Los hechos de la historia contemporánea son también hechos relativos al triunfo y al fracaso de hombres individuales. Ni la vida del individuo ni la historia de una sociedad pueden entenderse sin entender ambas cosas. Pero los hombres no definen las inquietudes que sufren en relación con los cambios históricos y las contradicciones institucionales. Los hombres corrientes suelen ignorar lo que esta conexión significa para el tipo de hombre que se van convirtiendo y para la clase de actividad histórica en que pueden tener parte. No poseen la <<cualidad mental>> esencial para percibir la interrelación del hombre y la sociedad, de la biografía y de la historia, del yo y el mundo. La historia que afecta hoy a todos los hombres es la historia del mundo. Todo individuo vive, de una generación a otra, en una sociedad, que vive una biografía y que vive dentro de una sucesión histórica. Por el sol hecho de vivir contribuye a dar forma a esa sociedad, aunque él está formado por la sociedad.
No solo información es lo que necesitan, ya que esta domina con frecuencia su atención y rebasa su capacidad de asimilarla. No son solo destrezas intelectuales lo que necesitan, aunque muchas veces la lucha para conseguirlas agota su limitada energía moral. Lo que necesitan es una cualidad mental que les ayude a usar la información a desarrollar la razón para conseguir entender qué pasa en el mundo, para entender qué les pasa a ellos mismos. A esa cualidad la llamaremos <<imaginación sociológica>>.
La imaginación sociológica permite a su poseedor comprender el escenario histórico más amplio en cuanto a su significado para la vida interior y para la trayectoria exterior de diversidad de individuos. Permite tener en cuenta cómo los individuos, en el tumulto de la vida cotidiana, son falsamente consientes de sus posiciones sociales. Por tales medios, el malestar personal de los individuos se enfoca sobre inquietudes explícitas.
El 1° fruto de esa imaginación es la idea de que el individuo sólo puede comprender su propia experiencia y evaluar su propio destino localizándose a sí mismo en su época. Los límites de la naturaleza humana son muy dilatados. Esta Imaginación nos permite captar la historia y la biografía y la relación que hay entre ambas dentro de la sociedad, es la capacidad de pasar de una perspectiva a otra.
La distinción que hace la imaginación sociológica es entre las inquietudes personales del medio y los problemas públicos de la estructura social.
INQUIETUDES: se presentan en el carácter de un individuo y en el ámbito de sus relaciones limitadas de vida social que conoce directa y personalmente. La resolución de esas inquietudes corresponde propiamente al individuo como entidad biográfica y en un ambiente inmediato. La inquietud es un asunto privado: los valores armados por un individuo le parecen estar amenazados.
PROBLEMAS: Se relacionan con materias que trascienden del ambiente local del individuo y el ámbito de su vida interior. Es un asunto público: se advierte que está amenazado un valor amado por la gente. Implica una crisis en los dispositivos institucionales y con frecuencia implica contradicciones o antagonismos.
Para formular problemas e inquietudes, debemos preguntarnos qué valores son preferidos, pero amenazados, y cuales preferidos y apoyados por las tendencias características de nuestro tiempo. Tanto en el de amenaza como en el de apoyo, debemos preguntarnos qué contradicciones notorias de la estructura pueden estar implicadas.
Cuando la gente estima una tabla de valores y no advierte ninguna amenaza contra ellos, experimenta bienestar. Cuando estima unos valores y advierte que están amenazado, experimenta una crisis, ya como inquietud personal y problema público. Y si ello afecta a todos sus valores, experimenta la amenaza total de pánico.
Pero supongamos que la gente no sienta estimación por ningún valor ni perciba ninguna amenaza, esta experimenta indiferencia, la cual, si parece afectar a todos los valores se convierte en apatía. Si no se siente ninguna estimación por ningún valor, pero sienta una amenaza , esa es la experiencia del malestar
En síntesis: El principal peligro para el hombre reside hoy en las fuerzas ingobernables de la sociedad contemporánea misma.