratados cuarto y quinto son inesperadamente breves, resumen en apenas unas líneas mas de cinco años del protagonista. Esto no ocurre en el número cinco en el que Lázaro convive con un buldero y deja de ser protagonista y se convierte en un simple testigo de los hechos. El desenlace de la obra en el séptimo tratado también es muy vertiginoso
Según Lázaro Carreter, los tres primeros tratado son en forma de cuento tradicional mientras que en los restantes los tratados se escriben en forma de sarta ya que no aportan nada a la evolución psicológica de Lázaro ya que se ha consumado el proceso de aprendizaje
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Realismo y folclore
Esta obra se considera como una obra realista en la que se refleja la vida española con bastante veracidad tanto en lo general como en la presencia de tipos sociales representativos. Todo está perfectamente justificado.
El autor de la obra no se inspira directamente en la vida real, sino que adapta y refunde motivos literarios, por ello se puede dudar sobre el realismo de la novela debido a las obstaculizaciones de las aportaciones folclóricas; aunque el autor sitúa los personajes en un marco real y da al relato tal relación y apariencia que parece la reconstrucción de una historia vivida. El protagonista reacciona antes las presiones externas y va formando su personalidad.
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Caracterización de los personajes
La personalidad de Lázaro se nos va mostrando a lo largo de un proceso de adaptación y aprendizaje. Uno de los puntos más importantes en este aprendizaje es la estancia junto al ciego que le despierta de su inocencia infantil para darse cuenta de que el mundo es una lucha y hay que enfrentarse a él.
Es astuto y observador, cualidades que desarrolla al agudizar el ingenio para sobrevivir. No es un sinvergüenza y su mayor arma defensiva es la inteligencia No le importan las apariencias de cara a la galería y es un hombre práctico.
A diferencia del protagonista, los otros personajes reciben un tratamiento esquemático y caricaturesco. Son criaturas sin evolución que solo conocemos por lo que Lázaro dice de ellos.
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Lengua y estilo
Lázaro fusiona el lenguaje vulgar con un artificio que se muestra en determinados giros y expresiones. Como Lázaro es quien cuenta la historia se recurre al habla común de la época aunque no evita incorrecciones y pequeños descuidos de la comunicación oral. Por eso mismo se trata de un lenguaje expresivo, con refranes y giros populares. Usa recursos estilísticos fijados por la tradición retórica además construye oraciones complejas y utiliza giros y vocablos cultos. También abunda el uso del polisíndeton para destacar la lentitud de una escena o el enlace de una serie de cosas. También hay que destacar el uso de símiles, paralelismos metáforas, paradojas, antítesis, símiles, metáforas, paronomasias...
Todo esto hace pensar que el autor de la obra es una persona culta y conocedora de las Sagradas Escrituras por los pasajes de los evangelios existentes a lo largo de la obra.
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Valor y sentido: crítica anticlerical y social
Una parte importante a destacar en este libro es la sátira anticlerical, donde se resalta el materialismo y la falta de caridad cristiana el pecado más imperdonable de todos los pecados, representado por el clérigo que aparece en el segundo tratado. Y en el cuarto por el fraile de la Merced que más aficionado a las prácticas mundanas que a las religiosas.
También se hace mención a otras anormalidades, como la forma de ordenación de algunos religiosos. También se nombra a la secta de los alumbrados relacionándola con algunas alusiones irreverentes a la eucaristía. Por esto existen indicios de que el tema de la Iglesia no surge al azar sino que se menciona para dar pie a la crítica. Esta actitud hizo que fuera uno de los libros incluidos en el "Indice de libros prohibidos" de la Inquisición.
Pero las críticas no se centran solamente en la Iglesia si no que alcanza también a la alta nobleza por sus vicios y corruptelas. Esto se representa en la obra mediante el papel del escudero tampoco se libran los ministros de justicia (tratado quinto, el buldero).
Por otra parte esta novela refleja el pauperismo y mendicidad de la época y cómo los ayuntamientos se saltaban las normas para defenderse de éstos.
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Configuración de un nuevo género: La novela picaresca
Con esta obra nace el género más representativo de la literatura española a lo largo del siglo de Oro: La novela picaresca, documento que nos muestra la sociedad de la época
El rasgo general de que la novela picaresca es genuinamente española es el empleo de la forma autobiográfica lo cual la diferencia de que se desarrolló en otros países paralelamente y que tenía temas parecidos.
La novela picaresca tiene carácter episódico y se compone de escenas sueltas, situadas en diferentes lugares e intervienen diferentes personajes, está escrita por el pícaro desde el arrepentimiento pero esto se aprecia en obras posteriores ya que en la obra de Lazarillo este no es el caso. Al ser un relato itinerante el pícaro se pone en contacto con personas de todas las clases de la sociedad y se venga de su marginación ridiculizandolos y engañandolos.
A partir del siglo XVII una gran cantidad de autores ha ido desarrollando este género, entre ellos cabe destacar: Francisco de Quevedo con Vida del buscón Don Pablo; o Miguel de Cervantes con Novelas ejemplares.
El éxito de esta obra hizo que se desarrollaran continuaciones aunque no tenían nada que ver con la novela primitiva ni con el espíritu de la picaresca. Una de ellas, fue la de Amberes (Segunda parte del Lazarillo de Tormes, 155)
TRATADO PRIMERO
Presentación de Lázaro y estancia junto al ciego
El nombre de Lázaro de Tormes proviene de su nacimiento cerca del río Tormes. Era hijo de Tomé González y de Antona Pérez, naturales de Tejares, aldea de Salamanca. El padre de Lázaro falleció luchando contra los moros como un caballero cuando el tan solo tenía ocho años. Le detuvieron por robar y confesó el delito que había cometido por lo que sufrió una persecución por justicia. Él y su madre (que había quedado viuda) se fueron a vivir a la ciudad donde ella trabajaba en una posada dando de comer a los estudiantes y lavando la ropa a los mozos de caballos del comendador de las Magdalena.
Trabajando en la posada, su madre conoció a un mozo llamado Zaide, a Lázaro no le gustaba nada porque tenía un aspecto horrible y unos gestos que le asustaban, pero comenzó a cambiar de opinión cuando él les traía comida, ropa, leña etc. que la conseguía robada de donde trabajaba. Zaide y Antona tuvieron un hijo, pero cuando él fue descubierto por el robo de las cosas le capturaron y le azotaron. Un día cuando Lázaro era ya un joven, pasó un ciego por el mesón de la solana y pensó que Lázaro sería un buen lazarillo para él. El ciego habló con su madre y le pidió que si podía llevarse al niño para que le ayudara en su difícil vida como ciego y ella aceptó pero con la condición de que le que le cuidaría y le trataría bien aunque eso no fue así, Lázaro se despidió de su madre y partió junto al ciego.
Su periodo de convivencia junto al ciego no comenzó bien, nada más salir le jugó una mala pasada con un toro, y Lázaro estuvo tres días con el dolor de la cornada. El ciego no le daba de comer y él tenia que arreglárselas como podía para poder conseguir su comida robándosela al ciego de manera que no se enterara, además el ciego le pegaba y maltrataba, por ello, Lázaro también le hacia algunas de las suyas a su amo. Como por ejemplo: llevándole por los peores caminos llenos de piedras, pendientes, charcos... también le cambiaba la longaniza por un nabo con la misma forma para poder comer cuando tenía hambre. El ciego era muy astuto y sabio, y más que cualquier otro, le enseñó a Lázaro lo difícil que era la vida. Cuando Lázaro se hartó de cómo le trataba el ciego, le engaño un día haciéndole saltar contra un poste de piedra diciendo que había un pequeño charco que no se podía rodear, por ello el ciego salto con tanta fuerza que quedó inconsciente con una herida en la cabeza después de chocar contra aquella piedra. Lázaro aprovechó la situación para marcharse.
TRATADO SEGUNDO
Estancia de Lázaro junto al clérigo
A los pocos días de dejar al ciego, Lázaro llegó a un lugar llamado Maqueda, donde se topó, pidiendo limosna, con un clérigo. Este le preguntó si sabía ayudar en misa y Lázaro afirmó, cosa que era verdad ya que fue una de las muchas cosas que le enseño el ciego. Finalmente el clérigo le tomó. Como es de esperar no le daba de comer y Lázaro se repetía una y otra vez así mismo: “escapé del trueno y di en el relámpago, porque era el ciego para con éste un Alejandro Magno”. Con este amo Lázaro también se las tenía que apañar como pudiese para comer.
El clérigo guardaba casi toda la comida en un arcaz viejo cerrado con llave excepto una ristra de cebollas en lo alto de la casa aunque también estaba bajo llave. El clérigo comía todos los días para comer y cenar caldo y carne pero a Lázaro sólo le daba un poco de caldo y un pequeño trozo de pan. Un día se le presento a la puerta de casa un calderero, y en él, Lázaro vio su salvación, le mintió diciéndole que había perdido la llave de un viejo arcaz y que su amo estaba muy enfadado y le podía pegar. Le pide que por favor le consiga una llave que pueda abrir esa vieja cerradura, el calderero después de probar con todas las que llevaba consiguió encontrar una que coincidiera. Lázaro al ver el arcaz abierto se le iluminó la cara y le dijo al calderero que tomara lo que quisiera y así quedaría pagado. Pero eso no le solucionó del todo su problema ya que el clérigo contaba y recontaba los panes cada día y Lázaro no se podía arriesgar a que el clérigo le pillara cogiendo a escondidas aquellos panes, así que se le ocurrió a Lázaro comerse el pan por la noche en pequeños bocados como si lo hubiera sido roído para que su amo creyera que habían sido los ratones ya que el arcaz debido a su vejez la madera estaba carcomida y tenía pequeños agujeros por los que los ratones podrían haber entrado. Pero el clérigo, listo él, cogió todos los clavos y maderas que había por casa y tapó todos los agujeros por los que podían entrar aquellos animales. Lázaro perdió así toda esperanza de comer algo más de lo que le daba su tacaño amo, entonces un día por la noche viendo que su amo estaba dormido se levantó y con un cuchillo que andaba por allí tirado comenzó a rascar la madera del arcaz que con su edad enseguida se rompió. Su amo al ver el agujero de nuevo volvió a taparlo pero viendo que los supuestos ratones lo volvían a hacer les puso una trampa dentro del arcaz y Lázaro aprovechaba y se comía las cortezas del queso. El amo ya hartó se lo comentó a sus vecinos y les dijo que podía ser aquella serpiente que hace años andaba por su casa, esto atemorizó al clérigo y todas las noches la buscaba por toda la casa, él pensaba que estaba en la cama de pajas donde dormía Lázaro pero iba y rebuscaba y no encontraba nada. Y así fue hasta que un día Lázaro durmiendo con la llave del arcaz escondida en su boca para que su amo no la encontrara mientras rebuscaba entre las pajas, esta se puso de tal forma que cuando respiraba se oía un pequeño silbido parecido al de las serpientes, el clérigo al oírlo creyó ser el animal que se comía los víveres y le dio un garrotazo tan fuerte en la cabeza a Lázaro que comenzó a sangrar. Lázaro tardó unos cuantos días en recuperar el sentido de aquel garrotazo, cuando ya pudo caminar el clérigo le tomó de la mano y le puso fuera de la casa, le dijo que no quería en su compañía a tan diligente servidor y santiguándose de él como si fuera un pobre endemoniado cerró la puerta y Lázaro no supo más de él.
Con este amo, el Lazarillo aprende a robar en el arca de su amo y a comerse su comida sin que este se diese cuenta. Aprende a ser astuto y a sobrevivir. Así la vida le enseña que nunca hay que cesar en tus intentos para conseguir algo y si fallas saber aceptar las consecuencias.
TRATADO TERCERO
Estancia de Lázaro junto al escudero
Cuando Lázaro se marchó de la casa del clérigo estuvo quince días para conseguir que se cerrara aquella herida que le había producido su anterior amo. Llegó a Toledo y vivió y se alimentó de las limosnas que le daban hasta que la herida de su cabeza se curó y la gente le llamaba bellaco y holgazán. Un día caminando de puerta en puerta pidiendo limosna se topó con un escudero bien vestido y peinado, este le preguntó que si buscaba amo. Lázaro le dijo que sí ya que al verle vestido de esa manera pensó que tendría buena comida y le trataría bien pero en realidad resultó ser un muerto de hambre al que nadie conocía verdaderamente. Aunque este se excusaba diciendo que el comer exageradamente era de cerdos y no de personas respetables. El escudero se iba de casa por la mañana y volvía ya entrada la noche sin nada de comer. Visto que el escudero apenas comía a Lázaro le tocó ir por las casas del pueblo pidiendo algo de comida para poder alimentarse él y poder alimentar a su pobre amo. Así estuvieron viviendo durante largo periodo de tiempo
Entonces se prohibió la mendicidad en el pueblo porque había sido un mal año en cuanto a cosechas y demás y Lázaro comía de la caridad de sus vecinas de las cuales él era muy amigo y con las que pasaba muchos ratos que el escudero le dejaba solo. Tan mal vivían que un día cuando se llevaba a un muerto en procesión que su viuda decía: “Marido y señor mío, ¿adónde os me llevan? ¡A la casa triste y desdichada, a la casa lóbrega y obscura, a la casa donde nunca comen ni beben!” Entonces Lázaro corrió hasta la casa de su amo pensando que traían el muerto a la casa. Tiempo después el escudero marchó como un día cualquiera pero no volvió dejando al chico solo y muchas deudas con él. Por lo que vinieron buscándolo y como solo encontraron a Lázaro quisieron hacerle responsable pero al ver que él no sabia nada de su amo le dejaron en paz, no sin antes amenazarle y preguntarle continuamente. Así fue como Lázaro fue abandonado por este amo.
Este fue el mejor amo para Lázaro, porque no le pegaba ni maltrataba como hacían el clérigo o el ciego y hasta llegó a ser amigo suyo, era buena persona, elegante y humilde. Aquí Lázaro no tubo odio hacia su amo y era el de Tormes el que le daba la comida ya que el hidalgo lo había perdido todo en la vida. Pero lo que empezó bien y con tranquilidad acabó mal, ya que el escudero le traicionó, y le dejo a Lázaro con todos sus líos y deudas, mientras el se iba tranquilo. Así Lázaro aprende una vez mas a desconfiar en la gente y saber que no todo lo que parece bueno, es bueno. Es cierto que el escudero fue un buen y amable amo para él, pero cuando vio que se podía deshacer de todos sus problemas olvidó su simpatía hacia Lázaro y se los dejo todos a él.
Este último tractado es quizás el más importante del libro. En los tres primeros la educación es constante: Lázaro por necesidad aprende a mentir y a robar pero es capaz de sentir piedad y compasión y sabe distinguir el bien y el mal. Sin embargo entre el niño de los tres primeros tractados y el hombre pensador de los tres siguientes hay un claro cambio radical con sentido moral que no se explica en el libro, aunque sea fácil darse cuenta.
TRATADO CUARTO
Estancia de Lázaro junto a un fraile de la Merced
Después del incidente con el escudero Lázaro se puso a buscar a quien fuera su cuarto amo. En su búsqueda se encontró con un fraile de la Merced, las mujercillas le advirtieron de su enemistad con el coro, ya que no tenía afición a los quehaceres propios de su estado religioso. Hacía andar a Lázaro, tanto, que era él quien rompía mas zapatos que todo el convento. Fue este amo quien le dio a Lázaro sus primeros zapatos que no le duraron ni ocho días.
Lázaro dejó a su cuarto amo, porque estaba harto y de su constante ansia de andar y por otras cosas que prefiere no decir de él.
Sin duda este es el tractado mas corto del libro y no se dice mucho que afecte al desarrollo de la actitud de Lázaro. Fue un amo despreocupado en cuanto a sus cosas (es decir andar) pero preocupado en cuanto a las necesidades del de Tormes (le dio sus primeros zapatos). No fue un amo negativo pero tampoco benevolente, que dejó únicamente porque lo único que hacía era caminar y caminar.
TRATADO QUINTO
Estancia de Lázaro junto al buldero
Después de su estancia junto al fraile se encontró con un buldero que como dice Lázaro era él más desenvuelto y desvergonzado y el mayor echador de bulas. Iba de pueblo en pueblo vendiendo sus bulas (documentos papales que otorgaban determinadas indulgencias o beneficios espirituales) Al buldero siempre se le ocurrían mil maneras de vender las bulas. En un lugar de la Sagra de Toledo estuvo el buldero predicando dos o tres días como de costumbre pero no conseguía vender bulas ninguna de sus bulas, viendo que no se las habían tomado ni tenían intención de tomárselas, organizo junto con el alguacil que trabajaba para él, una farsa para vender sus bulas, hicieron creer al pueblo que al aguacil le poseía el demonio cuando estaba hablando mal de las bulas divinas durante el sermón del buldero, entonces el buldero con ayuda de una de sus bulas le curó. Todo esto fue un montaje pero desde entonces no pararon de vender bulas por todo el pueblo y también en los pueblos de los alrededores ya que la voz se corrió con mucha rapidez. Al cabo de unos cuatro meses, no sin pasar numerosas fatigas Lázaro decidió dejarlo porque lo consideraba un embustero, un mentiroso y un desvergonzado que estafaba a la pobre gente inocente.
En este tratado Lázaro hace de mudo espectador de los engaños del buldero, con el que aprende a callar. Con este amo Lázaro aprende que hay gente cruel y astuta que se aprovechan y mienten a la gente. Así parece ser el más justo y noble que ve como desempeña un trabajo poco honrado.
TRATADO SEXTO
Estancia de Lázaro junto al Capellán
Después de deja al buldero como amo Lázaro estuvo con un maestro de pintar panderos con el que sufrió mil males y pronto abandonó para ir a dar con un capellán. El capellán puso en su poder un asno y cuatro cántaros y un azote y empezó a vender agua por la ciudad. Le fue tan bien el negocio que en cuatro años reunió una pequeña fortuna y tubo para comprarse buenas ropas y una espada de las viejas primeras de Cuellar. Dejó al capellán porque ya no necesitaba del negocio.
Este es un tractado casi tan corto como el cuarto, en el que tampoco sucede mucho que afecte al desarrollo de la personalidad de Lázaro. Por primera vez le van las cosas bien a Lázaro y cuando ya no necesita el trabajo le deja de un modo pacifico y sin complicaciones. Una buena manera de redimir el quinto tractado contrastando dos personalidades tan diferentes como lo son las del buldero y el Capellán. Además el capellán fue un buen amo que no le maltrataba y le pagaba por su trabajo.
TRATADO SÉPTIMO
Estancia de Lázaro junto al alguacil
Cuando Lázaro abandonó al capellán dio con un alguacil pero convivió poco tiempo con él ya que le parecía un trabajo muy arriesgado y peligroso, porque una noche, estando Lázaro con su amo los persiguieron a pedradas y solo él consiguió escapar.
Después de aquella noche marchó y se asentó con el arcipreste de San Salvador para el cual hacía de pregonador de sus vinos. El arcipreste le dio la opción de casarse con una de sus criadas y Lázaro aceptó. Vivieron muy bien durante mucho tiempo pero las malas lenguas decían de su mujer la habían visto hacerle la cama y guisarle la comida, a Lázaro no le importo y defendió siempre a su mujer hasta el punto de pegar a la gente que hablaba mal de ella. Así fue como nadie le decía nada y él consiguió paz en su casa.
En este último tractado se puede decir que Lázaro consigue su sueño: un oficio real. Tras su miseria y pobreza a llegado a ser pregonero y con ello el arcipreste lo ha casado con su criada, le ha dado a pregonar sus vinos, le alquila una casa etc. Lázaro ha ascendido socialmente con esfuerzo y astucia, y se muestra muy satisfecho de su situación ya que para él la “cumbre de toda fortuna” es tener el cargo mas bajo como funcionario, tener una casa alquilada y estar casado con la criada de un arcipreste.
CONCLUSIÓN
La vida con sus amos ha enseñado a Lázaro a moverse por los caminos del mundo en qué vivía y ver con otros ojos, no de niño, todo lo que le rodeaba. Ha aprendido a sufrir muy pronto, a pasar hambre y todas las miserias imaginables, pero le han convertido en un hombre fuerte y capaz de resistir cualquier giro que su vida pueda darle, y mirar con optimismo todo lo que la vida le dé.
Así se muestra orgulloso de su estado final que con mucho esfuerzo y dedicación ha logrado, aunque no sea justo por todos los momentos y situaciones que ha tenido que vivir.
Personajes de la obra de Lazarillo de Tormes
- Lázaro de Tormes :
Lázaro de Tormes es el personaje principal de la novela. Pertenece a la clase baja y pobre de aquel tiempo. Es el llamado antihéroe, con gran astucia, que se independiza para poder subsistir, y un clásico pícaro. Bajo las órdenes de varios amos intentaba satisfacer su hambre. Cada amo era una situación dentro de sociedad diferente. Cuando por fin consigue la felicidad, pudo tener una vida más estable.
- Tomé González :
Es el padre de Lázaro de Tormes. Fue acusado de haber robado, y es obligado a servir a un mozo, dónde acabará muriendo.
- Antona Pérez :
Es la madre de Lázaro. Ella entrega a Lázaro a un ciego para que él lo guiara.
- Zaide :
Es el padrastro de Lázaro. A Zaide también lo capturaron por robo, y fue azotado.
- El Ciego :
Primer amo de Lázaro. Es el que más influencia aporta en la vida del pícaro por ser éste quien le enseña a ser astuto, tramposo, e incluso vengativo. El ciego le enseñaba como era la vida a Lázaro mediante golpes y también a como obtener comida y a conseguir dinero. Era tramposo y avaro, un mendigo como Lázaro. Él decía que podía predecir el sexo de los bebés de las mujeres que estaban embarazadas, lo cual le hacía ganar dinero mediante sus servicios, y a veces servía como si fuese un médico. Lázaro lo deja ya que con el no consigue apenas comida.
- El Clérigo :
Segundo amo de Lázaro. Este representa el tema de la corrupción del clero, ya que este es avaro y no tiene escrupulosos. Él guardaba el pan de la misa en un arca para comérselo él sólo. Él ofrecía a Lázaro comida que supuestamente había sido pulverizada por ratones. La avaricia del clérigo lo encierra de la realidad, razón por la cual él piensa que había ratones en su casa comiéndole el pan.
- El Escudero :
El tercer amo de Lázaro. Refleja las falsas apariencias de la época. Lázaro pensaba que él era un hombre rico y de bienes, ya que era lo que aparentaba, pero luego se da cuenta de que no era lo que él pensaba sino todo lo contrario. En este caso, los papeles entre el amo y Lázaro cambian: el escudero depende de Lázaro en vez de Lázaro depender del escudero. El escudero luego lo abandona, y Lázaro vuelve a la calle.
- El Fraile de la Merced :
El cuarto amo de Lázaro. Es el amo que le da a Lázaro su primer par de zapatos. Él es un fraile corrupto. Las ansias de Lázaro en este momento no eran por mujeres, sino por comida, lo que hace que Lázaro lo deje. Una vez más, Lázaro vuelve a mendigar por las calles.
- El Buldero :
El quinto amo de Lázaro. Lo deja por tener muchas relaciones con él. Este representa la falsa religiosidad. El buldero vendía bulas solamente para lucrarse de las ganancias, y éste convencía a la gente para que las comprara. Era tan falso que llegó al punto de hacer un pacto con un alguacil para hacer un "drama" dónde el alguacil iba a fingir estar endemoniado para luego ser curado milagrosamente por las bulas. Lázaro lo deja porque éste no lo atendía mucho.
- El Pintor :
El sexto amo de Lázaro. Este representa la clase renacentista culta y artística de la época. Al poco tiempo, Lázaro lo deja.
- El Capellán :
Séptimo amo de Lázaro. Este le ofrece el primer trabajo con sueldo a Lázaro. Es un oportunista que se vale de otras personas para recibir unos beneficios. Lázaro estuvo cuatro años con este amo, hasta recibir la cantidad de dinero que él necesitaba para comprarse ropa usada y una espada. Una vez Lázaro obtuvo lo que necesitaba, dejó a su amo y a su oficio.
- El alguacil :
Octavo amo de Lázaro. El alguacil representa la ley en aquella época. Lázaro encuentra el oficio de su amo muy peligroso, así que éste lo deja.
- El Arcipreste de San Salvador :
Noveno y último amo de Lázaro. Este es el amo que le consigue la esposa a Lázaro. Este representa también la corrupción del clero ya que había cuentos por esa área sobre relaciones entre la esposa de Lázaro y el arcipreste.
- La Criada del Arcipreste de San Salvador :
Mujer con la que Lázaro se casa, y la que le trae parte de la felicidad a él. Una vez se casa con ella, llegó a una estabilidad en su vida.
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El Lazarillo de Tormes
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