Filosofía y Ciencia
La tercera ola; Alvin Toffler
CONTENIDO DE LA OBRA
LA TERCERA OLA
ALVIN TOFFLER
1. ANTECEDENTES DEL AUTOR:
Alvin Toffler, de origen norteamericano, se hizo conocido a partir de la publicación en 1970 de su ensayo El "shock" del futuro que se convertiría en un auténtico bestseller. A este libro le seguirá 10 años después --1980-- La tercera ola, desarrollo y profundización de sus tesis centrales, y 20 años más tarde --1990-- El cambio del poder. Estos tres ensayos configuran en opinión de Toffler una <<trilogía>> que recoge lo central de su pensamiento. Después de su trilogía ha publicado --firmando esta vez con su esposa Heidi, quien ha sido siempre su estrecha colaboradora--: Las guerras del futuro -1993-- y Creating a new civilization --1995-.
INTRODUCCION
El autor aplica a la guerra sus métodos de análisis del futuro. El modo
con que el ser humanosconsigue la riqueza es el mismo con que hace la
guerra. Los radicales cambios en la economía de nuestros días hallan su
reflejo en los ejércitos y en el modo de entender y practicar la guerra. La
contienda televisada de los Aliados contra Saddam Hussein es el
modelo de guerra “inteligente” que sustituirá a la guerra convencional.
Sin embargo, nuestros estadistas y militares no están mejor preparados
para estos cambios de lo que lo estaban los guerreros feudales para
asimilar el carro de combate y el avión supersónico. Y, sobre todo,
nuevas formas de guerra requieren nuevas formas de conseguir la paz,
extremo al que los autores dedican un amplio estudio.
. RESUMEN:
A través de esta obra, que consta de 25 capítulos agrupados en seis partes, cada una con un título representativo del tema abarcado en la misma, los autores nos proponen un punto de vista interesante para el análisis de:
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El origen de los conflictos armados a lo largo de la historia de la humanidad, en relación con las tensiones y enfrentamientos producidos en medio de las transformaciones profundas de la civilización, clasificadas en “olas” por los autores, y que fueron los temas de sus libros “La primera ola”, “La segunda ola” y “La tercera ola”.
La primera ola representa a la sociedad agrícola ganadera, simbolizada por la azada, la segunda ola a la sociedad de revolución industrial, simbolizada por la cadena de montaje, y la tercera ola a la sociedad del conocimiento y de la información, simbolizada por el ordenador.
Dicen los autores: “Las olas son dinámicas. Cuando chocan entre sí desencadenan poderosas corrientes transversales. Cuando se chocan las olas de la historia, se enfrentan civilizaciones enteras”. ”Una vez que se entiende la teoría del conflicto de olas, se hace evidente que el mayor desplazamiento de poder que comienza a operarse actualmente en el planeta no es entre Este y Oeste o entre el Norte y el Sur, ni entre grupos religiosos o étnicos diferentes. El cambio económico y estratégico más profundo de todos es la próxima división del mundo en tres civilizaciones distintas, diferentes y potencialmente enfrentadas.”
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De las formas de hacer la guerra, como reflejo del modo en que el hombre trabaja o genera la riqueza.
“Las guerras de la primera ola llevaban la impronta de las sociedades agrarias de la primera ola que las suscitaron, no solo en sus condiciones tecnológicas sino también en organización, comunicación, logística, administración, estructuras de remuneración, estilos de mando y supuestos culturales”.
Con la llegada de la revolución industrial, la segunda ola, se transformó el modo de ganarse la vida de millones de personas, y esto se vio también reflejado en la forma de hacer la guerra.
”Del mismo modo que la producción en serie era el principio nuclear de la economía industrial, la destrucción masiva se convirtió en el principio nuclear de la actividad bélica de la era industrial”.
Con la tercera ola, llega el concepto de la desmasificación. El rayo láser es utilizado en la industria para ejecutar el corte de una pieza con precisión y en el campo de combate para guiar un misil hasta su objetivo. Se buscan una selección y precisión cada vez mayores.
La Guerra del Golfo (1990 -1991), fue una clara demostración de la nueva forma de hacer la guerra. En este conflicto se emplearon los estilos de la segunda ola y de la tercera ola. Los iraquíes constituían una máquina militar convencional. “Las máquinas son la fuerza bruta de la segunda ola, potentes pero estúpidas”. “Las fuerzas aliadas eran un sistema con retroinformación interna, comunicaciones y capacidad automática de adaptación muy superiores. Al menos en parte se trataba de un sistema pensante de la tercera ola”.
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De como el reflexionar sobre la guerra y las distintas formas que puede asumir en el futuro puede contribuir a la paz, “ ya que una revolución en la actividad bélica exige también una revolución en favor de la paz”.
Cuando la realidad, escapando de la era industrial, penetra en un nuevo siglo, buena parte de lo que se sabe acerca de la guerra y de la antiguerra se halla peligrosamente anticuado. Surge una economía nueva y el esfuerzo físico. Toffler analiza en este libro las relaciones entre las guerras y una sociedad impredecible caracterizada por experimentar cambios constantes. Y realiza un paralelismo entre la estructura organizativa de las fuerzas armadas y el mundo empresarial. "Claro está que las"'naciones de la tercera ola", necesitan aún energía y alimentos, pero lo que también precisan es un saber convertible en riqueza: les hace falta el acceso o el control de los bancos mundiales de datos y redes de telecomunicación; requieren mercados para productos y servicios de información intensiva, servicios financieros, asesoría de gestión y programas informáticos. En suma, en este punto nos encontramos ante el sistema global del siglo XXI, el terreno donde se desarrollarán en el futuro las guerras y los esfuerzos antibelicistas", sentencia el autor. La contienda televisada de los Aliados contra Saddam Hussein es el modelo de guerra 'inteligente' que sustituirá a la guerra convencional. Sin embargo, nuestros estadistas y militares no están mejor preparados para estos cambios de lo que lo estaban los guerreros feudales para asimilar el carro de combate y el avión supersónico. Y, sobre todo, nuevas formas de guerra requieren nuevas formas de conseguir la paz, extremo al que los autores dedican un amplio y agudo estudio.
CONCLUSIONES :
Una de las personas que más tiempo le dedica a pensar cómo serán las sociedades del futuro se llama Alvin Toffler. Hace poco, este personaje estuvo por tierras latinoamericanas, más exactamente, anduvo por Argentina desplegando su pensamiento. No le fue mal.
En Buenos Aires tuvo una audiencia francamente masiva, que le escuchó disertar sobre el impacto que está causando la imparable revolución tecnológica sobre las estructuras económicas, políticas y culturales del siglo XXI. Un tema tan vasto como profundo. En su exposición, Toffler subrayó la importancia de la educación como elemento clave para insertar a Latinoamérica y sus organizaciones en la Nueva Economía.
Y como su audiencia estuvo repleta de gente de negocios, este sociólogo de la era digital destacó el papel que juega la estrategia en toda compañía que se dice dispuesta a dar pelea ante las exigencias de la competitividad. En otras palabras, para Toffler, sin ideas de largo aliento no hay oportunidad de crecer. Esta idea es perfectamente válida tanto para la sociedad como para las empresas.
El connotado autor de obras como La Tercera Ola, El Shock del Futuro y Creando una Nueva Civilización (Creating a New Civilization), advirtió en tierras gauchas sobre el riesgo que corre la región ante la profundidad y velocidad de los cambios que afectan al planeta. ¿En qué se basa su tesis? El pensamiento toffleriano tiene tres secuencias: el mundo atraviesa, hoy, por su tercera ola de desarrollo. Luego de una primera ola signada por la evolución de la economía agrícola, y la segunda marcada por la irrupción violenta de la Revolución Industrial, la tercera ola es la etapa del conocimiento, la información y la creatividad. Pero esta ola plantea, también, un nuevo modo de generar la riqueza. Es la etapa que para Toffler implica adentrarse en el umbral del nuevo modo de vida; se trata de una nueva civilización.
Toffler pone freno a las visiones pesimistas que vinculan los vaivenes del mercado bursátil con el colapso de la Nueva Economía en su propio nacimiento. "No comparto esa postura, tampoco la que anticipa una prosperidad interminable. Ambos se equivocan. La bolsa tiene su dinámica y no puede utilizarse como vara precisa de medición de las tendencias. El desarrollo continúa pero habrá altibajos, porque el cambio es profundo y no podrá evitar turbulencias. No se puede tener cambios en la escala de producción sin tener conflictos. Con la Revolución Industrial hubo conflicto en las organizaciones y también en la sociedad".
Las cifras son la parte viva de la teoría de Toffler, En la citada reunión de Buenos Aires dio números reveladores sobre la penetración de la alta tecnología en el mundo de la producción. Por ejemplo: en el planeta hay 20 000 millones de microchips y 400 millones de PCs. Y calcula que para el 2001 estarán funcionando entre 450 y 500 millones de PCs. Por su parte, solo en Estados Unidos. motor de la Nueva Economía, existen más de 100 millones de PCs, lo que representa, en promedio, que hay una máquina de estas por cada 2,5 habitantes. Sin contar a los niños, el promedio se reduce a una PC por cada dos estadounidenses.
Con esta infraestructura, que se apoya en una plataforma tecnológica en constante evolución, las conclusiones de Toffler (y las de cualquier humano que maneja una lógica básica) son evidentes: a estas alturas de la historia de la humanidad, los cambios son imparables. Por lo menos así lo entienden las grandes firmas transnacionales, que están en capacidad de financiar esta revolución, "En estos momentos, un tercio de los trabajadores estadounidenses hace su trabajo en su hogar. Ford Motors está dando a todos sus empleados una computadora y una conexión a Internet por una cifra simbólica. Todos estos factores combinados potencian los cambios que se están produciendo".
Sin embargo, no todo es color de rosa. El detalle perverso de la Tercer Ola toffleriana también esta ahí: el alcance de la revolución tecnológica, si bien global e irreversible, nunca ha sido homogéneo ni será equitativo. El problema es que dentro de la revolución tecnológica ya se han abierto brechas demasiadas profundas. Al punto que la propia Europa siente el fuerte rezago frente a Estados Unidos y actúa con el complejo de hermano pobre que llega a la casa del pariente rico: correr en busca del tesoro perdido. Ahí se explica la alocada carrera de Alemania, España... para importar masivamente cerebros y fuerza de trabajo especializada en las carreras conectadas con la era del microchip. Si los europeos (y Japón no va lejos) están así, piénsese lo que sucede en América Latina. Y si alguien quiere deprimirse más, solo tiene que echar un paseo mental por estos parajes. Pero países como Ecuador pueden tener una oportunidad si sus gobernantes se muestran audaces. Deben salir a caza del cohete llamado Internet y conectarlo con todas las escuelas. El cambio arranca de ahí. Conceptualmente, la ONU acaba de decir que Internet será un instrumento para recortar la brecha entre pobres y ricos. Quizá no sea así, pero hay que hacer el intento.
BIBLIOGRAFIA:
AUTOR: ALVIN TOFFLER OBRA : LA TERCERA OLA
DOCUMENTOS : EL COMERCIO FECHA : Tomado de Diario El Comercio, viernes 7 de julio de 2000.
SUGERENCIAS:
Con relación a esto, Alvin Toffler nos enseña que la democracia en sí, ha alcanzado ese momento en que un sistema salta a un nivel superior de organización o se desintegra por completo. Es decir estamos en presencia de una estructura disipativa. Y dice que para captar tanto las oportunidades como las nuevas y extrañas amenazas a las que la democracia se enfrenta, necesitamos considerar la politica y el gobierno de una forma nueva.
Hablando de Alvin Toffler, estuvo brindando un seminario muy interesante organizado por HSM en Buenos Aires. La idea principal es que “la escuela no prepara para la nueva economía” A este pensador muchos lo definen como futurólogo por sus vaticinios de cómo sería el fin del siglo XX y el principio del actual XXI, pero tal vez deberíamos decir que es un pensador avanzado y pronosticador de cambios para evitar relacionar la palabra futurólogo, con otras ciencias más esotéricas.
Dice que en el tope del ranking de la obsolescencia mencionaría al sistema educativo porque las escuelas de hoy fueron pensadas hace 200 años para las fábricas de la revolución industrial(la segunda ola, según su clasificación económica) y no para preparar a los jóvenes para la nueva economía(la tercera ola). Sostiene que la escuela debe dejar de simular la fábrica para simular el futuro.
Claro es que para los norteamericanos es fácil hablar de la Nueva Economía, ya que para ellos es algo diario. Invierten en ella millones todos los días, trabajan para el futuro, aceptan las nuevas tecnologías, las inventan. Pero para aquellos que aún no entienden bien el alcance de la Nueva Economía es muy difícil abarcar todo el sentido de sus palabras. Toffler solicita se incluyan más actores en la educación, tales como los padres, los jubilados, otros profesionales y especialistas en distintos oficios, gentes con muchísimos conocimientos y habilidades, que por lo general no se les permite enseñar porque no son “maestros”.
Fue el inventor de los conceptos de “ola económica” Según él ahora estamos en la tercera ola y que EE.UU. está encaminado en ella porque empezó a caminar hacia ella en la década del 50.
Pero en la educación no todo es el futuro. Los problemas de los salarios docentes y su nivel de conocimientos y la capacidad de enseñanza son problemas aquí en Argentina como en Inglaterra o en EE.UU. En todos lugares se discuten los salarios y se ponen trabas en las encuestas o el nivel de los exámenes para que los resultados sean standard.
Actualmente hay discusiones serias en Inglaterra porque el nivel de los chicos que van a las escuelas del primer nivel (primarias) no es parejo. Se ha detectado que según la escuela puede haber diferencias tan serias como que al comparar un chico de 14 años leyendo bien porque en su escuela lo alentaron a llegar a ese nivel, en otra escuela lee con esa edad, como si tuviese 11 años. O que no pueden escribir o deletrear palabras estando al mismo nivel(año que cursa) que otras escuelas donde no tienen ese problema.
Como se ve, en todos estos países hay serios problemas. Toffler también lo señaló para su país, USA, donde dice que las discusiones no tienen sentido ya que hablan de presupuestos, salarios y nunca de cómo modificar la enseñanza. No es cuestión solo de la primera etapa de la enseñanza, la intermedia y la universitaria son prioritarias para absorber el cambio necesario lo antes posible. Quienes estudien en base a este cambio podrán seguir sin problemas los cambios de las nuevas tecnologías. Quienes no lo hagan no tendrán un futuro brillante.
Por último, hay citar el sentido que Toffler le da al concepto de biotecnología. El sostiene que la computación de la mano con la biología han de producir cambios inmensos. Por ejemplo cita que la agricultura , en el futuro, no solo proveerá alimentos, sino que también producirá remedios. O que los átomos podrán ser modificados para que actúen, por sí mismos, en tal o cual forma y entonces producir ellos mismos productos y por lo tanto las computadoras personales podrán hacer muchas cosas que hoy ni se sueñan, y solo por sí mismas. En Estados Unidos se está estudiando ya todo esto. Sostiene que la materia prima para todo este cambio podría estar en el aire.
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Enviado por: | Salvatore |
Idioma: | castellano |
País: | Perú |