Literatura


La Regenta; Leopoldo Alas, Clarín


I -Leopoldo Alas “CLARÍN”

VIDA:

Leopoldo García- Alas Ureña nació en Zamora el 25 de abril de 1852. Pasó su infancia en Zamora, León y Guadalajara. En la Escuela de los Jesuitas de León realizó sus primeros estudios.


En 1859 se trasladó a Oviedo, realizó sus estudios de Bachillerato y entre 1868-69, en sólo dos años, hizo la carrera de Leyes en la Universidad. En estos años conoció a los que serían sus grandes amigos: Armando Palacio Valdés, Pío Rubín y Tomás Tuero.


En 1871 se traslada a Madrid y permanece allí hasta 1878, siempre con frecuentes viajes a Asturias.


En Madrid intenta continuar con su formación entre tertulias, debates ideológicos y representaciones de teatro. Junto a sus amigos de Oviedo forma una tertulia en la Cervecería Inglesa que, por su tono crítico, fue conocida como Bilis Club.


En 1875 nació "Clarín". Con ese pseudónimo publicó un artículo periodístico en el diario madrileño El Solfeo. Sus relaciones con los periódicos se hicieron intensas. Su tono crítico, lúcido y moralista le ganaron la admiración de muchos y el odio de otros.


En 1878, el mismo año en que terminó su tesis, obtuvo el número uno en las oposiciones a la cátedra de Economía Política y Estadística de la Universidad de Salamanca. Cinco años más tarde, el ministro liberal Albareda le concedió la misma cátedra en la universidad de Zaragoza.


En julio de 1883 consiguió el traslado a la universidad de Oviedo, donde desempeñó las cátedras de Derecho Romano y de Derecho Natural, lo que hizo que se asentara ya definitivamente en la capital asturiana. Allí alterna su trabajo de profesor con sus escritos, a los que dedicaría la mayor parte de su tiempo libre.


"Clarín" murió en Oviedo el 13 de junio de1901.

OBRA:
Entre su producción cabe destacar por un lado la faceta periodística del autor: escribió artículos de diversos temas: literarios, políticos o de pensamientos (tanto religiosos como filosóficos.

En cuanto a lo que a literatura propiamente dicha se refiere, podríamos elaborar un esquema similar a éste:

CUENTOS:

-Pipá.

-¡Adiós cordera!

NOVELAS CORTAS: Doña Berta.

NOVELAS:

-Su único hijo.

-La Regenta.

II - Características del Realismo en la novela:

1-TEMAS:

Clarín en la Regenta trata principalmente dos temas:

ADULTERIO EN LA ALTA SOCIEDAD:

El autor muestra su crítica hacia este aspecto, que por otro lado, era frecuente en la sociedad de aquellos tiempos. Se comenta frecuentemente el gran número de “triunfos amorosos” que se adjudica don Álvaro: lejos de suponer las críticas y la desaprobación de la mayoría de los ciudadanos, supone el que se le considere un auténtico héroe. Pero no sólo está bien visto la relación con muchas mujeres, sino que incluso mantener a una mujer, paralelamente a su familia, supone una exhibición de poder por parte de los hombres. Ambos aspectos se pueden observar en Paco Vegallana, quien admira a su amigo Mesía por sus conquistas (aunque no sólo por ellas) y siente la necesidad de ser como él, ya que, en esos temas anda algo escaso. Además resulta bastante “curioso” (aunque también es lógico si tenemos en cuenta la época) la discriminación entre sexos: como ya he dicho, es algo elogiable en los hombres y motivo de discriminación en las mujeres.

ENFRENTAMIENTO ENTRE EL CLERO Y LA BURGUESÍA: Toda la obra en sí es un continuo enfrentamiento entre ambas, la primera representada por el Magistral y la segunda por Mesía. La época en la que nos encontramos, es una época marcada por los continuos cambios políticos (eliminación de la monarquía y su restauración, alternancia en el poder de diferentes corrientes políticas) El poder político y económico que tradicionalmente ha estado en manos de la Iglesia ha desaparecido, pasando a manos de la nueva clase burguesa, enriquecida gracias a la industria incipiente. El deseo del clero de mantener su influencia choca con los intereses de la burguesía que pretende dirigir el país puesto que posee el dinero.

2-PERSONAJES:

El número de personajes que conforman la Regenta supera ampliamente la centena, de ahí que los personajes sea una de las causas de la extensión de la Regenta. El manejo de estos personajes, de su forma de pensar, de sus relaciones entre sí y con los protagonistas y trama de la obra, deriva en que muchos de los que parecen secundarios, sin la aparente importancia que tiene otros, se caractericen por su tremenda funcionalidad, o lo que es lo mismo, tienen mucha más importancia de lo que en un primer momento podría parecer: o sirven para plantear mejor cualquier tipo de situación, o para conocer, a través de ellos, mejor a otros personajes, o bien crean una relación personaje-ambiente, que permite al lector asimilar mejor la imagen que el autor pretende dar a conocer.

3-ESTILO:

Destacan las descripciones que el autor hace del ambiente provinciano de la ciudad de Vetusta.

También cabe destacar el empleo de dos de los recursos propios de la época, como son:

EL MONÓLOGO INTERIOR, técnica que consiste en la expresión de los pensamientos de un personaje de forma espontánea y desordenada. Este fenómeno se manifiesta muy claramente, por ejemplo, en las situaciones en las que conversan entre ellos algunos de los personajes principales, es decir, la Regenta, De Pas o D. Álvaro (sobretodo en el caso de los dos primeros)Así, mientras De Pas (en un gran número de ocasiones) hace gala de su “indudable oratoria”, su tertuliana, doña Ana, comienza a hacerse preguntas del tipo “que pensará de mí el bueno del Magistral” o “que hombre tan bueno y generoso, éste” y similares, lo que pone de manifiesto el nerviosismo y la turbación a la cuál el personaje, en este caso la Regenta, experimenta mientras conversa con otro y que se manifiesta en ese monólogo interior.

ESTILO INDIRECTO LIBRE, o lo que es lo mismo, el mezclar el discurso del narrador con los pensamientos del personaje. Un ejemplo de ello es la interrupción del diálogo de un personaje por parte del narrador, bien para explicar o recordar alguna característica o dato sobre el personaje, o bien para profundizar en la descripción del mismo. Ej. : “Frígilis, personaje darwinista que encontraremos más adelante”.

4-ESTRUCTURA:

  • ESTRUCTURA NARRATIVA:

  • A pesar de la complejidad y extensión de la novela, ésta va avanzando a través de una estructura muy bien organizada y expuesta de forma muy coherente, que le permiten alcanzar un grado de genialidad, en cuanto a que después de todo lo que supone la novela (conflictos, desengaños, discusiones, desilusiones...) se pueda observar una estrecha relación entre el principio y el desenlace de tan extensa obra: la descripción de la Vetusta en epílogo: “Vetusta sigue igual: las nubes del Corfín, el paseo; no ha pasado nada”, se asemeja mucho a la vista en el primer capítulo. Se podría denominar como una especie de “sube y baja”, que va desde el momento en el que al principio se describe Vetusta, contemplada por el Magistral, desde lo ALTO del campanario (con la inclusión de la Regenta en esta descripción), hasta la narración del desmayo y CAÍDA de Ana en la catedral. Todo esto puede tener otro ejemplo en la tan distinta situación social por la que atraviesa Ana en un primer momento y la que posee al final: pasa de ser una dama admirada e incluso envidiada, a ser objeto de desprecio de toda Vetusta.

    Básicamente, y en lo que a estructura propiamente dicha se refiere, la principal característica que podríamos señalar, sería su forma lineal a lo largo de toda la novela. Así y todo, es posible la división de la novela dos apartados, como se explica en el siguiente apartado.

  • PARTES DE LA NOVELA:

  • En lo que se refriere a este apartado, la novela podría dividirse en dos grandes partes: la primera, que abarcaría más o menos los 10 primeros capítulos, y la segunda, la parte restante.

    La primera parte a mí me ha resultado bastante monótona y lenta en “demasiadas” partes. Sin embargo, también creo que puede tener su sentido si se piensa en una intención del autor por facilitar al lector la “familiarización” con la novela, debido a la complejidad y extensión de la misma.

    En esta primera parte, el autor se centra en ir introduciendo al lector en un ambiente y un mundo, el de Vetusta, que estará presente durante toda la novela: le intenta familiarizar con los principales lugares y costumbres de la ciudad asturiana: la calle del comercio, el Espolón, que es el lugar preferido por los habitantes para pasear; el casino al que acuden los nobles para departir (generalmente criticando al Provisor), pero también, claro está, para divertirse jugando a las cartas o, como en caso de don Víctor, al ajedrez. (Costumbre que no gustaba demasiado a su esposa, sobretodo si ésta se encontraba enferma)

    Esto que ocurre con los lugares y ambientes, es aplicable igualmente, a los propios personajes (ver “orden de la narración”) De ahí que, por ejemplo, mencione por primera vez a un personaje ocultando el mayor número posible de detalles, así como también la complejidad y profundidad del mismo. También en esta parte el autor, en el caso de la Regenta, se dedica principalmente a contar su historia, su pasado, la situación de la que goza en Vetusta... etc.

    Y es precisamente ahí donde adquiere toda su grandeza la segunda parte: en ella se desarrolla “de verdad” la novela, ya que nos muestra la evolución de los personajes, sus conflictos, sus desengaños, dudas. Es en esta parte donde el autor se “suelta”, mostrando toda su habilidad para crear situaciones que atraen al lector, que le hacen querer ponerse en lugar del personaje, ya que todo tiene un aire de verosimilitud, de credibilidad: la forma de hablar de cada personaje, la forma de pensar... todo esto involucra al lector y le intriga a seguir leyendo, a fin de conocer el desenlace final, ya que por supuesto es la parte en la que se resuelve todo el conflicto que se fue fraguando muchos capítulos atrás.

    Por ejemplo, al hacer una división algo más concreta, podríamos obtener:

    Capítulos 1-2: presentación de Vetusta y de algunos personajes (el clero en general, Obdulia...)

    Capítulos 3-5: presentación de Ana y capítulos retrospectivos que hacen referencia a su pasado.

    Capítulos 7-9: presentación de los miembros del Casino y de personalidades nobles. Primera confesión de Ana con el Magistral.

    Capítulos 10-11: primeras visitas de Mesía a Ana. Primeros rumores sobre ésta y el Magistral.

    Capítulos 12-14: presentación de los marqueses, de su casa y comida multitudinaria con Fermín, Mesía y Ana.

    Capítulos 15-22: descripción de la madre del Magistral y de su pasado. Enfermedades de Ana. Empiezan encuentros entre ésta y Fermín fuera de la catedral.

    Capítulos 23-30: resolución de la novela. Desmayo de Ana en brazos de Mesía. Declaración del Magistral. Entrega de Ana a Mesía. Descubrimiento de Víctor de la relación entre ambos. Muerte de Víctor. Huída de Álvaro a Madrid. Humillación de la Regenta. Desplante del Magistral hacia ésta.

  • NARRADOR:

  • En la Regenta, el autor no intenta evitar su presencia y su voz como narrador de la obra, lo que suponía una ruptura de una de las “normas” de la época: la de la total objetividad. En este caso Clarín se comporta como un ser “superior” a los personajes, sobretodo por la variedad de técnicas y perspectivas que posee (y de las que carecen los personajes) y que le permite conocer a sus personajes mejor que éstos a sí mismos.

    Esta presencia y esa “voz” del narrador se caracterizan tanto por su levedad como por sus fórmulas tradicionales. Estos componentes explican que la novela se caracterice por su efecto de impersonalidad.

    También se puede reseñar el efecto de imparcialidad o neutralidad, ideológicamente hablando. En un principio encontramos una tendencia, claramente perceptible, anticlerical. Sin embargo, también encontramos muestras de desaprobación (fundamentalmente sátiras) en otros sectores de la sociedad, como pueden ser la nobleza y la burguesía, representadas con un carácter frívolo y superficial.

    Por lo tanto nos encontramos ante una obra en la que una de sus principales características consiste en la interrelación entre dos aspectos que a priori, pueden ser considerados opuestos: la neutralidad y la ambigüedad.

    D) ORDEN DE LA NARRACIÓN:

    En este aspecto destaca la frecuencia con la que el autor se vale de reducir, silenciar o suprimir algunas escenas para, más adelante, volver sobre las mismas, ofreciéndonos información, sirviéndose del recuerdo, las ideas... En estos casos intenta no introducirnos en ciertas escenas, prefiriendo que se vayan desarrollando poco a poco.

    Este recurso también es aplicado con frecuencia a los propios personajes: los presenta indirectamente, a través de los reflejos de unos en otros, como si en un principio no tuviesen la importancia de la que en realidad disfrutan en la novela. Por ejemplo, en el primer capítulo se puede observar el empleo del recurso citado anteriormente: “había visto él perfectamente a la Regenta, una guapísima señora, pasearse, leyendo un libro, por su huerta...” aquí el autor se limita a hacer una muy breve presentación del personaje central de la obra, pero que si no fuera porque da nombre a la novela, el lector a primera vista, no puede llegar a comprender la importancia que tiene dicho personaje en la misma.

    Así mismo, cabe destacar son muy frecuentes los pasajes, que en un gran número de ocasiones ocupan un capítulo completo, en los que el narrador aporta más información de determinados personajes, valiéndose de recuerdos que les vienen a la memoria a los protagonistas.

    III - Mundo social de la novela:

    CLASES SOCIALES (características y personajes) y VISIÓN DE LA SOCIEDAD DEL AUTOR:

    El clero: está representado por el Arcediano Mourelo, el Arcipreste Ripamilán, el Beneficiado don Custodio... y por supuesto por Fermín de Pas, el Magistral. Es un grupo social que, como ocurría en su época, carece por completo de algunas características que se le suponen: seriedad, austeridad, desinterés... Aquí lo más frecuente son las descalificaciones entre ellos, el difundir rumores para perjudicar a otros (al Magistral), no estar al servicio de la comunidad tal y como es su obligación... Son envidiosos (envidian al Magistral, salvo unos pocos), sólo buscan el lucro personal, sin importarles como debería la religiosidad, la fe...

    Se preocupan por mantener su poder sobre la sociedad que en los últimos tiempos se ve amenazado por la nueva burguesía. Y por eso engañan a las personas haciéndoles creer que está a su entera disposición para ganarse su favor.

    La nueva burguesía y la nobleza: está representada por don Álvaro Mesía, Pepe Ronzal, Joaquín Orgaz y su padre, Visitación, Obdulia, los Marqueses de Vegallana... se caracterizan por una profunda ociosidad superficialidad y frivolidad. No tienen ninguna ocupación: se limitan a reunirse en el casino, los hombres y en las tertulias, las mujeres. Allí se divierten, hablan sobre asuntos que carecen de demasiado interés. Pretenden desbancar al clero de su privilegiada situación, desde la que poseen una gran influencia sobre la sociedad.

    El autor presenta una sociedad muy jerarquizada, en la que destaca la intransigencia de la que se hace uso.

    Refleja una sociedad escindida en: la nobleza, los ricos “antiguos” que comportan una ociosidad absoluta; la burguesía que está creciendo en lo que al nivel, económico derivado del desarrollo industrial, así que podríamos decir que se lo “ha ganado”, el clero, deseoso de conservar el poder que siempre ha poseído sobre la sociedad. Se basa sobretodo en estos tres grupos, pero también hace referencia en algunos pasajes a las clases más bajas, por ejemplo cuando describe a los niños en la calle del comercio de los que dice que “se agolpaban en los cristales observando los caramelos que no pueden comprar”.

    IV - Estudio de los personajes:

    1-PERSONAJES PRINCIPALES: psicología y características

    -Ana Ozores, la Regenta: personaje en torno al cual gira toda la obra. Llamada la Regenta por ser esposa del antiguo Regente de la audiencia de Vetusta. Se caracteriza por ser una mujer muy sensible. Se debate casi desde el principio de la novela entre dos hombres que buscan su amor: el Magistral y Mesía, los otros dos protagonistas de la novela. Ana es una persona con un carácter muy difícil de describir, ya que es víctima de una inestabilidad muy acusada, lo cual puede tener su explicación en las condiciones en las que se desarrolló su infancia y en algunos acontecimientos que acaecieron en la misma: sus tías, su institutriz, la pérdida de su madre, el episodio de la barca junto a Germán...

    Otra característica muy importante, aún más teniendo en cuenta los acontecimientos de la novela, es su profunda religiosidad: posee una fe enorme, y es una persona muy devota, que alcanza su máxima expresión cuando Ana se deja llevar por el misticismo. Esta característica adquiere una importancia mucho mayor, como he dicho, si tenemos en cuenta el papel que juega el Magistral en la novela, ya que en muchas ocasiones el comportamiento de la Regenta (por ejemplo ese acercamiento al misticismo) deriva de sus conversaciones con el sacerdote.

    También podríamos destacar el comportamiento que causa en Ana la relación con su propio marido, don Víctor y que, aunque lo que podríamos calificar de “causa” no varíe (Víctor), sí que son muy distintas las reacciones que producen en Ana (esto podría ser una manifestación de la inestabilidad citada anteriormente): el profundo sentimiento de culpa que la sobrecoge a menudo, piensa que ella es la culpable de tal o cual cosa que le sucede a su marido. Otras veces (sobretodo en la parte final de la novela) ese sentimiento se convierte en odio hacia su marido, piensa que no le hace caso, que no le presta la suficiente atención... y una tercera “proyección” de su relación con Víctor, podría ser una mezcla entre un sentimiento de pena y algo así como de obediencia, como si Ana estuviera supeditada a su marido (aunque posiblemente lo estuviera): viene a ser una contradicción del anterior. Ana piensa que le quiere como a un padre, como un ser cercano y protector, al que debe obediencia, pero no como al esposo que es en realidad. Es frecuente la expresión: “pobre Víctor...” viéndolo como un ser limitado, del cual Ana se compadece.

    Los continuos cambios que se producen en la acción influyen mucho sobre Ana, de forma que su comportamiento sufra cierta inestabilidad y que al menos para mí, sea al muy complicado de explicar.

    -Fermín De Pas, el Magistral: uno de los dos protagonistas masculinos. Es el Magistral de la catedral y el Provisor de la Diócesis. Posee un carácter humilde, que no pretende hacer daño a nadie.

    Por un lado goza del respeto de los vetustenses (el autor lo refleja en los paseos por el Espolón en los que dice que se saluda con todo el mundo), pero por otro es el centro de las críticas de las personas más “destacadas” de la ciudad, bien por que le acusan de avaro o ambicioso, bien por su relación con la Regenta.

    A pesar de todo, él lo lleva con una gran entereza y con la indiferencia que se merecen (todo lo contrario que su madre) Precisamente su madre juega un papel muy importante en la formación y educación de De Pas. Doña Paula, que así se llama, tuvo una posición demasiado protectora con respecto a su hijo en la infancia de éste, y es muy posible que el Magistral en algunas ocasiones se sintiera “anulado”, si es que se puede llamar así, por su propia madre. Esta tendrá su influencia en el posterior comportamiento del sacerdote.

    La evolución psicológica de Fermín en la novela comienza cuando le es entregada Ana en confesión, ya que a pesar de la atracción “lógica” que puede despertar en él doña Ana, (por su tremenda belleza, aunque no sea algo “muy moral”) es el hecho que propicia la verdadera atracción (aunque él no lo reconozca) Esta atracción empieza como algo que carece de mucha importancia, debido a que se produce lentamente y ni siquiera el Magistral es consciente de la pasión que empieza a sentir por la bella dama. Sin embargo, va evolucionando a lo largo del relato, hasta el punto de que toma conciencia no sólo de lo que va sintiendo, sino también de que está compitiendo con Mesía por conseguir a la Regenta, y lo que es aún peor, se aprovecha de su situación de “padre espiritual” y consejero para dar consejos a la dama que sólo le benefician a él (¿¿el fin justifica los medios??)

    También creo que se le podía calificar como el gran “perdedor” de la historia, ya que si bien es cierto que Ana es la que se lleva la peor parte (la indignación y rechazo de toda Vetusta)... ¿no es menos cierto que los demás consiguen lo que querían? : Álvaro, Ana, Petra, ¡incluso Celedonio! (En esa última escena tan desagradable)

    -Don Álvaro Mesía: es el presidente del Casino y jefe del Partido Liberal Dinástico. Es el “eterno seductor” de Vetusta. Después de conquistar una infinidad de damas, se fija como siguiente “objetivo” al más codiciado: la Regenta. Don Álvaro es una persona muy diferente con respecto al Magistral: se podría considerar ateo, goza de la popularidad y el respeto de la mayor parte de la sociedad, y tiene un carácter marcado por la presunción, la fanfarronería, que le lleva a ser grosero con las mujeres cuando él cree que está resultando romántico. Se considera un hombre culto y educado (en Hacienda y Economía política, según él)

    También tiene una gran carga de hipocresía y malicia, ya que para conseguir su codiciado fin (la Regenta) no duda en engañar a su marido, es decir, a Víctor para ir acercándose a ella, mientras hace creer al Regente que tiene buena intención, hasta el punto de que éste le considera como uno de sus mejores amigos. Y por supuesto, todo esto se incrementa y se “sale de tono” cuando el que aparen6taba ser su amigo llega incluso a matar a don Víctor, y luego se da a la fuga y se refugia en Madrid.

    Todo esto demuestra la poca “clase”, es decir, categoría que tiene ¿don? Álvaro, aunque en realidad yo le tildaría de impresentable y miserable. Aunque él se esfuerce en hacer creer a todos (incluso a él mismo) lo contrario.

    A los siguientes personajes los he incluido entre los principales, porque si bien, no se pueden comparan a los anteriores en lo que se refiere a participación en la novela, sí tienen una importancia muy considerables en los acontecimientos.

    -Víctor Quintanar: Es el marido de Ana. Da la impresión de ser un hombre bueno, que no piensa mal de la gente. Esto le lleva en algunos casos a pecar de inocente (como en su relación con Mesía)

    Tampoco es consciente de lo que le hace pasar a su mujer que no se siente querida como ella cree que se merece, por el simple hecho de ser su esposa, en lugar de eso, tienen más una relación de “hermano a hermana” o, mejor dicho, de “padre a hija”. Es esta incomprensión y esta presión a la que se siente sometida Ana es la que propicia que se desate su pasión hacia el Magistral y sobre todo hacia don Álvaro.

    -Petra: Es la criada de los Quintanar. Es malvada y egoísta. Interviene aún menos que Víctor, pero goza de una importancia enorme en lo que se refiere sobretodo al desenlace de historia, ya que maquina con la ayuda del Magistral, un plan para que don Víctor descubra que su mujer, Ana, y uno de sus mejores “amigos”, Mesía son amantes. Para ello, adelanta una hora el despertador del Regente, sabiendo que don Álvaro salía por las mañanas de la habitación de la Regenta antes de que don Víctor se levantara, de forma que al tener el despertador adelantado, se lo encuentra descendiendo por la ventana.

    Petra a pesar de ser una simple criada, es una persona que demuestra ser muy inteligente por todo lo que prepara en su favor: ser confidente del Magistral y de Álvaro, para conseguir ocupar el puesto de criada del Magistral, ya que no soporta a la Regenta, que es la principal razón por la que se desata todo lo demás.

    2-PERSONAJES SECUNDARIOS: papel que desempeñan.

    -Tomás Crespo, Frígilis: Es el mejor amigo de don Víctor. Salen muy a menudo a cazar juntos y tienen una estrecha relación. Suele ser el principal “consejero” del Regente.

    Entre los vetustenses tiene fama de estrafalario y excéntrico por sus prácticas con la caza y los animales en general. En lo que se refiere ala Regenta, en ocasiones muestra su poca simpatía hacia él porque le hace (en parte) culpable de la relación que ésta tiene con su marido. Sin embargo, en otras le considera un amigo. Hay que destacar que Frígilis será el único que continúe al lado de la Regenta cuando se conozca en toda Vetusta su relación con don Álvaro.

    -Pepe Ronzal: miembro de la Junta directiva del Casino. Sin embargo, aborrece a Mesía y a sus amigos.

    -Paco Vegallana: Hijo de los marqueses de Vegallana. Es el amigo fiel de Mesía. Muy posiblemente debido a esto, carece por completo de personalidad, hace lo que Álvaro le dice. Es el típico individuo que acompaña al triunfador (Mesía) y sólo se preocupa de recordarle lo maravilloso y espléndido que es. (algo que a don Álvaro no hace falta)

    -Doña Paula: es la madre de Fermín. Es la típica madre que lo da todo por su hijo, que le defiende en cualquier situación. Supone una parte muy importante en la vida del Magistral, ya que siempre ha hecho todo lo que su madre le decía porque “era lo mejor”, pero cuando aparece la Regenta comienzan las desavenencias entre ellos, lo que hace dudar Fermín en muchos ocasiones.

    -Otros personajes secundarios pueden ser: los que conforman la parte clerical citados anteriormente, que se dedican a perjudicar al Magistral lo que influye en el comportamiento de éste; los componentes del Casino, que se reúnen a menudo y es en estas reuniones donde Ana pasa más tiempo con Mesía.

    V -Conclusión:

    1-AUTOR: con la Regenta Clarín nos quiere dar a conocer cómo era la sociedad de su época. Quiere que conozcamos sus costumbres, sus gustos sus reflexiones y sus opiniones sobre aspectos morales y políticos y para ello no duda en criticar aquello con lo que no está de acuerdo. La verdad, es que no hace una crítica de un solo grupo social, sino que se “despacha” a sus anchas criticando aspectos en concreto. Así por ejemplo, por un lado hace una crítica al clero y a la comunidad eclesiástica de la época. Sobre ella describe su mezquindad, una religiosidad vivida muy superficialmente. Por otro, sobre la burguesía su despreocupación, su ociosidad... todo esto enfocado muchas veces, desde la sátira y el fino humor.

    2-PERSONAL: En general la novela me ha parecido una obra muy “espectacular” en dos sentidos: por un lado la densidad de la obra, con un número casi interminable de personajes, y por otro la capacidad del autor para articular todo esto de una forma excepcional, dotando a todos y cada uno de los personajes de una psicología y forma de actuar que les da un aire de verosimilitud. Esto que ocurre con los personajes se aprecia también con los espacios en los que discurre la historia: el autor realiza minuciosas descripciones de los escenarios, de los ambientes que permiten al lector imaginarse casi sin esfuerzos todo ese “universo” creado por el autor e introducirse en él llevándole a experimentar la sensación de ser un personaje presente en la historia, aunque claro está, sin participación activa.

    En cuanto al vocabulario, en general, Clarín emplea un vocabulario fácilmente comprensible. Además, a pesar de las densas descripciones, no emplea fórmulas repetitivas ni muy complejas que permiten al lector una lectura fluida y sin “ahogarse” en ella.

    Sobre el vocabulario de los personajes, habría que destacar la perfecta caracterización a la que somete el autor a éstos: cada uno habla en función de su formación, sus modales... otro aspecto que dota a la obra de una gran verosimilitud.

    En lo que se refiere a la trama, exceptuando el comienzo del libro el autor consigue crear una atmósfera que atrae al lector y le involucran en la historia de forma que siente la necesidad de llegar hasta el final de la novela para conocer su desenlace. En cuanto a este desenlace, a mi entender, creo que debería haber sido otro, es decir, creo que la Regenta debería haber elegido al Magistral y no a Álvaro. Pienso esto porque después de la evolución de los personajes a lo largo de la novela, por la característica que he destacado antes, la de que te hace sentir un personaje más, el Magistral se me presentó como una persona humilde, educada, que no desea el mal para nadie, podríamos decir que “me cayó” muy bien. En cambio, Mesía me pareció una persona despreciable, sin corazón, que no duda en aprovecharse de don Víctor, para conseguir el amor de la Regenta, que en el fondo sólo le supone una conquista más. Sin embargo, creo que esto le otorga a la Regenta un gran componente de credibilidad: en la novela, como en la vida real, no todo se salda de la forma que nos gustaría.

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    Enviado por:Rul Lo
    Idioma: castellano
    País: España

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