Ética y Moral
La Paz
ÍNDICE
La paz personal, social e individual.........................................
Testimonios de la paz...............................................................
Mahamma Gandhi...............................................
Martín Luther King.............................................
Teresa de Calcuta................................................
Francisco de Asís................................................
LA PAZ PERSONAL, SOCIAL E INDIVIDUAL
Primeramente, indagaremos un poco en la definición común de “paz” y en la historia de ésta en relación con el hombre.
Lo primero que nos viene a la cabeza cuando hablamos de paz es ese estado de una nación que no mantiene guerra con ninguna otra, y cuyos ciudadanos viven en concordia, política, social y económicamente. Y, por extensión al campo familiar y diario, el sosiego y buenas relaciones de unos con otros.
En sentido amplio, la paz es la ausencia de guerra. Para el derecho internacional constituye el restablecimiento de relaciones entre dos o más estados enfrentados en un conflicto bélico. Se distingue del armisticio por su carácter definitivo, y sus condiciones suelen reflejarse en un tratado, cuya firma supone el cese de las hostilidades y la reanudación de relaciones diplomáticas y comerciales.
El estudio de la historia descubre que la búsqueda de la paz, mediante diversas fórmulas políticas, ha sido una constante para el ser humano desde la Grecia Clásica a nuestros días. Una de las más populares comedias de Aristófanes (421 a.C.) es precisamente La Paz, escrita en un intento de acabar con los enfrentamientos entre Esparta y Atenas. La Sociedad de Amigos de la Paz, creada en Londres en 1847, convocó diversos congresos internacionales y fue origen de numerosos movimientos pacifistas a finales del siglo XIX y principios del XX.
Iconográficamente, la paz ha sido representada de diversas formas: una mujer con una rama de olivo simbolizó la pax romana, característica del reinado de Augusto. Actualmente uno de los símbolos más utilizados es la paloma.
La paz en el ámbito personal nos incumbe sólo a nosotros mismos. Una persona únicamente podrá estar en paz con aquel mundo que le rodea si se encuentra en estado de paz consigo mismo. Como decía la primera definición, debe tener ese sosiego interior, sin sentimientos de culpa ni de haber hecho algo mal. En definitiva, la paz interior, la paz personal, es un estado de relajación del ser humano, en que se halla de acuerdo con Dios, sin remordimientos.
La paz social, o lo que nosotros en nuestra sociedad así hemos denominado, es en cierto modo el segundo estadio de la paz personal. Cuando una persona se siente tranquilo consigo mismo, es porque ha cumplido con lo que debe en su vida social, y viceversa. La paz interna lleva a mejorar la paz externa de alguien, de igual modo que cuando uno se siente bien en su entorno, en sus relaciones de familia y de amigos, llegará a ese estado de paz interior, paz personal que Dios nos permite, casi como premio.
La paz internacional es muy diferente, sin embargo, a estos dos “tipos” de paz anteriores. Ya hemos hablado de que la paz, en su concepto más amplio, siempre la nombramos como paz entre naciones. Y más aun si, como hoy en día está ocurriendo, todos desearíamos que se acabaran las guerras que nos rodean, y se firmaran de verdad esos tratados. Porque al fin y al cabo la ausencia de paz entre países lleva a la intranquilidad y el desasosiego de cada uno individualmente. Y eso es lo que queremos evitar.
TESTIMONIOS DE LA PAZ
MAHATMA GANDHI
Mohamas Karamchand Gandhi (1869-1948) era jefe nacionalista hindú, nacido en Porbandar. Estudió Derecho en Londres, y de regreso a La India ejerció la carrera en Bombay. Requeridos sus servicios en África del sur, inició, como protesta a la situación en que se hallaban los colonos hindúes, su famosa política de resistencia pasiva. Al principio de la I Guerra Mundial en Londres y a su retorno a la India, prestó relevantes servicios en el reclutamiento de soldados.
La aprobación en 1919 del Rowlatt Bill le apartó de la política de cooperación y le llevó a poner en juego frente al Gobierno británico su arma de la resistencia pasiva que, al ocasionar serios desordenes en el Penyab, motivó su detención y procesamiento.
Condenado a seis años de prisión el 18 de Marzo de 1922, fue libertado en Febrero de 1924 después de haber sufrido en la cárcel una apendicetomía. Como entre tanto su partido se había buscado otros jefes, se encontró Gandhi con que había perdido gran parte de su fuerza política. En diciembre de 1925 anunció su propósito de retirarse a la vida privada durante un año. Los cinco años siguientes fueron de duda e incertidumbre personales hasta que en Enero de 1930 se afirmó de nuevo insistiendo en la desobediencia civil como protesta contra las leyes que gravaban la sal. Detenido nuevamente el 5 de mayo de 1930, fue puesto en libertad en enero de 1931. A finales de este año celebró con el virrey conversaciones que desembocaron en el pacto de Delhi. En ese mismo año participó también en la conferencia de mesa redonda de Londres. Encarcelado una vez más en 1933, se impuso, en señal de protesta, un ayuno absoluto que despertó la atención del mundo entero y dio por resultado su libertad inmediata. Al subir su partido al poder (1937) aconsejó a los diputados del congreso provincial que no aceptasen el cargo a menos que los gobernadores prometiesen no utilizar el derecho de veto. Pese a haber anunciado en Enero de 1937 su resolución de retirarse a la vida privada, logró dos años después, en la primavera de 1939, dos victorias políticas importantes: la primera frente a la administración de Thakore sabe de Rajhot, que a los cuatro días de esgrimir el Mahatma su arma de la huelga de hambre, hubo de capitular y someterse a la última decisón de justicia mayor de La India; la segunda frente a su principal contrincante, Subhas Chandra Bose, que se vio obligado a dimitir como presidente del Congreso.
Durante la II Guerra Mundial fue detenido varias veces por sus campañas de propaganda derrotista y desobediencia civil que favorecían la acción japonesa. Después de la guerra trató de reconciliar a indios y musulmanes en sus tradicionales disputas sobre el gobierno de la India libre. En 1947 apoyó, no sin repugnancia, la división política de la India e intentó poner término a la violencia entre hindúes y musulmanes. Murió asesinado cuando se hallaba entregado a sus oraciones diarias.
MARTIN LUTHER KING
Atlanta 1929- Memphis 1968.
Fue un dirigente negro estadounidense. Influido por Gandhi y por Thoreau, se dedicó a organizar la resistencia pasiva contra la discriminación racial, para lo que fundó la Southern Christian leadership conference. Era pastor en Montgomery, y organizó la marcha sobre Washington que movilizó a 250000 personas para protestar contra la segregación. Desplazado por la dirección de movimiento de los musulmanes y el poder negro, se disponía a iniciar una nueva campaña no violenta cuando fue asesinado. Fue premio Nóbel de la paz en 1964.
TERESA DE CALCUTA
Religiosa Albanesa (Skopje, Macedonia, 27-Agosto de 1910-Calcuta,India, 5-Septiembre de 1997)
De nombre Agnes Gonxha Bojaxhin, era la mayor de tres hermanos, hijos de un acaudalado comerciante. Tras estudiar en la escuela local, la lectura de las crónicas de un misionero yugoslavo la empujó a entrar en la Iglesia Católica y a dedicarse a las misiones extranjeras. En 1928 ingresó en las Hermanas de Nuestra Señora de Loreto, institución que al año siguiente le permitió trasladarse a la India para hacer el noviciado en la localidad de Darjeeling. Finalizado este, cursó estudios de magisterio, para posteriormente dedicarse a la docencia en Calcuta. En 1946 creyó ser protagonista de una llamada divina que la alentó a abandonar la orden y dedicarse única y exclusivamente a la ayuda de los pobres y los desamparados.
El arzobispo de Calcuta, sin embargo, le negó la licencia, por lo que tuvo que recurrir a la superiora general, quien en esta ocasión sí accedió a sus deseos y la ayudó para que el Papa Pío XII le permitiera abandonar el convento, aunque la obligó a mantener los votos. En 1948 fundó el primer centro de acogida, que sería el germen de la Congregación de las misioneras de la Caridad, fundada el 7 de octubre de 1950 y que recibió la aprobación papal. El primer proyecto de dicha institución benéfica fue la construcción de una ciudad-lazareto en Bengala Occidental, localidad que posteriormente pasó a denominarse Ciudad de la Paz. A partir de 1960, la orden empezó su expansión a otras partes del mundo, y pronto se establecieron diversos centros en Venezuela, Sri Lanka, Tanzania, Italia, Austria, Jordania y Gran Bretaña.
En reconocimiento a su labor humanitaria, en 1971 la madre Teresa recibió el premio Buen Samaritano y el Premio Internacional de la Paz Juan XXIII. En 1975 el Papa le otorgó el cargo de representante de la Santa Sede en la Conferencia Mundial de la ONU en México, con lo que se convirtió en la primera mujer que desempeñaba dicha función. En 1978 fue distinguida con el premio Balzán de la Paz, y al año siguiente con el Premio Nóbel de la Paz. Mientras prosiguió la fundación de nuevos centros de la orden, y en 1982 encabezó la delegación de la Santa Sede enviada a Beirut para tratar de mediar en la guerra libanesa. La intensa actividad empezó a hacer mella en su salud, y en 1983 fue internada por primera vez en un centro sanitario, donde se le diagnosticó “agotamiento físico”. A finales de los años 80, su salud empezó a deteriorarse y en 1989 se le tuvo que implantar un marcapasos. En 1993 se le manifestó el paludismo y poco después se le detectaron problemas coronarios, que se agravaron a partir de 1996 hasta conducirla a la muerte. Fue despedida en las calles de Calcuta por 1,5 millones de personas y enterrada con honores de jefe de estado.
SAN FRANCISCO DE ASÍS
(Asís 1181-ib. 3-oct-1226)
Hijo de un rico comerciante en paños, Pietro Bernardone, siguió al principio la profesión de su padre y llevó una juventud alegre. En una batalla entre los de Asís y los de Perusa cayó en manos del enemigo (1202) y hubo de sufrir un año de prisión. Víctima de grave enfermedad durante su permanencia en la cárcel, se vio atormentado por problemas relativos al sentido de la vida y la muerte. Contaba 22 años cuando decidió cambiar de vida. Alistado en una expedición militar, cayó enfermo el primer día y regresó a casa. De nuevo tornaron sus pensamientos a las cosas espirituales de tal suerte que dedicó su tiempo a la oración y la soledad. A su regreso de una peregrinación a Roma se produjo un incidente que cambió definitivamente el rumbo de su vida. A pesar de sentir especial repulsión hacia la lepra, cierto día, topando con un mendigo leproso, le entregó el dinero que llevaba y le besó la mano. Este acto, en el que logró vencer al mismo tiempo su orgullo y su aversión, le indujo a repartir exorbitantes limosnas entre los pobres. Semejante cambio de vida atrajo la cólera de su padre, que empezó a temer por la seguridad de sus bienes. El joven renunció entonces a su herencia, rompió los lazos de parentesco y partió hacia Monte Subasio, en cuyos bosques llevó una vida de retiro.
Las palabras evangélicas referentes a la curación de enfermos, limpieza de leprosos y distribución de limosnas le indujeron a regresar a Asís para predicar a los pobres. Le acompañan algunos discípulos, y todos abrazan la pobreza absoluta y se entregan a un intenso apostolado. Con el pequeño grupo constituye una orden (1209) para la que redacta una sencilla Regla, que es aprobada en 1216 por el Papa Inocencio III. Tanto el fundador como sus discípulos vestían paupérrimamente y llevaban una vida de sencilla austeridad evangélica según la Regla. Su ejemplo y su fervor, al tiempo que reanimaban el entusiasmo religioso en todo el país, multiplicaban vertiginosamente el número de sus prosélitos. Bajo su influencia, Santa Clara tomó el hábito franciscano en 1212 y fundó la llamada “Segunda Orden”. En 1221 quedó fundada la “Tercera Orden” para seglares de ambos sexos, con lo que el movimiento franciscano con su desarrollo actual abarca todos los ámbitos de la sociedad.
Francisco viajó por Europa hasta que finalmente se dirigió a Tierra Santa. Regresó, y luego se retiró al monte Alberno, y pasó allí cuarenta días de oración y ayuno. Es aquí donde tuvo la visión del Serafín que dejó impresos en él los estigmas de la pasión o señales de las llagas abiertas en el cuerpo de Cristo durante su crucifixión. La realidad del portento aparece confirmada por algunas referencias contemporáneas de primera mano y muchas otras indirectas.
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Enviado por: | Sara R. |
Idioma: | castellano |
País: | España |